Hace un par de años notamos una evidente tendencia que lleva ya por lo menos varias décadas: el sueño y el silencio se han convertido en lujos. El deseo de producir y escalar económicamente hacen que las personas duerman menos. Y son en general las personas de clase alta las que se pueden dar el lujo de dormir bien -en lugares silencios- y con rangos de 8 horas, si es que así lo desean. La mayoría de la gente en el mundo no cuenta con las condiciones favorables para dormir bien, pese a que el sueño es uno de los principales factores que contribuyen a la salud.
The Economist ha creado una gráfica en la que compara las horas de sueño promedio en diferentes países en relación a los ingresos per cápita. No resultará una sorpresa que los países ricos, la mayoría de ellos europeos, son los que más duermen, aunque Nueva Zelanda -el país con más horas de sueño del mundo- y Australia aparecen en lo más alto también. El caso excepcional es el de Japón y Corea del Sur, países ricos -aunque no entre la élite- que duermen muy poco. Esto se explica porque estos países -los tigres asiáticos- tienen una enorme ambición laboral y trabajan numerosas horas al día para intentar salir adelante. El lugar de Arabia Saudita se explica por cuestiones religiosas: las oraciones matutinas que deben hacerse antes del amanecer.