Archivo por meses: mayo 2013

Israel aprueba una ley que prohíbe calumnias contra el ejército

El parlamento de Israel aprobó el miércoles por mayoría un proyecto de ley que prohíbe la calumnia contra los soldados del ejército israelí.

 

Este proyecto de ley, denominado Jenin, Jenin, permitirá que una persona o grupo de personas sean demandadas por calumniar al ejército.

La aprobación de esta iniciativa se produce mientras que un tribunal de Tel Aviv, ya se había opuesto a una demanda de cinco militares israelíes contra Mohamad Bakri, el director de la película Jenin, Jenin.

Esta película acusa a los militares del régimen israelí de asesinar y perpetrar crímenes contra los refugiados palestinos de la ciudad de Jenin, durante una operación efectuada en abril de 2002 en Cisjordania.

Cabe mencionar que Mohamad Bakri, desde la producción de dicha película, que es otra evidencia de la masacre llevado a cabo por los israelíes contra el campamento de refugiados palestinos en Jenin, ha sido perseguido por las autoridades de Israel.

http://www.hispantv.es/detail/2013/05/23/226035/israel-aprueba-ley-prohibe-calumnias-ejercito

Identificado el hongo asesino de un millón de personas

¿Puede un hongo microscópico cambiar la historia? ¿Modelar la identidad de un pueblo como ningún político o líder religioso haya logrado nunca? Por supuesto. Es lo que hizo el hongo que causó la gran hambruna irlandesa. En 1845, los agricultores de la isla empezaron a ver unas sospechosas manchas marrones en las hojas de sus patatas. En unas semanas se desencadenó una plaga capaz de arruinar la cosecha de un año entero en un un país cuya dieta se sustentaba en este tubérculo. La hambruna duró hasta 1852 y se llevó un millón de personas por delante. Otro millón abandonó el país, dándole al pueblo irlandés su inconfundible identidad de emigrantes a su pesar. Casi 170 años después, Irlanda aún no ha recuperado los niveles de población anteriores a la plaga. Y todo por un hongo que, ahora, ha resultado ser un desconocido.

Hasta ayer, se pensaba que el culpable de la plaga era una variante conocida del hongo Phytophthora infestans. A pesar del adelanto de la tecnología antiplagas, este patógeno sigue siendo el mayor peligro para la patata y cada año arruina suficientes plantas como para alimentar a 80 millones de personas. Un equipo de científicos ha rebuscado en los cajones de dos archivos botánicos para rescatar hojas de patatas que murieron víctimas de la plaga a mediados del siglo XIX. Sus análisis, publicados hoy, han identificado al verdadero asesino (indirecto) de un millón de irlandeses. Se trata de una variante del hongo hasta ahora desconocida y que ha sido bautizada como HERB-1.

Pero la culpa no fue sólo del hongo. “No hay pruebas de que esta variante fuese particularmente virulenta y parece que la explicación es en realidad que las patatas eran especialmente susceptibles”, explica a Materia Detlef Weigel, investigador del Instituto de Biología Evolutiva Max Planck (Alemania) y coautor del estudio, publicado en eLife.

Su equipo ha analizado plantas afectadas de Europa continental, Gran Bretaña, Irlanda y Norteamérica que datan del siglo XIX y que se conservaban en dos herbarios de Munich y Londres. El equipo ha extraído el ADN de las muestras y ha secuenciado el genoma del hongo, el primer patógeno de una planta cuyo genoma es secuenciado al completo a partir de muestras antiguas, dicen. Parte del equipo había secuenciado ya el genoma de patógenos históricos como la peste negra y de humanos prehistóricos como elneandertal.

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Uno de los restos de plantas analizados en el Herbario de Kew Garden (Londres) / K.G.

 

En una famosa escena del Batman de Tim Burton, el Joker le dice al superhéroe algo así como: “Tú me hiciste como soy”. Batman le responde: “Sí, pero antes de eso, tú me hiciste como soy”. De la misma manera, el nuevo estudio apunta que, antes de que el hongo pudiese cambiar la historia de los humanos, los humanos cambiaron la historia del hongo. El ADN muestra que el patógeno, originario del valle de Toluca, en México, comenzó una rápida diversificación en el siglo XVI. Esa fue la época en la que sucedieron “los primeros contactos” entre los conquistadores españoles y los pueblos de México. Esos contactos “pudieron potenciar la expansión del hongo p. infestans fuera de su lugar de origen”, comenta el trabajo. A pesar de aquel contacto, el patógeno no llegó a Europa hasta tres siglos después. El ADN de la variante indica que esta apareció en el siglo XIX. “El patógeno viene de México y la patata de Suramérica”, explica Weigel. “Parece que ambos se encontraron en EEUU en el siglo XIX, muy poco antes de la pandemia global”, señala. El resto, es historia.

 


 

Un hongo viajero

 

El p. infestans es un hongo viajero. El estudio detalla cómo la variante que causó la hambruna irlandesa fue borrada después por otra variante, la US-1 [ver mapa]. La llegada de esta nueva variante pudo hacer incluso que la anterior se extinguiese, argumentan. “Este trabajo demuestra la posibilidad de recuperar el genoma de patógenos del pasado para interpretar plagas históricas en el contexto de las actuales”, opina el genetista Carles Lalueza-Fox, que no ha participado en el estudio actual, pero sí participó en la secuenciación del ADN neandertal.

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Diagrama que muestra el punto de origen del hongo, el primer viaje a Europa de la variante que causó la hambruna y la llegada de la variante US-1 que la sustituyó / eLife

“El estudio demuestra también la utilidad de los herbarios clásicos, que se convierten, gracias a las nuevas tecnologías de secuenciación, en inesperados reservorios de información genética del pasado”, añade.



REFERENCIA

‘The rise and fall of the Phytophthora infestans lineage that triggered the Irish potato famine’ doi: 10.7554/elife.00731

http://esmateria.com/2013/05/21/identificado-el-hongo-asesino-de-un-millon-de-personas/?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+materia%2Fnoticias+%28Materia%29

La lluvia lleva a Sevilla trazas de yodo radiactivo desde plantas nucleares europeas

Investigadores del Centro Nacional de Aceleradores en Sevilla han detectado en esta ciudad trazas de yodo radiactivo procedente de las plantas de reprocesamiento de combustible nuclear de La Hague (Francia) y Sellafield (Reino Unido). Las muestras se tomaron en agua de lluvia entre 2005 y 2008. Las cantidades detectadas no son relevantes desde el punto de vista de protección radiológica.

La lluvia lleva a Sevilla trazas de yodo radiactivo desde plantas nucleares europeas

Central de reprocesamiento de Sellafield (Reino Unido). / Univ. Portsmouth

Centro Nacional de Aceleradores | 21 mayo 2013 10:05

Miembros del grupo de investigación AMS del Centro Nacional de Aceleradores (Universidad de Sevilla-Junta de Andalucía-CSIC) han analizado la presencia del isótopo 129I de yodo en el agua de lluvia en Sevilla durante el periodo 2005-2008. Las cantidades detectadas no son relevantes desde el punto de vista de protección radiológica, según los autores del estudio.

El objetivo de este trabajo, que publica la revista Atmospheric Environment, es evaluar en el sur de Europa el impacto de este isótopo radiactivo procedente de las plantas de reprocesamiento de combustible nuclear de La Hague (Francia) y Sellafield (Reino Unido).

El 129I es un isótopo radioactivo de larga vida que puede tener un origen natural –a partir del xenón 129Xe de la atmósfera– o humano, como subproducto del uranio238U. En el procedente de este último es en el que se han centrado los investigadores.

Desde el punto de vista de contaminación por 129I, España es considerada una región ‘de fondo’, pero en ocasiones llega este contaminante radiactivo desde las dos plantas nucleares europeas, según las condiciones atmosféricas.

A través de los datos analizados, se ha comprobado que hay una mayor deposición de 129I en Sevilla durante los periodos húmedos y con vientos de dirección norte. De este modo, se ha obtenido un modelo del transporte y dispersión atmosférico del 129I.

Las cantidades detectadas no son relevantes desde un punto de vista de protección radiológica

Los datos también muestran una disminución en el cociente entre dos ísótopos del yodo (129I/127I), que son también mucho menores que los resultados obtenidos en lugares próximos a la central de Sellafield.

Este hecho puede deberse a que una importante fracción del 129I depositado en la zona central de Europa tiene su origen en el mar del Norte, con lo que estas áreas se ven claramente más afectadas por las centrales de La Hague y Sellafield.

La cantidad de 129I presente en la atmósfera se ha visto modificada de un modo significativo por la acción humana. Durante los años 60, la actividad nuclear civil y militar dio lugar a un aumento en el aporte de 129I a la atmósfera, y la situación se agravó con el accidente nuclear de Chernóbil a mediados de los años 80.

Aún así, la mayor contribución de 129I al medioambiente procede de las actividades de trabajo de las plantas de reprocesamiento de combustible nuclear, como La Hague y Sellafield.

El 129I se emplea para el seguimiento de la actividad de centrales y plantas nucleares como estas a través del estudio del agua de lluvia. El yodo es un elemento que se incorpora con facilidad a la cadena alimentaria y a las rutas hidrofílicas, por lo que es un buen trazador del ciclo del agua.

Referencia bibliográfica:

Gómez-Guzmán, J. M.; Enamorado-Báez, S. M.; Pinto-Gómez, A. R.; Abril-Hernández, J. M.; López-Gutiérrez, J. M.; García-León, Manuel. “Anthropogenic 129I concentration and 129I/127I ratio in rainwater from Seville (Spain) in the period 2005-2008 as affected by airborne releases from Sellafield and La Hague facilities”.Atmospheric Environment 56: 26-32, 2012. Doi: 10.1016/j.atmosenv.2012.03.075.

http://www.agenciasinc.es/Noticias/La-lluvia-lleva-a-Sevilla-trazas-de-yodo-radiactivo-desde-plantas-nucleares-europeas

Experto en bioética advierte del uso de los avances científicos en internet

El profesor de bioética en la Universidad de Manchester, John Harris, ha expresado sus temores por el “uso perverso” que se les puede dar a la publicación de los avances científicos en internet.

La entrada Experto en bioética advierte del uso de los avances científicos en internet aparece primero en EFE futuro.

Harris ha sido uno de los ponentes del primer día de las XX Jornadas de Derecho y Genoma Humano, abiertas hoy en la Universidad de Deusto y la UPV/EHU con el apoyo del Instituto Roche, sobre la evolución de la genética y la biotecnología humanas y sus implicaciones éticas y jurídicas.

El profesor Harris ha recordado que es esencial que para que la ciencia funcione se puedan publicar los hallazgos “en revistas prestigiosas, de modo que se puedan contrastar los resultados y puedan ser repetidos para testar su innovación”.

Sin embargo, Harris se ha preguntado si “tras ser publicados en internet, esos avances estarán libres de un uso perverso”, para terminar con una reflexión: “Tenemos que defender la libertad científica, a pesar de que todavía no dispongamos de policías en internet. En esta época nueva no explorada se nos presentan infinidad de dilemas para todos”.

En la misma jornada, el investigador alemán Albin Eser, especialista en Derecho Penal y profesor de Freiburgo, habló sobre la legislación en Alemania y los debates generados en torno a los beneficios-riesgos de la medicina moderna y la biotecnología.

“La nueva medicina se ha apartado de los tratamientos clásicos. Esto produce en la ciudadanía fascinación, pero también ansiedad, porque debido a los métodos modernos el paciente pierde la individualidad”, ha explicado.

“La libertad de la ciencia está favoreciendo los intereses públicos, pero la legislación debe proteger al paciente de cuestiones como las terapias experimentales”, ha añadido.

En cuanto al interés de la gente, Albin Eser ha dicho que en Alemania el debate sobre el diagnóstico genético ha dejado atrás a la clonación.

Las jornadas las han abierto el diputado foral de Bizkaia, José Luis Bilbao, junto al rector de Deusto, Jaime Oraá, y el profesor Carlos Romeo, así como la vicerrectora de la UPV Amaia Maseda y la viceconsejera del Gobierno Vasco, Itziar Alkorta.

Todos han mostrado su apoyo a la cátedra interuniversitaria de Derecho y Genoma Humana, creada hace veinte años y que dirige Carlos Romeo.

José Luis Bilbao ha recordado el apoyo de la institución al proyecto desde su inicio en 1993: “El millón de euros invertido a lo largo de estos años es un dinero bien empleado. Esta cátedra es un ejemplo de investigación e innovación, ha sido y es pionera en el mundo. Les manifiesto públicamente que pueden seguir contando con nosotros”, sentenció el diputado general. EFE

rc/cpg

La entrada Experto en bioética advierte del uso de los avances científicos en internet aparece primero en EFE futuro.

http://www.tendencias21.net/Experto-en-bioetica-advierte-del-uso-de-los-avances-cientificos-en-internet_a18631.html

NUMERO MÁGICO Y NECESARIO

Una colaboración de JOSEMI FRECHINA


From: folgra@hotmail.com
Subject: FW: 84. NUMERO MÁGICO Y NECESARIO
Date: Mon, 13 May 2013 14:58:11 +0200


 MUY IMPORTANTE
                              

EFECTIVAMENTE ES MUY NECESARIO, PARA LOS AGRICULTORES ESPAÑOLES Y LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS QUE NO SE VAYAN
“AL TRASTE”; CREO QUE DEBEMOS CONCIENCIARNOS  TODOS. LO QUE AHORA NOS PARECE MAS BARATO,  SE PUEDE TRANSFORMAR EL LA RUINA DE TODOS LOS ESPAÑOLES.

 !! MUY IMPORTANTE !!
Ayer mismo estuve a punto de comprar pimientos de Padrón, y luego vi que eranMade in Marruecos!!!
Hoy mismo en mi super las únicasmandarinas que tienen son israelíes y valen 3 euros el kilo.
Y hace poco me traje para casa una lechugaiceberg que venía de una exrepúblicasoviética cuyo nombre no recuerdo…es el colmo que comamos lechugas que han crecido a 1000 km de aquí…con el peligro de poder consumir productos provenientes de zonas contaminadas de Chernobil.
CONTRA LA CRISIS, CONSUME PRODUCTOS ESPAÑOLES  (CÓDIGO 84 = ESPAÑA)
84 No imagináis el cambio económico que sería para España que realmente consumiéramos principalmente alimentos y artículos de aquí, de la gente que trabaja aquí y vé como se importan productos extranjeros a bajo coste… para que mucha de la gente de aquí se arruíne.
84 Mira la etiqueta:  ESPAÑA se escribe con 84 al principio
84El Fondo Monetario Internacional, pronostica que este año y el que viene entraremos en recesión, es decir, que decrecerá nuestra riqueza nacional, en pocas palabras: SEREMOS MAS POBRES.
84¿Qué podemos hacer como ciudadanos?: CONSUMIR PRODUCTOS ESPAÑOLES. Es la mejor forma de mantener la pequeña y mediana empresa de nuestro pais, que es la que soporta más del 80% del empleo.
84 Los miles de millones que genera esta decisión, quedarán en todo el tejido productivo y además generarán impuestos y sueldos que permanecerán aquí.
84  Recuerda, algo tan sencillo como mirar las etiquetas en la compra, comprar un coche fabricado en España o no salir al extranjero durante los dos próximos años, a lo mejor mantiene tu empleo, el de tus hijos, familiares, amigos…el de todos.
84  Te aconsejo que lleves tus gafas al Súper.
84 Reenvialo a cuantos más, mejor.
84  Todos salimos beneficiados.
 ¡¡¡¡¡¡¡ 84 !!!!!!!

Reportaje: La Alimentación y las Emociones.

Una colaboración de lalunagatuna

LO QUE PENSAMOS Y COMEMOS GENERA EMOCIONES, Y CADA EMOCIÓN MOVILIZA UN CIRCUITO HORMONAL

MONTSE BRADFORD: “LO QUE PENSAMOS GENERA EMOCIONES, PERO TAMBIÉN LO QUE COMEMOS”
Porque con la alimentación podemos generar salud o enfermedad. Es muy importante.

Las emociones tienen dos orígenes. El pensamiento, lo que pensamos genera emociones, pero también lo que comemos. Si tomo un vaso de agua o de whisky mis emociones serán muy distintas. ¿Y por qué generarán distintas emociones? Porque atacarán a diferentes órganos.

Si yo ingiero alimentos que me bloquean el hígado, o la vesícula biliar, tendré emociones de ira, cólera, agresividad, impaciencia… porque cada órgano, dependiendo de si funciona bien o mal, genera unas u otras emociones. Esto está totalmente constatado en la medicina china de hace tres o cuatro mil años.

Escritora y experta en nutrición y energética, esta barcelonesa defiende en su último libro, ‘La alimentación y las emociones’, que existe una causa-efecto entre lo que ingerimos y cómo nos sentimos después

Fundadora de varias escuelas de cocina, esta barcelonesa de nacimiento, afincada en Londres desde 1978 hasta 2006 (ahora reside en la Ciudad Condal), ha dado clases en la Escuela Universitaria de Enfermería y Fisioterapia Blanquerna e impartido cursos por toda Europa y también por Sudamérica. Galardonada con el Premio Verde 2008 (Fundación José Navarro) por su trabajo a favor de la alimentación responsable y el desarrollo sostenible, ha escrito más de diez libros. El último, La alimentación y las emociones.

Usted defiende que ciertas emociones nos vienen dadas por lo que consumimos
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Tenemos que ver de dónde vienen las emociones. ¿Las compramos en el supermercado? Las emociones tienen dos orígenes. El pensamiento, lo que pensamos genera emociones, pero también lo que comemos.

Si tomo un vaso de agua o de whisky mis emociones serán muy distintas.

¿Y por qué generarán distintas emociones?
 Porque atacarán a diferentes órganos.

Si yo ingiero alimentos que me bloquean el hígado, o la vesícula biliar, tendré emociones de ira, cólera, agresividad, impaciencia… porque cada órgano, dependiendo de si funciona bien o mal, genera unas u otras emociones. Esto está totalmente constatado en la medicina china de hace tres o cuatro mil años.

¿Cree usted que el ciudadano de a pié tiene esta percepción?

Falta conciencia, porque la alimentación no se ve desde esta perspectiva. Se mira desde un ángulo muy primitivo.

Sería el primer nivel alimenticio: ¿tengo hambre?, pues como lo que sea, voy a un McDonald’s o donde me apetezca en ese momento. Habría dos niveles más: el sensorial y el emocional.

Las personas están vibrando en estos tres niveles, nada más. Y tenemos que ir un poco más allá, al nivel de la energía que provocan los alimentos. Porque con la alimentación podemos generar salud o enfermedad. Es muy importante.

Usted explica que el ser humano cuenta con tres cuerpos: físico, emocional y mental…

Efectivamente, y cada uno de ellos necesita cosas diferentes. Las personas sólo identifican el físico, el que vemos cada día en el espejo. En cambio, hay mucho miedo en prestar atención al emocional. Nos pasamos años sin reciclar nuestras emociones, bloqueando totalmente este cuerpo. También está el mental. Los alimentos que necesita cada uno son distintos. No podemos darle chocolate al emocional porque no funciona.

Si el novio nos deja, comiendo chocolate no haremos que vuelva. El único cuerpo que tiene sistema digestivo, dientes y estómago es el físico. Al cuerpo emocional, por ejemplo, hay que alimentarlo, sí, pero con emociones. Cada uno tendrá su método, a unos les gustará ir a bailar, a otros ir a caminar por la playa… Acabamos alimentándolo, sin embargo, con cosas físicas que no funcionan.

¿El bienestar radicaría en conseguir un equilibrio entre todos ellos?

Sí. Yo siempre hago la metáfora de los tres amigos que van por el camino de la vida cogidos de la mano. Si los tres están más o menos equilibrados, y digo más o menos porque la armonía absoluta no existe, sumarán un equipo y buscarán juntos la misma meta. Sin embargo, si el cuerpo físico está debilitado, el emocional bloqueado, sobre todo porque lo desconocemos, y el mental centrado en controlar nuestra vida, es muy difícil conseguir ningún logro.

Es lo que pasa hoy en día, falta de claridad, la gente está desorientada y desconcertada. Empezar a conocer los tres cuerpos, aunque sea poco a poco, sería muy importante.

¿Se puede establecer una relación de causa-efecto entre lo que comemos y nuestro estado de ánimo posterior?

Por descontado, porque si yo como cosas que me están debilitando, que me están desmineralizando, notaré efectos emocionales de desmotivación, de mucho frío, no tendré ganas de hacer nada. Las personas estarán física, emocional y mentalmente con estas energías de deficiencia.

¿Y cómo me desmineralizo?

Pues consumiendo alimentos que tienen un pH ácido. La tónica general de la sociedad es que tenemos un hígado muy bloqueado y un riñón con muchas deficiencias, y el riñón necesita minerales. Si no, aparecen las emociones negativas.

La principal emoción negativa del riñón es el miedo. Hoy en día tenemos miedo de todo. No somos emprendedores, nos falta espíritu de aventura… La gente está muy ácida, muy desmineralizada.

Precisamente, usted explica en su libro que hay alimentos que generan una sangre ácida (con la que construimos estrés, enfermedad y desequilibrio) y otros que, por el contrario, la alcalinizan (con lo que obtenemos energía, vitalidad y salud)…
Exactamente. Es fascinante. Podemos generar nuestro propio estado de ánimo. Somos los creadores de nuestra vida, en todos los niveles de nuestro ser.

Cómo escogemos pensar es muy importante. Decíamos antes que una de las vías por la que se crean las emociones es a través de los pensamientos. Pero claro, si injerimos whisky, difícilmente podremos ser conscientes de nuestros pensamientos.

La alimentación, sin duda, es la número uno para darnos un poco más de estabilidad, de armonía, de paz… y luego debemos mirar con tranquilidad la calidad de nuestros pensamientos, que también forman emociones, por descontado.

También defiende que hay alimentos con energía yin (chocolate, alcohol, estimulantes, azúcares, levaduras artificiales…) que conducen a la hipersensibilidad, mientras que hay otros, con energía yang (carne, jamón, embutidos, huevos…) que nos ponen tensos y coléricos…

Así es. El alcohol, los vinagres, los estimulantes… todo ello estimula al sistema nervioso generando una energía falsa.

Cuando una persona, a media tarde, se siente fatigada, busca ingerir café, chocolate, beber una cola… en definitiva, generar una energía que no tiene. Pero claro, si hacemos esto durante muchos meses acabaremos creando una fibromialgia o una fatiga crónica, y es que estamos destruyendo la energía de los riñones.

Todos estos alimentos crean una energía de expansión. Nos inflaman y nos desmineralizan. Nos dicen que tenemos que tomar mucha leche para los huesos. Pero hay gente con osteoporosis que a pesar de haber tomado mucha leche, y haber ingerido carne y queso, tienen este problema. Esta claro que no deja de ser un tópico que se ha demostrado que no funciona.

Y la yang…

Son alimentos que tensan, que acumulan. Son de grasas saturadas. Nos bloquean órganos como el hígado, la vesícula biliar, el bazo, el páncreas y nos crean estas emociones de mucha tensión, agresividad, cólera… en definitiva, emociones que se llaman de exceso. Tenemos emociones de exceso, por una parte, y de deficiencia por otra, como el miedo, la falta de autoconfianza, que nos dan, por ejemplo, los azúcares refinados.

Según sus explicaciones, abusar de productos yang nos conducirá irremediablemente hacia la ingesta compulsiva de alimentos yin.

Efectivamente. Cuando yo tomo una parte de alimentos con energía yang, alimentos que nos tensan, quiero consciente o inconscientemente siete partes del extremo contrario.

Es lo que llamamos la rueda energética o el yoyó. No falla, cuando tomo una parte de yang, quiero siete de yin. La gente dice “¿qué me pasa que no puedo parar de comer chocolate?”. Y yo les digo, deja de comer huevos, jamón, y verás cómo podrás dejar de comer chocolate.

¿La idea es evitar productos con energía yin o yang para intentar alcanzar el bienestar? ¿O comidos con moderación no tienen por qué ser dañinos para nuestro cuerpo?

Siempre nos llevarán a un desequilibrio. Estos alimentos de grasas saturadas bloquean el hígado y además no son el ejemplo de una alimentación sostenible. Tenemos en el planeta 7.000 millones de habitantes y debemos empezar a comer mucho más del reino vegetal.

El reino animal no es una alimentación sostenible. Hay 1.400 millones de personas que no pueden comer ni beber nada. Y nosotros, en cambio, estamos comiendo jamón y queso, por ejemplo. Tenemos que ser conscientes de ello.

Hay que tener en cuenta que para ‘cultivar’ un kilo de carne se necesitan 1.500 litros de agua, y todo ello para que, después, una familia lo ingiera en una comida. Y esto sucede a la vez que hay personas que no pueden beber ni una gota de agua.

¡Es alucinante! Nos estamos cargando el planeta. No podemos pensar sólo en nosotros, sino también en las generaciones futuras. Necesitamos una alimentación sostenible, sana, natural y energética, conociendo la energía de cada alimento.

En una comida principal, dice usted, no puede faltar: cereales integrales en grano, legumbres, un alga, una verdura verde y una pequeña porción de semillas o frutos secos. Alguien podría decir, ¡qué aburrimiento!

En absoluto. Lo que hacemos es volver a la vida natural. Empezar a comer lo que comían nuestros abuelos.

¿Cuánto hace que apareció el donut? 
Tampoco hace tanto. Tenemos que volver a la dieta de antes, a comer legumbres, verduras, piñones, nueces, semillas, frutos secos, fruta de la temporada. Tampoco hace tanto que comíamos esto. Lo que hay que hacer es comer los alimentos naturales de toda la vida, los que necesitamos, pero de la forma que deseemos.

Podemos hacer fideuás, pizzas, hamburguesas, pero sin que sean de carne. Comemos lo que necesitamos en la forma que deseamos y de esta manera el cuerpo emocional también esta contento.

Pero disfrutar de una buena mesa también puede generar emociones positivas…

Según lo que entendamos por emociones positivas. Después de la comida de Navidad, las vibraciones empiezan a subir y todos los comensales, durante la sobremesa, creen tener la razón. Para mí esto no es positivo. Lo ideal es la armonía, la tranquilidad, el silencio… para mí esto es armonía.

Es verdad que el placer sensorial existe y tiene relación con las emociones. Pero es por eso que te puedes comer un fricandó, pero no de carne, sino, por ejemplo, de seitán. O una lasaña. Yo hago una lasaña fenomenal. También hago donuts, pero no con azúcar, sino con manzana, por ejemplo.

Hablaba usted de vibraciones. Defiende que tanto los alimentos como los diferentes cuerpos del ser humano (físico, mental y emocional) vibran de distinta manera…

Así es. El físico vibra tan lentamente que lo podemos ver y tocar. El mental, por su parte, es la torre de control. Vibra más rápido que la velocidad de la luz. Pensamos mentalmente que vamos al Taj Mahal y hemos ido y venido. Es instantáneo. El emocional no lo podemos ver, pero sí sentir. Cuando estamos mal emocionalmente lo sentimos claramente. Éste no necesita ni chocolate ni alcohol ni nada por el estilo, lo que pasa es que la gente los utiliza para evadirse.

¿Y es cuando se resiente?

Evidentemente. Se queja porque no tiene vibraciones de armonía.

Está bloqueado porque nunca le prestamos atención. Al cuerpo físico lo mimamos a diario, lo duchamos, lo alimentamos… al emocional nunca lo hemos limpiado. Nunca hemos tenido en cuenta las emociones bloqueadas. No vamos a un terapeuta para gestionarlas, no lo hacemos.

Ni tan siquiera las expresamos, escribiendo, por ejemplo. Hablo de coger un papel y escribir cómo nos sentimos, o pintar, o ir a bailar… el caso es que afloren de alguna forma. No lo hacemos, no lo depuramos, no lo limpiamos cada día. Y el mental lo mismo. Vibra tan rápidamente que nos descontrola.

Es importante para gestionarlo el silencio, la paz, para poder observar esos pensamientos que tenemos descontrolados. Todo el mundo tiene dos minutos al día para detenerse, pero no lo hacemos. El alimento ideal para el cuerpo mental es el agradecimiento, estar agradecidos con la vida.

A la hora de cocinar, “no sabemos extraer el sabor dulce a los alimentos”, asegura usted. Por eso, añade, buscamos la compensación en el postre…

Exactamente. En la cocina mediterránea no hay dulzor.

Está usted cuestionando un referente…

Pero es verdad. No hay dulzura, en el plato, en la cocina mediterránea. Hay mucho salado, mucho aceite, mucho picante y mucho ácido… pero dulzura no, en absoluto. Y claro, acabamos de comer platos de esta cocina con tanto ajo, con tanto vinagre, que buscamos el dulce en las natillas o en el flan. Y estos postres tienen mucho azúcar, y de ahí los niños tan hiperactivos que tenemos.

El sabor dulce está en el plato. ¿Y de dónde lo sacamos? Pues de las verduras dulces: calabaza, moniato, zanahoria… todas son muy dulces. Y si las cocinamos durante mucho tiempo dan una dulzura increíble. Cada gusto tonifica diferentes órganos del cuerpo.

Explíquemelo…

El sabor dulce nos equilibra estómago, bazo y páncreas.

Son órganos emocionales todos ellos, que necesitan mucha dulzura y relax. Esta dulzura natural es muy importante, no me canso de repetirlo. La gente esta muy estresada y le falta un poco de dulzura. Cuando incorporemos esto a nuestro cuerpo, seguramente podremos relajarnos más y contar con un poco más de armonía en nuestra vida. Si vamos por la vía del azúcar, pues vemos el nivel de hiperactividad que tiene la gente.

El azúcar nos desmineraliza, nos afecta al sistema nervioso, además de dejarnos mal el riñón, los huesos, etc. Ya vemos cómo están los niños de hiperactivos. Yo defiendo que no existen por naturaleza niños hiperactivos. El niño actúa en función de la energía que le damos.

Si le damos una cola, pues actuará según la energía que le produce este producto. Si no le damos este tipo de alimentación, estará como un angelito. Tenemos que entender esto, es muy importante.

Hacía usted referencia a cocinar con tiempo, algo de lo que carecen hoy en día muchas personas…

Yo también tengo un ritmo de vida muy ajetreado y como muy bien. Tenemos tiempo, lo que pasa es que no lo dedicamos a la cocina. Lo empleamos, por ejemplo, para chatear. No valoramos que a través de la comida podemos modificar la calidad de nuestra sangre.

Es cuestión de adquirir el hábito. Poner una olla de cereales supone un minuto y medio, y tienes para tres días. Hacer un pescado a la plancha o cocinar una verdura verde lleva tres minutos, es muy fácil. Poner una calabaza al horno sí lleva más tiempo, pero tampoco tenemos que estar todo el rato vigilándola.

Realmente es muy fácil cuando se aprende. Lo que pasa es que la gente quiere cambiar leyendo un libro, y para ello hace falta un instructor. Si quiero aprender a conducir no puede hacerlo únicamente leyendo un manual, necesito un instructor que me enseñe, porque si no después habrá carencias. La gente vendrá y dirá “esto no funciona”, y sí que funciona, pero hay que aprenderlo.

Leyendo su libro, uno se da cuenta de que usted no es muy partidaria de las ensaladas o de la fruta cruda. Incluso no le hace demasiada gracia la miel, cuando es un alimento, según muchos expertos, tan nutritivo…

La fruta y la ensaladas crudas sí las recomiendo, pero según para quien. A una persona que tenga frío no se las aconsejaré.
A Don Quijote, por ejemplo, no le recomendaré comer mucha ensalada, porque está muy delgado. Pero a Sancho Panza sí, cada día le daría una ensalada.

Depende de la persona. Las ensaladas y todo lo crudo lo que hace es enfriar mucho. A una persona con exceso de peso, que ha comido mucha carne y que tiene un hígado muy bloqueado, que le reporta emociones de exceso, de ira, de cólera, le irán de maravilla.

En cambio, una persona que esté decaída, con anemia, con osteoporosis, pues no se las recomiendo. La cocina energética me aporta conocimiento y me da libertad para escoger. Yo no soy partidaria de dietas, de prohibir. Yo explico los efectos que producen los alimentos, luego que cada uno escoja.

Y con respecto a la miel…

Cuando tomo una cucharada de miel de abeja, a los treinta segundos tengo mucho calor. Esto me está diciendo que este es un alimento que no transcurre por el sistema digestivo, sino que va directamente al riego sanguíneo y me da una hiperactividad al instante. ¿El día idóneo para tomar miel?

El día que queramos correr un maratón, no hay problema. Tomamos algo de miel y ganamos la carrera (risas). Pero para el día a día no, porque nos dará mucha hiperactividad.

Si tomamos mucha, nos desmineraliza, porque todo aquello que da energía al momento acidifica la sangre. Y cuando la tengo ácida, el pH cambia y el cuerpo busca minerales de donde sea. Por eso yo no recomiendo tomar miel cada día, en absoluto.

¿Qué le diría a aquella persona que no acabe de estar convencida del método alimentario que usted propone?

Que lo pruebe, que lo siga durante seis meses. La gente que lo prueba gana en calidad de vida. Gana en concentración, claridad mental, en ganas de hacer cosas, en perder peso o ganarlo, si es necesario… No podemos opinar de algo si no se prueba, si no se vive. Yo en mis clases doy libertad. Explico qué energía aporta cada alimento, y luego la gente decide.

fuente: Diario la Vanguardia

http://buenasiembra.com.ar/salud/psicologia/reportaje-la-alimentacion-las-emociones-1395.html

AÑO CERO

Una colaboración de lalunagatuna

Los antiguos numeraban los años según sistemas muy diversos. Por ejemplo, los griegos usaban las olimpiadas, de modo que, para ellos, Pericles llegó al poder el segundo año de la sepguagésimo séptima olimpiada (460 a.C.) En general los romanos no numeraban los años, sino que los indicaban nombrando los cónsules correspondientes. Así, el año 100 a.C. era el año en que fueron cónsules Cayo Mario y Lucio Valerio. No obstante, para aquellos casos en que una numeración correlativa era imprescindible, terminaron elaborando un sistema de datación que, teóricamente, comenzaba el año en que Rómulo fundó Roma. En este sistema, el año 100 a.C. era el año 653 a.u.c., donde las siglas a.u.c. significan ab urbe condita (desde la fundación de la ciudad). Importa poco si Rómulo existió o no y si, en caso afirmativo, fundó Roma o no el año 1 a.u.c. Lo importante es que los romanos usaban coherentemente este sistema, que, por razones obvias, pronto fue el más extendido en Europa.

En 532 d.C., Dionisio el Exiguo, un monje de origen sirio que vivía en un convento de Roma, matemático y teólogo, tras profundos estudios de la Biblia y de las fuentes históricas, llegó a la conclusión de que Jesucristo había nacido el 25 de diciembre del año 754 a.u.c., y propuso que dicho año fuera llamado 1 a.D. (anno Domini), es decir, el año 1 del Señor. El clero difundió rápidamente este sistema de datación, si bien su introducción oficial tuvo lugar en épocas muy distintas en cada país. Por ejemplo, Carlomagno decretó su uso el mismo año de su coronación, que, de 1554 a.u.c., pasó a ser el año 800 a.D.

Los eruditos siguieron usando el sistema a.u.c. para numerar los años hasta el 753 a.u.c. y, a partir de aquí, consideraban que empezaba la Era Cristiana, con lo que el año siguiente pasaba a ser 1 a.D. No fue hasta el siglo XVII que los historiadores empezaron a nombrar los años anteriores al 1 a.D. contando hacia atrás. Por aquellas fechas, el sistema de numeración arábigo estaba plenamente difundido y los matemáticos hacía mucho tiempo que manejaban con soltura los números negativos, pero parece ser que los historiadores no, lo que les llevó a cometer un crimen contra la humanidad: impusieron la costumbre de que el año anterior al 1 a.D, esto es, el año 753 a.u.c., pasara a ser el año 1 antes de Cristo, en siglas 1 a.C., tras el cual venía el año 1 a.D o, equivalentemente, el año 1 d.C. (año 1 después de Cristo). Dicho así puede sonar razonable, pero el crimen queda patente si miramos la tabla de conversión resultante:

750 a.u.c 4 a.C.
751 a.u.c 3 a.C.
752 a.u.c 2 a.C.
753 a.u.c 1 a.C.
754 a.u.c 1 d.C.
755 a.u.c 2 d.C.
756 a.u.c 3 d.C.
757 a.u.c 4 d.C.

¡No hay año cero! Este atentado contra el álgebra elemental puede inducir a mil equívocos y errores a quien no sea consciente de sus múltiples consecuencias. Por ejemplo, si la temperatura pasa de 4 grados bajo cero a 4 grados sobre cero el aumento ha sido de 8 grados, pero entre el año 4 a.C. y el año 4 d.C. no han transcurrido 8 años, sino sólo 7 (porque falta el año 0), tal y como se ve claramente si pensamos que estamos hablando de los años 750 a.u.c. y 757 a.u.c.

Entre los errores más sonados a este respecto figura la celebración del bismilenario de Augusto. En efecto, todos los historiadores coinciden en que Augusto nació el año 63 a.C. Si hubiera año cero, el bismilenario se cumpliría el año -63+2000 = 1937, pero así hemos contado un año inexistente, luego nos falta uno más para tener los dos mil. La fecha correcta, es, pues, el año 1938. Sin embargo, Mussolini, en su campaña de exaltación de la Roma Imperial, celebró en 1937 el citado bismilenario, con toda la magnificencia y los faustos propios de la Italia de la época. Un profesor de la Universidad de Oxford, J.K. Fotheringam, hizo notar la equivocación, lo que suscitó rabiosas reacciones de la jerarquía fascista (que, por supuesto, se negó a reconocer el error). De hecho, era la tercera vez que los literatos, historiadores y políticos italianos metían la pata, pues lo mismo les había sucedido con los bismilenarios de Virgilio y Horacio (que se cumplían en 1931 y 1936, pero se celebraron también con un año de antelación, eso sí, más discretamente).

Recientemente, los principales beneficiarios de la sociedad de consumo fomentaron la incultura popular al propagar la peregrina idea de que el 1 de enero del año 2000 empezaban el siglo XXI y el tercer milenio de la Era Cristiana. El siglo I comprende los 100 primeros años de la Era Cristiana, de modo que abarca el periodo comprendido entre 1 de enero de 1 d.C y el 31 de diciembre de 100 d.C, por lo que el siglo II da comienzo el 1 de enero de 101 d.C., el siglo III da comienzo el 1 de enero de 201 d.C. y así, el siglo XXI empezó el 1 de enero de 2001. Igualmente, el primer milenio de la Era Cristiana comprende los mil primeros años, es decir, el periodo comprendido entre el 1 de enero de 1 d.C. y el 31 de diciembre de 1000 d.C., con lo que el segundo milenio comenzó el 1 de enero de 1001 d.C. y el tercer milenio comenzó el 1 de enero de 2001.

Notemos, en cambio, que el criterio es diferente para los siglos y milenios anteriores a Cristo. Igual que no hay año cero, tampoco hay siglo cero, de modo que el siglo I a.C. comprende los 100 años anteriores al 1 d.C., esto es, el periodo comprendido entre el 1 de enero de 100 a.C. y el 31 de diciembre de 1 a.C. Así, el siglo I a.C. empieza en el año 100 a.C. y  el siglo XX a.C. empieza en el año 2000 a.C.

Desgraciadamente, el sistema vigente de numeración de los años está tan extendido que intentar modificarlo introduciendo un año cero es prácticamente impensable.

Para terminar, al respecto de la teoría de Dionisio el Exiguo diremos que no es imposible que Jesucristo naciera el 25 de diciembre del año 754 a.u.c. (o 1 d.C.), pero, desde luego, no pudo ser así según la Biblia, pues ésta dice que Jesucristo nació durante el reinado de Herodes, el cual murió en el año 750 a.u.c. (4 a.C.) Por otra parte, Jesucristo murió el año 30 d.C., luego, si aceptamos la tradición de que murió a los 33 años, su nacimiento debió de producirse precisamente en 4 a.C. Ahora bien, del mismo modo que no importa si Rómulo fundó o no Roma el año 1 a.u.c., el hecho de que Jesucristo haya nacido o no el año 1 d.C. tampoco tiene ninguna relevancia.


Nota: He recibido un par de mensajes defendiendo la “lógica” de que no exista un año cero. Esencialmente, la idea es que el año 754 a.u.c. es el primer año de la Era Cristiana y el año 753 a.u.c. es el primer año anterior a la Era Cristiana, por lo que no hay lugar para un año cero. Ciertamente, es una forma coherente de concebir la situación, pero, tal y como hemos explicado, la coherencia se pierde en cuanto se intenta identificar los números que nombran los años con números enteros para aplicarles su aritmética.

Lo que afirmamos es que nadie con un conocimiento básico del álgebra elemental hubiera aplicado esa “lógica” para nombrar los años, sino que, en su lugar, habría usado esta otra: el año 754 a.u.c. es simplemente (aceptando los cálculos erróneos de Dionisio el Exiguo) “el año en que nació Cristo”; el año 755 a.u.c. es el primeraño posterior al nacimiento de Cristo, el año en que Cristo celebró su primer cumpleaños, el año en que la Virgen María podía decir “ya hace un año que nació mi Hijo”, y por ello podría haber sido considerado el primer año después de (el nacimiento de) Cristo (1 d.C.); similarmente, el año 756 a.u.c. hubiera podido ser considerado como el segundo año posterior a (el nacimiento de) Cristo, es decir, el año 2 d.C., y así sucesivamente; por otra parte, el año 753 a.u.c. podría haber sido considerado como el primer año anterior a (el año del nacimiento de) Cristo, el año en que los profetas podrían haber dicho “falta un año para que nazca Cristo” y, por lo tanto, llegaríamos al mismo número que ahora se le asigna: 1 a.C., y así sucesivamente. En estos términos, el año 754 a.u.c. no sería ni anterior ni posterior al año del nacimiento de Cristo. Ese año, ni faltaría ningún año para el nacimiento de Cristo ni pasaría ningún año desde el año del nacimiento de Cristo, por lo que le hubiera convenido el nombre de año 0. No 0 a.C. ni 0 d.C, igual que el número entero 0 no es ni +0 ni -0 (o admite ambos signos a la vez).

Esta concepción no es menos lógica que la anterior y tiene la ventaja de ser compatible con la aritmética. En estos términos, diríamos que el primer año de la Era Cristiana es el año 0 (sería absurdo hablar del año cero de la Era Cristiana), y ese desfase entre primer año y año 0 es el mismo que se da entre “primer año” y 1789 cuando ahora decimos que el primer año de la Edad Contemporánea es el año 1789: una cosa es el primer año de un periodo y otra cosa el número asignado a ese año, que bien podría haberse fijado de forma más sensata, tal y como acabamos de describir, como el número de años transcurridos (positivos o negativos) desde el nacimiento de Cristo.

Por otra parte, debemos reconocer que es injusto en parte atribuir la responsabilidad del desaguisado a los historiadores del siglo XVII, que se encontraron con que “el mal ya estaba hecho”, pues el año que podría haber sido considerado de forma natural como año cero ya estaba inamoviblemente asentado como año 1 a.D., y hubiera resultado artificial llamar año cero al año anterior al nacimiento de Cristo. La “culpa”, pues, recae sobre Dionisio el Exiguo, que a su vez podría argüir en su defensa que en su época se desconocía el número cero. Por otra parte, no es menos cierto que, si los matemáticos del siglo XVII hubieran sido aficionados a la historia, no habrían dudado un instante en sacrificar la naturalidad a la aritmética y hubieran llamado año cero al año 753 a.u.c. como un artificio conveniente más de los muchos que emplean los matemáticos (del estilo de 50 = 1, 0! = 1, etc.)

http://www.uv.es/ivorra/Historia/Cero.htm

MEDITAR

No hace mucho un lector me preguntaba por qué se repetía todos los días este artículo.

Este artículo sale todos los días a las 23.00 hora española. Aunque con música diferente cada vez.

Es una invitación para el final de la jornada. 

Para pensar en lo realizado durante el día y relajarse con la música.

Para meditar y encontrar la paz y la armonía que solemos perder , ahí fuera.

La palabra proviene de una raíz Indoeuropea que significa, “tomar medidas adecuadas”; en Latín es meditare ó meditatio y relaciona esta práctica con un ejercicio que puede ser, intelectual,espiritual, ó religioso.

El fin de la meditación es variado, pero el camino es la contemplación que se hace a través de un viaje interior profundo.

La meditación es solo una herramienta mas para usar las energías conscientes a través del amor por el planeta.

 

Una colaboración de Linterna Blanca

LOS SIETE CAMINOS DE LA MUJER

Un mito sioux, el de la Mujer Búfalo Blanco describe las siete etapas que sigue la mujer en su camino hacia la autorrealización. El origen del mito Lakota es conocido como “El camino de la belleza” y es un ritual sagrado que dura toda la vida.

1. El camino de la hija
Este período comprende desde el nacimiento hasta la aparición de la primera regla. Todavía es una niña, física y psíquicamente dependiente, mentalmente receptiva, que absorbe todo tipo de enseñanza, ejemplo o estímulo que se le presenta. Si todas estas influencias exteriores son apropiadas, estructuradas y emocionalmente equilibradas, la niña desarrollará el equilibrio, respeto, dignidad y autoconfianza que luego necesitará como recursos para llevar una vida en armonía con todo lo existente.

2. El camino de la mujer
Abarca los años en que una mujer desarrolla la autoconfianza, aprendiendo a controlar su vida independiente de los adultos. Aprende a través de la experiencia personal, desarrolla sus propias respuestas emocionales y mentales y elige sus relaciones. Empieza a explorar su sexualidad y a construir su espiritualidad. Son los años en los que empieza a conocerse y, poco a poco, llega a ser una persona responsable y madura (en nuestra sociedad actual este período va desde la adolescencia hasta los 28-32 años).

3. El camino de la madre
Desde el punto de vista espiritual, el nacimiento de un hijo es el evento más importante de la vida de una mujer; ya que entonces entra a formar parte de la comunidad espiritual femenina. Al cruzar la frontera entre la vida y la muerte con el parto es recibida en la comunidad de las matronas, donde inicia la verdadera enseñanza. En el camino de la madre, la vida espiritual de la mujer pone sus raíces y florece: no hay que olvidar que en muchas culturas antiguas el dar a luz simbolizaba para la mujer una iniciación.

4 y 5 El camino de la recogedora y el de la ritualista
Ambos caminos son tan antiguos como la raza humana. Recoger es una disciplina que requiere respeto antes que nada; desarrolla poderes especiales de observación y discernimiento en el conocimiento de las estaciones, del clima, de la astronomía y de la curación. Armada únicamente de conocimiento, de intuición y de oraciones, la mujer recolecta gran cantidad de plantas y de sustancias minerales para la cocina, la magia, la higiene y la cosmética. La recogedora tiene que conocer perfectamente dónde y cuándo encontrar lo que necesita, la forma más adecuada de conservar, almacenar, preparar las sustancias y utilizarlas en condiciones que resulten eficaces e inocuas.
Una Mujer Medicina nativa nunca aplica el mismo remedio al mismo síntoma físico en distintos pacientes, ya que trata al ser en su totalidad. Para ella “hacer medicina” es conocer al paciente, a su familia, su condición espiritual, mental, física, ambiental y social, y cómo combinar todo esto en el proceso de curación.
Una Mujer Medicina que no consigue equilibrio, responsabilidad y ser consciente puede suponer un desastre para toda la comunidad, porque el poder de la mujer es grande, y cuanto más desarrolle la disciplina y la devoción, más aumentará su poder.

6. El camino de la maestra
Aprendiendo, experimentando, alimentando y trabajando la mujer alcanza la edad en la cual se vuelve transmisora de sabiduría espiritual y social. Es compartiendo con los demás las técnicas, las teorías y las experiencias que ha vivido como llega a ser una maestra. Entra en la menopausia tan profunda y madura como la fruta, como la flora.

El modo en que una anciana enfoque su habilidad y su sabiduría depende de la naturaleza del trabajo espiritual hacia el cual ha sido conducida. Gran parte de su enseñanza se transmite a través del ejemplo; ella es un modelo para las mujeres más jóvenes en el camino, y su presencia y esencia revitalizan y enriquecen la vida de su comunidad entera.

7. El camino de la sabia
Alcanzada la vejez, la chamana entra en el período de la maestría, habiendo desarrollado una verdadera sabiduría. El sentido del equilibrio que caracteriza al universo es ahora parte profunda de ella, así como el sentido del humor.

Existen otras formas de autorrealización, pero este bellísimo ritual nos recuerda que no hay que quemar etapas sino vivir con entrega y aceptación todas las experiencias que nos llegan, sean aparentemente buenas o malas, porque es lo que nos toca vivir, y probablemente es lo mejor que nos puede pasar.

A menudo las grandes enseñanzas las encontramos en las pequeñas dificultades diarias, por esto el “camino de la madre” y el de la “recogedora” son las etapas más difíciles en la vida de una mujer; es el camino de sacrificio del ego y el aprendizaje del amor no egoísta, requisitos esenciales para el desarrollo de una conciencia espiritual y cósmica.

Estos siete caminos son los de toda mujer que quiere incrementar su poder espiritual a través de toda una vida, recordando que cada prueba o dificultad que vamos superando es un paso más que vamos dando en nuestro viaje hacia la totalidad.

Imagen:Mariana Acera