Archivo por días: noviembre 1, 2013

Aclaran el enigmático origen de los judíos asquenazíes

La joven ciencia de la arqueogenética se ha utilizado para resolver una antigua controversia sobre el origen de los judíos asquenazíes en Europa. ¿Descienden principalmente de antepasados que emigraron desde Palestina en el primer siglo de nuestra era? ¿O sus ancestros fueron europeos convertidos al judaísmo?

La arqueogenética puede ayudar a resolver este debate. Diversos análisis del ADN del cromosoma Y, que se transmite sólo del padre al hijo también varón, indicaron que la línea de ascendencia masculina parece provenir de Oriente Medio u Oriente Próximo. Sin embargo, la línea de ascendencia femenina, que puede ser dilucidada por los análisis de ADN mitocondrial, ha resultado ser más difícil de interpretar, hasta ahora.

Los judíos asquenazíes (asentados en Europa central y oriental), tienen, en promedio, un coeficiente o cociente intelectual mucho más alto que el de la población europea en general. Esto se debe aparentemente al efecto de la selección evolutiva a favor de la inteligencia durante los últimos 2.000 años, y a que estas personas descienden de un grupo bastante específico de individuos que tenían un alto coeficiente intelectual. Sin embargo, junto con esa inteligencia superior, los judíos asquenazíes tienen una mayor incidencia de enfermedades hereditarias, como por ejemplo la enfermedad de Tay-Sachs que afecta al sistema nervioso. En hebreo, la palabra original de asquenazí significa “alemanes” y se ha aplicado históricamente al colectivo de judíos descrito.

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Martin Richards. (Foto: Universidad de Huddersfield)

El equipo de Martin Richards, de la Universidad de Huddersfield en el Reino Unido, así como Marta Costa y Joana Pereira, del Instituto de Patología e Inmunología Molecular de la Universidad de Oporto en Portugal, analizó muestras de ADN mitocondrial (que se hereda por vía materna), a fin de investigar los asentamientos prehistóricos de Europa compuestos por inmigrantes de Oriente Próximo.

El análisis de las muestras de ADN ha demostrado que en la línea femenina, los asquenazíes no descienden de poblaciones de Oriente Próximo sino de poblaciones de Europa meridional y occidental.

Esto sugiere que, aunque pudo haber ciertamente hombres judíos que emigraron a Europa desde Palestina alrededor del primer siglo de nuestra era, debieron casarse mayormente con mujeres europeas.

Esto parece que sucedió primero a lo largo del Mediterráneo, sobre todo en Italia y más tarde, aunque probablemente en menor medida, en Europa occidental y central. Esto sugiere que, en los primeros años de la diáspora, personas de la población europea, ajenas al judaísmo, mayormente mujeres, se integraron en él. Así, en la línea femenina de ascendencia, los asquenazíes no provienen mayormente de Palestina. Ni tampoco del Reino Jázaro, en el sector norte del Cáucaso, como también se había sugerido. Provienen sobre todo de Europa meridional y occidental.

En la investigación también han trabajado especialistas del Instituto Vavilov de Genética General de Moscú en Rusia, así como de universidades de Estados Unidos, Italia, Reino Unido, República Checa y Malasia.

Información adicional

http://noticiasdelaciencia.com/not/8628/aclaran_el_enigmatico_origen_de_los_judios_asquenazies/

domi EL INICIADO CYRANO DE BERGERAC

Por Javier Coria.

Cyrano de Bergerac es la obra teatral de Edmond Rostand que cuenta con varias adaptaciones cinematográficas, la última y muy celebrada, dirigida por Jean-Paul Rappeneau con un genial Gerard Depardieu encarnando al héroe romántico, pero es menos conocido que Cyrano fue un personaje real que vivió en la Francia del siglo XVII. Soldado, escritor, matemático, astrónomo, inventor, filósofo y un montón de cosas más que, pese a su corta vida, nos muestran a un erudito especialmente imaginativo y adelantado a su tiempo.

SU VIDA A GRANDES RASGOS

Savinien Cyrano de Bergerac nació en París el 6 de marzo de 1619. Su padre, Abel de Cyrano, fue un abogado del Parlamento parisino y su madre, Espérance Bellanger era hija de un asesor y tesorero de la Casa Real. El padre Abel heredó tierras y fortuna de su padre, un floreciente comerciante de pescados que buscó ennoblecer su saga con la compra de tierras. Estas propiedades como las de Mauvières y Bergerac, les daba derecho a usar el señorío aunque nada tuvieran que ver con los antiguos señores de Bergerac o con la nobleza. Años más tarde, en 1636, un Abel Cyrano poco dotado para los negocios, se vería obligado a vender las tierras. Pese a ello, nuestro personaje utilizaría el “de Bergerac” hasta su muerte aunque ya no le perteneciera el apelativo.

Savinien vino al mundo en una Europa desgarrada por la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), última de las guerras de religión y la primera guerra moderna. Pasó sus primeros años en Mauvières donde fue confiado a la tutela de un estricto cura párroco. Es en esa época en la conocerá a su amigo y biógrafo, el beato Henric Le Bret, una año mayor que él. Los dos amigos fueron enviados a París a continuar estudios, cosa que hicieron en el “Collège de Beauvais” con el pedagogo Jean Grangier al que Cyrano ridiculizaría en El pedante burlado del que Moliere plagiaría algunas escenas para su obra Los enredos de Scapin. Pero la libertad y la indolencia de los 19 años, unido a las juergas y las deudas de juego, obligaron a papá Cyrano a buscar un correctivo, que no fue otro que hacer ingresar a su hijo en la milicia. En 1639 Le Bret y Savinien entraron a las órdenes del Capitán Carbon de Casteljaloux de la “Garde-Noble”.

La leyenda del Cyrano pendenciero y espadachín, nace en esta época, aunque su biógrafo no dudó en maquillar algunos pasajes de la vida de nuestro héroe y exagerar otros, el Cyrano que pone en fuga a cien espadachines está más en la leyenda que en la realidad histórica. Lo cierto es que Cyrano era conocido entre sus conmilitones como el “Diablo de la bravura”. Una bala de mosquete hirió a Cyrano en la batalla de Mouzon y, en 1640, una estocada en la garganta luchando contra los españoles en la batalla de Arras acabaría con su carrera militar.

En 1641 regresa a París y siguió escribiendo y estudiando. Parece ser que frecuentó el círculo de los Libertinos, aunque la palabra libertino hoy pueda causar confusión, en aquella época era una forma de designar a un grupo de intelectuales rebeldes y librepensadores que cuestionaban la moral y el orden establecido tanto político como religioso. Fue la actitud indócil hacia la religión lo que Calvino calificó como libertinaje y, como no se entendía una moral sin religión, los amorales también eran llamados libertinos. Fue discípulo del filósofo materialista francés Pierre Gassendi que influiría decisivamente en toda su obra. En 1645 cayó enfermo de sífilis, para algunos la verdadera causa de su muerte, y continuaron los duelos y los enfrentamientos con los escritores. Nadie escapó a la crítica y a las cartas satíricas de nuestro autor enemigo acérrimo de la mediocridad. Decía que él leía las obras de otros para conocer los robos de otros y en verdad que a pesar que muchas veces se tachó su estilo como tosco, fue una de los autores más plagiados de su época. Estos años fueron oscuros y poco se sabe de sus andanzas. No hubo ninguna Roxane en la vida de Cyrano, aunque sus lances amorosos fueron muchos y variados, incluyendo las relaciones homosexuales.

En las revueltas de La Fronda (1648-53), Cyrano tomaría partido contra el Cardenal Mazzarino, ministro y sucesor de Richelieu, con sus célebresMazarinadas, años más tarde, lo defendería quizás irónicamente en una de sus cartas satíricas. A principios de la década de los cincuenta, se estrenaron algunas de las obras de Cyrano y sus manuscritos empezaron a circular entre un círculo de iniciados.

El estreno de La muerte de Agripina se produjo entre una gran polémica popular por ser considerada blasfema y atea. Cyrano se granjeo unos nuevos y poderosos enemigos, los jesuitas.

En 1654 un oscuro suceso vino a agravar la ya maltrecha salud de Savinien, no se sabe si por accidente y por atentado de sus múltiples enemigos, un tablón cayó sobre su cabeza cuando paseaba por una calle parisina. El declive físico y moral y las penurias económicas se ceban en el todavía joven Cyrano que no ve llegar el reconocimiento que se merecía. Sobrevivir como literato en aquellas épocas era difícil si no se tenían mecenas y protectores, y, con muchas reticencias, Cyrano se dejó aconsejar por sus amigos y antiguos enemigos como Mazzarino lo toman bajo su protección. En 1652 entraría como secretario personal del duque de Arpajon al que dedicaría algunas de sus obras. Ya muy enfermo y gracias a las gestiones de su hermana Catherine priora del convento parisino de las “Filles-de-la-Croix”, fue alojado en la casa del Consejero Real Tanneguy Renault de Bois-Clairs. El 23 de julio de 1655, el propio Cyrano pidió ser trasladado a la casa de campo de su primo Pierre Cyrano en Sannois. El 28 de julio de ese mismo año moriría a la edad de 36 años.

Según un certificado de defunción encontrado en 1911 y que se conserva en el archivo municipal de Sannois, Cyrano está enterrado en la iglesia de San Pedro y San Pablo de esta localidad, la cuestión es que hasta hoy, nunca se ha encontrado su tumba. En 1934 incluso se utilizó un péndulo para localizarla, pero las cuatro reformas que sufrió la iglesia desde el siglo XVII, hacen imposible localizar la antigua capilla de San Sebastián donde se cree que reposan los restos de Cyrano. Hoy, un grupo de admiradores de Cyrano, están realizando diversas gestiones para localizar dicha tumba, pero quizás nunca se encuentre, quizás se mandó incinerar como ensalza en sus cuentos donde los pájaros llaman “muerte triste” a las exequias tradicionales. Quizás sus restos formen parte del polvo cósmico de esos mundos que él supo imaginar. Pero lo que sin duda podemos afirmar, es que el personaje real o el ficticio, que son uno y ninguno a la vez, forman parte ya de nuestro imaginario colectivo.

PRECURSOR DE LA CIENCIA-FICCIÓN

Con el título genérico de El otro mundo, Cyrano escribió dos obras que están consideradas como un precedente de la ciencia-ficción. La primera fue Los Estados e Imperios de la Luna e Historia de la República del Sol. Las dos fueron publicadas póstumamente y pacientemente purgadas por sus amigos para evitar la persecución inquisitorial. La aparición de los manuscritos originales en París y Munich a principios del siglo XX posibilitaron conocer estas obras, pese a tener algunos párrafos no terminados y faltarle algunos trozos. Existió una obra que completaría una trilogía y que el propio Cyrano cita en el Viaje a la Luna, se trataría de Historia de la centella un texto que fue robado durante la convalecencia de Cyrano y que contenía un misterioso apéndice sobre la Historia del Diamante. De Los Estados e Imperios de la Luna fue publicada por Henri Le Bret en 1657 que además realizó un prefacio biográfico sobre su amigo. Por lo que respecta a Historia de la República del Sol, se publicó en 1662 por el editor y boticario Charles de Sercy.

En los Imperios de la Luna, el narrador nos explica que en una discusión sobre la posibilidad de la vida en otros planetas y tras sufrir la mofa de sus amigos, regresa a casa y se encuentra un libro abierto por un pasaje que habla del contacto extraterrestre de un sabio. Animado por la coincidencia, el personaje del cuento decide iniciar su propio viaje para demostrar sus teorías. Aunque es un recurso literario, el autor del libro en cuestión está perfectamente identificado, no es otro que Gerolano Cardano, el matemático, astrólogo y mago italiano que fue encarcelado por herejía al publicar la carta astral de Jesús. El primer sistema de propulsión que utiliza el personaje del cuento es un cinturón de frascos llenos de rocío que al ser calentados por el Sol lo eleva por los aires. Pero con este sistema sólo llega a “Nueva Francia” en el Canadá. Desde Quebec y con una máquina provista de alas y cohetes pirotécnicos que se encienden sucesivamente por unas mechas a modo de las fases de los cohetes modernos, logra escapar de la atracción terrestre y llegar a la Luna. Curiosamente la citada máquina estaba apunto de ser quemada en una hoguera de San Juan por unos soldados cuando el protagonista la rescata y se ve expulsado al espacio, con toda la carga simbólica que tiene el hecho.

La Luna de Cyrano es un mundo al revés, es la patria de Adán, Eva, Enoc o Elías, se creen terrícolas y ven a la Tierra como su Luna. Hay personajes tan curiosos como “el diablo de Sócrates”, un oriundo del Sol que dice haber iluminado con su sabiduría a destacados personajes de la Tierra entre ellos al filósofo italiano Tomasso Campanella que en 1623 publicaría su Civitas Solis que describe una sociedad ideal en el Sol a modo de la República de Platón. La República del Sol se trata de una novela más filosófica y hermética donde Cyrano satiriza sobre la sociedad y la moral francesa de su época y expone su ideología librepensadora así como sus conocimientos científicos que ya expresara en su libro Física, o ciencia de las cosas naturales. Encontramos a personajes como Dyrcona, un claro anagrama de Cyrano o la interesante historia de los pájaros.

¿VISIONARIO Y ALQUIMISTA?

Algunas de las cosas por las que se considera a Cyrano visionario además del uso de cohetes en los viajes espaciales son una serie de inventos que se describen en sus obras como lo hiciera siglos más tarde su compatriota Julio Verne.

Entre otras maravillas prefiguradas por la imaginación de Cyrano está una bola que contenía la luz solar a modo de bombilla para alumbrarse, un libro que contiene unos mecanismos para escuchar la voz de los autores a modo de los modernos audiolibros, viviendas móviles cual autocaravanas o un ojo artificial con la capacidad de ver en la noche.

Lo curioso es que las lámparas permanentes o los artilugios parlantes eran algunos de los avances científicos que ya predijeron los Rosacruces, que por cierto, son citados al principio del cuento junto a nombres de magos y alquimistas como Agrippa o el abad Tritenio, este último instructor del propio Paracelso.

Cuando el personaje de Cyrano llega al Sol es recibido por un hombrecillo desnudo sobre una piedra que aun hablándole en una lengua desconocida para él comprende todas sus explicaciones sobre el nuevo mundo. “…Cuando yo hablo, vuestra alma encuentra en cada una de mis palabras esa verdad que ella busca a tientas…”. Esta imagen, la del sabio con la verdad desnuda sentado en la piedra filosofal hablando el “lenguaje de los pájaros”, es una de las muchas referencias que encontraron los estudiosos de la alquimia a principios del siglo XX para calificar a las narraciones de Cyrano como un simbolismo de la Gran Obra.

En el lenguaje simbólico de Cyrano son frecuentes las alegorías alquímicas y herméticas, el “rocío cocido”, el combate de la salamandra y la rémora, Prometeo, los homúnculos o la triaprincipia alquímica del mercurio, el azufre y la sal. Pero una de las más claras referencias alquímicas es la que trata de la “lengua de los pájaros”, forma simbólica de denominar a un lenguaje legendario recogido en diversas tradiciones. Este idioma sería con el que Adán dio nombre a todas las cosas o el que trasmitió Salomón a Hiran, la lengua matriz de la que surgirían todas las demás. Se creía que iniciados y alquimistas eran conocedores de esta lengua que proporcionaba una visión global de las leyes que rigen el Mundo, por ello era una forma de referirse a ellos. Los propios títulos de la trilogía contienen símbolos alquímicos como el Sol, que es el oro o azufre alquímico, la Luna, la plata o el mercurio y la Centella, el rayo o la chispa del principio espiritual. El apéndice sobre la historia del diamante, nos refiere al centro, a la “clave de la bóveda” como coronamiento de un aprendizaje o construcción como apunta Cirlot.

Las narraciones de Cyrano son una mezcla de ciencia, imaginación y lo mítico y mágico de las tradiciones. Se plantea la trasmutación del hombre en el sentido místico y filosófico como simbología de la búsqueda de la perfección. Quizás como dijo Jung, la alquimia espiritual sea un sistema de símbolos que emana de un subconsciente colectivo. Cyrano fue un buen conocedor de las tradiciones herméticas y de la llamada magia renacentista cuyo mayor exponente fue el tratado De oculta pholosophia de Cornelius Agrippa publicado en 1533, pero también fue un racionalista convencido. Del siglo XVI al XVII el libre pensamiento sufrió persecución y censura hasta el siglo XVIII donde despertó el espíritu científico, cosa que no hubiera sido posible sin la participación de intelectuales y científicos libres que tuvieron muchas de las intuiciones que nos meterían de lleno en el Siglo de las Luces.

http://javiercoria.blogspot.com.es/2010/07/el-iniciado-cyrano-de-bergerac-y-iii.html

EL LEGADO DE LOS DIOSES

 

 
Existe una verdad revelada desde el comienzo de la historia humana.
En China, India, Próximo Oriente, Occidente y la América prehispánica encontramos la misma respuesta a las grandes preguntas que nos hacemos sobre el origen del mundo, el propósito de la vida y el lugar del hombre en la Creación. Pero lo más misterioso es que este mismo mensaje ha sido reiterado en todas las épocas a todas las civilizaciones, incluyendo la nuestra.
Un profundo misterio rodea el comienzo de la historia humana. ¿Por qué en todas las culturas hallamos la misma mitología sobre los orígenes del mundo, la vida y el hombre? La influencia de unas sobre otras no explica este enigma, puesto que estamos ante un patrimonio universal que incluye a las civilizaciones más antiguas, diversas y apartadas entre sí. Todas sostienen que este conocimiento habría sido revelado en un pasado remoto por una entidad sobrehumana.
La supuesta existencia de una cultura madre anterior, común a todas ellas y desaparecida sin dejar rastro tras un cataclismo, es una hipótesis sin confirmar. Lo mismo sucede con la teoría que atribuye este papel civilizador a una corriente iniciática, transmisora de una tradición original, que impulsaría la evolución humana a través de las distintas épocas desde la sombra.
Tanto los mitos y leyendas, como la arquitectura sagrada, serían algunos de los vehículos para mantener vivo ese legado. Según Gurdjieff, en ciertos momentos históricos una entidad que define como «círculo interno de la humanidad» promovería la fundación de cofradías y sociedades secretas, con el objetivo de realizar un trabajo concreto, desapareciendo después de cumplir su misión. Pero incluso aceptando que existieran civilizaciones desconocidas avanzadas que fueron destruidas por cataclismos, o un grupo oculto de iniciados, el enigma sigue en pie: ¿cómo obtuvieron su conocimiento? ¿Quién se los comunicó?
El punto de partida de cualquier investigación formal son los hechos establecidos. Estos indican que casi todas las culturas de Oriente y Occidente afirman que las deidades les revelaron un modelo de Creación y el lugar del ser humano en el Cosmos. También presentan una extraña unanimidad al sostener que dicho legado les fue transmitido o confirmado por enviados o intermediarios extraños a ellas mismas: mensajeros celestes, hombres-dioses o seres llegados de las estrellas.
La Creación
¿Qué enseña dicha revelación?
Sus grandes ideas son las siguientes:
• Toda la variedad del mundo tiene su origen en una unidad inefable, inmutable y eterna, que se erige en la divinidad suprema. En el monoteísmo es el Uno de la Cábala hebraica; en los sistemas politeístas, el Padre o la Madre de todos los dioses; en el dualismo, el Padre de los dos hermanos rivales que simbolizan la dialéctica del mundo (Bien y Mal, Luz y Tinieblas).
• Esa Mónada divina precede al mundo. En principio es descrita como una entidad que existe virtualmente, o que es inconsciente de sí misma, o que «respira sin aliento». También se diferencia entre su estado anterior a la Creación –diluido en el Caos primigenio– y el posterior (Brahma nirguna y Brahma saguna en el hinduismo, o Atum y Atum-Ra en el antiguo Egipto).
• Al crear el Cosmos, ese Uno eterno toma conciencia de sí y se transforma en Dios manifestado a través de su Creación. También es universal la creencia en que, al dar este paso, el Uno se transforma en Trinidad.
• El inicio del mundo se representa con la aparición de un principio fecundador: la luz (Génesis bíblico), o el huevo del mundo (Hinduismo), o bien una colina o tierra primordial surgida de las aguas y sobre la que aparece el huevo del que nace el Sol (mitología egipcia).
• Las aguas primigenias son el medio donde reside el principio de la vida y donde ésta se origina. El Espíritu de Dios flota sobre ellas (Génesis), o la diosa madre baila sobre ellas (Eurinomé en la primitiva religión griega), o «la tierra primera» emerge de este ámbito en las más diversas cosmogonías.
• La divinidad crea el Universo mediante una división de sí misma o por su propia expansión, como las emanaciones de Dios o sephiroth de la Cábala hebraica. En algunos sistemas dicho acto se representa como desmembración del Uno; en otros aparece como autogeneración de un ser diferenciado a partir de éste (los nueve dioses de la Enéada heliopolita nacidos del Atum egipcio son las distintas partes de su anatomía). Pero el esquema siempre es idéntico: el mundo surge del Uno, que se desdobla en sujeto y objeto, encarnando en su propia Creación, pero sin confundirse con ésta ni disolverse en ella. Todas las deidades son formas de manifestarse la misma divinidad creadora.
• Los medios por los cuales este Uno da lugar a lo creado son el hálito (respiración, aliento) y la palabra (vibración, sonido), que impregnan todo lo que es. Estas metáforas simbolizan el carácter rítmico y cíclico de la Creación: inspiración y espiración, sonido y silencio, forma y fondo.
Es importante advertir que esta mitología de los orígenes es la misma que postula la cosmología científica actual. El Uno equivale a la singularidad inicial del Big Bang primordial, que también se define como un punto sin espacio ni tiempo, diferenciado del Universo surgido de ella. Los cosmólogos afirman que «el momento cero» trasciende los límites de la ciencia y que se ocupa de la evolución del Cosmos a partir de un instante posterior. La misma imagen es común a toda la ciencia antigua, para la cual todo partía del Uno y surgía por multiplicación de éste. Según Plotino, dicho Uno es inefable, incognocible y trascendente, como la singularidad inicial del Big Bang.
Las coincidencias son abrumadoras: el Caos primigenio simboliza la misma idea que el vacío cuántico; las emanaciones del Uno –o su desmembramiento o su diferenciación en partes– representan la gran expansión cósmica de la cual nacen las galaxias y los sistemas solares (los dioses); la espiración del Uno equivale a la expansión y la inspiración alude a la contracción (el Big Crunch de la cosmología científica). También mantiene la ciencia actual que la vida se originó en las aguas (el yin o principio femenino), fecundadas por la energía (el yang masculino), en forma de luz solar y descargas eléctricas.
La única diferencia entre el modelo de Creación del legado revelado a los antiguos y la ciencia actual, es que el primero se expresa en imágenes humanas (dioses) y la segunda mediante metáforas deshumanizadas (fuerzas, energía, materia, leyes). ¿Es la ciencia moderna la mitología de nuestros días, o ha llegado por vía deductiva a la misma verdad que los antiguos alcanzaron por revelación o intuición? En cualquier caso, hay algo seguro: el Big Bang es tan antiguo como la primera cosmogonía (mito de los orígenes). Lo mismo cabe afirmar de las teorías científicas sobre el origen celeste de la vida (panespermia) o mediante la fecundación del agua por la energía (teoría química).
«Hijos del Cielo»
En las culturas de Asia, Próximo Oriente, Europa y América, también observamos la figura de un Enviado celeste. Un hombre-dios a quien se atribuye un papel civilizador, una enseñanza espiritual y a menudo la función de Salvador. Su objetivo es mostrar al ser humano la vía a seguir para transformarse en inmortal y divinizarse. En América son Viracocha y Quetzalcóatl; en el antiguo Egipto, Osiris; entre los iranios, Mitra. Pero sus nombres son innumerables. Y esta figura tiene un perfil característico:
• Con frecuencia es «el hijo divino», concebido milagrosamente por una madre humana virgen, como Quetzalcóatl. A menudo nace en una cueva o en un lugar asociado al símbolo de la piedra o el árbol (la madre de Buda lo dio a luz bajo un árbol y la cruz también es una forma simbólica del árbol).
• Realiza prodigios en el marco de un magisterio característico.
• En sus enseñanzas destaca la invitación al desapego de lo material, la superación de los deseos de la carne, la fraternidad entre todos los hombres, la vivencia y la práctica del amor hacia todas las criaturas. Esta prédica se repite en ocasiones hasta los mínimos detalles en las diferentes épocas y culturas religiosas.
• También aparece íntimamente asociado al símbolo del pez: su madre es fecundada por un pez o éste le anuncia la procreación milagrosa, o bien es un signo de reconocimiento entre sus seguidores. Entre sus prodigios se cuentan pescas milagrosas y episodios vinculados a las aguas, como el acto de calmar tempestades.
• Promueve la abolición de los sacrificios cruentos a la divinidad. Entre sus principios rectores destaca el respeto a toda forma de vida.
• Enseña a buscar la verdad en el interior de uno mismo.
• Hace una promesa de vida eterna a quienes culminen la vía de evolución espiritual que enseña y que suele tener dos vertientes: una mística y otra iniciática. Comunica a todos una enseñanza exotérica (exterior, visible) que sirve de introducción o preparación a otra superior de naturaleza esotérica (interior, oculta), reservada a los escogidos que están preparados para comprenderla. También afirma la existencia de un mundo superior (espiritual) y otro inferior (material).
• Sufre una muerte o derrota definitiva en este mundo a manos de sus enemigos, que representan las fuerzas del Mal y la materia. Después de muerto, resucita y asciende al Cielo, o desaparece en el mar tras el horizonte en una nave prodigiosa.
• Su magisterio incluye la promesa de que regresará al final de la historia.
Es fácil advertir que este perfil corresponde con precisión al de Jesús de Nazareth. Esto era tan evidente que dio lugar a dos teorías. Una de ellas sostuvo que todos esos mitos habían sido urdidos por el Maligno para sembrar la duda sobre la existencia histórica de Jesús (San Justino). La otra afirmó que Dios inspiró en el corazón humano esa revelación central sobre el sentido de la historia que, al mismo tiempo, se erigió en la promesa divina que se cumplió con el advenimiento de Cristo (San Agustín).
Para este gran santo católico, «la religión verdadera existió desde el comienzo de la raza humana», y en todos los lugares y épocas hubo personas que «vivieron de acuerdo con las leyes de la Jerusalén celeste», añadiendo que esa verdad eterna revelada sólo empezó a llamarse cristiana cuando «Cristo vino en un cuerpo, pero ya existía».
No cabe duda de que esta reflexión abre las puertas a una teología del pluralismo religioso; ya sea porque se interpreten las cosmogonías antiguas como prefiguraciones proféticas del advenimiento de Cristo en Jesús, o que se crea en muchas otras encarnaciones divinas en diversos avatares a lo largo de la historia. Esta idea también es compatible con los Evangelios, puesto que Jesús resucitado se aparece a sus discípulos en varias ocasiones bajo aspectos humanos que éstos no reconocen y, por otra parte, afirma que estará con los suyos hasta el final de los tiempos.
San Agustín distingue entre dicho arquetipo celeste (el Cristo eterno) y Jesús de Nazareth (su encarnación humana). Captar esta diferencia es crucial, ya que «ser cristiano» significa aspirar a encarnar este misterio en la propia existencia y con medios propios (Imitación de Cristo). Por eso, Jesús enseñaba a «hacerse como él» y definía su misión en función del arquetipo que encarnaba: «Yo soy el camino, la verdad y la luz».
El sentido de la vida
También en todos los casos hallamos esta llamativa coincidencia al definir el sentido de la existencia humana. «El objetivo de todo lo que vive es divinizarse», mantiene un famoso papiro del antiguo Egipto. «Seréis como dioses», afirma la Biblia. Esta inmortalidad potencial del ser humano aparece ya en el Génesis, cuando Dios destierra a la pareja primordial del Edén, porque habiendo comido del «Árbol del Conocimiento» les bastaba comer del fruto del «Árbol de la Vida» para convertirse en dioses.
La inmortalidad aparece así estrechamente unida al conocimiento. En todos los sistemas religiosos encontramos la figura del inmortal o superhombre divinizado, incluyendo al monoteísmo judeocristiano, en el cual destacan Enoch, Elías y Moisés, aparte de los apóstoles a quienes Jesús concedió no morir. Esta superación de la muerte es la culminación perfecta de la evolución espiritual.
La vida terrena se presenta como una «escuela» de crecimiento que conduce a la divinización. Algo que también observamos en el antiguo Egipto. De modo que el legado o tradición primordial de carácter universal a la que nos referimos afirma la naturaleza divina del ser humano y, en ocasiones, la de «todo lo que vive».
En algunos casos, la condición divina aparece como meta al cabo de un proceso evolutivo que pasa por una serie de reencarnaciones, e incluye el concepto de karma o un equivalente. El cristianismo de los primeros siglos también creía en la reencarnación, que sólo fue descalificada por errónea en el siglo VII, después que el emperador Justiniano la considerara una creencia políticamente peligrosa e impusiera la condena de dicha doctrina en el Concilio de Constantinopla.
La metempsicosis –ciclo de transmigracíón de las almas que incluye vidas animales y plantas–, es muy común en Oriente, pero no en Occidente, donde quienes la defendieron, como Pitágoras, fueron objeto de burla y escarnio. Sin embargo, esta doctrina también aparece La república de Platón. A su vez, en el antiguo Egipto se creía que si era cierto que «viviremos para siempre», también debía ser verdad que «siempre hemos vivido», pasando por infinidad de existencias «y no sólo en este mundo».
Como podemos ver, el misterioso legado revelado con carácter universal a culturas de la más remota antigüedad constituye una respuesta a las tres preguntas fundamentales que se han hecho los seres humanos desde siempre: ¿de dónde venimos?, ¿para qué existimos? y ¿adónde vamos?
Y es curioso que nuestra ciencia moderna coincida con los puntos más importantes de este magisterio. Por ejemplo, el principio antrópico sostiene que el Universo ha evolucionado de la única forma posible para que exista el hombre, algo compatible con una Creación cuyo propósito es éste. A su vez, el principio cosmológico sostiene que el Universo influye como un todo en cada una de sus partes, con lo que viene a afirmar que «todo parte del Uno» y que dicho «Uno está presente en todo», uno de los principios fundamentales de la filosofía hermética.
¿Quién reveló estas verdades eternas a todas las culturas? ¿Quién se ha encargado de volver a revelarlas una y otra vez en los más diversos lenguajes –incluyendo el científico de nuestra actual civilización–, a través de los milenios? ¿Están inscritas en el corazón humano y emergen cuando nos interrogamos sobre el sentido del mundo, el misterio de la vida y el significado último de la existencia? Para unos, estas verdades son las respuestas que Dios integró en el diseño de su Creación y podemos alcanzarlas intuitivamente para darle sentido a nuestra aventura cósmica. Para otros, estaríamos condicionados por nuestra propia configuración para atribuirle al Universo un sentido humano.

FUENTE: AKASICO.COM

http://veritas-boss.blogspot.com/2013/10/el-legado-de-los-dioses.html

30 de Octubre…UN REGALO DISFRAZADO…EN PLENO CURSO DE SUPERVIVENCIA

Se aconseja escuchar el video mientras se lee

(Material traducido del Inglés por Tahíta, desde la web de Sarah Varcas)

 

Al acercarnos a la cuadratura exacta de Urano / Plutón el viernes y el eclipse solar en Escorpio, un par de días más tarde, la intensidad es el tema y muchas personas se están sintiendo bajo una enorme presión. Cualquiera que sea nuestro mayor “problema” es el que está siendo “tocado” en éste momento. Por supuesto que puede variar de persona a persona, y la lucha de una persona puede parecer nada para otra, pero muchos están sintiéndose acorralados, y esto significa momentos de gran estrés.

Mirando los gráficos por hoy me pregunté ‘¿cuál es el mejor consejo en medio de esta tormenta cósmica?’. La respuesta llegó alto y claro: la cabeza hacia abajo ante el viento y seguir avanzando. Ugh, no era realmente lo que quería oír. Estoy buscando una solución lo mismo que todos los demás!

Pero los cielos hablan de la necesidad de ser fuertes ahora y a la vez tener la voluntad de entregarse por completo no a algo que nos dé un alivio inmediato sino a movernos a través de algo para resolverlo desde adentro

Ya no estamos en el aula cósmica reflexionando sobre problemas expuestos en un libro de texto en el que las fórmulas se puedan aplicar. No,!!!… estamos fuera, aprobando un curso  de supervivencia, bajo la lluvia y el viento huracanado, cubiertos de sangre, sudor y lágrimas por lo que significa ser humano, en medio de los desafíos de la vida en este mundo material, donde los egos heridos reinan.

La vida aquí está lejos de ser una dulzura, y la luz y los cielos se niegan a confabularse para que lo sea. Ahora nos enfrentamos a la oscuridad y al reto de reconocerla, entrar en ella y aceptarla como nuestra propia creación. Una vez que hagamos eso – adueñarnos de nuestra propia sombra, de las consecuencias kármicas de las decisiones tomadas y la omnipresente influencia de nuestras mentalidades egoístas – podemos reconocer qué tan hábiles hemos sido en la creación de este momento presente, de desafíos y luchas,  y cuan inconscientes hemos estado en el proceso.

Hoy podemos ir identificando cuándo y cómo hemos actuado desde un lugar adormecido, para evitar el dolor, cualquiera que haya sido, sin considerar las consecuencias a largo plazo. En términos generales el ego responde a una jerarquía de dolor. Algunas cosas son más soportables que otras.

Si tememos por encima de todo, estar solos, vamos a tolerar el dolor de una relación disfuncional por encima del riesgo de enfrentar nuestro mayor miedo. Si tememos perder nuestra seguridad vamos a tolerar el estrés de un trabajo insatisfactorio que paga bien pero destruye nuestra alma. Cada uno de nosotros hacemos estas concesiones para limitar nuestra exposición a la pena máxima de enfrentar nuestros más grandes y terribles temores. Pero el precio se hace mayor cuanto más seguimos actuando de esta manera.

Y ahora, en este punto del ciclo de Urano / Plutón, estamos recibiendo la factura por todo lo que evadimos y todas esas decisiones inconscientes. No es un castigo del universo, sólo la consecuencia natural de operar desde un lugar de miedo. En ese sentido es un regalo. Sí, la naturaleza visceral y angustiosa de estos tiempos es un regalo, porque al ver las consecuencias tan claramente ahora, al sentir que pesan como pesas de plomo en nuestro corazón y alma,podemos empezar a hacer las conexiones que no hemos hecho antes y derramar la luz de la conciencia sobre nuestros miedos más profundos en lugar de esquivarlos permaneciendo en una vida limitada.

Sí, estos son tiempos son profundamente difíciles, pero ellos vienen a nosotros a despertarnos de un sueño profundo y no saludable. Si estamos en el dolor, algo tiene que cambiar y si es nuestro dolor, entonces es nuestra responsabilidad cambiarlo, y no optar por el camino más fácil, sino ver sin engaño, lo que Somos y elegir una forma diferente de sanar y sentirnos en el TODO, una vez más

Que todos nos despertemos y seamos libres.

Sarah Varcas

Astrología Intuitiva para el alma y el Corazón-

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La noche de difuntos

Una colaboración de Jose Lopez

La noche de difuntos me despertó a no sé qué hora el doble de las
campanas; su tañido monótono y eterno me trajo a las mientes esta
tradición que oí hace poco en Soria.
Intenté dormir de nuevo; ¡imposible! Una vez aguijoneada, la
imaginación es un caballo que se desboca y al que no sirve tirarle de
la rienda. Por pasar el rato me decidí a escribirla, como en efecto lo
hice.

Yo la oí en el mismo lugar en que acaeció, y la he escrito
volviendo algunas veces la cabeza con miedo cuando sentía crujir los
cristales de mi balcón, estremecidos por el aire frío de la noche.

Sea de ello lo que quiera, ahí va, como el caballo de copas.

I

-Atad los perros; haced la señal con las trompas para que se
reúnan los cazadores, y demos la vuelta a la ciudad. La noche se
acerca, es día de Todos los Santos y estamos en el Monte de las
Ánimas.

-¡Tan pronto!

-A ser otro día, no dejara yo de concluir con ese rebaño de lobos
que las nieves del Moncayo han arrojado de sus madrigueras; pero hoy
es imposible. Dentro de poco sonará la oración en los Templarios, y
las ánimas de los difuntos comenzarán a tañer su campana en la capilla
del monte.

-¡En esa capilla ruinosa! ¡Bah! ¿Quieres asustarme?

-No, hermosa prima; tú ignoras cuanto sucede en este país, porque
aún no hace un año que has venido a él desde muy lejos. Refrena tu
yegua, yo también pondré la mía al paso, y mientras dure el camino te
contaré esa historia.

Los pajes se reunieron en alegres y bulliciosos grupos; los
condes de Borges y de Alcudiel montaron en sus magníficos caballos, y
todos juntos siguieron a sus hijos Beatriz y Alonso, que precedían la
comitiva a bastante distancia.

Mientras duraba el camino, Alonso narró en estos términos la
prometida historia:

-Ese monte que hoy llaman de las Ánimas, pertenecía a los
Templarios, cuyo convento ves allí, a la margen del río. Los
Templarios eran guerreros y religiosos a la vez. Conquistada Soria a
los árabes, el rey los hizo venir de lejanas tierras para defender la
ciudad por la parte del puente, haciendo en ello notable agravio a sus
nobles de Castilla; que así hubieran solos sabido defenderla como
solos la conquistaron.

Entre los caballeros de la nueva y poderosa Orden y los hidalgos
de la ciudad fermentó por algunos años, y estalló al fin, un odio
profundo. Los primeros tenían acotado ese monte, donde reservaban caza
abundante para satisfacer sus necesidades y contribuir a sus placeres;
los segundos determinaron organizar una gran batida en el coto, a
pesar de las severas prohibiciones de los clérigos con espuelas, como
llamaban a sus enemigos.

Cundió la voz del reto, y nada fue parte a detener a los unos en
su manía de cazar y a los otros en su empeño de estorbarlo. La
proyectada expedición se llevó a cabo. No se acordaron de ella las
fieras; antes la tendrían presente tantas madres como arrastraron
sendos lutos por sus hijos. Aquello no fue una cacería, fue una
batalla espantosa: el monte quedó sembrado de cadáveres, los lobos a
quienes se quiso exterminar tuvieron un sangriento festín. Por último,
intervino la autoridad del rey: el monte, maldita ocasión de tantas
desgracias, se declaró abandonado, y la capilla de los religiosos,
situada en el mismo monte y en cuyo atrio se enterraron juntos amigos
y enemigos, comenzó a arruinarse.

Desde entonces dicen que cuando llega la noche de difuntos se oye
doblar sola la campana de la capilla, y que las ánimas de los muertos,
envueltas en jirones de sus sudarios, corren como en una cacería
fantástica por entre las breñas y los zarzales. Los ciervos braman
espantados, los lobos aúllan, las culebras dan horrorosos silbidos, y
al otro día se han visto impresas en la nieve las huellas de los
descarnados pies de los esqueletos. Por eso en Soria le llamamos el
Monte de las Ánimas, y por eso he querido salir de él antes que cierre
la noche.

La relación de Alonso concluyó justamente cuando los dos jóvenes
llegaban al extremo del puente que da paso a la ciudad por aquel lado.
Allí esperaron al resto de la comitiva, la cual, después de
incorporárseles los dos jinetes, se perdió por entre las estrechas y
oscuras calles de Soria.

II

Los servidores acababan de levantar los manteles; la alta
chimenea gótica del palacio de los condes de Alcudiel despedía un vivo
resplandor iluminando algunos grupos de damas y caballeros que
alrededor de la lumbre conversaban familiarmente, y el viento azotaba
los emplomados vidrios de las ojivas del salón.

Solas dos personas parecían ajenas a la conversación general:
Beatriz y Alonso: Beatriz seguía con los ojos, absorta en un vago
pensamiento, los caprichos de la llama. Alonso miraba el reflejo de la
hoguera chispear en las azules pupilas de Beatriz.

Ambos guardaban hacía rato un profundo silencio.

Las dueñas referían, a propósito de la noche de difuntos, cuentos
tenebrosos en que los espectros y los aparecidos representaban el
principal papel; y las campanas de las iglesias de Soria doblaban a lo
lejos con un tañido monótono y triste.

-Hermosa prima -exclamó al fin Alonso rompiendo el largo silencio
en que se encontraban-; pronto vamos a separarnos tal vez para
siempre; las áridas llanuras de Castilla, sus costumbres toscas y
guerreras, sus hábitos sencillos y patriarcales sé que no te gustan;
te he oído suspirar varias veces, acaso por algún galán de tu lejano
señorío.

Beatriz hizo un gesto de fría indiferencia; todo un carácter de
mujer se reveló en aquella desdeñosa contracción de sus delgados
labios.

-Tal vez por la pompa de la corte francesa; donde hasta aquí has
vivido -se apresuró a añadir el joven-. De un modo o de otro,
presiento que no tardaré en perderte… Al separarnos, quisiera que
llevases una memoria mía… ¿Te acuerdas cuando fuimos al templo a dar
gracias a Dios por haberte devuelto la salud que viniste a buscar a
esta tierra? El joyel que sujetaba la pluma de mi gorra cautivó tu
atención. ¡Qué hermoso estaría sujetando un velo sobre tu oscura
cabellera! Ya ha prendido el de una desposada; mi padre se lo regaló a
la que me dio el ser, y ella lo llevó al altar… ¿Lo quieres?

-No sé en el tuyo -contestó la hermosa-, pero en mi país una
prenda recibida compromete una voluntad. Sólo en un día de ceremonia
debe aceptarse un presente de manos de un deudo… que aún puede ir a
Roma sin volver con las manos vacías.

El acento helado con que Beatriz pronunció estas palabras turbó
un momento al joven, que después de serenarse dijo con tristeza:

-Lo sé prima; pero hoy se celebran Todos los Santos, y el tuyo
ante todos; hoy es día de ceremonias y presentes. ¿Quieres aceptar el
mío?

Beatriz se mordió ligeramente los labios y extendió la mano para
tomar la joya, sin añadir una palabra.

Los dos jóvenes volvieron a quedarse en silencio, y volviose a
oír la cascada voz de las viejas que hablaban de brujas y de trasgos y
el zumbido del aire que hacía crujir los vidrios de las ojivas, y el
triste monótono doblar de las campanas.

Al cabo de algunos minutos, el interrumpido diálogo tornó a
anudarse de este modo:

-Y antes de que concluya el día de Todos los Santos, en que así
como el tuyo se celebra el mío, y puedes, sin atar tu voluntad,
dejarme un recuerdo, ¿no lo harás? -dijo él clavando una mirada en la
de su prima, que brilló como un relámpago, iluminada por un
pensamiento diabólico.

-¿Por qué no? -exclamó ésta llevándose la mano al hombro derecho
como para buscar alguna cosa entre las pliegues de su ancha manga de
terciopelo bordado de oro… Después, con una infantil expresión de
sentimiento, añadió:

-¿Te acuerdas de la banda azul que llevé hoy a la cacería, y que
por no sé qué emblema de su color me dijiste que era la divisa de tu
alma?

-Sí.

-Pues… ¡se ha perdido! Se ha perdido, y pensaba dejártela como
un recuerdo.

-¡Se ha perdido!, ¿y dónde? -preguntó Alonso incorporándose de su
asiento y con una indescriptible expresión de temor y esperanza.

-No sé…. en el monte acaso.

-¡En el Monte de las Ánimas -murmuró palideciendo y dejándose
caer sobre el sitial-; en el Monte de las Ánimas!

Luego prosiguió con voz entrecortada y sorda:

-Tú lo sabes, porque lo habrás oído mil veces; en la ciudad, en
toda Castilla, me llaman el rey de los cazadores. No habiendo aún
podido probar mis fuerzas en los combates, como mis ascendentes, he
llevado a esta diversión, imagen de la guerra, todos los bríos de mi
juventud, todo el ardor, hereditario en mi raza. La alfombra que pisan
tus pies son despojos de fieras que he muerto por mi mano. Yo conozco
sus guaridas y sus costumbres; y he combatido con ellas de día y de
noche, a pie y a caballo, solo y en batida, y nadie dirá que me ha
visto huir del peligro en ninguna ocasión. Otra noche volaría por esa
banda, y volaría gozoso como a una fiesta; y, sin embargo, esta
noche… esta noche. ¿A qué ocultártelo?, tengo miedo. ¿Oyes? Las
campanas doblan, la oración ha sonado en San Juan del Duero, las
ánimas del monte comenzarán ahora a levantar sus amarillentos cráneos
de entre las malezas que cubren sus fosas… ¡las ánimas!, cuya sola
vista puede helar de horror la sangre del más valiente, tornar sus
cabellos blancos o arrebatarle en el torbellino de su fantástica
carrera como una hoja que arrastra el viento sin que se sepa adónde.

Mientras el joven hablaba, una sonrisa imperceptible se dibujó en
los labios de Beatriz, que cuando hubo concluido exclamó con un tono
indiferente y mientras atizaba el fuego del hogar, donde saltaba y
crujía la leña, arrojando chispas de mil colores:

-¡Oh! Eso de ningún modo. ¡Qué locura! ¡Ir ahora al monte por
semejante friolera! ¡Una noche tan oscura, noche de difuntos, y
cuajado el camino de lobos!

Al decir esta última frase, la recargó de un modo tan especial,
que Alonso no pudo menos de comprender toda su amarga ironía, movido
como por un resorte se puso de pie, se pasó la mano por la frente,
como para arrancarse el miedo que estaba en su cabeza y no en su
corazón, y con voz firme exclamó, dirigiéndose a la hermosa, que
estaba aún inclinada sobre el hogar entreteniéndose en revolver el
fuego:

-Adiós Beatriz, adiós… Hasta pronto.

-¡Alonso! ¡Alonso! -dijo ésta, volviéndose con rapidez; pero
cuando quiso o aparentó querer detenerle, el joven había desaparecido.

A los pocos minutos se oyó el rumor de un caballo que se alejaba
al galope. La hermosa, con una radiante expresión de orgullo
satisfecho que coloreó sus mejillas, prestó atento oído a aquel rumor
que se debilitaba, que se perdía, que se desvaneció por último.

Las viejas, en tanto, continuaban en sus cuentos de ánimas
aparecidas; el aire zumbaba en los vidrios del balcón y las campanas
de la ciudad doblaban a lo lejos.

III

Había pasado una hora, dos, tres; la media noche estaba a punto
de sonar, y Beatriz se retiró a su oratorio. Alonso no volvía, no
volvía, cuando en menos de una hora pudiera haberlo hecho.

-¡Habrá tenido miedo! -exclamó la joven cerrando su libro de
oraciones y encaminándose a su lecho, después de haber intentado
inútilmente murmurar algunos de los rezos que la iglesia consagra en
el día de difuntos a los que ya no existen.

Después de haber apagado la lámpara y cruzado las dobles cortinas
de seda, se durmió; se durmió con un sueño inquieto, ligero, nervioso.

Las doce sonaron en el reloj del Postigo. Beatriz oyó entre
sueños las vibraciones de la campana, lentas, sordas, tristísimas, y
entreabrió los ojos. Creía haber oído a par de ellas pronunciar su
nombre; pero lejos, muy lejos, y por una voz ahogada y doliente. El
viento gemía en los vidrios de la ventana.

-Será el viento -dijo; y poniéndose la mano sobre el corazón,
procuró tranquilizarse. Pero su corazón latía cada vez con más
violencia. Las puertas de alerce del oratorio habían crujido sobre sus
goznes, con un chirrido agudo prolongado y estridente.

Primero unas y luego las otras más cercanas, todas las puertas
que daban paso a su habitación iban sonando por su orden, éstas con un
ruido sordo y grave, aquéllas con un lamento largo y crispador.
Después silencio, un silencio lleno de rumores extraños, el silencio
de la media noche, con un murmullo monótono de agua distante; lejanos
ladridos de perros, voces confusas, palabras ininteligibles; ecos de
pasos que van y vienen, crujir de ropas que se arrastran, suspiros que
se ahogan, respiraciones fatigosas que casi se sienten,
estremecimientos involuntarios que anuncian la presencia de algo que
no se ve y cuya aproximación se nota no obstante en la oscuridad.

Beatriz, inmóvil, temblorosa, adelantó la cabeza fuera de las
cortinillas y escuchó un momento. Oía mil ruidos diversos; se pasaba
la mano por la frente, tornaba a escuchar: nada, silencio.

Veía, con esa fosforescencia de la pupila en las crisis
nerviosas, como bultos que se movían en todas direcciones; y cuando
dilatándolas las fijaba en un punto, nada, oscuridad, las sombras
impenetrables.

-¡Bah! -exclamó, volviendo a recostar su hermosa cabeza sobre la
almohada de raso azul del lecho-; ¿soy yo tan miedosa como esas pobres
gentes, cuyo corazón palpita de terror bajo una armadura, al oír una
conseja de aparecidos?

Y cerrando los ojos intentó dormir…; pero en vano había hecho
un esfuerzo sobre sí misma. Pronto volvió a incorporarse más pálida,
más inquieta, más aterrada. Ya no era una ilusión: las colgaduras de
brocado de la puerta habían rozado al separarse, y unas pisadas lentas
sonaban sobre la alfombra; el rumor de aquellas pisadas era sordo,
casi imperceptible, pero continuado, y a su compás se oía crujir una
cosa como madera o hueso. Y se acercaban, se acercaban, y se movió el
reclinatorio que estaba a la orilla de su lecho. Beatriz lanzó un
grito agudo, y arrebujándose en la ropa que la cubría, escondió la
cabeza y contuvo el aliento.

El aire azotaba los vidrios del balcón; el agua de la fuente
lejana caía y caía con un rumor eterno y monótono; los ladridos de los
perros se dilataban en las ráfagas del aire, y las campanas de la
ciudad de Soria, unas cerca, otras distantes, doblan tristemente por
las ánimas de los difuntos.

Así pasó una hora, dos, la noche, un siglo, porque la noche
aquella pareció eterna a Beatriz. Al fin despuntó la aurora: vuelta de
su temor, entreabrió los ojos a los primeros rayos de la luz. Después
de una noche de insomnio y de terrores, ¡es tan hermosa la luz clara y
blanca del día! Separó las cortinas de seda del lecho, y ya se
disponía a reírse de sus temores pasados, cuando de repente un sudor
frío cubrió su cuerpo, sus ojos se desencajaron y una palidez mortal
descoloró sus mejillas: sobre el reclinatorio había visto sangrienta y
desgarrada la banda azul que perdiera en el monte, la banda azul que
fue a buscar Alonso.

Cuando sus servidores llegaron despavoridos a noticiarle la
muerte del primogénito de Alcudiel, que a la mañana había aparecido
devorado por los lobos entre las malezas del Monte de las Ánimas, la
encontraron inmóvil, crispada, asida con ambas manos a una de las
columnas de ébano del lecho, desencajados los ojos, entreabierta la
boca; blancos los labios, rígidos los miembros, muerta; ¡muerta de
horror!

IV

Dicen que después de acaecido este suceso, un cazador extraviado
que pasó la noche de difuntos sin poder salir del Monte de las Ánimas,
y que al otro día, antes de morir, pudo contar lo que viera, refirió
cosas horribles. Entre otras, asegura que vio a los esqueletos de los
antiguos templarios y de los nobles de Soria enterrados en el atrio de
la capilla levantarse al punto de la oración con un estrépito
horrible, y, caballeros sobre osamentas de corceles, perseguir como a
una fiera a una mujer hermosa, pálida y desmelenada, que con los pies
desnudos y sangrientos, y arrojando gritos de horror, daba vueltas
alrededor de la tumba de Alonso.

Un saludo.

China; historia extraterrestre

Pocos en Occidente están familiarizados con aquella guerra que se desencadenó entre el pueblo primitivo de China, los extraterrestres despiadados, y los legendarios gigantes pelirrojos de las Tierras del Norte.
Numerosos manuscritos y mitos en algunos pueblos del norte de China y Siberia meridional, relatan la historia de una horrible invasión desde el cielo cuando los dioses descendieron del mal y convertieron en esclavos a los hombres y animales. Mucha información existe todavía acerca de la guerra, como los primeros registros de esa guerra que duró centurias y fueron tallados en omóplatos de buey y petos de tortuga con los acontecimientos históricos en idioma Jiaguwén, un lenguaje que la caligrafía china moderna desarrolló a partir de ellos.
Pero la esencia de los acontecimientos y las consecuencias fueron dictadas y quedaron restos de algunos de los primeros documentos escritos sobre papel de arroz y la seda ,que han sobrevivido al paso del tiempo
Naves de otro sistema estelar llegaron al norte de China antes de que los chinos crearan su calendario. Según los estudiosos de Asia, el calendario chino se originó durante el siglo 14 aC, in embargo, otros insisten en que un emperador llamado Huangdi inventó el calendario mucho antes. Las leyendas dicen que fue inventado ya en 2637 a. C.
El calendario oficial parece estar de acuerdo con la última versión y celebra el año occidental de 2012 como el año chino del 4710. Trabajando hacia atrás desde que el número de la agenda se inició en el 27 siglo AC, la invasión alienígena, el sometimiento y posterior guerra comenzó en algún momento durante el 30 mo siglo.
Aunque no hay demasiados registros en Jiaguwén, quedan de ese período de tiempo, una talla de piedra de 3.000 años de edad, que representa al extraterrestre invasor. Un científico chino recientemente ha descubierto una asombrosa talla en una roca cerca de Guangdong, una provincia en la costa del Mar de China Meridional. La talla se ajusta como otra pieza del rompecabezas de la participación de la antiquísima China en una guerra interestelar.
La representación de los extraterrestres también se corresponde con los registros antiguos: los alienígenas eran altos, delgados, a menudo usaban un aparato de respiración=especie de cascos= durante largos períodos de tiempo y los había con dos o tres antenas que se han descrito como delgados brotes de bambú por los escribas que registraban la guerra.
Después de que los extraterrestres llegaron al pueblo de la región, rápidamente comenzaron a esclavizar a los habitantes y los transformaban en esclavos para servir a sus nuevos amos. A diferencia de los Annanuki tal como lo afirmaba Sitchin, los sumerios y otras culturas antiguas llevaron registros de su esclavitud a los dioses del cielo y se vieron obligados a extraer oro, pero la gente de lo que más tarde se convirtió en China fué obligada a construir pirámides y se les enseñó a fabricar unos tubos diseñados para chupar algún elemento misterioso de las profundidades de la tierra.
Los científicos chinos dicen que las pirámides que se encuentran en China son de origen extraterrestre. Cientos de pirámides atraviesan China. Algunos científicos de universidades de ese país creen que al menos algunas de las pirámides son de decenas de miles de años. Las estructuras son misteriosas ya que en la antigua cultura asiática no era costumbre construir pirámides.
Muchos murieron durante la ocupación alienígena y de acuerdo con lo que se puede extrapolar a partir de los escritos dispersos, tallas, y los mitos regionales que aún persisten, hubo una serie de levantamientos al intentar derrotar a los amos extraterrestres, pero cada revuelta fue aplastada brutalmente.
Por su parte, los vikingos también tenían leyendas de los gigantes salvadores que aparecían desde el noroeste.
Una antigua raza de gigantes, cuyos pies pueden haber pisado el suelo de todos los continentes durante los días de la antigüedad, y que llegaron al rescate de los esclavos oprimidos. Rastros, incluso esqueletos, momias y artefactos de los gigantes siguen siendo hallados hasta nuestros días.
Según el mito sin registro escrito, sigue vivo en las historias cuando los gigantes aparecieron desde el noroeste y se arremolinaron en la región y entablaron una sorprendente guerra contra los extraterrestres. Se dice que los gigantes eran casi sobrenaturalmente fuertes, podían atrapar extraterrestres y romperles la espalda, y en general aterrorizaron a los invasores de otro mundo con actos de ferocidad, provocando el terror, y demostrando la supremacía física.
A pesar de que los alienígenas poseían armamento avanzado, la fiereza y la temeridad de los gigantes de pelo rojo, sumado a la ira de los esclavos rebeldes de Asia, finalmente llevó a los seres celestiales a huir.
En el 5000, algunos años desde el final de la guerra, los alienígenas no han regresado.
***Gilgamesh***

domi Parapsicología, espectáculo y trucos.

Es evidente que la parapsicología y el espectáculo han ido de la mano en muchas ocasiones. Tal es así que cualquier investigador de anomalías que se precie, debe ser un buen conocedor de las técnicas de ilusionismo. Al menos, debería saber hasta dónde se puede llegar con ellas y en qué consisten sus procedimientos. Acostumbran a decir muchos investigadores que cualquier fenómeno paranormal, cualquiera, es reproducible al completo mediante ilusionismo. ¿Significa eso que todo lo anómalo es ilusionismo? No necesariamente, pero tampoco el dejar abierta esa posibilidad implica crear un coladero donde todo valga. Lo mejor es ir caso por caso, aunque también es lo más costoso y desesperante en este tipo de investigaciones.
Quiero traer aquí algunos ejemplos flagrantes de cómo el ilusionismo se ha colado en el mundo paranormal. Una vez explicados resultan fáciles de entender, pero ejecutados estos trucos en el contexto adecuado, con una ambientación sugerente, un público o testigos entregados, predispuestos o agradecidos, etc. etc. resulta muy complicado no dejarse seducir por la presunta veracidad del fenómeno anómalo que han puesto ante nuestros ojos.
El lenguaje y la cuidada retórica paranormal: Un primer factor importante a la hora de convencer al público es que el médium, dotado o sensitivo en cuestión rodee todas sus actividades mediúmnicas de una verborrea especial que induzca a la credibilidad. Así, recomiendan los mentalistas que en lugar de los términos “juego” o “efecto”, se empleen otros como “experimento psíquico”, “fenómenos psíquicos”, etc. que destilan mayor respetabilidad. Si se quiere ir más lejos, por supuesto podemos hablar de “canalización”, “contacto espiritual”, “comunicación con el otro plano”, etc.
Hay que huir también de vulgarismos tales como “adivinación”, “espiritismo”, ”magia”… y rodearse de una nomenclatura más formal y, aparentemente, “científica” como pueden ser “cognición espiritual”, “percepción extrasensorial”, etc.
De igual modo, al público hay que tratarlo no como “damas y caballeros”, sino mucho mejor “testigos”. Huir de términos como “fantasmas” y “muertos”, e intercambiarlos por “espíritus amigos”, “familiares fallecidos”, etc.
Son ejemplos básicos de cómo una buena selección del lenguaje, permitirá crear una atmósfera adecuada y participante en la que el presunto dotado desarrollará, luego, sus también supuestas capacidades trascendentales.
Además de este vocabulario, nunca está de más cubrirse las espaldas con algunos razonamientos que sean imposibles de refutar y actúen como escapatoria de emergencia. Así, Anne Germain, médium que asegura ver espíritus de fallecidos entre el público y canalizar sus mensajes a los vivos, plantea en su declaración de intenciones, antes de iniciar cualquier sesión, el siguiente argumento:
Las percepciones pueden revelarse con palabras o evidencias que se atribuyen generalmente a la persona que aparezca o en forma de pruebas directas, como la edad, nombre, descripciones de la forma como fallecieron, aniversarios o algo similar. Aunque algunos mensajes no contengan estas evidencias, pueden contener otras igualmente específicas.
 
Incluso, a veces las pruebas que se proporcionan no son inmediatamente identificadas. Puede suceder que el mensaje sólo tenga sentido después de hablar con los miembros de la familia, que añadan datos que usted desconocía o puede que la información la relacione más tarde.
Como vemos el argumento resulta impecable. Anne Germain, en verdad, delega en el sujeto –familiar o amigo del fallecido- la responsabilidad de identificar al muerto. Y si no lo hace inmediatamente, podrá hacerlo luego, mañana, pasado o al otro… Pero llegará el día en el que tropiece con alguien que se ajuste a los visto por la vidente. De este modo, las percepciones de Anne Germain, nunca pueden refutarse, sólo pueden confirmarse, si bien, el momento en el que esto ocurra puede variar. Lo llamativo del argumento es que no hay manera de cuestionar a la médium. Si no hemos dado con el fallecido que nos refiere Anne Germain, la culpa la tenemos nosotros que no hemos indagado en nuestras vidas lo suficiente. Nunca ella.

domi El secreto catalán de Moctezuma

Xipaguazin Moctezuma, hija del emperador azteca, se casó con don Juan Grau, barón de Toloriu, un diminuto pueblo del pirineo leridano. Enterró un tesoro allí y aún hay gente que lo busca.

Hernán Cortés y Moctezuma II

En 1934, un grupo de aventureros alemanes compró, por 3.000 pesetas de entonces, todas las tierras que había alrededor de una gran masía. La propiedad comenzaba a las afueras de Toloriu y llegaba más allá del camino a Querforadat, dos poblaciones que están al pie de la sierra del Cadí, en la Cerdaña catalana, muy cerca de la frontera francesa. Esta masía, que hasta hoy se llama Casa Vima, ha sido durante siglos objeto de un considerable número de especulaciones y la ilusión de una variada fauna de cazadores de tesoros, como ese grupo de aventureros alemanes que llegó hasta ahí, armado con palas y zapapicos, y el objetivo impostergable de desenterrar el tesoro de Moctezuma. La historia del tesoro del emperador azteca enterrado en un pueblo perdido en el norte de España parece un cuento; durante quinientos años, sus pormenores han dado tumbos, de boca en boca, por toda la región, y quien se acerque hoy a Toloriu, ese misterioso pueblo de 14 habitantes que está encaramado en una montaña, se encontrará con una placa, puesta en el portal de la iglesia, donde dice que la princesa Xipaguazin Moctezuma, hija del emperador mexicano y esposa de Juan de Grau, barón de Toloriu, murió en el año 1537. Por si esto fuera poco, la placa está escrita en francés, firmada por los “Caballeros de la orden de la corona azteca de Francia” y por un tal Chevalier L. Vidal Pradal de Mir, que es, al parecer, uno de los heterónimos de SMI príncipe Guillermo III de Grau-Moctezuma, descendiente del barón de Toloriu, que en los años sesenta del siglo veinte hizo su agosto en Barcelona vendiendo títulos nobiliarios y condecoraciones de la corona azteca a la gente que deseaba, y podía pagarse, un sitio en la realeza. Aquel grupo de aventureros alemanes llegó a Toloriu siguiendo la estela de unos pagarés donde constaba que los antiguos habitantes de la Casa Vima prestaban dinero y, además, hacían operaciones mercantiles con monedas de oro extranjeras; este dato, más la historia de la princesa mexicana que había llegado hasta allá con parte de la fortuna de su padre a cuestas, constituyó un motivo sólido para que los alemanes en 1936, una tropa de espeleólogos de Madrid en 1960 y un sinnúmero de avariciosos equipados hasta los dientes, que aparecen todavía de vez en cuando por la región, escarbaran agujeros periódicamente con la ilusión, un poco infantil, de dar con un cofre lleno de lingotes de oro que, cuando menos de manera teórica, debe ser un baúl mucho más dotado y valioso que aquellos que enterraban los piratas en las islas del Caribe. Sobre este tesoro y sus forofos, los habitantes de Toloriu prefieren guardar silencio, pero, como suele suceder con las historias estupendas, ésta se ha ido contando en diversos documentos y publicaciones, y de paso se ha ido enredando con las historias del resto de los herederos del emperador Moctezuma, que hoy son más de mil y viven entre México y España.

Resulta que don Juan de Grau, a la sazón barón de Toloriu, se embarcó hacia el Nuevo Mundo con Hernán Cortés y que, una vez efectuada la conquista, buscando su media naranja entre la realeza local, se casó con la princesa Xipaguazin Moctezuma, aunque hay historiadores que sostienen, ante la falta de un acta que lo compruebe, que aquello no fue una boda, sino un simple amancebamiento, e incluso hay quien dice que el barón, que era alérgico a los trámites y a la espera que éstos suponen, optó por la vía rápida y expedita del secuestro. Moctezuma, no está de más decirlo porque es parte del sainete, tuvo diecinueve hijos de diversas mujeres, y Xipaguazin era una de sus herederas; Xipaguazin, que ya para esas alturas, y con el fin de poder dirigirse a ella por su nombre, había sido rebautizada por el barón como María. La princesa se embarcó con don Juan de Grau a Toloriu, acompañada por uno de sus hermanos y un séquito de asistentes que llenó la Casa Vima, entonces propiedad de la familia del barón. Años más tarde, y uno antes de abandonar este mundo, la princesa tuvo un hijo que fue bautizado el 17 de mayo de 1536; el niño era un mestizo canónico, encarnaba la síntesis de las razas y también la de los títulos, privilegio que lo hizo poseedor de este potente e inconcebible nombre: Juan Pedro de Grau y Moctezuma, barón de Toloriu y emperador legítimo de México. Justamente aquí, en la palabra “legítimo”, comienza este enredo que pronto cumplirá quinientos años. No es difícil imaginar la vida que llevaba la pobre princesa mexicana en aquel pueblo medieval de piedra, pegado a los Pirineos, con un clima de perros y un ambientillo que nada tenía que ver con la vida templada, colorida, sabrosa y llena de bullicio que llevaba en la corte azteca, cuando todavía era Xipaguazin y no María; no hay registro de los esfuerzos que debe de haber hecho para adaptarse a su nueva realidad de baronesa catalana, pero se sabe que su hermano, pasado el primer invierno, regresó a México y que su séquito, una docena de indios tristísimos, trashumaban los domingos por la única calle que tiene Toloriu, rumiando conceptos depresivos y soltando de cuando en cuando un espeso lagrimón. La hija de Moctezuma murió el 10 de enero de 1537 y fue enterrada en la parroquia del pueblo; meses antes, probablemente ofuscada de tanta melancolía, había tomado la precaución de enterrar sus bienes en algún sitio alrededor de la Casa Vima. Cuatrocientos años más tarde, en 1936, en los albores de la Guerra Civil, la tumba de la princesa fue saqueada y destruida, y todo lo que queda hoy de ella es la placa que puso a la entrada de la iglesia SMI el príncipe Guillermo III de Grau-Moctezuma, ese brumoso heredero que hace cincuenta años, como se ha dicho más arriba, vendía títulos nobiliarios y condecoraciones de la corona azteca. Hay un refrán catalán que da una idea de la dimensión que tiene Toloriu en el imaginario de los vecinos de la zona: Toloriu a on les bruixes hi fan el niu (Toloriu, donde las brujas hacen el nido); al margen del porcentaje de verdad que pueda tener este refrán, es cierto que el pueblo termina en una planicie que se abre, de manera sobrecogedora, hacia las montañas, y que dentro de la composición de este paisaje cabría perfectamente una vieja, vestida de negro, montando una escoba.

Mientras la descendencia de la princesa Xipaguazin tejía sus líneas desde Toloriu, Diego Luis, hijo de Pedro de Moctezuma y nieto del emperador, lo hacía desde Granada; se había casado con Francisca de la Cueva, que era española, y con ella procreó siete hijos; el mayor de éstos, Pedro Tesifón de Moctezuma y la Cueva, ostentaba los títulos, potentes e inconcebibles como los de su primo, de señor de Tula y de la Villa de Monterrojano de la Peza, primer conde de Moctezuma de Tultengo, primer vizconde de Ilucán y caballero de la Orden de Santiago. Los mil herederos, los auténticos y los opinables, reclaman hoy su tajada del imperio azteca; a algunos les basta con saberse poseedores de unas gotas de sangre real, pero otros, que miran con más practicidad el parentesco, reclaman lo que, según ellos, se les debe de la “pensión Moctezuma”, una partida mensual de dinero que el Gobierno mexicano otorgaba a los miembros de esta distinguida estirpe desde la época del Virreinato hasta el año 1934, cuando el presidente Abelardo Rodríguez decidió cortarla por lo sano. Los miembros de la estirpe contemporánea de Moctezuma cargan con unos nombres kilométricos, que son imprescindibles para sacar a flote ese apellido clave que los distingue; por ejemplo, el de esta señora: María de los Ángeles Fernanda Olivera Beldar Esperón de la Flor Nieto Silva Andrada Moctezuma, cuyo padre, Fernando Olivera (y aquí otro apellido kilométrico), recibió hasta 1934 una pensión de 413,59 pesos y después, como el recorte del presidente Rodríguez le pareció arbitrario e injusto, interpuso un amparo. El asunto de los herederos del emperador, en México y España, se mantuvo en la sombra durante los años de la Guerra Civil y la dictadura, ese periodo en que no había relaciones diplomáticas entre los dos países, pero, como el asunto de la “pensión Moctezuma” puede todavía dar algún coletazo legal y los nexos familiares con el imperio azteca siguen granjeando cierto caché, la rebatiña llega periódicamente a las páginas de la prensa. En septiembre del año 2003, el diario mexicano El Universal publicó esta noticia: “El Estado mexicano adeuda las tierras que en 1526 los españoles reconocieron como propiedad de los herederos de Moctezuma Xocoyotzin, también conocido como Moctezuma II”. Jesús Juárez Flores, abogado y marido de Blanca Barragán, una de las herederas, explica en aquella nota que “el caso de la deuda a los Moctezuma no está cerrado, porque el Gobierno de la colonia española lo inscribió en el Gran Libro de la Deuda Pública, y la deuda pública es imprescriptible. Simplemente se ha dejado de cobrar desde 1934, por lo que el Gobierno mexicano debe, sumado a la gran deuda, casi otro siglo de intereses. Es una cantidad para volverse locos”. Blanca Barragán, que pertenece a la decimoquinta generación de herederos, dice que tiene en su poder “la documentación necesaria para ganar un juicio al Estado mexicano por concepto de la deuda”. Por otra parte, hay dos familias, los Acosta en México y los Miravalle en España, que también hacen esfuerzos legales por recuperar esas pensiones.

Estos casos específicos hay que multiplicarlos por los cientos de herederos que, en la medida de sus documentos y sus posibilidades, exhiben ese brumoso linaje que llega hasta Toloriu, a los pies del Pirineo catalán, y que sirve para varias cosas: para ir por el mundo de mexicano auténtico, o exigir, con toda la autoridad que les confiere su linaje, que el Gobierno austriaco regrese el valioso penacho de su pariente, o recuperar la jugosa pensión o, ¿por qué no?, perpetrar una cadena de estafas como, aprovechando el desorden de esa turbamulta que bien podría denominarse el planeta Moctezuma, llevó a efecto SMI el príncipe Guillermo III, el supuesto heredero del barón de Toloriu y de la triste y compungida princesa Xipaguazin. El linaje que exhiben los herederos es brumoso porque, pongámonos serios: ¿qué tan pariente se puede ser de un hombre que murió en el siglo XVI?

Guillermo III de Grau-Moctezuma iba por España, en los años sesenta, autoinvestido de heredero del imperio azteca, y paralelamente fingía como gran maestre de la versión peninsular de los caballeros del Temple. En la cronología de los templarios en Europa, el príncipe heredero aparece mencionado en el año 1959: “Los templarios españoles, dirigidos por el príncipe ‘William’ Grau-Moctezuma, se separan de la orden”. La fecha de la separación coincide con la fase expansiva de los negocios del príncipe, que se había instalado una suerte de embajada en Barcelona desde donde otorgaba, a cambio de una suma considerable de dinero, diplomas, condecoraciones, marquesados y ducados de la “Soberana e Imperial Orden de la Corona Azteca”. En 1960, un año después de su separación de la orden del Temple, otorgó al jurista José Castán Tobeñas la condecoración de “Caballero del gran collar de la soberana e imperial orden” que él representaba. Castán era entonces presidente del Tribunal Supremo y, según cuenta Antonio Serrano González en su libro Un día en la vida de José Castán Tobeñas (Universitat de Valencia, 2001), el connotado jurista recibió la condecoración en su despacho de manos del príncipe Guillermo III. Serrano González concluye este episodio, que aparece en la página 59, haciendo notar que esta condecoración ha sido extirpada del listado oficial de condecoraciones que Castán Tobeñas recibió a lo largo de su vida. Lo mismo ha pasado con el resto de los condecorados: duques y marqueses que fueron investidos por el escurridizo príncipe han ido borrando de su historial cualquier contacto con la realeza azteca, con la excepción del jurista y repostero Ramón March, que en 1974, en un acto que se acercaba peligrosamente al jolgorio, recibió, aunque en realidad debe de haberla comprado, la condecoración de “Pastelero de honor de la corona azteca”. A partir de ese año, la historia de SMI el príncipe Grau-Moctezuma comienza a disolverse en una cadena de fraudes cada vez más vulgares y oscuros, que no tenían ya ni el glamour ni la pátina de sus chapuzas soberanas e imperiales. Su último rastro aparece en los archivos de la orden del Temple, esa institución que, al parecer, nunca le quitó el ojo de encima. En el capítulo correspondiente a Inglaterra y Gales hay una línea que dice lo siguiente: “Grau-Moctezuma, para evitar su arresto en España, huyó a Andorra. Se le acusaba de vender falsos títulos nobiliarios”.

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domi Villava rechaza condenar el currículum de Inés del Río

UPN se ha quedado solo en la moción que pedía “expresar la condena y repulsa ante el inhumano currículum de la etarra Inés del Río”

Villava rechaza condenar el currículum de Inés del Río

El pleno del Ayuntamiento de Villava ha rechazado una moción de urgencia presentada por UPN en la que se pedía “expresar la condena y repulsa ante el inhumano currículum de la etarra Inés del Río“, en una votación que sólo ha contado con los votos a favor del partido regionalista.

En contra de la iniciativa han votado Bildu, Nafarroa Bai y el concejal no adscrito de EA, mientras que Atarrabia Bai se ha abstenido. Las ediles de IU y del PSN no han votado, por lo que estos dos votos se han contabilizado como abstenciones. Así, la moción ha sido rechazada con 6 votos en contra, 6 abstenciones y 4 a favor.

Asimismo, la iniciativa registrada por la formación regionalista solicitaba “manifestar la solidaridad más absoluta con todas las víctimas de esta asesina, así como con todas las víctimas del terrorismo”. La etarra Inés del Río fue puesta en libertad tras la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre la ‘doctrina Parot’.

Esta misma moción fue aprobada este pasado martes en el pleno del Ayuntamiento de Tafalla, en una votación de la que se ausentaron los concejales de PSN, Bildu e Iniciativa por Tafalla. En el salón de plenos quedaron únicamente los ediles de UPN, proponentes de la iniciativa.

En su defensa de la moción, el edil de UPN Richard García ha afirmado que su partido “respeta” el fallo de Estrasburgo, pero ha criticado que “en absoluto” le gusta, al suponer “una ofensa para las víctimas”. “No debería ser lo mismo asesinar a una persona que a 24″, ha añadido.

García ha mostrado su “hondo pesar y tristeza” ante esta sentencia y ha defendido que “el sacrificio de las víctimas de ETA siempre tiene que ser reconocido por la sociedad”. UPN, ha añadido, “siempre reivindicará su memoria”.

Por parte de Bildu, Pedro Antonio Mangado, que ha manifestado el “respeto” de su grupo por “el dolor y sufrimiento de todas las víctimas”, ha valorado que la sentencia de Estrasburgo es “una victoria de los derechos humanos y de toda la sociedad” y también “puede ser una gran oportunidad para la paz”.

En la misma línea, el concejal de Atarrabia Bai Guillermo Ezkieta, que también ha mostrado su “solidaridad” con todas las víctimas y su “rechazo” a la violencia, ha censurado que con la moción, “se está haciendo una utilización partidista del dolor de las víctimas”. “Flaco favor hace esto a un escenario de avance hacia una normalización en este país”, ha agregado.

La moción “sobra”

La socialista María Mercedes Sánchez ha explicado que no se ha ido del Salón de plenos “por respeto” y ha sostenido que no ha votado la moción porque, a su juicio, la iniciativa de UPN “sobra”, ya que “busca” poner a los concejales “en la tesitura de estar o no a favor de las víctimas”, cuando ella ha sufrido durante 13 años la amenaza de ETA. “Tú no vas a ser más papista que el Papa”, le ha dicho a la edil de UPN Sandra María Rodríguez.

“Inés del Río me parece una etarra y toda su vida será una etarra y una asesina”, ha añadido Sánchez, que ha abogado por condenar “el inhumano currículum de la banda ETA”. Además, ha destacado que no cree que “nadie no se vaya a solidarizar con las víctimas”.

En la misma línea, el edil de Nafarroa Bai Ángel María Larraya ha rechazado el esquema de “vencedores y vencidos, que aún se mantiene” y ha esperado que este tema “en la justicia no sea así”. El concejal también ha defendido que Inés del Río “ha cumplido la condena de acuerdo con la ley” y ha pedido que “se acepte lo más normalmente posible ese fallo”.

Desde IU, María Rosario Fraguas, que se ha mostrado en contra de la ‘doctrina Parot’, ha sostenido que la sentencia de Estrasburgo no le sorprendió y que este Tribunal recordó que “somos un Estado de Derecho”. Según ha precisado, “el Derecho Penal debe regirse por Derecho Penal no por venganza”.

Finalmente, el concejal no adscrito y militante de EA Pello Gurbindo ha señalado que Inés del Río “ha saldado su deuda con la justicia” y aunque haya personas a las que “les puede doler” que haya salido en libertad, “esta mujer ha cumplido”. El edil, que ha insistido en que “EA siempre ha condenado la violencia venga de donde venga”, ha criticado que presentar esta moción por parte de UPN es “oportunista, manipulador y anacrónico”.

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domi Mokele-Mbembé

Huella de los años 80.
Era una plácida tarde de invierno y me la estaba pasando escribiendo sobre las majestuosas icnitas ornitópodas de La Rioja, cuando una búsqueda en google me llevó por el mal camino. He de decir que teniendo en cuenta lo disperso que soy, si no me entretengo con esto que os voy a contar, lo hubiera hecho con otra cosa.
Total que llega a mi pantalla una huella tridáctila, mesaxónica, con dedos redondeados, más ancha que larga, etc. Vamos la definición de las huellas ornitópodas grande. Pero sigo leyendo: huella dejada por Mokele-Mbembe en el Congo. Me fijo mejor en la foto, y se ve como la huella está impresa en un barro actual. Me adentro más en la página que estoy consultando y me encuentro con que es de criptozoología.
Mokele vs pigmeos
Afirman que en 1983, el zoologo Marcelín Agnagna se encontró en la selva del Congo frente a frente con un animal cuadrúpedo, de unos 10 m de longitud, patas cortas y garras. También relatan como anteriormente a esta visión el militar alemán Freirer von Stein zu Lausnitz afirmó:

“Dicen que es una bestia de color gris parduzco y aproximadamente el tamaño de un elefante. Tiene un cuello largo y flexible y un solo diente, aunque muy grande. Unos pocos hablan de una cola musculosa como la de un caimán. Vive en los ríos y trepa a las orillas en pleno día para buscar alimento”

Icnita ornitópoda
Parece ser que se han montado varias expediciones posteriormente para intentar saber el origen de este animal. Alguna de ellas afirman haber encontrado huellas que confirman que es un animal no conocido hasta ahora. Además cuentan como los pigmeos de lugar creen su existencia y le tienen mucho miedo. Según he leído, también afirman que los paisanos llegaron a cazar uno y se lo comieron, muriendo toda la tribu posteriormente.
Unos creen que puede ser un dinosaurio saurópodo, otros un animal no conocido en la actualidad. Estos últimos se justifican porque hasta 1912 no se había descubierto el Dragón de Komodo entonces algún otro animal grande puede quedar por descubrir. Sea como fuere, es otra historia de animales desconocidos que viven junto a un lago como el monstruo del Lago Ness en Escocia (ver El Pakozoico) o Nahuelito en Argentina.
Huella de rinoceronte actual
Pero, ¿por qué este post? Pues porque os quería enseñar como era una huella de rinoceronte y su gran parecido a las huellas ornitópodas del Cretácico Inferior riojano. Por lo tanto parece ser que la primera foto que os he puesto es simplemente eso, una huella de rinoceronte. Y como dato adjunto, deciros que en España también hay huellas de rino, pero fósiles. Se encuentran en la localidad oscense de Loarre, antes de llegar a su famoso castillo.