Un grupo de militares malienses protagoniza desde el miércoles un golpe de Estado contra el presidente Amadou Toumani Touré, al que apenas le quedaba un mes para concluir su mandato y que ahora está, según las últimas informaciones, en Bamako.
El capitán del autoproclamado Comité Nacional para el Restablecimiento de la Democracia y la Restauración del Estado (CNRDRE), el capitán Amadou Haya Sanogo, anunció este jueves la suspensión de la Constitución y todas las instituciones del país, la destitución del Gobierno y el establecimiento del toque de queda a partir del jueves. Los golpistas también decidieron cerrar las fronteras y el espacio aéreo de Mali, medida que permanecerá en vigor al menos hasta el próximo martes. Haya Sanogo ha afirmado que devolverá el poder en nueve meses como muy tarde, al término de su misión.
El doctor Oumar Mariko, físico maliense y prestigioso líder de la oposición progresista, presidente del partido antimperialista Solidaridad Africana por la Democracia y la Independencia (SADI), apoyó la acción de este grupo de oficiales jóvenes que cuentan con un amplio respaldo de todas las Fuerzas Armadas para derrocar al que consideran “una marioneta” de París que ejercía de presidente en Mali. Además, Mariko ofreció su apoyo a un Gobierno de unión propuesto por los militares. El líder maliense es conocido por sus criticas a la globalización económica y a los llamados Acuerdos de Bretton Woods.
SADI había exigido desde el pasado 9 de febrero la dimisión del presidente por su posición pro imperialista. Toumani firmó un acuerdo en Argel el 4 de julio de 2006 autorizando intervenciones militares franco-mauritanas en el país en abierta violación de la soberanía maliense.
Otros partidos y personalidades políticas del país mostraron comprensión por la acción de los militares y evitaron toda condena de la misma. El portavoz del principal partido político, Alianza por la Democracia en Mali (ADEMA), Mamoutou Thiama, no lo condenó y tampoco le pareció una sorpresa. Los sectores populares, por su parte, ya están manifestando un apoyo abierto al golpe.
El corresponsal del diario Le Monde, Fabien Offe, narra en una crónica que el taxista Mamadou Traoré afirma que las elecciones que debían celebrarse “no eran una solución porque no había candidatos válidos”. El corresponsal observa un grupo de niños y adolescentes que aclaman a los militares junto a un puente sobre el río Níger y a otro grupo de adultos aplaudiéndoles de manera más parca. Otros conductores de vehículos gritan “Viva el ejército”.
El Partido Comunista francés (PCF) acusó al Gobierno de Nicolas Sarkozy de haber causado la crisis en Mali por su brutal intervención en Libia que ha desestabilizado no solamente ese país sino toda la región. El PCF expresó su apoyo al pueblo maliense y en particular al partido SADI y a las fuerzas progresistas de oposición. La Red de la Izquierda Africana (ALNEF) expresó en el pasado mes de febrero todo su apoyo al Doctor Oumar Mariko tras haber sufrido un serio intento de asesinato que al parecer habría sido orquestado por el servicio secreto francés.
El ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, se mostró muy disgustado por la situación y exigió a los militares que convoquen elecciones en el plazo más breve posible y destacó el papel del derrocado presidente en las medidas tomadas en favor de los intereses franceses en el África occidental.
Según informaron los militares golpistas en un comunicado, “el pueblo de Mali lucha por conquistar su verdadera independencia en un sistema verdaderamente democrático y en el seno de la unidad africana sin injerencias imperialistas”.
Europa y EEUU lo ven como una amenaza a sus intereses
La Unión Europea ve el golpe de Estado contra Amadou Toumani Touré, abierto aliado de Francia y Occidente, como una amenaza a sus intereses en la región.
Por ello, ya ha informado que aplicará duras sanciones al país si no se “restablece el orden constitucional”. Por ahora, Bruselas ha decidido suspender al país africano la ayuda a la cooperación al desarrollo.
Estas sanciones se unen, además, a la petición del máximo órgano de Naciones Unidas para restablecer de manera inmediata el “orden constitucional” y a las medidas acordadas por el Banco Mundial (BM) y el Banco Africano de Desarrollo, que también han retirado sus fondos.
Así, los ministros europeos, que tenían como hombre de confianza a Toumani, han condenado firmemente los intentos de hacerse con el poder por la fuerza en Mali y han llamado “al fin inmediato de la violencia y la liberación de los responsables del Estado, el retorno de un gobierno civil y la celebración de elecciones como estaba previsto”, según un comunicado de Bruselas.
Estados Unidos también ha condenado el golpe en Mali y ha pedido la inmediata vuelta al “orden constitucional” en el país africano. EEUU da cada año 140 millones de dólares a Mali en concepto de ayuda financiera pero tras la salida por la fuerza de su “hombre de confianza” el propio Barack Obama dijo que se replanteará el futuro de la ayuda económica.
La historia reciente de Mali
Luego de la independencia lograda en 1960, Mali siguió el camino del socialismo y estuvo alineada ideológicamente con el bloque comunista, pero con el paso del tiempo, su política de relaciones exteriores había pasado a ser cada vez más pragmática y pro-occidental. Desde el establecimiento de una forma democrática de gobierno en el año 2002, las relaciones con el oeste en general y con Estados Unidos en particular, habían mejorado significativamente. El país tiene una relación de largo tiempo pero a su vez ambivalente con Francia, una ex potencia en materia de colonias.
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