Miles de manifestantes toman las calles del centro financiero de Nueva York

Miles de manifestantes tomaron ayer las calles de la zona de Wall Street en la mayor protesta desde que un centenar de activistas decidiera acampar en el centro financiero hace algo más de dos semanas, para manifestarse, entre otras muchas cosas, por la crisis económica.

Con el grito de «¡Somos el 99%!», los manifestantes llenaron la parte baja de Manhattan de gritos de protesta contra los banqueros y las crecientes desigualdades sociales en un país donde el 1% de la población posee el 40% de la riqueza.

Al menos 28 personas han sido detenidas, según han informado fuentes policiales a los medios locales, que también recogen las quejas de los manifestantes, que acusan a la policía de usar sprays de pimienta contra ellos. Algunos medios destacan también la violencia policial contra los protestantes a través de un vídeo en el que se pueden ver las cargas de los agentes armados con porras contra los manifestantes. En otra grabación se puede escuchar a un policía que anuncia que su porra «se va a ejercitar esta noche».

«La violencia policial ayuda a promover el movimiento», asegura Derek

Occupy Wall Street, que empezó con la sentada de medio millar de entusiastas el 17 de septiembre, promovida por la revista alternativa Adbusters, se ha convertido en un movimiento con ramificaciones en todo EEUU. Y si bien es cierto que los manifestantes siguen siendo una franja marginal, sus protestas han sabido canalizar la ira y la indignación que muchos estadounidenses sienten con la crisis.

De ahí que algunos de los principales sindicatos de Nueva York, el de profesores, transportistas y servicios de mantenimiento, se hayan apuntado al movimiento. «Estos jóvenes están hablando en nombre de la mayoría de los ciudadanos que están frustrados con los banqueros y con los brokers que se han aprovechado del trabajo de la gente declara Jim Ganon, portavoz de Transport Workers Union. Sus metas son nuestras metas, han puesto de relieve temas en los que creemos desde hace tiempo. Wall Street creó la implosión y no está pagando las consecuencias», añade.

«Si el sábado hubieran detenido a 700 banqueros en vez de a 700 manifestantes, no habría venido aquí hoy», dice Derek Thorpe, un mecánico de Toronto que se ha tomado tres días libres para participar en las protestas y está dispuesto a casi todo. «Me encantaría que la Policía me partiera el cráneo para que saliera en los periódicos porque la violencia policial está ayudando a promover el movimiento; soy joven, me recuperaré», dice.

A los dueños del parque donde acampan se les acaba la paciencia

Su compañero Brian es uno de los veteranos del movimiento, viene de New Jersey y lleva diez días durmiendo a la intemperie, «lo que me parece igual de cómodo que mi casa porque estamos luchando por algo».

Los que llevan mucho tiempo acampando soportan las incomodidades con entusiasmo porque se sienten solidarios y describen un «buen ambiente, como si fuéramos una gran comuna», asegura Brian,

Vida organizada

La vida en el parque Zuccotti, el cuartel general de Occupy Wall Street, ya tiene su propio ritmo. Cada día los manifestantes tienen charlas y deciden lo que van a hacer, como manifestarse vestidos de zombis a principios de esta semana, en una asamblea general. Por la mañana, algunos voluntarios recogen la basura para tratar de mantener el espacio limpio. La salubridad se ha convertido en una preocupación porque los dueños del parque, Brookfield Financial Properties, que han tolerado a los manifestantes estas semanas, han señalado que su paciencia se está acabando.

De momento, sigue la distribución de comida gratis, se ha instalado una «librería popular» con literatura progresista para llenar los días y en algunos casos las noches, vista que esta no es una de las partes más silenciosas de la ciudad. En uno de los bordes de la plaza están pegadas la cuenta Twitter de los abogados a quienes recurrir en caso de detención. Varios comercios colindantes, por solidaridad o quizás temiendo represalias en caso de desbordamientos, han dejado a los manifestantes usar sus baños.

Los manifestantes han recibido suficientes respaldos económicos, a través de páginas web como Kickstarter como para imprimir un amago de diario, el Wall Street Journal Ocupado, en el que el artículo de portada celebra las protestas «en la catedral del capitalismo de los desposeídos que han liberado el territorio de los amos financieros y de su ejército policial».

http://www.publico.es/internacional/400104/los-sindicatos-se-apuntan-a-la-ocupacion-de-wall-street

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