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¿Conoces a las curiosas hormigas melíferas?

Conoces-a-las-curiosas-hormigas-meliferas.jpgSMITHSONIAN INSTITUTION-NMNH-INSECT ZOO/FLICKR

Las hormigas son fascinantes; conocidas por su capacidad de organización, estos seres no dejan de impresionarnos a diario con su trabajo y sacrificio por la colonia. En otras oportunidades, ya te hemos hablado sobre especies extraordinarias como las hormigas carpintero y las hormigas zombie de la Amazonas, pero ¿conocías a las hormigas melíferas o mieleras?

La hormiga melífera o mielera es una especie autóctona de los desiertos de África, América del Norte, y Australia. En Estados Unidos son también conocidas como las hormigashoneypot (frasco de miel). Su curioso nombre se debe a su alimentación basada en néctar y fluidos vegetales dulces, son de color rojo y miden entre 0.5 y 1.0 cm de largo, pero cuando llenan su abdomen de comida se parecen mucho al tamaño de una pequeña uva.

Ver también: Curiosos comportamientos de las hormigas que debes conocer

¿De qué se alimentan estas extrañas hormigas?

Conoces-a-las-curiosas-hormigas-meliferas-1.jpgSHOOTINA710IS/FLICKR

Las hormigas melíferas comen néctar de las flores, fluidos de plantas que contengan azúcar, y también fluidos de insectos muertos. Mientras que las hormigas obreras reúnen alimentos y trabajan en la colonia, la melíferas destinadas como reservas, después de alimentarse, reposan dentro de la colonia guardando nutrientes dentro de sus abdómenes enormes.

Cuando las hormigas obreras vuelven a la colonia por la escasez de comida, las hormigas melíferas regurgitan su comida almacenada para alimentar al resto de la colonia. Lo sensacional de estas hormigas es que mientras esperan para alimentar a sus pares, cuelgan en el techo de la colonia hasta que sus compañeras necesitan de sus nutrientes.

Al igual que muchos otros insectos, las hormigas melíferas suelen morir después de que las obreras y larvas de melíferas consumen su almacenamiento, pues sus cuerpos no pueden volver a su tamaño original una vez que la comida ha sido extraída de sus abdómenes.

Ver también: ¿Cuánto tiempo vive una hormiga?

Supervivencia de las hormigas melíferas

Conoces-a-las-curiosas-hormigas-meliferas-2.jpgDCOETZEE/FLICKR

Estas fantásticas hormigas se caracterizan por ser muy territoriales al punto de generar batallas con otras hormigas por el dominio de la colonia. Las vencedoras invaden la colonia, matan a las hormigas obreras y a su reina, apoderándose así por completo de su territorio para llevar las larvas y las hormigas jóvenes a su nuevo hogar.

A veces otras especies de hormigas invaden el hormiguero de las Mielíferas y se las comen porque están llenas de líquidos dulces. Asimismo, los pueblos indígenas de Australia buscan a estas hormigas de miel en las zonas áridas para alimentarse de ellas.

http://curiosidades.batanga.com/6054/conoces-a-las-curiosas-hormigas-meliferas

Un software de Monsanto podría ser un caballo de Troya en los cultivos

El sistema de plantación prescriptiva de Monsanto FieldScripts actualmente se comercializa en cuatro estados claves del ‘cinturón del maíz’ de EE.UU.: Iowa, Illinois, Minnesota e Indiana. Pero no todo el mundo le da una bienvenida cordial.

FieldScripts es un software diseñado para indicar a los agricultores qué tipo de semillas sembrar y cómo cultivarlas en cada parcela de tierra. El sistema garantiza un cálculo fiable de la distancia óptima que hay que dejar entre las semillas durante la siembra, incluso en pequeñas parcelas de pocos metros. La tecnología se basa en dos adquisiciones históricas llevadas a cabo por el gigante de biotecnología, la de Climate Corporation y la de Precision Planting.

 

La empresa climática Climate Corporation fue fundada en 2006 por dos exempleados de Google. Mediante la detección remota y otras técnicas de cartografía, los inginieros compusieron mapas de todos los campos de EE.UU. y los combinaron con todos los datos climáticos que pudieron obtener.

Para el año 2010, la base de datos de la compañía contenía 150.000 millones de observaciones del suelo y 10 billones de modelos de simulación climática. El objetivo del proyecto era vender a los agricultores seguros para sus cosechas.

 Fuente: http://actualidad.rt.com/ciencias/view/130037-software-monsanto-caballo-troya-agricultores

En 2013 Monsanto compró la empresa por una suma récord de 930 millones de dólares. Un año antes, en 2012, Monsanto había adquirido Precision Planting, un fabricante de sembradoras, por 250 millones de dólares.

En consecuencia, los agricultores recibieron la posibilidad de analizar muestras del suelo de sus campos y cargar los resultados en un sistema común que programa las sembradoras para que puedan sembrar diferentes tipos de híbridos a diferentes profundidades y con distinta frecuencia en función de las características del suelo de cada parcela y de los pronósticos climáticos.

 

Tras llevar a cabo una serie de pruebas en campos de agricultores que se prestaron como voluntarios, Monsanto empezó a anunciar FieldScripts como un software que permite aumentar la cosecha de maíz en aproximadamente un 5% en dos años, algo que ningún otro método puede conseguir.

Más concretamente, experimentos realizados en Iowa y otros tres estados productores de maíz permitieron a los granjeros locales incrementar considerablemente la cantidad de maíz cosechado en cada acre. Según calcula la cadena USA Today, la ganancia extra era de hasta 50 dólares por acre (150.000 dólares por un campo de 3.000 acres).

 

Sin embargo, a pesar de los optimistas pronósticos, la comunidad agricultora ha recibido la innovación con cierto escepticismo. Las dudas se deben a los temores que suscita el uso que se podrá hacer de los datos una vez se hayan introducido en el sistema.

«Nos preocupa quién podrá acceder a los datos y qué podrá hacer con ellos», comentó a la cadena Scott VanderWal, presidente del Buró de Agricultores de Dakota del Sur, un estado que a veces también se incluye en el ‘cinturón del maíz’ de EE.UU.

 

El mayor temor de los granjeros es que las empresas que dispongan de datos altamente sensibles sobre sus cosechas podrán utilizarlos para especular con los precios de maíz, en detrimento de los agricultores. O fijar precios para semillas y fertilizantes, ya que podrán predecir la futura demanda con una gran exactitud.

Otra preocupación es que los secretos comerciales podrían filtrarse y acabar en las manos de agricultores rivales.

La aptitud física mejora las competencias lingüísticas de los niños

Una colaboración  Francisco Guanipa
Referencia: EurekAlert.org .
por Diana Yates, 4 junio 2014

Los niños que están en mejor forma física tienen más rápidas y robustas respuestas cerebrales neuro-eléctricas durante la lectura que sus compañeros con menos aptitudes físicas.

Estas diferencias se corresponden con mejores competencias lingüísticas de los niños que están más en forma, y se producen ya sea que estén leyendo directamente frases u oraciones que contienen errores gramaticales o de sintaxis.

Los nuevos hallazgos, publicados en la revista Brain and Cognition, no prueban que la mayor aptitud influya directamente en los cambios observados en la actividad eléctrica del cerebro, dicen los investigadores, sino que ofrecen un mecanismo potencial que explica por qué la aptitud se relaciona muy de cerca con un mejor rendimiento cognitivo en una variedad de tareas.

«Todo lo que sabemos es que hay algo diferente en los niños con mayor o peor forma», añadió el profesor de salud comunitaria y kinesiología, Charles Hillman, de la Universidad de Illinois, que dirigió la investigación junto con el estudiante graduado, Marcos Scudder, y la profesora de psicología Kara Federmeier«. Ahora bien, esa diferencia puede deberse a la aptitud o, tal vez, a una tercera variable que afecta tanto a la aptitud como al procesamiento del lenguaje, aún no lo sabemos».

Los investigadores utilizaron la electroencefalografía (EEG), colocando una capa de electrodos en el cuero cabelludo, para capturar algunos de los impulsos eléctricos asociados con la actividad cerebral. Las lecturas onduladas de los electrodos parecen lecturas sísmicas capturadas durante un terremoto, y los patrones de ondas características se asocian con diferentes tareas.

Estos patrones se denominan «potenciales relacionados con eventos» (ERP), y varían de acuerdo con la persona que está siendo evaluada y la naturaleza del estímulo, dijo Scudder.

Por ejemplo, si usted escucha o lee la palabra de una frase que tenga sentido («Te pones los zapatos en los pies»), la componente ondiforme cerebral conocida como el N400 es menos pronunciada que si usted lee una frase donde la palabra ya no tiene sentido («En la escuela cantamos zapatos y danzamos», por ejemplo), continuó Scudder .

«Nos centramos en la N400, porque está asociada con el procesamiento del significado de una palabra», dijo. «Y luego también buscamos otra ERP, la P600, que está asociada con las reglas gramaticales de una oración». Federmeier, coautora del estudio, es una experta en las bases neurobiológicas de la lengua. Su trabajo inspiró el nuevo análisis.

Los investigadores encontraron que los niños que eran más aptos (medido por el consumo de oxígeno durante el ejercicio) tuvieron mayor amplitud de ondas de N400 y P600 que sus menos aptos compañeros al leer frases normales o sin sentido . La N400 también tuvo una latencia más corta en niños que estaban más en forma, lo que sugiere que procesan la misma información con mayor rapidez que sus compañeros.


Lo más importante, según los investigadores, es que estas diferencias en la actividad cerebral se correspondían con un mejor rendimiento en la lectura y la comprensión del lenguaje en los niños que estaban más en forma .

«Los informes anteriores han demostrado que la mayor amplitud de N400 se puede ver en los lectores de mayor capacidad «, dijo Scudder .

«Nuestro estudio muestra que la función cerebral de los niños de mayor aptitud es diferente, en el sentido de que parecen ser capaces de asignar mejor sus recursos cerebrales hacia los aspectos de la cognición que apoyan la comprensión lectora», explicó Hillman .

Sería necesario estudiarlo más para desentrañar las causas de la mejora cognitiva de los niños que están más en forma, añadió, aunque estos nuevos hallazgos se suman a un creciente cuerpo de investigaciones que ha encontrado fuertes vínculos entre la condición física y la función saludable del cerebro .

Muchos estudios realizados en la última década, sobre niños y los adultos «han demostrado en repetidas ocasiones un efecto de incremento en cualquiera actividad física, en el estilo de vida o en mejoras en la capacidad aeróbica, y que esas conductas tienen consecuencias saludables para la estructura cerebral, tanto de la función cerebral como del rendimiento cognitivo», dijo Hillman .


– Investigación realizada con el apoyo del National Institute of Child Health and Human Development at the National Institutes of Health.
– Fuente: Artículo original «The Association Between Aerobic Fitness and Language Processing in Children: Implications for Academic Achievement,» en la Universidad de Illinois Bureau News.
– Imagen.1. Los investigadores registraron la actividad cerebral de los participantes utilizando la electroencefalografía, que capta las señales mediante decenas de electrodos sobre el cuero cabelludo. Crédito: Charles Hillman.
– Imagen.2. Charles Hillman (derecha) de Universidad de Illinois y el estudiante graduado, Marcos Scudder, mirando la actividad eléctrica cerebral para que ayude a explicar por qué la mejor aptitud física se asocia con mejores habilidades del lenguaje en los niños. Crédito: L. Brian Stauffer. – See more at: http://bitnavegante.blogspot.com.es/2014/06/la-aptitud-fisica-mejora-competencias-linguiesticas.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed:+bitnavegante+(BitNavegantes)&utm_term=Google+Reader#sthash.3JA8ceTr.dpuf

domi El corazón o el púlpito

El aperturismo del papa Francisco hacia el celibato devuelve la esperanza a los curas casados

8.000 sacerdotes han contraído matrimonio en España desde los setenta

“Los funerales, sin ti, no son funerales ni son nada”. Probablemente ninguna mujer en el planeta, aparte de Pura Loureiro, habrá recibido un piropo semejante. No es que esperase las defunciones como agua de mayo, pero Guillermo Prieto, cura en el municipio coruñés de A Laracha, se apuntaba el primero para participar como cooficiante en los entierros de la parroquia vecina de San Martiño de Lestón. ¿La razón? Que a los sepelios iba todo el mundo y estaba garantizada la presencia de Pura, una mujer resplandeciente, verdadera pompa entre la negrura fúnebre, de la que el sacerdote se enamoró hasta la médula. Él llegaría a ser uno de los 8.000 curas o religiosos que se han casado en España en los últimos 40 años, según el Movimiento por el Celibato Opcional.

Don Guillermo terminó rompiendo el hielo de la manera más tonta. Marró varias veces en su intento de abordarla a la salida del templo. El moño rubísimo de Pura se esfumaba siempre entre la multitud hasta el día en que el cura descubrió que la vecina, en vez de enfilar el camino de casa, quedaba tras el muro del camposanto poniéndole flores a su padre. Al cura enamorado no se le ocurrió mejor cosa que comprarle una máquina de tejer a su sobrina y pedirle a Pura, que a esas alturas ya rondaba los 40 y había levantado sin ayuda de nadie un taller textil, que aceptase a la chica como aprendiz. Fue entonces cuando el sacerdote, a principios de los años setenta, al filo de su 60 aniversario y con sotana hasta los pies, tuvo al fin excusa para empezar a frecuentar el negocio de su amada.

Pura era madre soltera. Su novio había muerto hacía años en accidente y ella crió al niño sin buscar jamás pareja. Hablaban siempre a través del mostrador de la tejeduría: “Alguna vez, tu hijo crecerá y quedarás sola”, “nunca se sabe, puedes encontrar un hombre bueno”, “yo sé de uno que se casaba contigo de buena gana”… Así hasta el día en que el cura se confesó: “¿Y si te dijera que ese hombre soy yo?”

El día de la boda, Guillermo Prieto repartió sus sotanas entre otros curas

“¡Menudos nervios! Noté cómo me empezó a subir la sangre hirviendo por las piernas hasta las orejas”, recuerda ahora Pura en su casa de Paiosaco, A Laracha, donde guarda como un tesoro su foto de boda. La parroquiana deslumbrante ha cumplido ya los 82 y es viuda desde hace dos años. Guillermo, al que sigue llorando muchas veces al día, murió con 101, después de cuatro décadas de un matrimonio en el que todavía hubo tiempo de engendrar a Lorena, orgullosa de ser hija de un cura casado y hermana del otro vástago de Pura, al que Guillermo también quiso.

Tras la proposición, Pura optó primero por evitar al sacerdote. “Primero me lo tomé muy mal”, cuenta la viuda. “Oiga usted, los curas no se pueden casar. Me parece que se está equivocando de mujer’, le dije, y él me respondió: ‘Sí, Pura, sí, los curas se casan. ¡Cómo no se van a casar!’ Después me fueron enamorando sus palabras. Lo que más me gustaba de él era que solo decía verdades”. Tardó un año en dar el sí y luego pasó casi otro entero hasta que el hombre, contacto en Roma mediante, logró la dispensa papal.

Pura recuerda que “las calumnias y las críticas, en el pueblo, fueron de espanto”, y por supuesto se extendió el infundio de que estaba embarazada. “En aquella época se hablaba mucho en la comarca de los curas y sus criadas… pero lo nuestro era distinto para todos”. Un escándalo. Al fin, se casaron por la Iglesia, fuera de su pueblo, el 24 de julio de 1974, “día de Santa Cristina”. La novia cosió para la ocasión “un vestido tres cuartos de flores con escote de tres picos”. Guillermo repartió sus sotanas entre otros curas que “nunca dejaron de ser amigos”.

Julio Pérez Pinilla y su esposa Emilia Robles. / BERNARDO P´

Desde la década de los setenta, según Moceop (Movimiento por el Celibato Opcional), el colectivo fundado en 1977 para defender el derecho a seguir ejerciendo el sacerdocio de los curas que contraen matrimonio, se han casado unos 8.000 curas o religiosos de los cerca de 27.000 que hay en España. En el mundo son unos 100.000, sostiene la Confederación Internacional de Curas Casados (en la que se integra Moceop).

El Vaticano, que ha aceptado a los curas casados procedentes del anglicanismo o de las iglesias católicas orientales, concede hoy unas 700 dispensas al año a los de su propio rito. Con ellas, sacerdotes de Europa occidental y América Latina, principalmente, obtienen autorización para casarse por la Iglesia. Pero no todos la consiguen. Muchos ni siquiera llegan a pedirla. En todo caso, con dispensa o sin ella, una vez han contraído matrimonio no pueden en principio ejercer, aunque el sacramento de la ordenación es de por vida y mueren siendo curas. Algunos siguen oficiando misa, confiando en que la situación no llegue a oídos del obispo o en que, si este se entera, decida no intervenir.

“Entre 1964 y 1996, según la cifra oficial que obtuvimos de un anuario del Vaticano, casi 58.000 sacerdotes diocesanos y religiosos pidieron la secularización”, explica Emilia Robles, esposa de Julio Pérez Pinillos —un cura casado que sigue dando misa en Vallecas (Madrid)— y presidenta del movimiento Proconcil. “Lo que no sabemos es qué ha pasado después de esa fecha”, lamenta.

Julio y Emilia, teóloga de vocación y soldadora de oficio, se conocieron en 1973 trabajando en la fábrica de Intelsa (hoy Ericsson). Empezaron hablando de Dios y el espíritu misionero, y tuvieron que ser sus compañeros de plantilla quienes les hicieron caer en la cuenta de su enamoramiento. “El cardenal Tarancón nos ayudó muchísimo, pero al final, en el 77, nos casamos sin dispensa papal en un colegio, ante 200 invitados y 20 curas amigos”, cuentan.

Aquella unión fue válida para ellos, pero no ante Roma ni el Estado. “Tuvimos que esperar hasta que se aprobó la Constitución”, sigue explicando Emilia, “porque antes los curas sin dispensa no podían casarse por lo civil”. Hoy, Pérez Pinillos, padre de tres chicas de nombres bíblicos, oficia en Vallecas, “pero de forma discreta, nunca la misa de 12 los domingos”. Y el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, aferrado a la defensa del celibato obligatorio —para él, “una norma unida a las verdades profundas de la fe que no se debe revisar”—, está informado.

Pérez Pinillos, padre de tres chicas, oficia en Vallecas (Madrid) de forma discreta

La Conferencia Episcopal Española no aporta cifras para rebatir los números recabados por los grupos aperturistas de la Iglesia católica, que sitúan el porcentaje de curas casados en el 29%. Tampoco ha querido pronunciarse, de momento, tras un par de acontecimientos recientes que han devuelto la esperanza y las ganas a las comunidades cristianas de base.

Primero fue la noticia de la carta que enviaron en mayo al papa Francisco 26 italianas enamoradas de curas (en realidad, una anécdota frente a tantas como son en el mundo) denunciando el “devastador sufrimiento al que está sometida una mujer que vive con un sacerdote” en la clandestinidad. Después fue el propio Bergoglio quien habló. Y lanzó un mensaje sorprendente desde el avión, en su viaje de vuelta a Roma desde Jerusalén esta semana: “El celibato es una regla de vida que aprecio mucho y creo que es un regalo para la Iglesia”, dijo, “pero, ya que no es un dogma, la puerta está siempre abierta”.

Desde Juan XXIII y Pablo VI, desde el Concilio Vaticano II, ningún papa había dicho nada semejante. “Lo malo es que Bergoglio ya tiene 77 años y a lo mejor no le da tiempo” de girar el timón y marcar un rumbo nuevo a la Iglesia, opina otro cura, el vallisoletano José Centeno, que desde que eligió casarse con Esperanza, en 1975, solo ha celebrado misa o confesado media docena de veces: “Las resistencias en la curia son muy grandes”.

“Las críticas en el pueblo fueron de espanto”, recuerda Pura Loureiro

“Las palabras de Francisco las vivo con esperanza, pero también con precaución y paciencia”, reconoce el albaceteño José Luis Alfaro, “aunque hay cambios mucho más profundos que son más necesarios”. “Empezando por que se renueve el estilo de cura y de parroquia, que hoy se han convertido en oficinas de sacramentos, iglesias que despachan ceremonias”. Siendo cura de Fuentealbilla, Alfaro se prendó de Juani, la maestra de la escuela. Cuando se casaron, los parroquianos le regalaron una especie de diploma: “En la Iglesia nos hablabas de Dios, y con tu matrimonio nos das testimonio de Dios”, le decían. Cuando pidió la dispensa, en 1976, creyó que se adelantaba “por muy poquito” a la abolición del celibato obligatorio. “Entonces vivíamos lo que se llamó la primavera conciliar, y teníamos el convencimiento de que era algo inminente”, recuerda. Pero no.

Bien entrado el siglo XXI, el ourensano Gumersindo Meiriño decidió que quería pasar el resto de su vida difundiendo el Evangelio en compañía de María Benetti, una laica entregada al cuidado de enfermos que conoció de misionero en Santo Tomé (Corrientes, Argentina). En Ourense el obispo pedía a los fieles que rezasen para que el clérigo enderezase el rumbo. Cuando decidió casarse, advirtió a los feligreses del pecado que cometerían si respaldaban esos esponsales. El valiente que asistiese a la boda, celebrada en un club de deportes de Virasoro, ya no podría comulgar, les dijo.

Hasta el Concilio de Trento, en el siglo XVI, no se impuso el celibato

Un tercio de los sacerdotes que se han casado nunca han pedido la dispensa. Algunos explican que por “coherencia”, por “objeción de conciencia”, porque se resistían a “mentir” e incluso a “renegar de su fe”. Los requisitos para obtenerla han variado dependiendo de los papas. Con Juan Pablo II, según Moceop, se cerró prácticamente esta vía. Wojtyla llegó a reconocer que la abolición del celibato obligatorio terminaría siendo “inevitable”, pero no quería que fuese bajo su mandato.

El colectivo por el celibato opcional cita numerosos casos de religiosos que tardaron 20 años en lograr el documento porque “fueron sinceros”. Otros, en cambio, se hicieron con el visto bueno simplemente “inventando un embarazo o tras un doloroso proceso en el que les obligaron a declarar cosas terribles, como que habían perdido la fe o eran obsesos sexuales”, denuncia el sacerdote casado Andrés Muñoz, esposo de Teresa Cortés, presidenta de Moceop. Él nunca pidió la dispensa, se casó por lo civil y dice que ahora ya le “importa todo tres narices”. “La carta de estas mujeres al Papa es un grito desgarrador, pero a Francisco, que efectivamente está teniendo gestos, no lo veo muy lanzado. Estamos hablando del organismo más atrasado de la historia. Yo soy profundamente religioso, pero si la Iglesia no sirve a la humanidad, no vale”, defiende Muñoz. La “hipocresía y la cerrazón”, “el empecinamiento en mantener a los curas como una casta aparte”, según él, acabarán reduciéndola a “algo minoritario”: “A nosotros nos tratan como a desertores, como a traidores, y mientras hacen la vista gorda con muchos sacerdotes que se sabe que viven con una mujer pero no salen a la luz. Hay una máxima que se nos repite a todos los seminaristas: ‘Si no puedes ser casto, sé cauto’. Y así están las cosas”.

Ramón Alario, cura casado desde 1980. /BERNARDO PEREZ

Antes de obtener la dispensa, según los integrantes de Moceop que lo sufrieron, los curas tenían que pasar el examen de un psicólogo. Al final, éste concluía que padecían un trastorno mental y por eso querían casarse. “La dispensa denigraba el matrimonio como si fuera un estado inferior, un sacramento para sacerdotes desequilibrados”, insiste en la misma idea Emilia Robles.

El gaditano Juan Cejudo habría perdido media vida si hubiese aguardado por el permiso papal para contraer matrimonio con Manoli, a la que conoció siendo un cura obrero que “nunca vestía sotana, sino mono de trabajo”. Al salir del seminario hizo “un curso de calderero-tubero” y encadenó empleos en astilleros y empresas auxiliares. “Lo malo es que siempre me echaban”, relata, “al enterarse de que era cura”. “En el 77, a los tres meses de empezar a salir con ella, pedí la dispensa”, recuerda. “No me la dieron hasta el año 2000”. Claro que, ante el silencio de la jerarquía, en 1979 se tomó la libertad de casarse.

“Lo que ha dicho esta semana el Papa es una obviedad: el celibato no es un dogma”, opina Cejudo. “Nosotros llevamos cuatro décadas reivindicándolo. Los apóstoles estaban casados, y solo se empezó a plantear el tema a partir del concilio de Elvira y después en Letrán. Hasta Trento, en el siglo XVI, no se impuso el celibato”. Al principio, lo único que se exigía a los sacerdotes era que se abstuviesen de mantener relaciones el sábado si el domingo iban a celebrar la Eucaristía. Pero con el tiempo el celibato se impuso; entre otras cosas, según Moceop, para asegurar que la Iglesia, y no los hijos, heredase los bienes del cura al morir. Hoy, según muchos clérigos, se mantiene porque las cargas familiares obligarían a subir el salario a párrocos que no llegan a mileuristas.

No se celebra ya la Eucaristía en muchas parroquias por falta de cura

Por otro lado, la Iglesia tampoco puede prescindir de su mermado ejército. “La escasez de curas es pavorosa, un problema muy serio que hasta ahora no ha afrontado”, comenta Ramón Alario, un religioso casado de Cabanillas del Campo (Guadalajara), que se unió e Paloma en 1980 sin pedir la dispensa. “La Conferencia Episcopal padece una esclerosis absoluta. En muchísimas parroquias de España ya no se celebra la Eucaristía por falta de sacerdote”.

Solo una, entre las 26 italianas, firmó la carta con su nombre. Las demás probablemente no lo hicieron porque son víctimas de una relación oculta, un fraude alimentado por curas que ejercen, llevan doble vida y nunca se casan. Esos no entran dentro de los 100.000 a los que representan las federaciones latinoamericana y europea de curas casados, esta última con congreso en Bruselas dentro de medio mes. Este diario ha telefoneado a varios sacerdotes cuya relación no oficial es conocida y consentida por los parroquianos, pero ninguno quiso hablar.

“Pero vamos a ver”, protesta Pura Loureiro cuando se le habla de la famosa carta. “Estar con una mujer no es pecado. Los curas también son hombres y es lo natural. ¿Qué pasa?, ¿que no tienen corazón como los otros?”.

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domi APOLINARISMO

La herejía de Apolinar (por el 315-392), que fue obispo de Laodicea de Siria, tiene que colocarse en el marco de las controversias cristológicas del s. 1V. Después de haberse combatido entre los ss. II y III el docetismo, que decía que el verbo no se había hecho hombre de forma real y definitiva, y después de haberse definido en el primer concilio ecuménico, celebrado en Nicea en el 325, la verdadera divinidad de Cristo en respuesta a la tesis arriana, los Padres de la Iglesia se comprometieron en el debate sobre el modo con que se llevó a cabo la encarnación.

Los protagonistas de las discusiones,  que habrían de durar mas de un siglo, pertenecen generalmente a las dos escuelas teológicas mas importantes del Area oriental, la alejandrina y la antioquena. La primera propondrá una cristología del tipo «Verbo-carne”, reservando la mayor atención posible a la unidad personal de Cristo, en detrimento muchas veces de la plenitud y de la autonomía de la humanidad asumida por el Verbo. La segunda establecía una cristología del tipo «Verbo-hombre», donde la acentuación de la integridad de la naturaleza humana y de la distinción entre ésta y la naturaleza divina no iba siempre acompañada de la atención necesaria a la unidad de sujeto. La teoría propuesta por Apolinar pertenece al ámbito de la cristología alejandrina y representa en efecto, la versión más aceptable, tesis de fondo, consiste en afirmar que el Verbo, al encarnarse; habría tomado el puesto del alma humana de Jesús. No habría asumido una humanidad integral, sino sólo un cuerpo, convirtiéndose totalmente y para todos los efectos en el principio vital del mismo.

Así pues, Apolinar piensa en un Cristo que no es plenamente humano, ni únicamente Dios, sino un ser intermedio derivado de la unión substancial entre Dios, el Hijo, y un cuerpo inanimado. Pero es de la opinión de que esta concepción puede salvaguardar la unidad de Cristo y, sobre todo, su santidad personal. En efecto, al faltar el alma racional, llega a faltar aquel principio operativo autónomo que, al ser fuente de pasiones y de pecado, se encontraría inevitablemente en contraste con el Verbo. De aquí se sigue que el Verbo, al ser el gestor total de la «carne» asumida, puede realizar con eficacia la obra de la salvación.

Por el contrario, de las reacciones de sus adversarios se deduce claramente que una cristología semejante no es capaz de salvar el valor soteriológico de la encarnación, ya que no consigue prever ni admitir en este sentido la participación plenamente libre y gratuita del hombre Jesús.

La herejía apolinarista fue condenada en varios sínodos y luego, oficialmente, en el primer concilio de Constantinopla, que se celebró en el año 381.

Battaglia

 

Bibl.: Ch. Kannengiesser, Apolinar de Laodicea (Apolinarismo}, en DPAC 1. 174-176; A. Grillmeier, Cristo en la Tradición cristiana, 1, Sígueme, Salamanca.

http://www.mercaba.org/VocTEO/A/V_apolinarismo.htm