Archivo por días: marzo 24, 2014

domi “No eres Tú, soy Yo”.

Este es un ensayo de Viktor Frankl, neurólogo, psiquiatra, sobreviviente del holocausto y el fundador de la disciplina; que conocemos hoy como Logoterapia.
No eres Tú, soy Yo.
¿Quién te hace sufrir? ¿Quién te rompe el corazón? ¿Quién te lastima? ¿Quién te roba la felicidad o te quita la tranquilidad? ¿Quién controla tu vida?…
¿Tus padres? ¿Tu pareja? ¿Un antiguo amor? ¿Tu suegra? ¿Tu jefe?.

Podrías armar toda una lista de sospechosos o culpables. Probablemente sea lo más fácil. De hecho sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que te mereces, te han tratado mal o simplemente se han ido de tu vida, dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes.

Pero ¿sabes? No necesitas buscar nombres. La respuesta es más sencilla de lo que parece, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permitas, le abras la puerta y le entregues el control de tu vida.

Llegar a pensar con ese nivel de conciencia puede ser un gran reto, pero no es tan complicado como parece. Se vuelve mucho más sencillo cuando comprendemos que lo que está en juego es nuestra propia felicidad. Y definitivamente el peor lugar para colocarla es en la mente del otro, en sus pensamientos, comentarios o decisiones.

Cada día estoy más convencido de que el hombre sufre no por lo que le pasa, sino por lo que interpreta. Muchas veces sufrimos por tratar de darle respuesta a preguntas que taladran nuestra mente como: ¿Por qué no me llamó? ¿No piensa buscarme? ¿Por qué no me dijo lo que yo quería escuchar? ¿Por qué hizo lo que más me molesta? ¿Por qué se me quedó viendo feo? y muchas otras que por razones de espacio voy a omitir.

No se sufre por la acción de la otra persona, sino por lo que sentimos, pensamos e interpretamos de lo que hizo, por consecuencia directa de haberle dado el control a alguien ajeno a nosotros.

Si lo quisieras ver de forma más gráfica, es como si nos estuviéramos haciendo vudú voluntariamente, clavándonos las agujas cada vez que un tercero hace o deja de hacer algo que nos incomoda. Lo más curioso e injusto del asunto es que la gran mayoría de las personas que nos “lastimaron”, siguen sus vidas como si nada hubiera pasado; algunas inclusive ni se llegan a enterar de todo el teatro que estás viviendo en tu mente.

Un claro ejemplo de la enorme dependencia que podemos llegar a tener con otra persona es cuando hace algunos años alguien me dijo:

“Necesito que Enrique me diga que me quiere aunque yo sepa que es mentira. Sólo quiero escucharlo de su boca y que me visite de vez en cuando aunque yo sé que tiene otra familia; te lo prometo que ya con eso puedo ser feliz y me conformo, pero si no lo hace… siento que me muero”.

¡Wow! Yo me quedé de a cuatro ¿Realmente ésa será la auténtica felicidad? ¿No será un martirio constante que alguien se la pase decidiendo nuestro estado de ánimo y bienestar? Querer obligar a otra persona a sentir lo que no siente… ¿no será un calvario voluntario para nosotros?

No podemos pasarnos la vida cediendo el poder a alguien más, porque terminamos dependiendo de elecciones de otros, convertidos en marionetas de sus pensamientos y acciones.

Las frases que normalmente se dicen los enamorados como: “Mi amor, me haces tan feliz”, “Sin ti me muero”, “No puedo pasar la vida sin ti”, son completamente irreales y falsas. No porque esté en contra del amor, al contrario, me considero una persona bastante apasionada y romántica, sino porque realmente ninguna otra persona (hasta donde yo tengo entendido) tiene la capacidad de entrar en tu mente, modificar tus procesos bioquímicos y hacerte feliz o hacer que tu corazón deje de latir.

Definitivamente nadie puede decidir por nosotros. Nadie puede obligarnos a sentir o a hacer algo que no queremos, tenemos que vivir en libertad. No podemos estar donde no nos necesiten ni donde no quieran nuestra compañía. No podemos entregar el control de nuestra existencia, para que otros escriban nuestra historia. Tal vez tampoco podamos controlar lo que pasa, pero sí decidir cómo reaccionar e interpretar aquello que nos sucede.

La siguiente vez que pienses que alguien te lastima, te hace sufrir o controla tu vida, recuerda: No es él, no es ella, ERES TÚ quien lo permite y está en tus manos volver a recuperar el control.

“Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: La última de las libertades humanas-la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propio camino”.

domi Tres acciones para aprovechar el auge de la energía solar

El Sol, tan antiguo como rentable. El estudio de su capacidad para generar energía ha ido acrecentándose con el paso de los años. Las compañías dedicadas a las renovables han sumado a medida que pasaba el tiempo. Sin embargo, es justo ahora cuando tres de las cotizadas de Estados Unidos dedicadas a esta industria podrían generar más retorno del que han obtenido hasta el momento.

Una vez la recesión ha pasado de largo en el mercado norteamericano, los inversores empiezan a focalizar sus ojos y ansias de inversión en empresas en las que exista una buena alternativa para engrosarse un buen puñado de dólares en su bolsillo. El asunto está en dónde se encuentran esas “gangas” y el porcentaje de rentabilidad que van a adquirir tomando posiciones en ellas.

Mientras el sector de la tecnología está despuntando cada vez más, incluso siendo etiquetado como sector de alerta por parte de muchos analistas, otros empiezan a emerger como con fuerza en los últimos años como es el caso del que se enmarca en las energías renovables y, más en concreto, el que aprovecha la energía solar.

 

Un nuevo informe que elaboran los analistas de JP Morgan destacan esta industria como una opción más que interesante para apostar. Estos expertos destacan que estas empresas “continúan mostrando una fuerte mejora año tras año en los ingresos y las ganancias totales, debido al aumento gradual de la demanda de energía solar, tanto en escala de servicio público -sobre todo en China y Japón- como en el ámbito privado”.

Asimismo, tienen la opinión de que los “los proveedores están operando casi a plena capacidad, en beneficio de los márgenes brutos y cediendo una buena visibilidad para aquellas empresas con cartera de fase avanzada”. Sostienen que con todos estos aspectos positivos “los inversores deben estar con los líderes de la industria”.

¿En qué valores debemos fijarnos?

Para los expertos de la entidad financiera estadounidense, si hay una acción que destacar dentro de este sector esa es Canadian Solar. Es la acción predilecta para esta firma de análisis, puesto que es una de las empresas de energía solar más grandes e importantes del mundo, como proveedor líder de integración vertical de los módulos solares, productos solares especializados y plantas de energía solar con presencia en Norteamérica, Latinoamérica, Europa, África, Oriente Medio, Australia y Asia.

Así pues, Canadian Solar ha desarrollado más de 6 gigavatios de energía solar de primera calidad en módulos para clientes de más de 70 países diferentes. Por tanto, el precio objetivo de los expertos de la entidad bancaria para el valor lo sitúan por encima de los 50 dólares, mientras que el consenso de mercado lo ubica en los 48,77 dólares. Si cumple ese umbral, supondría una rentabilidad de, aproximadamente, el 43%. Por su parte, los brókers recomiendan el 71% comprar, mientras que el 21% restante apuesta por mantener.

Cabe destacar que hasta el momento los títulos de la compañía se han revalorizado en los últimos 12 meses más del 750%. Principalmente, a partir del mes de septiembre del pasado ejercicio.

Otra de las acciones de esta industria que JP Morgan recomienda comprar son las de First Solar, que precisamente el pasado miércoles realizó una escalada espectacular de más del 30% en Wall Street tras presentar sus cuentas.

La compañía opera a través de dos segmentos. Los diseños del segmento de componentes, además de fabricar y comercializar módulos solares, como los módulos de CdTe que convierten la luz solar en electricidad. Y, por otra parte, el segmento Systems, que proporciona sistemas de energía solar fotovoltaica y otras soluciones, como el desarrollo de proyectos.

En esta línea, el precio objetivo que otorga JP Morgan a los títulos de la empresa es de 64 dólares, mientras que el consenso lo ubica en los 47,20 dólares. En contraposición, el 17% de los analistas recomienda la sobreponderación del valor, el 61% prefiere ser neutral y el 22% restante considera que la mejor opción es vender. El Hasta la fecha, el rally de que ha desarrollado la acción ha sido de un aumento de más del 134%.

En último lugar, y por no por ello menos importante, este equipo de expertos recomienda la adquisición de los títulos de SunPower. La empresa ofrece también productos de energía solar, incluyendo paneles. Asimismo, diseña, fabrica y vende sistemas montados en tierra, así como plantas de energía fotovoltaica a escala comercial.

Además, la firma ofrece operaciones y servicios de mantenimiento, incluyendo el control remoto, los servicios de mantenimiento preventivo y correctivo. Así pus, JP Morgan sitúa su precio objetivo en los 38,50 dólares, mientras que el consenso de mercado considera que estará en los 34 dólares.

Por último, sus acciones se han comportado al alza en el último año. Para ser más exactos, han subido más de 157% en los últimos 365 días. El 40% de los brókers apuesta por la compra de sus títulos, el 53% mantener y el 7% vender.

 http://finanzas.es.msn.com/mercados/tres-acciones-para-aprovechar-el-auge-de-la-energ%C3%ADa-solar-1

domi La Iglesia de Rouco, que será la de Blázquez: un balance

La religión y la libertad siguen en España direcciones opuestas. Las declaraciones de los representantes de la Iglesia Católica en los años de Rouco podrían recopilarse en un manual de cómo utilizar el engaño y la propaganda para auxilio espiritual y material de la derecha política. La Iglesia ha desplegado toda su infantería y la ha puesto al servicio del Partido Popular. Les gusta, a la Iglesia y a la derecha española, amasar el poder y mantenerlo. Les va de maravilla cuando lo tienen y si lo pierden, utilizan todos los medios a su disposición, que son muchos, para recuperarlo.

El tema tiene una importante raíz en la educación. La enseñanza de la religión, católica o de cualquier otro credo, no debería impartirse en las escuelas. La intolerancia no está en el supuesto laicismo de algunos ciudadanos, sino en un sistema de enseñanza concertada que condena a las escuelas públicas a un creciente deterioro casi insalvable. Y lo que le preocupa a la Iglesia católica no es si la enseñanza pública va bien o mal, sino los “síntomas de menosprecio e intolerancia en relación con la presencia de los signos religiosos en los centros públicos”, según podía leerse en la pastoral “Consideraciones morales ante la situación actual de España”.

Una broma parece también que la Iglesia siga acusando a los historiadores, todavía pagados con el oro de Moscú, de “abrir viejas heridas de la Guerra Civil”. Lo que se debate es la historia, que se conoce bastante bien, por cierto, y lo que todavía queda por resolver, entre otras cosas, es el reconocimiento moral a los miles de republicanos asesinados sin registrar, que nunca tuvieron ni tumbas conocidas ni placas conmemorativas. La Iglesia sabe, porque las pruebas son incontestables, que apoyó y bendijo aquella masacre. Lo puede reconocer, y hacer un gesto público y definitivo, o seguir refugiándose en su condición de víctima, recordando a sus también miles de mártires. Si nos atenemos a las diversas declaraciones que sus obispos han realizado en estos últimos años, ellos no tienen ningún problema con el pasado. Ni con el de la guerra que la Iglesia convirtió en santa y justa ni con el de la larga dictadura que legitimó. Son otros quienes abren las heridas ya cicatrizadas.

Eso es lo que pensaba también el cardenal Antonio Cañizares, abanderado de la cruzada contra el laicismo cuando fue elegido académico de la historia. El cardenal creía que la recuperación de la memoria histórica resultaba peligrosa por “remover” el pasado y porque la Guerra Civil la causó, ya se sabe, la Segunda República y su proyecto reformista y laico, sobre el que la “objetividad histórica” ya ha dejado claro su veredicto: fue un “fracaso”.

Conozco perfectamente esa “objetividad histórica” a la que se refiere el académico. Es la que propagaron los vencedores de la guerra, amos y señores de la historia durante la dictadura de Franco, y la que vocean ahora los nuevos propagandistas, periodistas y falsos historiadores desde la emisora de radio, entre otros medios, de los propios obispos. No es eso, sin embargo, lo que se escucha en los congresos de historia a los que acuden los mejores profesionales y especialistas, en las aulas de las mejores universidades del mundo o lo que puede leerse en las revistas científicas.

El cardenal Antonio Cañizares puede ser un perfecto académico, que para eso está la Real Academia de la Historia, para que se sienten allí los mejores, pero debería informarse mejor sobre lo que la mayoría de los historiadores especialistas han escrito en las últimas décadas sobre la República y la Guerra Civil y saber separar, como académico, el conocimiento histórico de la moral y de la política.

Como se ve, la Iglesia ha encontrado un auténtico filón en lo que ellos llaman la “intolerancia del laicismo” Por ahí atacan una y otra vez para defender sus privilegios. Con Rouco y con Blázquez. Lo que han dicho sobre el aborto y el matrimonio homosexual no cabe en Facebook.

Julián Casanova Ruiz