Archivo por meses: octubre 2013

Una persona normal Miente cuatro veces al DIA, o 1460 al Año de las Naciones Unidas y total de de 88.000 a la Edad de 60. La mentira es … Más Común

 
Una persona normal miente cuatro veces al día, o 1460 al año y un total de 88.000 a la edad de 60. La mentira más común es “Estoy bien”.
En promedio, todos decimos cuatro mentiras por día. Hay diferentes tipos de mentiras, y son muy diversas las causas que nos impulsan a mentir. En casa y en el trabajo. Mentiras piadosas.
“El que dice que no miente, que tire la primera piedra”, dice la psicóloga Adriana Guraieb.
La analista resalta que “desde chicos aprendemos las primeras nociones de la verdad y la mentira.”
“Por un lado nuestros padres nos dicen que no decir la verdad está mal, pero si nos regalaban un juguete que era horrible y uno se animaba a expresarlo, obteníamos un reto acompañado de ni se te ocurra volver a repetirlo. Así, el niño se quedaba perplejo y dudoso”, destaca Guraieb.
De acuerdo a la integrante de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), hay muchos tipos de mentiras y son diferentes las causas que impulsan a mentir.
Mentiras defensivas: la protección ante todo
Por temor
En algunos casos, ocupan un lugar de protección. Se tiene temor de perder un trabajo, de no continuar una relación sentimental o de poner en riesgo el prestigio.
En este sentido, señala Guraieb, no hay distinción de edades, parentescos o credos. “Todos utilizan la mentira ante la angustia de la pérdida, es algo universal”, apunta.
 
Para evitar responsabilidades
Cuando se expresan excusas del tipo “no recibí tu mail”, “no escuché el llamado”, “no pasé por casa”, “nunca me avisaron…”
 
Para cuidar la imagen
Hay mentiras vinculadas con querer agradar, tratar de ser aceptado o que implican salvar la imagen. A veces se enmascaran los defectos y sólo se muestra lo mejor.
 
Para lograr algo
Otras se relacionan con buscar algún beneficio, obtener un trabajo o lograr un ascenso.
 
Evitando el castigo
Ante la ocurrencia de una sanción se puede incurrir en mentiras, tratando de esquivar el castigo.
Resulta muy difícil asumir las mentiras pero, según una encuesta del diario Daily Mail, el común de la gente dice cuatro mentiras al días, lo cual significaría emitir unas 100.000 en toda una vida.
Mentiras blancas
Existen muchas mentiras admitidas socialmente. Son las afirmaciones que tergiversan algún punto de la realidad pero que cuentan con cierto consenso social.
“No todas son espinas en el jardín de la mentira, pues hay muchas de ellas que son muy bien toleradas por la sociedad. ¿Qué sería de tanta gente, que tiene que vender un producto, publicitar y promocionar las virtudes de algún producto?”, resalta la analista Guraieb.
Hay un ritual ya asumido de la exageración, se suelen agrandar las cualidades de lo que se trata de vender o promocionar.
Otro momento crucial donde se pone en juego el valor de la verdad y la mentira es cuando se enfrenta una situación de enfermedad terminal de una persona cercana.
“Algunos desean la verdad, otros necesitan con desesperación aferrarse a la esperanza de un mañana y de una posible curación. ¿Puede juzgarse de mentirosa a las personas que omiten el diagnóstico?”, dictamina Guraeib.
“Se te nota”
Los especialistas también señalan que cuando una persona dice una mentira suele evidenciar ciertos indicios corporales como por ejemplo:
  • el cuerpo se inclina hacia delante, levemente.
  • traga más saliva, puede tener más sed
  • se toca más la cara
  • evita mirar a la cara a su interlocutor
  • puede aumentar los lapsus en el discurso,
  • puede aumentar las negaciones (yo no lo hice, jamás se me ocurriría, yo no sabía)
  • disminuye el parpadeo, mira fijo.
Así en la vida como en la oficina
En el mundo del trabajo hay también un gran historial y las mentiras forman parte de la cotidianeidad.
Hay una probabilidad que el “65% de los postulantes a un puesto de trabajo falta a la verdad”.
“El uso de mentiras por parte de los trabajadores para encubrir sus errores o incapacidades, es habitual en todo el mundo por el miedo que sienten los empleados al fracaso”, dice Gunther Ketterer en Empleo Internet
Fuente: Sin Anestesia

MOMENTOS

Una colaboración de Juan Manuel Mas Candela

Hay momentos en la vida en los que no sabes por qué, recuerdas días en los que vimos cosas que nos maravillan y que más adelante en la vida ya no podemos saborear igual que en aquellos momentos, son instantáneas de lugares, de paisajes, de situaciones que nos marcaron especialmente y cuando los rememoramos nos invade una nostalgia y lejanía en el tiempo que hasta nos duele recordarla.
Cuando era niño las farolas de mi pueblo tenían todas una luz blanca característica que le daba a las calles una palidez que recuerdo con nostalgia por las noches, pues ahora se han cambiado por otras bombillas amarillas que alumbran menos y a las calles les dan un aspecto más siniestro por la noche.
Me gustaba pasear en las tardes-noche de invierno por todo mi barrio, notando el frío que por aquel entonces solía hacer en los meses de enero y febrero, me gustaba pasear desde mi casa a casa de mi abuela y solía alzar la vista hacia el firmamento que se veía entre las calles, y veía muchas estrellas, porque en aquel entonces aún se veían estrellas en las calles de las ciudades, hoy ya es casi imposible por la contaminación atmosférica y lumínica, pero en los 80 aun se veían.
Un día me quedé maravillado cuando a las siete de la tarde, acababa de llover y estaba despejando, ya de noche, hubo un apagón eléctrico justo cuando estaba viendo una serie de dibujos animados en la tele. Entonces salí a la calle, en casa de mi abuela y lo que vieron mis ojos jamás se me olvidará, a pesar de verlo después en otros sitios, contemplé la maravillosa visión de un cielo estrellado, limpio como nunca lo había visto, con la vía láctea surcando la mitad del firmamento y millones de estrellas a su alrededor.
Sé que puede parecer una tontería, pero esta imagen me impactó al ver por primera vez en mi vida la magnitud del cielo y la inmensidad y belleza del mismo. Ya nunca he vuelto a verlo tan claro como aquella vez, no sé por qué. Recuerdos de la niñez.
También recuerdo una mañana que iba al colegio en un día de primavera, recuerdo que no hacía calor, ni frio, la luz del sol era brillante como nunca, el cielo azul como nunca lo había visto y al entrar al colegio veía el ir y venir de las golondrinas en sus nidos, sus cantos, los pájaros, la brisa y la fragancia de la mañana primaveral me hizo grabar aquella imágen en mi mente que hasta hoy en día la recuerdo, porque me parecío un día perfecto, quizás la armonía del momento y la inocencia de mi infancia me hizo disfrutar de ese momento como deberíamos disfrutar todos cada momento que vivimos, sintíendolo único y especial y reteníendolo para siempre, porque en realidad cada momento que vivimos es irremplazable, todos lo sabemos cuando somos niños, luego lo olvidamos y dejamos perder la magia de la vida, vale la pena retenerla y ser niños siempre, a pesar de ser adultos.

http://juanma-enbuscadelsentido.blogspot.com.es/

domi ¿Qué sabemos de los dos ladrones que acompañaron a Jesús en la cruz?

            Jesús no va sólo al Calvario, sino que lo hace acompañado de otros dos reos, algo en lo que existe acuerdo entre los cuatro evangelistas, bien que las circunstancias relatadas sean diferentes en cada uno de ellos.

   Así, Mateo y Marcos sólo citan la compañía cuando los hechos ya están consumados:
            “Y al mismo tiempo que a él, crucifican a dos salteadores, uno a la derecha y otro a la izquierda” (Mt. 27, 38, similar a Mc. 15, 27).
            Juan también se refiere a ellos:
            “Y allí le crucificaron y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio” (Jn. 19, 18).
            Pero además, vuelve a mencionarlos para explicar que mientras para poner fin al tormento y con él a sus vidas, a Jesús le atraviesan con una lanza, a ellos en cambio les quiebran las piernas (cf. Jn. 19, 31-34).
            Lucas también nos informa de que Jesús no es crucificado sólo:
            “Llevaban además otros dos malhechores para ejecutarlos con él.
            Llegados al lugar llamado Calvario, le crucificaron allí a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda” (Lc. 23, 32-33).
            Y de hecho, es el que mayor protagonismo da a los pobres desgraciados que compartieron la suerte de Jesús, pues es también el que relata el famoso diálogo que Jesús mantiene con los dos:
Jesús y el Buen Ladrón. Tiziano.1563.

            “Uno de los malhechores colgados le insultaba: «¿No eres tú el Cristo? Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!» Pero el otro le increpó: «¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio éste nada malo ha hecho.» Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino.» Jesús le dijo: «Te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso.»” (Lc. 23, 39-43).

            La existencia en los calabozos romanos de Jerusalém de malhechores cuya condena estaba pendiente de ejecutarse, y mucho más en fechas tan significadas como lo es en Jerusalén la pascua o cualquier otra de las grandes fiestas judías, no debe extrañar a nadie. No muchas pascuas después de aquélla en la que Jesús es crucificado nos narra Flavio Josefo lo que pasó:
            “Y limpiadas aquellas tierras de esta basura de hombres, levantábase luego otro género de ladrones dentro de Jerusalén: éstos se llamaban matadores o sicarios, porque en el medio de la ciudad, y a mediodía, solían hacer matanzas de unos y otros. Mezclábanse, principalmente los días de las fiestas, entre el pueblo, trayendo encubiertas sus armas o puñales, y con ellos mataban a sus enemigos; y mezclándose entre los otros, ellos se quejaban también de aquella maldad, y con este engaño quedábanse, sin que de ellos se pudiese sospechar algo, muriendo los otros. Fue muerto por éstos Jonatás, pontífice, y además de éste mataban cada día a muchos otros” (Bell. 2, 12).
            Los dos ladrones con los que Jesús es crucificado no pasan de puntillas por la literatura cristiana. Parece ser que algún manuscrito evangélico (no así la Vulgata, versión oficial de los escritos canónicos desde el Concilio de Trento) los bautiza como Zoathán y Chámmata. Entre los apócrifos, el Evangelio árabe de la infancia los denomina Tito y  Dúmaco y dentro de lo que es un género frecuentemente cultivado por la literatura apócrifa, hace con ellos como hace con otros muchos personajes neotestamentarios, todo un relato de lo que habría sido un encuentro con Jesús en un momento previo a lo que constituye propiamente lo que relatan los textos canónicos. El que reúne a Jesús y los dos ladrones reza de la siguiente manera:
            “Y de allí pasaron a una región desierta que, al decir de las gentes, estaba infestada de ladrones. A pesar de ello determinaron José y María atravesarla de noche. Y durante la marcha vieron dos ladrones apostados en el camino y con ellos muchos otros malhechores de la misma banda que estaban durmiendo. Los dos primeros se llamaban Tito y Dúmaco. Dijo, pues aquél a éste: “Te ruego que les dejes marchar libremente, de manera que pasen desapercibidos a nuestros compañeros”. Oponiéndose a ello Dúmaco, le dice Tito de nuevo, “Mira puedes contar con cuarenta dracmas, ahora toma esto en prenda”. Y le alargó la faja que llevaba en la cintura. Todo esto lo hacía con el fin de que su compañero no hablara y los delatase.
            Y viendo María el favor que éste ladrón les había hecho, se dirige a él y le dice: “El Señor te protegerá con su diestra y te concederá la remisión de tus pecados”. Entonces Jesús intervino y dijo a su madre: “Madre mía, de aquí a treinta años me han de crucificar los judíos en Jerusalén y estos dos ladrones serán puestos en cruz juntamente conmigo: Tito estará a la derecha, Dúmaco a la iquierda. Tito me precederá al paraíso”. Ella respondió “Aparte esto de ti Dios, hijo mío”.
            Y se alejaron de allí con dirección a la ciudad de los ídolos, la cual a su llegada se convirtió en colinas de arena” (EvArInf. 23, 1-3).
            El apócrifo Evangelio de Nicodemo, importante y probablemente tardío apócrifo cuyo manuscrito más antiguo conocido data del s. XI, en su sección denominada Actas de Pilato, (pues tiene una segunda llamada El descenso a los Infiernos) llama Dimas al ladrón bueno y Gestas al malo, dando comienzo a una tradición que es la más sólida, por cuya senda continúa otro importante apócrifo del género, la Declaración de José de Arimatea, del que se conoce un manuscrito del s. XII, con gran auge en la edad media.

La Declaración de José de Arimatea a la que nos hemos referido nos ofrece los cargos por los que ambos ladrones fueron crucificados:


“Siete días antes de la pasión de Cristo fueron remitidos al gobernador Pilato desde Jericó dos ladrones, cuyos cargos eran éstos:
El primero, llamado Gestas, solía dar muerte de espada a algunos viandantes, mientras que a otros les dejaba desnudos y colgaba a las mujeres de los tobillos cabeza abajo para cortarles después los pechos; tenía predilección por beber la sangre de los miembros infantiles; nunca conoció a Dios; no obedecía a las leyes y venía ejecutando tales acciones, violento como era, desde el principio de su vida.
            El segundo, por su parte, estaba encartado de la siguiente forma. Se llamaba Dimas; era de origen galileo y poseía una posada. Atracaba a los ricos, pero a los pobres les favorecía. Aun siendo ladrón, se parecía a Tobit  [Tobías], pues solía dar sepultura a los muertos. Se dedicaba a saquear a la turba de los judíos; robó los libros de la ley en Jerusalén, dejó desnuda a la hija de Caifás, que era a la sazón sacerdotisa del santuario, y substrajo incluso el depósito secreto colocado por Salomón. Tales eran sus fechorías”(DecJosArim. 1, 1-2).

De Dimas se dice que es el único santo canonizado en vida, concurriendo en él la circunstancia no menos singular, de ser el único canonizado por el propio Jesús, , hasta tal punto que la misma Iglesia celebra la festividad de San Dimas, el buen ladrón, el 25 de marzo.

            Exegéticamente hablando, la presencia junto a Jesús de unos ladrones, ha sido interpretada entre los exégetas cristianos como la forma en que se veían cumplidas algunas del Antiguo Testamento que se referían a su persona. Así notablemente aquélla delLibro de Isaías en la que se lee:
            “Y con los rebeldes fue contado, cuando él llevó el pecado de muchos, e intercedió por los rebeldes” (Is. 53, 12).

Los nombres de los ladrones no están en la Biblia sino en los apócrifos:

El ladrón bueno se llamaba Dimas y el malo, Gestas.

domi Misterioso lago africano petrifica a los animales

Situado en el norte de Tanzania, el lago Natron ha inspirado la obra del fotógrafo Nick Brandt, conocido por el público en general por haber dirigido el vídeo “Earth Song” de Michael Jackson. Al igual que la laguna Estigia, el río de la mitología griega que separa el mundo de los vivos de los muertos, el misterioso cuerpo de agua condena inevitablemente a la muerte a cualquier ave que inocentemente moja sus alas en lago Natran.

Terriblemente hostil a la vida animal, la temperatura del lago puede alcanzar

los 60° C y la alcalinidad varía entre pH 9 y pH 10.5, dice la revista New Scientist. Además, como su nombre indica, el Lago Natron es una explosión de carbonato y bicarbonato de sodio y calcifica literalmente para siempre a las presas que se atreven a aventurarse.

Descubrí a estas criaturas en la orilla del lago. Nadie sabía las circunstancias exactas de su muerte. Tal vez los pájaros quedaron perturbados por el extraño reflejo de sus aguas durante el vuelo y acabaron estrellándose en él como un insecto contra en un cristal...”

Misterioso lago africano petrifica a los animales

Misterioso lago africano petrifica a los animales

Reportaje fotográfico del lago Natron

Nick Brandt ha decidido recoger a los pájaros petrificados que son rechazados por las olas para devolverlos la vida artísticamente.

El reportaje fotográfico de Nick Brandt en África es el tema de un libro disponible en Amazon.

Reportaje fotográfico del lago Natron

Reportaje fotográfico del lago Natron

http://oculto.eu/misterioso-lago-africano-petrifica-a-los-animales/

domi Los diez mandamientos en visión personal video Motivación Liderazg

Supe comprender que cada creencia individual o de masas tiene su cuota de verdad. En este recorrido descubrí como muchos otros lo han hecho, métodos de convivencia social que en la antiguedad se utilizaban para brindar enseñanza a los pueblos, a través de los dogmas.

Como premisa principal en este desarrollo que te presento, manifiesto la igualdad de oportunidades, desde la emisión en positivo en el uso de la palabra, sin utilizar la violenta coacción que en algunos textos sagrados encontré y que en la antiguedad utilizaban, para asegurar el cumplimiento de los mandatos.

motivación liderazgo superacion personal 10 mandamientos reglas de oro desarrollo.

https://www.youtube.com/user/RicBenedetti?feature=watch

LA VOZ DE LA MENTE- Eckhart Tolle

Se aconseja escuchar el vídeo mientras se lee

 

En mi caso, ese primer destello de conciencia se manifestó siendo estudiante de primer año en la Universidad de Londres. Solía tomar el metro dos veces a la semana para ir a la biblioteca de la universidad, generalmente a eso de las nueve de la mañana, terminando la hora de la congestión. Una vez me senté al frente de una mujer de unos treinta años. La había visto otras veces en el mismo tren. Era imposible no fijarse en ella. Aunque el tren estaba lleno, nadie ocupaba los dos asientos al lado de ella, sin duda porque parecía demente. Se veía extremadamente tensa y hablaba sola sin parar, en tono fuerte y airado. Iba tan absorta en sus pensamientos que, al parecer, no se daba cuenta de lo qu sucedía a su alrededor. Llevaba la cabeza inclinada hacia abajo y ligeramente hacia la izquierda, como si conversara con alguien que estuviera en el asiento vacío de al lado. Aunque no recuerdo el contenido exacto de su monólogo, era algo así: “Y entonces ella me dijo… y yo le contesté que era una mentirosa y cómo te atreves a acusarme… cuando eres tú quien siempre se ha aprove­chado de mi… Confié en ti y tú traicionaste mi confianza…”. Tenía el tono airado de alguien a quien se ha ofendido y que necesita defender su posición para no se aniquilado.

 Cuando el tren se aproximaba a la estación de Tottenham Court Road, se puso de pie y se dirigió a la puerta sin dejar de pronunciar el torrente incesante de palabras que salían de su boca. Como era también mi parada, me bajé del tren detrás de ella. Ya en la calle comenzó a caminar hacia Bedford Square, todavía inmersa en su diálogo imaginario, acusando y afirmando rabiosamente su posición. Lleno de curiosidad, la seguí mientras conti­nuó en la misma dirección en la que yo debía ir. Aunque iba absorta en su diálogo imaginario, aparentemente sabía cuál era su destino. No tardamos en llegar a la estructura imponente de Senate House, un edificio de los años 30 en el cual se alojaban las oficinas administrativas y la biblioteca de la Universidad. Sentí un estre­mecimiento. ¿Era posible que nos dirigiéramos para el mismo sitio? Exactamente, era hacia allá que se dirigía. ¿Era profesora, estudiante, oficinista, bibliotecaria? Iba a unos veinte pasos de distancia de tal manera que cuando rebasé la puerta del edificio (el cual fue, irónicamente, la sede de la “Policía de la mente” en la versión cinematográfica de 1984, la novela de George Orwell), había desaparecido dentro de uno de los ascensores.

 Me sentí desconcertado con lo que venía de presenciar. A mis 25 años sentía que era un estudiante maduro en proceso de convertirme en intelectual y estaba convencido de poder dilucidar todos los dilemas de la existencia humana a través del intelecto, es decir, a través del pensamiento. No me había dado cuenta de que pensar inconscientemente es el principal dilema de la existencia humana. Pensaba que los profesores eran sabios poseedores de todas las respuestas y que la Universidad era el templo del conocimiento. ¿Cómo podía una demente como ella formar parte de eso? Seguía pensando en ella cuando entré al cuarto de baño antes de dirigirme a la biblioteca. Mientras me lavaba las manos, pensé, “Espero no terminar como ella”. El hombre que estaba a mi lado me miró por un instante y me sobresalté al darme cuenta de que no había pensado las palabras sino que las había pronunciado en voz alta. “PorDios, ya estoy como ella”, pensé. ¿Acaso no estaba tan activa mi mente como la de ella? Las diferencias entre los dos eran mínimas. La emoción predominante era la ira, mientras que en mi caso era principalmente la ansiedad. Ella pensaba en voz alta. Yo pensaba, principalmente, dentro de mi cabeza. Si ella estaba loca, entonces todos estábamos locos, incluido yo mismo. Las diferencias eran solamente cuestión de grado.

 Por un momento pude distanciarme de mi mente y verla, como quien dice, desde una perspectiva más profunda. Hubo un paso breve del pensamiento a la conciencia. Continuaba en el cuarto de baño, ya solo, y me miraba en el espejo. En ese momen­to en que pude separarme de mi mente, solté la risa. Pudo haber sonado como la risa de un loco, pero era la risa de la cordura, la risa del Buda del vientre grande. “La vida no es tan seria como la mente pretende hacérmelo creer”, parecía ser el mensaje de la risa. Pero fue solamente un destello que se olvidaría rápidamente. Pasaría los siguientes tres años de mi vida en un estado de angus­tia y depresión, completamente identificado con mi mente. Tuve que llegar casi hasta el suicidio para que regresara la conciencia y, en esa ocasión, no fue apenas un destello. Me liberé del pensa­miento compulsivo y del yo falso ideado por la mente.

 El incidente que acabo de narrar no solamente fue mi primer destello de conciencia, sino que también sembró en mi la duda acerca de la validez absoluta del intelecto humano. Unos meses más tarde sucedió una tragedia que acrecentó mis dudas. Un lunes llegamos temprano en la mañana para asistir a la conferencia de un profesor al que admiraba profundamente, sólo para enterarnos de que se había suicidado de un disparo durante el fin de semana. Quedé anonadado. Era un profesor muy respetado, quien parecía tener todas las respuestas. Sin embargo, yo todavía no conocía ninguna otra alternativa que no fuera cultivar el pensamiento. Todavía no me daba cuenta de que pensar es solamente un aspec­to minúsculo de la concienciay tampoco sabía nada sobre el ego y menos aún sobre la posibilidad de detectarlo en mi interior.

 ECKHART  TOLLE

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domi PAZ de Karsten Ramser

PAZ
Conocerse a si mismo es Paz / Ya lo sabes / Mira en tu interior.
Puedes sentir la calma del Ser.
La Paz es un sentimiento libre e infinito, inalterable por las tormentas de la existencia.
Con la PAZ comprendemos que todo es sagrado.
La Paz es la esencia, el propósito y el centro de nuestra existencia.
Contempla la PAZ.
La paz es presencia
SOMOS PAZ
Haz de la paz una realidad / es tu decisión / en tus manos está.

karstenramser.net

 

 

 

Selección energética sexual: ¿Debemos de dormir sólo con personas que tienen buena energía?

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“When you have proved that God is merely a name for the sex instinct, it appears to me not far to the perception that the sex instinct is God.” Aleister Crowley.

Al menos entre los hombres, y cada vez más también entre las mujeres bajo la cultura del bienestar sexual, la promiscuidad es percibida como algo deseable –ya sea porque se cree que el sexo es una fuente de salud o porque es vista como una marca de estatus (que satisface el deseo de ser deseado)… y entonces es necesario practicar. Coinciden revistas como Cosmopolitan con publicaciones científicas de las más alta seriedad: el sexo como ejercicio, como detonador de cócteles neuroquímicos de relajación y cómo lazo emocional, es una especie de grial de bienestar. Por otro lado, no ejercer una sexualidad activa, en una sociedad ya no sólo bombardeada de imágenes sexuales (espectros libidinales), sino también de la información que ubicuamemente confirma ese bienestar a través del sexo, se revela como una patología psicosocial –una presión de participar en el gran banquete secreto que en nuestros tiempos se publicita. Así para algunos esta ansiedad social parece no poder aliviarse sin sesiones maratónicas, de alto performance, con parejas que cumplan con el paradigma de lo sexy. El Eros, esa emanación celeste, se multiplica en el mercado y debe ser consumido (y consumado) por todos, todo el tiempo.

Con esta introducción no quiero acercarme a una especie de puritanismo, ni siquiera a una crítica de la saturación sexual de nuestra cultura y sus efectos (sobre ese tema se puede leer aquí), solamente ubicarnos, a manera de contrapunto, en un estado general de las cosas, no necesariamente exento de confusión. Sí, por supuesto, el sexo es una las actividades más importantes que existen en la vida de un ser humano –en un sentido biológico (y qué podemos decir que es superior a la biología), la más importante. Pero esto no significa que todo sexo es “bueno” –como si fuera un mecanismo que automáticamente generara esos neurotransmisores de la felicidad que todos estamos buscando– y no me refiero con esto al desempeño o la habilidad amatoria necesariamente. El caso es más complejo que, por ejemplo, hacer ejercicio y comer bien. Comer una zanahoria o hacer 20 lagartijas, generalmente producen resultados similarmente positivos. Tener sexo con una persona diferente o incluso con la misma en otro momento no suelen producir el mismo resultado. Aunque en la comida también pueden pulular una serie de fantasmas o psiquismos (como es el caso de algunos desordenes alimenticios), esta legión de fantasmas que alteran los resultados del experimento es mucho mayor en el sexo.  El coito casi nunca puede extirparse de la fantasía y de toda una carga de procesos mentales que en la más profunda intimidad de los cuerpos entrelazados parecen también compartirse. A la vez, aunque no sea fácil de cuantificar, los seres humanos contamos con un campo bionergético el cual se ve interferido por el contacto físico –nunca tanto con en el sexo, para bien o para mal. Así que tal vez podamos decir que las personas no son zanahorias (aunque estas también tengan codificado cierto campo energético).  Aquí aclaro que el hablar de que el sexo es un intercambio de energía –más allá de la energía que ganamos o perdemos a través del ejercicio físico durante el acto– es sobre todo una intuición basada en lo que experimentamos cotidianamente.  Se abre una puerta difícil de cerrar si creemos en esto: el sexo es el máximo escenario de intercambio de energía al cual puede acceder el ser humano, y de su aprovechamiento depende en buena medida su estado energético cotidiano.

Se entreve aquí la posibilidad de llevar a cabo una selección sexual, de la misma manera que la evolución lleva a cabo una selección natural de lo más apto. Esta es una idea peligrosa, en tanto a que presenta una tentadora eugenesia erótica/energética. Podemos ir rápidamente del darwinismo a una versión de sexismo (imaginamos ya: sex energy nazis). ¿Sólo debemos de coger con personas con auras angelicales? ¿Copulemos sólo con individuos de grandes chakras abiertos, girando en el arrobo de la luz? O incluso, si no creemos en el crisol (melting pot) abierto de la bioenergía, pero comulgamos con la teoría de la epigenética (que sostiene que existe una transmisión de información genética que proviene del medio ambiente y de las experiencias que vivimos), ¿debemos solamente  de dormir con personas genéticamente superiores, con supermodelos, y así parecernos a ellas?  ¿Sólo debemos de mezlar nuestros jugos corporales con personas sanas y bellas? (Y es que, ¿acaso no has visto operando una mimesis en movimiento, y las personas que están juntas se parecen?) Y nada como el sexo para hacernos como el otro. Este misma selección tiene una manifestación química. Algunos estudios sugieren que a través del olfato podemos detectar genes del complejo de histocompatibilidad diversos a los nuestros, lo cual en teoría permitiría una reproducción más efectiva (con menos riesgos de retrasos mentales y otras complicaciones). Por ejemplo, las mujeres que no están tomando anticonceptivos se ven atraídas por el sudor de un hombre que tiene una histocompatibilidad distinta. En el mundo de la bioquímica la diversidad reina. Otros estudios han demostrado que una mujer tiene mayor probabilidad de tener un orgasmo con un hombre de complexión simétrica –la simetría es un indicador de un sistema inmune más sano. Nuestro cuerpo, seamos conscientes de ello o no, comúnmente se encuentra realizando una selección sexual –pero diversos factores, que van desde el uso de hormonas o desodorantes hasta el bloqueo crónico de las respuestas instintivas (la falta de fluidez), hacen que estas señales generalmente se convierten en un ruido cognitivo que no logra articular la claridad erótica del impulso natural, propia de los ritmos telúricos. Pocas veces vivimos como animales, y dejamos que una energía erótica, como un viento (como un dios), nos arrastre –tal vez a copular con un desconocido que hemos visto en la calle, sintiendo el ardor de la flecha– pero lo cierto es que esto más que una sofisticación de la civilización es generalmente un embotamiento o una falta de sensibilidad.

sacredsexLo anterior puede colocarnos en una situación apremiante, especialmente si somos partidiarios de la diversidad y de la celebración democrática de todos los ámbitos de la existencia. Porque significa que existen personas que por diferentes razones no son dignas o al menos no tienen las cualidades necesarias para tener sexo con nosotros. Esto es una realidad, cruel y discriminatoria o no. Quizás debamos recordar que entre muchas especies animales son solamente un grupo selecto los que consiguen reproducirse –la mayoría de los miembros de la especie jamás tendrán sexo, muchos de ellos incluso perecerán en el intento (siguiendo la urgencia del género hacia un desfiladero). La reproducción, el sexo, es un privilegio en el mundo amimal. En la sociedad moderna, en la que hemos averiguado sus múltiples beneficios, parece ser un derecho (aquí las prostitutas sirven como los médicos, los sacerdotes y los abogados). Pero aunque copular sea  relativamente fácil de lograr para cualquier ser humano, quizás debido a un factor mental y espiritual hacerlo no necesariamente nos produce el bienestar ansiado. Por una parte el mundo del mass media y la sociedad del consumo hacen que para muchos la sexualidad este disociada de su propia realidad –entredevorada de una fantasía inalcanzable e insaciable. Por otro lado es posible que la sexualidad como cúlmen de la existencia  –en su fruta máxima de amor y erotismo– sólo pueda ser alcanzda a través de una cierta compatibilidad, de una cierta disciplina, de una cierta refinación energética. Y que de otra forma, en la carencia de lo anterior, es sobre todo experimentada como un fuego de petate, como un deporte extremo, como un deseo tantálico del fuego que es todo los fuegos.

Es probable que experimentemos la sexualidad en proporción directa a la energía y a la conciencia que logremos cultivar. Tanto en el plano mismo del acto sexual como en ls parejas que atraemos. Bajo esta luz, no resulta disparatado que muchas tradiciones esotéricas cultivaran un ascetismo sexual. Esto es más que un celibato, un entrenamiento de la mente y el cuerpo en preparación al acto sexual y al encuentro de la pareja (grooming); la virginidad entonces tiene otra acepción, más que la negación del acto sexual, es la afirmación de la pureza del cuerpo (el templo) para recibir la energía del género opuesto (la búsqueda de una eclosión, de un estado floral). Aquí se fusionan el arte de la seducción con la magia y el yoga… La búsuqeda de un estado de conciencia más elevado requiere de un estado de energía elevado, el cual a su vez requiere del cuidado, la lustración del cuerpo (que es el vehículo para la percepción de dimensiones más sutiles). Este cuidado corporal puede ser alterado y perturbado por otras energías, por improntas y formas de pensamiento ajenas; tener sexo con alguien es de alguna forma unirnos a la persona con la que tenemos sexo (al menos de que tengamos nociones de manejo de energía ligadas en algunos casos a la brujería).

Quizás sea oportuno recordar “las enseñanzas de Don Juan” , el legado recibido por Carlos Castaneda en su obra de antropología (o ficción). Ahí, el brujo yaquí le advierte en diversas ocasiones que para limpiar su energía y consolidar su esencia de “nagual”, Carlos debe recapitular y hacer una serie de ejercicios destinados a cortar los filamentos de energía que lo unen con sus parejas sexuales. Esta idea de “cortar” los lazos que nos unen (como si fueran un pozo energético común) a una pareja es una constante en diversas tradiciones ocultas. Sugiere que existen conexiones por las que fluye energía entre una pareja (o también entre padres e hijos), y explica por qué en ocasiones ciertas relaciones parecen tener un drenaje más allá de que las personas puedan estar alejadas. En un ámbito epigenético podmeos pensar que al tener sexo con una persona tenemos sexo con todas las personas con las que ha estado en menor grado de intensidad. Es difícil explicar científicamente como funciona esta aparente conexión a distancia entre dos personas que han estado en contacto íntimo. Podemos aventurarnos y decir que tal vez pueda operar un mecanismo de entrelazamiento cuántico, un principio de la física que señala que cuando dos partículas han entrado en contacto permanece una conexión entre ellas pese a que puedan estar separadas millones de kilómetros: hay una reacción inmediata al estado en el que se encuentra un fotón en ese otro fotón al cual ha estado ligado. Este mismo principio es la base de la magia simpática que practican numerosas tribus en todo el mundo.

Por otro lado el poder de la cópula, esa unión de espejos en la epidermis de la luz, no debe de ser subestimado. El mismo Don Juan, con su formidable y aterrador sentido del humor, le dice en alguna ocasión a Castaneda que él es el resultado de una cogida aburrida, y por eso debe de trabajar toda su vida para reestablecer su fuerza, encontrar su energía entera. Aleister Crowley realizaba “misas sexuales”, bajo cierta alineación astrológica y usando una serie de invocaciones para entrar en contacto con entidades de otras dimensiones (lo que él llamaba “el  santo ángel guardian”). Crowley famosamente rezaba en el momento del orgasmo, bajo el supuesto de que el “pequeño relámpago” potenciaba su intención. En el coito y en el instante del orgasmo confluyen la misma energía que dio origen al universo –podemos pensar, y esto puede ser un desafío y una responsabilidad, que el acto sexual es un fractal del Big Bang.

Mi forma de verlo es que (quizás como atavismo evolutivo de su función primaria) el sexo es siempre reproductivo. Evidentemente en muchos casos no se concibe un nuevo ser humano; pero siempre se conciben nuevos seres mentales (tulpas en el budismo). Lo sexual es lo que une a dos y hace un otro –y si bien esto no depende exclusivamente del coito, es ahí donde se vuelve más “creativo”, en tanto a que la intimidad, la cercanía de los cuerpos, permite una mayor fricción y fusión: un posible choque, una posible implosión de elementos. Si el ser humano es un pequeño universo, una especie de espejo de carne y luz condensada del cosmos, el paralelo entre el sexo sería con  las colisión de estrellas en el espacio. De estas colisiones estelares, sabemos hoy, se generan elementos pesados como el oro y la plata, los metales más preciados, símbolos de la elevación espiritual. En la energía de los opuestos que se arremolina se pueden gestar nuevos mundos, galaxias imaginales, paraísos secretos que pueden ser habitados aunque no tengan un lugar per se en el espacio material. De estos explosivos encuentros también se pueden gestar estrellas de la muerte, grandes agujeros negros, infámes cañerías y ductos de energía. Lo que parece ser indiscutible es que el sexo es la gran arena de intercambio de energía: puede ser un atanor, el sublime horno de la alquimia de todas las eras que transmuta el cuerpo en espíritu o puede ser el escenario de una profunda pérdida, grieta por la cual el alma se aleja del cuerpo.

Twitter del autor: @alepholo

http://pijamasurf.com/2013/10/seleccion-energetica-sexual-debemos-de-dormir-solo-con-personas-que-tienen-buena-energia/

Indígenas de Siberia: Yamal significa el fin del mundo.

“Cuando pasan junto a un árbol lo saludan, y cuando hacen un fuego le agradecen su calor con unas gotas de leche, té o vodka.”
 
“La globalización les está alcanzando y creen que lo suyo no vale nada, tienen complejo de inferioridad. Los niños a los 10 años ingresan en internados en las ciudades, y allí se pasan el día delante del televisor y sus promesas.”
Carmen Arnau Muro, antropóloga.
¿Te imaginas vivir a 70 grados bajo cero?
Hay unos 40 millones de personas en Siberia, de los cuales el 10% son indígenas. Son 200.000 en 30 tribus, cada una con su cultura y su lengua. Aunque algunos pueblos indígenas, como los sakha (o yakutos) y los komi, poseen sus propias repúblicas dentro del estado ruso, muchos otros grupos menores están en zonas más remotas.
Hoy en día, el 10% de los pueblos indígenas de Siberia vive de forma nómada o seminómada, en comparación con el 70% de hace sólo 30 años.
“No son nómadas, pero tienen gran movilidad. Son los que siempre se escapan de la administración rusa, del servicio militar y de las cárceles. Rusia ha intentado controlarlos, pero es difícil llegar hasta ellos. Eso les ha permitido mantener sus creencias chamanísticas” explica Carmen Arnau Muro, antropóloga.
Esta mujer se apasionó por Siberia todavía siendo niña, después de haber leído el libro ”Cuentos
mágicos de Siberia”. Su primera expedición a Siberia data de 1997. Tras realizar un viaje a la región donde viven los chorses, continuó con muchas otras expediciones anuales, siempre en solitario. Describió a numerosos chamanes y sus rituales y anotó la letra de sus canciones. ”He estado en numerosos poblados donde no habían visto a ningún extranjero”, cuenta.
“Tengo allí un pequeño centro de investigación. El entorno es increíble, la atmósfera está limpísima, sin luz eléctrica ni coches. Hay una paz y una energía indescriptibles.”
Estos indígenas hablan 30 lenguas que proceden de una gran variedad de familias lingüísticas: algunas no poseen semejanza con ninguna otra lengua, y ninguna tiene parecido con el ruso.
Los Sakhas, Sajá, o Yakutos viven en la república de Sajá (Yakutia), también conocido como el “polo del frío”. Se dedican principalmente a la caza, la pesca y la cría de caballos y ganado, y viven en yurtas. Es la república más grande en lo que a superficie se refiere: tres millones de kilómetros cuadrados. Además es una de las regiones más ricas de la Tierra: de aquí se extrae el 40% del oro ruso, así como uno de cada cinco diamantes del planeta.”Aunque a los indígenas, esto no les llega” asegura la antropóloga. ”Son gente brava y dura. cuando estuve de profesora, pasaban semanas con una niebla blanca con 40-45º bajo cero. Viven de lo que cazan y pescan, y en la tundra también tienen manadas de renos.”
“Hay sitios en los que hay una amplitud térmica de 100º. En Yakutia, en verano puede llegar a los +35º grados y en invierno a los -70º”
Los Evenki fueron en sus orígenes un pueblo nómada, por lo que solían vivir en campamentos formados por diversas tiendas conocidas como cuoluozi.
Habitan una amplia zona de la taiga siberiana, también en Yakurtia, que puede alcanzar los 45º bajo cero. Los evenki son hábiles jinetes y muchos de ellos se dedican a la cría de renos. A partir de los siete años, los niños de este pueblo aprenden a montar estos animales para poder acompañar a sus padres en los trabajos de pastoreo. Usan unas sillas de montar especialmente adaptadas para poder montar a los renos, que también usan como animales de carga, en lugar de para arrastrar trineos, como hacen otras etnias.  Nunca se comen a sus renos domésticos, mientras que sí cazan y comen los salvajes. Adoran a los espíritus de sus antepasados así como al fuego, al que consideran un dios. Antes de empezar a comer, los evenki tienen que realizar un ritual de saludo al dios del fuego. También adoran a los osos y después de matar a uno de estos animales se realizan rituales con el fin de dar un “entierro del viento” a las bestias. Los entierros del viento consisten en dejar los restos del cadáver al aire libre para que sean devorados por los cuervos.
 ”Creen en lo mismo que defiende la física quántica, que cada uno de nosotros somos una parte del todo. Para ellos, las plantas, los animales, las piedras, las montañas, los ríos… no son ajenos a nosotros, por eso son tan humildes y respetuosos con la naturaleza.
Dicen que nosotros no somos ni más ni menos que los otros seres. Para ellos, las plantas y los animales tienen espíritu, es decir, energía, alma, un sentir al que podemos apelar. Cuando hacen ritos de sacrificio, le piden primero permiso al animal, que puede aceptar o no.”
“Llama la atención ver cómo esa gente habla con la naturaleza. Cuando pasan junto a un árbol lo saludan, y cuando hacen un fuego le agradecen su calor con unas gotas de leche, té o vodka. Ven la vida en todo lo vivo y lo respetan.” explica Carmen.
Los Nenets, NenezosYuracusSamoyedosSaamod o Saamid habitan en los distritos autónomos de Nenetsia, Yamalo-Nenets y Janti-Mansi y en el krai de Krasnoyarsk.
En la lengua de los indígenas nénets, Yamal significa el fin del mundo; es un lugar remoto, azotado por el viento, de permafrost, ríos serpenteantes y arbustos enanos, y desde hace más de mil años es el hogar de los pastores de renos del pueblo nénets. Los pastores nénets siempre se han trasladado con sus renos estacionalmente y han viajado por ancestrales rutas migratorias.
Aunque han sido influenciados por el cristianismo ortodoxo a partir de la conversión forzada,las creencias tradicionales animistas se han conservado y conviven con ellas. Num es considerado como dios supremo que habita en todos los elementos naturales e incorpora en sí mismo todos los fenómenos atmosféricos. Gobierna el mundo de los muertos Nga, hijo de Num, a veces representado como la “tierra vieja”. Gran variedad de espíritus gobiernan la tierra y las aguas que impregnan todos los seres vivos. También están los espíritus domésticos de la chimenea (haehe), que son representados en figurillas antropomorfas de madera y piedra y pueden heredarse de padre a hijo. Entre estas figuras es muy importante la muñeca que representa la “anciana del chum”, que protege el espacio de la tienda doméstica.
Sergei Hudi afirma que ”La tierra lo es todo para nosotros. Todo. Los renos son nuestro hogar, nuestra comida y nuestro medio de transporte. Los abrigos de los nénets están hechos de piel de reno, y se cosen con los nervios del animal. Las herramientas y algunas partes del trineo, con sus huesos. Las cubiertas de las tiendas de campaña, de forma cónica (llamadas choom o miya) también se hacen con la piel de este animal. Cada nénets tiene un reno sagrado, que no puede tirar de un trineo o ser sacrificado hasta que ya no pueda caminar.”
Hoy en día, la subsistencia de estos y los restantes pueblos se ve amenazada por la degradación ambiental que causan la industria de hidrocarburos y las empresas madereras. Sus derechos territoriales siguen sin ser reconocidos. Carmen a través de sus charlas, conferencias, libros, museo… intenta que, al menos, sean conocidos. Y en numerosas entrevistas que ella da, entre otras cosas, cuenta:
“Su solidaridad es absoluta y espontánea. Tienen unas normas muy civilizadas. No es que sean más
buenos que nosotros, sino que es una estrategia para sobrevivir. Nunca se puede negar ayuda, te piden algo y hay que hacerlo. Si te piden algo es porque realmente lo necesitan o lo quieren, no es un capricho. Allí, negarle la ayuda a alguien es un deshonor. Es impensable que una anciana le pida a un joven que le corte leña para el invierno y éste le diga que está ocupado. O ponerse a comer y no compartirlo.”
“Le contaré una cosa curiosa. Los que se encargan de la sanidad de los chorses, un pueblo de la taiga siberiana, aseguran que no hay ni un solo caso de violencia doméstica. Las sociedades cazadoras recolectoras son las más igualitarias del mundo.
Porque no acumulan, no guardan para mañana, viven al día. Allí la mujer y el hombre son socios, comparten el trabajo duro, los mismos problemas. Se necesitan mutuamente. No tienen tan mitificada la sexualidad como nosotros y no la entienden como una propiedad de uno sobre otro. Cada cual se casa con quien quiere sin ningún tipo de presión familiar, y practican una cierta permisividad sexual. Tanto el hombre como la mujer pueden tener algún episodio de infidelidad sin que nadie se escandalice por ello. Y la mujer es muy independiente: en verano coge su caballo y se va a ver a sus parientes a otros pueblos durante varios días.”
“En Siberia del sur, los chamanes y chamanas no toman ningún tipo de alucinógeno, entran en el estado modificado de conciencia a través de la música del tambor. De esa forma se comunican con los espíritus de la naturaleza para obtener ayuda, curar o adivinar. El chamanismo no necesita templos y es muy respetuoso.
No piden nada a cambio. Una vez llegué a un poblado en busca de una chamana, pero se había ido unos días a recoger el heno. Yo, con mi mentalidad occidental, me quejé. “No se preocupe”, me dijo un chaval. Al anochecer vi llegar al chaval con la chamana toda sudada y acalorada: “¿Necesita ayuda?”, me preguntó. Me dio una vergüenza horrible, yo sólo quería hacerle unas preguntas. En otra ocasión contraté a un chico y un par de caballos para visitar una población lejana. Teníamos que partir al amanecer, pero el chico no llegó hasta la tarde. Lo vi venir con una sonrisa de oreja a oreja.
Me enfadé, y el chico, apenado, me respondió: “Debería saber que si no he venido es porque no he podido”. Es otra filosofía.”
“La mayoría de esas poblaciones tiene problemas de alcoholismo. Creo que es una forma de suicidio de los indígenas. Están muy frustrados. La globalización les está alcanzando y creen que lo suyo no vale nada, tienen complejo de inferioridad. Los niños a los 10 años ingresan en internados en las ciudades, y allí se pasan el día delante del televisor y sus promesas.”
El escritor Yuri Rytkheu, de la tribu siberiana chukchee, nieto de chamán, describió el modo de vida de los chukchee y cómo se vio influenciado por la Unión Soviética. Fue crítico con la “civilización” y con cómo los pueblos indígenas eran tratados en lo que él llamó un ”genocidio silencioso”.
“No podía mostrar, no podía hablar de ello, sobre los problemas que la civilización está haciendo en un mundo de naturaleza virgen. Por eso recibí en repetidas ocasiones la máxima censura. A mí me acusaron de espía cuando recogí material sobre los desastres ambientales, la evidencia más convincente con fotografías de la tundra herida.” criticaba.

Fuentes:

http://www.etnomuseosiberia.org/index.htm

http://carmenarnaumuro.com/conferen.htm

http://www.survival.es/articulos-fotos/3200-los-nenets-de-siberia

http://adoptaenrusia.net46.net/pueblossiberianos.pdf

http://www.rg.ru/2004/03/25/chukcha.html

http://sp.rian.ru/news/20070825/74315960.html
https://selenitaconsciente.com

http://unaantropologaenlaluna.blogspot.com.es/2013/10/indigenas-de-siberia-yamal-significa-el.html