Archivo por días: diciembre 8, 2014

domi SITIOS SINIESTROS – ASTANA, KAZAKHSTAN

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Astana es la primera capital que se construye en el siglo 21 y que representa a la perfección dónde se dirige el mundo. Es verdaderamente la visión de un hombre: Nursultan Nazarbayev, presidente de Kazajistán (sí el país de Borat, lo sé). Con el respaldo de miles de millones de petrodólares, la ciudad está siendo construida desde cero en un área remota y desierta de las estepas asiáticas. El resultado es sorprendente: una capital de ocultismo futurista, abrazando al Nuevo Orden Mundial, mientras celebra la religión más antigua conocida por el hombre: Adoración de Sun. La ciudad sigue siendo un sitio de construcción enorme, pero los edificios que ya se han completado ya resumir la visión oculta de Nazarbayev.

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http://luis40pr.wordpress.com/2014/03/05/sitios-siniestros-astana-kazakhstan/

Detectan la red cerebral que proporciona la capacidad humana de razonamiento superior


Cuando se trata de salir de una situación difícil, los seres humanos tenemos una ventaja evolutiva sobre otros primates. Tomemos como ejemplo, el viaje del Apolo 13 en el cual los ingenieros, contra todo pronóstico, improvisaron un filtro químico en un módulo lunar para prevenir que la acumulación de dióxido de carbono matara a la tripulación.

Los científicos de UC Berkeley, han descubierto una creciente evidencia cerebral que ayuda a explicar cómo los humanos han sobresalido en el «razonamiento relacional», una habilidad cognitiva en la que discernimos patrones y relaciones a fin de dar sentido a la información aparentemente no relacionada, como la resolución de problemas en circunstancias desconocidas.

Sus resultados, publicados en la edición de 3 de diciembre del journal Neuron, sugieren que cambios sutiles en los lóbulos frontal y parietal del cerebro están relacionados con la cognición superior. Entre otras cosas, la red frontoparietal juega un papel clave en el análisis, la recuperación de la memoria, el pensamiento abstracto y la resolución de problemas, y tiene la fluidez para adaptarse de acuerdo con la tarea a realizar.

«Esta investigación nos ha llevado a tomar en serio la posibilidad de que los ajustes en esta red, durante una escala de tiempo evolutivo, podrían ayudar a explicar las diferencias en la forma en que los humanos y otros primates resuelven los problemas», decía Silvia Bunge, neurocientífica de la Universidad de Berkeley, e investigadora principal del estudio. «No es sólo que los seres humanos tengan un lenguaje a su disposición, también tenemos la capacidad de comparar e integrar las distintas partes de información de una manera que otros primates no hacen.»

En la revisión de decenas de estudios, incluyendo el suyo propio, donde usa la neuroimagen, la neuropsicología y los métodos de desarrollo cognitivo y otras investigaciones, Bunge y sus colegas investigadores, llegaron a la conclusión de que los cambios anatómicos en la red frontoparietal lateral a lo largo de milenios han servido para aumentar las habilidades de razonamiento humanos.

«Dada la evidencia de apoyo en otras especies, postulamos que las conexiones entre estas regiones frontal y parietal han brindado el apoyo necesario para que nuestra capacidad única para razonar, usando relaciones abstractas», dijo Michael Vendetti, co-autor del estudio e investigador postdoctoral de neurociencia en la UC Berkeley.

El razonamiento relacional es un proceso cognitivo de alto nivel en el que hacemos comparaciones y encontramos equivalencias, como se hace en el álgebra, por ejemplo. Comparaciones de primer orden para identificar la relación entre dos elementos o actividades de las siguientes maneras: semántico (el martillo se utiliza para golpear un clavo), numérico (cuatro es mayor que dos), temporal (nos levantamos de la cama antes de ir a trabajar) o visoespacial (el pájaro está en la parte superior de la casa). Las comparaciones de segundo orden o de orden superior van un paso más allá, equiparando dos o más conjuntos de relaciones de primer orden (una cadena es un enlace como un ramo es una flor).

Para probar la hipótesis de que ese don humano para el razonamiento relacional pueda ser rastreado en cuanto a los cambios del desarrollo y evolución de la red frontoparietal lateral del cerebro, los investigadores examinaron estudios que han seguido los cambios anatómicos en el cerebro humano en desarrollo, han comparado los patrones neuronales en los humanos y primates no humanos, y han comparar cómo los primates y los humanos abordan diversas tareas de razonamiento.

Su exhaustivo meta-análisis identificó tres partes del cerebro que juegan un papel clave en el razonamiento relacional, la corteza prefrontal rostrolateral, la corteza prefrontal dorsolateral y el lóbulo parietal inferior, con la región rostrolateral más activamente involucrada en el segundo orden razonamiento relacional.

Al observar el desarrollo del cerebro, encontraron que «la poda sináptica«, que por lo general se lleva a cabo en la adolescencia, cuando la sustancia blanca sustituye a la materia gris y las señales entre neuronas se aceleran, era más evidente en las regiones parietal inferior del cerebro.

También fue crucial para sus hallazgos, un estudio dirigido por el neurocientífico Mateo Rushworth, de la Universidad de Oxford, que comparó los patrones neuronales de humanos y monos macacos. Si bien encontraron que los humanos y los primates compartían similitudes en las regiones frontal y parietal del cerebro, la actividad en la corteza prefrontal rostrolateral humana difería significativamente de la de la corteza frontal del mono macaco.

«Habíamos planteado la hipótesis de que pudieron haber cambios evolutivos en esta región que apoyaran nuestra capacidad de razonamiento, así que nos alegramos mucho cuando Rushworth y sus colegas salieron con estos resultados», dijo Vendetti.

Entre tanto, en los estudios de comportamiento que analizaron, hallaron que los seres humanos utilizaban estrategias de orden superior para guiar su juicio, mientras que los primates dependían más de las similitudes perceptuales y eran más lentos en el razonamiento y la resolución de problemas.

«Estos resultados no prueban necesariamente que los primates sean incapaces de razonar usando el pensamiento de orden superior, sino que aunque sea posible entrenar a no-humanos para producir un rendimiento similar al humano en tareas relacionadas con la orden superior de pensamiento relacional, no es algo que venga naturalmente con ellos», concluyó el estudio.

En general, dijo Bunge, «Los resultados nos permiten hacernos una idea de  la inteligencia humana mediante el examen de cómo hemos llegado a donde estamos examinando nuestros cambios a través de la evolución y el desarrollo.»


-Fuente: University of California – Berkeley .
-Publicación: Cell-Neuron .
– Imagen: Los científicos identificaron la red frontoparietal interpretando un papel clave en el razonamiento de orden superior. Crédito: iStockphoto / University of California – Berkeley. – See more at: http://bitnavegante.blogspot.com.es/2014/12/red-cerebral-para-el-razonamiento-superior.html#sthash.arfJQzRG.dpuf

domi Plantas Inteligentes

 

 

 

Entrevista con Beatriz Caiuby Labate
Por: Samira Feldman Marzochi
Traducción: Ricardo Díaz Mayorga

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Bía Labate es una antropóloga brasileña que estudia la ayahuasca, especialmente sus usos urbanos en su país. También ha estudiado los rituales en Colombia y principalmente en Perú y su tema central de investigación son las transformaciones del chamanismo tradicional. Es graduada de la Universidad Unicamp de Campiñas, Brasil, donde le fue concedida la Maestría en Antropología Social, y donde en la actualidad, opta su doctorado en Ciencias Sociales. Es coeditora del libro “O uso ritual da ayahusca” y también del libro “O uso ritual das Plantas de Poder” (en prensa). Pertenece al NEIP – Centro de Estudios Interdisciplinarios de los Psicoactivos ( www.neip.hpg.ig.com.br/ ), un grupo de intelectuales contra la prohibición de las drogas.

Fotos:Evelyn Ruman
evelyna@ajato.com.br
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Samira Feldman Marzochi es graduada en Sociología (1995), Ciencia Política y Antropología (1996) por la Unicamp (Brasil). Para su Maestría en Sociología de la Cultura trabajó con redes electrónicas y ONGs. Su doctorado en Ciencias Sociales es sobre sistemas institucionales (Sistema de la ONU, Estados, ONGs) y producción de conocimiento. De ahí su interés por las redes ayahuasqueras como posibilidades de “desprogramación” individual en el interior de la sociedad sistémicamente organizada, en que la memoria colectiva es cada vez más producida por los bancos de datos institucionales.

 

 

La antropóloga brasileña, ganadora en su país de un premio nacional de posgraduados, por su Tesis de Maestría “La reinvención del uso de la Ayahuasca en los centros urbanos” –recientemente publicada en portugués–, es entrevistada por la socióloga Samira Marzochi acerca de su trabajo de investigación sobre esa “planta sagrada”, sobre el desarrollo de ese tipo de investigación en los medios académicos y sobre las implicaciones que su trabajo ha tenido.

La antropóloga, que ganó el premio Ancpos a la mejor disertación de maestría en 2001, lanza la 2ª Edición, revisada y ampliada, del libro “O uso ritual da Ayahuasca” (Labate y Sena Araujo compiladores, Campinas, Mercado de Letras/Fapesp, 2004, 2ª ed., 736 p.), considerada una referencia para el estudio de la ayahuasca (psicoactivo también denominado daime, vegetal, yagé (ayahuasca) o caapi), obtenido generalmente a partir del cocimiento del bejuco Banisteriopsis caapi y del arbusto Psychotria viridis, que contienen DMT). La bebida ha sido utilizada por poblaciones de la Selva Amazónica (indígenas, vegetalistas, mestizos y caucheros) y por tres grupos principales: el Santo Daime, la Unión del Vegetal-UDV y la Barquiña. A partir del inicio de la década de los ochenta, estas religiones cristianas se expandieron hacia los grandes centros urbanos brasileños y después hacia varios países del mundo.
MARZOCHI: ¿A qué atribuye Ud. el éxito de su libro? ¿Cree que hay un creciente interés académico por el tema, o este éxito se debe más a una gran curiosidad sobre la ayahuasca?
LABATE: Hicimos un tiraje inicial de mil ejemplares que, comercialmente hablando, no es mucho. Pero, para un libro académico, es razonable, teniendo en cuenta el tamaño (686 páginas). La primera edición se agotó en prácticamente 5 meses. Creo que muchos ayahuasqueros –población que no sobrepasa las quince mil personas en el Brasil– compraron la obra, que tiene también salida en el universo New Age en general. En promedio, el asunto alcanzó su apogeo en los años ochenta, pero continúa despertando curiosidad, pues está asociado a la “cuestión de las drogas” y de las “nuevas sectas religiosas”. Por ejemplo, apenas sobre el Santo Daime se están realizando en el momento, cuatro documentales nacionales e internacionales!
Al mismo tiempo, el tema de las religiones ayahuasqueras, aunque sea visto con cierta desconfianza en la academia (por ejemplo, es frecuente que las personas hagan chistes del tipo “¿Usted va a ofrecer el brebaje en la defensa?”), hay un interés creciente sobre el asunto. Las personas se están dando cuenta que esto está relacionado con importantes cuestiones teóricas, que van más allá de las simples descripciones de carácter local. Sumando los escritos sobre el Santo Daime, en las décadas de los 80 y 90, no sobrepasamos los dedos de las manos. Hasta hace muy poco tiempo, había solamente una tesis en el área de antropología sobre la Barquinha y otra sobre la Uniao do Vegetal. En los últimos seis meses, tuve conocimiento de unas diez investigaciones en curso sobre tales religiones, en áreas diferentes. Esperamos justamente que el libro sea un marco, en el sentido de dar visibilidad y consolidar la legitimidad de este campo emergente de estudios. Aunque parece haber un cierto entusiasmo con el lanzamiento de la segunda edición, confieso que es una incógnita cómo se venderá y si habrá otras en el futuro. Espero que sí… Un sueño nuestro es traducir el libro al inglés. En caso contrario permanecemos mudos. Pero esto es muy difícil.
MARZOCHI: ¿Qué es la ayahuasca para aquellos que estudian los psicoactivos, qué es para los que participan de los rituales religiosos que utilizan la bebida, y qué es para Ud.?
LABATE: Recientemente, participé como consultora de una serie que el programa Fantástico de “TV Globo” está haciendo, titulada Ritos Sagrados Brasileños. Filmamos un episodio sobre la Uniao do Vegetal – UDV, en Porto Velho (Rondonia), donde este grupo fue fundado en la década del 60, por José Gabriel da Costa, conocido como Maestro Gabriel. Pregunté a Maestra Pequenina, su viuda, hoy con setenta y cinco años, en referencia a los discípulos de la UDV, lo que era la burracheira (término a través del cual se denominan, en este contexto, los efectos experimentados a partir de la ingestión del brebaje). Ella me respondió de manera un poco cortante: “–¿Ud. ya la bebió?”; yo dije: “–Si”; ella entonces replicó: “–Entonces Ud. sabe”. Es claro que para los objetivos de la entrevista no era importante mi opinión sino la de ella, pero aprovecho ahora para una vengancita, haciendo lo mismo con Ud…
Bromas aparte, la respuesta de M. Pequenina indica, por un lado, que desde el punto de vista nativo es valorada la dimensión vivencial, subjetiva (por tanto, individual); y por otro, que la experiencia tiene un grado de inefabilidad. Es difícil responder de manera generalizante lo que es “la ayahuasca”. Un amigo curandero me contó, que un día dio la planta a un ciego (había nacido con una dolencia congénita y perdió la visión a los pocos años). Cuando terminó la sesión, el paciente estaba encantado. Le contó que había podido “ver”. ¿Cómo habrá sido su experiencia? (El ayahuasquero me explicó entusiasmado, “él dijo que vio la luna llena… y esa noche era de luna llena”. Le pregunté y no me supo decir si el ciego conocía anticipadamente el calendario lunar).
Como se sabe, la ayahuasca puede estar asociada a contextos de uso tan diversos como la guerra, la caza, la curación, la hechicería, la producción artística, los ritos de iniciación y de luto, el poder político y cósmico, los rituales religiosos cristianos, etc. Talvez una idea que los permea a todos, es que el mundo de la ayahuasca –de los espíritus, del sueño y de la muerte– es interpretado como la verdadera realidad, que controla esta otra, aparente, ilusoria. Ella es considerada una planta de conocimiento, de poder –un ser vivo, un espíritu-planta– que enseña y conforta, pero que castiga también.
MARZOCHI: En una reseña sobre su libro, publicada en la revista Horizontes Antropológicos, Marcelo Simao Mercante defiende una “antropología de la ayahuasca”. ¿Cómo es posible una antropología de algo que no es gente?
LABATE: No estudiamos la ayahuasca en sí misma, sino el sistema de representaciones en que está incluida. Por ejemplo, las formas narrativas del ciego descritas antes, determinada expresión artística influenciada por el uso de la bebida, la identidad cultural de un grupo indígena ayahuasquero, etc. No debemos reificar la entidad “Ayahuasca”, tomándola como una realidad preexistente, inclusive desde el punto de vista farmacológico, ella no es homogénea: hay varias combinaciones posibles de plantas (y variaciones internas en cada especie) que reciben, a su vez, nombres tradicionales diferentes.
Al investigar académicamente las plantas sagradas, no tengo la pretensión de responder las angustias o misterios existenciales del ser humano, solo investigar ciertos determinantes socio-culturales de la experiencia. Vale anotar, con todo, que para algunos esta comprensión intelectual de las cosas puede dar una sensación de pertenencia, de fortaleza espiritual, psicológica, existencial, o lo que sea, similar a la experiencia mística. Yo me incluyo en ese grupo de personas. Por eso, no veo dicotomía entre participación e investigación: creo que elegimos y estudiamos nuestros “objetos” para entenderlos mejor, pero también para conocer más de nosotros mismos. Desde niña tengo esta curiosidad sobre lo otro, y la sensación de que la experiencia de la alteridad es también una forma de encuentro con lo sagrado. Y en el caso de la ayahuasca, hay una alteridad cultural y otra de experimentación de temporalidades psicológicas alternativas. En fin, en una palabra, considero la antropología también una ciencia iniciática.
MARZOCHI: Algunas investigaciones sobre la sustancia tienden a conferirle una personalidad. Y más que eso, es como si la ayahuasca tuviera autonomía suficiente para caminar por voluntad propia: salir de la Amazonía, establecerse en centros urbanos brasileños y de ahí, hacia el resto del mundo. En ese proceso, los individuos serían apenas, – utilizando el lenguaje de la parasitología –, hospederos para la transmisión y expansión de la bebida (el agente).
LABATE: Veo que Ud. captó algo esencial acerca del mundo ayahuasquero, de lo que hablé antes un poco: la visión según la cual la bebida es habitada por una entidad, tiene voluntad propia, inteligencia y personalidad. La expansión de las religiones ayahuasqueras hacia el exterior también ha sido interpretada, por los nativos, a partir de un discurso que muchas veces adquiere contornos proféticos o mesiánicos (además si tenemos en cuenta que no en todos los países la ayahuasca posee status legal o definido). Es como si todo fuese conducido por la “fuerza divina”, por el “Poder”, por el “Maestro”. Muchas veces escuché narraciones sobre ayahuasqueros que viajaron al exterior llevando el líquido poderoso, y fueron interrogados y/o revisados por agentes aduaneros que “revisaron absolutamente todo menos la garrafa, que quedó allí inmóvil. Era como si ella fuera invisible!”.
El propio proceso de legalización del consumo del brebaje en Brasil, está lleno de historias entre bastidores que son fantásticas, y a veces poseen un tono igualmente esotérico, como, presiones que se deshicieron por encanto; episodios de autoridades políticas, militares, legislativas o religiosas, que inicialmente perseguían los cultos ayahuasqueros y acabaron adhiriendo a ellos, u ofreciendo protección oficial a sus líderes. Parte del mismo giro conceptual (talvez más fuerte en el contexto daimista) es la noción de que la ayahuasca poseería una forma de control propio sobre las diversas disidencias que surgen a partir de los grupos principales: “fulano abrió un punto del Santo Daime, pero la fuerza con el tiempo va a mostrar si la historia de él es verdadera o no. Si no es, la persona no aguanta, acaba desistiendo”. Es como si la legitimidad en el mundo real fuese directamente concedida por el Astral. En el plano social, a su vez, la diversificación de las formas de consumo de la planta es comprendida como parte de un proceso de expansión natural, inevitable, obvio. Pero sabemos que naturalizar la cultura no es una práctica exclusiva del mundo ayahuasquero.
MARZOCHI: Otra posibilidad de interpretación sería partir de la ayahuasca como “tecnología intelectual”, un modo particular de producir conocimiento. Usando metáforas de la cibernética, es como si la bebida fuese un software que explora espacios poco conocidos de la mente, fijándose como memoria y distribuyendo informaciones nuevas por una red de conexiones cada vez más amplia. En ese cuadro, el hardware no correspondería a la mente individual sino a una colectividad de individuos que, aún así, no superarían a la ayahuasca como sujeto. ¿Cuál es su opinión sobre esas ideas?
LABATE: Hay una tendencia cada vez más popular de unir el universo de las drogas psicoactivas con el de la alta tecnología. Una de las vertientes que se desarrolló puede ser simbolizada por el apóstol del psicodelismo Timothy Leary. En la década del 60, hizo varias experiencias con drogas alteradoras de la conciencia, aproximándose a escritores como William Burroughs, Allen Ginsberg y Aldous Huxley. Acabó siendo expulsado de Harvard, donde enseñaba psicología. Posteriormente pasó a interesarse por el desarrollo de software y por la Internet. De acuerdo con Leary estaríamos próximos a crear un link directo entre el cerebro y el computador, inaugurando una nueva especie, o Era de la humanidad. Filmó sus últimos días de vida en una “cámara de animación”, expuesta on line, y dejó encomendado el lanzamiento de sus cenizas al espacio sideral.

Todo el universo de las raves y de la trance music también evoca esta conexión entre tecnología virtual y drogas. El “éxtasis” parece ser la “niña de los ojos” del momento. Recientemente descubrí que en el propio medio ayahuasquero hay experimentaciones estéticas y tecnologizantes. Aquí mismo en Brasil tenemos noticia de un psiconauta que promueve seminarios internacionales de ciber-chamanismo, donde hay una fusión de plantas visionarias, compuestos psicoactivos y dispositivos de neurotecnología. Estos aparatos tecnológicos interfieren (a través de estimulación de sonido, luz, neuroeléctrica, etc.) en las ondas cerebrales (por ejemplo, la Nova Photosonix Pro, un sincronizador de ondas cerebrales). Tal combinación, se argumenta, potenciaría la navegación psíquica.
¿Cómo conceptos tradicionales de las ciencias sociales, como “trance”, “éxtasis”, “posesión” y “vuelo chamánico” pueden ser reinterpretados a la luz de estos nuevos experimentos? ¿Porqué los “beneficios de la ciencia” son exaltados sin implicar un abandono o superación simultánea de técnicas milenarias?; o ¿Porqué los científicos se representan cada vez más como “chamanes” y usan metáforas que describen a éstos como “tecnólogos de las sociedades primitivas”? ¿Cuáles aspectos terapéuticos y esquizofrénicos pueden ser identificados en la creación de nuevas identidades a través de la fusión del hombre con la tecnología o del viaje del chamán a otras dimensiones?
MARZOCHI: ¿No hay el riesgo de que al lado de estudios antropológicos sobre los diferentes usos rituales de la sustancia, se desarrolle paralelamente una gran mitificación de la ayahuasca, legitimada por instituciones de investigación en ciencia y en antropología?
LABATE: En efecto, las investigaciones ayudan, frecuentemente, a desarrollar una cierta mitificación (o mistificación) de la ayahuasca. Podemos especular en varias direcciones para entender esto. Una de ellas es que, al estudiar un objeto fascinante (en el sentido de aquello que causa extrañeza), absorbemos parte de esa fascinación, nos volvemos una especie de coautores de aquella realidad. Por ejemplo, un etnólogo que traduce a un idioma occidental un mito indígena hasta entonces desconocido, gana para sí un aura especial, que trasciende el status de mero investigador o traductor. Recuerdo que una vez asistí a una charla de un antropólogo en Europa, que criticaba las religiones ayahuasqueras brasileñas, enalteciendo los usos estrictamente indígenas de la planta (los contextos mestizos tampoco estaban bien valorados en su ranking de autenticidad). Ahora, si apenas remotos chamanes de la Amazonía son legítimos herederos de esta tradición –y el investigador es uno de los pocos que tienen oportunidad de beber en aquella fuente– entonces él se convierte en una especie de portero, de mensajero, o de “elegido”. Fuera de la academia, tales discursos han creado, como sabemos, antropólogos-magos, brujos o gurús. Dentro del medio académico, puede tener que ver con el establecimiento de un poder simbólico en la lucha por la territorialidad académica, por la apropiación de ciertos objetos de estudio, por financiamientos, etc.

Otro aspecto debe ser tenido en cuenta. A veces el investigador se ve delante de un dilema político y ético. Termina por omitir o atenuar, consciente o inconscientemente, dimensiones oscuras de la experiencia (por ejemplo, eventuales brotes psicóticos que pueden emerger, u otros aspectos conflictivos que involucran personajes y prácticas del universo ayahuasquero), porque tales factores pueden ser apropiados de manera perversa por los prohibicionistas, incansablemente dispuestos a impedir el derecho de libre expresión religiosa o, para algunos, de autoprogramarse químicamente. Así, en la tentativa de mostrar el lado racional, estructurado y “positivo” de estas prácticas tan estigmatizadas y perseguidas, puede acabarse cayendo en el error inverso, que es el de mitificarlas.

También podemos trazar paralelos con otros objetos de las ciencias sociales: imaginemos un análisis etnológico sofisticado que revele los mecanismos de construcción de la identidad y autenticidad de determinado grupo indígena. Pero dicha población está en lucha judicial con el Estado por sus tierras, que dependen del reconocimiento de su “indianidad”… Al deconstruir mitos fundadores, podemos convertirnos en inconvenientes política y simbólicamente para nuestros objetos. Al mismo tiempo, al dar ropaje científico a sus anhelos, o simplemente crear interpretaciones consideradas interesantes por los nativos, talvez el investigador cambie una referencia interna, o tenga los análisis apropiados en las disputas simbólicas presentes en este campo. Todo esto no es menos válido en contextos legales que autorizan apenas los usos “tradicionales”, “indígenas”, “rituales” o “religiosos” de ciertas sustancias psicoactivas.
MARZOCHI: ¿Para estudiar los rituales que rodean el consumo de ayahuasca es imprescindible beberla? ¿Sería superficial un estudio que se limitase a comprender el modo como grupos sociales se organizan en torno del elemento ayahuasca?
LABATE: Discutí esto largamente en la introducción de mi libro “La reinvención del uso de la ayahuasca en los centros urbanos” (en prensa). Históricamente, creo que la mayoría de los investigadores del área de las ciencias sociales ha bebido la ayahuasca (por lo menos una vez), pero yo no tendría una respuesta-normativa para este tipo de cuestión: depende de la persona, del contexto y de los objetivos de la investigación. Hay excelentes obras de investigadores que tienen fama de haber tomado muy poca ayahuasca, y también escritos académicos malos de usuarios militantes. De cualquier forma, observo que parece haber una presión de los ayahuasqueros, más o menos explícita, para que el investigador participe normalmente de las ceremonias y, en el caso de no estar dispuesto a hacerlo, talvez el acceso a dimensiones relevantes de las comunidades les sea negado.

Una cosa que me ha irritado últimamente es observar una vulgarización de la práctica antropológica. Una gran cantidad de estudiantes de áreas diversas (que probablemente ven una asignatura de antropología), me han buscado con la intención de hacer “investigación” en los grupos, como si la “observación participante” se redujese a una visita a donde se bebe ayahuasca, tomar algunas fotografías y redactar un pequeño relato de la experiencia!
MARZOCHI: Para Enrique Soares Carneiro, la expansión del uso de la ayahuasca ha sido un fenómeno importante en la última década. ¿A qué atribuye Ud. esta expansión? ¿Estaría el fenómeno de la ayahuasca relacionado con lo que se podría llamar una creciente “conciencia ecológica”?
LABATE: La cuestión de la adhesión de la clase media urbana a los cultos del Santo Daime y de la Uniao do Vegetal, ha sido estudiada por varios autores, que argumentan que la expansión está relacionada con una crítica cultural de la modernidad, con una agudización de las contradicciones de la vida moderna y de los principios que la fundan. En mi libro cito autores como Giddens, que afirma que existe una relación integral entre la modernidad y la duda radical. Ligada a la multiplicidad de escuelas, a la especialización, la modernidad impone la pregunta “¿cómo debo vivir?” en términos cotidianos, fortaleciendo un sentido de “identidad” en cada individuo. Hay una búsqueda constante de nuevos tipos de terapia –el self se torna en un proyecto reflexivo–. Argumenté que el uso urbano de la ayahuasca está siendo progresivamente vinculado a un proyecto de autoconocimiento, en consonancia con el énfasis contemporáneo, casi obsesivo, de la “búsqueda de sí mismo”.

Sin duda, otro aspecto importante de la expansión de éstas religiones hacia los centros urbanos tiene que ver con un cierto llamado de la “naturaleza” y de lo “natural”. Algunos autores han demostrado cómo la consolidación del periodo moderno –o aparición de un nuevo orden industrial, o crecimiento urbano, o separación entre mundo urbano y rural– produjo una nueva sensibilidad ecológica. Justamente cuando la naturaleza pasa a ser tratada más intensamente como objeto, emerge el discurso de la naturaleza como sujeto, como alteridad, que debe ser respetada en sí misma, independiente de su utilidad para el hombre. Especialmente en el movimiento de la Nueva Era, ambiente donde estas religiones tienen alguna popularidad, es importante el tema de una espiritualidad ecológica y holística. No esta demás recordar que los grupos ayahuasqueros, dentro de este “espíritu del tiempo”, se autorepresentan como ecológicos, amazónicos, etc.
MARZOCHI: ¿Qué tipo de impacto puede causar sobre las ciencias sociales la idea “nativa” de que la ayahuasca es una “entidad espiritual inteligente”?
LABATE: La pregunta es buena, y difícil de responder. Las ciencias sociales están insertas en el pensamiento occidental y como tal también operan a partir del presupuesto de que existe una separación entre naturaleza y cultura, o de una naturaleza universal a partir de la cual se elaboran diversas culturas. Para las ontologías amazónicas, al contrario, hombres, plantas y animales tienen una esencia cultural común, son todos humanos: hay una unidad de espíritus y una diversidad de cuerpos (“naturalezas”), como apuntan autores como Eduardo Viveiros de Castro. El perspectivismo amerindio y otras nuevas epistemologías, llaman la atención acerca de la necesidad de pensar sobre los “contextos hacedores de contextos” o “contextos de los contextos de aprendizaje”, secuencias más amplias en las cuales todos los paradigmas se enganchan. Tomar en serio nuevas formas de racionalidad y de comunicación no-humanas, implicaría repensar todas las fronteras entre lo humano y lo natural; entre lo animal, lo humano y la máquina; entre cuerpo y mente; entre natural y artificial; entre físico y no-físico; entre sujeto y objeto, etc. Por ejemplo, revisar todo el sistema jurídico occidental, que parte de un imaginario según el cual la conciencia (y la subjetividad) del self tiene que equivaler necesariamente a un cuerpo físico. En el caso de la experiencia con la ayahuasca, el yo se puede desdoblar y viajar a otras multidimensiones. Por otro lado, si las plantas son seres inteligentes, ¿cómo establecer quién es de hecho el “autor” (y propietario) del saber sobre las especies vegetales o de los cantos chamánicos? En esta óptica, la identidad personal gana una especie de irrelevancia, diluyéndose en proceso interactivos más amplios, que vuelven urgente el desarrollo de una noción de interdependencia y responsabilidad universal más fuerte.
http://www.visionchamanica.com/estados-modificados-de-conciencia/plantas-inteligentes

 

domi El acto médico y el amor.

El sánscrito tiene 96 términos para designar al amor. El español tiene 3 (apego, estima, cariño) según el diccionario de la Universidad de Oviedo; el inglés solo uno (love). Es indudable que la cantidad de términos usados para designar el amor, implica la necesidad de aclarar la relación que estos pueblos tienen con el concepto del amor. La lengua esquimal tiene 30 palabras para nombrar a la nieve. Esto habla de la necesidad de los esquimales de aclarar su relación con la nieve. Cuando estemos tan interesados en el amor como los esquimales en la nieve, desarrollaremos un lenguaje adecuado a esta dimensión.

No recuerdo una sola vez que se haya usado la palabra -amor- en toda mi formación médica académica. Pareciera que allí el amor no tiene lugar. Como si se tratara de un concepto sin valor en la preparación de aquel que se va a ocupar de la salud de sus semejantes.

Creemos, sin embargo que en el origen de la enfermedad siempre está involucrado el amor. Hay un conflicto con él. Podríamos decir que el sujeto tiene dificultades en amar, en ser amado o en amarse.
Niklas Lhuman define el amor como un código de comunicación, con cuyas reglas se expresan, se forman o se simulan, determinados sentimientos. O se somete uno a dichas reglas o las niega. Este concepto de ver al amor como un código de comunicación me parece interesante para relacionar esa expresión en código somático que es la enfermedad con esta dificultad que gira en torno al amor. Los códigos amorosos se han expresado siempre de acuerdo a las estructuras sociales de su tiempo; desde el amor cortés del medioevo al amor pasional del siglo 17 y al amor romántico del siglo18, y estos códigos se pueden reconocer en las expresiones culturales. La medicina forma parte de esa cultura. No olvidemos que la cultura es también un código de comunicación. Desde el punto de vista etnográfico (el estudio de los pueblos), cultura es el conjunto de hábitos y aptitudes que ha adquirido el hombre como miembro de la sociedad.

Desde la Nueva Medicina, vemos el amor como un impulso hacia la unión, la no separación, la integridad. Recordemos que curarse viene de -curare-, que significa hacerse integro. O como dice el Dr. Rozenholc, pasar de la exclusión a la inclusión que no es otra cosa que formar parte de un todo.
Aquí hay una relación, en donde tanto el paciente como el médico, se involucran en darse lo mejor y lo más sincero de cada uno. Esto se parece mucho a la gratitud que nace en una persona, cuando recibe algo que necesita de la otra. Hay una necesidad de devolver algo de lo recibido para no quedar en deuda. De esta gratitud surge una verdadera relación que impide la indiferencia. Esta dinámica funda un compromiso que solo puede ser resuelto en la libertad de los que participan. Curar con amor no es solo tratar afectivamente al paciente sino ser un facilitador de la libertad y del compromiso que propone la curación.

El acto médico debe apuntar en esa dirección y no hacia lo que presupone es la curación ya que el impulso natural de la vida es la curación. Así lo demuestran los fenómenos físicos cotidianos que todos vivimos como la inflamación, la reparación de heridas, la diferenciación celular, la producción de células nuevas, etc. ¿Acaso no es amor este impulso hacia la integridad?
El acto médico debe ordenarse con el impulso de la Naturaleza y no en contra de él. El médico es un instrumento de este impulso natural y como todo instrumento debe estar afinado, es decir, en armonía con las notas fundamentales de ese arte que es el compromiso con la vida.
Esta afinación se parece mucho a la autoridad, es decir a la capacidad que tiene una persona (en este caso el médico) de darle al otro (en este caso el paciente) lo que éste necesita. Si el terapeuta no tiene esta autoridad, no puede abordar el verdadero objetivo de la medicina, que es preservar y restablecer la salud.

Hay actualmente dos medicinas claramente diferenciadas. La primera es la medicina de la enfermedad; ella se ocupa de combatir los síntomas y las llamadas enfermedades. La segunda es la medicina de la salud; ella se ocupa del equilibrio de la energía vital, para que esta se ocupe de los síntomas y las enfermedades. Es indudable que actualmente solo se ejerce la medicina de la enfermedad aún cuando ésta solo sea un síntoma. No proponemos abandonar esta medicina, sino complementarla hasta entender que cuando alguien no sabe que es lo mejor debería juiciosamente no obstinarse en hacer lo peor. El sistema médico actual es un ejemplo de esta obstinación.

Hace algunos años se publicó un estudio sobre la alimentación en los conejos. Se sometió a una alimentación rica en grasas a tres grupos de conejos y se hizo el estudio a doble ciego. Luego de un tiempo se midieron los valores de las grasas en la sangre y se constató que dos de los tres grupos aumentaban los niveles de grasa en sangre. Sin embargo, el tercer grupo aún cuando se le daba la misma alimentación permanecía en valores normales. Se investigaron las probables causas y no se pudo detectar ninguna alteración que explicara esto. Se decidió investigar a las personas que les daban de comer y se descubrió que el joven que alimentaba al grupo que no había aumentado los niveles de grasa, tenía la costumbre de llevar a los conejos contra su pecho y acariciarlos mientras los alimentaba.
Semejante respuesta inmunológica desencadenada -solamente- por una caricia. ¡Cuan poco se estima tamaño poder!

Amor deriva de dos raíces que expresan un profundo significado. -A- que es -fuera- y -Mor- que es -muerte-. Ni el médico ni el paciente pueden echar fuera a la muerte pero si pueden entender que si reconocen al ser que hay en cada expresión de la vida, este jamás va a morir.

Todas las investigaciones recientes han demostrado la relación entre las actividades intangibles que se tienen sobre el enfermo y que llamamos -cuidar con amor- y los factores tangibles que se pueden medir como la disminución de las infecciones o la recuperación de los tejidos dañados. Sin embargo, el sistema médico se obstina en hacer desaparecer síntomas sin convertir a la relación terapéutica en el nudo del tratamiento. Esta relación es la verdadera medicina preventiva. Cuando era niño, visitaba mi casa un viejo médico pediatra que atendía a los tres hermanos bajo la atenta mirada de mi madre. Nunca puedo olvidar los momentos previos a su llegada, en donde todos debíamos estar presentes aún cuando solo uno fuese el enfermo de fiebre, varicela o sarampión. Era un ritual en donde mi madre preparaba unas toallas que se usaban exclusivamente para cuando ocurría la visita y sobre las cuales este viejo médico apoyaba su cabeza sobre nuestras espaldas. También había una cuchara envuelta en una servilleta y una fuente con agua y jabón para lavarse las manos. Todos éramos atendidos o por lo menos saludados y mirados. Era un momento muy especial y cuando el médico se retiraba todos estábamos curados.

En un reportaje que le hacían a Federico Fellini hace algunos años, éste decía que él había tenido la esperanza de que lo que iba a ocurrir en su vida siempre era para su bien. Y que con el tiempo, se había dado cuenta que no era lo que realmente ocurría lo que le hacía bien sino la espera de lo que iba a ocurrir. El decía -no importa el mensaje sino la espera del mensaje-.

En ciertas regiones de Europa a la Nueva Medicina se la conoce como la -medicina de la esperanza-. Es decir, que el médico resuena con la esperanza del paciente. La intención de la conciencia observadora, determina una percepción que no es falsa sino que es una opción planificada. Descubre la intención positiva que se oculta detrás de la enfermedad y se combina con eso que se desea transformar.
Estamos hablando de una posición chamánica del médico que es su compromiso con el amor. Ver lo que la célula ve y poder transmitirlo.
Es difícil encontrar palabras para esto que sucede…pero sucede.

Una de las tantas experiencias crueles que ha hecho la humanidad con los animales me ha hecho pensar que la palabra que más se acerca a lo que propone la Nueva Medicina es la esperanza.

Ciertos investigadores pusieron una rata en un barril lleno de agua y con sus paredes lisas para que se resbalara si quería escapar. La observaron nadar durante quince minutos y luego, la rata, exhausta, se hundió. Pusieron otra rata en las mismas condiciones y la dejaron nadar cinco minutos. Luego le pusieron una madera para que se subiera a ella y flotara. La dejaron así durante tres horas y luego la sumergieron nuevamente. Le retiraron la madera. La rata, a diferencia de la anterior, nadó sin parar setenta horas antes de hundirse.

Esta experiencia que cita el etólogo alemán Droscher en su libro -Sobrevivir- habla de la espera de lo bueno y del aumento increíble de la resistencia a los obstáculos cuando precisamente se espera lo bueno.
No es fácil hablar de este tema.
Por eso es necesario comprender el lenguaje del cuerpo, para comenzar a entender que está diciendo desde hace millones de años con su comportamiento y con su evolución.

 

http://elquecorreconlobos.blogspot.com.es/2010/03/el-acto-medico-y-el-amor.html

 

domi La Historia, Un mito de conspiración, los illuminati

Hace ya varios días me dispuse a quitarme el miedo y convertirlo en coraje, inicie mi investigación con la búsqueda de la palabra ILLUMINATI, en varias ocasiones vi que se relacionaban con algo llamado el NUEVO ORDEN MUNDIAL,  un termino que desde pequeño había escuchado pero que en estos tiempos suena con mas frecuencia. Las personas ignoran que estamos viviendo en un mundo con las defensas bajas, lleno de mentiras y dominado en su mayoría por estas personas «MAGNATES ENFERMOS DE PODER» que  han planificado el rumbo y destrucción del planeta tierra, en el pecado llevan la penitencia ya que culminar su propósito se convierte también en su condena.

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=olEsvSCo3U8[/youtube]

http://redencion777.blogspot.com.es/

domi LOS ARCHIVOS SECRETOS DEL VATICANO

“En el Vaticano, lo que no es sagrado es secreto”

 

Para muchos su existencia es materia de innumerables novelas y teorías conspirativas, para otros, no es más que un órgano que posee cualquier Estado en el mundo. Sin embargo, el secretismo con que en muchos casos es resguardado así como el extremo celo con que los documentos son cuidados, hacen pensar a muchos que el archivo del Vaticano oculta más que registros y papeles históricos, sino información tan valiosa y trascendente que su conocimiento público podría incluso cambiar la percepción de los fieles frente a su Iglesia.

¿Pero cuáles son los documentos más importantes de este archivo? ¿Cuáles son los que tanto investigadores, periodistas y escritores, mueren por conocer?

La muerte de Juan Pablo I

El 28 de septiembre de 1978, y tras 33 días ocupando el cago máximo de la Santa Sede, el Sumo Pontífice, Juan Pablo I, fue hallado muerto en su habitación del Vaticano. Según informaciones oficiales, el Papa Luciani habría fallecido debido a un infarto agudo de miocardio producto de una mala dosis de su medicamento, sin embargo, algunos investigadores sostienen que lejos de una muerte natural, el llamado Papa de la sonrisa, habría si objeto de un atentado gestado en los círculos más internos de la Iglesia y la mafia italiana.

Cabe destacar que el cuerpo del Papa pasó por un necropsia forense que concluyó que la muerte se había producido por la ingestión de una dosis fortísima de un vasodilatador recetado por teléfono por el doctor de cabecera, Da Ross, sin embargo, el médico rechazó prontamente tal información al aclarar que no le había recetado nada al Papa aquella noche, ni las anteriores, debido principalmente a que éste gozaba de buena salud.

Asimismo, la religiosa que encontró al Santo Padre en su lecho, Sor Vicenza, aseguró que Juan Pablo I, yacía en su cama extrañamente con el rostro calmado y en una posición de reposo, algo que no coincide con la violenta muerte que supuestamente hubiera tenido si tuviera un ataque cardíaco.

Los que apoyan esta teoría conspirativa sostienen que ni bien obtuvo el Papado,Juan Pablo I expresó su férrea voluntad realizar una reorganización general del Instituto para Obras de Religión (IOR) o Banco Vaticano, y la lucha directa en contra de la mafia y la masonería.

Los archivos referentes a la muerte del Santo Padre así como la investigación realizada en torno a ella, están guardados en estos archivos en donde ninguna persona, tan sólo el Papa de turno puede acceder.

Alí Agca y Juan Pablo II

 

Otro de los principales documentos estaría referido al sucesor de Juan Pablo I, el llamado Papa del Pueblo, Juan Pablo II.

Luego de sufrir el atentado del 13 de mayo de 1982 a manos del terrorista turco Alí Agca, Juan Pablo II, siete meses después, tuvo un encuentro de 18 minutos con su atacante.

El tema de la conversación entre ambos personajes es hasta el día de hoy un misterio, es más, el propio Papa luego de su entrevista declaró a los medios de prensa que aquel encuentro era “un secreto que no me pertenece y que debo respetar». Esto indicaba que Juan Pablo II le dio a la plática categoría de Confesión, es decir, a partir de ese momento era imposible que fuera revelado al público.

Sin embargo, y según fuentes oficiales, el Sumo Pontífice le habría relatado al entonces Cardenal y hombre de confianza, Luigi Poggi, los pormenores de dicha conversación. A su vez, Poggi habría redactado un informe en donde detallaba los puntos tocados en esa extraña reunión. El documento actualmente se encuentra en los archivos vaticanos y tiene la categoría de Secreto Pontificio, es decir, que nadie, salvo el Papa, puede leer, publicar, difundir o dar a conocer el citado archivo al público.

Sin embargo, muchos investigadores han especulado sobre los posibles temas que pudieron tratar, para algunos, el Papa habría tenido un gran interés por conocer los motivos que propiciaron a Alí Agca ha llevar tal acto, según estiman estos investigadores, la idea de que el atentado estaría vinculado con el Tercer Secreto de Fátima, era algo que provocó en el Papa tal interés.

Otros, señalaban que Juan Pablo II quería como es lógico, conocer la identidad de los autores intelectuales del crimen, esto se desprende porque en el libro “Memoria e Identidad” el Santo Padre asegura que Agca “no era más que un asesino a sueldo”, desechando así las teorías que sugerían que el turco habría actuado por iniciativa propia.

Justamente, los nombres y los países involucrados en este atentado internacional estaría en el informe escrito por Luigi Poggi.

No obstante, el Monseñor Stanislaw Dziwisz, secretario personal de Juan Pablo II en ese entonces, señaló que a Agca “sólo le interesaba el Tercer Secreto de Fátima” y las profecías vinculadas al Fin del Mundo, es más, le pidió a Juan Pablo II que le diga algo al respecto pero el padre se negó a comentarle algo señalando simplemente, que el secreto sería revelado a su debido tiempo.

Libros apócrifos y cartas polémicas

Por último, el archivo guarda documentos importantes para la historia como son los primeros evangelios prohibidos o los que hasta la fecha son considerados apócrifos y no son conocidos ni por investigadores ni estudiosos, así como diversas actas firmadas, cartas y documentos de la diplomacia vaticana, entre éstas las más importantes la petición de la anulación matrimonial del Rey Enrique XVIII de Inglaterra cuya negación provocó el rompimiento de las relaciones entre el Vaticano y Gran Bretaña, así como documentos delPapa Pío XII y sus presuntos lazos con el nazismo en la Segunda Guerra Mundial. Es más, el último investigador que tuvo el permiso para investigar los archivos fue el historiador John Cornwell, quien con la excusa de escribir un libro biográfico del citado padre publicó el libro titulado El Papa de Hitler, hecho que provocó polémica dentro de la Iglesia Católica, a partir de esa fecha, el Vaticano consideró que los documentos podrán ser solicitados luego de 70 años de ocurridos los hechos a investigar.

Datos a tomar en cuenta

Como dato extra se sabe que los archivos completan cerca de 50 kilómetros de estanterías, comprendidos por más de 50 mil volúmenes de los cuales miles aún se encuentran sin clasificar, es decir, que su contenido aún no ha sido revisado ni siquiera por los propios miembros del Vaticano incluidos el propio Pontífice.

http://secretosdelvaticano.blogspot.com.es/