Los asiáticos del sur representaban el 23 % de los cerca de dos millones de inmigrantes que trabajaban en Nueva York en el 2010, son en el país la segunda comunidad de migrantes más grande después de los latinos (27%).
Un informe publicado esta semana da a conocer el difícil modus vivendi de bengalíes, indios, pakistaníes y nepalíes, los cuatro mayores grupos étnicos de la comunidad asiática de la ‘Gran Manzana’. Según Desis Rising Up & Moving (DRUM), organización comunitaria que aplicó la encuesta, este es el primer estudio que se hace en Nueva York sobre las condiciones laborales de los inmigrantes surasiáticos.
El informe es el resultado de 18 meses de investigación y cientos de entrevistas con los trabajadores en Jackson Heights, Queens, un tradicional centro de surasiáticos en la ciudad. Más de la mitad de los encuestados gana menos del salario mínimo de $ 7.25 por hora, el 83% en el caso de los empleados del sector minorista.
La gran mayoría (95%) no tiene ningún tipo de seguro médico, y sólo a una quinta parte de ellos se le paga por los días de enfermedad, mientras que engeneral, la mitad de los neoyorquinos reciben esta compensación. El pueblo del sótano “Nosotros somos el pueblo del sótano”, dijo Kazi Fouzia, de 44 años, una trabajadora de ventas al por menor de Bangladesh que emigró hace cuatro años. Según Fouzia, la mayoría de los trabajadores surasiáticos de bajos ingresos por lo general viven en sótanos porque ese es el único tipo de vivienda que pueden costearse en Nueva York.
Fouzia paga 200 dólares al mes por una habitación subterránea, a 90 minutos de la tienda de ropa donde gana 4 dólares por hora. Los resultados de la encuesta describen la realidad de una mano de obra explotada, mal pagada y frecuentemente acosada, situación que sólo se agravó después de los ataques del 11 de septiembre del 2001, ya que muchos asiáticos del sur son musulmanes y los que no generalmente son tomados como tales por la policía durante las operaciones denominadas ‘parar y revisar’.
En ellas los inmigrantes son inspeccionados sin motivo aparente como parte de un programa de seguridad que, según los defensores de los derechos humanos, es insconstitucional.
RT / YVKE Mundial
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