El esfuerzo por el logro espiritual al tiempo que se excluye la dimensión personal de la vida, a menudo es un gran error en el camino de la indagación espiritual. Ignorar las contracciones psicológicas no resueltas es un peligro que con frecuencia se pasa por alto en el proceso del despertar.
Por supuesto, para algunos, el despertar ocurre espontáneamente incluso cuando no se han enfrentado las contracciones psicológicas. Podemos llamar a esto «gracia» y puede haber una sensación de ser «bendecido». Pero no necesariamente hace que desaparezcan los problemas personales. Principalmente la vida continúa en la misma rutina, y esto está bien si hay una profunda aceptación de este hecho y no se espera que cambie alguna expresión particular de lo que se experimenta como «mi vida». Sin embargo, lo que sucede con demasiada frecuencia es que se niega algún bloqueo interno. Y esto evita una entrega más profunda que es parte de la maduración del despertar a medida que se incorpora en la vida cotidiana.