La creación del Ego, el Yo pluralizado
El vacío es una señal del estado de absoluta ausencia del Yo pluralizado.
El “ego” (Yo Exterior) es, para la psicología, la instancia psíquica a través de la cual el individuo se reconoce como yo y es consciente de su propia identidad exterior. El ego necesita contínuamente dar buena imagen ante la sociedad, carece de humildad. Es como una ilusión, una fantasía que pretende situarse por encima de los demás.
El Yo pluralizado son los demonios interiores que crea el ego , que sentimos dentro de nosotros, que nos frenan, que nos causan temores, que nos hacen cometer actos agresivos que luego nos hacen arrepentir, nos hacen claudicar, nos vuelven a empujar. Los demonios interiores nos llenan de rencor hacia personas que han cometido actos hostiles hacia nosotros, nos crean ansias de revancha, nos inyectan con deseos de venganza. En psicoanálisis se llamarían ‘traumas’.