Al menos 14 personas murieron y 20 resultaron heridas este jueves —la mayoría de ellas turistas— en una explosión que destruyó un café en la ciudad marroquí de Marrakech, reportó la agencia de noticias estatal.
Los primeros indicios apuntan a un ataque terrorista, aseguró un funcionario local, de acuerdo con la agencia Maghreb Arabe Presse.
Los testigos relataron a CNN que la explosión ocurrió en el Café Argana en la plaza Jemaa el Fna, el bazar popular y la plaza que atrae a miles de turistas cada año.
«Estábamos caminando por los zocos (mercados, en marroquí), a la vuelta de la esquina del Café Argana. Oímos una explosión gigantesca, y todo el mundo inmediatamente comenzó a correr hacia la plaza para ver qué pasaba», de acuerdo con una turista alemana que estaba a unos 50 metros de la cafetería cuando ocurrió el estallido.
La mujer, que prefirió no dar su nombre, dijo a CNN que el último piso y la terraza de la cafetería estaban «destrozados», cientos de personas huyeron de la zona luego del incidente.
La testigo dijo que los rescatistas llegaron a la escena, mientras que la policía ya abrió una investigación.
No se supo inmediatamente si el ataque estaba relacionado con los disturbios que se han registrado en todo el mundo árabe o con alguna actividad militante, aunque ha habido algunas protestas en Marruecos últimamente.
Este domingo miles de marroquíes realizaron manifestaciones pacíficas en todo el país, exigiendo una revisión radical de la gobernabilidad del país antes de promulgar una nueva Constitución en junio, como anunció el rey Mohamed VI.
Las protestas fueron organizadas por el movimiento juvenil en la red social Facebook Février 20. El grupo dijo que sus miembros no aceptarían el proyecto constitucional actual, ya que fue escrito por la misma gente del rey. Exigieron que esta decisión se someta a un comité que ellos nombren.
El rey Mohammed anunció el mes pasado que renunciará a algunos de sus poderes a gran escala e independizará al poder judicial (esto es un tema particularmente candente en Marruecos).
También han pedido el fin a la detención política y en pancartas han cuestionado las actividades personales del rey. Otros grupos protestaban por los precios de los artículos domésticos básicos.