Estas dos fuerzas simbolizan -para la cultura oriental- el principio de la dualidad, presente en todos los elementos de la naturaleza.
La armonía surge del equilibrio de estas dos fuerzas que se oponen y se complementan.
Es importante que tengamos en cuenta que cuando hablamos de equilibrio no decimos que debe haber igual cantidad de una fuerza como de la otra, sino de armonía energética.
Un elemento puede tener mayor cantidad de fuerza yin o yang, pero se equilibra con otro que le da lo que compensa esa carencia.