Lapida encontrada en Bingerbrück Alemania en 1859
«TIBERIUS IULIUS ABDES PANTERA de Sidón, de edad 62 años, 40 años de servicio, formó parte del estandarte de la primera cohorte de arqueros, yace aquí.» |
La rápida extensión del cristianismo reconocida por autores paganos del siglo II hizo que se propagasen numerosas calumnias entorno a los cristianos. Las acusaciones se centraban en los ritos cristianos como la eucaristía que calificaban de “canibalismo” o el trato de llamarse entre cristianos “hermanos”, lo cual era para aquellos autores paganos una muestra del “incesto” que practicaban. Tanto Celso como Cecilio acusan a los cristianos de no tener altares, templos, ni imágenes, algo incomprensible para la mentalidad pagana. Los cristianos son mostrados como gente al margen de la sociedad grecorromana. Otras acusaciones frecuentes por los autores paganos y la plebe era que adoraban a una cabeza de asno, acusación confirmada no sólo por los escritos que nos han dejado distintos autores, sino también por el hallazgo del grafito del Palatino (Roma) datado de finales del siglo II o comienzos del siglo III, que representa a un crucificado con la cabeza de un asno, con el rótulo “ALEXAMENOS ADORA A SU DIOS”. Se trata de una caricatura burlesca anticristiana probablemente fundamentada en la antigua acusación de que los judíos adoraron durante un tiempo la cabeza de un asno, según Flavio Josefo (Contra Apión 2,80) y Minucia Félix (28,7). Esta acusación se extendió contra los cristianos a quienes los romanos tomaban por judíos, así por ejemplo Suetonio añade que el emperador Claudio expelió de Roma a los judíos, que tumultuaban continuamente para entronizar a Cristo.
El desprecio de los cristianos a la religión pagana y la creencia popular de que los cristianos siempre andaban ocultos en sus prácticas o conspiraban, favoreció toda clase de invenciones. Algunos de estos bulos eran tan disparatados que ni siquiera fueron recogidos por ciertos intelectuales paganos.
Entre aquellos intelectuales paganos destaca Celso, un filósofo griego que sobre el año 178 d.C. publicó su obra “El discurso verdadero” o “Sobre la verdadera doctrina”, de la cual conocemos párrafos textuales gracias a que fue criticada por Orígenes de Alejandría hacía el año 248 d.C. en su libro “Contra Celso”. Celso, aunque su nombre es romano, escribió su obra en griego y conocía muy bien las obras de Platón. El trabajo de Celso destaca sobre otros autores paganos por su gran ilustración, pues había leído los Libros del Antiguo Testamento, los evangelios de Mateo, Lucas y Marcos, así como las Epístolas de Pablo. También conoce de la existencia del evangelio de Juan y apócrifos. Sabe de las principales disputas entre judíos y cristianos y desde luego conoce a la perfección las diferencias entre cristianos y paganos. Viajó a Egipto y Palestina, y ello sin duda alguna, condicionó también el contenido de su obra.
Celso plasma en su libro las principales acusaciones judías contra los cristianos, introduciendo un interlocutor judío. Es probable que Celso conociese la obra “Diálogo con Trifón” de Justino, obra anterior en donde se recogen numerosas acusaciones que vuelven a recogerse en “El Discurso Verdadero”. Es típico de Celso comparar la historia judía y cristiana con los mitos paganos.
Celso conocía bien las obras de Homero, y otros autores de la literatura clásica tanto romanos como griegos. Su ataque contra el cristianismo es serio, metódico, mostrándose bien informado y haciendo un alegato final a favor del Imperio Romano.
Aunque el filósofo griego trató numerosos puntos del cristianismo y de las escrituras, en este trabajo nos centraremos en un comentario que hace para rechazar la virginidad de Maria y que puede leerse del siguiente párrafo de la obra de Orígenes: Después de esto introduce a un fingido judío – ni siquiera filósofo -, que habla con Jesús mismo, a quien arguye, según él se imagina, sobre muchas cosas. Y, en primer lugar, de que se inventara el nacimiento de una virgen para acallar los rumores acerca de las verdaderas circunstancias de su origen, nada lisonjeras. Échale igualmente en cara que proviniera de una aldea judaica – Belén, la ciudad de David – y de la mujer lugareña y mísera que se ganaba la vida hilando; y añade que ésta, convicta de adulterio, fue echada de casa por su marido, carpintero de oficio, tras quedar preñada de un soldado romano llamado Pantera, anduvo ignominiosamente errante y, a sombra de tejado, dio a luz a Jesús. En cuanto a éste, apremiado por la necesidad, se fue a trabajar de jornalero a Egipto, y allí se ejercitó en ciertas habilidades- magia y hechicería- de que blasonan los egipcios; vuelto a su patria, hizo alarde de esas mismas habilidades, y por ellas se proclamó a sí mismo por Dios.(Cels. Ap Oríg. Lib. 1. nn, 28.32)
¿Es esta acusación un bulo más de los proferidos por los paganos anticristianos como hemos visto anteriormente o por el contrario hay alguna base real para tal acusación?. El asunto no es baladí y merece al menos un estudio separado.
En primer lugar hay que situar la obra de Celso en el contexto de una campaña negativa contra los cristianos, en una época de persecuciones, enfrentamientos entre filósofos, retóricos, de ataques entre paganos y judíos, disputas entre judíos y cristianos y finalmente los debates entre los distintos grupos cristianos que había a lo largo y ancho del Imperio Romano. En esa olla a presión bullía la calumnia, la vituperación y lo que es peor el contrarelato. El argumento del nacimiento de una virgen como reivindicación de la divinidad de Jesús era sostenída por el cristianismo primitivo y el relato de Mateo y Lucas dio lugar al contrarelato del adulterio de María.
Por extraño que parezca la acusación de Celso probablemente se fundamenta indirectamente en el Evangelio de Mateo el cual había leído . En Marcos 6:3 llaman a Jesús “el carpintero y Mateo en 13:55 al copiar a Marcos cambia la expresión, llamándolo “el hijo del carpintero”. Por consiguiente, la primera conclusión es que la figura de “Pantera” es posterior a la redacción del Evangelio de Mateo y es un contrarelato consecuencia de la refutación que hacían los judíos a la concepción virginal.
El hecho de que en Marcos 6:3 no se mencione a José y se identifique a Jesús como “el hijo de María” cuando los patronímicos judíos van referidos al padre, es visto por algunos como un indicio de la bastardía de Jesús; pero Crossan y Reed creen que Mateo en 13:55, donde vuelve a citarse a María como madre de Jesús, no cambia a Marcos para ocultar un nacimiento ilegítimo, sino por razón de aquel oficio artesano, que no le resultaba al evangelista lo suficientemente digno para Jesús. Por otra parte el Evangelio de Marcos no relata el nacimiento de Jesús, sino que su narrativa comienza con Jesús adulto siendo bautizado en el río Jordán por Juan el Bautista. El profesor James Tabor ve en Marcos 6:3 y en el silencio que este evangelista ofrece sobre el nacimiento de Jesús, una falta de datos sobre la paternidad de Jesús, sin embargo en mi opinión también es posible que precisamente por el hecho de no narrar Marcos el nacimiento de Jesús y centrarse más en los años de predicación, tampoco tuviera motivo para citar a José como padre de Jesús.
Lo cierto es que Mateo es el primero que plantea la cuestión del adulterio. En Mateo 1:18-25 puede leerse: El origen de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, que era justo, pero no quería infamarla, resolvió repudiarla en privado. Así lo tenía planeado, cuando el ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a Luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta: “Ved que la virgen, concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros”. Despertado José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer. Y no la conocía hasta que ella dio a luz un hijo, y le puso por nombre Jesús .
Sin embargo, Mateo no está haciendo ninguna tapadera para ocultar un adulterio, sino que justifica la primera reacción de José conforme la ley judía . En Mateo el protagonismo es de José, mientras que en Lucas lo es María. Así por ejemplo Celso no se inspira en este pasaje de Mateo para dar a conocer a Pantera, sino que es más plausible que la idea de una concepción adúltera provenga del rechazo de los judíos a la concepción virginal cristiana plasmada en Mateo y Lucas. Esa refutación llevaría al enfrentamiento, de manera que lo que comenzó como una oposición de los judíos a la concepción virginal de Jesús acabó con una acusación de adulterio y luego al contrarelato de Celso. Por consiguiente en mi opinión la difamación de una concepción adúltera es muy antigua, anterior a Celso, pero siempre posterior a Mateo. Distinto sin embargo es el nombre de Pantera, del que más en adelante hablaremos.
El evangelio de Mateo contiene además alusiones al Antiguo Testamento. Para John D. Crossan y Jonathan L. Reed, existe una relación entre Mateo 1:18-25 y el nacimiento e infancia de Moisés del Antiguo Testamento. Para estos eruditos Mateo ve a Jesús como un nuevo Moisés, por lo que el evangelista quería componer una historia de la infancia y nacimiento de Jesús siguiendo el patrón de Moisés. Pero no el patrón de Éxodo I:15-22 y II:1-10, sino el de la tradición judía donde se cuenta como Amram y Jocabed ya están casados y están esperando a su hijo Moisés cuando se promulga la orden del faraón de arrojar al Nilo a todo niño recién nacido. La tradición cuenta que Dios se le presenta a Amram en sueños y le dice: ( Flavio Josefo – Antigüedades de los Judíos II, 210-211).
En las antigüedades bíblicas de Pseudo-Filón, Amram y Jocabed todavía no se han casado cuando se promulga el decreto del faraón. Este orden es también el que sigue el Libro del Éxodo, pero es Miriam, la hermana del futuro Moisés, quien tiene el sueño. En esta versión, Amram se niega al celibato, al divorcio o la separación como solución al problema del infanticidio, optando por dejar a Moisés en las aguas del río.
El faraón en Mateo es el rey Herodes y Amram es José. Tanto en el Evangelio de Mateo como en estas tradiciones, se plantea un problema, una duda y Amram al igual que José debe tomar una decisión, la solución viene a través de un sueño. Mateo usa el paralelismo del nacimiento de Moisés con el de Jesús y plantea un problema bien conocido en la tradición popular judía del siglo I. Aunque esta vez, el problema no es otro, que el adulterio y la repudiación.
Tabor resalta las pocas alusiones a José que hay en los cuatro evangelios, donde incluso en algunos momentos desaparece de la escena. Este autor sostiene en su obra The Jesús Dynasty la posibilidad de que Pantera fuese un personaje real que estuviese en Palestina durante la época de la concepción de Jesús, y que el nombre Pantera descansa sobre las tradiciones rabínicas predicadas por el Rabino Eliezer ben Hyrcanus el cual refiere a Jesús como el “hijo de Pantera”. Ciertamente hay varias tradiciones rabínicas textuales donde parece identificarse a Jesús de Nazaret, una la hallamos en los textos del Talmud y Midrás. En el Talmud babilónico se le llama YESHU BEN PANTERA y otras veces se habla de un tal BALAAM, un personaje alborotador, hereje y bastardo. De YESHU BEN PANTERA o bien PANDERA o “Jesús hijo de Pantera” se dice que su madre se llamaba Miriam, casada con STADA, pero que tenía como amante a PANTERA, fruto de este romance nació Jesús (Sanedrín 67a). Yeshu ben Pantera fue perseguido y huyó a Egipto, practicó la brujería y la seducción y llevaba a Israel por mal camino (Sanedrín 107b); se relacionó con gobernantes y funcionarios, siendo ejecutado en la víspera de la Pascua (Sanedrín 43a); y tuvo varios discípulos, algunos de los cuales fueron a su vez ejecutados.
En cuanto a BALAAM fue ejecutado a los 33 o 34 años (Sanedrín 106b); corrompió a muchos judíos con sus doctrinas heréticas (Avot Rabí Natam 2,5) por lo que acabó pudriéndose en el infierno (Talmud Gittin 56b-57a), etc. Aquí el nombre BALAAM parece tener una clara alusión al dios cananeo Baal. El nombre Balam es bien conocido en la Biblia (números22:5-6) como un mago o hechicero que trabajaba por encargo, por ello se utiliza la expresión balamita para describir a quien hace uso de la religión para lucrarse. Y por último, Balam además de un personaje bíblico es también un lugar ( I Paralipomenos Capítulo VI).
En la Tosefta aparece otra vez YESHU BEN PANDERA y también YESHU BEN STADA. Este último también aparece en el Talmud de Babilonia. En cuanto al vocablo STADA puede derivar de “S’tath da” que en arameo significa “extraviado, perdido, ir por mal camino, desviado” y en hebreo es SETAHDAH, Así que YESHU BEN STADA sería “Jesús hijo de quien se ha desviado”, en el sentido de una infidelidad al conyuge.
Hay otra fuente (b.Kallah 51a) donde el marido de María es PANTERA, pero el hijo es ilegitimo e impuro por haber sido concebido durante el ciclo menstrual.
Si STADA no es un patronímico, sino un calificativo ¿sucede lo mismo con PANTERA?.
Veamos un análisis del vocablo:
No hay que olvidar que la redacción más antigua de la palabra PANTERA fue escrita por Celso en griego y este autor añade que fue un soldado romano por lo que bien podría tratarse de un nombre sin ninguna etimología hebrea. Desde antaño, los eruditos han buscado un posible origen hebreo o arameo al nombre PANDERA o PANTERA, así por ejemplo Orígenes respondiendo a Celso dice que PANTERA fue el patronímico de José el marido de María, el cual provenía de su padre Jacob, quien era llamado PANTER. Otra similar interpretación está en la obra “La enseñanza de Jacob” escrita entorno al año 634 d.C. donde se dice que Pantera es el abuelo de Maria.
Otra teoría es la de Hugo J. Schonfield quien sostiene que Pantera es un nombre familiar que deriva del nombre de la bisabuela de Jesús, llamada ESTHA [7], quien posteriormente a la muerte de su marido MATTAT (Lucas 3,24) o MATTAHN (Mateo 1,15) contrajo nuevas nupcias con un Sirio convertido al judaísmo bajo el nombre de MELCHI, de la familia PANTERA, en referencia a su apellido. Schonfield se basa en Sanedrín 106a y en la obra “La enseñanza de Jacob”.
Tal vez el problema es que se ha tratado de buscar un origen hebreo a una palabra que no lo es. Anteriormente hice hincapié en que si bien la idea del adulterio es anterior a Celso, producto del enfrentamiento entre judíos y cristianos entorno a la concepción virginal de María, es también posible que aquella no contuviera inicialmente el nombre PANTERA. ¿Acaso Celso se inventó el nombre de Pantera? Todos los textos judíos más antiguos donde se menciona a YESHU BEN PANTERA con sus variantes están redactados entre los años 200 y 500 d.C., una época de polémicas entre judíos, cristianos y paganos; sin embargo el Rabino Eliezer ben Hyrcanos al que se le atribuye la mención de Yeshu ben Pantera vivió a finales del siglo I y principios del siglo II d.C. Tenemos por consiguiente una redacción del nombre PANTERA posterior a Celso, pero cuya tradición se remonta a un personaje anterior.
Sea Celso o sea el Rabino Eliezer quien mencionara por primera vez este nombre, PANTERA es un nombre griego o romano no muy común, pero que fue utilizado por personas durante el siglo I y antes. No es por tanto un nombre ficticio.
TIB(ERIUS) IUL(IUS) ABDES PANTERA
SIDONIA ANN(ORUM) LXII
STIPEN(DIORUM) XXXX MILES EXS(IGNIFER?)
COH(ORTE) I SAGITTARIORUM
H(IC) S(ITUS) E(ST)
Que traducido dice :
TIBERIUS IULIUS ABDES PANTERA de Sidón, de edad 62 años, 40 años de servicio, formó parte del estandarte de la primera cohorte de arqueros, yace aquí.
Se trata de Tiberium Iulius Abdes Pantera un arquero que nació en Sidonia, identificada con Sidón la ciudad fenicia, en el año 22 a.C. y que fue arquero de la Cohorte I Sagittariorum. Algunos eruditos creen que ABDES significa “Sirviente” (de Isis), pero otros dicen que es simplemente un nombre sirio de la época. TIBERIUS IULIUS es probablemente un nombre romano obtenido cuando adquirió la ciudadanía romana después de prestar 25 años de servicio militar durante el mandato del emperador Tiberio entre los años 19 y 37 d.C. y PANTERA es un vocablo del latín que designa al animal PANTHERA, otros sugieren que es un apodo o nombre que se daban entre los legionarios romanos, como “Joe” es para los americanos o “Tommy” para los británicos. Hasta el año 9 d.C. la cohorte I Sagittariorum permaneció en Judea y en Bingen entre los años 40 y 70 d.C. Este Pantera por tanto vivió entre los años 22 a.C. y 40 d.C.
En 1966 Marcello Craveri publicó su libro “La vita di Gesù”, obra en la que relacionaba a Tiberium Iulius Abdes Pantera con el “Pantera” nombrado por Celso. Ben Witherington rechaza la posibilidad de que Tiberium Iulius Abdes Pantera sea el “Pantera” de Celso en base a los siguientes argumentos:
a)Tiberio no fue emperador hasta el año 14 d.C., por lo que el nombre romano Tiberium Iulius Abdes Pantera no lo pudo tener hasta al menos esa fecha.
b)Según los datos de la inscripción, Witherington deduce que fue soldado al servicio de Roma a partir de los 22 años. Por lo que concluye que este Pantera no era soldado romano durante el periodo en el que Jesús nació y tampoco era arquero por aquel entonces. Si en aquellas fechas este Pantera estaba en Sidón, y ni siquiera era soldado romano ¿cómo podía conocer a una joven judía que vivía a una distancia de más de 40 millas?.
Deissmann sugiere que ABDES PANTERA era un gentil de Sidón que se convirtió al judaísmo como muchos de sus contemporáneos, pero mantuvo su nombre gentil después de su conversión.
En definitiva no hay prueba alguna de que este Tiberium Iulius Abdes Pantera sea el Pantera citado por Celso y después plasmado en los textos rabínicos que recogen tradiciones orales, pero de todo lo anterior puede afirmarse que PANTERA con sus variantes era también un nombre propio griego o romano, aunque poco común, que fue usado en aquella zona geográfica en tiempos de Jesús y antes.
No obstante, a la teoría de que el “Pantera” citado por Celso sea un nombre o apellido romano o griego de una persona real se nos plantea una posibilidad alternativa: Que “Pantera” sea un calificativo y no un nombre de un personaje real.
La teoría del “juego de palabras” es relativamente reciente. Kart Immanuel Nitzsch 1787-1868 planteó la posibilidad de que la palabra PANTHERA fuese un juego de palabras usado como eslogan anticristiano en respuesta a los primeros cristianos que referían a Jesús bajo el título “Hijo de la Virgen”. Nitzsch veía en la palabra griega PANTHERA el equivalente del latín LUPA, en el sentido de calificar a Jesús como hijo de una loba o prostituta. Otro autor Samuel Krauss en su trabajo Griechische und lateinische Lehnwerter im Talmud, Midrasch und Tárgum, publicado en Berlín 1898-1899, explicó que PANDERA es un malapropismo de “PORNOS”.
Werner Keller al igual que otros autores, sostienen que PANTHERA es una tergiversación o corrupción de la palabra griega PARTHENOS, que significa virgen. Un juego de palabras malintencionado para descalificar a los cristianos. Así PARTHENOS quedaba convertida en PANTHEROS, relativo al felino. Como el nombre era extranjero, el padre de Jesús debía haber sido un soldado romano, pues eran gran parte de los extranjeros que habitaban Palestina.
Los eruditos que rechazan la ecuación Panthera=Parthenos consideran que no hay base histórica, ni filológica para una metátesis. En griego hijo de una virgen es “huios parthenou” e hijo de una pantera es “huios pantherou”, aunque sean palabras parecidas, no se trata de un simple cambio de la letra “n” y la “r”, sino que la “e”, en Parthenos esuna épsilon, mientras que en Pantheros es una eta. No hay una relación clara en su fonética. Esto al menos descarta que el juego de palabras sea accidental..
Tal vez la palabra pantera no se deba tanto a un juego de palabras, sino más bien a su significado en el mundo pagano de Celso. Dentro de las distintas versiones la idea de un adulterio es algo común tanto en Celso como en los escritos judíos, así que pantera podría ser un calificativo para el engaño. Robert Eisler considera que Pandera no es un nombre real, sino una forma de llamar a un traidor. En la Iliada, Pandaros es un personaje que traiciona a los griegos arrojando una lanza a Menelao, rompiendo el armisticio. En hebreo tenemos la expresión “qol Pandar” (Génesis Rabba, 50) que significa “voz de Pandar”, en referencia a las falsas promesas de un traidor. Ben Pandera designaría a esta clase de persona, pero no sería un patronímico. Para Eisler al igual que Pandaros en la Iliada, Jesús rompe el armisticio entre judíos y romanos que existía desde el año 4 a.C. tras su entrada mesiánica en Jerusalén (Marcos 11,1-11; Lucas 19,28-38; Juan 12,12-15 y Mateo 21,1-11, [9]
La tesis de Eisler en mi opinión no va mal encaminada, por cuanto nos aporta varios datos interesantes: Por una parte menciona a Pandaros como un personaje traidor en la Iliada, una obra de Homero bien conocida por Celso. Aunque este filósofo no dice “Pandera”, sino Pantera.
Por otro lado la expresión “qol Pandar” en un texto religioso del judaísmo que se atribuye a las falsas promesas de quien engaña podría tener alguna relación con la expresión Pandera que aparece en el Talmud. Sin embargo, sostengo la idea de que a diferencia de Eisler donde “la traición” es política, ben Pantera o Pantera se refiere a la traición conyugal, al adulterio.
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