La clase trabajadora está acostumbrada a sufrir, a pasar dolor, a tenerlo mucho más difícil ya apretar los dientes y los puños mientras ven como una casta de financieros juegan a quemar hormigas con una lupa desde sus despachos. Quienes tienen el poder económico ven a la clase obrera como una masa amorfa e inerte que puede ser modelada en su favor sin ser conscientes de que puede rebelarse cuando se cansa de padecer. Seguir leyendo La lucha de clases violenta que buscan los multimillonarios