El 11 aniversario del 11-M, por un azar de la historia, se produce en un momento en que, parafraseando un reciente artículo, el «hedor» de las llamadas «cloacas» policiales llega a la superficie. Son varios los libros que se han publicado sobre el tremendo atentado del 11-M, unos mejores y otros peores, aunque, lamentablemente, a mí ninguno de ellos me parezca definitivo o, para ser más precisos, ninguno ofrezca una explicación ordenada de todos los datos. Llama la atención, sin embargo, lo poco que se ha aprovechado para escribir novela histórica sobre un hecho que tanto se presta a ello. En este panorama, me parece digna de mención una entretenidísima novela que ofrece una sugestiva hipótesis sobre la génesis de este ataque.@Desdelatlantico.
Víctor Llano es un periodista hispano-cubano, nacido en Cuba, pero de familia de origen asturiano que vive exiliado en España. Desde 2001 a 2010 escribió en “Libertad Digital” sobre Cuba, pero allí muy pocas veces, y de modo marginal, tocó el tema del atentado del 11-M, pero sí lo hizo ennumerosos artículos publicados en “Asturias Liberal” desde 2007 a 2010 y donde queda de manifiesto que posee, sin duda, un conocimiento riguroso acerca del mismo.
“11M: once días de junio” narra la historia de un abogado defensor de unas víctimas del 11-M obsesionado por saber la verdad. La historia se desarrolla entre Asturias y Madrid y es una ocasión para que Llano elabore una “novela política” y también “novela policial” de gran calidad literaria (a pesar de algunas erratas) y de profunda reflexión política.
La novela se estructura en once capítulos que responden a los once días en los que transcurre la misma. Presenta pocos personajes, pero muy bien perfilados. La tensión dramática aparece desde el primer día, en las primeras páginas. Y es notable que esa tensión, por difícil que parezca, no se aminora en ningún momento hasta poco antes del final. Esto hace que la lectura de la obra enganche al lector que no queda defraudado. El lenguaje utilizado para los diálogos, que es el lenguaje hablado hoy en día en España, hace que la ambientación de la obra sea excelente.
No resulta prudente desvelar en una recensión la hipótesis que sobre el 11-M contiene esta novela, pues ello quitaría parte de la emoción al lector que se enfrenta por primera vez con el libro. Dejando al margen algunas observaciones que se hacen “obiter dictum” en la novela sobre el gobierno de Rajoy, el centro “político” de la obra es la indagación sobre la verdad del 11-M. Llano plantea una hipótesis, a mi juicio, novedosa y que a mí me parece extraordinariamente convincente… y sumamente intranquilizadora.
Me resulta sorprendente el silencio que se ha cernido sobre esta novela que reúne excelentes cualidades literarias a la par que políticas. En un país donde se dice que hay tantos aficionados a la novela policíaca y a la novela política es difícil de explicar que no se preste atención a una novela político-policíaca de tanta calidad como ésta cuyo objeto es el suceso policíaco más importante de nuestra historia. Es más, lo lógico en un país normal es que esta novela ya hubiera servido de guión para una película o una serie de televisión.
Desde un punto de vista político creo que la hipótesis que plantea Víctor Llano ofrece una luz, inquietante, para esclarecer la verdad del atentado más grave de nuestra historia.
http://blogs.periodistadigital.com/desdeelatlantico.php/2015/03/10/una-sugestiva-novela-sobre-el-11-m
(CNN) — Una mujer de Michigan perdió su membresía del gimnasio Planet Fitness debido a la forma «inapropiada» en la que se quejó sobre una mujer transgénero en el vestidor, dijo una vocera del gimnasio.
Los cinco países más grandes de la Unión Europea – Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y España – protestaron ante la Autoridad Palestina (AP), quejándose de que no hace suficiente para reconstruir la Franja de Gaza, según dijeron diplomáticos europeos y altos funcionarios de la cancillería israelí al diario Haaretz.
me recomendó 
Recibo en mi cuenta de correo un documento en pdf en el que relatan la cura casi milagrosa de varios casos de cáncer gracias al jarabe de aloe vera, casos que permanecen inexplicables y que no tienen evidencia científica alguna, pero aún así se recomienda la ingesta de ese jarabe porque “empíricamente”se ha comprobado que lo cura. Impresionante. Desde que comenzó el boom del empleo de esta planta en cosmética y salud, en cremas, alimentos (he visto los yogures con trozos de aloe vera), jabones, lociones para después del afeitado, ungüentos para tratar quemaduras y heridas y mil productos más, se le han atribuido miles de propiedades, algunas fácilmente comprobables y otras que no tienen demostración alguna ni pasarían la prueba de una investigación seria y correctamente realizada. En ese artículo, no sólo no formulan al menos una hipótesis ni explican el mecanismo por el que actuaría dicho jarabe de aloe, paso importante para convencer a cualquier persona con un mínimo de rigor científico y sentido común, sino quemezclan ciencia y pseudociencia al afirmar que el paciente debe “someterse a los controles médicos para saber cuánto cáncer tiene”, con el fin de hacer más creíble lo que se cuenta. Se propone que él mismo se prepare el brebaje según la receta de un franciscano brasileño con dos hojas grandes (ó más, si son pequeñas) de aloe vera, que se lavan, se les quita las espinas y se recortan ligeramente sus rebordes; luego se le añade medio kilo de miel, siete u ocho cucharadas soperas de coñac o whisky y todo eso se pasa por la batidora. Ese jarabe constituye una “unidad de tratamiento”. Se afirma que el paciente debe tomar el brebaje, tres cucharadas soperas al día, y luego se debe hacer un análisis para ver en qué estadío se halla el cáncer ,y si éste ha progresado, debe doblar la dosis hasta que el cáncer se detenga. Y cuando haya desaparecido, el paciente puede dejar de tomar el jarabe o tomarlo como prevención durante un año. Impresionante.
