¿Es matemáticamente rentable, no compartir un punto de vista?
Nos pasamos la mitad de la vida intentando hacer entender nuestros pensamientos y posturas y la otra mitad, casi la pasamos durmiendo o en estado semi-hipnótico o tiempo no productivo.
Realmente no nos damos cuenta de que como en todo «juego» lo importante es la lección de fondo en la operación.
Si continúas jugando al mismo juego de forma indefinida lo «único» que conseguirás es no avanzar y pagar un alto coste energético en la ecuación. Recordemos que todo lo conocido en nuestro universo realmente se cuantifica en energía.
Buscando la rentabilidad energética y la estabilidad en el gasto, vemos que quien nos puede enseñar el camino es quien siempre lo supo, «una madre».
Una madre conoce y comprende a su hijo, lo tolera y lo quiere, este equivocado o no.
En nuestra vida todo gira en torno a nuestra actitud, ella es la determinante de como interactuamos con el universo y las dimensiones. Queramos o no.
Pensamos que dos polos bien diferenciados, no tienen nada que ver uno con otro y eso es del todo falso, nada más alejado de la realidad.
Cinta de Moebius
Nos quejamos de incomprensión, de desigualdad, de mentiras y muchas otras cosas/causas. Realmente mientras jugamos no prestamos atención de forma analítica a la «realidad» universal, por que controlamos solo el plano que somos capaces de ver, la gran limitación mental del humano son sus sentidos.
Vayamos a la más básica expresión del ser humano, que nos diferencia de otras especies:
Muchos pensarán que es la capacidad de comunicarnos y fabricar herramientas.
Pero eso no es 100% cierto, otras razas de animales tienen la cualidad de comunicarse, de una forma u otra.
Herramientas básicas otros animales como los chimpancés las utilizan.
Nuestra respuesta no estaría por ese camino.
¿Que es lo que realmente hace «especial» al ser humano, su capacidad social.
Capacidad media de un ser humano:
«Se puede relacionar con una media de 150 individuos de forma cotidiana.»
Capacidad social de un chimpancé:
«Se puede relacionar con una media de 50 individuos de forma cotidiana»
La diferencia esta clara, pero tenemos que tener claro como funciona el ser humano, no solo se relaciona con los demás, si no que esa relación condiciona la manera de pensar, vivir y existir.
El ser busca la aprobación del entorno en «todo» lo que hace/vive/siente, es su catalizador o termómetro de lo que es correcto y lo que no lo es.
Por eso perdemos tanta energía en la discusión continua, por eso queremos hacer participes de nuestros pensamientos a los demás.
Pero a niveles diferentes, según sea nuestra intencionalidad/disposición o mentalidad, tendemos a querer «imponer» esas creencias. Ahí es donde una madre nos enseña el camino de la neutralidad, el camino del ahorro energético.
Pensando en polaridades, uno puede pensar que está en el lado positivo o negativo de la ecuación, cuando nuestra amiga la cinta de moebius o cualquier fractal, nos enseña que todo está relacionado y cuanto más te radicalices en un pensamiento, más te estas acercando a tu contrario.
Una lección nos enseña este juego:
Ahorro energético, quiere y comprende a tu enemigo y gracias mamas por ser tan «universalmente inteligentes». Sois un rayo de sol en la más oscuras de las noches.