Archivo por días: abril 4, 2014
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La meditación es algo tan simple como eficaz. Solo hay que respirar de manera consciente.
LA CIUDAD DE LOS POZOS – Un cuento de Jorge Bucay
Se aconseja escuchar el vídeo mientras se lee
ESTA CIUDAD NO ESTABA HABITADA POR PERSONAS, COMO TODAS LAS DEMÁS CIUDADES DEL PLANETA. ESTA CIUDAD ESTABA HABITADA POR POZOS. POZOS VIVIENTES…PERO POZOS AL FIN.
Los pozos se diferenciaban entre sí, no solo por el lugar en el que estaban excavados sino también por el brocal (la abertura que los conectaba con el exterior). Había pozos pudientes y ostentosos con brocales de mármol y de metales preciosos; pozos humildes de ladrillo y madera y algunos otros más pobres, con simples agujeros pelados que se abrían en la tierra.
La comunicación entre los habitantes de la ciudad era de brocal a brocal y las noticias cundían rápidamente, de punta a punta del poblado.
Un día llegó a la ciudad una “moda” que seguramente había nacido en algún pueblito humano: La nueva idea señalaba que todo ser viviente que se precie debería cuidar mucho más lo interior que lo exterior. Lo importante no es lo superficial sino el contenido.
Así fue como los pozos empezaron a llenarse de cosas. Algunos se llenaban de cosas, monedas de oro y piedras preciosas. Otros, más prácticos, se llenaron de electrodomésticos y aparatos mecánicos. Algunos más optaron por el arte y fueron llenándose de pinturas, pianos de cola y sofisticadas esculturas posmodernas. Finalmente los intelectuales se llenaron de libros, de manifiestos ideológicos y de revistas especializadas.
PASÓ EL TIEMPO. LA MAYORÍA DE LOS POZOS SE LLENARON A TAL PUNTO QUE YA NO PUDIERON INCORPORAR NADA MÁS.
Los pozos no eran todos iguales así que, si bien algunos se conformaron, hubo otros que pensaron que debían hacer algo para seguir metiendo cosas en su interior… Alguno de ellos fue el primero: en lugar de apretar el contenido, se le ocurrió aumentar su capacidad ensanchándose.
No paso mucho tiempo antes de que la idea fuera imitada, todos los pozos gastaban gran parte de sus energías en ensancharse para poder hacer más espacio en su interior.
Un pozo, pequeño y alejado del centro de la ciudad, empezó a ver a sus camaradas ensanchándose desmedidamente. El pensó que si seguían hinchándose de tal manera, pronto se confundirían los bordes y cada uno perdería su identidad…
QUIZÁS A PARTIR DE ESTA IDEA SE LE OCURRIÓ QUE OTRA MANERA DE AUMENTAR SU CAPACIDAD ERA CRECER, PERO NO A LO ANCHO SINO HACIA LO PROFUNDO. HACERSE MÁS HONDO EN LUGAR DE MÁS ANCHO.
Pronto se dio cuenta que todo lo que tenía dentro de él le imposibilitaba la tarea de profundizar. Si quería ser más profundo debía vaciarse de todo contenido… Al principio tuvo miedo al vacío, pero luego, cuando vio que no había otra posibilidad, lo hizo. Vacío de posesiones, el pozo empezó a volverse profundo, mientras los demás se apoderaban de las cosas de las que él se había deshecho…
Un día , sorpresivamente el pozo que crecía hacia adentro tuvo una sorpresa: adentro, muy adentro , y muy en el fondo encontró agua!!!.
NUNCA ANTES OTRO POZO HABÍA ENCONTRADO AGUA…
El pozo supero la sorpresa y empezó a jugar con el agua del fondo, humedeciendo las paredes, salpicando los bordes y por último sacando agua hacia fuera. La ciudad nunca había sido regada más que por la lluvia, que de hecho era bastante escasa, así que la tierra alrededor del pozo, revitalizada por el agua, empezó a despertar. Las semillas de sus entrañas, brotaron en pasto, en tréboles, en flores, y en tronquitos endebles que se volvieron árboles después… La vida explotó en colores alrededor del alejado pozo al que empezaron a llamar “El Vergel”.
Todos le preguntaban cómo había conseguido el milagro. -Ningún milagro- contestaba el Vergel- hay que buscar en el interior, hacia lo profundo… Muchos quisieron seguir el ejemplo del Vergel, pero desecharon la idea cuando se dieron cuenta de que para ir más profundo debían renunciar a todo lo material que habían atesorado. Siguieron ensanchándose cada vez más para llenarse de más y más cosas…
En la otra punta de la ciudad, otro pozo, decidió correr también el riesgo del vacío… Y también empezó a profundizar…
Y también llegó al agua… Y también salpicó hacia fuera creando un segundo oasis verde en el pueblo…
-¿Qué harás cuando se termine el agua?- le preguntaban. -No sé lo que pasará- contestaba- Pero, por ahora, cuánto más agua saco, más agua hay. Pasaron unos cuantos meses antes del gran descubrimiento.
Un día, casi por casualidad, los dos pozos se dieron cuenta de que el agua que habían encontrado en el fondo de sí mismos era la misma…Que el mismo río subterráneo que pasaba por uno inundaba la profundidad del otro.
Se dieron cuenta de que se abría para ellos una nueva vida. No sólo podían comunicarse, de brocal a brocal, superficialmente, como todos los demás, sino que la búsqueda les había deparado un nuevo y secreto punto de contacto:
LA COMUNICACIÓN PROFUNDA QUE SÓLO CONSIGUEN ENTRE SÍ, AQUELLOS QUE TIENEN EL CORAJE DE VACIARSE DE CONTENIDOS Y BUSCAR EN LO PROFUNDO DE SU SER LO QUE TIENEN PARA DAR…
domi LA Caridad
A los ojos de la caridad no es nunca pequeño el bien que se hace ni el mal que se evita. Concepción Arenal Aprender a mirar al pobre desde su pobreza, al enfermo desde su enfermedad o al marginado desde su marginación, es el objetivo principal de una caridad bien entendida. P. Luis Carlos Aparicio Mesones S.M Ayudar al débil es caridad; pretender ayudar al poderoso es orgullo. San Gregorio Magno Caridad es perdonar, no transigir. Manuel Tamayo y Baus Con las obras de caridad nos cerramos la puertas del infierno y nos abrimos el paraíso. San Juan Bosco ¡Cuánto duele a Dios y cuánto daña a muchas almas —y cuánto puede santificar a otras— la injusticia de los “justos! San Josemaría Escrivá de Balaguer ¡Cuánto hace gozar la verdadera caridad! Madre Maravillas de Jesús Cuanto más crece el hombre en la caridad, tanto más elevado se le presenta el ideal y tanto más profunda la diferencia entre su fidelidad y la fidelidad de Dios en amarlo.P. Bernhard Häring C.Ss.R. ¡Cuántos actos heroicos de caridad se pueden hacer a lo largo del día en las ocupaciones más modestas de cada jornada. Santa Teresa del Niño Jesús Dios es caridad, y quien permanece en la caridad, permanece en Dios. Donde no hay caridad no puede haber justicia. San Agustín de Hipona El amor es la perfección del espíritu y la caridad es la perfección del amor. San Francisco de Sales En la caridad el pobre es rico, sin caridad todo rico es pobre. San Agustín de Hipona En la medida en que se ama algo temporal, se pierde el fruto de la caridad. Santa Clara En las cosas necesarias, la unidad; en las dudosas, la libertad; y en todas, la caridad. San Agustín de Hipona Faltar a la caridad es como herir a Dios en la pupila de sus ojos. ¿Hay algo más delicado que la pupila del ojo? San Pío de Pieltrecina Fe, esperanza y caridad, en admirable urdimbre, constituyen el dinamismo de la existencia cristiana hacia la comunión plena con Dios. SS. Francisco (Lumen Fidei) Hay tanta justicia en la caridad y tanta caridad en la justicia que no parece loca la esperanza de que llegue el día en que se confundan. Concepción Arenal Hay una cosa que siempre nos asegurará el cielo: Los actos de caridad y bondad con los que llenamos nuestra vida. Madre Teresa de Calcuta Haciendo la caridad, uno no se equivoca nunca. San Camilo La caridad…, de la cual está escrito que “no busca el propio interés”, se entiende así: que prefiere las cosas comunes a las propias y no las propias a las comunes… De ahí que, cuando cuidamos el bien común antes que el propio, tanto conocemos que hemos adelantado en la virtud… San Agustín de Hipona La caridad es el centro que une a la comunidad con Dios y con los demás. San Vicente de Paúl La caridad es el océano del que salen y a donde van a parar todas las demás virtudes. Padre Enrique Domingo Lacordaire <span ‘ms=”» mincho’=”»>La caridad es la medida con la que el Señor nos juzgará a todos. San Pío de Pieltrecina <span ‘ms=”» mincho’=”» class=”auto-style9″ style=”font-size: small;”>La caridad es la reina de las virtudes. Como el hilo entrelaza las perlas, así la caridad a las otras virtudes; cuando se rompe el hilo caen las perlas. Por eso cuando falta la caridad, las virtudes se pierden<span ‘ms=”» mincho’=”»>. San Pío de Pieltrecina La caridad crece dando y dándose. Santa Teresa de Ávila La caridad comienza donde termina la justicia. Padre Alberto Hurtado La caridad comienza en mi casa, y la justicia en la puerta siguiente. Charles Dickens La caridad es la medida con la que el Señor nos juzgará a todos. San Pío de Pieltrecina La caridad es un deber; la elección de la forma, un derecho. Concepción Arenal La caridad no busca jamás la propia comodidad. San Camilo La caridad para con Dios se mide por la caridad que se tiene con el prójimo, y ésta roba el Corazón del Señor y…el de las criaturas también. Madre Maravillas de Jesús La caridad, la paciencia y la ternura son un gran tesoro. Quien lo tiene, lo comparte con los demás. SS. Francisco “La Cáritas es la caricia de la Iglesia a su pueblo, la caricia de la Madre Iglesia a sus hijos, la ternura, la cercanía” SS. Francisco La esencia de la caridad es hacerse amigo de Dios, en tanto que Él es feliz y la fuente de la felicidad. Santo Tomás de Aquino “La humilidad y la caridad van juntas. Una glorifica, la otra santifica” San Pío de Pietrelcina La murmuración es roña que ensucia y entorpece el apostolado. —Va contra la caridad, resta fuerzas, quita la paz, y hace perder la unión con Dios. San Josemaría Escrivá de Balaguer La persona que no tiene un corazón caritativo padece del peor de los males cardiacos. Bob Hope Muchas veces la caridad ha suplido al genio, en los santos; lo contrario nunca ha sucedido. Palau No admitas un mal pensamiento de nadie, aunque las palabras u obras del interesado den pie para juzgar así razonablemente. San Josemaría Escrivá de Balaguer Nos ha tocado la mejor herencia: la perla de la caridad. San Camilo No hagas crítica negativa: cuando no puedes alabar, cállate. San Josemaría Escrivá de Balaguer Nosotros encendemos el horno para que todo el mundo cueza en el pan. Yo, si vivo, me pasare la vida a la puerta del horno, impidiendo que le nieguen pan a nadie, y menos, por la lección de la caridad, a quien no trajo harina para el. José Martí “Nunca dejemos que alguien se acerque a nosotros y no se vaya mejor y más feliz. Lo más importante no es lo que damos, sino el AMOR que ponemos al dar. Halla tu tiempo para practicar la caridad. Es la llave del Paraíso”. Madre Teresa de Calcuta Para que sea fructífera, la caridad debe costarnos un esfuerzo. Madre Teresa de Calcuta Por la caridad el hombre es puesto en la misma realidad divina haciéndose uno con Él. Santo Tomás de Aquino Procurad siempre avanzar cada vez más en el camino de la Perfección y abundad siempre más en la caridad. San Pío de Pieltrecina Nada les unirá más a Dios que la caridad. San Camilo Quien disimula su caridad es doblemente generoso. José Narosky Si eres tan miserable, ¿cómo te extraña que los demás tengan miserias? San Josemaría Escrivá de Balaguer Te duelen las faltas de caridad del prójimo para ti. ¿Cuánto dolerán a Dios tus faltas de caridad —de Amor— para El? San Josemaría Escrivá de Balaguer “Te preocupas de adornar la Iglesia y no el cuerpo de Cristo que tiene hambre”. San Juan Crisóstomo Tengamos siempre encendida en nuestro corazón la llama de la caridad. San Pío de Pieltrecina Vivimos momentos muy comercializados, materialistas y con fines lucrativos donde se pierde el servicio, la solidaridad y hay una voz expansiva al desprecio por todo lo que es caridad y entrega. P. Marcelo Rivas Sánchez http://www.pensamientos.org/pensamientoscaridad.htm
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El espíritu del árbol, leyenda de África
Según nos cuenta una antigua leyenda africana una joven muchacha quedó huérfana de madre, quedando al cargo de una madrastra posesiva y desprovista de afecto por ella. La joven iba cada día a visitar la tumba de su fallecida madre y pudo contemplar con el paso del tiempo como un árbol iba creciendo junto a su sepultura hasta alcanzar un tamaño considerable, para tiempo después comenzar a dar frutos. Un buen día mientras visitaba la tumba escuchó como el viento le susurraba entre las hojas, diciéndole que comiese los frutos que éste le ofrecía y que su madre seguía estando a su lado.
Con sorpresa la muchacha comprobó que aquellos frutos poseían un sabor realmente delicioso, además de que atenuaban la pena que sentía por su madre, y así, tomó la costumbre de comer cada vez que visitaba la tumba. Pero su madrastra no veía con buenos ojos estas escapadas diarias, ni la afición de la joven por los frutos, así que encargó a su marido que terminase con el árbol.
La muchacha, desolada, lloró amargamente por la pérdida del árbol que ella consideraba como una señal del espíritu de su madre, pero su pena no duró mucho ya que a los pocos días vio con sorpresa como una calabaza asomaba de la tierra junto a la tumba. Dentro de esta calabaza encontró unas pocas gotas de un delicioso néctar, el cual resultó tener un sabor fuera de lo común y también las mismas propiedades balsámicas para su pena. Desgraciadamente su madrastra volvió a enterarse y de nuevo envió al padre, esta vez para cortar la calabaza.
Cuando la joven vio la calabaza destrozada comenzó a llorar con desesperación pero su llanto fue interrumpido por el sonido de un arroyo cercano, y fue hacia el lugar para beber un poco de agua, comprobando con sorpresa que era mucho más refrescante que el agua normal. La madrastra volvió a enviar a su marido para que cubriese el cauce del arroyo con tierra.
Al descubrir esta nueva acción de su madrastra la muchacha lloró durante largo rato por su desgracia, viendo como todo aquello que enviaba el espíritu de su madre se perdía por la envidia de su madrastra. Tras un largo rato de llantos se sobresaltó al ver un cazador salir de la espesura del bosque, quien al ver el tocón del árbol muerto cayó en la cuenta de que aquella madera parecía muy buena para hacer un arco y unas flechas. La joven le contó la historia del árbol y de su madre y luego le dio permiso para tomar la madera.
A su regreso a casa y prendada por la presencia del cazador, la joven habló con su padre y le pidió permiso para casarse, y éste le dio permiso pero a condición de que demostrase que era un gran cazador trayendo doce búfalos, los cuales serían usados para comer en la ceremonia de boda.
El cazador quedó aterrado ante esta petición ya que nunca había sido capaz de abatir a más de un búfalo, pero decidió probar suerte armado con su nuevo arco. Al poco tiempo de explorar tuvo la suerte de encontrarse con una manada de búfalos, y tras abatir al primero con una sola flecha disparó una segunda, y el segundo animal cayó también con facilidad. Sorprendido ante la eficacia de aquellas flechas continuó disparando hasta abatir a doce búfalos antes de regresar a contar su hazaña.
Así pudo la muchacha casarse y abandonar el hogar de sus padres, ante la sorprendida mirada de su madrastra.
Foto vía: picstopin
http://sobreleyendas.com/2014/03/31/el-espiritu-del-arbol-leyenda-de-africa/
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La imagen de un universo enigmático hace posible una religiosidad nueva
El Forum de la Universidad de Deusto culmina un ciclo sobre Dios y religiones en la Era de la Ciencia
A lo largo del curso académico 2013-2014 tienen lugar tres conferencias en el Forum Deusto y tres sesiones del Seminario ofrecido por la Facultad de Teología de la Universidad de Deusto, Bilbao, a todos los profesores de la universidad. Se trata del ciclo “Dios y Religiones en la Era de la Ciencia”, cuya tercera sesión presenta la imagen del hombre en la ciencia y en la fe cristiana. El teísmo y el ateísmo dogmáticos creían poseer del universo un conocimiento cierto e incuestionable que respondía a la razón natural, a la ciencia y a la filosofía. Sin embargo, en la cultura moderna, la ciencia y la filosofía han influido de forma decisiva en la conciencia de vivir en un universo enigmático que nos instala en la incertidumbre metafísica. Por Javier Monserrat.
El ciclo se desarrolla en tres sesiones, la primera, que ya tuvo lugar, los días 20-21 de noviembre de 2013; y la segunda los días 12-13 de febrero de 2014. La tercera conferencia se leerá los días dos y tres de abril de 2014. El título de la primera sesión fue “La cultura de la ciencia y la visión moderna del silencio-de-Dios”.
La segunda sesión estudió cómo y por qué la experiencia radical del silencio divino es la base argumentativa tanto del ateísmo como de la forma en que las religiones formulan la justificación de su sentido. Por último, la tercera sesión, en abril, se presenta la imagen del hombre en la ciencia y en la fe cristiana.
Ofrecemos aquí, en este artículo, un comentario a algunos de los perfiles de la temática de tercera sesión del seminario. Igualmente publicamos anteriormente en Tendencias21 un comentario con ocasión de la primera sesión, del seminario y otro comentario de la segunda sesión.
El teísmo y el ateísmo dogmáticos creían poseer del universo un conocimiento cierto e incuestionable que respondía a la razón natural, a la ciencia y a la filosofía. Sin embargo, en la cultura moderna, que incluye aspectos muy variados (sociedad, política, arte, literatura, etc.), la ciencia y la filosofía construida sobre ella han influido de forma decisiva a configurar la idea de una sociedad crítica e ilustrada, tolerante, que se funda en la conciencia de vivir en un universo enigmático que nos instala en la incertidumbre metafísica.
Todo ello ha producido en nuestro tiempo una nueva conciencia radical del verdadero alcance del silencio-de-Dios. La toma de conciencia clara y reflexiva de que Dios está realmente en silencio es el único punto de partida adecuado para entender el teísmo y el ateísmo, tal como son posibles en la cultura moderna en la Era de la Ciencia. Reasumimos ahora estas ideas, expuestas en sesiones anteriores, para reflejarlas en la idea del hombre que hoy ofrece la ciencia y su armonía con la imagen del hombre en la fe cristiana.
La imagen del universo en la Era de la Ciencia, que se forma desde los inicios de la modernidad en el siglo XVI hasta la maduración de la modernidad crítica en los dos últimos tercios del siglo XX, supone conocer con mayor precisión cómo es realmente el universo creado por Dios y, en consecuencia, ello lleva a la necesidad de emprender una nueva hermenéutica o interpretación del cristianismo en la moderna Era de la Ciencia.
La ciencia obliga a pasar de la imagen de un universo antiguo en que Dios se impone teocéntrica y teocráticamente, a un universo en que Dios se oculta para crear la libertad y la dignidad de un hombre que construye creativamente su historia. Lo mismo acontece en relación a la imagen del hombre en la Era de la Ciencia. ¿Quién es el hombre? Cuál es su naturaleza, su forma de acceder al conocimiento, a la relación con Dios y la forma en que será salvado por Dios más-allá-de-la-muerte?
El hombre ha sido creado por Dios en el universo tal como la ciencia moderna describe. La ciencia lleva inequívocamente a una imagen monista del hombre como un ser que surge de las entrañas de la materia del universo, hasta la emergencia evolutiva de las condiciones racio-emocionales propias de la especie humana. ¿Es esta imagen del hombre en la ciencia compatible con la imagen del hombre en la fe cristiana?
Comenzamos, pues, este artículo recordando aquellas ideas expuestas en las sesiones primera y segunda del ciclo para establecer el nexo lógico con el contenido de esta tercera sesión sobre el hombre en la ciencia y en la fe cristiana. a) La Era de la Ciencia presenta una nueva imagen del universo: se pasa de un universo que hace patente su Verdad (dogmatismo) a un universo enigmático que hace posible argumentar el teísmo y hace posible argumentar el ateísmo, sin imponer ni uno ni otro.
Este cambio de perspectiva, ¿hace posible entender la existencia de Dios, las religiones y el cristianismo? Ciertamente ofrece una imagen del mundo real creado por Dios que conduce a una imagen mucho más profunda y armónica de las religiones y del cristianismo. b) Pero la Era de la Ciencia ha propiciado tambiénuna nueva imagen del hombre. Se ha pasado de una imagen del hombre entendido desde el marco de la filosofía greco-romana, que era en último término dualista, el antiguo dualismo tradicional alma/cuerpo, a una imagen del hombre “monista” como un puro momento de la evolución del universo físico.
Por tanto, la nueva imagen del hombre en la ciencia, ¿es compatible con la imagen del hombre en la fe cristiana? Como vamos a ver (esta es la temática de la tercera sesión del ciclo) la nueva imagen del hombre en la Era de la Ciencia permite una nueva hermenéutica o interpretación de la imagen del hombre en la fe cristiana.
El Silencio-de-Dios, punto crucial del teísmo y del ateísmo
Las dos primeras sesiones (en noviembre y en febrero) tuvieron un enfoque más general. En la primera sesión(noviembre) explicamos que la nueva visión del universo en la ciencia y en la moderna cultura hacía posible una nueva manera de sentir el silencio-de-Dios. Al mundo antiguo construido desde una cultura dogmática, que creía poseer verdades absolutamente ciertas fundadas en la razón natural (un dogmatismo que podía ser teísta y ateo), le había sucedido, en la modernidad crítica, la conciencia de que la verdad última del universo es un enigma y por ello el hombre racional debe orientar su vida ante una incertidumbre metafísica inevitable.
Esta nueva cultura de la incertidumbre –hecha posible en la Era de la Ciencia– era la que llevaba a una nueva experiencia radical del hecho de que el posible Dios, en caso de existir, es un Dios que permanece en silencio ante el universo (ya que, aunque hay argumentos a favor de su existencia, como veíamos, en último término Dios “podría no existir”).
En la segunda sesión (febrero) partíamos del factum del silencio-de-Dios (presentado ya en la primera sesión) para mostrar primero que el ateísmo (y las correspondientes versiones del agnosticismo y del indiferentismo religioso popular moderno) son siempre una argumentación a partir del silencio-de-Dios que concluye en que no tiene justificación racional creer que Dios exista y que, por tanto, está moralmente justificado para el hombre vivir-sin-Dios-en-el-mundo. Pero, segundo, partíamos además del mismo factum del silencio-de-Dios para mostrar que está también en el fundamento de la creencia natural en Dios, de las creencias de las grandes religiones, y por descontado, del cristianismo.
Es decir, el teísmo no cierra los ojos ante la realidad, no ignora el hecho del silencio-de-Dios ni cómo este hecho obstaculiza la aceptación de Dios como real y existente. El hombre religioso siente también un inmenso malestar por el silencio-de-Dios. Pero la religiosidad humana natural y las grandes religiones se fundan en que, a pesar de su lejanía y de su silencio, existe la posibilidad de que el silencio-de-Dios tenga un “sentido” en Dios. Toda posible religiosidad, desde el interior de un universo en que Dios está en silencio, se funda, como veíamos en la aceptación de un Dios oculto y liberador, a pesar de su lejanía y de su silencio; silencio ante el conocimiento humano por el enigma del universo y silencio ante el drama de la historia por el sufrimiento.
Todo hombre religioso, a su manera, intuye pues que el silencio-de-Dios es real y no por ello deja de confiar en la salvación obrada por un ser divino; cree que existe un “sentido” que da razón del porqué del silencio del posible Dios. Por ello, las religiones habrían construido también, en sus marcos historicistas, justificaciones teológicas diversas al hecho de que Dios esté en silencio y la realidad sea tan dramática como sentimos en nuestra vida.
La religión cristiana y el silencio cósmico de Dios
Ahora bien, ¿qué entonces la religión cristiana? ¿Cómo entender su armonía con la realidad, es decir, su armonía con un universo en que Dios permanece en silencio? La religión cristiana se funda en la pretensión de que en la persona de Jesús se ha producido una manifestación en la historia del Dios verdaderamente existente y creador del universo.
Si fuera así, la revelación de Dios en Jesús (la Voz del Dios de la Revelación) debería ser, en principio, congruente con la forma de la creación y la forma de religiosidad que ésta ha hecho posible para la inmensa mayoría de los hombres que no han conocido el cristianismo, ni lo conocen (La Voz del Dios de la Creación).
El universo, en efecto, tal como vimos, sería un escenario creado por Dios para hacer que sea posible la religiosidad humana, es decir, abrirse a la creencia en un Dios oculto y liberador, si es que se está en la disposición personal de aceptar a Dios a pesar de su lejanía y de su silencio. Por tanto, si el sentido de toda posible religiosidad natural en la inmensa mayoría de los hombres –dadas las condiciones del universo creado por Dios– es siempre la aceptación del Dios oculto y liberador (este “sentido” es lo que llamábamos, en la segunda sesión, el “universal religioso”), entonces una eventual revelación del Dios de la creación debería tener relación con el plan de salvación trazado en el escenario natural del universo, obra del Dios creador, en que se manifiesta la Voz de ese Dios Creador.
Puestas así las cosas, el hecho es que la revelación cristiana muestra una esperada, pero no por ello menos sorprendente armonía con la Voz del Dios de la Creación. Es sorprendente por la extraordinaria profundidad –que incluso podríamos calificar como abismal– con que en la revelación cristiana se explicita, explica y proclama el plan de salvación dado en el eterno designio de un Dios trinitario. Un plan en profunda armonía con la naturaleza del escenario del mundo creado por ese mismo Dios para establecer su relación libre y personal con los seres humanos.
La revelación en Jesús, proclamada en el kerigma cristiano por la iglesia, nos dice que el Dios trinitario decidió emprender un plan de creación para hacer a la estirpe humana partícipe de su realidad y Vida divina (llamada a la filiación divina). Dios quería crear un hombre en su plena dignidad de persona libre en la configuración creativa de su futuro; esta libertad humana radical, sin sucedáneos, debería hacer posible incluso la negación de Dios y el pecado.
Pero, además, la creación de un orden natural en que Dios estuviera oculto, en que el hombre pudiera concebir un universo sin Dios (porque Dios no quería imponerse), y en que los hombres tuvieran un impulso natural hacia Dios porque sólo en él pudieran hallar la plenitud de la Vida, abrió la posibilidad de que el escenario de la creación fuera el de un hombre pobre, indigente, abocado a la muerte, instalado en el sufrimiento y en el drama evolutivo de la historia.
¿Tenía sentido para Dios crear un mundo de libertad humana radical que llevaría al pecado y a un mundo de sufrimiento, del que se haría responsable al mismo Dios? Este mundo y la historia humana dramática que en él acontecería una vez creado, una historia de libertad/santidad/pecado y de sufrimiento, no podía nunca exigir, por la calidad de su propia naturaleza, el ser creado por Dios. Sin embargo, el hecho es que Dios escogió en su eterno designio trinitario crear este mundo en que el pecado y el sufrimiento van a ser posibles.
El kerigma cristiano proclama que la decisión libre de Dios de crear nuestro universo y asumir la realidad del hombre santo, pero también pecador, instalado en el sufrimiento, es decir, la voluntad de Dios de aceptar una estirpe humana pecadora y sufriente, es la decisión libre que se designa como la Redención, es decir, la redención del género humano, haciendo posible el universo y la existencia del hombre en el escenario del mundo.
Ahora bien, ¿por qué Dios decidió crear este mundo de libertad y de santidad, pero también de pecado y de sufrimiento? ¿Por qué Dios decidió crear un mundo donde su existencia sería objeto de un escarnio masivo por el pecado y en que a Dios se le atribuiría la responsabilidad moral del inmenso sufrimiento de la historia? En principio, sólo cabe una respuesta inicial, en concordancia con el kerigma cristiano: porque Dios consideró que este dramático escenario del mundo iba a hacer posible niveles altamente cualitativos de la santidad humana.
Santidad que debería hacer entrar al hombre en la filiación divina. Siendo esto así, en principio, no puede ser entendida, sin embargo, la amplitud del proyecto divino para la santidad humana sin entender la verdadera amplitud del plan de Dios en la creación.
Un plan que incluía que Dios mismo emprendería la realización del Misterio de Cristo, hasta tal punto que la razón, es decir, el por qué de la creación de este universo (el por qué de la voluntad redentora del Dios trinitario en su eterno designio) fue en último término el Misterio de Cristo. Es decir, Dios quiso crear una estirpe humana que se vería enriquecida por la sorprendente y maravillosa decisión divina de emprender el Misterio de Cristo.
De ahí que la razón de la creación no sea sólo la santidad humana, sino la “santidad humana enriquecida y plenificada por el Misterio de Cristo”. Esto hace entender las expresiones de San Pablo al decir que Dios creó el universo “en” Cristo y “por” Cristo, expresiones que sintetizan el logos o sentido “cristológico” de la Creación.
Pero, ¿qué es el Misterio de Cristo? El kerigma cristiano ha entendido que el eterno designo redentor fue obra de la Trinidad, dentro de la solidaridad de la acción divina trinitaria. Pero fue la Sabiduría divina, el Verbo, la Persona trinitaria que “personificó” la voluntad redentora del Dios trinitario en su unidad de acción.
El sorprendente plan de creación contenido en el eterno designio, que conocemos por el cristianismo, incluía un compromiso casi impensable, y misterioso, mistérico, con la estirpe humana: el de unirse a ella por la Encarnación de la persona divina del Verbo, en la persona de Jesús, el Cristo o enviado por Dios para desvelar a los hombres el plan de Dios en la creación del universo. Por la Encarnación el Dios trinitario entra en la estirpe humana, pero también la estirpe humana entra dentro de la vida divina. El plan de Dios por ello no sólo incluía la filiación divina sino igualmente la hermandad con Jesús hecha posible por la encarnación.
La kénosis divina en la Creación y en el Misterio de Cristo. El desvelamiento a los hombres del eterno designio salvador de Dios concebido para la humanidad se manifiesta y se realiza a través del Misterio de Cristo en un momento de la historia del mundo. Si Dios en su plan de creación, manifiesto en la Voz del Dios de la Creación, se presenta como un Dios que se humilla por el silencio-de-Dios, primero ante el conocimiento por el enigma del universo y segundo ante el drama de la historia por el sufrimiento, así también el Dios que se manifiesta en la Encarnación es un Dios que se humilla por la kénosis de la Gloria de la Divinidad en la humildad de la carne humana.
La kénosis (Himno de San Pablo a los Filipenses) debe ser entendida en teología cristiana tanto como la humillación asumida por Dios en la Creación (kénosis en la creación) como en la Encarnación que se plenifica en el Misterio de la Muerte y Resurrección (kénosis cristológica). La kénosis o humillación de Dios en la Creación por el silencio divino, se manifiesta en armonía profunda con la kénosis de la Encarnación y la kénosis final de la Muerte y Resurrección de Cristo.
El “universal religioso” y el “cristianismo universal”
La imagen de la realidad promovida por la Era de la Ciencia, ha permitido pasar, por tanto, de una cultura de “patencia de la verdad”, que propició tanto al teísmo como al ateísmo dogmático, a una cultura de la incertidumbre en que el hombre queda confrontado con el enigma de la Verdad última del universo.
Esta incertidumbre moderna ha permitido caer en la cuenta de lo que con toda probabilidad fue intuido ya por todo hombre a lo largo de la historia (incluso a pesar de la influencia social de las culturas dogmáticas del pasado): el factum incontrovertible del silencio-de-Dios en el universo. Por ello, como se explicó en las sesiones primera y segunda de este ciclo, la religiosidad natural y todas las religiones suponen siempre el sentido de aceptar un Dios oculto y liberador, a pesar de su lejanía y de su silencio.
Ahora bien, lo que dice el Dios de la Revelación en Jesús de Nazaret es precisamente lo que manifiesta y realiza finalmente el Misterio de Cristo, en armonía con el eterno designio divino de la creación: que Dios, en la creación, ha querido pasar por el momento de su ocultamiento, por la kénosis o humillación de su Gloria tal como se muestra en la cruz, donde aparece tanto el silencio o inoperancia de Dios ante el conocimiento por el enigma del universo que deja abierta la libertad y el pecado, como el silencio e inoperancia de Dios ante el drama de la historia por el sufrimiento; pero, al mismo tiempo, el Misterio de Cristo también realiza y manifiesta que ese Dios oculto se manifestará como Dios liberador cuando por la resurrección, anticipada en la resurrección de Cristo, los hombres entren en la salvación escatológica (más allá de la muerte) que Dios ha preparado para los santos.
Por consiguiente, en la cruz se manifiesta el Misterio eterno del designio divino: el de asumir su silencio ante el Cosmos y ante el drama de la historia. Jesús, el Hijo de Dios, la persona divina del Verbo o Sabiduría trinitaria, asume en la muerte en cruz su silencio ante el universo y el sufrimiento humano universal, presente en el sufrimiento de Jesús en la cruz. Pero el sacrificio de Cristo, que asume el pecado y el sufrimiento de la historia, así como la unión de todo hombre al sacrificio de Cristo, uniéndose al Dios oculto en la cruz, asumiendo su silencio y el sufrimiento, conducen finalmente a la liberación más allá de la muerte.
Por ello, entre el “universal religioso” y el cristianismo existe una profunda unidad de sentido. Cualquier hombre en el mundo, al ser libremente religioso, acepta la creencia en Dios porque admite el sentido de creer en un Dios oculto y liberador, a pesar de su lejanía y de su silencio. Los cristianos, a saber, quienes se han adherido a las palabras y a los hechos de Jesús de Nazaret, que se muestran en plenitud en el Misterio de su Muerte y Resurrección, al aceptar el mensaje de Jesús no hacen sino aceptar de una forma abismalmente más profunda lo que constituye la esencia misma del “universal religioso”.
Este Misterio no nos dice otra cosa, en efecto, que es real y existente el Dios que quiere permanecer oculto ante el conocimiento y ante el sufrimiento (la cruz), pero que ese Dios alberga un plan de liberación final de la historia (la resurrección). Es decir, cuando aquellos hombres religiosos, que no han conocido históricamente el cristianismo, lo son es porque implícitamente aceptan la cruz de Cristo al aceptar al Dios oculto y sufriente, y aceptan también igualmente la resurrección en la esperanza escatológica de la liberación.
De ahí que tenga sentido afirmar la unidad del fenómeno religioso universal, siempre mediado por el logos del Dios oculto y liberador, de tal manera que el “universal religioso” tiene su expresión suprema en el “cristianismo universal” que proclama que toda relación del hombre con Dios está mediada por la aceptación del Misterio de Cristo, implícitamente dado en el logos natural del Dios oculto y liberador.
El hombre, cuestión crucial para ciencia y fe cristiana
La gran cuestión del hombre ha estado presente desde el principio como protagonista esencial de las dos primeras sesiones del ciclo. El hombre es una cuestión crucial que nos afecta en lo más íntimo y no nos deja nunca indiferentes. ¿Quién es el hombre? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Cuál es su ontología profunda, su modo de ser real en el marco del universo? ¿Existe el alma en el sentido tradicional? ¿Qué es lo que verdaderamente debe afirmarse del hombre en el kerigma cristiano? ¿Cómo se realiza la salvación más allá de la muerte?
Estas son ciertamente preguntas cruciales que necesitan una aclaración que nos permita instalarnos con armonía, racionalidad y congruencia dentro de la fe cristiana. Ciertamente, sin aclarar estas cuestiones no podemos hablar de un entendimiento suficiente del lugar de la idea de Dios, del hombre y de las religiones en la Era de la Ciencia.
El punto de vista que hemos venido defendiendo en las dos sesiones iniciales del ciclo ha sido que el kerigma cristiano necesita una hermenéutica o interpretación (una búsqueda de armonía con la Voz del Dios de la Creación), de acuerdo con la imagen de la realidad en cada época. Nuestra tesis fundamental ha sido que, frente al mundo antiguo, la imagen del universo en la Era de la Ciencia, que se forma desde los inicios de la modernidad en el siglo XVI hasta la maduración de la modernidad crítica en los dos últimos tercios del siglo XX, supone conocer con mayor precisión cómo es realmente el universo creado por Dios y, en consecuencia, ello lleva a la necesidad de emprender una nueva hermenéutica o interpretación del cristianismo en la moderna Era de la Ciencia.
La ciencia, como acabamos de comentar, nos obliga a pasar de un universo en que Dios se impone teocéntrica y teocráticamente, a un universo en que Dios se oculta para crear la libertad y la dignidad de un hombre que construye creativamente su historia. Lo mismo acontece en relación a la imagen del hombre en la Era de la Ciencia. ¿Quién es el hombre? Cuál es su naturaleza, su forma de acceder al conocimiento y a la relación con Dios y la forma en que será salvado por Dios más-allá-de-la-muerte?
Por tanto, ¿quién es el hombre? Nuestra tesis es que el hombre ha sido creado por Dios en el universo tal como la ciencia moderna describe. La ciencia no ha llegado al final de los conocimientos, pero muestra ya con toda seguridad una línea armónica de conocimiento que lleva inequívocamente a una imagen monista del hombre como un ser que surge de las entrañas de la materia del universo, formado evolutivamente hasta la aparición de la sensibilidad-conciencia (común con el mundo animal) y, finalmente, hasta la emergencia evolutiva de las condiciones racio-emocionales propias de la especie humana. ¿Es esta imagen del hombre compatible con la imagen del hombre en la fe cristiana?
La imagen del hombre en la ciencia y la fe cristiana
La idea del hombre en la fe cristiana ha estado durante siglos y siglos bajo influencia del paradigma greco-romano. En un marco dualista, se entendió que el hombre era un compuesto de alma y cuerpo. El alma era una entidad inmortal por su propia naturaleza que, al producirse la muerte como separación de alma y cuerpo, entraba en la dimensión transcendente de la vida eterna. Esta manera de pensar “dualista” tuvo su origen en Platón y Aristóteles (hilemorfismo), pasando a la patrística (sobre todo en los neoplatonismos) y a los sistemas escolásticos.
La “idea” platónica o la “forma” aristotélica recogían el “ser” de Parménides que era lo que era y no podía dejar de ser. Santo Tomás distinguió entre las formas corruptibles (por ser compuestas) y la forma simple, el alma humana, que era inmortal por su propia naturaleza. Bástenos pues recordar que el “dualismo” fue una de las características del paradigma greco-romano. La cultura hebrea (como se ve hoy sin duda en los estudios de antropología hebrea) no era dualista: el hombre era una unidad viviente y la vida brotaba del cuerpo.
Pero el dualismo greco-romano, que dominaba la cultura inicial en que nació el cristianismo, forzó pronto, desde la patrística, construir una hermenéutica filosófico-teológica cristiana que ya era inequívocamente dualista. Este dualismo dominante de la filosofía y de la teología cristiana (no del kerigma, sino de la hermenéutica) se transmitió a la vivencia popular de la fe.
Incluso hoy, en nuestro tiempo, la mayor parte de los cristianos tienen la idea de la existencia en todos los hombres de un “alma inmortal” por su propia naturaleza ontológica que es lo que perdura más allá de la muerte. Tal como aproximadamente concibe la imaginación popular, en la muerte se produciría como la exhalación de esa entidad simple que, sin morir, entraría en una nueva dimensión (es lo que suele apuntarse en la expresión cristiana popular “exhaló el espíritu”).
Esta idea ha pasado al arte cristiano donde se ha pintado la separación del alma tras la muerte en forma de angelitos, llamas o palomas que se escapan de la materia y entran en el más allá. El alma es espiritual y simple, irreductible por su propia naturaleza al mundo de la materia que causa la entidad corporal que se corrompe y deshace tras la muerte. La muerte no es muerte del alma, sino la separación de alma y cuerpo, siendo éste objeto de corrupción.
Como hemos tenido ocasión de explicar en el epígrafe anterior, para la ciencia, cuando el hombre muere, muere en su totalidad. Es decir, la ciencia no tiene fundamento alguno para considerar que en el hombre exista algo similar a lo que la fe cristiana ha entendido como alma, en un contexto dualista. La vida psíquica de los animales (sus sistemas sensitivo-perceptivos, su conocimiento, sus emociones, y todos los procesos protohumanos complejos que anticipan la mente humana) resultan de los procesos engramáticos de las redes neurales (redes, mapas, circuitos, cánones, pautas… neurales).
En el hombre todo sucede de una forma similar a la mente animal, pero en los niveles de complejidad neural que causan la aparición del estado racio-emocional propio de la mente humana y su estructura psíquica. La biografía del hombre y sus obras en la historia se explican por las funciones que ha producido el sistema nervioso. En este contexto, como pasa con los animales, la muerte del hombre es la muerte de todo el hombre. La ciencia no tiene argumentos naturales, asequibles a la razón científico-filosófica, que lleven a pensar que exista algo más en el hombre. Esto es un hecho.
Es explicable que esta visión del hombre en la ciencia entre en contradicción con la imagen popular cristiana del alma. El dualismo y la idea de “alma inmortal” es una imagen tan arraigada (incluso de una forma emocional y vital) tanto en filósofos y teólogos (y sacerdotes con una formación intelectual muy elemental) como en la piedad popular de la mayoría de los fieles, que es explicable que lo dicho por la ciencia se vea como materialismo, impiedad, agresividad.
Basta sospechar que una persona duda, o pone en cuestión, una creencia tan arraigada para que se la descalifique y se la margine de mil maneras en ciertos círculos cristianos. Cabría decir que la creencia en el “alma” es sólo una fe que la ciencia no tiene por qué conocer.
Pero el problema es que la existencia del alma ha sido siempre, en el paradigma greco-romano, una afirmación filosófica, y esto ha traslucido a la idea popular del alma. Muchos científicos, sobre todo filósofos, psicólogos y neurólogos, conocen la afirmación cristiana del “alma” como hecho histórico objetivo propio de la tradición cristiana y ello es ocasión para comprobar y denunciar que el mundo cristiano se mueve fuera de la racionalidad y de la ciencia. Muchas de las incompatibilidades entre ciencia y fe se deben a la idea del alma. No son pocos los científicos que tienen en la idea cristiana de alma una ocasión de burla y escarnio de las creencias cristianas.
Es claro que esta contradicción, al menos aparente y con presencia social, hace que debamos preguntarnos, ¿es en efecto la imagen del hombre en la ciencia contradictoria con la imagen del hombre en la fe cristiana? Creemos que no es contradictoria. Pero, para entenderlo, debemos aclarar algunos extremos que deben llevarnos a una comprensión precisa de lo que queremos decir.
1) La fe cristiana no implica una idea científico-filosófica del hombre
Debe establecerse en primer lugar que el kerigma cristiano no contiene una idea del hombre ni cultural, ni filosófica, ni científica. La cultura hebrea tenía una cierta antropología no muy trabajada filosóficamente, pero que no era dualista. Esta antropología dejó su huella en la biblia, pero la creencia en la inspiración de las Escrituras, del AT y del NT, no supone considerar que la antropología hebrea estaba “inspirada”. Más adelante, la hermenéutica del cristianismo en la cultura greco-romana llevó al dualismo del paradigma antiguo que tuvo como resultado la idea de alma que hemos comentado.
Pero debemos entender que la idea de alma dualista no era “kerigma cristiano”, sino hermenéutica condicionada por el tiempo. Por consiguiente, la idea cristiana del hombre no exige necesariamente la identificación con la antropología dualista antigua. La formación de la idea del hombre en la modernidad estuvo determinada por la ciencia y, en especial, por la neurología evolutiva, llevando a las consecuencias expuestas. Es también evidente que la idea cristiana del hombre tampoco se identifica con la idea del hombre en la ciencia moderna. Por consiguiente, ¿cuál es entonces la idea del hombre en la fe cristiana?
2) El hombre en el kerigma cristiano
El hombre es un ser situado en el mundo cuya naturaleza racio-emocional le hace estar abierto al conocimiento del posible Dios y ser posible sujeto de una apelación divina. El cristianismo afirma que la incipiente llamada de Dios al hombre en la creación (testimonio del Padre) y en el sentido del Dios oculto y liberador (testimonio del Hijo, del Verbo, del Misterio de Cristo) han culminado en la llamada interior del Espíritu de Dios en el “espíritu” humano (testimonio del Espíritu Santo). Cuando el hombre responde positivamente a esta llamada es religioso y entra en la vía de la “santidad”.
El hombre, al ser religioso, vive esta llamada del Espíritu que, al ser una llamada, mueve a confiar en que no será “en falso”, sino que Dios será fiel a una llamada que no podrá cumplirse sino tras la muerte. La esperanza cristiana en una pervivencia más allá de la muerte es, pues, una consecuencia de la vivencia de una llamada del Espíritu que proyecta a la salvación en que Dios se compromete por su llamada en la Creación, en la palabra de Jesús y en la apelación interior del Espíritu. Es la confianza en la fidelidad de un Dios que llama y apela interiormente de una forma directa que se vive en la fe religiosa.
3) El hombre objeto de la apelación divina
Ahora bien, el hombre y el mundo, objeto de la apelación divina, no son necesariamente el hombre y el mundo de la cultura hebrea; no son el hombre y el mundo de la antropología dualista del paradigma greco-romano; no son el hombre y el mundo de la ciencia moderna. ¿Cómo son el hombre y el mundo? En realidad, la idea cristiana del hombre está abierta. En principio cómo son el hombre y el mundo se manifiesta en la obra de la creación y ésta es conocida por la razón, por la ciencia y la filosofía, de acuerdo con el avance del conocimiento.
Por tanto, si la ciencia y la filosofía entienden que el hombre es como se ha descrito antes y que no cabe pensar que exista un alma que, por su propio modo de ser espiritual y simple, en el marco de una antropología dualista antigua, sea inmortal, cabe pensar entonces que el hombre es como la ciencia moderna entiende. No hay otra vía sensata.
Se debe admitir que el hombre ha sido querido y creado por Dios tal como la razón humana entiende en este momento de la historia. No tiene sentido seguir aferrados a una manera de entender el hombre superada por la ciencia moderna porque la apelación divina al hombre, la respuesta e historia religiosa de la persona humana, la salvación y la pervivencia más allá de la muerte, pueden entenderse cristianamente sin necesidad de recurrir a un alma inmortal por naturaleza, que no muere (tal como se entendía en el paradigma antiguo). Todo parece indicar hoy que el hombre muere en su totalidad, pero la persona humana configurada en la historia de su relación con Dios, la parte superior del hombre (que podemos seguir llamando “alma”, con tal que no le demos un sentido dualista), será salvada por Dios.
4) La llamada salvadora del Espíritu se cumplirá en la Nueva Creación
Por tanto, el ser humano es la historia de la vivencia personal de su Yo, sus conocimientos, sus emociones, sus decisiones libres, incluso en parte su esclavitud del determinismo neural, sus trabajos, su vida interior, sus pensamientos, sus relaciones interpersonales, sus amores, sus sufrimientos, su vivencia del dramatismo de la historia, el camino hacia Dios a lo largo de la vida, sus decisiones y vivencias religiosas, el diálogo mistérico con Dios a lo largo de los años… Ese conjunto de experiencias de la biografía del Yo constituye la parte superior del hombre, su “espíritu”: podemos decir incluso que el hombre, a lo largo de su vida ha configurado su “alma personal”, hecha a partir de las posibilidades de su biología neurológica específica, creada y querida por Dios.
Esa alma humana que recibe la llamada o apelación del Espíritu de Dios confía en la salvación y pervivencia más allá de la muerte no porque el alma no muera por su ontología física, sino porque Dios, en la Nueva Creación prometida, emprenderá la recreación de nuestra alma personal. Ya el mismo san Pablo, al referirse a la esperanza cristiana de la vida eterna, se refiere siempre a ella en términos de resurrección, de la re-creación hecha por Dios de nuestro cuerpo ya inmortal en la Nueva Creación. Sin resurrección no habría esperanza de salvación.
Incluso para la teología antigua, ya que las almas sin el cuerpo no tenían individualidad personal, debía esperarse igualmente la re-creación de un nuevo cuerpo inmortal hecha por Dios. En la liturgia cristiana hay formulaciones (que provienen de san Agustín) que pueden interpretarse en el sentido que explicamos: “aunque la certeza de morir nos entristece…”, ya que la muerte de nuestra entidad humana es cierta, sin embargo, “nos consuela la esperanza de una futura inmortalidad”, ya que la inmortalidad en que el hombre puede confiar por la fe no es una inmortalidad natural debida a una “indestructibilidad físico-ontológica de un alma aristotélica” sino la inmortalidad re-creada por Dios en la Nueva Jerusalén Celestial.
Esta creencia en la omnipotencia divina para re-crear el yo personal de cada uno en un nuevo cuerpo inmortal, es una creencia, una persuasión fundada en la fe y envuelta en un profundo misterio. ¿Cómo crea Dios el universo? ¿Cómo se relaciona la ontología del universo con la ontología de Dios? Todo esto y otras muchísimas cosas no las conocemos.
El ateo tampoco puede responder muchas de las preguntas acerca de la existencia de un puro universo. El hombre vive en el misterio, y uno de los misterios de la fe es cómo la omnipotencia divina será capaz de re-crear nuestro yo personal de una forma más rica y potente que en la tierra. Pero la creencia esperanzada de que el Dios que ha sido capaz de crear el universo vaya a ser también capaz de emprender una Nueva Creación donde salve también la personalidad de todos los hombres, no es sino una forma lógica de admitir la omnipotencia divina.
Conclusión
Por consiguiente, la única actitud que tiene sentido para la filosofía y la teología cristiana es entender que el mundo ha sido creado por Dios tal como la ciencia y la filosofía moderna entienden, hasta este momento de la historia, con rigor y honestidad.
No tendría sentido, ni sería culturalmente posible, enrrocarse en una visión antigua y anacrónica de las cosas que sólo acabaría conduciendo a la marginación intelectual de la fe cristiana en el mundo moderno y a dificultar innecesariamente la proclamación del kerigma cristiano. Hay que admitir que el universo ha sido creado por Dios en la forma que la ciencia describe. Ahora bien, la imagen del hombre y del mundo en la ciencia moderna es perfectamente compatible con la imagen esencial del hombre en la fe cristiana, un hombre apelado por Dios en el Espíritu y llamado a la salvación.
El “alma” humana es “inmortal” no porque esté constituida por una ontología “indestructible” o “inmortal” por su naturaleza, de acuerdo con la imagen dualista que dominó el mundo cristiano durante siglos, sino porque Dios será fiel a su llamada y la recreará en la Nueva Creación, donde perdurará ya sin morir.
El cristiano no sabe cómo es Dios, cómo ha creado el universo, cómo es la ontología profunda de la materia, de los seres vivos y del hombre. Creer en la pervivencia más allá de la muerte que dará principio a un estado nuevo de inmortalidad no supone saber racional, científico, filosóficamente, es la respuesta a la apelación divina y a la fidelidad a la promesa de liberación final que esta apelación lleva consigo.
Pensemos que el universo enigmático en que vivimos nos sitúa en una profunda incertidumbre metafísica. El ateísmo es posible, intelectualmente construible y aceptable con una moralidad natural incuestionable. Pero el ateísmo, sin duda, legítima opción de la libertad humana, no puede impedir en la actualidad –sin caer en un dogmatismo arcaico hoy fuera de la sensibilidad de nuestro tiempo– que el teísmo, las religiones y el cristianismo presenten los argumentos que hacen su visión religiosa del universo como una forma viable de entender la verdad última y el sentido de la vida.
Una manera de ver las cosas, absolutamente mayoritaria en la historia de la humanidad, que no trata de imponerse necesariamente. Pero que intenta mostrar con toda legitimidad los argumentos que la hacen viable. Por ello argumentan que, en la Era de la Ciencia, la imagen de un universo enigmático y en incertidumbre hace posible una religiosidad nueva y más profunda, de la misma manera que argumentan también que la imagen del hombre en el universo evolutivo hace posible una nueva manera de entender la confianza religiosa en una pervivencia inmortal más allá de la muerte.
La lídia, el rito , la historia y el conocimiento antiguo.
La tauromaquia es un rito antiquísimo que practicaban vascos, persas, celtas, gaélicos, romanos, griegos, cretenses, egipcios, mayas , aztecas, tribus de África occidental (Zimbabue, incluso lo hacen ahora), India (el Toro les perseguía como en San Fermín), los árabes, aborígenes de oceanía…es decir es un rito universal.Parte de artes ancestrales de caza en las que se domeñaba al toro para matarlo, dominarlo o dirigirlo a corrales. Representa la lucha primigenia del hombre contra la bestia, contra la Naturaleza, contra sí mismo.
Se trataba de elevar la ofrenda más valiosa a la divinidad, que podía ser compartida con ella mediante el consumo de parte de la carne de la víctima por los asistentes al ritual como forma de petición de un favor determinado a la divinidad (sacrificio propiciatorio). En otras ocasiones se trataba de restablecer la alianza con la divinidad, rota por las faltas cometidas por el hombre (sacrificio expiatorio). En casi todos ellos, la sangre jugó un papel fundamental, dado que se trataba del elemento vital por excelencia; buena prueba de ello es que el color rojo es el predominante en las mesas de sacrificios y en los altares de todo el mundo mediterráneo antiguo.
Las 12 partes de la plaza simboliza el zodiaco.
Pero la pregunta es: ¿cómo es posible que un ritual prehistórico dispusieran la plaza en 12 partes conociendo las constelaciones del zodiaco en épocas sin telescopios?. Esto implica una civilización milenaria avanzada y desconocida.Baltrusaitis estableció que existía una religión astrológica primordial esta es la causa de lo enigmáticos monumentos desconocidos que se reparten por toda la Tierra.
Aunque la primera corrida histórica se data en el 1133, la fiesta de los toros es un mito de muerte y de resurreccion que se pierde en la noche de los tiempos, también relacionado con el ritual masónico de cortar en pedazos un cadáver, que es originariamente alquímico y egipcio…El rito de la muerte y troceo del lengendario constructor del Templo de Salomón Hiram Abif, que es un rito-mito universal.
El Toro es el símbolo de la fertilidad, Taurus, que es una constelación astronómica. La fiesta de los toros se desarrolló en eras prehistóricas agrícolas relacionadas con la constelación de Tauro (del 4.286 al 2143 AC, aunque la fiesta es todavía anterior).Hay fiestas celtas del toro que aún se mantienen hoy en día en Soria.
La tradicción de toros bravos en Navarra o fiestas del tipo San Fermín también son milenarias en origen. Son fiestas precristianas de origen vasco. El manual más famoso de tauromaquia, El Cossío, reconoce “nada telúrico ni geográfico ha determinado la relación milenaria del hombre español con el toro”. De estos ritos ancestrales de llevar los toros del monte a la plaza, se origina la tauromaquia (Flores, 1999).Observesé el origen del término “corridas”: en un principio significaba correr con los toros para cazarlos, dirigirlos, capturarlos o templarlos.
Charlets Berlitz , experto en civilizaciones perdidas, ha escrito en Misterios de Mundos Olvidados (1972) : “La caza y sacrificio del toro en la Atlántida nos ofrece otro vínculo con Creta y otras Islas del Mediterráneo (una ceremonia que une a las naciones hispanas con el pasado remoto).
El capote y sus colores son básicos y representan a la divinidad Mitra vestido en una capa del Estilo Pérsico-amarilla y la túnica roja (sol y sangre o rosa de carne) que sacrifican un toro blanco en la frente de Sol, Dios. De la sangre de toro y semen, el grano, las uvas y criaturas vivas brotan y se desarrollan.
La plaza de toros representa el zodiaco, las constelaciones, con sus 12 particiones, que a veces ha pasado a 10 (más otras 2 ó 4 divisiones), pero muchas plazas mantienen la división con las 12 puertas.Así mismo la plaza tiene 4 escondites o 4 partes del zodiaco donde se muere o esconde el Sol, y donde en la actualidad se esconde el torero y las 12 secciones citadas.
Los dos círculos concéntricos paralelos corren paralelos a los lados donde contenian los simbolos zodiacales en la antiguedad Es un vestigio apasionante realmente anacrónico en nuestros tiempos. Las plazas de primera categoría deberían tener entre 60 y 66 metros de diámetro ya que este igual quee 666 era el numero de mitra o y otros como Jesús en Griego y el numero del hombre, que obviamente es una bestia.Los jinetes negros indican el control de este festival por el culto saturnino de Roma, al Dios patriarcal saturno.
En las Corridas actuales encontramos al toro como un objeto de la admiración en la tauromaquia que sugiere el fin de la Edad de Tauro, un tema que se repite en muchos mitos en religiones precristianas, incluso en el antiguo testamento. El punto conclusivo de la corrida de toros, momento de la verdad, es cuando el torero expone el pecho a los cuernos del toro para inclinarse sobre la cabeza de animal y plantar la espada entre los cuernos. Este acto del desafío y triunfo sobre la muerte destaca el antiguo ritual inherente al deporte.
Las fiestas en el mundo antiguo fueron de la mayor importancia para ellos, suponían la tentativa de la comunidad de encontrar la victoria para la luz y la vida sobre la oscuridad (Sol y Sombra en la plaza). El rendimiento anual de la vida es cuando la primavera florece gloriosamente en el equinoccio del verano o el solsticio de invierno, cuando los días finalmente comienzan a ser más largos, que es cuando encontramos nuestros primeros Carnavales. Algunos dicen que se puede conectar todavía con estas pautas rítmicas antiguas con danza en trance en Carnavales y fiestas de primavera del mundo.
Se puede consultar este enlace para tener un mayor conocimiento de las partes fundamentales de la lídia y su significado
http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/zainak/26/26709730.pdf
En nuestros días existen intereses políticos para censurar la lídia y criticar símbolos que de forma errónea son asociados a la nación Española.
Una buena prueba de esto la tenemos en Cataluña donde primero se censuró y prohibieron las corridas de toros.
También se ha hecho una apología del sufrimiento animal y del espectáculo sangriento.
En general, puedo decir que esta personas que acuden a las manifestaciones antitaurinas, deberían, a mi parecer, dedicarse primero a las grandes empresas de alimentación, a los mataderos, a los criadores de ganado, de los laboratorios, de los ejercitos que los utilizan como armas,….
La lista es interminable y son precisamente todo esto lo que se debería denunciar.
Curiosamente en Barcelona se prohibieron las corridas pero no el resto de estas prácticas.
Manejar a la opinión pública es muy fácil.
En este blog hemos denunciado muchas veces el maltrato animal y defendido la dignidad de todos los seres vivos.
El toro de lídia es una especie criada para la lídia.
Nacido y mimado en la naturaleza. alimentado y criado para dar toda su nobleza y su fuerza.
Sin las corridas de toros esta raza desaparecerá y con ella el rito de miles de años, que interesa destruir porque encierra en si mismo un conocimiento revelador.
La simbologia de la lidia es la escenificación del iniciado, el torero que sale a la plaza.
La arena es la vida.
El público en la plaza es la gente que aparece en nuestra vida y a la que sometemos el juicio de nuestra faena.
Lo primero es alisar la arena, eliminar las imperfecciones.
Luego una vez conseguido esto, se asciende a monosabio.
Según la tradición lo primero que hace el aspirante al ver al toro, desde el caballo y con un pica. El caballo simboliza el ego y la pica el dolor infligido por este.
Este periodo sirve para aumentar la destreza y el conocimiento, suficientes para afrontar el desafío final.
Pie a tierra luchando de igual a igual con la bestia, (el yo real) desde el valor, la osadía, la entrega el sacrificio…
Poco a poco esta lucha interior irá cambiando, y el traje del torero irá brillando en diferentes tonos acordes a su destreza.
El estoque y la muerte del toro significa el triunfo final sobre la bestia interior y la dignificación del ser.
La vuelta al ruedo simboliza el retorno a la vida, la reencarnación, con el karma reflejado en el vestido de luces, de nuevo ante la gente.
El toro es la ética donde nos medimos en la vida
Esto lo aprendí de mi abuelo.
Él no me lo explico con estas palabras, pero lo hizo con sus gestos, con su nobleza, con su casta, con su rigor, con su ejemplo.
Aún recuerdo como vitoreaba cuando veía ya por la tele una corrida de toros.
Nada más salir el toro, lo miraba fijamente y decía su peso, que después el comentarista confirmaba.
A mi entonces aquello me parecía magia.
Sin embargo, supe después que aquella habilidad suya le había llevado a la desgracia.
Durante la guerra civil, los franquistas quisieron cogerle para que comprase y vendiese ganado de forma ventajosa para el régimen.
Pero mi abuelo no quiso engañar a sus amigos ganaderos. No quiso participar de la estafa y beneficiarse de un trato de favor.
Se negó y entonces le quitaron todo lo que tenía.
Salvo su orgullo, su casta, su nobleza y justicia.
¡Va por ti maestro!
Patentes Siniestras
La siesta, una gran incomprendida en Rusia
Pero la sana iniciativa no tuvo buena acogida, señala el diario.
Según una encuesta, solo el 14 % de las compañías rusas estarían dispuestas a ofrecer esta posibilidad a sus empleados.
La mayoría creen que la “siesta rusa” es algo absurdo. En muchas empresas ya es demasiado difícil librar un día por asuntos propios, como para poder tomar un descanso en plena jornada laboral.
Además, el personal de los departamentos de los recursos humanos consultado por Rossiyskaya Gazeta ironizó sobre tal posibilidad al explicar que “el sueño diurno de muchos trabajadores rusos comienza 15 minutos después de llegar a la oficina”.
Entre los argumentos en contra también figuran los supuestos efectos nocivos de la siesta como la pérdida de energía después de un corto descanso.
En todo caso, resumen los del personal, “las empresas permitirían antes pernoctar en el trabajo que echar una cabezada durante la jornada”. RIAN
Leer más: http://spanish.ruvr.ru/news/2014_04_03/siesta-trabajo-Rusia-descanso/
La Eurocámara prohibe el recargo del móvil en el extranjero a partir de diciembre de 2015
La tienda de Telefónica en la Gran Vía madrileña. AOG
Los eurodiputados han respaldado además reglas más estrictas para impedir que las compañías de telecomunicaciones puedan bloquear o ralentizar servicios rivales como Skype o Whatsapp, reforzando así la neutralidad de la red.
Las nuevas normas chocan con las grandes operadoras europeas, como Telefónica, France Telecom o Deutsche Telekom, que alegan que la supresión del roaming reducirá sus ingresos y se traducirá en un recorte de las inversiones necesarias para desplegar las nuevas redes de fibra óptica.
La asociación que las agrupa, GSMA, ha dicho en un comunicado tras la votación que las reglas sobre neutralidad de la red “obstaculizarán la inversión y la innovación y limitarán la disponibilidad de servicios a medida diferenciados según la calidad y el precio, además de introducir restricciones adicionales en la gestión esencial del tráfico“.
El futuro de este paquete legislativo es todavía incierto porque justo ahora concluye la legislatura y las prioridades del próximo Parlamento que salga de las elecciones del 25 de mayo podrían cambiar. Además, los Gobiernos todavía no han alcanzado un acuerdo entre ellos para negociar con los eurodiputados. La vicepresidenta de la Comisión y responsable deTelecomunicaciones, Neelie Kroes, ha dicho en un comunicado que espera un acuerdo a finales de 2014.
“Este voto es la respuesta que da la UE a las expectativas de los ciudadanos. Se trata precisamente de la razón de ser de la Unión: hacer la vida de los europeos más fácil y más barata”, ha resaltado Kroes. “En 2010, prometí acabar con los costes de itinerancia antes de finales de 2015, y ahora estamos a solo un paso de lograrlo”, ha asegurado.
Por su parte, la ponente parlamentaria, la eurodiputada popular Pilar del Castillo, ha celebrado que “además de eliminar los costes del roamingpara millones de usuarios, el Parlamento ha aprobado una serie de medidas para una gestión más eficiente del espectro radioeléctrico y a la vez impulsar la inversión en el sector de las comunicaciones electrónicas, lo que va a permitir un despliegue más rápido de las tecnologías 4G y 5G en Europa”.
Las nuevas reglas exigen la abolición de las tarifas minoristas deroaming para voz, mensajes de texto y datos para el 15 de diciembre de 2015. Además, se ha añadido una cláusula para revisar las tarifas mayoristas en junio de 2015 y si se detectan problemas, la Comisión podría presentar propuestas legislativas.
Finalmente, se han incluido disposiciones sobre “uso razonable” con el objetivo de garantizar que los clientes no abusen de las nuevas reglas, por ejemplo comprando un teléfono en Lituania pero usándolo siempre en Reino Unido beneficiándose de los precios lituanos. Este tipo de usos se controlará y no se permitirá cuando sea excesivo.
Servicios especializados y neutralidad en la red
En materia de neutralidad de la red, la Eurocámara prohíbe bloquear, ralentizar o degradar determinados servicios en Internet y exige el tratamiento no discriminatorio de los paquetes de datos.
Las empresas podrían seguir ofreciendo servicios especializados de calidad, como los vídeos a la carta o las aplicaciones de almacenamiento de datos en la nube, siempre que no vayan “en detrimento de la disponibilidad o la calidad de los servicios de acceso a internet”, subraya el texto. En este sentido, la Eurocámara deja claro que estos servicios especializados no pueden acabar sustituyendo a los servicios de Internet.
Los diputados han acotado la lista de “casos excepcionales” en los que los proveedores de Internet podrían bloquear o ralentizar la conexión. Esta práctica estaría permitida cuando así lo dicte un tribunal, para preservar la integridad y la seguridad de la red o para mitigar los efectos de la “congestión temporal y excepcional” de Internet.
El texto aprobado deja claro que estas medidas de “gestión del tráfico” deben ser “transparentes, no discriminatorias y proporcionadas” y “no se mantendrán más de lo necesario”.
Los eurodiputados han insertado además disposiciones para facilitar la comercialización y el alquilar de los derechos para utilizar el espectro. Estos derechos deberán ser válidos durante un periodo de al menos 25 años para impulsar la inversión, la innovación y la competencia.
Francisco recibió a la reina de Inglaterra en un “encuentro informal” a 32 años de Malvinas
El papa Francisco recibió por primera vez este jueves en el Vaticano a la reina Isabel II de Inglaterra, un día después decumplirse 32 años de la guerra de las Malvinas entre la Argentina y el Reino Unido.
La reunión duró apenas 17 minutos y tuvo un tono “informal”, según la definición de la Santa Sede. Isabel II fue recibida por el papa a las 15:30 hora local (13:30 GMT) en una sala anexa de la moderna sala de audiencias Paulo VI y no en el suntuoso palacio apostólico.
Según la prensa especializada, éste es el regalo que le envía Francisco al bisnieto de la reina, George Alexander: una cruz de plata sobre base de lapislazuli. “Va a quedar maravillado por esto cuando sea un poco más grande”, observó la reina.
El regalo de Francisco para el bebé real (Foto: @sacoprofano)
Además, Francisco le entregó un facsímil de un decreto donde la Santa Sede hizo referencia al culto de San Eduardo,que fue rey de Inglaterra. Por su parte, el príncipe Felipe -duque de Edimburgo y esposo de Isabel- se llevó tres medallas de oro: “Son las únicas medallas doradas que gané en mi vida”, dijo como agradecimiento.
Isabel II demoró su llegada, prevista para las 15:00, hora local. Arribó 21 minutos después junto a su esposo y justificó la demora diciendo: “Tuvimos un almuerzo muy agradable”, en referencia a la recepción que les brindó el presidente italiano Giorgio Napolitano en el Palacio Quirinale.
Puntualidad británica “real”: la reina llegó 21 minutos tarde.
En el Vaticano, la recibió un grupo de diplomáticos, ya que el Papa no salió al patio. Sin embargo, una vez adentro del salón, los diplomáticos se retiraron, lo que hace presumir que no trataron temas políticos, de modo que evitaron, así, toda referencia a lasMalvinas, islas ocupadas por el Reino Unido desde 1933 y sobre las cuales la Argentina reclama soberanía.
La pareja real le entregó al Papa una canasta de comestibles de las haciendas reales: contenía una docena de huevos, miel, carne de venado, jugo de manzana y una botella de whisky Balmoral, típico de Edimburgo.
La reina, de 87 años, y su marido de 92, permanecerán sólo unas horas en Roma. No tienen más agenda que la reunión con el papa y la recepción de Napolitano. El protocolo para ese encuentro entre los dos jefes de Estado fue aliviadodebido a la edad de la pareja real británica, según indicaron fuentes del Palacio Quirinale.
La anciana pareja real suele viajar al exterior en contadas ocasiones, y su programa en Roma ha sido recortado para evitarle su fatiga. El último viaje que realizaron fue en 2011 para visitar Australia.
La visita de Isabel II a Giorgio Napolitano, presidente de Italia
32 años de la guerra de las Malvinas
Los asuntos que dividen al líder de los católicos con la máxima representante de los anglicanos son muchos, pero la controversia más interesante es por las Islas Malvinas o Falklands Islands, ya que el encuentro se celebra un día después de cumplirse 32 años del desembarco argentino en las Islas Malvinas, que derivó en una guerra entre la Argentina y el Reino Unido.
La guerra de las Malvinas se inició el 2 de abril de 1982 con el arribo de tropas argentinas ordenado por el régimen militar en el archipiélago y concluyó en junio de ese año con su rendición ante las fuerzas enviadas por el Reino Unido.
En el conflicto, murieron 255 británicos, 3 isleños y 649 argentinos, y más de 1.300 resultaron heridos o mutilados.
La Argentina conmemora el 2 de abril el Día del Veterano y de los Caídos de la Guerra de Malvinas, un conflicto queel Papa vivió en primera persona.
Hace sólo dos semanas, Francisco saludó y dedicó varios minutos a un grupo de ex combatientes argentinos de la guerra de las Malvinas durante la audiencia de este miércoles.
“Nos exhortó a seguir trabajando por la paz“, contó uno de los 39 asistentes al encuentro.
Jorge Mario Bergoglio, hoy papa Francisco, aseguró en 2012 que las Islas Malvinas eran un territorio “usurpado”.
“Son nuestras“, declaró, una afirmación que suscitó reacciones en el Reino Unido cuando resultó elegido como jefe de la Iglesia Católica en marzo del 2013.
En ese entonces, el primer ministro británico, David Cameron,resaltó el referéndum que se había celebrado 48 horas antes en las Islas Malvinas, y en el que la población eligió ser británica, lo que fue rechazado por la Argentina y parte de la comunidad internacional.
Inmediatamente después de ser elegido pontífice, la presidente argentina Cristina Kirchner solicitó a Francisco su intermediación para que Londres acepte sentarse a negociar sobre la soberanía del archipiélago.
Jóvenes combatientes argentinos durante el conflicto bélico en las Islas Malvinas
Además de las Malvinas, los dos jefes de Estado tienen diferencias sobre la ordenación de mujeres sacerdotes, lo que la Iglesia anglicana, con 80 millones de fieles en 165 países, permite.
Otro tema que podrían abordar es el de la reciente entrada en vigor de la ley que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo en Inglaterra.
La Iglesia anglicana objetó la ley y quedó exenta de oficiar las bodas.
Sin embargo, el arzobispo de Canterbury anunció que la Iglesia dejaría de hacer campaña en contra, una posición no muy lejana a la que defiende Francisco.
La reina que ha conocido cinco papas
Durante su largo reinado, Isabel II ha visitado dos veces el Vaticano, para reunirse con Juan XXIII en 1961 y con Juan Pablo II en el año 2000.
Siendo aún princesa, antes de suceder a su padre Jorge V, fue recibida por Pío XII en 1951.
Con Benedicto XVI se encontró en septiembre del 2010, cuando el papa celebró una delicada visita al Reino Unido
Una Escocia independiente y fuera de la libra costaría a sus empresas más de 1.200 millones
La independencia escocesa de Reino Unido y el establecimiento de una nueva moneda nacional podría suponer un coste a las compañías locales de más de mil millones de libras (unos 1.200 millones de euros), según un informe hecho público este jueves. El informe, de 80 páginas de longitud y encargado por la ingeniería escocesa Weir Group al centro de investigación Oxford Economics, ha indicado que la creación de una moneda escocesa -Londres se opone a que mantenga la libra- costaría unos 500 millones de libras (más de 600 millones de euros) al año en transacciones a las empresas locales.
Además, las empresas escocesas realizarían un gasto adicional de 800 millones de libras (más de 960 millones de euros) por la transición si finalmente el 18 de septiembre el referéndum sobre la independencia de Reino Unido obtiene un resultado positivo.
La posible pérdida de la libra esterlina es uno de los mayores temores para las empresas escocesas de cara a la posible independencia. Los tres principales partidos políticos británicos han descartado la posibilidad de una moneda compartida entre ambos países
“Los beneficios no están claros”
El informe también ha indicado que la nueva moneda escocesa tendría un tipo de cambio más volátil que la libra, debido a la dependencia de Escocia del petróleo, del gas y del sector financiero.
“Para los negocios, las conclusiones parecen claras los costes de la independencia están garantizados pero los beneficios no están claros. Esto tiene el potencial de hacer a Escocia menos competitiva, no más”, ha asegurado el director ejecutivo de Weir, Keith Corane, en un comunicado que acompaña al informe.
“Creemos que los votantes se merecen acceder a análisis bien informados antes del referéndum de septiembre”, ha subrayado Cochrane en relación al por qué de la realización de este informe.
La recuperación, en 15 años
Estas conclusiones contradicen a las ventajas que defiende el ministro principal de Escocia, Alex Salmond, que sostiene que una Escocia independiente podría hacer frente a su propia economía, impuestos y presupuestos para asegurar la prosperidad.
El informe ha reconocido que la independencia podría suponer algunos beneficios para las empresas locales, como la reducción de impuestos por parte de las autoridades. Sin embargo, ha asegurado que “el periodo de recuperación de esta medida puede llegar hasta los 15 años”.
Las compañías escocesas se han unido al debate sobre la independencia, entre ellas las petroleras Shell y BP o las compañías financieras Barclays o Standard Life.