La Ciencia y las Experiencias al Borde de la Muerte, o NDE (de las siglas en inglés Near Death Experiences)
‘No parece haber muchas dudas acerca de que las NDE se producen en todas las culturas y hay constancia de ello en todas las épocas de la historia escrita. Las NDE ocurren a jóvenes y viejos, a personas en todas las etapas de su vida, a aquellos que creen que la vida tiene una dimensión espiritual y a aquellos que no profesan ninguna fe. Hay numerosos ejemplos de personas que tuvieron una NDE en épocas en que ni siquiera sabían que tales fenómenos existían.’
Dr. Peter Fenwick
Las experiencias sentidas al borde de la muerte, ó NDE, son argumentos poderosos a favor de la existencia de la vida póstuma. Las técnicas médicas de resurrección se han ido perfeccionado cada vez más, con lo cual más y más personas han podido regresar de la frontera de la muerte clínica. Muchos de ellos cuentan una experiencia intensa y llena de significado en la cual sienten estar vivos y fuera de sus cuerpos. Para muchos, la experiencia vivida cuando casi se muere es algo sumamente poderoso desde el punto de vista emocional y espiritual.
La evidencia de las NDE es consistente, aplastante y experimentada por muchas personas. Es también consistente con las evidencias de otros fenómenos psíquicos —OBE, así como con la información obtenida gracias a los mediums físicos y mentales, y a las apariciones.
Los escépticos de mente cerrada mejor informados ya reconocen que no se puede negar la existencia de las NDE. Lo que se discute es su significado.
Los psíquicos dicen que en una situación de crisis, cuando la muerte es casi inevitable, o que se percibe como inevitable, el duplicado del cuerpo físico, llamado cuerpo astral o etéreo, abandona al cuerpo físico y experimenta las primeras etapas de la vida póstuma. Si la muerte no ocurre, el cuerpo duplicado regresa a su posición dentro del cuerpo físico. Los estudios han mostrado que las NDE ocurren luego de enfermedades, cirugías, partos, accidentes, ataques cardíacos e intentos de suicidio.
Los escépticos dicen que no existe tal cuerpo duplicado y que todas esas experiencias se relacionan con problemas del cuerpo físico, que todo reside en la mente.
Un pionero en este terreno fue el Dr. Raymond Moody Jr., quien comenzó sus trabajos siendo un escéptico. Su primer libro Vida después de la vida (Life After Life) de 1975 es considerado como la obra clásica que abre este campo a la investigación moderna, y fue seguido por otros libros publicados en 1983 y 1988.
Desde 1975 muchos estudios han sido hecho en muchos países, tantos, que ya existen varias asociaciones internacionales y publicaciones periódicas dedicadas a la investigación de las experiencias al borde de la muerte. El excelente libro australiano de Cherie Sutherland (1992) contiene una bibliobrafía selecta de unas 150 investigaciones académicas.
Quince elementos comunes
Moody descubrió una asombrosa similaridad en los relatos de 150 personas que habían vivido este tipo de experiencias, hasta el punto que fue capaz de identificar quince elementos diferentes que se repetían una y otra vez en dichos relatos. Llegó a construir una experiencia típica que contenía todos estos elementos:
Un hombre está muriendo y, en el momento de mayor angustia física escucha que su médico lo declara muerto. Comienza entonces a oir un ruido muy desagradable, un timbre o zumbido muy agudo, y al mismo tiempo siente como si se moviera a gran velocidad por un túnel muy oscuro. Después de esto siente que está fuera de su cuerpo físico, pero continúa en el entorno inmediato y puede ver su propio cuerpo a cierta distancia, convirtiéndose en espectador. Observa los intentos de resurrección desde este ventajoso punto de vista, cargado de emoción.
Pasado un rato, comienza a sentirse más acostumbrado a esa curiosa condición. Nota que aún posee un ‘cuerpo’, pero dicho cuerpo es de una naturaleza muy diferente y con poderes muy diferentes de aquel que ha dejado atrás. Muy pronto comienzan a pasar otras cosas. Otros vienen a su encuentro para ayudarlo. Vislumbra los espíritus de parientes y amigos ya fallecidos, y otro espíritu muy amable y afectivo al que nunca había visto antes—un ser de luz— aparece ante él. Este ser le formula una pregunta no verbal que le hace evaluar su vida y lo ayuda a hacerle ver una panorámica instantánea de los momentos culminantes de la misma. En determinado momento siente que se está acercando a una barrera, o borde, que parece representar la frontera entre la vida terrenal y la próxima vida. Sin embargo, siente que debe regresar a la tierra pues el momento de su muerte aún no ha llegado. Pero se resiste a ello, puesto que está emocionado por sus nuevas experiencias en la vida póstuma y no desea regresar. Se encuentra lleno de sentimientos muy intensos de alegría, amor y paz. Sin embargo, a pesar de esa actitud, de alguna manera consigue reunirse con su cuerpo físico y revive.
Después intenta contárselo a otros pero tiene dificultades para hacerlo. En primer lugar, no consigue encontrar palabras humanas adecuadas para describir estas experiencias no terrenales. Y también percibe que los demás se burlan de él, así que deja de contarlo. Aún así, la experiencia afecta su vida profundamente, y en especial su visión de la muerte y su relación con la vida (Moody 1975: 21-23).
El Dr. Kenneth Ring, quien llevó a cabo un estudio científico de las experiencias al borde de la muerte en 1980, confirma lo descubierto por el Dr. Moody, pero descubre que las personas pasan por esta experiencia en varias etapas y que algunos sólo experimentan las primeras de ellas.
Otros estudios, como los de Karlis Osis y Erlendur Haraldsson (1977), Michael Sabom y Sarah Kreutziger (1976), Elisabeth Kübler-Ross (1983), Craig Lundahl (1981) y Bruce Greyson y Ian Stevenson (1980) describen experiencias similares.
La visión durante la inconciencia
El Dr. Sabom, un cardiólogo de Georgia, entrevistó a 100 pacientes que estuvieron muy cerca de la muerte. El 61 por cierto de ellos experimentó NDE clásicas, muy similares a las publicadas por Moody en 1975.
Muchos de los pacientes que han sido revividos han descrito con grandes detalles técnicos exactamente lo que pasó en la sala de operaciones durante el tiempo que estuvieron inconscientes o, supuestamente muertos. El Dr. Sabom investigó la hipótesis de que estos pacientes estuviesen usando su imaginación creativa, o el conocimiento que subconcientemente habían adquirido a través de exposición previa al servicio de emergencia.
Él entrevistó a un grupo de pacientes cardíacos experimentados que no habían tenido NDE y les pidió que imaginasen estar viendo a un equipo de médicos reviviendo a una víctima de ataque cardíaco y que describiesen con tanto detalle como pudiesen los pasos que tomaban. Para sorpresa suya 80% de ellos describieron erradamente el proceso. Por otro lado, ninguno del grupo que afirmaba haber presenciado su resucitación mientras estaban fuera de su cuerpo cometió un solo error en la descripción del procedimiento (Sabom 1980: 120-121).
Una experiencia común
Ahora ya hay literalmente millones de personas de todo el mundo que han tenido una experiencia durante su casi muerte. En 1933 una encuesta por George Gallup Junior dió parte que casi ocho millones de americanos, aproximadamente cinco por ciento de la pobación adulta, habían tenido una (Gallup 1982).
Una encuesta australiana de 1989 por Allan Kellehear y Patrick Heaven encontró que diez por ciento de 179 personas habían experimentado por lo menos cinco elementos de una NDE.
Estudios en localizaciones geográficas a todo lo ancho del globo han producido conclusiones notablemente similares: el estudio de Margot Grey sobre las NDE en Inglaterra (Grey 1985); el de Paola Giovetti en Italia (Giovetti 1982); el de Dorothy Counts en Melanesia (Counts 1983), y el de Satwant Pasricha y Ian Stevenson en India (1986). Más estudios siguen saliendo de diferentes países regularmente y ejemplos históricos muestran que la experiencia ha sido notablemente consistente en el tiempo (ver el ejemplo de Platón de la NDE en La República).
No obstante, mientras estas experiencias se han sucedido a través de la historia de la humanidad, es sólo en los últimos veinte años que la gente se ha sentido con libertad de hablar sobre ellos y del efecto que han tenido en sus vidas.
Regresando con información inexplicada
Hay muchos relatos de relatos de NDE por gente que ha regresado con información veraz y que desconocían. Esta incluye la identificación de ancestros por fotos, darse cuenta de hermanos que murieron antes de su nacimiento, secretos familiares, etc. Otros pudieron documentar información sobre eventos futuros (ver por ejemplo Eadie 1992, Brinkley 1994 y Atwater 2000: 204).
Efectos posteriores comunes
De acuerdo con la Asociación Internacional para los Estudios al Borde de la Muerte, cerca del ochenta por ciento de quienes experimentan los estados de casi muerte aseguran que sus vidas cambiaron para siempre. Ellos sienten diferencias fisiológicas y psicológicas en escala masiva que les puede causar grandes dificultades en el reajustamiento durante siete años en promedio, especialmente durante los tres primeros años. Esto se aplica tanto a quienes han sentido esas experiencias en su vida infantil, adolescente o adulta.
Estos efectos posteriores son compartidos por personas, incluyendo niños, que han tenido experiencias intensas en un sueño particularmente vívido, o meditando, o que escasamente escaparon de morir.
Cherie Sutherland, una investigadora australiana, entrevistó a 50 sobrevivientes de las NDE y encontró que los efectos en las vidas de los sobrevivientes habían sido admirablemente consistentes, y muy diferentes de los efectos producidos por las alucinaciones inducidas por las drogas o por químicos. Ella identificó muchos efectos que han sido sustanciados por otros estudios, p.ej. Ring (1980 y 1984) y Atwater (1988). Estos efectos incluyen:
• creencia universal en la vida póstuma
• una proporción elevada (80%) creen en la reencarnación
• ausencia total de temor a la muerte
• cambio dramático de la religión organizada a la práctica espiritual
• aumento estadísticamente significativo de la sensibilidad psíquica
• visión más positiva de si mismo y de los demás
• aumento del deseo de estar solo
• aumento del sentido de propósito
• falta de interés en el éxito material aunado a marcado aumento en el interés del desarrollo espiritual
• cincuenta por ciento experimentaron mayores dificultades en sus relaciones íntimas como resultado del cambio de prioridades
• aumento en el sentido de la salud
• la mayor parte pasó a tomar menos alcohol
• casi todos dejaron de fumar
• la mayor parte dejó de usar las medicinas de la industria farmacéutica
• la mayor parte pasó a ver menos programas de televisión
• la mayor parte leyó menos diarios
• aumento del interés por las curas alternativas
• aumento del interés de aprender y del autodesarrollo
• 75% experimentaron un gran cambios en sus carreras hacia áreas en las que se ayuda a los demás.
Los sobrevivientes se vuelven más psíquicos
Un estudio americano independiente por el Dr. Melvin Morse determinó que los sobrevivientes de las NDE tenían tres veces más experiencias psíquicas verificables que la población en general; frecuentemente no podían usar relojes de pulsera y, a menudo, tenían problemas de conducción de electricidad tales como el de causar cortocircuitos en las ordenadoras de regazo y el de borrar tarjetas de crédito (Morse 1992). Encontró también que los que habían tenido NDE daban más dinero a las instituciones de caridad que los sujetos de control, eran más propensos a trabajar como voluntarios en la comunidad o a trabajar en las profesiones de auxilio, no sufrían de abuso de drogas y comían más frutas y vegetales que la población de control (Morse 1992).
Para mayores detalles y para obtener ayuda para enfrentar los efectos posteriores a las NDE contactar a la Asociación Internacional para los Estudios de NDE en International Association for Near Death Studies [http://www.iands.org/aftereffects.html].
Explicaciones alternativas
Naturalmente que las NDE no pueden ser aceptadas simplemente sin examinar las siguientes explicaciones posibles:
¿Están inventándolas?
Como ya ha sido indicado, quienes estudian las NDE —científicos, medicos, psicólogos, otros investigadores y los escépticos— ahora afirman con certeza absoluta que las NDE sí existen.
Algunos cardiólogos que investigaron las NDE supusieron que no existían pero luego cambiaron de parecer. Michael Sabom, el cardiólogo mencionado anteriormente, admitió que antes de comenzar él estaba seguro que las NDE debían ser ‘patrañas concientes’ de quienes decían haberlas sentido o de quienes las reportaban. Sin embargo, una vez que comenzó a investigar se quedó absolutamente pasmado por la autenticidad de los fenómenos.
Otro cardiólogo que inicialmente era escéptico fue Maurice Rawlings, quien afirma en su libro Beyond Death’s Door (Más Allá de la Puerta de la Muerte) (1978) que el siempre creyó que la muerte era un perecimiento total hasta que un día un cartero de cuarenta y ocho años cayó ‘muerto’ en su oficina. Cuando él comenzó a hacerle auxilios para resucitarlo el paciente comenzó a gritar: ‘¡Estoy en el Infierno! ¡ Sáquenme del Infierno!’. Al principio Rawlings dice que le dijo: ¡Quédate con tu Infierno, estoy tratando de revivirte!’ pero que paulatinamente se fue convenciendo por el pavor del hombre que trataba de revivir. La experiencia fue tan absolutamente traumática y convincente que el Dr. Rawlings procedió a escribir libros al respecto. Si usted cree en la palabra de un cardiólogo calificado y altamente creíble, su vida cambió después de esa experiencia.
Las experiencias dantescas o parecidas al infierno son muy communes en las NDE y han sido sujetas a investigación a fondo por parte de Bruce Greyson, MD y de Nancy Evans Bush, MA. Ver Understanding and Coping with a Frightening Near-Death Experience http://www.iands.org/scary.html#talkto
¿Explicación farmacológica?
Algunos sugieren que las NDE son producto de la administraciónm de drogas al paciente durante el tiempo de su crisis. Drogas como la ketamina y la morfina han sido sugeridas. Moody investigó esa hipóteis y la rechazó (Moody 1975: 160-161). Esto fue porque a muchos de los pacientes que experimentaron NDE no les habían dado drogas, porque las visiones inducidas por drogas eran marcadamente diferentes entre si y diferentes de las NDE genuinas en intensidad y contenido y no tenían los profundos efectos duraderos.
Algunos investigadores, incluyendo a R. K. Siegel, han reportado que algunos de quienes han tomado drogas alucinogénicas, como LSD, han tenido experiencias similares a las NDE, pero también hemos sido informados que hay diferencias distinguibles entre los efectos del LSD y las NDE. Esto ha sido considerado efectivamente por Moody y por otros.
¿Deprivación de oxígeno?
Algunas veces se arguye que las NDE son producidas por la falta de oxígeno y que es una reacción normal a un ‘cerebro agonizante’. Sin embargo muchas personas han experimentado las NDE antes de que hubiese ninguna fatiga fisiológica y en algunos casos no había daño físico alguno (Moody 1975: 163). Sabom, consistente con el Dr. Fenwick, notó que en los casos genuinos de deprivación de oxígeno hay un ‘obscurecimiento progresivo y confusión de las habilidades cognitivas’, condiciones no reportadas por quienes han tenido NDE (Sabom 1980:176).
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