El PSOE trabaja en la renuncia del ex ministro al escaño en una demostración de que en política cuando se dice ‘quizá’ se quiere decir ‘sí’ y de que tras la polémica por la amnistía y el vapuleo en las gallegas, no puede titubear ante un caso de corrupción con evidentes responsabilidades políticas
En política cuando se dice ‘no’, en realidad quiere decir ‘quizá’. Y cuando se dice ‘quizá’, en realidad se quiere decir que ‘sí’. Más cuando un partido carece de una sólida mayoría parlamentaria, está a punto de aprobar una ley de amnistía que no acepta una parte de su electorado y acaba de ser vapuleado por su principal adversario en unas elecciones gallegas.