Archivo por meses: febrero 2015

«¿Quiénes son los veinticuatro (24) ancianos de Apocalipsis?»

 

 

 

Apocalipsis 4:4dice, “Y alrededor del trono había veinticuatro tronos, y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.” El libro de Apocalipsis en ninguna parte especifica la identidad de los veinticuatro ancianos. Sin embargo, lo más probable es que sean representativos de la Iglesia. Es poco probable que se trate de seres angelicales, como algunos sugieren. El hecho de que estén sentados en tronos, indica que ellos reinan con Cristo. En ninguna parte de la Escritura se habla jamás de ángeles que gobiernen o se sienten en tronos. Sin embargo, se dice repetidamente que la Iglesia gobernará y reinará con Cristo (Apocalipsis 2:26-27,5:10,20:4;Mateo 19:28;Lucas 22:30).

Además de esto, la palabra griega traducida aquí como “ancianos” nunca es usada para referirse a ángeles, sino únicamente a hombres, particularmente a hombres de cierta edad que tienen la madurez y están preparados para gobernar la Iglesia. La palabra anciano sería inapropiada para referirse a ángeles, quienes no tienen edad. Su modo de vestir también indicaría que se trata de hombres. Mientras que los ángeles aparecen en blanco, las vestiduras blancas son más comúnmente relacionadas con los creyentes, simbolizando la justicia de Cristo imputada a nosotros en la salvación (Apocalipsis 3:5,18;19:8).

Las coronas de oro usadas por los ancianos, también indica que se trata de hombres, no ángeles. Las coronas nunca son prometidas a los ángeles, y nunca se ha visto que los ángeles las usen. La palabra traducida aquí como “corona,” se refiere a la corona de victoria, usada por aquellos que han competido exitosamente y ganado la victoria, como Cristo lo prometió (Apocalipsis 2:10;2 Timoteo 4:8;Santiago 1:12).

Algunas personas creen que estos veinticuatro ancianos representan a Israel, pero para el tiempo de esta visión, Israel como una nación completa, aún no ha sido redimida. Los ancianos no pueden representar a los santos de la Tribulación por la misma razón – no todos han sido aún convertidos para este tiempo de la visión de Juan. La opción más viable es que estos ancianos representen a la Iglesia arrebatada, la cual canta canciones de redención (Apocalipsis 5:8-10). Ellos usan las coronas de victoria y han ido al lugar preparado para ellos por su Redentor (Juan 14:1-4).

http://www.gotquestions.org/Espanol/los-24-ancianos-Apocalipsis.html#ixzz3QIao5SWY

Comunicación Cósmica

El electromagnetismo como Medio de Comunicación Cósmico.
La falacia del materialismo es su incapacidad para comprender la primacía de la conciencia y de la luz. La importancia crítica de la electricidad y el magnetismo en la cosmología puede aproximarse desde otro ángulo. La fuerza electromagnética es el medio cósmico que realmente une los sistemas humanos, planetarios, solares, y galácticos. El universo no es un artilugio mecánico de materia inerte; es un vital orgánico, un todo consciente, y el electromagnetismo es el medio por el cual se intercambia información entre los varios miembros de esa totalidad.

Los “cuerpos sutiles” bio-eléctricos de la humanidad, el núcleo del planeta tierra, sus campos electromagnéticos, el heliocosmos (o campo solar), y el centro galáctico (el Gran Sol Central o el “Sol detrás del Sol”) están vinculados por un walkie talkie o radio bidireccional, cósmico, el sistema de información electromagnético. Esto es lo que da unidad al cosmos. Animado por los seres conscientes, hay un código cósmico que armoniza y sincroniza las varias y diferentes frecuencias vibratorias que caracterizan cada sistema planetario, solar, galáctico y subsistemas nebulares.

Ese código es electromagnético; su esencia es luz. La Luz, es la primaria, no la material. La conciencia no es material, aunque puede ser incluida. La luz y la conciencia son similares, y primarias. Ésta no es la demanda anticuada de una religión antropomórfica; es la realización básica del nuevo paradigma espiritual, científico, hológrafo y electromagnético del universo.

La materia es secundaria; la conciencia es electromagnética y es primaria. Este entendimiento integral, holístico del universo es un lamento lejano del paradigma crudo, unidimensional, peligroso, muerto y mortal del materialismo científico a que el complejo ejército-industrial-científico todavía se aferra, y del cual la NASA y sus programas espaciales son una parte esencial.

De este paradigma, Argüelles señala un mundo de coherencia y unidad, una matriz resonante…de transmisión de información. ”Estando debajo de este telar cósmico es el principio de la resonancia armónica”.

La resonancia tiene que ver con las frecuencias vibratorias de cualquier sistema que produce ondas, ondas legítimas u ondas electromagnéticas, cualquier clase de ondas. La resonancia armónica significa el intercambio de vibración, armonizando o sincronizando, y a veces disonante, entre dos o más sistemas vibrantes, ya sean éstos diapasones, cuerdas de violín, péndulos, o planetas.

Fueron los Mayas en América, que abrieron camino a esta comprensión del orden que es la base del cosmos, donde la mente o la conciencia son primarias y que “no existe nada sin sentimiento” y “el campo de la realidad está saturado con un propósito.”

El propósito del intercambio continuo de información entre el centro galáctico y los otros miembros de la galaxia “es la coordinación superior de los organismos miembros, los sistemas estelares.”Esto trae consigo la capacidad de “inteligencia local” es decir, la mente planetaria o campo de conciencia, que es capaz de percibir el todo y alinearlo como corresponde, y para extender este proceso de alineación a otros sistemas miembros. “El juego galáctico es la armonización de una inteligencia superior”, a través de la inteligencia local es enseñada cómo funciona, de tal manera que toma sus propias conclusiones sin coerción.

¿Qué sabemos de los ciclos solares o planetarios?

El sistema solar es un organismo autónomo cuya funda sutil o campo mórfico se llama el heliocosmo. Cada 11.3 años, el heliocosmo pulsa hacia afuera, y durante otros 11.3 años pulsa hacia adentro. Estos 11.3 ciclos del inhalación-exhalación se les llama heliopausa, cuyo movimiento total ocurre sobre un periodo de unos 23 años.

Paralelo con este ciclo de heliopausa hay un movimiento de “mancha solar binaria” en el que 2 manchas (una negativa, la otra positiva) pulsan hacia el centro desde posiciones de 30 grados al norte y al sur del ecuador solar. Aproximadamente cada 11.3 años, las dos manchas se encuentran en el ecuador, invierten la polaridad y comienzan de nuevo el proceso a 30 grados al norte y al sur del ecuador. La actividad de las manchas solares causan una gran perturbación de las ondas de radio de la Tierra y del campo bio-electromagnético en general.

“El Sol es la inteligencia central coordinadora en el campo solar. Los planetas representan giroscopios armónicos cuyo propósito es mantener la frecuencia resonante representada por la órbita que sostiene el planeta.”


Aunque el heliocosmo, el cuerpo solar total, es un sistema auto-regulador, es al mismo tiempo, un subsistema dentro del campo galáctico más grande. Así, su inhalación consiste en fuerzas cósmicas recibidas – las frecuencias galácticas – monitoreadas, ya sea directamente del centro galáctico y/o vía otros sistemas estelares inteligentes. Su exhalación o transmisión, representa corrientes transmutadas de energía/información devueltas al centro galáctico (conocido por los mayas como Hunab Ku, y por la investigación contemporánea como “el Gran Sol Central” o el Sol detrás del Sol.

¿Cómo recibe el planeta Tierra estos impulsos electromagnéticos?

La resonancia de las funciones de la tierra, se parece a las oscilaciones de una batería electromagnética gigante. Los rasgos importantes de esta batería son las dos capas de la ionosfera, la inferior, lunar y la superior, solar, respectivamente 60 y 70 millas del océano electromagnético sobre el suelo terrestre. Son las corrientes de la ionosfera en directa resonancia con los campos solares y lunares que moderan el viento y las condiciones atmosféricas de las capas más bajas del océano electromagnético.

Oscilando a aproximadamente 7.8 ciclos por segundo, la ionosfera está en resonancia con el cerebro humano que – al oscilar a 7.8 ciclos por segundo – refleja una condición de samadhi, o absorción meditacional profunda. Esta frecuencia común neural-ionosférica es una clave primaria para el desarrollo completo del Cuerpo de Luz de la Tierra y de los seres humanos individuales.


Más allá de la ionosfera, están los siguientes dos componentes de la batería electromagnética de la Tierra, los cinturones de radiación. El más bajo positivamente cargado, el electrón superior negativamente cargado, cinturón solar. Estos cinturones, son como membranas celulares que median las corrientes electromagnéticas más grandes que conectan la Tierra al Sol y a los otros sistemas del centro galáctico.

El potencial para la armonización de las tasas vibratorias galácticas, solares, y planetarias con los humanos es evidente en la frecuencia común neural y ionosférica de 7.8 ciclos. Ésta no sólo es la frecuencia de la luz, sino que también augura la posibilidad de una extensa transformación, la generación del Cuerpo Ligero, o Cuerpo de Luz de los seres humanos individuales, de la humanidad en conjunto, y del planeta.

El paradigma electromagnético es de crucial importancia para la evolución de la humanidad. Las fuerzas que desean continuar explotando a la humanidad reduciendo todo al materialismo, también desean atrofiar esa evolución y oponerse al paradigma.

Muy pocos son los que han querido darse cuenta de la terrible amenaza que se cierne sobre la Tierra. Un planeta acosado por genocidios diabólicos, con el riesgo contínuo de una nueva hecatombe mundial. La Tierra está devastada por la destrucción y el saqueo de sus recursos naturales. Víctima de la irracionalidad de las irresponsables concentraciones humanas, de los excesos de los que tienen de sobra de todo oyendo el clamor de tantos que no tienen nada. Todas las profecías hablan de una Tierra amenazada por la saturación del deseo sensual, obsceno y lujurioso, por una civilización mecanizada carente de objetivos superiores, hostigada por la falta de amor, por la implacable corrupción de la inocencia,  murieron los ideales de muchos y ya no hay esperanza entre los hombres.


¿Quiénes tienen la culpa?
¿Quiénes son los responsables?
¿Quiénes son los que van a pagar por ello?

http://www.bibliotecapleyades.net/hercolobus/esp_hercolobus_38.htm

 

Grafología de Adolf Hitler

La firma y la rúbrica de una persona, van cambiando a lo largo de la vida, especialmente desde la adolescencia hasta la ancianidad, la firma de Adolf Hitler, es un claro ejemplo de este proceso evolutivo.
Aunque no ha sido posible la observación de los documentos originales, y por lo tanto, hay algunos aspectos que sería necesario confirmar, analizando estas catorce firmas, podemos tener una visión muy completa de la personalidad íntima de Hitler, de su auténtica forma de ser.

Ya en la primera firma (17 años), se aprecia un carácter fuerte, y una importante confusión ideológica y emotiva, que le lleva a ser contradictorio. Aunque cierto nivel de desorientación es normal en la adolescencia, se adivinan en esta firma, ciertos rasgos de la personalidad de Hitler, que se agravarán a medida que aumente su edad: la necesidad de imponerse, la inadaptación, la rigidez de ideas y la tendencia a cometer actos violentos.
Además, el desarrollo inferior de la rúbrica, nos habla de una persona materialista, en la que predomina el mundo instintivo, y se apunta ya una tendencia al pesimismo, que en éste momento intenta superar a base de fuerza de voluntad, y ésta situación le acompañará a lo largo de su existencia.

También se va acentuando paulatinamente, y especialmente a partir de los 31 años (quinta firma) como gesto-tipo, y de forma muy acentuada, el rasgo de la brutalidad. Este rasgo conlleva además de dicha brutalidad, fuertes descargas de carácter, y reafirma la tendencia a la violencia física y a la inadaptación.
Por otro lado, y sobretodo a partir de los 40 años (séptima firma) se asienta su carácter combativo e intransigente. Se va convirtiendo en una persona rígida en sus principios, dura e inflexible, coincidiendo con la consolidación de su vida militar. Organiza sus metas y acciones para alcanzar un puesto de mando importante. Es en ésta época, cuando se arraiga su egoísmo y su capacidad de venganza. Además se consolidan sus dotes de mando, ejerciendo el poder con expresiones que pueden llegar a atemorizar, y con grandes dosis de conflictividad.

Asimismo se afianza, a partir de los 36 años (sexta firma) un rasgo de su personalidad que le acompañará hasta su muerte: la vanidad orgullosa. Su presunción le lleva al desprecio de los demás, y la excesiva importancia que concede a las apariencias hace que no profundice en los auténticos valores humanos.

Igualmente se observa que la firma se va resumiendo y va avanzando en ilegibilidad. Hasta los 25 años (cuarta firma), está formada por el nombre “Adolf” y el apellido “Hitler”, y a partir de ese momento, el nombre se va reduciendo hasta llegar a la octava firma (45 años) en la que el nombre lo conforman un trazo vertical (reducción de la “A”), un enlace ascendente y otro trazo descendente que configura la letra “f”.

El nombre nos indica el yo íntimo y familiar, y la infancia, y en este caso refleja rigidez consigo mismo, egocentrismo y necesidad permanente de afirmación de la personalidad, no se permite ningún rastro de vacilación. 

En el apellido, la firma se hace cada vez más ilegible, (a partir de los 45 años, novena firma) sólo se lee la “H”, lo que nos indica que estamos ante una persona que oculta sus verdaderas intenciones. En el fondo se siente inferior, aunque trata de ocultarlo con su actitud prepotente.

Es también digna de mención la inclinación de la escritura, que va aumentando, hasta ser prácticamente tumbada. Lo vertical se convierte en horizontal. (letra “H” a partir de los 40 años, firma número siete). Esta es otra característica escritural que refuerza el carácter agresivo de la persona, así como su tendencia a perder el control y a la irreflexión (toma sus decisiones sin el necesario periodo de meditación).

Destaca también, por su notoriedad, la dirección descendente de las líneas. Ya a los 19 años (segunda firma), se observa el descenso final del apellido “Hitler”, y es a partir de los 40 años (séptima firma) y hasta la última firma (56 años, el día anterior a su suicidio), cuando descienden casi hasta la verticalidad, las dos palabras que forman la firma. Esta escalera descendente tan evidente, indica un estado de ánimo pesimista y desolado, contra el que lucha, no se deja vencer por la adversidad y la depresión.

Por otra parte, aunque no ha sido posible la observación de los originales, se deduce una fuerte presión (se dice que, en ocasiones, rompía el papel al escribir) y se aprecia que predomina la presión en sentido vertical. De ello se deduce una gran fuerza física y reitera la intransigencia, el egocentrismo y la necesidad de imponerse al ambiente afirmando su personalidad, y haciendo que prevalezca, por encima de todo, su criterio.

En definitiva, los aspectos más significativos de la firma de Hitler evolucionan configurando una personalidad agresiva, dominante, y con una capacidad de liderazgo, que junto a la rigidez de sus principios e ideas, forman una mezcla preocupante. Además es vanidoso y obstinado hasta el último momento, oculta un gran sentimiento de inferioridad, y se adivinan algunos rasgos patológicos de desequilibrio mental (que sería necesario corroborar en otros escritos).

http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=8504

 

El Antiguo Egipto

Se ha escrito mucho sobre cómo los egipcios fueron capaces de alinear sus monumentos con semejante grado de precisión, pero la cuestión que siempre ha quedado sin respuesta es «por qué»: ¿Por qué los antiguos pusieron tanto énfasis en las alineaciones astronómicas?.
El siguiente documental intenta responder a estas preguntas y descifrar el rompecabezas que suponen los grandes monumentos de Egipto. En los albores de la historia, toda una civilización consiguió construir los monumentos más magníficos de la Tierra, pero ¿qué les impulsó a ello?.
Desafiando la opinión de que «las tumbas son para los faraones muertos», el autor Robert Bauval, un ingeniero de Alejandría y un renombrado experto en el Egipto antiguo, ha desafiado al mundo de la Egiptología y le ha forzado a tomar nuevas direcciones.

 

Bauval es conocido especialmente por su teoría sobre la Correlación de Orión (TCO). Esta teoría establece una relación entre la pirámides egipcias de la IV Dinastía, en la llanura de Gizé, y el alineamiento de ciertas estrellas de la constelación de Orión llamada comúnmente Cinturón de Orión o las Tres Marías.
Una noche, mientras trabajaba en Arabia Saudí, fue con su familia y un amigo a las dunas arenosas del desierto de Arabia para realizar un trabajo de campo. Su amigo le señaló la Constelación de Orión y mencionó que Mintaka, la estrella más pequeña y oriental del Cinturón de Orión, estaba ligeramente desviada de las demás. Bauval estableció una conexión entre el trazado de las tres estrellas principales del Cinturón de Orión, y la posición de las tres pirámides principales de la necrópolis de Giza.
Esta teoría ha inspirado los libros y obras de otros autores como Javier Sierra. Sierra y Bauval trabajaron juntos en el estudio de una hipotética Edad De Oro de la Humanidad, situada en el pasado más remoto, que debió extinguirse unos 10.500 a.C. y que fue el origen de todas las civilizaciones que conocemos.
 
Este fascinante documental revela la clave para comprender las grandes pirámides y los templos del antiguo Egipto: una civilización que se desarrolló de acuerdo a un grandioso plan, escrito en las estrellas.
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=lNJZRvTDjQo[/youtube]
http://cosmoecologos.blogspot.com.es/2015/01/el-antiguo-egipto.html