El aspecto de la Santa Compaña varía según la tradición de diferentes zonas, la más extendida es la formada por una comitiva de almas en pena, vestidos con túnica blanca con capuchas que vagan durante la noche.
Esta procesión fantasmal forma dos hileras, van envueltas en sudarios y con los pies descalzos. Cada fantasma lleva una vela encendida y su paso deja un olor a cera en el aire. Al frente de esta compañía fantasmal se encuentra un espectro mayor llamado Estadea.
La procesión va encabezada por un vivo (mortal) portando una cruz y un caldero de agua bendita seguido por las ánimas con velas encendidas, no siempre visibles, notándose su presencia en el olor a cera y el viento que se levanta a su paso.
Esta persona viva que precede a la procesión puede ser hombre o mujer, dependiendo de si el patrón de la parroquia es un santo o una santa. También se cree que quien realiza esa «función» no recuerda durante el día lo ocurrido en el transcurso de la noche, únicamente se podrá reconocer a las personas penadas con este castigo por su extremada delgadez y palidez. Cada noche su luz será más intensa y cada día su palidez irá en aumento. No les permiten descansar ninguna noche, por lo que su salud se va debilitando hasta enfermar sin que nadie sepa las causas de tan misterioso mal. Condenados a vagar noche tras noche hasta que mueran u otro incauto sea sorprendido (al cual el que encabeza la procesión le deberá pasar la cruz que porta).
Caminan emitiendo rezos (casi siempre un rosario) cánticos fúnebres y tocando una pequeña campanilla.
A su paso, cesan previamente todos los ruidos de los animales en el bosque y se escuchan unas campanas. Los perros anuncian la llegada de la Santa Compaña aullando de forma desmedida, los gatos huyen despavoridos y realmente asustados.
Causas de la aparición
Las numerosas leyendas sobre esta compañía de difuntos en pena cuentan que se aparecen en los caminos cercanos a los camposantos en busca de algo o alguien, y que siempre aparecen con un motivo por el cual es símbolo de desastre o maldición. Los motivos por lo que esta compañía de almas errantes pueden aparecer son:
-Para reclamar el alma de alguien que morirá pronto. Cuenta la leyenda que quien recibe la visita de la Compaña morirá en el plazo de un año.
-Para reprochar a los vivos, faltas o errores cometidos. Si la falta es especialmente grave, el mortal que la ha cometido podría recibir la visita de la Compaña para que la encabece, condenado así a vagar hasta que otro mortal le reemplace.
-Para anunciar la muerte de un conocido del que presencia la procesión.
-Para cumplir una pena impuesta por alguna autoridad del más allá.
Testimonios de personas que dicen haberla visto
«El doctor Pereira regresaba a casa al filo de las dos de la madrugada tras atender un parto difícil en una aldea vecina. Al doblar un recodo del camino se encontró con «La Compaña». Era un grupo de unas ocho tétricas figuras vestidas de blanco y cubiertas con sendas capuchas comandado por un pálido individuo que portaba una gran cruz de madera. La fantasmal comitiva se movía en el más absoluto silencio, mientras un fuerte olor a cera quemada lo inundaba todo. De repente, el grupo se detuvo frente a la casa de Manolo, el de la ferretería. El pánico dominó al doctor Pereira que salió disparado, como alma que lleva el diablo, para refugiarse en su vivienda, al otro lado del pueblo. Atrás quedaba el «mito imposible» que había visto con sus propios ojos: «La Santa Compaña». Cuatro días después Manolo el ferretero moría de un infarto en la tasca del pueblo…
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Una historia de gran raigambre en muchas zonas, especialmente en la zona norte peninsular ( con diferentes matices locales ) y en particular en Galicia. Interesante e inquietante.
Forma parte del folclore tradicional gallego y es algo que se transmite de padres a hijos. E incluso se hacen canciones alegóricas a ello. Hay dos muy conocidas. La de un grupo llamado Golpes Bajos y la de otro llamado Mago de Oz.
A Santa Compaña:
» En la noche fría dejan sus moradas,
viniendo a este mundo a expiar las culpas.
Mas después de las nueve y en lontananza
multitud de luces caminan sin rumbo.
Sigo la procesión con un hacha de cera,
soy una parte de ellos que aterroriza la aldea,
entablo amistad con fantasmas y visiones,
bañando en terror a los pobres de espíritu.
¡A Santa Compaña!
Ciérranse ventanas, atráncase puertas,
¡Encomiéndate al Santo! ¡A Santa Compaña!
Son las almas en pena que salen de la iglesia
con la cruz y el escano vagan por los contornos.
Por la cerradura sacan a los dormidos
para que se unan a ellos y a su tan lúgubre marcha.
Mas pobre de aquel que no pase por muerto,
porque le entregan un cirio y ese no vuelve a su lecho.
Sigo la procesión con un hacha de cera,
soy una parte de ellos que aterroriza la aldea,
entablo amistad con fantasmas y visiones,
bañando en terror a los pobres de espíritu.
¡A Santa Compaña!
Sigo la procesión con un hacha de cera,
soy una parte de ellos que aterroriza la aldea,
entablo amistad con fantasmas y visiones,
bañando en terror a los pobres de espíritu.
¡A Santa Compaña! »
Letra del grupo Golpes Bajos.
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La Santa Compaña:
» Cuando al atardecer
Los últimos rayos del Sol
Jugueteaban a esconder
Las luces y el color
Del bosque del perder
Algo se empieza a mover
Algo a lo lejos se ve
La lluvia hacía del mar un rumor
Y el dios de las sombras se instalaba
La reina de la noche acudió
Su majestad La Luna, viene acompañada
De una procesión de almas en pena
Portadores de luz
Rosas en un ataúd
Al frente dicen ver
A un vivo con una Cruz
Pues necesitan de él
Para llevar la muerte
A quien les pueda ver
No abras a nadie mujer
No hasta el amanecer
Si los oyes llegar
Y tu alma quieres salvar
Un oráculo dibuja ya
Métete en él, reza
Y no escuches su voz
La muerte te hará creer
Que soy yo, «Cielo, ábreme». »
Letra del grupo Mago de Oz.
Gracias Jose por darnos a conocer estas canciones del folclore de tu pais, aquí también desde la antiguedad se cuenta que por las noches, en los caminos de campo uno puede encontrarse de repente con la llamada «luz mala» te acompaña un tramo y seguro a los meses pasa una desgracia. En realidad todos cuentos para que la juventud no salga de noche. Saludos.
Si me encuentro con la Santa Compaña, seguro que también yo muero de un infarto. Muy interesante tu informe, Jose. Seguro que le puedes arremeter por otro costado.
Mi experiencia fue en Galicia, de maniobras por la zona de Padrón, por el año 1979. Precisamente me despertó el silencio, iban en una fila, con túnicas color pardo, hacia mucho frio y no alcance a verles los pies, no parecían andar, se desplazaban sobre una neblina pegada al suelo, tan solo los primeros portaban unas candelas, me llamó mucho la atención ver la comitiva, en ese momento no sabia lo que era, me entere por la mañana al comentarlo con los mandos.
yo creí que eran frailes de algún convento que iban de camino. ( pase mas miedo por la mañana que la encontrarme con eso.
Muchas gracias por compartir Pepemarbella.