Son muchos los casos que suceden a lo largo de la historia desde que la religión existe o más bien desde que el hombre comenzó a creer en fuerzas sobrenaturales que influyen en nosotros de una manera imperceptible. Desde la antigua Grecia con los Daimones, seres angelicales y sobrenaturales pero no necesariamente negativos como posteriormente el cristianismo tergiversó. Hasta extraterrestres “interdimensionales” supuestamente capaces de interactuar en varias dimensiones de las que compone la realidad.
Nos toca examinar de lleno esta truculenta y diabólica historia ambientada en los años 50, en Filipinas. Una mujer de apariencia normal, corriente, grita y arrastrándose por el suelo, un día lluvioso, multitud de personas nerviosas contemplando una escena digna de las películas más terroríficas. En el escenario se incorporan dos policías atónitos por lo que sus ojos estaban observando. Finalmente la llevaron para que un médico forense, la Doctora Lana, le hiciese un diagnóstico a una serie de marcas y rasgaduras que tenía en su piel, pero la médica forense no encontró respuesta. Posteriormente los agentes la introdujeron en una celda y una vez cerraron las rejas, Clarita, así se llamaba la mujer, comenzó nuevamente a enloquecerse diciendo que veía a una entidad humanoide con ojos muy grandes, amenazantes y cubierta por una capa. Así mismo lo atestiguaba la muchacha. Los policías al oír la descripción que estaba dando la mujer, nuevamente abrieron las verjas e intentaron calmarla y justo en ese momento se dieron cuenta de que aparecieron nuevas marcas en el cuerpo de Clarita. Tras este acontecimiento llamaron al Alcalde de aquel entonces y a la Doctora Lana. Asombrados los allegados por el testimonio que contaban los policías, la doctora Lara no daba crédito a lo que estaba ocurriendo. Al día siguiente Clarita tenía que presentarse a un juzgado por una denuncia de escándalo público. Allí según se cuenta, Clarita armó otro “espectáculo” de gritos, gemidos y quejidos e incluso otro médico en vivo y con la prensa presente declaró que las mordeduras de su cuerpo no podía habérselas hecho ella misma. Supuestamente este suceso en cuestión fue el que trascendió a la opinión pública, todo un fenómeno mediático del que no hay rastro, al menos en internet. A raíz del revuelo en el juzgado la ambulancia recogió a una Clarita más calmada. El alcalde Arsenio Lascón, único personaje cuya existencia pudimos corroborar, lo cual le da algo de veracidad a la historia, se interesó por lo que le sucedía a Clarita y la acompañó hasta el hospital. Allí estuvo seis semanas sin ningún ataque, al menos que nosotros sepamos.
La historia brevemente como leyenda en internet es ésta. No nos conformamos en absoluto con esta versión, así que nos pusimos a investigar y sacamos ciertos aspectos y pistas que nos hacen dudar sobre diversas cuestiones. En primer lugar, el alcalde Arsenio Lascón existió y fue real pero en ningún extracto de su biografía hay atisbo o mención a esta historia, pero ya podemos pensar que efectivamente tiene algo de veracidad en esencia. Poco más se sabe de los otros personajes que interactúan en el escenario de los sucesos. Aun así nos topamos con otra figura que es clave en esta investigación, hablamos de Lestern Sumrall, una figura un tanto controvertida y polémica de a mitad del siglo XX. Sumrall fue un ministro estadounidense conocido por haber fundado la cadena de Radio y Televisión LeSEA. Nació en Nueva Orleans el 15 de febrero de 1913. En 1930, se curó de tuberculosis y fue en ese momento en que se enteró que estaba siendo llamado por Dios para convertirse en predicador. Llegó a ser ministro en 1932. Entre uno de sus muchos “méritos” consiguió la primera licencia para emitir Radio y Televisión con contenido religioso cristiano las 24 horas del día. Dado a su éxito mediático no estuvo exento de acumular detractores que denunciaban el mal uso de los contenidos mediáticos que transmitía Leasea. Para destacar alguno, el afamado productor de cine de los años 40, Robert Wise, declara que el fundador de la cadena ofrecía servicios para dar bendiciones a través de llamadas telefónicas. Ello sugiere que tenía un interés económico y visión de negocios respecto a estos servicios que la cadena ofrecía.
Como colofón hemos sustraído una ponencia del mismísimo Lestern Sumrral contando la verdadera historia de Clarita Villanueva y ésta es un tanto distinta a la que se cuenta en las páginas web. En la conferencia cuenta que la madre de nuestra protagonista era espiritista. Este dato nos revela algo interesante, Clarita ya tenía conexiones con el mundillo de lo “sobrenatural” por influencia de su madre. A los 12 años su madre muere, no se especifica la causa. Clarita, debido a su situación de huérfana acabó siendo vagabunda, después prostituta y acaba mudándose a Manila, en Filipinas. Con 17 años en 1951 comete el fallo de ofrecer sus servicios a un policía local. Como consecuencia acaba en una cárcel muy singular, concretamente en Bilibid Prison. Una institución con más de 300 años. Fue construida por los españoles y utilizada por los estadounidenses, los filipinos y los japoneses como una prisión y un lugar de tormento. Un lugar de tortura denunciado por muchos países aún en la actualidad. Respecto a ésto, lo que no nos termina de convencer es que, por aquella “equivocación” con el policía, la muchacha fuese a parar a uno de los peores lugares del mundo, un auténtico infierno. Obviando estos pequeños detalles, a lo largo de su estancia, según cuenta Sumrall, la investigación se llevó a cabo por multitud de científicos entre americanos, chinos y otros países, pero ninguno dio con una conclusión coherente. Todas estas investigaciones dieron luz en los medios de comunicación e incluso dibujos de los “seres” que la atacaban. Sin embargo no hay rastro de este material. Más adelante otro doctor cuyo nombre no aparece, la acusa de estar mintiendo. Pero la reacción de Clarita fue escalofriante.
“Sus pupilas se agrandaron de tal forma que sus ojos eran completamente negros y le susurró al doctor que lo mataría con una voz aterradora”. Palabras textuales de Sumrall.
El Ex ministro prosiguió con su historia, argumentando que aquel Doctor al que le susurró demoníacamente Clarita había fallecido en extrañas circunstancias, al igual que otro policía que trabajaba en aquellas terroríficas estancias. Es entonces cuando Lestern Sumrall actúa de forma heroica y motivado por un profundo llamamiento religioso, decide utilizar sus propios medios. Le efectuó un exorcismo y finalmente Clarita volvió a la normalidad. Todos le dieron las gracias, los medios de comunicación le apoyaron y se convirtió en un auténtico héroe mediático. Así lo afirma él también en su libro “Corre con la visión”. Es por ello que nos da motivos de duda la total veracidad de la historia contada de sus labios.
Sin ninguna duda, tal y como pensamos, la historia “real” fue un tanto distinta. Pero ante el hecho heroico culminante de la figura del pastor, deja mucho que hablar de sí misma. El pasado de Clarita también, como anunciamos en líneas anteriores, alude a que podría tratarse de una enfermedad psicológica dado que su pasado arrastraba hechos y acontecimientos desoladores que pudieron haber influido mucho en su psique. Por otro lado, el afán de éxito que parece destilar el personaje de Lestern Sumrall y su visión de negocios ante determinados “servicios” que ofrecían sus medios de comunicación propios, podemos estar seguros de que podría tratarse de un falso predicador. No hay más que fijarse en la “tirada de flores” que hace de sí mismo como “Salvador” en muchas historias en esencia similares. De todas formas no tenemos material suficiente para aclarar por completo la investigación y dar un veredicto conciso. Ante esta información juzgue usted mismo.
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http://clavesiete.blogspot.com.es/2014/09/el-caso-de-clarita-villanueva-acosada.html
Muchas gracias por compartir domi, muchas veces en las historias que no encuentra razón de ser, hay un mito salido de una realidad.