Hoy en ufopolis vamos a acercamos al enigma de los ringmakers en base a las investigaciones del autor Norman Bergrun, quien en el año 1996 publicó un interesantísimo trabajo en donde exponía la posible creación de los anillos de este precioso planeta de forma artificial. Para abordar este enigma, lo ideal es comenzar por el principio, la mitología. Saturno es el dios de la agricultura en la mitología romana, y equivale al Cronos de Grecia. Este dios era hijo de Urano y el regidor absoluto del Universo, y para evitar ser desposeído del trono por sus hijos, los devoraba. Pero su mujer escondió a uno de ellos, Zeus (equivalente al Júpiter romano), para salvarle la vida. Zeus, al crecer, destronó a su padre. Estas interesantes referencias nos hacen ver la concepción violenta que se tenía en el pasado sobre este majestuoso cuerpo gaseoso.
Centrémonos en los famosos anillos. Al empezar la década de los 70 del siglo XX, sólo conocíamos a seis de estos anillos, que fueron nombrados por una letra mayúscula, según el orden en que fueron descubiertos, separados por regiones entre las que destacan la División de Cassini y la División de Encke, también llamada “el trazo del lápiz” por su delgadez. Las sondas Voyager I y II, desvelaron que estaban subdivididos por multitud de otros anillos más delgados. Hoy sabemos que existen más de 100.000, con un espesor variable, desde unos sorprendentes 10 metros, hasta varios kilómetros, presentando ondulaciones y picos semejantes a las montañas existentes en la Tierra.
En 1979, la Pioneer 11. en 1.980, la Voyager I y en 1.981, la Voyager II, transmitieron diversa información sobre el increíble sistema de anillos de Saturno, pero en 2004 fue determinante la llegada a la región de la sonda combinada Cassini-Huygens, que aportó miles de imágenes que permitieron interesantes descubrimientos. Se encontraron nuevos satélites. Muchos más de los que se esperaba en un primer momento. De hecho es que son son incontables los objetos que orbitan al planeta, de los que más de 60 están catalogados como satélites naturales de Saturno, superando eso sí, solo ocho de ellos los 200 kilómetros de diámetro. Titán, Rea, Jápeto, Dione y Tetis tienen más de 1.000, mientras Pan, satélite pastor en la División de Encke, no supera los 20 kilómetros. Titán y Encelado (499 km) son las lunas más interesantes, pero muchos son simples peñascos no mayores de la media docena de kilómetros.
Con esta información, viajamos al año 1996. Aquí tenemos a Norman Bergrun estudiando las fotografías de 1980 del vuelo de la sonda Voyager 1 sobre Saturno. Este hombre había trabajado en los Ames Research Laboratories (NACA National Advisory Commitee for aeronautics) predecesora de la NASA durante 12 años como investigador. En NASA fue pionero en el diseño de criterios y aplicaciones relacionadas con el aislamiento térmico en aviones, además de ser pionero en estrategias para aplicar medidas de estabilidad en vuelos de aviones, misiles y cohetes. Se unió a Lockheed Martin donde fue el manager de los análisis y los tests de vuelos de sistema de lanzamiento de misiles Navy Polaris Underwater. En Lockheed estuvo trabajando 13 años también mientras servía al ejercito de los Estados unidos como responsable del reconocimiento y análisis de aplicaciones especiales para los satélites espaciales. Galardonado con premios de la sociedad profesional de Ingenieros de California y considerado uno de los mejores ingenieros de Norteamérica de los últimos 50 años, este científico sorprendió a la comunidad científica con unas increíbles afirmaciones: los anillos de Saturno estaban siendo construidos por una civilización inteligente. ¿Se había vuelto loco de repente?
El trabajo del Dr. Bergrun constaba de una serie de análisis realizados a fotos de las sondas Voyager en donde se veían los anillos de Saturno siendo construidos por esos objetos. Uno de los objetos mediría 50.000 km de longitud, es decir, cuatro veces el diámetro de la tierra. Según Bergrun, la información que sacó fue clasificada Top Secret cuando fue descubierta tanto por la NASA como por el departamento de Defensa de los Estados unidos. La información no habría sido puesta en conocimiento con la comunidad científica y por supuesto, a los objetos no se les habría puesto nombre oficial para evitar ser reconocidos pero habría llegado a manos de este científico tras una filtración interna de la que no quiso dar más detalles para proteger a su fuente.
Según Bergrun, en esta foto obtenida en IR del Hubble, puede apreciarse claramente un objeto cilíndrico de dimensiones colosales que sigue un camino definido en la periferia de uno de los anillos.
Se les denominó en su momento los “Ringmakers. En la siguiente sucesión de fotos, junto a las lunas, observamos una serie de anomalías consistentes en objetos cilíndricos que entran, permanecen y salen del anillo exterior, marcados por los puntos A,B y C: El objeto “C”, mide 31.000 Millas de largo por 2.500 Millas de anchura. Casi nada.
A este respecto, la sonda Cassini en 2007, realizó varias fotografías, que mostraban, según el mismo científico naves de dimensiones descomunales en los anillos de Saturno, posiblemente recopilando materiales y minerales y depositando otros.
La misión Cassini detectó el 20 de Noviembre de 2007 un objeto que inicia una súbita ignición de plasma y se desplaza, y graba la sucesión de fotos. La cámara estaba apuntando al anillo E a una distancia de 1,741,354 Km.
Igualmente, el 7 de Junio de 2010, La web Space.com relacionada con la NASA, reportó gigantescas estructuras con forma cilíndrica, descubiertas en los anillos de Saturno que se confundirían con lunas. NASA estaría aún a día de hoy determinando la órbita de estos objetos intentando descubrir por qué estarían sobre el misterioso anillo F.
Por otra parte, el 24 de abril de 2012 la agencia Europa Press publicó un desconcertante titular que corroboraba las observaciones de Bergrun “Cassini descubre objetos perforando un anillo de Saturno”. Según esa información, la NASA habría descubierto extraños objetos de unos 800 metros de diámetro perforando uno de los anillos de Saturno y dejando rastros brillantes detrás de ellos. El fenómeno se produciría en el exterior de uno de los anillos principales de Saturno, llamado el anillo F, que tiene una circunferencia de 881.000 kilómetros. Los científicos han llamando a estos objetos ‘minijets’ (minichorros) y, estudiando 20.000 imágenes de esta zona, encontraron 500 ejemplos de este fenómeno a lo largo de los 7 años de permanencia de Cassini en torno a Saturno. Estos pequeños objetos parecen chocar con el anillo F a velocidades de alrededor de 2 metros por segundo. Las colisiones arrastran partículas de hielo brillantes fuera del anillo F, dejando un rastro de 40 a 180 kilómetros de largo.
A este respecto, Richard Hoagland, ex asesor de la NASA comentó que había encontrado en el séptimo anillo una construcción artificial, tridimensional, con 4 niveles, y con una curvatura de 30 grados en la parte superior. Mediante una simulación con un programa de diseño, la comparó con una especie de “puente”, haciendo hincapié en las sombras de los bordes
Sea como fuere, la información sobre este tema parece ir filtrándose con cuentagotas y no tenemos dudas de que en el futuro podrían existir más filtraciones en donde podríamos ver este tipo de estructuras con mayor definición. Si os ha gustado el artículo, podéis ver este vídeo sobre construcciones anómalas en la luna que hicimos en nuestra serie sobre las crónicas de la luna. Esperamos que os guste
Ufopolis.com 2015