Archivo por meses: marzo 2013

Juan Carlos I de “el Elegido” a “el Caído”

Una colaboración de German Luna

La mano que mece la cuna.  Corinna el instrumento de quienes le auparon y ahora contemplan y provocan su caída. A Juan Carlos le quitan el sitio en el panteón de los Reyes… ¿Dónde va a descansar?  El monarca ha perdido el manto de protección desde el mes de mayo pasado, su poder ha caído y ya no es útil. Las dos reinas  alemanas de España.  Se cae el velo: el pacto de Juan  Carlos con la Oscuridad.  El Baúl de las muñecas rotas. Nuestro rey es también Rey de Jerusalén, antaño el  título más codiciado del planeta pero que hoy vale menos que una acción de Bankia. El monarca acierta completamente al operarse en una clínica llamada La Milagrosa, aunque viendo las noticias del incendio y las explosiones que se han producido allí… ?¿

 A tenor de las dificultades de todo tipo que está sufriendo la monarquía española en los últimos meses  -y las que le quedan- recupero parte de los emails que recibí de un grupo de personas que está viajando por todo el mundo desenmascarando y desactivando toda la magia negra que se ha ido pegando  a lo largo de los siglos a la humanidad hasta oscurecerla hasta límites insospechados

Es difícil aceptar un mundo lleno de trampas, de entidades astrales, de trabajos de magia, de portales abiertos, pero, pensándolo bien, mas difícil  es entender cualquier noticiario de televisión de hoy  día. Entender  tanta injusticia, tanta crueldad, tanto odio, tanta maldad… ha de haber alguna explicación  

Copio al final del escrito parte de sus notas tomadas en Madrid  y que me enviaron en mayo de 2012 por la clara relación causa-efecto con la situación  del rey Juan Carlos I al que ya muchos dan por “abdicado”  y  con la situación de una casa real cuyo futuro es tan negro como la sotana de sus rivales.

La Profecía del último monarca

¿Es una  profecía,  una premonición o simplemente un mensaje escrito en la cripta subterránea de El Escorial?  En el Panteón de los Reyes, donde descansan todos los reyes de España (excepto dos)  y sus esposas desde el Carlos V, nieto de los Reyes Católicos ¿Por qué Juan Carlos y su esposa Sofía se han quedado sin sitio? Las dos últimas –y únicas- tumbas disponibles  que deberían haber sido para ellos has sido ocupadas por alguien que no reinó,  ni tan sólo vivió en España, en contra de  la histórica norma de los entierros reales que dicta que en el Panteón  Real sólo se entierran reyes y sus mujeres que deben haber sido ser reinas y además madres de rey.

Los ocupas son sus  padres, Juan de Borbón y Maria de las Mercedes. Juan, quien tuvo que renunciar al trono y abdicar en su hijo  por expreso mandato de Franco.  Los cuerpos de ambos  esperan en el pudridero los 25 años reglamentarios para ocupar las dos últimas tumbas disponibles… algo así como la profecía del último papa, pero en versión  monarca. 

Juan Carlos I  Rey de Jerusalén  “el Elegido”.

La historia de la humanidad en un perpetuo y sangriento continuum de disputas por el dominio del planeta entre tres facciones. Esta es la simbología oculta en la Trinidad.

Una de las facciones, la que podríamos  llamar judeo-cristiana eligió su candidato para el trono del Rey de Jerusalén, una monarquía sin tierras ni súbditos pero que es el cargo más determinante en estos tiempos finales.


Tras el éxito de la Primera Cruzada de 1099, se constituyó el reino cristiano de Jerusalén que permaneció en Tierra Santa hasta 1291 con la pérdida de Acre.Su capital era Jerusalén y ocupaba amplias tierras de Siria, Israel, Palestina, Jordania y Líbano.

En Jerusalén, en tiempos de Salomón, se firmó el pacto entre el Origen de la Oscuridad y la humanidad. Ese pacto, que ha llegado hasta el día de hoy como el secreto más codiciado, tuvo  incluso un contrato firmado, es el Arca del Pacto (o su sinónimo Alianza).  Salomón rey de Jerusalén y considerado el primer masón,  había construido la morada de Yahvé/Jehová en la tierra, el Templo de Salomón, como parte del pacto. Pero tal y como lamentan los judíos en su Muro sagrado, Yahvé les abandonó, no sólo a ellos, sino a todo el planeta, pero por tiempo limitado. Los falsos dioses que un día estuvieron físicamente en la Tierra dejaron escrito su regreso en estos tiempos de cambio de ciclo, momento en que el pacto habría de renovarse.

Poseer el título de Rey de Jerusalén significa ser el elegido para heredar dicho Pacto y heredar el poder de Salomón, un poder enorme. De él se dice que  “todos  los demonios le obedecían”, y no era en sentido figurado.

El poder de Salomón fue rescatado siglos después por la Orden del Temple, llamada así por estar ubicada en el lugar exacto de las ruinas del Templo de Salomón. Su poder y conocimiento les encumbró pero también provocó  su exterminio. Su herencia ha llegado hasta nuestros días repartida entre diferentes facciones, la masonería, la Compañía de Jesús (los Jesuitas)  y la Orden de Malta (coetánea con  la del Temple, con el nombre de la Orden de los Hospitalarios o de San Juan de Jerusalén).  Por linaje, la monarquía española es quien posee en estos momentos el trono del Reino de Jerusalén, por lo que su importancia a nivel mágico-simbólico es máxima.

arriba foto: vista aérea de la esplanada donde estuvo el Templo de Salomón, exactamente donde la Cúpula dorada del Domo de la Roca.

Así desde la alta magia, los rituales ocultos y  desde  el conocimiento/poder heredado de Salomón se eligió para ceñirse la corona de  Rey de Jerusalén en estos tiempos finales  al que sería hijo de Juan de Borbón, el  infante Juan Carlos.  

Desde muy antiguo se preparó todo para que el linaje de don Juan de Borbón se hiciera con el trono. Como tercer hijo varón de Alfonso XIII, no estaba destinado a heredar la corona pero por  una serie de hechos “casuales” acabó en primera posición de la línea sucesoria. El primogénito, Alfonso, renunció a la corona porque quería  casarse con una mujer  plebeya.   Jaime, el segundo, fue obligado a renunciar porque era sordomudo (aunque más tarde se arrepintió y quiso recobrar su derecho a reinar).  Los dos siguientes hermanos mayores eran mujeres  sobre las que Juan  tenía  preferencia y así  acabaron en sus manos todos los  derechos dinásticos.  Eso incluía la corona de la nación pero también muchos otros títulos más poderosos aún, en otro nivel.  Entre ellos el  título del Reino de Jerusalén y  todos los  títulos de Gran Maestre de todas las órdenes militares que existieron y existen en España (y que fueron la continuación  de la Orden de Temple que en España no fue perseguida), la orden de  Montesa,  de Alcántara, de Calatrava y de Santiago.

izq foto: estatua de Salomón a la entrada de El Escorial.

Pero Don Juan no reinó, no era el elegido  ya que por su edad su reinado no alcanzaría los tiempos finales que hoy estamos viviendo.  Don Juan tuvo dos hijos para una sola corona. Sobraba uno  y la elección fue clara y contundente,  uno de ellos mató al otro, de forma accidental. La verdad -que es lenta pero tozuda-  siempre acaba encontrando un camino para escapar, y décadas después la escena se repite, como un chantajista que nunca olvida. En 2012 Froilán, nieto de Juan Carlos se disparó accidentalmente en un pie, al igual que le ocurrió a su abuelo Juan Carlos I cuando un  disparo fortuito de su revólver  mató a su hermano el infante Alfonso.

El camino hacia la corona estaba más limpio que nunca. Froilán ha sido un  macabro espejo para  todos los que en su día impidieron que se investigara el suceso. Pero hay  dos diferencias evidentes entre los dos casos. Froilán  se hirió a sí mismo y tenia 13 años de edad. A Juan Carlos se le disparó la pistola a los 18 años cuando ya recibía instrucción castrense  en la  Academia Militar de Zaragoza, e hirió de muerte a su hermano.

 


Juan Carlos I  “el Elegido”

En 1936, Don Juan de Borbón vió en el golpe de estado de Francisco Franco a la República Española  su oportunidad de recuperar el trono tras la expulsión del país de su padre don Alfonso XIII. Para quien se les haya olvidado, estamos hablando de ese golpe de estado realizado contra lo que en ese momento era el Estado de Derecho, que tenía su Constitución y sus diputados elegidos por las urnas, etc, etc

Y Franco le vió como un rival a desconfiar, lo que no impidió (o mas bien provocó) que pensara en su hijo como candidato a la sucesión. Los planes para el Elegido se estaban cumpliendo  a la perfección. 

Desde entonces  Juan Carlos fué educado en España bajo la tutela del dictador y fue nombrado su sucesor como rey  en 1969 y coronado a su muerte en 1975. Una vez desaparecido el dictador y  cumplido su deseo sucesorio, cabía esperar que Juan Carlos cediera el trono al legítimo rey en línea sucesoria, pero nuestro soberano no tuvo ese  detalle con su padre. Don Juan, derrotado en sus aspiraciones, con el drama a cuestas del suceso que acabó con la muerte de un hijo a manos del otro y ninguneado por el hijo-rey al que quizás encubrió y protegió en dicho suceso,  Juan de Borbón abdicó tres años después en la persona de su hijo, del que ya se había distanciado. Fue en 1977, dos años después de que Juan Carlos I fuera  proclamado rey de España, el 22 de noviembre de 1975   (atención: 22 del 11 una fecha  importante en numerología)

El Príncipe maldito

Pero la otra facción de la oscuridad cuyo cuerpo visible es la Compañía de Jesús o Jesuitas, (los adoradores de Mitra e Ishtar)  no se habían quedado quietos.

El hermano mayor de Juan y tío de Juan Carlos, Jaime de Borbón y Battenberg, (que vivía en el exilio bien arropado en el país-jesuita de Suiza), se arrepintió  de haber renunciado y reclamó sus derechos sucesorios.  Su hijo y primer aspirante al trono de haberse admitido su recurso era Alfonso de Borbón, primo del actual rey.

Alfonso de Borbón y Dampierre, duque de Cádiz, a quien algunos  llaman el príncipe maldito por el cúmulo de desgracias de su vida, era nieto de Alfonso XIII y, por tanto, primo hermano del Rey. Este aspirante al trono de España dió un giro inesperado el  8 de marzo de 1972 cuando, a pesar de haber sido alejado de España con el cargo de embajador en Suecia, conoció y  acabó contrayendo matrimonio con Carmen Martínez-Bordiú,  la nieta mayor del dictador Franco que además fue el padrino de la boda.
Todo el mundo pensó que un  aspirante legítimo al trono emparentado directamente con la familla del dictador  modificaría su decisión en cuanto al futuro rey de España, más aun teniendo en cuenta la  franca animadversión que Franco sentía por el padre de Juan Carlos.    Pero no fue así, el manto protector de la Oscuridad que velaba por Juan Carlos ya estaba plenamente activo y tres años después fue nombrado sin novedad rey de España.

No había tal manto para su primo Alfonso, todo lo contrario, y pagó su desafío de manera muy cruel.   Siete años después se divorciaba y en febrero de 1984, regresando de esquiar el coche que conducía se estrelló contra un camión falleciendo su hijo Francisco de Asís y su cuidadora.  Cinco años después sucedió algo así como un asesinato ritual, con el simbolismo de la muerte que se reserva a los reyes, la guillotina.  Alfonso de Borbón, el que quiso vivir como rey y no pudo, murió decapitado como rey  por un cable de acero que atravesaba una pista de esquí por la que descendía a toda velocidad.  El cable colocado a la altura del cuello le causó una muerte instantánea.

Mientras el padre de Alfonso, hermano mayor del rey, el infante Jaime de Borbón y Battenberg moría el mismo año que franco  en Suiza, el país que lleva en su bandera la insignia templaria en negativo, la cruz blanca sobre fondo rojo de lo caballeros templarios. El país de la facción rival de quien eligió, aupó y protegió a Don Juan Carlos.  La facción que contempla satisfecha la lenta transmutación de el Elegido a  el Caído.,  y que ofrece toda su colaboración por si acaso supiera demasiado.

Por la otra parte, la facción rival, la  judeo-cristiana, que contaba con las mejores cartas para la partida final (la del Rey), la que encumbró y protegió a Juan Carlos ahora ha decidido que ya no es útil, y que van a dejarlo caer. Es la mano que mece esa cuna llamada Corinna.

Juan Carlos I  “el Caído”.


La caída  del Elegido no sólo es por méritos propios, que también, sino por que el trono de Rey de Jerusalén ha perdido toda su importancia.  El Origen de la Oscuridad –los falsos dioses usurpadores- dejó ese Pacto “pendiente de firma”  para a su vuelta en estos  tiempos finales. Sólo lo revalidarían con los vencedores que serían algo así como sus lugartenientes, como los intermediarios que ya tuvieron en su día. Pero ese regreso no se va a producir.

Por el contrario lo que va a ocurrir es  la limpieza de toda la  porquería que ellos, los falsos dioses, sembraron para mantener esclava e ignorante a la humanidad. Empezando por las religiones que fundaron para fijar  nuestra atención  hacia ellos  desviándola de la del verdadero Creador.

Convencernos de  buscar fuera y a través de otros lo que está dentro de cada uno, es el mayor pecado que han cometido.   

Hubo un tiempo que estaban aquí físicamente, eran los Elohim, los gigantes citados por la Biblia. Eran los dioses sumerios registrados en miles de tablillas de arcilla encontradas en Irak. Eran los Annunakis cuyos nombres y apellidos  nos  son tan familiares:  

Enki en su papel estelar como Lucifer también conocido como Neptuno; su hijo Marduk en su papel de Satanás;  Su hermanastro Enlil en su insuperable papel como Yahvé, Alá, Zeus y Shiva;  su nieta Ishtar en sus papeles estrellas de Innana, Astarté, Sekmet, Diana, Isis, Artemisa y…. Espíritu Santo y  Virgen Maria… y Cibeles;  Y por último su esposo e hijo Tammuz o Nimrod, en su papel estelar de Mitra, Hércules, Adonis, Apolo, o el romano Sol Invictus. Tammuz el ganador del oscar a la mejor usurpación  por su imitación de Jesús  en el papel del anti-cristo.

Pero, atención, “Ellos” no pueden volver, NO VAN A VOLVER,  y los aspirantes  a semidioses, sus lacayos  se han quedado huérfanos, confundidos y rabiosos. Algunos hasta  abandonan sus puestos con  mucha prisa  montados en helicópteros.

La importancia del reino de Jerusalén ha desaparecido. Quien ostenta su corona se ha vuelto prescindible, sobre todo desde que se mete en tantos líos y compromete la discreción y el secretismo de los suyos.

Corinna, la mano que mece la cuna

La princesa –que no lo es-  Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, a quien este escrito se referirá como Sra. Larson, su apellido de soltera -por respeto ala Verdad- es una  amante de la discreción y la silicona. De relaciones públicas como  profesión o como  eufemismo.   En un país donde  un rescate  se le llama  apoyo financiero  y a una subida del IVA  “cambios en la ponderación fiscal”  podemos imaginar a que se refieren cuando la llaman relaciones públicas.

 


Larson es “experta en gestión de relaciones estratégicas para instituciones internacionales, gobiernos y grandes inversores individuales“  es decir comisionista de alto nivel, exactamente como nuestro monarca. Por eso son tan amigos.

Pocos la conocían, son pocos pero poderosos. Y de entre ellos, menos aún son los que se atreven a hablar de ella. Poder,  glamour  y atractivo siliconado  conforman un tipo de personas a quienes no hay que temer,  a los que hay que temer son sus amigos.

Y ese es  lo que no tuvo en cuenta la casa real cuando en la mañana del 14 de abril de 2012, ante la aparición del escándalo de Botswana,  el CNI puso a Corinna y su hijo de patitas  en Barajas para tomar un avión sólo de ida, sin más explicaciones que un apartamento buscado por España y posiblemente pagado  también por España.  Pelín arriesgando dar un trato así a las amistades peligrosas,  por si se les puede despertar  ganas de venganza.  Sobre todo si tienen amigos y clientes muy importantes. Es de suponer que como rey y como protegido de la oscuridad es fácil menospreciar y ningunear a personas y a peligros, pero…

El caso es que el  Rey Broker tenia que elegir entre Corinna o Corona, y quizás acertó en la elección, pero no en las formas. La Sra. Larson que ya había tenido que superar en su juventud el handicap de ser mujer, rubia y alemana (según ella misma declara) se veía ahora desahuciada de la casa de 400 m2 que venía ocupando, a costa de todos los contribuyentes,  en el complejo del Real Sitio de  El Pardo.

Y esto la mal llamada princesa no está dispuesta a perdonarlo. Al menos ése es el mensaje que Corinna parece enviar a su compañero de cacerías desde sus repentinas apariciones en la prensa.

En la entrevista realizada para el diario El Mundo, la Sra. Larson aparece luciendo un reloj de lujo de la marca Audemars Piguet, que es la favorita de don Juan Carlos para sí mismo y para sus regalos (lo han recibido  al príncipe Felipe, Jaime de Marichalar e Iñaki Urdangarín). Y en el publirreportaje del Hola la Sra. Larson  luce descaradamente una llamativa pulsera que según algunos expertos estaría valorada en más de tres millones de euros y que podría haber sido un regalo de don Juan Carlos.

La Sra. Larson, que trasladó  su empresa Apollonia Associates  a la isla de Malta, antigua posesión de la Orden de Malta de la que su amigo el monarca es un muy destacado dignatario,  ha hecho públicas sus futuras intenciones de  una manera muy clara.

Lo ha hecho usando la “Fórmula de la Verdad Inversa”,  la que aplican la mayoría de políticos.   Consiste en algo tan simple como decir exactamente lo contrario de la verdad.  

Así Corinna declaró a El Mundo: “No pienso volver a España mientras mi presencia allí cause controversia. Si alguien quiere utilizarme contra la Familia Real que no cuente conmigo”   y que ”espera y confía” en que estas serán sus últimas declaraciones. Y   añade “Nunca he recibido un solo euro de los contribuyentes españoles. He ayudado gratis al Gobierno español” (esto es en referencia, presuntamente, a la suculenta comisión del Ave de la Meca. Apliquen la fórmula…

Dos reinas alemanas para España

Quien  primero denunció que en España había dos reinas  fue el diario La Stampa, que  afirmó sin bochorno que “en España hay dos reinas: la oficial, Sofía, de 73 años, casada desde 1962 con el rey Juan Carlos; y la oficiosa, la provocante y rubia princesa Corinna”. Siguieron  otros…  Bild, Paris Match, Time, Le Monde, The Financial Times… y por fin nos hemos enterado en España.
Sí, España tiene dos reinas. Y ninguna es española, las dos son alemanas.  Una no engaña con su apellido, bueno un poco, porque el que usa deja muy claro su origen germano pero  no es suyo y dado que está divorciada no puede usarlo.  La otra si, dice llamarse de Grecia, Sofía de Grecia, aunque  su verdadero nombre es  
Sofía Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg.

De la una ya ha quedado claro qué es y quién es. De la otra, asistente habitual a las reuniones de BIldeberg,  no vamos a hablar demasiado…

Sofía, no se podían correr riesgos

La Sra. Sofía Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg  o Sra. Sofía de Borbón  (no de Grecia) pertenece a una de las casas reales más antiguas de Europa, emparentada con los zares de Rusia, los emperadores de Alemania y la reina Victoria de Gran Bretaña.  Su casa real es una suerte de casa real ambulante entre  Grecia, Gran Bretaña, Italia, Suiza y Francia, con multitud de exilios en su currículum.

El rey Pablo, padre de Sofía, consiguió por fin completar un reinado sin exilios ni expulsiones para, a su muerte, dejar a su hijo Constantino II una monarquía aún débil, que acabó en 1974 con otro exilio.

Ni una gota de sangre griega corre por la venas de esta casa real, pues es una  monarquía de nueva planta. Su  linaje es una mezcla de  sangre fundamentalmente alemana, y luego danesa, británica y rusa, por mencionar las principales. En todo caso un linaje que se considera descendiente directo del rey David y de su hijo Salomón.

La Sra. Sofía Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg estudió en la escuela de Salem, la misma que el duque de Edimburgo esposo de Isabel II -dirigida por nazis- y residió en Egipto y en Sudáfrica. Durante la Segunda Guerra Mundial fue obligada al exilio, al que tan acostumbrados estaban en su familia. En las olimpiadas de Roma de 1960 conoció a Juan Carlos, al igual que su hija conociera a Iñaki Urdangarin en el mismo evento deportivo cuyo alegre logo de aros de colores es quizás el código 666 más contemplado de la historia. La Sra. Sofía Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg y su hermana habían sido rechazadas taxativamente como candidatas a esposas del príncipe Juan Carlos, por el hecho de ser de religión ortodoxa e hijas de un masón declarado. Franco no asistió a la boda celebrada en 1962 y sólo envió al embajador de Grecia. Eso tampoco fue suficiente para que el dictador cambiara de opinión respecto a la sucesión, aunque con el tiempo las relaciones entre Franco y Juan Carlos fueron recuperando el buen tono, en gran medida gracias a los esfuerzos de la Sra. Sofía Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, que sabía muy bien por qué estaba en España, e hizo todo lo posible para irse ganando al militar golpista y jefe del estado durante 40 años. Juan Carlos, demasiado dado a juergas y faldas, era mejor candidato con alguien de confianza al lado.

El príncipe reclamó a Alfonso Armada, militar de linaje aristocrático y del Opus Dei para el cargo de secretario. Armada acabaría siendo  uno de los mejores amigos de la Sra. Sofía Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg  y un año después  de  la coronación de Juan Carlos sería designado secretario general de la Casa Real.


23-F,  Golpe de Estado para salvar el dinero en Suiza

Sin sospecharlo, Alfonso Armada acabaría siendo protagonista del mayor engaño de la era moderna española (bueno, hasta  que el PP presentó su programa electoral en las elecciones de 2011)
Ocurrió en 1981, cuando  los planes de la facción de la raza judeo-cristiana ya estaban bien consolidados. Pero sus rivales  Jesuitas, maestros de la conspiración (con méritos probados en la Revolución Americana, en la Francesa y en la Rusa)  presionaban al Rey asustándolo con ruidos de sable en el ejército español.

Un golpe de estado podría ser considerado un tema interno, pero caso de producirse podría provocar que se congelaran y expropiaran las cuentas de la casa real en  Suiza.
La fortuna  del rey Juan Carlos –que ya empezaba a ser notoria-  está guardada allí y peligraba.  Esa fortuna escondida a la nación es lo que se salvó el 23 de febrero, no la democracia ¡

Pero hoy, otra vez,  la Verdad vuelve a escaparse de la cárcel en que la encerraron. Esta vez el Pepito Grillo de turno lleva abrigo inglés y también es amante del esquí. Y  con casa en Baqueira. Se llama Bárcenas.

La jugada es astuta y en un principio funciona pero Juan Carlos, mantos de protección aparte, también es astuto y organiza un falso auto golpe de estado para demostrar a los que le quieren quitar el sueño que él controla la situación, que no tiene miedo. Y además desactiva la opción de un segundo golpe de estado real con posterioridad. 

En un acto de autoridad, que estuvo a punto de acabar mal,  finiquita un  golpe de estado de opereta.  El teatro funciona para el consumo interno y desactiva por muchos años  la amenaza  que llega de Suiza.


Sus planes habían salido muy  bien pero Juan Carlos ha tenido antes que encontrar  a un chivo expiatorio (nunca mejor dicho lo de chivo) y lo encuentra en un inocente y fanático  teniente coronel de nombre Tejero.

Pero también ha tenido que sacrificar  a un “cerebro de la operación”.

Para ello ha pensado en alguien de máxima confianza y cercanía,  pero  también de máxima lealtad para que no pueda volvérsele en contra, ni tan siquiera pueda pensar que ha sido entregado como segundo chivo expiatorio. Alguien además incapaz de buscar venganza si las cosas acaban saliendo mal.
A Juan Carlos no le tembló el pulso al  entregar a la persona a la que había llamado a ser su secretario cuando era aún príncipe y que había acompañado  a la pareja real desde entonces (ver la foto del Alfonso Armada las escaleras de la Iglesia de los Jerónimos en el día de su coronación) Armada, jefe de la Casa Real durante el golpe, negó siempre ser la famosa “autoridad militar competente”  que esperaba Tejero en el Congreso el cerebro de la operación, pero pasó  5 años en la cárcel hasta que – cómo no-  fue indultado. A pesar de lo inaudito que es el hecho de que la persona más cercana al Rey conspire contra él, ésta es la verdad. Y esta  foto en los Jerónimos a la salida del Te Deum de agradecimiento a la coronación, me lleva a recuperar los emails que recibí en mayo pasado acera de lo ocurrido en esa iglesia madrileña.

Los Adjunto literalmente:

Los Jerónimos. Madrid. La Caída del Velo
fragmento de email recibido  el  14 de mayo de 2012

<<“Tu que querías saber, tu que buscabas la Verdad en la Verdad,  y  resulta que la has tenido al lado de tu casa desde que naciste. ¿Cuantas veces habrás pasado por delante de la verdad sin verla? Tan cerca, tan a la vista pero tan  lejos y tan oculta. La Verdad  siempre ha estado ahí escondida en “Madrit” (como ves lo escribo en  ctlannnnn como a tí te gusta) 

Aquí se santifica al ser que emponzoñó a la Verdad y encima fue  santificado por ello.  Te estoy hablando de la primera traducción de la Biblia al  latín, ya que hasta el momento se usaba una traducción del griego,   incompleta  y hecha a trozos por varios autores. Según la Iglesia, se hizo para que fuera más entendible para el vulgo, por eso se llama  “Vulgata”  y es la versión oficial de las escrituras para la iglesia  desde entonces.  El traductor como que partía  de cero, pudo perpetrar la  gran manipulación y servir  a la iglesia un útil instrumento al que ha  sacado  el  debido rendimiento de desvío, confusión y ocultación de la  verdad durante el  resto de la historia hasta el día de hoy.

Estoy hablando de San Jerónimo considerado uno de los “Padres de la  Iglesia”  y  el lugar es  la Iglesia de los Jerónimos.

Los Jerónimos es un antiguo convento, hoy Iglesia,  muy ligada a la  monarquía española. Fue su primera residencia en Madrid cuando la  capital aun era Toledo y ha sido el lugar elegido para muchas   celebraciones reales como bodas  (la última la del Alfonso XIII)  o juras  de los herederos a la corona como la de Juan Carlos I.   Una inocente iglesia,  en  apariencia, pero que guarda celosamente el “Velo”. El velo que nos  impide ver la verdad, la claridad.

El “Velo” que no es mas que un trabajo energético, por no decirle de  magia negra,  anclado en esta iglesia cuya finalidad es que el  pensamiento de los humanos tenga una tendencia natural, un desvío hacia  el pensamiento de los que son la causa de la Oscuridad en el planeta, los falsos dioses. Una manera fácil, automática,  perpetua de manipular toda la sociedad, toda la historia.

He desactivado el velo, aunque posiblemente los efectos serán a largo plazo,  el implante es muy profundo.

En la foto, la estatua de la Virgen con Niño (Semiramis/Cibeles/Ishtar con su hijo Nimrod/Mitra/Adonis etc) en la que estaba anclado el trabajo de magia de “Velo”>>

Monumento a los Caídos por España
fragmento de email recibido el 14 de mayo de 2012


<< Monumento a los Caídos por España, antiguamente  Monumento a los  Héroes del Dos de Mayo, que está en la “Plaza de la Lealtad” junto al  “Paseo del Prado”  no es un sitio popular, jamás me había percatado  de él al pasar por ahí, y no figura  en casi ninguna guía turística del la ciudad . Data de 1840, aunque fue reinaugurado  el 22 de  noviembre de1985 por el rey Juan Carlos I  (22 del 11 buena fecha, la misma de su proclamación),  pasando a dedicarse a todos los caídos por España.

En su  memoria se colocó una llama que arde permanentemente, al estilo de   los numerosos memoriales levantados en todo el mundo como símbolos  nacionales dedicados frecuentemente al Soldado Desconocido. En todos  los memoriales que he conocido (Moscú, Washington, Darwin, Bombay, Paris, Nueva Delhi, Ciudad del Cabo, Buenos Aires, etc)  siempre he tenido que desactivar   trabajos anclados para el desvío, o  secuestro de almas a las que se les impide encontrar el camino de regreso a la Luz.

Aquí  no será menos…  El monumento cumple todos los requisitos, la  llama perpetua, la inauguración en fecha conspiranoica y el  sarcófago  con cenizas de difuntos (las de los madrileños fusilados el 3 de mayo  exactamente en este mismo lugar)

La magia de este sitio no está en el monumento en sí, sino unos metros hacia la acera, en  el monolito que recuerda la  re-inauguración del Rey. Aquí está anclado el trabajo de alineamiento de la corona  española con el Origen de la Oscuridad. Trabajo que se selló siglos antes en la Catedral de Toledo, en el Transparente, detrás del altar, y que con el acto de reinauguración del monumento fue revalidado  por el actual titular de la corona.  Hasta el  día de hoy en que me lo acabo de cargar>>

Monumento al Caído

Al ver el estado de la monarquía en la actualidad doy aún más crédito a lo que me contaba la persona que me mandó este email a quien le doy toda la veracidad pues conozco su trabajo y su trayectoria. Entiendo  que todo pertenece a una misma historia verdadera. Sea porque la Luz sabe en todo momento que es lo que sucede, o sea porque la Oscuridad  tiene sus planes muy elaborados pero  el caso es que la monarquía española firmó su pacto con la oscuridad en el Monumento a los Caídos. Una premonición.  Juan Carlos I  El Caído,  aunque prometo que  el titulo del escrito lo he elegido antes de darme cuenta de este real sarcasmo.

SoySanador

http://www.soysanador.com/archivos/Juan-carlos-de-borbon–de-el-elegido-a-el-caido.html#.UThqKdahN-U

MEDITAR

La palabra proviene de una raíz Indoeuropea que significa, “tomar medidas adecuadas”; en Latín es meditare ó meditatio y relaciona esta práctica con un ejercicio que puede ser, intelectual,espiritual, ó religioso.

El fin de la meditación es variado, pero el camino es la contemplación que se hace a través de un viaje interior profundo.

Lo que se está realizando en este blog es “Un estado de concentración profunda y consciente para iluminar con nuestros mejores deseos e intenciones llegar a iluminar el planeta y sus habitantes.

No importan aquí las ideologías ó tendencias, solo la buena intención y el deseo de que todo lo que nos llegue, sea lo mejor, sin distinción de razas, ni de credos.

La meditación es solo una herramienta mas para usar las energías conscientes a través del amor por el planeta.
Para la filosofía Zen, los Maestros dicen que “meditar el bien es llegar a tocar el corazón”.

El Libro de la Abundancia

Se aconseja escuchar el vídeo mientras se lee

 

Cuando nos concentramos en la abundancia, sentimos que nuestra vida es abundante; cuando nos concentramos en la escasez, sentimos que nuestra vida está llena de carencias. Todo depende simplemente de dónde centremos nuestra atención.

Es verdad que no podemos negar los sufrimientos de la vida. Eso es perjudicial para la salud, tanto la física como la emocional. Pero igualmente importante es lo siguiente: ¡No podemos negar la abundancia que hay en nuestra vida!

Te recomiendo que escribas para ti un “Libro de la Abundancia”. Cada noche, antes de acostarte, anota por lo menos cincuenta cosas maravillosas que te hayan ocurrido ese día.

¡Vamos! ¿Cincuenta cosas? “Si difícilmente logro encontrar tres, dirán algunos”.

Es obvio que no te has fijado en las bendiciones y bienes de tu vida. La finalidad de este ejercicio es ayudarte a hacerlo. He aquí algunos ejemplos de las cosas que podrías anotar:

¦ Esta mañana arrancó el coche.

¦ Soy capaz de caminar.

¦ Tengo alimentos para comer.

¦ Alguien me hizo un elogio.

¦ Hoy mis hijos no se metieron en ningún lío.

¦ Sentí el calor del sol en la cara.

¦ Hablé con una de mis mejores amigas.

¦ Tengo agua caliente para ducharme.

¦ Estoy respirando.

¦ Salió el sol.

Las cosas que anotes en tu Libro de la Abundancia no tienen por qué ser brillantes ni sensacionales.

En realidad es mejor que no lo sean. Ten siempre presente que si solo nos fijamos en las cosas brillantes y sensacionales, gran parte de nuestra vida parecerá triste, y eso desde luego no es cierto.

Respirar, por ejemplo, no es algo increíble, realmente extraordinario. Al principio, encontrar esas 50 cosas qué agradecer te va a llevar mucho tiempo, muchísimo tiempo.

Pero muy pronto las cosas buenas van a llover sobre el papel, porque te pasarás gran parte del día buscando las bendiciones de tu vida para poder tener cosas nuevas que añadir a tu Libro de la Abundancia cada noche. Y las encontrarás!

Cuando empieces a buscar las cosas buenas, inmediatamente dejarás de fijarte en las malas, y te sentirás feliz, una persona afortunada.

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EL TEMPLO DE ANKOR WAT

Angkor Wat , escrito también en ocasiones Angkor Vat, es el templo más grande y también el mejor conservado de los que integran el asentamiento de Angkor. Está considerado como la mayor estructura religiosa jamás construida, y uno de los tesoros arqueológicos más importantes del mundo.
Ubicado 5,5 km al norte de la actual Siem Riep, en la provincia homónima de Camboya, Angkor Wat forma parte del complejo de templos construidos en la zona de Angkor, la antigua capital del Imperio jemer durante su época de esplendor, entre los siglos IX y XV. Angkor abarca una extensión en torno a los 200 km², aunque recientes investigaciones hablan de una posible extensión de 3.000 km² y una población de hasta medio millón de habitantes, lo que lo convertiría en el mayor asentamiento preindustrial de la humanidad.
Desde su construcción a principios del siglo XII y hasta el traslado de la sede real al cercano Bayón, a finales del mismo siglo, Angkor Wat fue el centro político y religioso del imperio. El recinto —entre cuyos muros se ha calculado que vivían 20.000 personas—, cumplía las funciones de templo principal, y albergaba además el palacio real.
Dedicado inicialmente al dios Vishnú, arquitectónicamente el templo combina la tipología hinduista del templo-monte —representando el Monte Meru, morada de los dioses— con la tipología de galerías propia de períodos posteriores. El templo consta de tres recintos rectangulares concéntricos de altura creciente, rodeados por un lago perimetral de 3,6 km de longitud y de una anchura de 200 m. En el recinto interior se elevan cinco torres en forma de loto, alcanzando la torre central una altura de 42 m sobre el santuario,5 y 65 m sobre el nivel del suelo.
La palabra Angkor viene del camboyano នគរ Nokor, y a su vez de la voz sánscrita नगर Nagara que significa “capital”, mientras que la palabra Wat es de origen jemer y se traduce como “templo”. El nombre de Angkor Wat es en todo caso posterior a su creación, pues originalmente recibió el nombre de Preah Pisnulok; nombre póstumo de su fundador Suryavarman II.

Angkor Wat es el máximo exponente de la arquitectura del Imperio jemer, cuyos primeros templos se remontan al siglo VI. El promotor de este gigantesco monte-templo fue Suryavarman II, quien reinó desde el año 1113 hasta el 1150 d. C. Suryavarman II alcanzó el poder tras asesinar al entonces rey Dharanindravarman, saltando sobre él mientras el monarca paseaba en su elefante, por lo que algunos historiadores opinan que las colosales dimensiones de este templo están motivadas en parte por el deseo de contrarrestar la aparente ilegitimidad de su reinado.
Según cuenta la leyenda, el rey quiso ubicar el templo en un lugar del agrado de los dioses, por lo cual soltó un buey en la llanura y resolvió construir el templo allí donde se tumbase.1 Sea cierta la leyenda o no, Suryavarman II estableció el templo junto a la antigua ciudad de Yashodharapura (que en sánscrito significa “ciudad sagrada”), ubicada a escasos kilómetros de la actual ciudad de Siem Riep, y al igual que sus predecesores, dispuso el palacio dentro del recinto amurallado del complejo. Los trabajos en el templo se interrumpieron a la muerte del rey y no fueron continuados, por lo que la construcción del complejo duró únicamente 37 años.
En 1177 Angkor fue saqueada por los Cham, un pueblo ubicado en el actual Vietnam13 y enemigo tradicional de los jemer. Pocos años después, con el advenimiento del rey Jayavarman VII se expulsó a los invasores y se ampliaron las fronteras del imperio. Este importante rey, cuyo reinado se extendió desde el 1181 hasta el 1220 d. C.,abandonó el hinduismo y se convirtió al budismo de la rama Mahāyāna,estableciendo la nueva capital en el cercano Angkor Thom, con Bayon como nuevo templo.

A finales del siglo XIII, el rey Jayavarman VIII retornó a las creencias hinduistas, destruyendo parte del legado de Jayavarman VII y mejorando algunos templos hinduistas, incluido Angkor Wat. A Jayavarman VIII le sucedió Srindravarman en 1295: este nuevo rey, que en los años anteriores había sido ordenado monje budista en Sri Lanka, cambió nuevamente la religión del imperio hacia el budismo, aunque adoptando esta vez las creencias de la rama Theravāda. Entre los siglos XIV y XV, el Imperio jemer vio llegar desde Sri Lanka a los primeros monjes budistas Theravadas, que transformarían los templos para la nueva religión. Fue en ese tiempo cuando el templo de Angkor Wat se remodeló para adaptarse al culto budista Theravāda, hechos que sucedieron poco antes del abandono final de Angkor.
A pesar de la decadencia del imperio y del abandono de los templos durante los siglos siguientes, los monjes budistas permanecieron en Angkor Wat hasta que los franceses lo redescubrieron. En las galerías del Preah Poan —una galería cruciforme que sirve de entrada al tercer recinto del templo— se encontraron estatuas de Buda de madera, piedra y metal. Algunas de estas esculturas están datadas entre los siglos XVI y XVIII, lo que confirma que el templo de Angkor, al contrario que otros de la zona, nunca fue abandonado. También la aparición de inscripciones en idiomas como el birmano o japonés permiten inferir la repercusión que tuvo el templo fuera de las fronteras camboyanas.
No se conocen con certeza las razones por las que Angkor fue abandonada: una de las más probables fue la decadencia del Imperio jemer, principalmente a causa de las incursiones mongolas (1283) y siamesas (entre 1369 y 1431), que evidenciaron la excesiva cercanía de la capital respecto a los invasores, por lo que los gobernantes pudieron determinar la búsqueda de un sitio más seguro al sur del lago Tonlé Sap, en las zonas cercanas a las actuales ciudades de Phnom Penh y Udong. Además, la cercanía de estos nuevos emplazamientos al delta y al Mar de la China les dotaba de una mejor situación estratégica para el comercio y el intercambio marítimo, tan importante en una región donde el transporte por tierra prácticamente se interrumpía en la época de lluvias. Se argumenta también la posibilidad de epidemias o hambrunas (motivadas quizá por la pequeña Edad de Hielo experimentada en la Edad Media), que obligaran a la monarquía a mover su trono hacia el sur. En cualquier caso, Angkor fue abandonada en el año 1432, y la nueva capital establecida en Lovek, cerca de la actual Phnom Penh.

No obstante, Angkor fue nuevamente habitada en la segunda mitad del siglo XVI: en el año 1550, el rey Ang Chan (1516–1566) se trasladó a Angkor Thom, aunque mantuvo la capital en Lovek, y unos años después, en 1576, el rey Satha trasladó nuevamente la corte a Angkor. Como consecuencia de ello se realizaron diversas tareas de restauración en Angkor Wat, de las que queda constancia en una inscripción del año 1577. Sin embargo, esta nueva ocupación de Angkor duró poco, pues en 1594 los siameses conquistaron el débil imperio camboyano, y Angkor fue abandonada definitivamente.

Arquitectura

Desde un punto de vista estilístico, el templo se encuadra dentro del llamado “estilo angkoriano”, que es la etapa artística más madura y refinada en la evolución de la arquitectura jemer y también la última de influencia puramente hinduista.
Los templos jemeres no se concebían como lugares para la reunión de los fieles sino que servían de morada para los dioses, por lo que sólo la élite religiosa y política del país tenía acceso a los recintos centrales. Angkor Wat presenta además la particularidad de ser un templo cuya finalidad última era servir de tumba para el rey. Este planteamiento de los templos jemeres ocasiona que sus zonas más sagradas carezcan de grandes entradas o espacios ceremoniales, y que por contra se centre la atención en la percepción exterior del templo. Tanto las terrazas como las torres de Angkor Wat están diseñadas para ser percibidas armoniosamente desde el exterior, y sus alturas y modulación tienen en cuenta los efectos de la perspectiva. En los prasat se emplean estrategias como la de reducir paulatinamente la altura de las sucesivas terrazas o el tamaño de los detalles en la torre a medida que la construcción se eleva: esto produce en el observador la sensación de encontrarse ante una construcción más alta de lo que realmente es.41 También la relación entre la distancia y altura de las torres de Angkor Wat está calculada para presentar una escenificación homogénea desde la entrada del templo, sin que los elementos más cercanos lleguen a ocultar a los más lejanos.
Angkor Wat materializa el esquema “clásico” del templo-monte jemer de la etapa angkoriana, consistente en un prasat (templo piramidal) central rodeado de varios patios concéntricos de altura descendente y forma cuadrangular (pues el cuadrado simbolizaba la perfección), y rematados en sus esquinas con nuevos templos menores. Completan el conjunto dos bibliotecas exentas en simetría con el eje central, siendo todo ello finalmente circunvalado por un nuevo muro y un lago. Esta configuración recrea un microcosmos del universo hindú: su gran lago perimetral evoca los océanos, mientras que los distintos recintos concéntricos simbolizan las distintas alturas del Monte Meru. Los Prasats o torres piramidales simulan los picos de las montañas, siendo el prasat central el propio monte Meru y los demás las montañas que lo circundan. El propio recorrido, con sus sucesivas subidas a través de empinadísimas escaleras, representa la ascensión al monte.
La construcción, de 1.500 x 1.300 m de lado, ocupa una extensión rectangular de aproximadamente 200 hectáreas, incluyendo un lago perimetral de 190 m de anchura. El complejo puede dividirse en dos zonas diferenciadas: el gran recinto exterior delimitado por el muro perimetral, y la plataforma central sobre la que se elevan el conjunto de tres recintos concéntricos, y que constituyen el “templo” en sí.

El recinto exterior, rodeado por el lago, tiene unas dimensiones de 1025 x 800 m, ocupando 82 hectáreas. El perímetro del lago, que tiene una longitud total de 5,5 km, está escalonado con varias hileras de piedra.4 Dos pasarelas de 12 m de anchura y adornadas con una balaustrada con la típica forma de Naga (serpiente mítica con aspecto de cobra y 5 o 7 cabezas), cruzan el lago al este y al oeste, permitiendo la entrada y salida al templo.
El recinto está cerrado por un muro de laterita de 5 m de altura6 sobre el que se asienta un pórtico de 235 m de longitud que posee un corredor columnado en su parte exterior. En el pórtico destacan tres torres marcando sendas entradas: la principal consiste en una gopura o pabellón de entrada, precedida por un pequeño porche, flanqueada por dos entradas menores, habilitadas al parecer para permitir el paso de los elefantes y carruajes.
Quizá por ser un templo funerario para el rey, o quizá por estar dedicado al dios Vishnú (asociado al cuadrante oeste del universo),11 Angkor Wat, al contrario que el resto de templos, se orienta hacia el oeste. Por este motivo, la dirección de las historias narradas en los relieves del templo han de leerse en el sentido contrario a las agujas del reloj.
Desde la entrada oeste hasta los tres recintos concéntricos del templo central se desarrolla un camino elevado de 10 m de anchura y 352 m de longitud, también flanqueado con nagas. Cada 50 m la balaustrada se interrumpe con dos escaleras simétricas que permiten descender el metro y medio que separa el camino del suelo. En el amplio terreno de este primer recinto se ubicaba el palacio real y se alojaba la población permanente del templo, pero debido a lo perecedero de las estructuras en las que habitaban, hoy en día apenas quedan vestigios, aparte de los dos edificios de piedra exentos que cumplían la función de bibliotecas, situados también de forma simétrica al camino central. Los dos grandes lagos rectangulares de aproximadamente 50 m de anchura que aparecen al final de este recorrido central fueron construidos con fecha posterior al templo original. Actualmente el terreno alberga además un pequeño asentamiento de monjes budistas y otro pequeño poblado en el lado opuesto del templo, todos ellos de construcción mucho más reciente y sin interés arquitectónico.
El camino desemboca en una terraza de planta cruciforme con dos niveles, y esta a su vez conduce a la gran plataforma de 258 x 332 m sobre la que se asienta el templo central.

Templo central

El núcleo de Angkor Wat, o el templo principal, se denomina Bakan. Éste sufrió una transformación a finales del siglo XVI para acomodarse a los requisitos de las estupas budistas. El templo se apoya sobre una gran plataforma, y está dividido en tres recintos de altura creciente, delimitados por corredores columnados y con pabellones en los extremos: el tercer recinto, o recinto exterior, carece de torres, y sus relieves están dedicados al rey constructor del templo, Suryavarman II. Los recintos segundo y tercero sí poseen torres sobre sus pabellones. El recinto segundo carece de bajorrelieves, mientras que los relieves del primero están dedicados al dios Vishnú.
Aunque los recintos son concéntricos, no son totalmente simétricos: entrando por el este existe más espacio entre el segundo y tercer recinto (el más exterior). En este lado se abrieron tres entradas en lugar de la única entrada practicada en el resto de orientaciones. Tres galerías comunican el tercer recinto con el segundo, continuando cada una de las tres entradas del lado este. Una galería conecta perpendicularmente las tres galerías por su punto medio, creando una estructura cruciforme denominada Preah Poan. Entre las galerías del Preah Poan aparecen cuatro fosos que originalmente estaban inundados y eran utilizados con fines rituales. En los siglos posteriores, esta zona del templo adquirió especial relevancia, al servir como lugar de almacenamiento para multitud de estatuas de buda, recibiendo el nombre de “galería de los mil budas”. La gran mayoría de estas estatuas fueron saqueadas, o retiradas por motivos de seguridad a principios de los años 70. Al norte y sur del Preah Poan aparecen dos nuevas bibliotecas exentas.
Se accede al segundo recinto subiendo unas empinadas escaleras, que según la iconografía hindú simbolizan el ascenso a la montaña de los dioses. En el segundo recinto, de 115 x 100 m, también aparecen dos nuevas bibliotecas más pequeñas. Este segundo recinto o nivel ya no era accesible para el pueblo, por lo que su arquitectura cambia: los muros exteriores son ciegos, y la galería sólo se abre al interior mediante ventanas atravesadas por columnas de complejo relieve. Dentro del segundo recinto aparece la plataforma del recinto central, elevada entre 11 y 13 metros según las distintas fuentes, y a la que se accede mediante empinadísimas escaleras con pendientes en torno a los 70º, salvo en el lado oeste, siguiendo la dirección principal, donde la pendiente es de 50º.
El primer recinto, accesible sólo para el rey y el sumo sacerdote, es un cuadrado de 60 metros de lado que contiene, dispuestos en quincuncio, los 5 Prasat o templos piramidales que representan los picos del Monte Meru. Los cinco templetes están conectados entre sí mediante nuevos corredores que generan cuatro patios, similares a los del Preah Poan. El prasat central es mayor que los demás, y en su base alberga un amplio nicho de 4,6 m de lado donde se alojaba una estatua de Vishnú. El nicho disponía originalmente de aperturas a los cuatro puntos cardinales, pero tras la reconversión al culto budista, se trasladó la estatua y se cegaron las puertas para esculpir en ellas imágenes de Buda.
En 1908 se abrió una de las cuatro entradas del prasat central, y en 1934 se descubrió un foso de 25 m de profundidad, bajo el lugar donde debía haber descansado la estatua de Vishnú. El foso guardaba únicamente dos hojas de oro y cuatro más pequeñas junto con dos zafiros blancos, por lo que se cree que el tesoro fue saqueado con anterioridad.

Decoración

La mayor parte de las paredes del templo están decoradas con frisos en bajorrelieve de gran tamaño y muy buena factura.
Los bajorrelieves del recinto exterior, que adornan el corredor columnado perimetral (o quizás, mejor dicho, para cuyo visionado se habilitó el corredor perimetral), poseen dos metros de altura, y ocupan una extensión total de más de 1.000 m2. La parte nordeste del recinto exterior quedó sin esculpir a la muerte de Suryavarman II, siendo finalizada en el siglo XVI con bajorrelieves de inferior calidad artística. Con la excepción del muro sur, dedicado al rey, los relieves narran historias de los libros épicos hindúes Ramayana y Mahabharata, y al menos desde el siglo XVI estuvieron policromados, e incluso pudieron recibir algún tipo de barniz protector. Actualmente sólo se aprecian restos parciales de color en zonas puntuales: se conoce la existencia de al menos tres colores: rojo, negro y dorado.
Entre los motivos esculpidos destaca la abundancia de figuras femeninas: algunas fuentes hablan de devatas, o diosas femeninas hindúes, de las que contabilizan 1.500 en todo el templo, y otras de apsaras o bailarinas celestiales, contabilizando unas 2.000.
Prácticamente toda la superficie del templo está ornamentada: en las zonas donde no aparecen bajorrelieves se esculpen formas y adornos arquitectónicos y geométricos de gran complejidad, y al igual que ha sucedido en otros lugares del mundo, el tallado en piedra ha importado parte de su repertorio formal de los materiales tradicionales: es común observar cómo en los tejados de las galerías, la piedra se esculpe imitando las tejas cerámicas, y también las puertas y ventanas de piedra imitaban las formas generadas por sus equivalentes en madera. En el repertorio formal del templo aparecen también motivos florales, limitados a decorar esquinas.

Construcción

Aunque el muro exterior fue construido con laterita,11 y algunas fuentes hablan también de usos esporádicos de limonita, el templo está edificado casi en su totalidad en piedra arenisca. Los bloques, que llegaban a pesar 4 toneladas, eran transportados por canales desde una cantera situada a 40 km al nordeste del templo. Se calcula que el volumen de piedra utilizado (5 millones de toneladas) es equivalente al empleado para la construcción de la pirámide de Kefrén, en Guiza, lo que tuvo que requerir de miles de trabajadores. Un ingeniero contemporáneo estimó que la construcción de Angkor Wat en la actualidad requeriría 300 años, mientras que el templo real se construyó en menos de 40.
Las piezas de arenisca eran cuidadosamente labradas para encajar perfectamente, pues en la mayor parte de la construcción no se empleó ningún tipo de mortero, utilizándose en ocasiones incluso sistemas de machihembrado del tipo caja y espiga para mejorar la trabazón entre las piezas. En los puntos donde se hizo uso de pastas de unión pudieron haberse empleado resinas. Los jemeres conocían los morteros, que confeccionaban con una mezcla de cal, azúcar de palma, y savia de lianas; una técnica heredada de siglos anteriores, cuando usaban ladrillos para construir sus templos. Sin embargo los morteros cayeron en desuso a partir del siglo X, y apenas se utilizaron en Angkor Wat.
Se empleó laterita en los cimientos, plataformas y en los muros exteriores de cerramiento. Estas piedras se cortaban en tamaños que oscilaban entre 30x40x60 cm y 40x50x80 cm, si bien se han encontrado piezas de hasta 2 m de longitud. Puesto que el acabado de la laterita es excesivamente tosco, los huecos practicados en muros de este material se remataban con arenisca. Muchos arqueólogos están convencidos de que los paramentos de laterita que están hoy al descubierto debieron estar guarnecidos con estuco, y probablemente también pintados.
También se ha documentado el empleo de madera en algunos techos del templo, así como tejas cerámicas y de plomo.

Como norma habitual, los bajorrelieves que decoran las paredes del templo no se añadían con posterioridad, sino que se esculpían in situ directamente sobre la roca del templo, como atestigua el templo inacabado de Ta Keo, donde se aprecia la volumetría ya terminada de las torres, aunque nunca llegaron a ser esculpidas.
La morfología de los templos jemeres está indudablemente condicionada por su desconocimiento de la técnica del arco. Como consecuencia de esta desventaja, los jemeres no pudieron construir espacios interiores suficientemente amplios, y su arquitectura se compone de espacios exteriores y galerías. Tanto las bóvedas como las cúpulas, con forma de flor de loto, se construían mediante el sistema de falsa bóveda, aproximando ligeramente de forma escalonada las sucesivas hiladas de los muros, hasta conseguir un falso arco, pero con dovelas horizontales. Las galerías más estrechas, debido a su reducido tamaño, no precisaban de contrafuertes. Debido también a su pequeña dimensión, en estos corredores era común esculpir las piedras con forma curva para conseguir el efecto de bóveda. No ocurría así en las galerías más grandes, que dejaban las piezas con forma prismática. Estas galerías de mayor dimensión evitaban el empleo de contrafuertes disponiendo corredores paralelos más bajos, techados con una media bóveda que conseguía un efecto similar a los sistemas de arbotantes y contrafuertes de las iglesias pétreas occidentales. En el caso de las cúpulas, muy verticales, es el propio peso de las mismas el que consigue evitar el empleo de contrafuertes, al verticalizar la suma de tensiones directamente hacia el suelo.
Según modernas investigaciones, el gran lago perimetral cumplía también una función estructural: el clima monzónico de la zona, con una marcada época de lluvias y una época seca, generaba grandes movimientos en el suelo, que a medida que avanzaba la estación seca iba contrayéndose por la pérdida de agua. Estos movimientos anuales terminaban por arruinar los cimientos de los templos, provocando hundimientos y colapsos en las estructuras. La presencia de un gran lago, que nunca llega a secarse en la estación seca, permite que el suelo del templo permanezca estable durante todo el año, evitando así los problemas con la cimentación

http://mparalelos.jimdo.com/2013/03/05/el-templo-de-ankor-wat/

Las iglesias están vacías porque están vaciadas de alma, según Andrés Ortiz-Oses

El antropólogo describe las posibles tendencias sobre Dios en el siglo XXI

Son muchos los ensayos y los estudios de los teólogos, los sociólogos y los antropólogos para describir un perfil de la divinidad que pueda ser significativa para la sociedad de la era de la ciencia y de la cultura digital. Las imágenes de Dios de las culturas bíblicas parecen inadecuadas para las tradiciones religiosas; y los panteísmos difusos de la New Age, difusos. El antropólogo Andrés Ortiz-Osés ha descrito las posibles tendencias sobre Dios para el siglo XXI. Por Leandro Sequeiros.

La revista Religión Digital (7 de enero de 2013), en sus páginas de Opinión, publica una sugerente entrevista con el antropólogo Andrés Ortiz-Osés que merece un comentario abierto a las sugerencias de los lectores de Tendencias de las Religiones.Un par de titulares impactantes encabezan la información: “A la cerrazón eclesiástica se une la cerrazón laical en una incomunicación clericalismo-anticlericalismo” y más abajo: “Andrés Ortiz-Osés: Necesitamos un Dios heterodoxo respecto a las ortodoxias oficiales de sus propias Iglesias”; y “nuestras iglesias están bastante vacías de personas porque están vaciadas de espíritu anímico o alma”

La entrevista, realizada por Javier Otaola ofrece un diagnóstico y ofrece unas pistas para recuperar lo mejor de la espiritualidad e integrarlo en la tradición religiosa cristiana: Según Andrés Ortíz-Osés, “Habría que buscar un encuentro que propiciara la unidad católica y la pluralidad reformada, la tradición y la (pos)modernidad”.

Un pensador original, profundo y provocador

Andrés Ortiz-Osés (Tardienta, Huesca, 1943) es un etiquetado por wikipedia como “filósofo español”. Pero este adjetivo se nos antoja excesivamente simplista. En mi larga estancia en Zaragoza entre 1975 y 1983, conocí a Andrés a través de sus muchas intervenciones orales y escritas. Y quedé asombrado de la erudición de sus voluminosos estudios. Habría que buscar un apelativo más expresivo. Tal vez el de antropólogo pueda acercarnos algo a su rica y multifacética personalidad.

Ortíz-Osés estudió teología en la Universidad Pontificia Comillas y posteriormente filosofía en la Universidad Gregoriana de Roma. Más tarde se trasladó a la Universidad de Innsbruck (en Austria) donde se doctoró en filosofía hermenéutica.

En Innsbruck asistió a las clases de Hans-Georg GadamerEmerich Coreth y Franz-Karl Mayr. Ha colaborado con elCírculo de Eranos (Suiza), inspirado por Carl Gustav Jung y del que han formado parte Karl Kerenyi, Mircea Eliade, Erich Neumann, Gilbert Durand y James Hillman entre otros.

Se le suele considerar el fundador de la llamada hermenéutica simbólica. De ella se ha dicho que proporciona un giro a la disciplina originaria de Alemania, por el que “la razón clásica se convierte en razón-sentido, una razón sensible o sensual propia de una filosofía sudista, latino-mediterránea e hispano-americana, caracterizada por una razón afectiva”.

La aportación de Ortiz-Osés que más difusión ha tenido entre el gran público es posiblemente la dedicada el estudio de la mitología vasca, así como al llamado matriarcalismo vasco. La Universidad Nacional Autónoma de México ha publicado una obra sobre su pensamiento antropológico, coordinada por Blanca Solares, con el título El dios andrógino (Porrúa, México, 2003). La revista Anthropos le ha dedicado un número monográfico (Anthropos volumen 57, 1986).

Entre sus distinciones, es miembro de honor de la Sociedad Española de Psicología Analítica. Es director de la colección Hermeneusis de la editorial Anthropos Ha sido profesor de las universidades de Zaragoza, Pontificia de Salamanca y Deusto, de donde ha sido profesor titular de filosofía. Se valora mucho el que en su trayectoria ha realizado la intersección entre la escuela de Heidegger (hermenéutica) y la escuela de Jung (Círculo Eranos). El resultado es una Filosofía del sentido.

Ortíz-Osés ha publicado una treintena de libros (ver la relación al final de este artículo), entre los que destacan‘Antropología hermenéutica’‘El matriarcalismo vasco’, ‘Metafísica del sentido’, ‘La herida romántica: salir del almario’,‘Las claves simbólicas de nuestra cultura’ o ‘Antropología simbólica vasca’. Ha dirigido, junto con el profesor Patxi Lanceros, el imponente Diccionario de Hermenéutica, y tiene además una rica obra aforística. He tenido el honor de publicar con Javier Otaola (su entrevistador) un libro conjunto Masonería y hermeútica. Un mundo problemático, Madrid 2011.

Evocación de Andrés Ortiz-Osés

El autor de la entrevista, Javier Otaola (20 febrero 1956) no oculta su amistad y admiración por Ortiz-Osés. Escribe: “Conocí a Andrés Ortiz-Osés allá por los 70 del siglo pasado como oyente en sus clases magistrales de Antropología filosófica en la Universidad de Deusto donde se ha desempeñado hasta su jubilación como titular de la cátedra de Filosofía.

Desde entonces le he leído y le he seguido porque he encontrado en su pensamiento y en su trato una inspiración constante”. Y prosigue: “Recuerdo como luminosas y conmovedoras tres de sus conferencias a las que he tenido el privilegio de asistir, una sobre el “Simbolismo del Laberinto” -con la Asociación Anaitasuna Iradier-, “Masonería y hermenéutica” en la Universidad Internacional de Andalucía en la Rábida y otra sobre “La Catedral, como matriz/cueva/oquedad del Sentido” en la Fundación Catedral Santa María de Vitoria-Gasteiz”.

El entrevistador y amigo valora que Ortíz-Osés “ha colaborado con el Círculo de Eranos, inspirado por Jung, y del que han formado parte intelectuales como Karl Kerenyi o Mircea Eliade. Ha mantenido una larga amistad intelectual con Raymond Pániker, ha organizado múltiples encuentros filosóficos en Deusto con grandes autores, destaco algunos tan importantes como Paul Ricoeur o G.Vattimo. Está considerado el fundador de la hermenéutica simbólica”

Y concluye con una referencia personal: “Andrés Ortiz-Osés es filósofo, cristiano y católico, abierto a un ecumenismo afectuoso e inteligente, participó conmigo en un culto anglicano el día 9 de diciembre de 2012, en Zaragoza precisamente en la parroquia de San Andrés, su Santo homónimo, y ha manifestado su deseo de colaborar con el diaconado de la parroquia”.

Andrés Ortíz-Osés se sincera

Andrés ha tenido a bien contestar a una serie de preguntas algunas personales, otras filosóficas, que le ha hecho Javier Otaola para su publicación en la Revista de la Iglesia Española Reformada Episcopal y nos ha ofrecido como colofón y epílogo de sus respuestas un poema suyo inédito a Cristo crucificado. De esta entrevista, publicada en Religión Digital (7 de enero de 2013) entresacamos algunas de sus ideas y propuestas más significativas.

Javier Otaola reproduce 13 preguntas con sus respuestas. Son preguntas muy diversas, casi dispersas. Pero con un denominador común: el intento de construir un pensamiento humano que construya puentes entre la modernidad y las tradiciones religiosas, especialmente las de la raíz cristiana.

En el fondo, late un deseo de buscar las fuentes comunes de las que, filosófica y espiritualmente, se nutre nuestra común condición de humanos que intentan vivir coherentemente en el siglo XXI. Busca las tendencias de las religiones para este siglo emergente.

Lo que deshacemos, nos deshaceLa pregunta con la que se inicia la redacción de la entrevista se refiere a la trama personal e histórica del entrevistado. Las rutas, mapas y brújulas que han ido orientando y derivando la construcción humana vivencial, intelectual y religiosa de Ortiz-Osés:

Pregunta 1.- Un viejo adagio gremial dice que “lo que hacemos nos hace”, a lo que tu añadiste en una ocasión que “lo que deshacemos nos deshace”: ¿qué cosas has hecho y has deshecho a lo largo de tu vida que han terminado perfilando lo que eres?

Respuesta: Me he hecho persona y filósofo al asumir la libertad suficiente para sobrevivir, pero no la suficiente para vivir existencialmente. Vivir existencialmente es convivir radicalmente, y yo he tenido que reprimir/oprimir ciertos aspectos de mi personalidad que chirrían con el contexto tradicionalista, dogmático y cerrado de mi entorno español y eclesiástico, aunque sé bien que en otros lugares sería peor. Así que he hecho cosas que me han hecho y he hecho cosas que no me han rehecho, aunque no me hayan llegado a deshacer. Son las cosas que tienen que ver con esa falta de libertad que comentaba, y que tiene que ver con la Inquisición y el dogmatismo como trasfondo (in)cultural. Dicho en cristiano, me he resentido por la falta de libertad de conciencia y de expresión, aun reconociendo los grandes avances efectuados democráticamente en España y en el mundo.

Las críticas de Vattimo a la Iglesia y a las religiones

La segunda cuestión, relacionada con algunas de las formulaciones anteriores, nos remite sorprendentemente hacia el filósofo Gianni Vattimo, filósofo italiano nacido en Turín en 1936 y que en estos años ha participado activamente en el mundo político.

Vattimo estudió filosofía en la Universidad de Turín y posteriormente en la de Heidelberg. Discípulo de Hans-Georg Gadamer, es seguidor de la corriente hermenéutica en filosofía. En 1964 inicia la docencia de estética en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Turín. Claramente influido por Heidegger y Nietzsche, Vattimo ha sido profesor universitario en Los Ángeles y Nueva York. Es, asimismo, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Palermo, la Universidad de La Plata (Argentina), la UNED en España y las universidades y otras en Perú. Actualmente es catedrático de Filosofía Teorética en su ciudad natal. Es uno de los principales autores del postmodernismo y considerado el filósofo del pensiero debole (pensamiento débil).

Como político inició su trayectoria en el Partido Radicale, luego en Alleanza per Torino (Olivo) y más tarde enDemócratas de Izquierda en el Parlamento Europeo, formación que abandona en 2004. También es miembro de la dirección nacional de Coordinamento Omosessuale.

Varios de sus últimos textos tratan el tema de la religión, entre ellos Creer que se cree, de 1996, Después de la cristiandad, de 2002 y El futuro de la religión, ésta última del 2005. El trágico sentido de la era postmetafísica es reencontrado por Vattimo en relación estrecha con la historia de la religión católica, que pertenece sin duda a la esencia trágica de Europa. Una búsqueda afirmativa, amable con el catolicismo, señalada por su tradición y su concepción de la verdad, desemboca en un auténtico pensamiento religioso, crítico de la Iglesia, pero a su vez su deudor agradecido.

Para Vattimo, hemos entrado en la postmodernidad, una especie de ‘babel informativa’, donde la comunicación y los medios adquieren un carácter central. La postmodernidad marca la superación de la modernidad dirigida por las concepciones unívocas de los modelos cerrados, de las grandes verdades, de fundamentos consistentes, de la historia como huella unitaria del acontecer.

La postmodernidad abre el camino, según Vattimo, a la tolerancia, a la diversidad. Es el paso del pensamiento fuerte, metafísico, de las cosmovisiones filosóficas bien perfiladas, de las creencias verdaderas, al pensamiento débil, a una modalidad de nihilismo débil, a un pasar despreocupado y, por consiguiente, alejado de la acritud existencial.

Para Vattimo, las ideas de la postmodernidad y del pensamiento débil están estrechamente relacionadas con el desarrollo del escenario multimedia, con la toma de posición mediática en el nuevo esquema de valores y relaciones.

En una entrevista realizada por Ivana Costa” el 18 de febrero de 2008, afirma: “…Todos tenemos un cristianismo heredado (ya que ninguno de nosotros conoció a Cristo directamente). Pero para mí, cristianismo heredado significa —crudamente— que gracias a dios soy ateo, que no creo en los ídolos, ni que Dios esté aquí o allá; no sé ni siquiera si creo que Dios existe como un objeto. ¿Dónde estaría? ¿En el cielo? ¿Debajo de la tierra? Encima, después, dado que existe, debe ser representado. Y dado que tiene que ser representado, lo representa el Papa. Y si el Papa representa a Dios, se vuelve autoridad. Hay que dejar de lado todo esto en nombre del Evangelio”.

En la misma, Vattimo afirma que el cristianismo nos define histórica y culturalmente, en gran medida, por su tradición literaria —las Escrituras— o, mejor, por el “mensaje” que las Escrituras contienen. La única verdad de las Escrituras, “que no puede ser objeto de desmitificación, no es enunciado experimental, lógico ni metafísico, sino apelación práctica, es la verdad de la caritas: el amor”. En esta verdad, además, el cristianismo anticipa el final de la metafísica, ya que “el amor, como sentido último de la revelación, carece de verdadera ultimidad”. La “educación cristiana” ha enseñado a la filosofía, por otra parte, a “no creer en el fundamento, en la causa primera, en la violencia implícita en toda ultimidad, en todo primer principio que acalle cualquier nueva pregunta”.

En cuanto a la fe, en el artículo ” Hos mé. Heidegger y el cristianismo”, Vattimo hace algunos intentos por definir la fe, o, al menos, por descifrar una concepción heideggeriana de la fe compatible con su propia visión de la cristiandad. Se trata de dos definiciones negativas, esbozadas a propósito de una lectura del curso sobre fenomenología de la religión que dictó Heidegger, en Friburgo, en 1920. La fe, dice Vattimo, “no es fe en la certeza de acontecimientos históricos acontecidos, que con su verificado carácter extraordinario habrían de fundamentar la creencia en el anuncio”. Y un poco más adelante: la separación entre la fe de los primeros cristianos y el pensamiento representativo “señala la tarea de pensar una fe sin ”contenidos” —tal vez, por tanto, sin dogmas y sin una teología como ciencia—”.

Hemos dedicado más espacio a esta cuestión para poder entender en su recto sentido las siguientes preguntas de Javier Otaola a Andrés Ortiz-Osés:

Pregunta 2.- El filósofo italiano G. Vattimo con el que has compartido coloquios, ha practicado una visión muy crítica de la Iglesia Católico-Romana, especialmente de su jerarquía, al mismo tiempo que ha practicado una especie de “cristianismo filosófico” que se puede resumir en su frase.: “La hermenéutica, en su sentido más radical, no hace más que desenvolver la maduración del mensaje cristiano”. En su libro “La edad de la interpretación”, que forma parte del volumen El futuro de la religión (Paidós), llega a decir: “Nuestra cultura no tendría sentido sin el cristianismo”, al mismo tiempo que anuncia un tiempo post-cristiano. ¿Qué significa post-cristiano en este contexto? ¿Debe perecer la Cristiandad -estructura de poder- para que sea posible el cristianismo -fe personal ?

Respuesta: Tanto Vattimo como yo mismo somos cristianos y católicos, pero al mismo tiempo críticos y filosóficos. Nuestra filosofía está teñida por la cultura y el culto cristiano, e incluso proyectamos una especie de filosofía cristiana o cristianismo filosófico. Pero al respecto necesitaríamos un contexto más abierto y cultural en la Iglesia y en la sociedad, ya que a la cerrazón eclesiástica se une la cerrazón laical en una incomunicación del clericalismo y del anticlericalismo. Más allá de semejante incomunicación hay que propugnar un ecumenismo cristiano y religioso, filosófico y cultural, un diálogo universal y una comunicación de los diversos en una concepción humanista o humanitaria que no bloquee al hombre sino que lo desbloquee.

Pregunta 2b.-¿Qué significa hoy en nuestra sociedad post-moderna, pluralista, fragmentaria, fuertemente secularizada la presencia histórica y cultural del cristianismo en sus diferentes versiones? ¿Hasta qué punto esa presencia cultural facilita o dificulta la vivencia del cristianismo como confesión de fe?

Respuesta: Yo pienso que la genialidad del cristianismo es su apertura ad extra, su extraterritorialidad frente a todo concentracionismo dogmático y a toda identidad fundamentalista, lo cual no deja de resultar paradójico tras conocer su historia. El cristianismo es Cristo, y Cristo es universal o, mejor dicho, unidiversal. El cristianismo debe significar ante todo una actitud o talante de humanización, ya que la Encarnación cristiana se traduce como humanización de Dios en el mundo. Ser cristiano es ser encarnatorio, y ser encarnatorio es ser asuntivo y realizativo, abierto y proyectivo, comprensor y mediador de todo lo humano y de toda humanidad. Pero la institucionalización del cristianismo ha resultado apergaminada y clerical.

¿Sirve para algo la hermenéutica? ¿Qué hermenéutica?

Siguiendo el hilo de la entrevista de Ivana Costa a Vattimo, la periodista insiste en que, desde hace una década, este se viene dedicando a mostrar cómo las mejores tradiciones de la filosofía contemporánea derivan o fueron anticipadas por el cristianismo. “La verdad del cristianismo es la disolución de las metanarraciones; el nihilismo posmoderno”, escribió. Y también: “La hermenéutica, en su sentido más radical, no hace más que desenvolver la maduración del mensaje cristiano”.

En el último de los ensayos de Vattimo publicados en español —”La edad de la interpretación”, que forma parte del volumen El futuro de la religión (Paidós)— se lee: “Nuestra cultura no tendría sentido sin el cristianismo”. Esta afirmación tiene, en la interpretación de Vattimo, el sentido contrario al que intentan extraer de ella algunos de los nuevos apologistas del ateísmo, para quienes la religión cristiana tiene la culpa de todos los males del mundo a lo largo de la historia. Michel Onfray (del que se ofrece una extensa entrevista para Sin dioses) denuncia el colonialismo, la esclavitud, el nazismo, la insatisfacción, la discriminación.

Pero acaso la afirmación que hace Vattimo sea tan amplia como la protesta desmesurada y vana de Onfray. ¿Qué significa la omnipresencia histórica y cultural del cristianismo? ¿Es algo más que el hecho de estar incluidos en una tradición de lecturas? ¿En qué consistiría, entonces, la fe?

Desde esta perspectiva hemos de entender la aparentemente inocente pregunta de Javier Otaola a Ortíz-Osés:

Pregunta 3.- ¿Qué aporta la mirada hermenéutica a nuestro talento para vivir la vida? ¿Qué clase de talento nos ayuda a alcanzar una felicidad razonable?

Respuesta: Junto al talante religioso apuntado más arriba, de signo positivo, la hermenéutica nos aporta un talento más crítico o corrosivo, como corresponde a su naturaleza filosófica. La hermenéutica, como decía el amigo Paul Ricoeur, es hermenéutica de la sospecha, porque observa en el mundo mucha palabrería y cuento, mucho idealismo falso, mucha mentira y corrupción. Frente a esta realidad ideologizada, la hermenéutica realiza una crítica de toda ideología en nombre no de las meras ideas especulativas, sino del lenguaje como razón encarnada o logos interhumano que articula y apalabra lo real humanizándolo. La hermenéutica es una filosofía humanista que busca un acuerdo, consenso o consentimiento de abajo arriba, y no de arriba abajo, de un modo inmanente y no trascendente o absoluto, intersubjetiva o relacionalmente, dialógica y no impositivamente, democráticamente o co-implicativamente. De aquí que la felicidad hermenéutica pueda describirse como una felicidad basada en la libertad de conciencia o interpretación y en la liberación de dogmatismos, en la autoafirmación del hombre con el hombre y no contra el hombre, en lo que podríamos denominar el expresionismo existencial del hombre.

 

Portada del libro "Los mitos vascos", de Andrés Ortiz Osés (Deusto, 2007).

Portada del libro “Los mitos vascos”, de Andrés Ortiz Osés (Deusto, 2007).
Aceptar las crisis para crecer

En la misma línea de la entrevista a Vattimo, Javier Otaola interpela a Ortíz-Osés:Pregunta 4.- Tengo la impresión de que vivimos un tiempo de crisis de la religión institucional y jerárquica, lo que sin embargo es compatible con el crecimiento de una espiritualidad difusa y anárquica. ¿Es una impresión acertada a tu juicio?

Respuesta: Amigo Javier, tu impresión es la expresión de la realidad contemporánea. Nuestras iglesias están bastante vacías de personas porque están vaciadas de espíritu anímico o alma. Hay una crisis de la religión instituida o institucional de carácter rutinario (larutinización del carisma, como decía Max Weber), pero la solución no está en una huida a un trascendentalismo espiritualista que se diluye deletéreamente, aunque algo es algo. Yo pienso que la auténtica necesidad actual no es de la corporación eclesiástica ni del espíritu espiritualista, sino del alma o ánima, de la afectividad y la afección, del sentimiento y del corazón. La actual desafección del personal por la religión se debe a que hay un divorcio entre la vivencia o experiencia vital y amorosa de la gente y la visión eclesiástica conservadora de la existencia y del amor, los afectos y la sexualidad. En ello las Iglesias reformadas llevan una trayectoria mucho más abierta que la Iglesia católica, pero aún así hay una retirada de la religión externa a una religiosidad interna o interior, porque la formulación oficial del cristianismo católico o incluso reformado pertenece a un paradigma pre-moderno, y estamos en la posmodernidad, aunque a mí me interesa más la intramodernidad, o sea, una modernidad vuelta al interior del alma o sentido interior, al corazón como “co-razón” de nuestra propia razón.

La mirada interconfesional e interreligiosa

Dado que esta entrevista está destinada a ser publicada en una revista digital anglicana, hay preguntas que invitan a una reflexión interconfesional e interreligiosa. Y Ortíz-Osés aboga por lo que llama “ecumenismo consecuente” que “propiciara la unidad católica y la pluralidad reformada, la tradición y la (pos)modernidad”:

Pregunta 5.- Por tu formación alemana has conocido más de cerca el pensamiento teológico protestante de raíz luterana y reformada, pero ¿qué visión tienes de la tradición anglicana que se ve a sí misma como una vía media entre el protestantismo y el catolicismo-romano?

Respuesta: Como siempre, todo tiene ciertas ventajas e inconvenientes que habría que conjugar, por eso lo bueno sería un ecumenismo consecuente. La ventaja del catolicismo es la unidad y la asunción de cierta religiosidad pagana tal y como se muestra en su santoral y folklore. Por su parte, la ventaja del protestantismo luterano está en su libertad de conciencia y en su versión interiorizadora de la Biblia. Finalmente la tradición anglicana parece más medial y pragmática, de acuerdo con la idiosincrasia inglesa. Habría que buscar un encuentro que propiciara la unidad católica y la pluralidad reformada, la tradición y la (pos)modernidad.

Espiritualidad emancipatoria

Siguiendo la línea argumental del discurso –que nos parece cercano al pensamiento débil de la espiritualidad deGianni Vattimo – Ortíz-Osés aboga por el cultivo de dimensiones interiores que no pueden quedar (como en la New Age) en una mera autocontemplación narcisista. La espiritualidad para el siglo XXI debe ser emancipatoria.

Pregunta 6.- ¿De todas las tradiciones espirituales, ¿cuál es la que tiene una visión más amplia y completa de la libertad?

Respuesta: Quizás no hay ninguna que poses esa especificidad, la cual se basaría en la concepción de un Dios como abertura o apertura, y no como cerrazón u obturación de su propia creación. Teilhard de Chardin ha aportado visiones decisivas al respecto, pero la ortodoxia denegó su pensamiento. Necesitamos un Dios heterodoxo respecto a las ortodoxias oficiales de sus propias Iglesias, un Dios no proyectado a imagen y semejanza del gran Dictador, sino un Dios que muere a su vieja deidad, Logos de amor crucificado, y finalmente un Dios-silencio (típico de la religiosidad oriental).

Recuperar el cristocentrismo

En la actualidad, hay un gran debate entre los teólogos que apuntan hacia el siglo XXI sobre el lugar epistemológico del Cristo y la cristología. En otro lugar de Tendencias21 se ha hablado de El Cristo Cósmicocomo posible explicación, en clave teilhardiana, de una nueva espiritualidad cristocéntrica. Aquí reencontramos de nuevo a Vattimo:

Pregunta 8.- Decía la reina Isabel I, quien consolidó la implantación del protestantismo en el siglo XVI en la Gran Bretaña y de ahí en todo el mundo anglosajón, que en materia de cristianismo lo esencial era Cristo, y que lo demás no era sino detalle. ¿Qué sería al día de hoy ese contenido esencial y cuáles serían los detalles?

Respuesta: Como afirmó Romano Guardini, el cristianismo es Cristo, aunque es una definición demasiado tardía del catolicismo respecto a los reformados. En efecto, el cristianismo es Cristo, el cual es la humanización de Dios. Pero aquí hay una paradoja: mientras que Cristo humaniza a Dios, la Iglesia diviniza a Cristo (un matiz nada secundario, como ha estudiado el teólogo jesuita José María Castillo). Todo lo demás son efectivamente detalles y accidentes, aditamentos del hombre al mensaje encarnado por Jesús, el cual es la clave de bóveda del cristianismo. Una clave de bóveda que no puede quedar como un motor inmóvil, sino como un motor móvil frente a todo sectarismo.

Creer a pesar de haber visto

La pregunta por el sentido de la fe religiosa en una sociedad laica, es importante en este contexto. La propuesta de la obra, ¿Verdad o fe débil?, en la que René Girard y Gianni Vattimo dialogan sobre la fe en el pensamiento débil (editada por Paidós en 2011), es opurtuna en este momento y está en el trasfondo de la pregunta. No hay duda de que la democracia, el libre mercado, los derechos civiles y la libertad individual se deben especialmente al cristianismo, que impulsó la secularización y, con ello, el laicismo.

Algunos diálogos que han mantenido el antropólogo francés René Girard y el filósofo italiano Gianni Vattimo se reúnen aquí para dar cuenta del debate entre verdad y libertad y entre relativismo y fe, y para exponer su interpretación de los problemas que causan los nuevos tipos de violencia de carácter religioso. Se suman sendos ensayos, tanto de Girard como de Vattimo, en los que se sistematizan las ideas tratadas en la discusión.

Pregunta 9.- Dice el filósofo Fernando Savater que en nuestro tiempo “tener fe no es tanto creer sin haber visto, sino creer después de todo lo que hemos visto”. Por su parte, Benedicto XVI ha dedicado este año a la Fe, ¿cómo podemos asumir la fe de una manera sincera y madura a la altura de los tiempos?

Respuesta: Después de visto lo visto la visión de Dios resulta enturbiada por una realidad problemática no solo a nivel físico sino metafísico, a nivel real y simbólico, a nivel humano y extrahumano. Después de los descubrimientos de la nueva física cuántica, cierta vieja visión del Dios tradicional resulta ridícula, impúdica e infame.

De repente el mundo se ha desorbitado con la aparición de un universo gigantesco, al tiempo que la vieja creación está inhabitada de una complejidad descomunal. Hay que revisar la noción de Dios tanto a nivel macroscópico como microscópico, a nivel interestelar como a nivel familiar o casero. Dios ha dejado de ser ingenuo para convertirse ya no en un ingeniero mecánico sino en un ingenio cuántico, si es que realmente existe como tal. Pues los creyentes creemos en Dios, pero no sabemos si realmente existe (al menos como nos lo imaginamos).

Sobre el sentido de la vida humana

La siguiente pregunta va dirigida al antropólogo (estudioso de la condición humana) y también al hombre de fe en búsqueda de sentido para el siglo XXI:

Pregunta 10.- Desde la perspectiva de tu experiencia y de tu edad, a qué das más valor: ¿al éxito personal o al éxito profesional? ¿En realidad existe algo que podamos llamar éxito? ¿No es paradójicamente el mensaje cristiano una exaltación -como decía Nietzsche- de todo lo fracasado helvia.uco.es/xmlui/bitstream/handle/10396/7062/dyo_amoros.pdf?sequence=1: los pobres, los que lloran, los perseguidos, los hambrientos…?

Respuesta: Amigo Javier, aquí vuelves a dar en el clavo y en la clave de la auténtica filosofía cristiana. Esto del éxito es una melopea para tontos y sin éxito, para faltos de éxito que sueñan con emular a los exitosos miserables que nos rodean vergonzantemente, hasta que algunos lo alcanzan y lo sufren. Pero en este cutre mundo el éxito consiste en asumir el fracaso existencial simbolizado por la muerte. Por eso el cristianismo resulta al respecto no solo una religión, sino también una filosofía radical y fundacional. Pues el sentido de la existencia es la coexistencia compartida y compasiva, como han predicado Jesús y el Buda especialmente, ayudarnos interhumanamente a sobrevivir y morir humanamente.

Mirada sapiencial a la vanidad de la vida

¿Tiene todavía sentido mirar hacia delante con esperanza?

Pregunta 11.- ¿Qué aspiraciones te quedan por cumplir?

Respuesta: Todas y ninguna. Ninguna porque toda aspiración acaba con la expiración mortal, y uno toma conciencia de la futilidad de casi todo. Todas porque la vida es una existencia abocada a un abismo que no te permite volarlo ni sobrevolar el mundo. Pero hablando más sencilla y filosóficamente mi gran aspiración, mi mayor aspiración, es la de descansar en paz, el descanso eterno y la paz perpetua cantada impecablemente por la vieja liturgia: requiem aeternam dona eis Domine, et lux perpetua luceat eis.

¿Un mundo sin referentes?

Tal vez nuestra sociedad está vacía de referentes, de testigos de algo nuevo, de seres humanos que apoyen las esperanzas para vivir.

Pregunta 12.- ¿Qué persona(s) han sido intelectualmente más importantes en tu vida y por qué?

Respuesta: Una pregunta imposible, pero recopilo: mi madre por su amor, mi padre por su energía y mi tío canónigo por su cultura. Mis padres doctorales E. Coreth y G. Griesl, y a nivel propiamente intelectual Laozi, Sócrates y Jesús, Nietzsche, Jung y Heidegger, Gadamer y Durand. Pero me dejo en el tintero mis amistades que, como decía Aristóteles, son lo más necesario de la vida, y aquí me vuelvo a Austria, Portugal, Taiwan y el País Vasco.

Feminización de las experiencias humanas

La última pregunta se refiere al papel de la mujer en la sociedad. O mejor dicho, a la feminización de la cultura y de las experiencias humanas. Aquí encontramos uno de los neologismos de Ortíz-Osés: animadidad o hembría, como alternativa al machismo.

Pregunta 13.- ¿Qué papel le corresponde -a tu juicio- a la mujer en el seno de la Iglesia? ¿No es paradójico que en seno del catolicismo-romano y en la ortodoxia, Iglesias que reconocen a María -mujer y madre- una posición singular en la Redención, por su proximidad a Cristo, sin embargo no se permita a las mujeres acercarse al Altar?

Respuesta: Sí, esta es una de tantas paradojas religiosas y eclesiásticas. La razón estaría en el patriarcalismo tradicional, pero también curiosamente en que la mujer -las mujeres- han formado la parte más esencial o intrínseca de las religiones y del cristianismo, hasta el punto de ser calificado este como la religión de las mujeres. Sin embargo, a nivel oficial la cosa cambia debido al tema estupefaciente –estúpido-faciente- del poder masculino, que considera deficiente a la mujer al respecto.

De todas formas, pienso que la única salida nueva o novedosa a la crisis de la religión y de las religiones es la entrada de la mujer masivamente a la dirección. Pero la entrada masiva de la mujer es también la clave para la posible solución de la crisis global que padecemos, ya que lo que ha hecho el hombre varón es estabilizar un modelo heroico-competitivo de capitalismo que ha desestabilizado el mundo entero. La única revolución pendiente y relevante es la revolución de la mujer con sus específico carácter, talante y talento: la cual está aún por ver y evaluar, ya que ello conlleva un resurgimiento del “ánima” (la animadidad ) capaz de compensar la prepotencia del “ánimus” masculino y su animosidad o belicosidad.

 

La obra escrita de Andrés Ortíz-OsésNo podemos finalizar este artículo sin presentar la panorámica general de la obra escrita por Andrés Ortíz-Osés. El abanico de su obra se extiende a lo largo de tres decenios y ha publicado más de treinta libros. Pueden organizarse en cuatro grupos:

1. Tratados hermenéuticos 

1. Antropología hermenéutica. Editorial Ricardo Aguilera, 1973.
2. Mundo, hombre y lenguaje crítico. Sígueme, 1976.
3. Comunicación y experiencia interhumana. Descleé, 1977.
4. La nueva filosofía hermenéutica. Anthropos, 1986.
5. El Círculo de Eranos. Una Hermenéutica Simbólica del Sentido. Anthropos, 1994.
6. Análisis y lectura del almacenamiento simbólico de Eranos. Anthropos, 1994.
7. Claves de hermenéutica: para la filosofía, la cultura y la sociedad. Bilbao: Universidad de Deusto. Departamento de Publicaciones, 2005.
8. Diccionario de la existencia. Asuntos relevantes para la vida humana. En colaboración con Patxi Lanceros. Anthropos, 2006.
9. Diccionario de hermeneútica: una obra interdisciplinar para las ciencias humanas. Bilbao: Universidad de Deusto. Departamento de Publicaciones, 2006.
10. Hermenéutica de Eranos. Las estructuras simbólicas del mundo. Proemio Eugenio Trías. Apéndice de Gilbert Durand. Barcelona: Anthropos Editorial, 2012.

2. Estudios mitosimbólicos

1. El matriarcalismo vasco. Universidad de Deusto, 1980.
2. El inconsciente colectivo vasco. Txertoa, 1982.
3. Antropología simbólica vasca. Anthropos, 1985.
4. C. G. Jung: Arquetipos y Sentido. Universidad de Deusto, 1988.
5. La identidad cultural aragonesa. Centro de Estudios Bajoaragoneses, 1992.
6. El sentido de la cultura vasca. Cultura popular vasca y deporte. Annals of Foreign Studies XLIII 1-31. Universidad de Kobe (Japón), 1998.
7. Juego y simbolismo. Investigación de la cultura vasca. Universidad de Kobe (Japón), 1999. (Español-japonés)
8. La diosa madre. Trotta, 1996.
9. Las claves simbólicas de nuestra cultura. Anthropos, 1992.
10. Cuestiones fronterizas. Anthropos, 1999.

3. Filosofía del sentido de la vida 

1. Metafísica del sentido. Universidad de Deusto, 1989.
2. La razón afectiva, 2000.
3. Amor y Sentido, 2003.
4. Razón y sentido. Aufsätze zur symbolischen Hermeneutik der Kultur. 2006. (PDF). Iberoromania. Volumen 62, Issue 2, Pages 150–152, ISSN (Print) 0019-0993, DOI: 10.1515/IBER.2005.150
5. El sentido de la existencia. Posmodernidad y nihilismo (con G. Vattimo). Universidad de Deusto, 2007.
6. The Sense of the World. 2008. (Traducción inglesa de David Sumares)
7. La herida romántica. Anthropos, 2008.
8. Heidegger y el ser-sentido. Universidad de Deusto, 2009.
9. Nietzsche: La disonancia encarnada. Libros del Innombrable. Zaragoza, 2011.

4. Aforismos 

1. Co-Razón. MRA, 1996.
2. Experiencia / Existencia. March Editor, 2006.
3. Filosofía de la experiencia. Instituto de Estudios Altoaragoneses, 2006.
4. Meditación del existir. ISBN: 9788495399984
5. El enigma de existir. Diputación de Valencia, 2008.

 

Leandro Sequeiros San Román, Doctor en Ciencias, profesor de Antropología. Colaborador de la Cátedra Ciencia, Tecnología, Religión.

Una broma inspiró uno de los mayores fraudes de la historia de la ciencia

Un diario alemán se hace eco del hallazgo de la Cueva del Diablo, en 1911

Un diario alemán se hace eco del hallazgo de la Cueva del Diablo, en 1911 / Oliver Hochadel

Hace un siglo, el 18 de diciembre de 1912, un investigador de prestigio y un anticuario aficionado anunciaron al mundo una de las noticias más esperadas por los científicos de la época: el hallazgo del “eslabón perdido” entre los simios y los seres humanos. El anticuario, Charles Dawson, y el paleontólogo, Arthur Smith Woodward, proclamaron que se habían topado en una gravera del pueblo inglés de Piltdown con los restos fósiles de un primitivo ancestro humano. Eran una mandíbula similar a la de un simio y fragmentos de algo parecido a un cráneo humano. También habían desenterrado toscas herramientas de piedra y restos de elefantes e hipopótamos.

El llamado Hombre de Piltdown dio la vuelta al mundo y no se cayó por completo de su pedestal hasta 1953, cuando otro grupo de científicos descubrió que aquel supuesto eslabón perdido no era más que el montaje de un cráneo de una persona de la Edad Media, una mandíbula de orangután y el diente de un chimpancé. Todas las piezas habían sido tratadas con productos químicos para parecer más antiguas. Y, un siglo después del arranque de uno de los mayores fraudes de la historia de la ciencia, todavía no se conocen los auténticos culpables.

El historiador de la ciencia Oliver Hochadel cree haber dado con una clave para resolver el caso. Hace tres años, cuando consultaba los archivos de la Sociedad Berlinesa de Antropología, Etnología y Prehistoria, se topó “por casualidad” con una carta anónima, fechada el 5 de junio de 1911, que pedía la expulsión de la organización de Hermann Klaatsch, uno de los antropólogos alemanes de mayor prestigio por entonces. Klaatsch, entre otras cosas, había ayudado a definir la especie de los neandertales, pero aquella carta anónima le llamaba “charlatán” y le ridiculizaba por no haber sido capaz de distinguir un cráneo humano de uno de un chimpancé. Hochadel, un historiador alemán de la Institución Milá y Fontanals (CSIC) en Barcelona, siguió leyendo e investigando y, tras tres años de estudio, acaba de publicar la rocambolesca historia del Hombre de Steinau, muy posiblemente el espejo en el que se miraron los creadores del Hombre de Piltdown.

La Cueva del Diablo

La historia se remonta a 1911, un año antes de que apareciera el “eslabón perdido” de Piltdown. A unos 700 kilómetros de allí, al otro lado del canal de la Mancha, vivía Wilhelm Rappe, el boticario de Steinau, un pequeño pueblo alemán que acababa de perder el miedo a una caverna en sus inmediaciones. Un pastor la había descubierto en 1584 y la bautizaron Teufelshöhle, “la Cueva del Diablo”, porque pensaban que allí vivía el demonio. Poco más de tres siglos después, toda la aldea se volcaba en su excavación.

Europa vivía por entonces una “fiebre de la prehistoria”, como recuerda el investigador del CSIC. Los descubrimientos de fósiles antediluvianos y de espectaculares pinturas rupestres se sucedían en Francia y en España. En 1907, a sólo 100 kilómetros de Steinau había aparecido la mandíbula de un humano primitivo, bautizado Homo heidelbergensis. Excavar la Cueva del Diablo iba a colocar a Steinau en el mapa. Era un imán para los turistas. Era dinero. El director de la excavación, Albert Lüders, que además era el responsable municipal de la construcción de carreteras, estaba entusiasmado.

Fotografía de la época del cráneo del chimpancé tiroteado en CamerúnFotografía de la época del cráneo del chimpancé tiroteado en Camerún / Oliver Hochadel

Hasta aquí todo normal, pero resultó que el boticario del pueblo, Rappe, era un cachondo y le gustaba tomarle el pelo a Lüders. Su hermano había viajado un par de años antes a Camerún, por entonces una colonia alemana, y allí había estado tiroteando chimpancés. “Rappe cogió uno de los cráneos de chimpancé de la colección de su hermano y empezó a fosilizarlo”, recuerda Hochadel. El boticario cubrió el cráneo de azúcar y lo puso al fuego para oscurecerlo. Después lo sumergió en permanganato potásico para “envejecerlo miles de años”. Y, para rematar, el farmacéutico burlón plantó el cráneo de chimpancé en el barro de la Cueva del Diablo, cuando los trabajadores de la excavación estaban distraídos. Sólo quería gastar una broma, pero acababa de poner una bomba que llegaría al káiser alemán.

En un primer momento los trabajadores no repararon en la presencia del cráneo y acabó en un montón de escombros fuera de la cueva. La mandíbula se había perdido y parte de los huesos de la nariz habían sido destrozados. Ya no era tan obvio que se trataba del cráneo de un chimpancé. Cuando los excavadores por fin repararon en los restos, se los llevaron inmediatamente a Lüders, el mandamás de la excavación.

Todos temblaron. Podían tener en sus manos otro “eslabón perdido” de esos que estaban tan de moda y supuestamente encadenaban al ser humano con los monos. Hicieron dos fotografías y se las enviaron a los principales expertos de Alemania, que acudieron rápidamente para poner las manos sobre ese cráneo insólito, que en realidad no era más que la broma de un farmacéutico guasón. El historiador Hochadel ha conseguido ahora reconstruir aquella peregrinación en la revista especializada Endeavour, gracias al estudio de los periódicos de la época, al diario del boticario y a cartas encontradas en diferentes archivos.

¿Un zoológico ambulante?

El primer científico en llegar a la Cueva del Diablo fue Fritz Drevermann, del Instituto Senckenberg de Fráncfort. Posteriormente presumiría de que su primera impresión fue que aquel cráneo “no era un fósil, estaba demasiado bien conservado”. Sin embargo, los hechos sugieren otra cosa. El Instituto tomó las riendas de las excavaciones y asumió los costes.

A la caverna también llegaron en seguida dos científicos de la Universidad de Gotinga. Uno de ellos, Friedrich Heiderich, mostró ipso facto sus dudas sobre la autenticidad y días después afirmó que aquello era “un cráneo de simio muy común”. Pero, ¿de dónde había salido? Heiderich pensaba que un simio podría haber escapado de un zoológico ambulante, de esos que pululaban entonces por Europa, y habría tropezado en un agujero en el techo de la cueva.

El antropólogo Hermann Klaatsch afirmó que el cráneo conectaba “la raza de los neandertales con los simios actuales”

Sin embargo, todas estas dudas desaparecieron de la vista cuando apareció en escena Hermann Klaatsch, de la Universidad de Breslavia. Era uno de los antropólogos más prestigiosos de Alemania. Había trabajado en Australia y en las cuevas de Francia preñadas de restos neandertales. Y se había tragado entera la broma del boticario. Tras ver las fotos del cráneo, Klaatsch escribió al director de las excavaciones asegurando que la criatura pertenecía “al grupo de los fósiles que conecta la raza de los neandertales con los simios actuales”. La eminencia incluso se lanzó a sugerir que fueran los restos de “un niño neandertal”.

El trajín de científicos en Steinau causó revuelo. La criatura de la Cueva del Diablo saltó a los periódicos alemanes. Alguno de ellos llevó el hallazgo en portada. Según las notas que dejó escritas el boticario, alguien llegó a ofrecer 15.000 marcos alemanes por el cráneo, “una suma enorme para la época”, como subraya el historiador del CSIC. La expectación era tal que un miembro del parlamento prusiano, el aristócrata Bogdan Graf Hutten-Czapski, llegó a la provincia para recabar información. A su regreso a Berlín, informó a “las majestades”, los miembros de la familia del káiser, sobre el “aparentemente espectacular hallazgo” de la Cueva del Diablo. Mientras, el boticario se reía en secreto del éxito de su Pithecanthropus steinoviensis, como bautizó con sorna al cráneo del chimpancé tiroteado por su hermano.

Investigadores borrachos

A esas alturas, el prestigioso Klaatsch ya había cambiado de opinión y había descartado la hipótesis de que aquello fuera un ancestro de los neandertales, aunque seguía pensando que era un fósil, quizá de un simio del Plioceno, hace más de dos millones de años. En su diario, el boticario escribió que Klaatsch “raramente iba sobrio aquellos días” y que no escuchaba sus advertencias jocosas, como “errare humanum est”.

El antropólogo alemán  Hermann KlaatschEl antropólogo alemán Hermann Klaatsch /Museenkoeln.de

El director de las excavaciones, Lüders, emprendió una campaña de marketing para defender la autenticidad del cráneo, sin saber que había sido engañado. En un largo artículo publicado el 24 de junio de 1911, hilvanó los argumentos de los partidarios de que aquello era un fósil e ignoró o ridiculizó los de sus enemigos, sobre todo los de Heiderich, que había sido el primero en darse cuenta de que el cráneo era claramente de un chimpancé actual.

Y entonces llegó el veredicto del científico alemán más famoso de su época, Ernst Haeckel, propagador de las ideas de Darwin en su país. “En ningún caso el cráneo pertenece a un antropoide fósil ni es de gran valor”, sentenció. El boticario, harto de reír en la sombra y molesto porque se vilipendiara a Heiderich, decidió descubrir la farsa. Como premio al buen ojo de Heiderich, le escribió una carta en julio de 1911 felicitándole. Rappe le explicó que sólo quería gastar una broma y que el asunto se le había ido de las manos. Y, temiendo acabar en los tribunales con una denuncia, le pidió que no revelara su identidad. El 21 de julio, Heiderich tiró de la manta sin revelar su nombre. “A comienzos de agosto, cualquier lector alemán de periódicos sabía que el cráneo misterioso pertenecía a un chimpancé plantado por un bufón”, señala el historiador que ha reconstruido las peripecias del falso Hombre de Steinau.

En busca de pistas

El investigador del CSIC cree que detrás de la rocambolesca historia de la Cueva del Diablo se esconde una pista para resolver uno de los mayores fraudes científicos conocidos, el del Hombre de Piltdown. “Es imposible saber si el falsificador de Piltdown se inspiró en la siembra del cráneo de chimpancé en la Cueva del Diablo”, admite Hochadel. “No tengo una pistola humeante, pero los paralelismos entre los dos engaños son obvios”, señala.

«No tengo una pistola humeante, pero los paralelismos entre los dos engaños son obvios»


OLIVER HOCHADEL
Historiador del CSIC

El historiador recuerda que, en el caso de Piltdown, el anticuario Dawson contactó con el paleoantropólogo Woodward en febrero de 1912, para contarle que había encontrado restos humanos en la gravera de Piltdown. “Apenas medio año después de que saliera a la luz el engaño de Steinau”, subraya el investigador del CSIC.

Dawson, claro, es el primer sospechoso de haberse inventado el Hombre de Piltdown, ya que fue él quien halló los huesos falsificados. Y Hochadel apuntala esta hipótesis. El caso de la Cueva del Diablo había protagonizado portadas el año anterior en la prensa alemana y posiblemente el escándalo también saltó a la prensa inglesa. El anatomista británico Arthur Keith, además, hablaba alemán y conocía bien la obra de Klaatsch, el experto que confundió el cráneo del chimpancé de Camerún con un niño neandertal.

“En los años cruciales de 1911 y 1912, Keith había revisado varios de sus trabajos en la revista Nature, incluyendo un artículo en el que Klaatsch mencionaba el reciente descubrimiento de un simio fósil en Steinau”, rememora el historiador. Poco después, Keith aparecía metido hasta las cejas en la investigación del Hombre de Piltdown, defendiendo su autenticidad. “Algunos expertos sospechan que Keith pudo haber sido el cómplice científico de Dawson”, añade Hochadel.

Los culpables del fraude de Piltdown

El antropólogo británico Chris Stringer, del Museo de Historia Natural de Londres, dirige, 100 años después del hallazgo de Piltdown, un equipo de 15 científicos empeñados en conocer a los culpables del fraude. Stringer conoce las nuevas investigaciones de Hochadel sobre el Hombre de Steinau y admite el vínculo, aunque no cree que sea tan potente como sospecha el historiador del CSIC.

El antropólogo Chris Stringer ve “muy posible que Steinau desempeñara un papel importante” en la farsa de Piltdown

“Las primeras piezas de cráneo teñidas artificialmente ya se habían encontrado en Piltdown [en 1911], aunque el hallazgo no se anunció públicamente hasta 1912. La mandíbula de simio modificada y teñida no fue encontrada hasta 1912, por lo que es muy posible que Steinau desempeñara un papel importante en la incorporación de la mandíbula de simio al engaño”, opina Stringer.

Hochadel, sin embargo, duda que en 1911 ya se hubieran encontrado los restos del hombre de Piltdown, quedando en secreto. Stringer también admite las dudas: “Dawson afirmó haber encontrado las primeras piezas del cráneo antes de 1910. Otras personas confirmaron que él se las había mostrado, aparentemente, antes de 1910. Pero no se lo contó a Woodward hasta comienzos de 1912, así que no podemos estar absolutamente seguros de que sean las mismas piezas, aunque parece probable”.

Tras tres años de investigación, Hochadel no se conforma con estos resultados. Está convencido de que la broma de Steinau pudo inspirar por completo la farsa de Piltdown y seguirá investigando. “Si encuentro algo me haré famoso y si no, habrá sido divertido”.

‘A chimpanzee skull in the devil’s cave’ DOI: 10.1016/j.endeavour.2012.11.006

http://esmateria.com/2013/03/06/una-broma-inspiro-uno-de-los-mayores-fraudes-de-la-historia-de-la-ciencia/