Archivo por días: marzo 12, 2015

¿Por qué EE.UU. y Venezuela siguen siendo importantes socios comerciales pese a las tensiones?

Mural anti Estados Unidos en Caracas
Ambos países mantienen un discurso político hostil contra el otro.

Para dos países que cada vez más se tratan como rivales políticos, Venezuela y Estados Unidos todavía hacen bastantes negocios juntos.

Quince años de rencillas diplomáticas durante la era chavista no han podido superar el hecho básico que ha caracterizado la relación comercial entre esas dos naciones por más de medio siglo: cada una de ellas presenta un atractivo económico para la otra.

Y si bien el intercambio comercial está en un gradual declive, sigue siendo sustancial, pese a las más recientes declaraciones de enfrentamiento político entre Washington y Caracas.

El martes Estados Unidos declaró que Venezuela era una «amenaza para la seguridad nacional» e impuso sanciones a varios funcionarios de ese gobierno acusándolos de violaciones a los derechos humanos y corrupción.

El gobierno de Venezuela respondió llamando a consultas a su encargado de negocios en Washington y descalificando las acciones del gobierno estadounidense.

Días antes Caracas había anunciado la imposición de requisitos de visa a ciudadanos estadounidenses.

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Un intercambio importante

Pese al deterioro en las relaciones políticas, Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial venezolano.

Ni siquiera la creciente participación de China en la economía venezolana ha reemplazado al poder de compra de Estados Unidos.

Venezuela, por su parte, es tercer socio comercial de Estados Unidos en América Latina -después de México y Brasil-, según información de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos.

Biden y Maduro
El vicepresidente estadounidense Joe Biden y el presidente venezolano Nicolás Maduro se encontraron en la toma de posesión de la presidenta brasileña Dilma Rousseff.

No obstante, el intercambio comercial ha venido disminuyendo en los últimos años.

Según la información contenida en el sitio web del Buró del Censo de EE.UU., en 2014 Venezuela exportó US$30.219 millones en bienes a Estados Unidos, e importó de la misma nación US$11.339 millones.

En 2013 Venezuela le había vendido ligeramente más, US$31.997 millones.

Y en 2012 la cifra alcanzaba los US$38.722 millones.

De modo que el comercio entre esas dos naciones viene cayendo, pero sigue siendo mayor, por ejemplo, que el de Estados Unidos con Colombia, considerado una de las naciones políticamente más cercanas a Estados Unidos en el hemisferio.

Washington le compró en 2014 a Bogotá US$18.000 millones en bienes, mucho menos que los US$30.219 millones que le compró a Caracas.

Petróleo en el centro

Las cuentas de la relación comercial entre Venezuela y Estados Unidos, por supuesto, giran primordialmente en torno al petróleo, el producto que representa más del 90% de las exportaciones venezolanas.

PDVSA
En el centro de la relación comercial está el petróleo.

La caída del precio internacional del crudo ha hecho que el valor de la relación comercial entre Estados Unidos y Venezuela disminuya.

Pero también ha caído el monto total de barriles de petróleo venezolano exportado a EE.UU.

Pese a esfuerzos por diversificar su destino, buena parte sigue dirigiéndose al mercado estadounidense.

En 2014, según el gobierno estadounidense, Venezuela exportaba unos 740.000 barriles a Venezuela.

El monto de las exportaciones petroleras entre los dos países ha caído en cerca de 50% frente a lo que era hace cerca de una década.

Pero Venezuela sigue siendo el cuarto proveedor mundial de petróleo para Estados Unidos.

Lea también: el papel de China en la crisis económica venezolana

El que más compra

De modo que es un intercambio comercial provechoso para ambas partes.

Y pese al discurso político de lado y lado, es previsible que continúe.

¿Quién necesita más del otro? Eso es materia de discusión.

Mural en Caracas
Ambos países han intercambiado acciones diplomáticas.

Venezuela, por supuesto, desde la época del fallecido presidente Hugo Chávez, anunció que uno de sus objetivos era diversificar el destino de sus exportaciones petroleras.

En la actualidad las exportaciones a China llegan a 536.000 barriles diarios, y a India se dirigen 363.000 barriles, según indicó el ministro de petróleo Asdrúbal Chávez.

Las ventas a esos países son todavía menores que lo que compra Estados Unidos.

Pero diversas voces tienen interpretaciones distintas de lo que significan esas cifras en términos de dependencia de uno hacia el otro.

«De muchas maneras, se entiende que no es que Venezuela dependa tanto de los mercados estadounidenses de petróleo, es Estados Unidos el que depende de ese petróleo. Estados Unidos sabe que si Venezuela cerrara el grifo, eso causaría una disrupción sustancial a su aprovisionamiento interno», le dice a BBC Mundo George Ciccariello-Maher, profesor de la Universidad de Drexel en Estados Unidos.

Harold Trinkunas, director de la Iniciativa Para América Latina en el Instituto Brookings, un centro de investigación estadounidense, tiene una visión opuesta.

«Hay una sobreoferta de petróleo en el mercado internacional. Por eso es que han bajado los precios. Anteriormente las refinerías en partes de Estados Unidos estaban optimizadas para recibir petróleo venezolano, más pesado y sulfúrico. Pero ahora el petróleo que viene por riel de Canadá es del tipo que puede suplir al petróleo venezolano. Que bajen las exportaciones venezolanas ya no es un problema estratégico como lo era hace 10 o 15 años», le dice el experto a BBC Mundo.

El triunfo de la «racionalidad»

Sin embargo, Trinkunas no cree que el gobierno estadounidense emprenda muchos esfuerzos para reducir las compras de petróleo venezolano.

«Estados Unidos en los últimos años está mucho mas comprometido con sanciones a personas e individuos y no hacia naciones o estados», dice el académico.

Advierte que unas hipotéticas sanciones comerciales a Venezuela le crearían a Washington problemas similares a los que han tenido con Cuba, «una política que ha fallado».

Tampoco ve mucho interés de Venezuela en reducir más el negocio con Estados Unidos.

«El mercado estadounidense es el más rentable para Venezuela, porque los costos de transporte son bajos. Son dueños de la refinería estadounidense Citgo, con lo que pueden capturar algunas de las rentas de la refinación y no solo de la exportación del crudo. Ademas Estados Unidos paga precios de mercado, mientras que otros socios como Petrocaribe o Cuba no están pagando precios de mercado», asegura Trinkunas.

George Ciccariello-Maher coincide en que «Venezuela no hará nada por fuera de la racionalidad económica» para reducir el monto del crudo que se dirige a Estados Unidos.

«Venezuela, especialmente en este momento de precios bajos, no va a sacrificar estabilidad económica simplemente para hacer un gesto político», le dice a BBC Mundo.

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/03/150310_economia_petroleo_politica_venezuela_eeuu_lf

Por qué la Luna se está alejando de la Tierra

Luna
La Luna se aleja de la Tierra unos 4 centímetros por año.

Seguramente no lo has notado, pero la Luna se está alejando de nosotros.

Hoy, el satélite de la Tierra está 18 veces más lejos que cuando se formó, hace 4.500 millones de años.

Sin la Luna, nuestro planeta sería irreconocible. Los mares apenas tendrían mareas, los días tendrían otra duración y nosotros podríamos no estar aquí, según señalan algunos científicos que consideran que la Luna fue crítica para el inicio de la vida en nuestro planeta.

¿Pero cómo nos afecta su alejamiento y a qué ritmo ocurre?

Lea: La verdadera influencia de la Luna sobre nosotros

Distancia exacta

Astronautas del programa Apolo
Los astronautas del programa Apolo dejaron en el satélite unidades retroreflectoras repletas de pequeños espejos que permiten medir la distancia entre la Luna y la Tierra.

La Luna, según le explica a la BBC la investigadora Margaret Ebunoluwa Aderin-Pocock, del departamento de Ciencia y Tecnología del University College de Londres, se está distanciando de la Tierra a razón de 3,78 centímetros por año.

Y gracias a los alunizajes del programa Apolo de la NASA que tuvieron lugar entre 1969 y 1972 podemos medir esta distancia con una precisión asombrosa.

En tres de las misiones, los astronautas dejaron en el satélite unidades retrorreflectoras repletas de pequeños espejos.

Desde ese entonces, astrónomos han estado lanzando rayos láser hacia ellas pera llevar un registro exacto de en cuánto se está alejando.

Lea: Bolsas de orina, plumas de halcón y otros objetos abandonados en la Luna

«Enviamos cerca de 100 cuatrillones de fotones con cada pulso láser. Si tenemos suerte, por cada pulso que enviamos regresa (a la Tierra) un fotón», le explica a la BBC Russet McMilllan, científica del observatorio astronómico Apache Point Observatory (APO, por sus siglas en inglés) ubicado en la Sierra del Sacramento, en Nuevo México, Estados Unidos.

Pero aunque a simple vista un fotón parezca poco, es suficiente para medir la distancia entre la Luna y la Tierra hasta su último milímetro.

En el momento en que la BBC conversó con McMillan, la distancia exacta era de 393.499km, 257 metros y 798 milímetros.

Lea también: Por qué la Luna tiene forma de limón

¿Por qué?

Playa
Sin la Luna, las mareas serían muy leves.

Este alejamiento se debe a que la fricción entre la superficie de la Tierra y la enorme masa de agua que está sobre ella hace que, con el tiempo, la Tierra gire un poco más lentamente sobre su eje.

Por cada acción hay una reacción igual y contraria. Ésta es la tercera ley de Newton.

La Tierra y la Luna están unidas por una suerte de abrazo gravitacional. Entonces, a medida que el movimiento de la Tierra se ralentiza, se acelera el de la Luna.

Y, cuando algo que está en órbita se acelera, esta aceleración lo empuja hacia afuera.

Lea: Descubren el origen de la mancha oscura más grande de la Luna

Efectos

El que la Luna se aleje afecta a nuestro planeta de varias maneras. Por empezar, a medida que la Tierra gira más lentamente, los días se tornan más largos.

Ya están volviéndose más largos a razón de dos milisegundos cada cien años.

Por otra parte, los inviernos serán mucho más fríos y los veranos mucho más cálidos.

Esto puede tener un efecto devastador sobre la Tierra ya que los animales tienden a adaptarse a un tipo de clima pero no a extremos.

Luna
La Tierra y la Luna están unidas por una suerte de abrazo gravitacional. Entonces, a medida que el movimiento de la Tierra se ralentiza, se acelera el de la Luna.

Y si la fuerza de gravedad de la Luna se torna más leve, las mareas en la Tierra ya no serán tan marcadas.

No obstante, incluso sin la Luna, existirían las mareas, aunque leves, por el efecto del Sol.

Sin embargo, ninguna de estas consecuencias debería preocuparnos: los cambios son demasiado sutiles para que podamos ser testigos de ellos.

La Luna nunca se escapará de la Tierra. Incluso, si la Tierra continuara ralentizándose, girará a la misma velocidad a la que orbita la Luna. En dicho momento, la Tierra y la Luna llegarán a un equilibrio y la Luna dejaría de alejarse.

Pero, mucho antes de que esto ocurra, el Sol se expandirá hasta convertirse en un gigante rojo y se tragaría en el proceso a la Tierra y su satélite.

Dicho esto, no hace falta preocuparnos, aún faltan cerca de cinco mil millones de años para esta eventualidad.

 

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/03/150310_luna_se_aleja_lp

A vueltas con el origen del género Homo

mandibulas

La semana pasada conocimos por los medios de comunicación el hallazgo de la mitad izquierda de una mandíbula en la localidad de Ledi-Geraru, situada en la región de Afar (Etiopía). Los autores del trabajo consideran que esta mandíbula representa el resto más antiguo del género Homo. Una vez pasada la euforia y la grandilocuencia de los titulares es necesario realizar una reflexión sosegada sobre este hallazgo. Antes de comenzar a escribir tengo que confesar mi ignorancia. Un servidor pensaba que la ciudad de Las Vegas (estado de Nevada) estaba consagrada únicamente al juego y la diversión. Pero resulta que La Vegas también tiene su correspondiente Universidad. El investigador Brian Villmoare, líder del artículo que publica la revista Science, es miembro del Departamento de Antropología de la Universidad de las Vegas. Tampoco puedo sorprenderme de este inesperado descubrimiento. Estamos hablando de los Estados Unidos, uno de los países que más invierte en I+D. Y es por ello que sus científicos siempre están en primera fila, presumiendo de descubrimientos que acrecientan su riqueza cultural y su economía.

En el mismo número de la revista Science, el investigador Erin N. DiMaggio (Universidad de Pennsylvania, USA) y su equipo describen la secuencia sedimentaria en la que fue hallada la mandíbula L.D. 350-1. Este trabajo es tan importante (o quizá más) que el propio hallazgo del fósil humano. El lapso de tiempo entre dos y tres millones de años es poco conocido y los sedimentos datados de este período apenas han proporcionado evidencias sobre nuestro pasado. Es por ello que Brian Villmoare y el nutrido equipo que ha colaborado en las excavaciones de la localidad de Ledi-Geraru necesitan el apoyo tanto geológico como geocronológico que le proporciona el equipo liderado por DiMaggio.

Sin embargo, al leer con atención el artículo científico que estudia la mandíbula L.D. 350-1 se tropieza enseguida con el relato del propio hallazgo. El espécimen se localizó en superficie, desplazado de su ubicación original en un cierto nivel estratigráfico. Los investigadores aseguran que el desplazamiento ha sido mínimo y que junto a la mandíbula se encontraba un fragmento rocoso de origen volcánico (también desplazado de su emplazamiento original), bien datado en 2,66 millones de años por el método de los isótopos del argón. La mandíbula y este fragmento de roca estaban situados diez metros por encima de otro nivel de origen volcánico datado en 2,84 millones de años. Así que tenemos que tener fe ciega en que la mandíbula procede de un nivel estratigráfico situado por encima del nivel volcánico datado en 2,66 millones de años. La antigüedad de la mandíbula antigüedad se ha estimado entre 2,75 y 2,80 millones de años, un margen ciertamente muy pequeño para un hallazgo fuera de contexto.

Este asunto no es banal, porque el artículo ha sido publicado en la prestigiosa revista Science al considerar probado que la mandíbula L.D. 350-1 más antigua que los especímenes Omo 75-14 y A.L. 661-1, también atribuidos al género Homo, y datados entre 2,0 y 2,4 millones de años. En este momento del relato no puedo pasar por alto un detalle de la historia de nuestro ámbito científico, cuando hace ya muchos años Louis Leakey se empeñó en atribuir al conocido cráneo KNM-ER 1470 una antigüedad de 2,8 millones de años, asumiendo que el género Homo venía de muy atrás en el tiempo. Con el paso de los años, el refinamiento de los métodos de datación permitió saber que el cráneo KNM-ER1470 era nada menos que un millón de años más reciente.

Una vez que decidimos aceptar la antigüedad del fragmento de mandíbula de Ledi
Geraru no enfrentamos a su descripción y comparación. El segundo obstáculo que encontramos en la lectura está relacionado con el posible origen del género Homo.  Brian Villmoare y su equipo asumen sin reparos que ese origen está relacionado con la especie Australopithecus afarensis. En la actualidad, muchos colegas piensan que esta especie dio lugar al género Paranthropus. Por cierto, Villmoare y su equipo de colaboradores no reconocen este género, aceptado por la inmensa mayoría de los especialistas. Curiosamente, este investigador sigue la nomenclatura antigua (ya en desuso), que consideraba a las especies del género Paranthropus  como pertenecientes al género Australopithecus.

Los dientes de L.D. 350-1 son relativamente pequeños, pero sabemos desde hace tiempo que el tamaño absoluto de los dientes es solo orientativo. Podría tratarse de dimorfismo sexual (diferencias de tamaño entre machos y hembras), aunque los autores han realizado cuidadosos análisis para descartar esta posibilidad. Las proporciones dentales son más diagnósticas, pero se trata solo de la mitad de una mandíbula y no es posible saber prácticamente nada sobre este aspecto. Los detalles morfológicos de los dientes y de la mandíbula son muy interesantes, pero es importante recordar que un único ejemplar no representa a la especie a la que pertenece.

Las implicaciones sobre este hallazgo son importantes y los propios autores dedican varios párrafos a reflexionar sobre ellas. Por ejemplo, la autoría de las herramientas de piedra más antiguas, que ya alcanzan una cronología de 2,7 millones de años en el yacimiento de Gona (Etiopía), podrían haber sido fabricadas por australopitecinos. Esta posibilidad ha sido discutida recientemente en base a la arquitectura interna de los metacarpos de los miembros de este género ¿Quizá el hallazgo de L.D. 350-1 resuelve esta cuestión? ¿Estamos seguros de que solo los miembros del género Homo fueron capaces de fabricar instrumentos de piedra? Y si fue así, ¿qué sabemos sobre el tamaño cerebral de una posible especie del género Homo datada en 2,8 millones de años? Como bien explica Brian Villmoare habrá que esperar a encontrar más ejemplares para saberlo. Ese es el deseo de todos, porque tres especímenes fragmentarios, L.D. 350-1, A.L. 166-1 y Omo 75-14 atribuidos por el momento al género Homo, es muy poca información para debatir sobre el origen de nuestro propio género en la nada despreciable “loncha temporal” que transcurre entre tres y dos millones de años.

A vueltas con el origen del género Homo

Tu deseo de verte original termina igualándote con el resto (lo dicen las matemáticas)

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Si bien la originalidad ha sido una cualidad valorada a lo largo de la historia, parece que hoy esta abstracción impresa en la posibilidad de diferenciarnos del “resto” está sobrevalorada. Y curiosamente esta obsesión por desmarcarnos en cuestión de estilo de los demás, termina por uniformarnos de manera casi cómica (y nada original).

El anterior fenómeno se derrama por las calles de las grandes ciudades del mundo y materializa en ejércitos de jóvenes barbudos con camisas abrochadas hasta el cuello, y chicas con sombrero, gafas de pasta y una probable chamarra de cuero. Por fortuna la ciencia, a través de una fórmula matemática, ha logrado explicar esta aberración cultural que hoy desfila campante y llena de simulada frescura.

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El matemático Paul Smaldino, de la Universidad de Davis California, conjeturó cuatro premisas para traducir la moda que persigue la originalidad al plano de los números:

Postura: el gusto expresado

Información: la conciencia que alguien tiene sobre las reacciones que generará su postura.

Postura ideal: en dónde deseas ser ubicado en relación al gusto promedio.

Regla de ajuste posicional: los cambios que haces de acuerdo a tu ubicación actual y a la ubicación deseada dentro del mapa de estilo personal.

Después de crear un modelo que permite procesar matemáticamente estas conjeturas, Smaldino concluyó que al desear uniformemente distanciarnos de la norma terminamos convergiendo en una nueva conformidad que poco o nada tiene que ver con la rebeldía o rareza que originalmente perseguíamos.  En pocas palabras, si todos deseamos aportar algo nuevo al entorno “estilístico” o identitario, terminamos aglomerados alrededor de un patrón conductual que de forma inevitable, termina uniformándonos –en una suerte de divertido loop.

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Una de las premisas que arrojó el modelo de Smaldino, cuyos resultados fueron publicados en el Royal Society Open Science, es que los grupos que sí podrían hacer una diferencia en cuanto a aportar diversidad genuina al sistema social son aquellos radicalmente convencionales y aquellos radicalmente rebeldes. Es decir, solo aquellos pocos que llevan a extremos esta búsqueda por ser original (o anti-búsqueda en el caso del convencionalismo) efectivamente logran romper con el patrón conductual.

En cuanto a la mayor lección que arroja este ejercicio matemático, coincide con la “regla de oro” de la originalidad: si quieres ser original entonces deja de querer serlo. Por eso quizá la franqueza es la mejor, quizá la única, ruta para distinguirnos del resto, sobretodo si consideramos que esta responde a ese diálogo único que surge de la combinación irrepetible de vivencias, circunstancias, particularidades psicológicas y biológicas que conforman nuestro verdadero sello identitario. Relájate, sé tu mismo y los más probable es que, sin darte cuenta, terminarás siendo único.

Y si, la originalidad es sin duda una virtud, pero una siempre orgánica y nunca estratégica, natural y no intencional, así que mejor dejémosla en paz y seguro florecerá.

Twitter del autor: @ParadoxeParadis

http://pijamasurf.com/2015/03/tu-deseo-de-verte-original-termina-igualandote-con-el-resto-lo-dicen-las-matematicas/

EL CAMINO DE SANTIAGO, UNA GUÍA INICIÁTICA

EL CAMINO DE SANTIAGO, UNA GUÍA INICIÁTICA

Paralelo 42: uno de los cinturones que rodean la Tierra.

Mágico paralelo que aglutina en su franja una red de lugares cargados de energías telúricas, en un viaje hacia donde muere el Sol.

Hablar del Misterio de Compostela, del Camino de Santiago, es recordar todas las tradiciones, leyendas y riquísimos mitos que rodean este importante venero espiritual, no sólo español, sino del mundo entero.
¿Qué guarda Compostela, Santiago y el Camino en sí, que hace posible que en estos tiempos de descreimiento en los que se prefieren las cosas concretas y prácticas, se siga, no obstante, manteniendo tanto interés por sus símbolos?

Historia y mito
Existe una historia tradicional, pero son más los interrogantes que nos crea que los que nos aclara. El primer enigma es la propia personalidad del llamado Santiago el Mayor. Hijo de Zebedeo y de María Salomé; se considera hermano de Juan Evangelista y está junto al Señor en los primeros momentos de sus prédicas. Una vez ocurrida la crucifixión de Cristo, Santiago se dedica a enseñar; primero en Judea y Samaria, y luego se dice que viaja a España. En un medio totalmente hostil, donde prácticamente nadie le escucha, dicen algunos que consigue diez discípulos, otros que siete, otros que tres, y otros -tal vez los más acertados- que el único que acompañó a Santiago por España fue tan sólo un perro. Este perro es un símbolo clave, como veremos después, al intentar desentrañar el tema. Santiago retorna a Judea y allí cae en las manos de Herodes Agripa, quien lo hace decapitar. Unos pocos discípulos fieles que le quedan en Judea, rescatan el cadáver del maestro, lo colocan en una barca sin timón y dejan que el destino la conduzca. El trayecto que recorre es prácticamente inverosímil: va a encallar en una de las rías de Galicia, en los reinos de Loba, en una ciudad que los romanos llamaban Iria Flavia, hoy conocida como Padrón, a unos pocos kilómetros de la actual Santiago de Compostela. Los discípulos desembarcan el cadáver de su maestro y, según algunas versiones, lo colocan en un carro tirado por bueyes que, al igual que con la barca, dejan que siga solo su curso. Tras recorrer un trecho, los bueyes se niegan a caminar más. Deciden que ése es el punto ideal para enterrar al maestro. Hay otras versiones que cuentan que los discípulos se presentan ante una extraña reina que gobernaba en aquel entonces la región: la reina Loba, a la que piden permiso para enterrar el cadáver de Santiago. La malvada reina les tiende una trampa y en vez de bueyes pacíficos, les da toros salvajes para conducir el carro. Llegan los discípulos fervorosos con su carga y, mágicamente, los toros quedan transformados en dulces bueyes. Los atan al carro y eligen un sitio para enterrar a su maestro. Algunos dicen que fue en un Monte Sagrado, el llamado Monte Sacro; otros opinan que fue el mismo palacio de la reina Loba, quien quedó completamente consternada al ver que aquellos a los que había enviado a la muerte, regresaban y le aseguraban que su palacio era el sitio elegido. Según la tradición, cuando los discípulos desembarcan dejan a su maestro apoyado sobre una enorme roca, y este cadáver, que todavía guarda una gran fuerza y una tremenda magia, derrite la roca cual si fuese mantequilla, formando un hueco con la forma del cuerpo humano y quedando convertida en sarcófago. También cuenta la tradición que a los discípulos, cuando llevaban el cuerpo de su maestro a tierra, se les cubrieron los pies de pequeñas conchas que constituirán el símbolo de quien ha hecho un único trayecto y ha encontrado lugar donde quedarse. La historia no tiene más datos hasta por lo menos 800 años después. Se pierde todo vestigio, hasta que en el 813, un ermitaño llamado Pelagio comienza a ver por las noches unas luces extrañas, resplandores de estrellas en lo alto de un montículo y, evitando tomar resoluciones propias, invita al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, para que viera de qué se trataba tal prodigio. El obispo hace cavar allí y desentierra nada más ni nada menos que a Santiago el Mayor…. ¿Cómo es que, a pesar del tiempo transcurrido, quienes lo encuentran tras ocho siglos, reconozcan perfectamente a Santiago el Mayor? Levantan una pequeña capilla en homenaje al milagro que se ha producido, y desde entonces Santiago va a realizar una serie de proezas que influirán poderosamente en la mentalidad de todos los pueblos pirenaicos. A partir de entonces, gentes de esos pueblos se van a dirigir en peregrinación hacia el lugar del hallazgo. La batalla de Clavijo contra los moros, en el año 844, ve reaparecer a Santiago montado en un fantástico caballo blanco, a la vez que arremete furiosamente con su famosa espada. Esa espada que es también una cruz, el símbolo con el que Santiago lucha contra sus enemigos. En el año 899, Alfonso III edifica una basílica a Santiago; hacia fines de la década del 1000, y como esta antigua basílica había sido arrasada por Almanzor, se comienza a levantar la Catedral de Santiago; la antigua basílica queda sepultada en la parte interior cual si fuese una cripta profunda. El obispo de Santiago, Diego Gelmírez, también se dedica en cuerpo y alma a la tradición, al sentido mágico de la peregrinación, y logra que se decrete el 1100 como Año Santo Compostelano por el papa Calixto II, cuando la festividad de Santiago coincide con el día domingo. Con los años, la primitiva Catedral ofrecía un pórtico muy estrecho en relación a la gran cantidad de peregrinos que llegaban, de ahí que se encargó al Maestro Mateo -otro extraño personaje- la ampliación del pórtico occidental; así nació el Pórtico de la Gloria: en su parte inferior aparecen los símbolos del mundo animal; luego viene el mundo humano de la Iglesia, con los profetas del Antiguo Testamento a la izquierda y los Apóstoles a la derecha, mientras que en lo alto de la columna central se encuentra Santiago. Por fin, en la parte superior se muestran el Cristo y los cuatro Evangelistas.

Símbolos
Comenzaremos por analizar la denominación de Santiago de Compostela. La palabra Compostela nos ofrece varias vías de interpretación. La más conocida nos dice que Compostela deviene de Campus Stellae (Campo de la Estrella), haciendo referencia a las luminosidades, a las estrellas que se veían sobre la tumba del Santo antes de que se descubriese su cuerpo en el siglo IX. Esta versión encaja con otros nombres con los que está jalonado el Camino desde Jaca hasta Compostela: pueblos, localidades, pasos de montaña, que llevan la denominación de estrella o estela, como si el Camino de Santiago fuese una ruta estelar que debe terminar en un punto especial, el Campo de la Estrella. Otra explicación del nombre surge del latín compositum, cementerio; y dado que allí se encontró al Santo, esto hace de Compostela un cementerio sagrado. Otra posibilidad es la de hacer derivar el nombre de un término alquímico: compost. Al realizar la Gran Obra Alquímica, al trabajar en el caldero mágico, sobre el compuesto se aparecía una estrella, si la Obra estaba bien realizada. Y aún podemos citar la versión de Charpentier, según la cual Compostela podría derivar del vocablo compos, que significa en lenguas antiguas maestro.Así, Compostela significaría el Maestro de la Estrella. El caso es que, según cualquiera de las versiones, el sitio de Compostela es altamente simbólico y no obedece al azar.

portsanti.jpgEn cuanto al nombre de Santiago, tal vez en francés encontremos más fácilmente el símbolo que, no obstante, se vierte inmediatamente al castellano, dado que estas lenguas tienen raíces comunes. En francés, Santiago es Jacques, y esta denominación -en inglés, Jack- se utilizó durante mucho tiempo, no como nombre propio, sino como adjetivo para designar a unos hombres especialmente sabios en todo lo referente a construcciones, medidas matemáticas y sentido de la arquitectura sagrada. Todos estos sabios eran Jacques o Yago, como se fue poco a poco pronunciando en castellano. Incluso se conserva un término vasco, Jakin, que sigue significando sabio y que tiene una raíz idéntica al Jacques y al Yago. Y aún más. Este término no sólo designa a los sabios arquitectos, sino que va a estar unido a una forma especial de pronunciar ganso en francés: jars, que también tiene un alto simbolismo, como veremos más tarde. Así, ya sea que lo veamos en francés, en vasco, en inglés o en español, lo importante es que Santiago o San Yago, designa algo más que un personaje; parece referirse a un conjunto de seres, es un adjetivo que se aplica a personas que gozan de iguales características, tal como otros nombres genéricos (Menes, Zoroastro, etc.), lo cual no elimina en absoluto la primitiva existencia de Santiago el Mayor, en el cual el cristianismo apoya toda la peregrinación por el Camino.

El Camino de Santiago no hace más que reflejar en la tierra un milagro que se da en el cielo. Así como la Vía Láctea dibuja un trazo estelar, se ha pretendido con el Camino reproducir ese trazo para los hombres en la tierra; del mismo modo que la Vía Láctea desemboca en la constelación del Can Mayor, así en el Camino el que precede al Santo que va a llegar al montículo sagrado es el can, el perro; así como la Vía Láctea era conocida antiguamente como el Arco Iris del dios Lug para los celtas, también en el Camino de Santiago hay una mitología entremezclada con este dios Lug, que es a veces lobo, semejante al perro, y a veces cuervo (el ave mensajera). Lug es un dios oscuro, es negro, tanto como el pelaje de un lobo en la noche o como las plumas de un cuervo. Pero hay un doble misterio: cuando Lug está en la tierra, cuando va por el Camino de Compostela, el lobo es perro; cuando va por el Camino del Cielo, Lug es cuervo, tiene alas y puede guiar, señalar en lo sideral.

Desde épocas prehistóricas el hombre ha tenido conciencia de que existen en la tierra puntos de energía especial. De la misma forma que nuestro cuerpo presenta puntos en los que podemos medir el pulso vital, también la tierra, como gran cuerpo vivo, tiene sitios donde el pulso vital interno, las fuerzas telúricas, laten con más fuerza. Aprovechando estos puntos, en la antigüedad solían marcar los caminos que eran como las venas y arterias por las que circula nuestra sangre. De esta forma, el hombre que surcaba estos caminos, a la par que moverse por un afán místico y por llegar a la meta, también iba transitando por puntos vitales. Tal vez uno de los símbolos más antiguos de la cruz sea aquel en el cual se simplifica y se une esta fuerza horizontal que une puntos vitales de la tierra, y otra fuerza vertical que, viniendo desde las estrellas, irradia también energía sobre la tierra. Así habría puntos terrestres doblemente favorecidos. Por un lado, toda la energía terrestre que mana como si fuese un río. Por otro, la energía cósmica que cae también sobre el mismo sitio, y aquí nos encontramos con el punto central de la cruz, donde se puede aposentar un templo. El Camino de Compostela no es el único que va de este a oeste, recorriendo casi con total perfección un paralelo terrestre (el paralelo 42), sino que hay otros dos caminos más al norte: uno que recorre Francia en esa dirección, y otro que recorre Inglaterra también en la misma dirección. Es interesante constatar que las ciudades del camino francés y las del inglés presentan gran cantidad de coincidencias en los nombres, en los símbolos, en las construcciones. Todos estos caminos pasan por sitios cubiertos de construcciones dolménicas, por ciudades donde se hace referencia al perro o al lobo; todos estos caminos terminan en el oeste, sobre el mar, en rías, en sitios escarpados de difícil acceso, pero a la par de fácil y cómodo resguardo a la hora en que una embarcación tuviese que penetrar allí. Y si estos caminos coinciden con paralelos que marcan rutas especiales de energía en la tierra, la pregunta es casi inevitable: ¿Quiénes trazaron estos caminos que son tanto más viejos que el Camino cristiano de Santiago? Porque cuando las peregrinaciones de Santiago comienzan, este Camino ya está hecho.

vieira.jpgLos investigadores han encontrado una serie de elementos interesantes; la mayor parte de los símbolos y tradiciones de estos caminos que van hacia el oeste, hacia el mar, son marinos. La concha de Santiago es un símbolo claramente marino, pero hay otro no tan claro: el de la oca. Desde épocas legendarias, ya entre los preceltas y los celtas, aparece un símbolo sagrado: el ganso, la oca o la pata de la oca que al caminar deja impresa una marca muy semejante al tridente de Poseidón y que fue determinativo de las culturas llamadas atlantes. El Camino de las Estrellas coincide con el Camino de la Oca y de la Concha (que si se mira detenidamente también tiene la forma de una pata de oca).Todos estos pueblos, todos estos caminos, además de tener este símbolo, tiene asimismo una serie de tradiciones marinas. Ellos llegaron de alguna parte y tuvieron que desembarcar en puntos altos de la tierra, huyendo de un gran cataclismo, una gran inundación. Vemos que las tradiciones de los celtas repiten las mismas del antiguo Egipto, de la India y de Grecia: el gran cataclismo de la Atlántida y los sobrevivientes que con sus conocimientos, su tradición y su forma de vida, escogieron para continuar su obra los puntos más altos que tenían a su alcance. ¿No fue posible que escogiesen los montes Cantábricos, los Pirineos, los montes Atlas en África, que se prolongasen en sus correrías hasta el Cáucaso, hasta el Tíbet…? Lo cierto es que siempre que localizamos focos de civilizaciones antiguas, aparecen en núcleos montañosos, coincidiendo en sus memorias ancestrales. Uno de los principios que albergan estos antiguos pueblos, es el correspondiente al símbolo del laberinto, en otras palabras, al del Camino. ¿Qué es el laberinto, que no sea un camino? Tal vez el más conocido es el de la antigua Grecia, el Laberinto de Creta que había que recorrer con una fórmula mágica y del cual no era tan fácil salir. Pero no hay pueblo que no tenga laberinto; Egipto tiene su laberinto, del cual nos habla Herodoto, pero que jamás se ha encontrado. También los tuvieron los celtas, y no sólo los tuvieron sino que aparecen grabados en las piedras del Camino de Compostela y las de los caminos que están situados al norte, en Francia e Inglaterra. ¿Qué es este Laberinto? Como símbolo del Camino es lo que obliga al hombre a moverse, lo que le arranca del estatismo, es un símbolo de Iniciación. Todas las civilizaciones que pretendían hacer crecer al hombre, lo obligaban a dar ese primer paso, a transitar un Camino, un laberinto, a vencer una serie de pruebas. El Camino de Santiago está inscrito en un enorme y doble laberinto que tiene una mitad en Francia y otra mitad en España, con todo un conjunto de ciudades que responden al principio del laberinto por su nombre, y que responden a los principios del dios Lug o del Cuervo. El Camino de Santiago era algo más que el simple llegar hasta el final. No era tan importante llegar a Compostela como hacer el Camino, estar en él, vencer sus pruebas. Y tampoco son casualidad los siete puertos de montaña, siete escollos o siete pruebas que hay que pasar para vencer en Compostela. Tampoco es de extrañar que Compostela esté en un punto que coincide con tradiciones tan antiguas como por ejemplo el desembarco de Hércules o el de Noé, ambos en Galicia. ¿Son tal vez leyendas y mitos? Aunque es un poco utópico hablar del desembarco de Hércules en Galicia, todavía perdura en la región el relato de cuando Hércules, habiendo domesticado los bueyes de Gerión, llegó a esta tierra. En cuanto al desembarco de Noé en Galicia sería parte del riquísimo mito universal del diluvio, que hace referencia al hundimiento de la Atlántida o sus últimos restos, hace unos doce mil años. Es natural que hubiesen existido navegantes que tuvieron que desembarcar en alguna parte… Y aceptaremos también que el nombre de Noé -como tantos otros- es un nombre genérico que puede haber designado a muchísimos navegantes, quienes, tras la catástrofe, llegaron a distintos puntos de la costa gallega. Citaremos una coincidencia curiosa: Noé llegando a Galicia, a la ría de Noya, recuerda otro Noé que mencionan los mayas americanos, cuando tras una gran catástrofe en el mar, trajo consigo una serie de conocimientos que ellos no poseían. ¿Qué conocimientos traía? Agricultura, ganadería, construcción… Este Noé que desembarca entre los mayas conoce las uvas, el vino; y a las uvas y al vino todavía los mayas los siguen llamando noé. Hay, con referencia al Camino de Santiago, una explicación que nos permitiría retomar esta tradición antiquísima de los hombres que llegan del mar, que imparten sus enseñanzas, y que, a pesar de haberse asentado entre nuevos pueblos, parecen añorar perpetuamente su mundo perdido y trazan continuamente caminos hacia el Occidente, hacia el mar, caminos para reencontrarse con los antepasados. Así, cuando los primeros cristianos comienzan a convivir con los hombres españoles del Pirineo, se encuentran con que éstos ya tienen profundas tradiciones y hablan de un Camino, de un Campo de la Estrella al cual se llega por un laberinto que es necesario recorrer para renovarse por dentro. Estas vivencias son imposibles de arrancar; lo que se hace es cristianizarlas. Hay dos Órdenes que se van a encargar de ello: la de Cluny y la del Temple, que a partir del año 1000 en adelante, se encargan de todas las construcciones, mientras que los símbolos comienzan a tomar ahora una significación en total consonancia con el cristianismo: la estrella, la concha, la pata de oca, el cuervo, el lobo, el perro, se transforman en símbolos cristianos y se adaptan a la peregrinación cristiana. Las Órdenes religiosas que traducen los símbolos para el cristianismo van a conformar verdaderas cofradías, fraternidades de constructores: los hijos del Maestro Santiago. De un Maestro Santiago que ya no se sabe muy bien si fue el que llegó en el arca, el que luchó con los moros, o si se trata sólo de un mito simbólico. Los hijos del Maestro Santiago tienen una habilidad: saben tallar sus símbolos, y otra cuestión fundamental: saben reconocerse. Cada uno de los símbolos que ellos dejan en la piedra es una firma, una fórmula de hermandad, de reconocimiento. En muchas catedrales y castillos de España se ven aún estos signos tallados en la piedra. Y la obra continúa viva…

950390_101.jpgAún es posible revivir aquel sentido de aventura espiritual, de renovación interior que se obtenía a lo largo del Camino. Aún hay quienes sueñan con transformarse y vuelven sus pasos esperanzados hacia esos puntos de la tierra donde las energías se han conjugado para conformar un verdadero puente de unión entre los hombres y Dios. Hace falta vencer, una vez más, la mayor de las pruebas: el temor a lo desconocido. Hay que atreverse a caminar hacia el Occidente; allí donde el Sol desaparece; allí donde cada cual se reencuentra con su verdadero ser. Y el viajero queda allí, solo, y el cansancio abre puertas desconocidas ante la mente y el sentimiento; los ojos se pierden entre los petroglifos, buscando la vieja señal del hombre peregrino del Misterio, ansioso del retorno a su patria celeste.

Delia Steinberg Guzmán

http://www.revistaesfinge.com/naturaleza/vida-al-aire-libre/item/523-22el-camino-de-santiago-una-guia-iniciatica

LOS CULTOS TÁNTRICOS

¿Es el culto del Tantra, tal como sostienen sus críticos, simplemente una excusa para ciertos excesos sexuales? ¿O son sus ritos, tal como afirman quienes lo practican, la clave de la salvación final del espíritu?

El Universo entero se halla en perfecto equilibrio; sus dos polos primarios están equilibrados, con toda precisión, como un dios y una diosa acoplados en una unión divina e íntima. Así pues, la meta espiritual más alta es llegar a obtener una resonancia con este estado insuperable a través de los ritos sexuales.

Todo esto dicen los seguidores del Tantra, culto que se originó en el antiguo Oriente y que ha ganado popularidad entre los teósofos y místicos occidentales desde, por lo menos, finales del siglo XIX. Este culto sigue su expansión -en muchos casos secretamente- en la sociedad contemporánea.

A quien desconozca este culto, tales ritos pueden parecerle una simple tolerancia ante una actividad sexual promiscua y obscena. Es más, los rituales pueden dar aparentemente una sensación de depravación y de magia negra. Sin embargo, en su sentido más puro, el tantrismo no es nada de eso. «Tantra» es una voz sánscrita que significa «urdimbre». Representa un conglomerado de enseñanza escrita -la urdimbre- a través del cual quedan enhebradas la práctica y preparación física y moral suplementarias -la trama- necesarias para la adquisición de la experiencia personal y directa de Dios, los dioses, la Esencia Universal, el Ser Supremo de Luz y lo Último, sea cual fuere la forma escogida por quien busca la sabiduría y la salvación para enfrentarse a esta temible meta.

De hecho, los aspectos sexualmente explícitos, eróticos y, para algunos, repugnantes de los ritos tántricos comprenden sólo un pequeño porcentaje de la integridad de los textos escritos. Con todo, es probable que, efectivamente, sean dichas prácticas y los poderes que supuestamente confieren el factor más importante de la atracción de los occidentales hacia este culto.

El tantrismo ha sido casi siempre practicado en secreto. Y, pese al aumento de la permisividad sexual verificada en la segunda mitad del siglo XX, todavía constituye un culto secreto. Aunque los textos más antiguos daten sólo de finales del siglo X, se dice que hubo muchos otros más antiguos, destruidos por sucesivos invasores del valle del Indo y por hindúes ortodoxos que trataron de acabar con el Tantra. Bibliotecas de escritos tántricos fueron incendiadas, monasterios de este culto fueron arrasados, y sus sacerdotes ejecutados, por lo cual maestros y seguidores procuraron esconderse. Por otra parte, el Tantra cuenta, aparte de las prácticas sexuales, con muchos elementos que ofendían a los perseguidores y que horrorizan a los críticos modernos.

En la filosofía tántrica, los dos dioses mayores, que personifican los dos polos equilibrados del cosmos, son Siva y su consorte Saktï. Pero es ésta la más importante de los dos, puesto que viene a ser la fuerza primaria, creativa y activa, la Diosa Madre, Gran Madre o Gran Diosa. Los tántricos no poseen ningún sistema de castas: consideran a las mujeres totalmente iguales a los hombres y, en numerosos ritos, conciben a la mujer como el vehículo físico de la propia diosa Saktï.

La variedad de temas que aborda el tantrismo es tan amplia, que cubre casi todas las áreas de la filosofía ocultista. Incluyen la creación y la destrucción última del mundo, un panteón entero de deidades y su significado y simbolismo internos, yoga y meditación, el viaje astral y la conciencia sublimada, la longevidad prolongada y, desde luego, los ritos sexuales, a través de los cuales se pretende obtener un enorme poder y discernimiento.

Más de un comentarista ha apuntado que los grimorios medievales, los rituales de la magia occidental y los hechizos parecen proceder del tantrismo oriental, aunque hayan sido revestidos con elementos occidentales. Hacen falta largos y difíciles períodos de preparación y ejercicios para alcanzar algo, según el sistema tántrico. Existen complejos ejercicios de respiración, gestos y posturas ideados para obtener el control de la temperatura corporal, la velocidad del pulso y otras funciones corporales automáticas. Se llevan a cabo intensos y profundos ejercicios mentales, calculados para llegar a un control verdadero y total de la voluntad.

Los adeptos más avanzados son finalmente elevados mental, corporal y espiritualmente para armonizar su más alta esencia interior con la quintaesencia del Espíritu Universal. En principio, esto sería una meta de carácter religioso, pero muchos insisten en que el Tantra no es una verdadera religión.

Los textos que describen las técnicas del Tantra se expresan mediante un simbolismo enormemente alegórico y críptico, ideado para ocultar el significado interno. Las secciones que tratan la alquimia espiritual, por ejemplo, no parecen describir a primera vista nada más que el esfuerzo físico gastado en el intento de trasmutar los metales bases en oro. Sin embargo, lo que pretenden es una ampliación interior del mismo, la búsqueda del hombre despierto.

Los siete chakras, según un grabado del siglo XIX. El chakra más bajo se encuentra en la base del espinazo, donde yace kundalini, serpiente que simboliza a la diosa Saktï. Los tántricos intentan despertarla y hacerla subir por el cuerpo hasta el dios Siva, el chakra más alto, que se halla en la coronilla. Cuando tiene lugar esta «unión divina», el tántrico ha llegado a su meta final, lo cual requiere años de riguroso entrenamiento.

ALQUIMIA INTERNA

El saktï-yoga es la clave de dicho proceso alquímico, y sus ejercicios están basados en el concepto de los chakras, que como ya se comentó en el tema correspondiente, pueden ser definidos como centros. Otra palabra que casi puede considerarse un sinónimo de chakras es padmas, que significa «lotos». Se dice que los chakras se encuentran dentro del cuerpo, pero no son considerados órganos físicos. Más bien se trata de sutiles centros físicos de energía, localizados en los plexos (centros nerviosos) del cuerpo.

Existen siete chakras mayores. Según el Tantra, el más bajo es el muladhara, que se supone cerca del espinazo. Es ahí donde el principio femenino activo, la propia diosa Saktï, yace latente. Está simbolizada por una serpiente durmiente, kundalini -de cúndala, que significa «enrollado»- y espera a ser despertado y juntado con Siva, el macho, principio pasivo.

En cuanto a Siva, habita en el chakra sahasrara -el «loto de los mil pétalos»-, en la coronilla. La manera de juntar estas deidades, dicen los tántricos, consiste en despertar a Saktï y hacer que ascienda gradualmente a través de los cinco chakras intermedios. Estos son: el avadhisthana, encima de la región genital; el manipura, cerca del ombligo; el anahata, en la zona del corazón; el akasa, en la garganta, y el ajna, en alguna parte de la región de la glándula pineal. Este último es el llamado «tercer ojo», el preferido de los místicos orientales y también occidentales, por ser un órgano de visión oculta.

Cuando kundalini ha alcanzado el séptimo chakra, Saktï y Siva quedan unidos. El adepto que lo consigue queda entonces perfectamente armonizado con el propio Universo; ello sitúa al iluminado en una posición superior a la del resto de la humanidad «no despertada», confiriéndole de hecho el más alto orden de sabiduría y poder. Pasa a ser, en realidad, un segmento del propio Cosmos, y por tanto capaz de manipular a voluntad dicha parte del Cosmos. Se trata de un caso de salvación a través del sexo.

Sin embargo, existen muchas trampas en este largo, complejo y arduo proceso de iluminación tántrica; si no son salvadas correctamente con la ayuda de un maestro bien informado, encierran grandes peligros. Se dice que si la fuerza kundalini -que es como un tipo de fuego oculto- se descontrola, el adepto puede volverse loco o encontrar la muerte.

Otro de los riesgos que entraña este camino es que los aspirantes pueden ser desviados por deseos mundanos, nacidos de sus debilidades y alentados por alguno de sus logros. El deseo de riqueza, de longevidad, de poder sobre los demás, por mencionar sólo algunos, pueden seducirlos y alejarlos de la última meta de unión divina. Los propios ritos sexuales, si no son llevados a cabo en el espíritu de disciplina que requieren, pueden obsesionar al practicante hasta el colapso mental y corporal.

Estos ritos -blanco de las críticas más severas- incluyen desnudez, sexo en grupo, incesto y adulterio. Pero, aunque se haya descrito el tantrismo como un culto de éxtasis, lo principal no es el mero éxtasis físico, sensual. Los ritos tántricos están deliberadamente ideados para llevar a cabo una selección arbitraria de la pareja: no se pone ningún énfasis en la juventud, belleza o atracción mutua.

En los niveles más elevados, se habla incluso de relaciones sexuales con diosas, fuerzas de la naturaleza y demonios femeninos. Un testimonio al respecto es el de Stephen Jenkins, profesor de historia inglesa que fue iniciado en Mongolia en el rito sexual tántrico. En su libro The undiscovered country (1977), Jenkins explica que existen dos estados en el tantrismo avanzado: uno en el cual el miembro femenino de la pareja es un ser humano, y otra en la que es «un ser totalmente de otro orden». La última, dice, puede adoptar la forma de un «caminante del cielo» -espíritu de los cuales se dice que frecuentan la India occidental y Ladak- o incluso de la misma Gran Diosa Saktï: «En el nivel más alto de este método, la experiencia no puede distinguirse de la copulación humana normal en su aspecto más intenso y refinado. No pretendo saber cómo funciona esto: sólo puedo atestiguar que funciona».

DOS CAMINOS, UNA META.

Debe apuntarse aquí que existen dos escuelas diferentes de ritos sexuales, conocidas como «camino de derechas» y «camino de izquierdas». Se piensa que muchos de los cultos que florecen actualmente en Occidente -aunque de forma secreta- se adhieren al camino de izquierdas. En el tantrismo, esto significa simplemente que en los ritos que requieren actividad sexual, las mujeres se sientan a la izquierda de su pareja en el momento en que el rito comienza. En el camino de derechas, los ritos sexuales son puramente simbólicos.

La sexualidad en el misticismo oriental.

Así, en la forma extrema del Tantra, o vía de la mano izquierda, se estimula la práctica de elaboradas técnicas sexuales como medio de alcanzar, a lomos de la poderosa energía sexual desatada, las cimas del éxtasis espiritual, mientras que en la renuncia que propugnan el Yoga y el Vendata, la castidad (bramacharia) se convierte en un instrumento básico e indispensable del crecimiento espiritual.

Esta renuncia al disfrute sexual que, en apariencia, se asemeja al temible «No fornicarás» de la tradición judeocristiana, está, sin embargo, radicalmente alejada de los conceptos y propósitos que animan el celibato religioso en Occidente, donde únicamente se persigue la virtud, atribuyendo a la renuncia valores exclusivamente ascéticos y morales.

En Oriente, por el contrario, siempre ha existido una elaborada tecnología de lo espiritual, basada en un conocimiento profundo de las energías sutiles que operan entre el cuerpo y el alma y son responsables tanto de las funciones mentales como de las meramente biológicas del individuo.

El propósito de la castidad, en este contexto, no sería otro que el de preservar valiosas energías para emplearlas en el propio crecimiento interior. Así, puede leerse en el Yoga Sastra: «La pérdida del semen trae la muerte; su preservación, la vida. El semen es la auténtica vitalidad del hombre; es un tesoro escondido que le ilumina el semblante, le fortalece la mente y le colma de bienestar.» Coincidentemente, el moderno sabio hindú Sivananda, en vida médico y gurú de gran reputación, afirmaba: «La energía contenida en el fluido seminal (Viria), es la esencia de las esencias que se encuentra en estado sutil en todas las células del cuerpo. La energía que consume un solo acto sexual equivale a la gastada en diez días de trabajo físico o tres de esfuerzo intelectual.»

A pesar de constituir una vía completamente opuesta, el Tantra parece tener muy en cuenta estos principios, puesto que sus prácticas sexuales evitan estrictamente todo derrame del líquido seminal. Algunos, incluso, lo consideran un mero entrenamiento para disfrutar orgasmos sin malgastar la preciada energía.

Para otros, en cambio, encierra una profunda simbología que representa la unión del principio femenino (Shaktï) con el masculino (Siva), los dos tipos de energía complementarias (prana y apana) que existen en el hombre, y cuya fusión daría lugar a la «iluminación», o expansión de la conciencia, experimentada por los místicos de todos los tiempos. De acuerdo con esta concepción, no existe diferencia alguna entre la energía sexual y la espiritual; se trata de la misma fuerza fluyendo hacia abajo y estimulando los centros sexuales, o fluyendo hacia arriba y despertando las facultades espirituales latentes en el alma humana.

Tal vez sea por eso que tanto los yoguis como los seguidores del tantrismo sienten una gran devoción por el Sivalingam, o representación fálica del dios Siva, que tiene su contraparte en el Yoni, o figuración del órgano sexual femenino de la diosa Shaktï.

Curiosamente -las paradojas son la entraña del complejo mundo oriental- , no puede dejar de señalarse que una cultura tan consciente del ahorro sexual, sea la que ha dado al mundo el Kama Sutra, la sofisticada colección de técnicas sexuales que procura, sobre todas las cosas, el refinamiento del placer carnal.

http://www.proyectopv.org/1-verdad/1112marcosesoterismocultos.html

LA ALQUIMIA DE LOS COLORES

La alquimia de los colores


LA ALQUIMIA DE LOS COLORES

¿Os habéis preguntado alguna vez por qué los árboles y las hierbas del campo son verdes? ¿Os habéis detenido a pensar por qué, al llegar el otoño, la naturaleza se cubre de amarillo? Las hojas frescas son verdes; las hojas muertas son amarillas. La cosa nos parece tan natural que no vale la pena pensar por qué esto es así.

Sin embargo, el verde de la primavera y el amarillo del otoño corresponden a un orden cósmico, a ese orden que hace que todas las cosas estén en su lugar.

El verde es el color de la Luna. Los agricultores saben perfectamente qué importante es el papel de la Luna en los trabajos de siembra, germinación y cosecha. La Luna es la encargada de todo lo relacionado con la fecundidad, tanto la animal como la vegetal, y allí donde su radiación actúa, que es como su divisa, ejerce su patente de propiedad. Verde significará, pues, fecundidad, capacidad gestora y, para los que tienen problemas para gestar hijos, los tonos verdes les serán de poderosa ayuda.

Al llegar el otoño, cuando todo ya está fecundado, cuando la Tierra ya ha dado todo lo que podía dar de sí, la Luna cede las riendas a Venus, la cual, a través del signo otoñal de LIBRA, que Venus gobierna, convierte la Naturaleza en un paisaje para enamorados, poniendo su color, el amarillo de las hojas que llamamos muertas, a todos los montes y valles del mundo. El amarillo, color de Venus, es el color del amor, y cuando aparece en un vestido debemos interpretarlo en el sentido de que en aquella persona hay una disponibilidad amorosa.

Vamos a estudiar, pues, el significado de los colores y su utilización en la vida práctica.

Cada vez son más numerosos los manuales de astrología y Magia, pues bien, muchos de esos manuales atribuyen el color amarillo a la Luna y el color verde a Venus. Esta confusión se debe a que la mayor parte de los autores de tales manuales son simples copistas de obras que vienen de la antigüedad y esas obras contenían errores voluntariamente expresados con el fin de que el aspirante al descubrimiento de la verdad no se limitara a aceptar a ciegas lo consignado en un libro, sino que se viera obligado a investigar, a observar y a descubrir la verdad por su propia cuenta. Nosotros seguimos la correspondencia dada por Max Heindel a los colores, observados por él en sus trabajos de videncia.

 

El color de los planetas y de los signos

ARIES, el primer signo zodiacal, y Marte, su regente, son los promotores del color rojo. Todo lo que es rojo en el mundo lleva implícitas las cualidades de Marte y de Aries. El rojo será, pues, el color de la Energía, del Impulso Inicial, de la actividad febril y también del peligro que comportan el exceso de esas virtudes. No es una casualidad si en los semáforos el rojo significa: detente, hay peligro. Si el rojo aparece en tus mejillas, si cubre tu frente, como ocurre en ciertas personas, es que la naturaleza te está diciendo ¡cuidado!, estás viviendo peligrosamente.

Pero el rojo no es sólo un color peligroso, es también el motor de toda actividad. La sangre, que permite al cuerpo funcionar, es de color rojo. El rojo es, pues, un color que permitirá alcanzar un mayor nivel de actividad a los que han sido vencidos por la pereza; un color que despertará el entusiasmo en las gentes ganadas por la apatía y la indiferencia. Si ves aparecer el rojo en el vestido de una persona, convéncete de que ahí hay madera de líder, de caudillo, de abanderado.

TAURO está regido por Venus. Ya hemos dicho que el color de Venus es el amarillo, pero también lo son los rosados. Ambos colores serán los de Tauro. Pero así como en Libra, el otro signo de Venus, el amarillo es intenso, hoja muerta, en Tauro el amarillo es pálido, como lo son las flores que aparecen en primavera con ese color.

Si el rojo es excitante, el amarillo será calmante, conciliador, magnético. Todo lo que lleva un color amarillo será de naturaleza venusiana. Las infusiones calmantes, las que permiten conciliar el sueño y calmar el dolor, son de color amarillo. Pero en las hierbas, como en todo, se encuentran mezcladas las virtudes de varios planetas, aunque sea uno solo el dominante, de modo que esas plantas calmantes, la tila, por ejemplo, tiene una primera naturaleza venusiana, y aparece si la infusión es ligera con un bello color amarillo. En cambio, si se la deja infusionar más tiempo o se guarda para el día siguiente, el agua de tila se vuelve roja o rojiza y entonces resulta excitante el lugar de calmante, y despierta en lugar de adormecer…

GÉMINIS y su regente Mercurio son los promotores del color gris y colores cambiantes. No es una casualidad si el cerebro es llamado la masa gris o si a los intelectuales que realizan una labor discreta y eficaz se les llaman eminencias grises. El gris es el color de Mercurio, regente del intelecto. Es el color indicado para ponderar las pasiones, para estimular la curiosidad intelectual. Cuando el gris aparece con frecuencia en los vestidos de una persona, allí hay un fondo de intelectual; no esperéis de él un comportamiento apasionado.

CÁNCER y su regente, la Luna, son los promotores del color verde y de los tonos plateados. Como hemos dicho anteriormente el verde es el color de la fecundidad, de la abundancia, de la imaginación creadora. Mucho verde dispersa la atención, impide todo estudio, echa fuera el intelecto para dejar el campo libre a la loca imaginación. Pero, en pequeñas dosis, el verde estimula la memoria. El verde es el enemigo del rojo y su antídoto natural, por ello sirve de refrescante contra el calor. Nada como las bebidas verdes para desalterar y las hojas verdes para combatir las quemaduras.

LEO y el Sol, su regente, son los manantiales primigenios del color dorado. Es un amarillo que ha alcanzado su plena madurez y ha llegado a un estado inalterable, simbolizado por el oro. El color dorado se da raras veces en la naturaleza, porque el mundo no ha alcanzado aún el punto de cocción, por así decirlo, necesario para que el dorado se manifieste. El grano de trigo tiene ese color dorado de las cosas perfectas. Por sí solo, cuando se consume de forma integral, es capaz de nutrir al hombre sin otro añadido. Las abejas tienen también un bello color dorado y, dice una leyenda, que trigo y abejas son productos importados de Venus, un planeta de una evolución superior a la Tierra. El dorado es el color de la perfección.

VIRGO es el segundo signo de Mercurio y su color es el marrón, el beige y el multicolor, ya que Virgo es una síntesis de todos los demás signos y, por consiguiente, reúne en él todos los colores. El marrón es el color de la responsabilidad y el del saber científico y del experimental. Donde aparece el marrón, allí está un sabio con toda seguridad, no el sabio del color gris, que conoce las cosas en teoría, sino el sabio que ha experimentado en la escuela de la vida y que está de vuelta de casi todo.

LIBRA es el segundo signo de Venus y es de ese signo que se desprende el amarillo-hoja muerta del que hablábamos al comenzar este tema, los tonos pastel también le pertenecen. Su color es lo más parecido que existe al auténtico dorado. Es el color de la unión, de los esponsorios, de las alianzas, el color del sacrificio de la individualidad, en beneficio de la coexistencia entre dos o más personas.

ESCORPIÓN es el segundo signo de Marte, es su Puerta negativa y podríamos decir que aquello que hemos hecho con el impulso del rojo, se oscurece y por ello el color más propio del signo es el granate. Es el color de las situaciones explosivas, de las tempestades del alma, de la guerra. Es el color de las fraguas en que se forja el hombre nuevo. El granate será, pues, el signo anunciador de la discordia, del combate, de la lucha consigo mismo, del conflicto agudo, trabajado. Esto significa que elementos contrarios están en presencia, de modo que será el color de la dificultad.

SAGITARIO y Júpiter, su regente, son los creadores del Azul. El azul es el color del poder ejecutivo. Allí donde surge, anuncia que la persona puede asumir responsabilidades y, con toda seguridad, es alguien que ascenderá todos los peldaños que conducen a la ejecución de las más altas tareas. El azul genera optimismo, alegría; es el color de la solución de los problemas, el que despeja las vías que han sido obstruidas.

CAPRICORNIO y Saturno son los creadores del Negro, el color atribuido a la muerte y al luto (en el mundo occidental). Pero la muerte que saturno simboliza, no es la física, sino la espiritual. Capricornio es la puerta zodiacal de la cristalización de las energías espirituales, que son convertidas, gracias a la influencia de este signo, en objetos materiales. El negro significa pues: objetivo material, realización práctica, por eso quien lo lleva será un hábil político, un hombre de negocios, un legislador y creador de las reglas sociales. El negro adelgaza, reduce, convierte lo grande, espiritualmente hablando, en pequeño.

El negro significa, pues, una voluntad de dominio dentro de un campo limitado. Es el símbolo de la propiedad privada, del espacio que el hombre delimita para realizar en él su creación. Cuando aparece en una persona, debemos interpretarlo en el sentido de que encierra un poder organizador y creador de realidades materiales. Los alquimistas comenzaban su obra con el negro, siendo el negro el punto de arranque de todas las transformaciones ulteriores. Las vírgenes negras tienen el mismo significado y les dicen al hombre: peregrino, aquí está la materia prima para realizar tu gran obra.

ACUARIO es el otro signo regido por Saturno, en él toman sentido los colores plomizo y cobalto. Pero este signo va entrado cada día más bajo el dominio de Urano, cuyo color es el naranja, color que anuncia una transmutación espiritual. El color plomizo significa que el individuo posee cualidades de análisis y reflexión que lo convierten en un innovador, en un inventor: es el color de los precursores. Mientras que el naranja es el color que anuncia el hombre del futuro, el de la era de Acuario, del Hombre Nuevo del Tercer Milenio, que lo comparte todo, que posee la virtud suprema del don de sí.

PISCIS es el segundo signo de Júpiter. Su color es el violeta y el azul oscuro, que significa desaparición de los deseos, abandono del combate mundano, espiritualidad, obediencia a la naturaleza superior, castidad. Allí donde aparece, indica que el hombre se está despojando de lo mundano para entrar en el dominio de lo transcendente.

Así pues, cada signo tiene su color y los nacidos bajo un signo determinado poseen en su aura invisible ese colorido especial por el cual pueden ser distinguidos por los que poseen la llamada “visión etérica” o “segunda vista”.

 

La utilización de los colores

Los colores, bien sea formados con elementos naturales o fabricados artificialmente, constituyen un poderoso talismán para atraer las virtudes del signo y del planeta que les da vida, ya que del mismo modo que el cuerpo físico necesita alimentos para subsistir, también el cuerpo anímico los necesita y no siempre le damos el tipo de alimento adecuado. Si tenemos una carencia de material venusiano, por ejemplo, lo subsanaremos poniéndonos una prenda de color amarillo, porque ese color atraerá sobre nosotros las vibraciones que nos faltan.

Así cada uno puede aumentar el poder de un cuerpo celeste determinado, llevando sobre sí prendas que corresponden al color del planeta o de su signo zodiacal. Ahora bien, hay personas que tienen cuatro o cinco planetas en su signo de nacimiento. Ello significa que disponen de una cantidad considerable de energías de este signo y no es conveniente que utilicen una técnica para obtener más. En tal caso lo aconsejable es utilizar prendas con colores correspondientes a signos de cuyas energías puedan carecer. Sólo el conocimiento del horóscopo personal de cada uno pueden indicarnos cuáles son los colores que tal o cual persona debe utilizar.

Por lo general, cuando existe una concentración planetaria en un signo, el individuo siente una antipatía instintiva por el color que lo representa. La naturaleza utiliza este síntoma para dar a entender que existe una saturación del color en cuestión y que en consecuencia debe orientarse hacia otras tonalidades que lo aprovisionen en cualidades distintas. Al revés, la necesidad de una determinada virtud se expresa mediante una apetencia por el color que la representa. Los padres deben tener muy en cuenta lo que acabamos de decir, en lo que se refiere a sus hijos, no obligándoles a cargar con un color que les traerá complicaciones por su excesiva abundancia. Si los dejamos elegir, ellos se orientarán instintivamente hacia el color que ha de permitirles un crecimiento anímico armonioso y equilibrado.

Una persona, niño, adulto, apático, apocado, tímido, debe vestirse de rojo. Por el contrario, un niño turbulento, una persona demasiado lanzada, debe vestirse de amarillo. Un estudiante en período de exámenes o de oposiciones necesita el concurso del intelecto y debe vestirse de gris. Para estimular la imaginación creadora, o para propiciar la fecundidad de una mujer estéril, es preciso rodearse de verde. El sueño se verá propiciado por los tonos amarillos en la habitación, etc

Cada signo tiene su color, pero como en nuestra vida actúan los doce compartimientos zodiacales y cada uno de ellos rige un ámbito de nuestra actividad, el color del signo actuante en un determinado sector será el adecuado para los asuntos que con él se relacionan.

Si tomamos como ejemplo el signo de Aries, vemos que su Casa IV, la del hogar, se encuentra en Cáncer, de modo que el color que debe presidir la casa de los Aries, es el verde. La Casa VIII, la del amor, se encuentra en Escorpión, de modo que el granate será el color que suscitará la aparición de enamorados. La Casa X de Aries, la de la vida profesional, se encuentra en Capricornio, siendo el negro el color que les ayudará a estabilizarse en la profesión y ganar dinero.

Así pues, el Aries que va a una cita amorosa debe vestirse con los colores de su signo: rojo, los de su Casa VIII, granate y en los accesorios debe procurar que vaya representado el color del día en que tiene lugar la cita, de acuerdo con el cuadro de regencias planetarias que adjuntamos. Si es un miércoles, día regido por Mercurio, procurará llevar un accesorio gris, marrón o multicolor. Si es un jueves, llevará un accesorio azul oscuro, etc.

Para sintetizar lo que estamos diciendo hemos elaborado la siguiente tabla, en la que aparecen, para cada signo, los colores que rigen la personalidad, el hogar, el amor y la vida profesional y social o los negocios. A veces las cosas nos salen mal porque nos vestimos con colores que nos vampirizan, que aspiran nuestras energías en lugar de dárnoslas. Por el contrario, si utilizamos adecuadamente los colores en nuestra forma de vestir, el vestido se convierte en un poderoso talismán que nos sitúa en la esfera de la suerte. Es muy importante, como ya se decía en la Biblia, hacer las cosas a su hora. Pero lo es igualmente presentarse con el vestido del color adecuado a la cita de amor, de los negocios o de la vida mundana.

 

Correspondencia de los colores con los signos y con la vida

Signos        Personalidad               Hogar           Amor            Profesión, vida social

Aries             Rojo                       Verde           Granate        Negro

Tauro           Amarillo pálido         Dorado         Azul             Naranja

Géminis         Gris                       Marrón          Negro           Violeta

Cáncer          Verde             Amarillo intenso    Naranja       Rojo

Leo               Dorado                  Granate         Violeta           Amarillo pálido

Virgo            Marrón                  Azul              Rojo              Gris

Libra            Amarillo                 Negro     Amarillo pálido     Verde

Escorpión      Granate                Naranja         Gris               Dorado

Sagitario       Azul                     Violeta           Verde             Marrón

Capricornio    Negro                  Rojo              Dorado            Amarillo intenso

Acuario         Naranja        Amarillo pálido       Marrón           Granate

Piscis            Violeta                 Gris                Amarillo          Azul

 

Los días de la semana y sus colores

Día                 Planeta               Color

Lunes                       Luna                             Verde

Martes                    Marte                           Rojo, granate

Miércoles                Mercurio                       Gris, marrón

Jueves                    Júpiter                         Azul, violeta

Viernes                   Venus                            Amarillos

Sábado                   Saturno                        Negro, plomizo, cobalto

Domingo                  Sol                               Oro

http://www.proyectopv.org/1-verdad/alquimiacolores.htm

Giordano Bruno y la religión de la verdad

GIORDANO BRUNO

El 17 de febrero de 1600 ardía en Campo di Fiori, Roma, una hoguera que, en crepitantes llamas, se llevaría el cuerpo físico de Giordano Bruno. Los cargos: herejía y apostasía. ¿Los motivos? Pudieron haber sido muchos o tal vez uno solo. Lo cierto es que el desarrollo de las ideas brunianas había sacudido los cimientos de la Iglesia de Roma y del pensamiento renacentista en general…

La condena tenía que ser y resultar ejemplificadora. Este hombre, que en el momento de su detención en 1592 contaba apenas cuarenta y cuatro años, llevaba ya, a esa altura de su corta vida, casi cuarenta libros escritos, y había recorrido toda Europa con sus enseñanzas. Su frente de batalla: la “asnalidad”, como a él le gustaba llamar a la ignorancia, viniese de donde viniese, ya fuera de aristotélicos, hombres de Iglesia o grandes doctores. Su lucha: la búsqueda de la verdad.

¿De dónde provenía su conocimiento? Bruno era monje dominico, aunque aún joven tuvo que abandonar sus hábitos y huir del convento por acusaciones de herejía. Se había ordenado sacerdote y más tarde había llegado a ser doctor en Teología. Desde casi su niñez había estudiado Lógica y Gramática. Su inquieto espíritu, sin embargo, y a pesar de su formación religiosa, lo llevó bien pronto a buscar otra fuente de información. Sus lecturas no se limitaron a las establecidas, sino que se nutrieron de los clásicos y filósofos de todo tipo. Su inquieto intelecto no se detuvo ante nada. Versiones no confirmadas lo hacen estudioso de otras filosofías, e incluso se habla de viajes que Bruno habría realizado al norte de África, donde habría tomado contacto con el hermetismo. No obstante no hallarse esto confirmado, lo cierto es que el desarrollo de sus ideas a partir de 1577 toma el cauce del pensamiento tradicional egipcio. La teoría de los innumerables mundos, que va a ser una de las principales causas por las cuales será condenado, está ya enunciada en el Kybalión, libro tradicional hermético.

Detenido en 1592, tras ocho años de largo proceso, primero en Venecia y luego en Roma, las acusaciones se resumen en cuatro proposiciones consideradas heréticas: dos teológicas y dos filosóficas. Las teológicas: el rechazo de los dogmas de la Trinidad y de la transubstanciación de las almas. Las filosóficas: la doctrina de la pluralidad de los mundos y la que proclama al alma presente en el cuerpo como un piloto al frente de su nave (inmanencia de lo divino en el alma humana).

Las dos primeras aparecieron ya en los primeros procesos y acusaciones de herejía de los tiempos de noviciado de Bruno, y son las que a la larga le obligarían, primero a huir a Roma desde Nápoles, y luego a deambular por toda Europa.

Para Bruno el dogma de la Trinidad formulado por la Iglesia chocaba con obstáculos insalvables. No parecía coherente identificar a cada figura de la Trinidad como personas separadas entre sí, sino como potencias que implicaban procesos sucesivos y a la vez simultáneos de la manifestación de una misma potencia, la del Padre. Bruno hizo así suyo aquel credo que expresara Virgilio en el libro sexto de La Eneida: desde el principio del mundo, un mismo espíritu interior anima el cielo y la tierra y las líquidas llanuras, el Sol y las estrellas… Ese espíritu mueve la materia y se mezcla al gran conjunto de las cosas. Si recordamos que Bruno tomó contacto con ideas herméticas, nos vamos a encontrar aquí la formulación de la primera ley hermética.

Otros estudiosos también han visto un enlace con la tradición vedantina de la India (todo es Brahma). Bruno se inserta a sí mismo en la tradición gnóstica y en el cristianismo de neto corte juanino: en el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era al principio con Dios.

Pero Bruno va más allá al proclamar que la estructura del universo es mandálica (circular) y cuaternaria. Este cuarto elemento es la Naturaleza misma a través de la cual se asciende a la Divinidad, pero sin la cual la Trinidad básica permanece inasequible para el hombre. Este cuarto elemento, el espíritu ctónico, terrestre, participa también de la naturaleza divina, y a través de ella se trasciende a sí mismo. No hay nada que no participe de lo divino. Lo que varía es solo la gradación, pero tanto el Todo como las partes participan de una misma y única sustancia que permanece inmutable. Son todos grados de una única vía ascensional.

En cuanto al dogma de la transubstanciación de las almas, también Bruno se reinserta en la tradición gnóstica cristiana adoptando la idea de la transmigración de las almas. En el infinito universo las formas son infinitas, pero la sustancia es única y esta no puede perderse. El alma va elevándose, adoptando las formas que le son necesarias para su desarrollo y evolución. El fin es la unión mental del sujeto con el objeto infinito.

Esta cuestión de la transmigración de las almas aparece expuesta en Expulsión de la bestia triunfante: lo divino es algo inmanente, interior, propio de cada sujeto, en contradicción con la forma de la divinidad trascendente, exterior, ajena, expuesta por la Iglesia.

Encontramos además en Bruno la idea del hombre como espejo de lo universal, microcosmos en donde se refleja la mente de Dios.

El hombre debe realizar un proceso de purificación moral fundado en el reconocimiento de la ley natural y en la exaltación del trabajo, la justicia y el amor, entendidos como fundamentos de la unidad ética de la Humanidad.

El espíritu, así, se encamina hacia una más profunda unidad con la universalidad divina.

La idea de los mundos innumerables se encuentra expuesta en Sobre el infinito universo y los mundos. Allí expone que es un absurdo considerar que fuera del universo conocido no hay nada. Si juzgamos de acuerdo a lo que vemos, la experiencia demuestra que todo es contrario al vacío. Si el universo es un todo infinito que no tiene borde, término o superficie, todo este universo está poblado por seres distintos, por existir distintos grados de perfección de las criaturas; desde el más bajo hasta el más alto, no hay nada muerto en el universo, todo está vivo y participa de una misma y única sustancia, todo se mueve de acuerdo a su propia alma.

Ningún elemento es un engranaje ciego de una máquina, sino un ser que por su propia naturaleza está en determinado lugar y se mueve en forma coherente con su esencia y se relaciona con los demás entes del universo. Al primer ente que crea el universo, le corresponde una potencia infinita, y en tal caso, ¿por qué habrían de estar limitados los mundos? Esta infinitud es extensiva. Todas las cosas animadas participan de una misma sustancia: la Sustancia Divina. Dicha Sustancia los incluye a todos, si bien la participación no es de igual grado.

Bruno, que se sentía libre en la esclavitud, alegre en la pena, rico en la necesidad y vivo en la muerte, que no envidiaba a quienes eran siervos en la libertad, sentían pena en el placer, eran pobres en la riqueza y muertos en la vida, entregó su cuerpo a la hoguera con la esperanza de que algo más allá de sí mismo viviese y llegase al futuro de forma útil y fructífera.

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