Archivo de la categoría: LAS RELIGIONES
Los 3 secretos budistas que esconde el libro “La Historia Interminable”
Esta enseñanza budista demuestra que enojarte con los demás siempre es absurdo
Uno de los principios esenciales del budismo y de otras religiones originadas en la India es el ahimsa o no-violencia. Este principio pacífico que se desarrolla en los cinco preceptos no es un imperativo moral arbitrario, es el desdoblamiento lógico de un entendimiento de la naturaleza de la realidad.
El budismo entiende que el mundo en el que vivimos es un mundo ilusorio, porque ordinariamente percibimos que las cosas son sustancias permanentes que se presentan como unidades fijas o lo que comúnmente se describe como almas o sí mismos. Seguir leyendo Esta enseñanza budista demuestra que enojarte con los demás siempre es absurdo
¿Importan hoy las enseñanzas de Buda? Roberto AF Thurman
Budismo, no violencia y el dilema moral de Ucrania
¿Cómo le da sentido el budismo a la guerra? En abstracto, las enseñanzas son sencillas. Pero según Bhikkhu Bodhi, si nos encontramos apoyando a quienes están luchando en Ucrania, entonces tenemos que hacer algunas preguntas difíciles y tal vez aceptar algunas verdades incómodas.
Día tras día, imágenes horribles han aparecido en nuestras pantallas de televisión y computadoras, dando testimonio doloroso de la brutalidad de la invasión rusa de Ucrania. El mismo Putin indicó que la intención detrás de esta campaña es nada menos que borrar el estatus de Ucrania como nación soberana y aplastar la identidad distintiva de sus ciudadanos. Golpeado por bombas y fuego de artillería, el pueblo ucraniano se enfrentó a una dura elección: capitular o contraatacar. Eligieron luchar, y han luchado valientemente.
Para nosotros, como budistas, esta decisión plantea un dilema moral. Si bien no tenemos que considerar personalmente unirnos al combate en nombre de los ucranianos, enfrentamos el problema de la evaluación moral, particularmente desde el punto de vista del dharma. Y además, para nosotros como estadounidenses, debemos decidir si podemos respaldar moralmente la política estadounidense de brindar ayuda a Ucrania, incluida la ayuda militar, para ayudarlos a detener el ataque. Seguir leyendo Budismo, no violencia y el dilema moral de Ucrania
¿Cómo le damos sentido al renacimiento?
Las preguntas sobre el renacimiento, desde cómo funciona hasta si es real, han energizado y dividido a los budistas durante milenios. En este extracto de su libro Rebirth , Roger R. Jackson revela la complejidad de todo esto y ofrece cuatro enfoques básicos para incorporarlo (o no) en nuestra propia práctica.
Los escritos de eruditos del budismo con inclinaciones filosóficas publicados en las últimas décadas revelan una notable variedad de posiciones sobre el renacimiento, que van desde el silencio deliberado hasta el rechazo rotundo y la aceptación de la doctrina por motivos metafísicos, empíricos u otros. Seguir leyendo ¿Cómo le damos sentido al renacimiento?
Cielo en la tierra: ¿Cómo encuentras a Shangri-La?
Muchos lugares inusuales o especiales se han ganado el título de “el cielo en la tierra”. Destacados generalmente por su belleza natural o sus entornos pacíficos, estos lugares se ven típicamente como una representación de cómo sería el cielo, pero son distintos del cielo «real» tal como se conceptualiza, se asemejan al cielo pero en realidad no son divinos.
Excepto uno, tal vez. ¿Qué pasa si la puerta de entrada al cielo fue una vez un lugar real, y qué pasa si ese lugar existe hoy? Así era la tierra escondida y fantástica de Shangri-La, un paraíso terrenal que literalmente se consideraba como tal: una puerta al cielo.
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Budismo Chan – el “Sermón de la Flor” y las profundas raíces del Chan o Zen – el camino del corazón abierto
Para entender los orígenes del Budismo Chan o Zen, tenemos que volver al “Sermón de las Flores”.
Este sermón, pronunciado por el mismo Buda, está en el corazón de Chan, también conocido como Zen en Japón o Seon en Corea.
En el Sermón de las Flores, el Buda reunió a sus discípulos para una charla sobre Dharma. Sin embargo, en lugar de hablar, el Buda simplemente levantó una flor de loto frente a él sin decir una palabra.
Todos en la asamblea estaban tratando de entender el mensaje de Buda, esperando que él hablara. Pero nunca lo hizo.
Los monjes estaban desconcertados, pero uno de ellos, Mahakasyapa, de repente entendió el significado del Buda y sonrió. Seguir leyendo Budismo Chan – el “Sermón de la Flor” y las profundas raíces del Chan o Zen – el camino del corazón abierto
Los 5 poderes, según el budismo tibetano
El budismo tibetano señala que para emprender el camino de la evolución espiritual existirían cinco pilares o poderes. Tales poderes son atributos o virtudes absolutamente indispensables para mantener el avance y no quedarse a mitad del proceso. A su vez, son cualidades espirituales y la clave está en desarrollarlas juntas, según el budismo tibetano.
Cada una conduce a la otra y, a la vez, refuerza la siguiente. Esto quiere decir que no se pueden ir desarrollando una a la vez, sino que es necesario trabajar en todas de forma simultánea. Seguir leyendo Los 5 poderes, según el budismo tibetano
Pregunta a los maestros: ¿El budismo se trata de ética o de iluminación?
Bhante Sumano, Jisho Sara Siebert y Gaylon Ferguson exploran el significado de la ética y la iluminación en el camino budista.
P: No tengo ningún interés en la iluminación. Para mí, el budismo tiene que ver con la ética: es un camino para reducir el daño y, con suerte, brindar beneficios a los demás. ¿Es eso suficiente, o me estoy perdiendo el punto?
Bhante Sumano : Para ti en este momento, el budismo como ética tendrá que ser suficiente. Practicar la moralidad, la virtud, la ética, ser beneficioso para uno mismo y para los demás, son actividades que el Buda siempre aplaudió. Da la casualidad de que también dijo que había algo más grande: la posibilidad de la iluminación. Seguir leyendo Pregunta a los maestros: ¿El budismo se trata de ética o de iluminación?
¿Qué son las deidades? Nada más que “las cualidades de los completamente despiertos… latentes dentro de nosotros”. ¿Quién es Gurú? “el indicador de estas cualidades”
El concepto de “deidad” es el aspecto más incomprendido del budismo Mahayana y Vajrayana. Buda no habló de un Dios creador. ¿Por qué, entonces, hablamos de “deidades” en el budismo? El concepto de “Gurú” es otro concepto en gran medida mal entendido.
El gran Kyabje Garchen Rinpoche introduce el concepto:
“…Cada deidad es la misma… en este mundo hay tantas personas diversas, cada una con rostros, cuerpos y estilos de ropa diferentes. Pero la Naturaleza de Buda de sus mentes internas es singular. Esta naturaleza, compartida tanto por los Budas como por los seres sintientes, tiene una sola base. La única diferencia entre los Budas y los seres sintientes es el alcance de su amor, compasión y bodichita… sin embargo, no hay diferencias dentro de la mente que es la Naturaleza de Buda”. [1]
Con la ayuda de algunos de los grandes maestros: Su Santidad el Dalai Lama, Kyabje Garchen Rinpoche, Lama Thubten Yeshe, Lord Atisha y el Buda Shakyamuni, intentaremos señalar la verdadera naturaleza de la deidad, el gurú, ¡y usted!
Adaptando los Preceptos para la Reconciliación
Patrice Clark Koelsch vuelve a imaginar los cinco preceptos que se aplican cuando se participa en entornos activistas con carga moral.
En los días inmediatamente posteriores al asesinato de George Floyd, caminaba ocho cuadras todas las mañanas para ver si el centro de meditación de mi sangha seguía en pie. El 3er Recinto cercano se había quemado así como la Oficina de Correos. En la biblioteca, las ventanas habían sido rotas y las pilas volcadas; los restaurantes y las tiendas de autopartes fueron destruidos. El centro salió ileso. Pero el bar de enfrente quedó reducido a cenizas. Seguir leyendo Adaptando los Preceptos para la Reconciliación
Falsa espiritualidad vegana, por el filósofo Chema/respuesta de maestrovi
(A cuenta del intenso debate sobre si el vegetarianismo constituye un estadio más avanzado de la Humanidad, me ha llegado este comentario de mi amigo Chema, el filósofo que, sinceramente, es difícilmente refutable).
En cierta ocasión hablando con un vegano sobre estos temas le hice algunas reflexiones que él no había tenido en cuenta.
Aprovechando que era un hombre muy espiritual, que creía en la reencarnación y en la evolución espiritual del ser humano, apoyé mis reflexiones sobre ese aspecto.
Más o menos lo que le dije fue lo siguiente.
En el Universo todo es dinámico y está en evolución constante. El Universo es información en último término. Todo es vibración. La energía y la materia solo se diferencian en eso. La energía es materia sublimada, o bien, la materia es energía condensada.
Por lo tanto, cualquier división conceptual que hagamos que implique separación esencial entre espíritu y materia, o de materia y energía, de vida o no vida, materia orgánica e inorgánica, etc, es puro nomalismo científico para, más o menos, entendernos al hablar . Pero no son realidades intrínsecamente distintas.
No obstante, tenemos que hablar con esos términos.
Dicho esto, se supone que nosotros vivimos en el Universo material, de la tercera dimensión, que a su vez está animado por el universo mental y el universo espiritual. En realidad somos seres pluridimensionales.
Así, toda la materia, está impregnada de mente y espíritu, en diferente gradación en cuanto a la frecuencia vibratoria de los átomos y de la materia en general. Todo el universo es vibración, lo que los pitagóricos llamaban la «música de las esferas».
Los átomos, las partículas, los quantum de energía, son en último término un fragmento de la conciencia cósmica, solo que participan de ella de manera reducida, sin autoconciencia plena.
Los organismos vivos que se forman, a partir de la materia inorgánica, son estructuras físicas químicas, de esa misma conciencia, que van constituyendo niveles cada vez más complejos de organización atómica, molecular y celular, según van ascendiendo en los sucesivos escalones de la evolución .
Si pudiéramos seguir la vida de un átomo de carbono, por ejemplo, desde que se formó en una estrella remota, llegó hasta el planeta Tierra, que pasó millas de ciclos saltando de la materia inorgánica a la orgánica, pasando por vegetales, y animales de todas las especies, participando en diferentes estructuras organizativas de los reinos mineral, vegetal y animal, y finalmente entrando, si le toca la lotería cósmica, a formar parte de un ser animado, inteligente, y con conciencia de si mismo, como es el ser ser humano Y de esta forma, pasando por todas esas etapas de existencia es como la materia, este átomo de carbono, evoluciona según las Leyes del Universo.
Es decir, todos los elementos de la materia, especialmente los bioelementos, «evolucionan» en cada tránsito a un nivel superior de organización química, ganando en información cuántica.
El culmen de esa evolución es la participación en cuerpos humanos, en seres espirituales con autoconciencia, que poseen, en la dimensión material, el máximo nivel de información cuántica.
La consciencia humana es un reflejo de la Consciencia Divina, de la Fuente, que impregna de Sí Misma a todos los átomos del cuerpo humano que lo integran.
Para un átomo de carbono no es lo mismo que pase millones de años bajo tierra, que si tiene la oportunidad, por ejemplo, de participar en una fotosíntesis, o en la ruta metabólica del ciclo de Krebs, en un cuerpo animal, o humano. Porque la complejidad de estas estructuras organizativas, un nivel químico, implican un grado de información, de tal calibre, que transmiten una conciencia superior a todos los elementos.
Digamos esto, de otra forma, haciendo un reduccionismo. Para un átomo de carbono sería un honor participar en la vida de un ser humano. Después de esto, cuando regrese a su ciclo natural de la materia inorgánica, ya no es el mismo.
Igualmente, lo dicho para la materia, en perpetua evolución, la mente, y el espíritu universal (Dios mismo) están también evolucionando en cada proceso, y suceso cósmico en experiencia, en información y en «sabiduría».
Cuando una vaca come hierba, por ejemplo, para la hierba es «enriquecedor» formar parte de la vida animal, transmitiendo sus nutrientes a los herbívoros. La hierba hace así su contribución a la vida.
Los herbívoros, a su vez, llevan en su programa genético la información de que su fin, dentro de la cadena trófica, es trasmitir los nutrientes de las plantas, y las proteínas que ellos sintetizan como propias, al siguiente nivel superior, es decir, a los carnívoros. Y estos, a su vez, «saben» que todos los componentes de la materia que han constituido su cuerpo físico volverán a los ciclos de la naturaleza, una vez muerta la materia viva, y degradada. Y así se cierra el ciclo. El agua vuelve a su ciclo natural, el carbóno al suyo, el nitrógeno al suyo, etc..
Una merluza que llega al plato de un ser humano, hablando en términos estrictamente biologistas, es igual que si cae en las fauces de un tiburón. Ese es el fin (finalidad) de su existencia, para eso está programado, porque sus nutrientes, células, moléculas y átomos tienen que seguir sus ciclos propios.
Comenzarán de nuevo una nueva rueda de existencia inorgánica, orgánica, vegetal y animal.
Pero si hablamos en términos espiritualistas no es lo mismo contribuir al mantenimiento de una vida, aún no consciente, que a la vida de un ser humano con autoconsciencia e inteligencia racional formal, además de conciencia de su trascendencia y conexión con la Fuente Original.
Estos argumentos son para los espiritualistas veganos, que considerando que el hombre no pertenece a la cadena trófica, que abusa de su posición superior, y que con sus hábitos carnívoros daña la naturaleza espiritual de los seres vivos.
Más bien es todo lo contrario, les ayuda en su evolución.
Al igual que los animales domésticos que viven en granjas, o en casas, ayudan al hombre en sus tareas, ellos mismos se impregnan, en cierta medida, de naturaleza humana autoconsciente cuando comparten nuestra vida. Y aún más si nos ayudan a mantenernos vivos mediante la ingestión de sus nutrientes. Es decir, mientras los animales nos ayudan, ellos se «humanizan» con nosotros. Es una justa compensación.
Y esto, nada tiene que ver con el maltrato animal cuando se hace con arreglo a las leyes de la Naturaleza.
Y probablemente, la inteligencia que los anima e incorpora, tras su convivencia con humanos, en la siguiente vida, o siguientes, dé un salto cuántico superior y encarne en un cuerpo humano, primitivo, por ejemplo, en una tribu donde la simbiosis del hombre y la naturaleza aun mar muy estrecha. Y ese es el primer escalalón de la vida consciente, la vida primitiva, donde comienza la vida humana su ascenso evolutivo.
¿Cuántos de nosotros no habremos pasado antes a formar parte de la mente colectiva de alguna especie animal?
Entiendo que son argumentos complejos, y de los cuales no hay pruebas. Tan solo la convicción intuitiva.
Pero aplico las enseñanzas de algunos maestros espirituales que así lo entienden.
Por alguna razón Jesús no fue vegano y comía el cordero pascual, no sin antes dar las gracias al Padre.
Por eso es bueno agradecer a la vida y al cielo cada comida que recibimos.
Tal vez en otro mundo las leyes de la vida sean otras y los seres vivos no puedan comer carne animal, pero, en este mundo, las Leyes son como son, y si no las ha promulgado el ser humano, tampoco puede derogarlas.
LO QUE DIOS HA UNIDO NO LO SEPARE EL HOMBRE.
Un saludo.
https://rafapal.com/2022/06/18/falsa-espiritualidad-vegana-por-el-filosofo-chema/
Respuesta de maestroviejo.
He querido publicar este artículo ya que veo una creciente preocupación en la sociedad, por el tema de la alimentación.
De golpe hay muchos gurús que nos aconsejan sobre nuestra alimentación, los beneficios y perjuicios de nuestros hábitos.
Yo deseo hablar no de alimentación, pero si de la razón por la que los budistas tienden a ser vegetarianos o veganos.
El artículo anterior busca unas RAZONES «filosóficas», para decir que somos un todo y por tanto no cabe diferenciación a la hora de alimentarnos.
El autor en su búsqueda se olvida de lo más importante. El exterior nunca es buena manera de comenzar a buscar. Buda dijo que siempre debemos ir desde el interior.
Los budistas creemos firmemente en las vidas pasadas y futuras y en la ley del Karma. También aceptamos (en consonancia a las nuevas teorías de la ciencia) que no existió nunca un origen, y por lo tanto nuestra historia es un tiempo sin principio. Todo es cíclico incluido el universo mismo y el big bang es sólo un nuevo principio que surge de otro universo anterior. al igual que nuestra muerte conduce siempre a una nueva vida.
Teniendo en cuenta estas premisas. A lo largo de nuestras innumerables vidas pasadas, hemos tenido innumerables padres y madres.
Aunque mis madres ya no están en esta realidad, seguirán siempre siendo mis padres, desde mi corazón y mis sentimientos.
Si pudiéramos recordar todas nuestras vidas pasadas, tendríamos esos mismos sentimientos, hacía todos los seres sintientes.
En un tiempo sin principio es fácil advertir que en alguna vida, cualquier ser fue nuestra madre o padre.
Así pues, al igual que yo no me comería la carne del cuerpo que habitaron mis padres, los budistas sentimos, desde nuestro interior la necesidad de no dañar, ni matar, ni consumir seres sintientes animales.
Las plantas también son seres sintientes, podéis pensar muchos. Así es, pero por alguna razón que se me escapa , las plantas no son receptoras en vidas futuras. Es decir, creamos o no creamos, todos nosotros pasaremos la muerte y nos reencarnaremos: en seres humanos, en animales… según nuestro karma.
Pero nunca nos reencarnaremos en una planta.
Por eso cuando nos alimentamos de plantas, sabemos que estamos comiendo a un ser sintiente, pero en esta vida es preciso comer. Lo que si sabemos a ciencia cierta es que no hemos matado a ningún padre o madre de nuestras vidas pasadas.
Independientemente de que a nivel atómico los átomos y las partículas elementales surjan de un todo. Lo que «nadie haría», sería matar y consumir a sus propios padres.
Pero además de este motivo, existe otro más poderoso. A medida que tu vida budista se hace más espiritual, sientes mayor reparo a la hora de consumir carne.
Ir a una carnicería y ver todos esos cadáveres, te tocan el corazón. Ya que poco a poco, aprendes a amar a todos los seres, como a tus propios padres.
También con el tiempo y el camino espiritual, se sentirá ese reparo en el consumo de plantas y se optará cada vez más por los frutos.
Cuando los grandes gurus salen de sus meditaciones tras, largos periodos , se dan cuenta que apenas han necesitado alimentarse, ya que la energía de su contemplación ha sido suficiente.
Pero hay que volver a la vida pos meditación y entonces debemos alimentarnos, y lo haremos en virtud a nuestro grado de conciencia y espiritualidad. Eso si, todos los grados son válidos como parte de un camino.
Esto es algo que surge de dentro, de tus sentimientos y que puede ser rebatido por la «razón», que es la esencia de nuestro ego, y la línea de nuestra ignorancia.
Un saludo a todos.
Sri Ramana Maharshi – El evento más relevante tras la iluminación
El primer biógrafo, B.V. Narasimha Swami, entrevistó a Ramana sobre un incidente que ocurrió en 1912 cuando estaba viviendo en la cueva Virupaksha. Esta entrevista está publicada en un apéndice de la biografía de Narasimha Swami con el título: “Un extraño y extraordinario acontecimiento en la vida de Sri Maharshi” (1). Posiblemente se ha pasado por alto la importancia de este hecho.
En 1912, Ramana, Palamiswami, Vasudeva Sastri y algunos más fueron desde la cueva Virupaksha hasta Pachaimman Koil para darse un baño, ya que había buenas condiciones en aquel lugar. Después del baño volvieron acortando el camino a través de la colina. Seguir leyendo Sri Ramana Maharshi – El evento más relevante tras la iluminación