Durante esta extraña época del Covid19 estaba leyendo el libro Hiperespacio, del físico Michio Kaku, después de haber leído el libro Al otro lado del túnel, del doctor en Psiquiatría José Miguel Gaona Cartolano, que trata sobre experiencias extracorpóreas, cuando creí percibir que había cierta relación entre ambos temas, por lo que decidí escribir este artículo. Sé que es bastante arriesgado relacionar estos dos temas, pero creo que vale la pena intentarlo. Se considera hiperespacio a una forma de espacio que tiene cinco o más dimensiones, entendiendo que el tiempo se representa como cuarta dimensión. El término aparece tanto en geometría como en la descripción informal de ciertas teorías físicas. Por su lado, el término quinta dimensión es una abstracción que aparece en contextos como la física teórica, las matemáticas, la ciencia ficción, y que se refiere esencialmente al uso de espacios geométricos de cinco dimensiones. De todos modos, algunos físicos se refieren a ella como la cuarta dimensión espacial para diferenciarla de la cuarta dimensión temporal. Pero yo utilizaré en general el concepto de quinta dimensión, dejando la cuarta dimensión solo para el tiempo. En Física, la quinta dimensión es una hipotética dimensión extra, más allá de las 3 dimensiones espaciales y una de tiempo en que nosotros nos movemos. Existe un reconocimiento creciente entre físicos de todo el mundo, incluyendo varios premios Nobel, de que el universo puede existir realmente en un espacio de dimensiones superiores. Si se demostrara que esta teoría es correcta, provocaría una profunda revolución conceptual y filosófica en nuestra comprensión del universo. En mi opinión, ello daría cierta validez científica a experiencias tales como el espiritismo, experiencias extracorpóreas o cercanas a la muerte, etc…, por lo que intentaré explicarlo en este artículo. Actualmente tenemos la teoría de supercuerdas, un esquema teórico para explicar todas las partículas y fuerzas fundamentales de la naturaleza en una sola teoría, que modela las partículas y campos físicos como vibraciones de delgadas cuerdas supersimétricas, las cuales se mueven en un espacio-tiempo de más de cuatro dimensiones espaciales, más exactamente 10 dimensiones espaciales y una temporal, Podemos considerar el conjunto de tres dimensiones espaciales y una temporal en que nos movemos como la “prisión” espacio-tiempo en que nuestro cuerpo físico se encuentra confinado, mientras que las 6 dimensiones superiores tal vez tendrían algo que ver con experiencias extracorpóreas, incluyendo viajes astrales y experiencias cercanas a la muerte (ECM). Quizás una “parte” de nosotros pertenece a la quinta dimensión y, tal vez, a dimensiones superiores. En paralelo, tenemos que en entornos esotéricos se considera que el ser humano dispone de una serie de instrumentos y cuerpos mediante los que puede manifestarse como alma o conciencia en cualquiera de los diferentes planos, mundos o dimensiones del cosmos.
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