Todo lo que deberíamos saber sobre el ébola es lo que se trató ayer en una mesa redonda del mismo título en el Colegio de Médicos de Sevilla organizada por esta entidad y la Fundación Madrazo dado el interés que está teniendo esta epidemia.

Manuel Contreras, médico cooperante y tropicalista, coordinador general de dicha fundación y director del área de Cooperación Internacional del Colegio de Médicos de Sevilla fue uno de los ponentes que aportó datos, testimonios y reflexiones sobre este virus y la gente que lo padece pues no en vano lleva 30 años yendo a África y estuvo en la República Democrática del Congo en 2007 y 2012 conviviendo con la población y con sendos brotes de la enfermedad.

Contreras opina que la epidemia tiene que tratarse en África y no aquí en España y lamenta que nuestro país solo se haya sensibilizado con tanto sufrimiento cuando el virus ha llegado a nuestros territorio sin tener en cuenta que en África ya superaba los 10.000 afectados y hoy ya vamos por 11.130. Este profesional que conoce el sufrimiento en su máxima expresión pide más generosidad y que se ponga en práctica elPrincipio de Devolución.

De devolución a África por parte de España de tantas «cosas que se han esquilmado».

«La mayor epidemia — dice— no es el ébola sino el hambre, que también se contagia» y añade no sin antes criticar la falta de sensibilidad que «se muere un niños en África cada veinte segundos y aquí formamos la que formamos por un perro», en referencia a la mascota de Teresa Romero, la primera contagiada por ébola en España, que fue sacrificada.

La experiencia de Contreras en el continente en el que hay otras etnias porque él dice que no hay razas, le dan otro sentido de la medida de las cosas otra forma de ver lo que realmente importa. Tranquilizan sus palabras cuando dice que los «ciudadanos no deben tener miedo al ébola pues tenemos unos profesionales excelentes, los protocolos están activados y continuamente revisándose».

Insiste en que la población tiene que confiar en los profesionales y que la Administración ha de procurarles los recursos necesarios. También apela a la responsabilidad de los medios de comunicación a la hora de informar sobre la epidemia, «con ética y datos contrastados»porque su intervención es fundamental.

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