El sentido común, o quizá lo que creemos que sabemos debido sobre todo a la influencia de las tendencias arquitectónicas, nos dice que para aprovechar al máximo la luz del sol las viviendas deben estar orientadas al Sur. Esto es válido para el hemisferio Norte, por supuesto. Por analogía, pensamos que por tanto los paneles solares orientados al Sur maximizan la producción de energía. Parece lógico y por eso la mayoría de paneles solares del mundo en el hemisferio Norte están orientados en esa dirección.
Pero un reciente estudio del Pecan Street Research Institute dice que es un error. Se analizaron 50 viviendas del área de Austin en Texas que tienen instalados paneles solares. La mayoría de estas viviendas sólo tienen paneles orientados al Sur, mientras que la minoría tiene paneles orientados también al Oeste.
El resultado del estudio es cuando menos sorprendente: los paneles orientados al Oeste producían hasta un 50 por ciento más de energía durante las horas de más demanda de energía que los orientados al Sur. Es más, a lo largo del día las casas con paneles orientados al oeste producen un 2 por ciento más de energía que las que los tienen orientados al Sur.
Esto contrasta con las recomendaciones que podemos encontrar en muchos sitios sobre colocación de paneles solares, aunque faltaría por comprobar que lo que es válido para Austin, donde se realizó el estudio, pueda ser válido también para cualquier otro lugar del planeta. Muy probablemente todo dependerá de las condiciones particulares de cada lugar, el nivel de radiación que recibe en épocas determinadas, la altitud, etc.
No obstante quizá esto pueda servir de base para un estudio a mayor escala, que pudiera definir las condiciones idóneas de orientación para cada ciudad. Con ello ganarían los propietarios de paneles solares, que verían reducido el coste energético de sus hogares, pero también ganaríamos todos, al reducirse el consumo general.