Archivo por días: abril 12, 2015

Aida. HISTORIA DE UNOS MAPAS IMPOSIBLES

Este capítulo es reproducción de un artículo de Paul-Émile Victor. – Dos mapas del mundo en el museo Topkapi. – Curioso relato de Piri Reis sobre Cristóbal Colón. – La sorpresa de Arlington H. Mallery. – ¡Mapas de antes de la glaciación! – En Historia, hay que esperar sorpresas tan grandes como en física nuclear. – La interpretación rusa. – La hipótesis fenicia. – ¿Hubo cartógrafos hace diez mil años? – ¿Hubo mapas celestes? – ¿Hubo una rama ignorada de la raza humana? – El gran descubrimiento arqueológico del siglo está aún por nacer.

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Los mapas de Piri Reis tienen una realidad histórica perfectamente fechada y comprobada, que empieza en 1513, y una realidad «prehistórica», en el sentido técnico de la palabra, es decir, únicamente conjetural y sin documentos corroboradores, que corresponde a antes de 1513. Empecemos por lo que se sabe de modo seguro e irrefutable.

El día 9 de noviembre de 1929, Malil Edhem, director de los Museos Nacionales turcos, al proceder al inventario y a la clasificación de todo lo existente a la sazón en el famoso museo Topkapi, de Estambul, descubrió dos mapas del mundo -o, mejor dicho, fragmentos de ellos- que se creían perdidos para siempre: los mapas de Piri Reis, célebre héroe (para los turcos) o pirata (para todos los demás) del siglo XVI, que relata prolijamente en su libro de memorias, Bahriye, las condiciones y circunstancias en que levantó estos mapas.

De momento, el relato escrito no despertó mucha atención; pero el mapa habría de darle, gradualmente, un valor considerable. En realidad, hubo que esperar al término de la Segunda Guerra Mundial para emprender de veras el estudio comparativo de los mapas y del texto de Piri Reis.

Perteneciente a una familia de grandes marinos turcos, Piri Reis, notable navegante, cosechó éxitos en los cuatro rincones del Mediterráneo y de los mares vecinos, obtuvo numerosas victorias navales y contribuyó a afirmar la supremacía marítima, incontestable a la sazón, del Imperio otomano.

Pero Piri Reis era hombre culto e inteligente, y así, mientras corría sus aventuras, empleó algún tiempo en escribir el Bahriye en el que abundan las notas pintorescas y vivaces sobre todos los puertos del Mediterráneo, y los mapas de diversa índole (21 en total). Y también, antes de empezar a escribir, se tomó tiempo para diseñar dos mapas del mundo: uno, en 1513, y el otro, en 1528 (durante el reinado de Soleimán el Magnífico).

Fue un cartógrafo concienzudo y ejemplar. Empieza afirmando que el trazado de un mapa requiere profundos conocimientos y una capacidad indiscutible. En su prólogo al Bahriye, habla prolijamente de su primer mapa, dibujado en su ciudad natal, Gelibolu, desde el 9 de marzo hasta el 7 de abril de 1513 (año 919 de la Héjira). Declara, que, para trazarlo, cotejó todos los mapas que conocía, aproximadamente una veintena, algunos muy secretos y muy antiguos, comprendidos ciertos mapas orientales que, seguramente, nadie más que él poseía en Europa.

Su conocimiento del griego, del italiano, del español y del portugués le ayudó muchísimo a sacar el mayor partido de las indicaciones contenidas en todos los mapas que consultó. Además, disponía de un mapa confeccionado por el propio Cristóbal Colón y que había llegado a su poder gracias a un miembro de la tripulación del célebre genovés. Este marinero había sido hecho prisionero por Kemal Reis, tío de Piri Reis, y pudo, por ello, completar de viva voz los conocimientos de nuestro cartógrafo turco.

Hasta aquí, la obra de Piri Reis sólo tenía un interés anecdótico, aunque no careciese de importancia, como testimonio de la grandeza del pasado para los turcos, y como desmitificación de los «piratas berberiscos» para los europeos. El Bahriye fue, pues, durante mucho tiempo, una obra «clásica» turca, para personas cultas. Sin embargo, incluso antes de que se conocieran los mapas que menciona y que habían de plantear un formidable interrogante a muchos investigadores del mundo entero, sus profundos conocimientos habrían podido evitar que los historiadores cayesen en su más tremendo error: la afirmación de que Cristóbal Colón había descubierto América.

Colón redescubrió, o, mejor dicho, reveló a la Europa Occidental un continente cuya existencia era sólo conocida, hasta entonces, por algunos iniciados. El testimonio del almirante turco no puede ser más claro e inequívoco. En el capítulo sobre «El mar occidental» (nombre que se dio durante mucho tiempo al océano Atlántico), habla prolijamente del navegante genovés, cuya aventura refiere en estos términos:

«Un infiel, llamado Colombo y que era genovés, fue quien descubrió estas tierras. Un libro llegó a las manos del susodicho Colombo, el cual vio que se decía en el libro que, al otro lado del mar occidental, precisamente hacia el Oeste, había costas e islas, y toda clase de metales, así como piedras preciosas. El susodicho, después de estudiar largamente el libro, fue a suplicar, uno tras otro, a todos los notables de Génova, diciéndoles: “Dadme dos barcos para ir allá y descubrir esas tierras.”

Ellos le respondieron: “¡Oh, hombre vano! ¿Cómo puede encontrarse un límite al mar occidental? Éste se pierde en la niebla y en la noche.”

»El susodicho Colombo vio que nada sacaría de los genoveses y se apresuró a ir al encuentro del Rey de España, para contarle detalladamente su historia. Le respondieron lo mismo que en Génova. Pero suplicó durante tanto tiempo a los españoles, que su Rey acabó por darle dos barcos, muy bien pertrechados, y le dijo: “¡Oh, Colombo! Si sucede lo que tú dices, te haré Rapudán de aquel país.”

Dicho lo cual, el Rey envió a Colombo al mar occidental.»

Piri Reis pasa seguidamente al relato que le hizo el marinero de Cristóbal Colón, que era ahora su esclavo. Resultaría inútil reproducir por entero este relato, en el que se explica el asombro de los marinos europeos ante los salvajes casi completamente desnudos que encontraron en las islas donde pusieron pie al llegar. Sin embargo, existe un detalle que es esencial para nuestro objeto:

«Los habitantes de esta isla vieron que ningún mal les venía de nuestro barco; por consiguiente, cogieron pescados y nos los trajeron, empleando sus canoas. Los españoles se alegraron no poco y les dieron baratijas, pues Colombo había leído en su libro que a aquellas gentes les gustaban mucho las baratijas.»

Este detalle extraordinariamente sorprendente y que, a nuestro entender, no ha sido aún comentado por nadie, adquiere mayor relieve si lo relacionamos con unas indicaciones contenidas en uno de los mapas de Piri- Reis, donde éste afirma que el libro en cuestión databa de tiempos de Alejandro El Magno. Resulta difícil afirmar que nuestro almirante turco tuviese este famoso libro en su poder, pero, en todo caso, conocía sin duda alguna su texto.

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Fue, pues, deliberadamente, que Cristóbal Colón partió a descubrir América. Confiaba en su valioso libro, y los hechos sucesivos demostraron que tenía razón; pero limitó sus confidencias a los notables genoveses y al rey de España. Públicamente, fingió compartir la opinión corriente en su época: como la Tierra era redonda, parecía natural que, navegando hacia el Oeste, volvería fatalmente, más pronto o más tarde, al punto de partida, después de pasar en su trayecto, pero en sentido inverso, por los países orientales conocidos en Europa.

Algunos cartógrafos daban testimonio de esta creencia general. Existe, por ejemplo, un mapa atribuido a un tal Toscanelli y que Cristóbal Colón llevó consigo en su expedición: en él se ve, de derecha a izquierda, las costas europeas; después, el «mar occidental», y, por último, la isla de «Cepanda» (otra forma de «Cipango», nombre con que se conocía entonces al Japón), el país de «Catay» (China), la India y las islas del Asia sudoriental. ¡Ni el menor atisbo de América en este mapa! Esta arraigada opinión explica que se diese al Nuevo Mundo el nombre de «Indias Occidentales».

Como no es nuestro propósito la desmitificación de Cristóbal Colón, no nos extenderemos sobre sus predecesores, que descubrieron también América, pero sin darse cuenta de la importancia del hecho y sin tratar de profundizar en la cuestión. Los vikingos son los más conocidos, y pronto volveremos a hablar de ellos. Pero Piri Reís cita otros, a los que saludan los de pasada: Savobrandán (convertido en San Brandán), el portugués Nicola Giuvan, otro portugués, Antón el Genovés, etcétera.

Lo cierto es que, incluso antes de que fuese encontrado el mapa del mundo, se hubiera debido dar más crédito a Piri Reis. En su libro, repite en muchas ocasiones: «Nada hay en este libro que no se funde en hechos.» Los 215 mapas que se contienen en el Balzriye permitían comprobar perfectamente sus dichos. Y añade. «El más pequeño error hace inútil cualquier carta marina.» No olvidemos que es un marino quien lo dice, un hombre que conoce las traiciones y la servidumbre del mar. Tengamos presente esa observación al examinar sus mapas del mundo.

Sólo se poseen fragmentos de estos mapas, pero en ellos figura la totalidad del Atlántico y sus costas americanas, europeas, africanas, árticas y antárticas. Aparecen trazados sobre pergamino de color, iluminados y enriquecidos con numerosas ilustraciones: retratos de los soberanos de Portugal, de Marruecos y de Guinea; en África, un elefante y un avestruz; en América del Sur, llamas y pumas; en el océano y junto a las costas, barcos, y en las islas, pájaros.

Los pies de las ilustraciones están escritos en turco. Las montañas se indican con su perfil, y los ríos, con líneas gruesas. Los colores se utilizan de modo convencional: los parajes rocosos aparecen pintados de negro; las aguas arenosas y poco profundas, se señalan con puntos rojos, y los escollos ocultos bajo la superficie del mar, con cruces.

Éstos son los venerables pergaminos descubiertos en 1929. Los turcos los contemplaron con precaución y devoción, pensando con nostalgia en la fastuosa época del Imperio otomano y sin que se les ocurriese estudiar más a fondo el asunto. Varias bibliotecas del mundo adquirieron reproducciones. En 1953, un oficial de la Marina turca envió una copia al ingeniero jefe de la Oficina hidrográfica de la Marina de los Estados Unidos, el cual la mostró a un especialista en mapas antiguos, conocido suyo: Arlington H. Mallery.

Y entonces empezó verdaderamente el «asunto» de los mapas de Piri Reis.

¿Quién es Arlington H. Mallery?

Piri Reis002

Ingeniero de profesión, se había interesado siempre en las cosas del mar, y durante la Segunda Guerra Mundial había prestado servicio en los transportes de tropas. Al licenciarse -era capitán-, dedicó sus ocios a un tema que le apasionaba: Europa había descubierto América antes de Cristóbal Colón. Pacientes investigaciones lingüísticas (para demostrar la influencia del noruego antiguo en la lengua iroquesa), minuciosos estudios de las sagas escandinavas, búsquedas arqueológicas pacientemente dirigidas, descifrado de antiguos «portulanos», le llevaron a reconstituir la epopeya vikinga en Islandia, en Groenlandia, en Terranova y en el litoral canadiense.

Dio cuenta de sus descubrimientos en un libro, América perdida, publicado en 1951 y prologado por Matew W. Stirling, director de la Oficina de Etnología americana de la «Smithsonian Institution», que tuvo considerable resonancia. El capitán Mallery defendía su tesis y aportaba pruebas de que había existido en América una civilización del hierro no sólo antes de la conquista europea, sino también, quizás, antes del pueblo americano.

Sin embargo, esto no fue más que el comienzo de una aventura que haría de ser mucho más emocionante. Cuando recibió los mapas de Piri Reis, tenía ya mucha experiencia en la materia, y le bastó el primer vistazo a los documentos para comprender que aquel descubrimiento no tenía parangón con los anteriores.Arlington H. Mallery tuvo inmediatamente la intuición de que aquellos mapas ocultaban un misterio fascinante.

Pero no se lanzó a ciegas a su estudio. Sus trabajos anteriores le habían enseriado a consultar siempre a las autoridades técnicas consideradas indiscutibles. Y esto fue lo que hizo, trabajando con cartógrafos famosos (principalmente, con Mr. I. Walters), científicos y técnicos polares (entre ellos, el R. P. Linchan).

El primer problema que se planteó fue el descifrado mismo de los mapas, es decir, del sistema de proyección empleado, que, al menos a los ojos de un profano, parece extraño a primera vista. Pero los especialistas, gracias a los recursos de la trigonometría moderna, pudieron descifrarlos: un explorador sueco, Nordenskjold, consiguió efectuar, en dieciocho años, la «traducción» de los portulanos al lenguaje cartográfico moderno. Su trabajo sirvió de base, primero, a Mallery, y después, a Charles Hapgood y a sus discípulos.

Éstos efectuaron comprobaciones tan exactas, que pudieron afirmar que los mapas de Piri Reis procedían de orígenes diferentes, y reconstituir, al menos teóricamente, el primitivo rompecabezas. Este trabajo, constantemente verificado por matemáticos, es, hasta la fecha, la mejor demostración de que los mapas de Piri Reís constituyen un problema real, y de que las intuiciones de las primeras personas que los descubrieron y, sobre todo, de Mallery, eran acertadas. Las pruebas de su antigüedad son muy numerosas. Nótese, por ejemplo, que la llama dibujada en aquellos mapas era desconocida por los europeos de la época.

En cuanto a las longitudes, exactamente indicadas, ni siquiera Cristóbal Colón sabía calcularlas. Para comprender su carácter excepcional, lo primero que hay que hacer es comparar estos mapas con otros de la misma época: la diferencia salta inmediatamente a la vista, incluso para aquellos que trabajaron dieciocho años en los portulanos. Citemos algunos de aquellos: el mapa de Jean Severs, publicado en Leyden en 1514, exacto en cuanto se refiere a Europa y África (nótese, en particular, que la América Central y la América del Norte se confunden).

El mapa atribuido a Lopa Hamen y publicado en 1519 no es mejor que el anterior: las dimensiones de América son desproporcionadas en relación con las de África; la distancia entre África y América es mucho menor que la real, y la configuración general del Nuevo Mundo es casi imposible de reconocer.

Otro mapa, trazado por un portugués cuyo nombre se ignora, apareció en 1520. América termina bruscamente al sur del Brasil. Hay que concretar que fue precisamente aquel año cuando Magallanes emprendió su viaje marítimo alrededor de América y que, por tanto, los resultados de esta exploración eran aún desconocidos.

Más aún: un mapa de América, publicado en la cosmografía de Sebastián Munster en 1550 -o sea, casi cuarenta años después de los de Piri Reis-, dista mucho de ser satisfactorio, aunque el Nuevo Mundo aparezca al fin identificado como continente. Nos hallamos, pues, ante unos hechos concretos: las afirmaciones del Bahriye son corroboradas por los mapas de Piri Reis. Es indiscutible que éste poseía informaciones veraces sobre América, diferentes de las proporcionadas por Cristóbal Colón y anteriores a éste. Pero, ¿cuánto tiempo anteriores? Aquí está toda la cuestión.

Debemos examinar ahora la interpretación moderna de estos mapas. Nos enfrentamos con dos tesis: la americana y la rusa.

Sigamos ante todo a Mallery, que tuvo el mérito de descubrir el misterio, y a Hapgood, que se empeñó en resolverlo.

La porción del mapa comprendida entre Terranova y el sur del Brasil, dejando aparte su exactitud, asombrosa para la época, no plantea problemas de descifrado.

En lo que atañe al norte y al sur del mapa, y una vez «traducidas» las indicaciones al lenguaje cartográfico moderno, Mallery adquirió el convencimiento de que Piri Reis había dibujado las costas de la Antártida, y de que, por otra parte, Groenlandia y el continente antártico aparecían diseñados… ¡tal como eran antes de la glaciación de los polos!

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Esta hipótesis, a primera vista extravagante, sólo puede formularse -incluso antes de discutirla, cosa que liaremos seguidamente- si se está en condiciones de definir, más o menos exactamente, la configuración de los zócalos terrestres del Ártico y de la Antártida bajo la capa de hielo que las recubre en la actualidad.

Sólo recientemente se han adquirido conocimientos a este respecto. Las técnicas modernas (gravimetría, sondeos sísmicos, etcétera), perfeccionadas y experimentadas ante todo en Groenlandia por las expediciones polares francesas, y después en la Antártida, han dado resultados espectaculares.

En primer lugar, se pudo medir el espesor de la capa de hielo: en Groenlandia, el espesor máximo es de 3.300 metros; en la Antártida, alcanza los 4.500 metros. Después, se pudo confeccionar un mapa del relieve groenlandés, con sus alturas, tal como es en realidad debajo de la enorme capa de hielo. Trabajos parecidos se efectuaron en ciertas zonas de la Antártida.
Arlington H. Mallery disponía, pues, de elementos geográficos modernos con los que comparar los datos de los mapas de Piri Reis.

Sus conclusiones personales, enérgicamente sostenidas en el Foro de la Universidad de Georgetown, fueron rotundas: la Groenlandia dibujada por el almirante turco correspondía a las líneas de relieve descubiertas por las expediciones polares francesas (que revelan dos estrechamientos medios que cortan Groenlandia). En cuanto a la costa que prolonga en gran manera la de América del Sur, no era otra cosa que la de la Antártida: Arlington H. Mallery se tomó el trabajo de seguir el mapa milímetro a milímetro y de hacer, cada vez, la oportuna comparación con los datos modernos.

Hay que decir que, de este modo, llegó a conclusiones que son, al menos, sorprendentes: por ejemplo, las islas indicadas por Piri Reis frente a las costas coinciden con los que parecen ser picos montañosos subglaciales descubiertos por la expedición antártica noruegosuecobritánica en la Tierra de la Reina Maud, y cuyo trazado fue publicado en el Geographie Journal de junio de 1954.

También con referencia a la Tierra de la Reina Maud, Mallery estudió, en el curso de sus comparaciones, un mapa de la costa continental antártica levantado por Peterman en 1954. A su entender, ambos coincidían perfectamente, salvo en un punto: Piri Reis indicaba dos bahías, y Peterman, tierra firme. Mallery planteó el problema al Servicio Hidrográfico.

Había conseguido interesar hasta tal punto a los técnicos más competentes, que los americanos emprendieron sondeos sísmicos de comprobación en aquel lugar. ¡Y era el mapa de Piri Reis el que estaba en lo cierto! No es, pues, de extrañar que, al celebrarse la sesión antes mencionada, la hipótesis de la antigüedad de los mapas de Piri Reis dejase de ser meramente especulativa.

«Los trabajos realizados hasta el día de hoy -dice el R. P. Linehan- indican que estos mapas parecen extraordinariamente exactos.»
Y en otra parte añade:

«Creo que unos estudios sísmicos complementarios, que permitan determinar el emplazamiento respectivo del hielo y de la tierra firme, demostrarán que estos mapas son aún más exactos que lo que pensamos actualmente.»

Pero no todo el mundo está de acuerdo a este respecto. Los rusos, que, como es sabido, participan con muchas naciones occidentales en el estudio del continente antártico, formularon otras tesis sobre el asunto. Realizando sus propios trabajos de transposición, llegaron a la conclusión de que el trazado de Piri Reis no corresponde a la Antártida, sino al extremo sur de Patagonia y de la Tierra del Fuego. Pero esto no plantea un problema menor, puesto que estas regiones no empezaron a ser oficialmente conocidas hasta 1520.

Por otra parte, en la propia Rusia se han emitido otras opiniones sobre la cuestión. El profesor L. D. Dolguchin, del Instituto Geográfico, pensó que estos mapas podían representar la Antártida, pero que las informaciones que se contienen en elles no proceden de antes de la glaciación, período que hace remontar a un millón de años atrás (después veremos las tesis actuales sobre este problema).

El profesor M. Y. Mepert, secretario del Instituto Arqueológico, declaró:

«En Historia, hay que esperar sorpresas tan grandes como en física nuclear. Por esto es necesario estudiar estos mapas.»

Tratándose de un tema tan poco conformista, conviene, en todo caso, avanzar con precaución. El primer punto comprobado es que Piri Reis poseía, sobre el continente americano, datos anteriores al «descubrimiento» de Cristóbal Colón. Se podría suponer que estos datos proceden de la epopeya de los vikingos, a la sazón bien conocida y casi salida del limbo medieval. Pero los vikingos, por temerarios que fuesen, sólo conocían una pequeña parte de la América del Norte, la cual, por otra parte, ignoraban que fuese un continente. Un reciente descubrimiento ha dado mucho que hablar: el de un mapa encontrado en Suiza y que lleva la fecha de 1440.

En él se ve, a la altura de Escandinavia, primero, Islandia; después, Groenlandia, y, por último, una isla más vasta, en la que se cree reconocer las desembocaduras del San Lorenzo y del Hudson, convertidas en profundas bahías. La inscripción dice así: «Descubrimientos de Bjarni y de Leif.» Aclaremos que, según las sagas noruegas, Bjarni Herjolfson navegó hasta las costas americanas en el año 986, y Leif Ericson, en el 1002.

Los vikingos no pueden explicar, pues, por sí solos, los mapas de Piri Reis. Éstos son corroborados por otros hechos. Existe, por ejemplo, otro mapa del mundo, conocido por el nombre de Mapa de Gloreanus y que se encuentra en la Biblioteca de Bonn. Mientras no se demuestre lo contrario, data de 1510. Parece, pues, anterior a los de Piri Reis. Este mapa nos da no solamente la configuración exacta de toda la costa atlántica de América, desde el Canadá hasta la Tierra del Fuego, cosa ya de por sí extraordinaria, sino también la de toda la costa del Pacífico, igualmente de Norte a Sur.

Los datos de la Historia oficial no bastan para resolver el misterio planteado por la existencia de estos mapas. Debemos, pues, remontar con audacia la cronología. Detengámonos, ante todo, en la interpretación rusa: Piri Reis habría dibujado, no la Antártida, sino Patagonia y la Tierra del Fuego. Estos países eran, a la sazón, desconocidos. Ni siquiera los conocían los vikingos. El único pueblo navegante al que tal vez se podría atribuir este conocimiento es el fenicio.

Se ha comprobado históricamente que los fenicios practicaban la navegación de cabotaje por toda la costa occidental europea. ¿Fueron más lejos? ¿Se atrevieron a enfrentarse con la inmensidad del océano? Al menos, puede formularse la pregunta. Es cierto que, a través de la Antigüedad y de la Edad Media, se transmitió una tradición referente a la existencia de un continente más o menos mítico al otro lado del océano. Ya hemos hablado del famoso libro, presuntamente de tiempos de Alejandro Magno, cuya lectura impulsó a Colón a su gran aventura. Ciertos compiladores griegos hablan de un continente llamado «Antictoné» (es decir, «tierra de los antípodas»).

Se dice que san Isidoro de Sevilla, que vivió desde el 560 hasta el 636, declaró:

«Existe otro continente, además de los tres que conocemos. Está al otro lado del océano, y allí, el sol calienta más que en nuestras regiones.»

Y debemos pensar también en la epopeya, aún poco conocida, de los monjes bretones que partieron a evangelizar los pueblos de un famoso continente del que habían oído hablar: cruzada dramática y sumamente mortífera. Sabemos que partieron de las costas de Bretaña.

¿Llegaría a América uno de sus barcos?

Existen sólidos argumentos a favor de la hipótesis fenicia, tanto más cuanto que en América del Sur, y aun del Norte, se han descubierto vestigios de características mediterráneas: el más reciente descubrimiento se debe a un holandés, el profesor Stocks. Estos descubrimientos son, en general, muy discutidos. La idea de que los fenicios fuesen capaces de efectuar travesías oceánicas no tiene, en sí, nada de fantástico. Su marina, tanto mercante como de guerra, les permitía llevar a cabo esta hazaña.

En cambio, resulta más difícil imaginar los motivos que tuvieron para guardar en secreto sus descubrimientos. Pero el poderío de su diminuto país se fundaba únicamente en su marina, y el conocimiento exclusivo de unos lugares de aprovisionamiento habría constituido un triunfo muy interesante para ellos. Después, el secreto se habría perdido más o menos en el curso de la Historia. Pensemos, a este respecto, en los vikingos: algunos siglos después de sus expediciones marítimas, hubo que «redescubrir» Groenlandia, Terranova y el Catadá. Tales secretos corporativos son fáciles de guardar y, más aún, de perder.

Pasemos ahora a la hipótesis de Mallery: heredero de una larga serie de tradiciones secretas, Piri Reis debió de tener conocimiento de datos geográficos que, en lo tocante a Groenlandia y a la Antártida, databan de antes de la glaciación. Se plantea una primera cuestión: ¿Cuándo se produjo esta glaciación?

El Año Geofísico Internacional dio vivo impulso, entre otras, a estas investigaciones. En 1957, los trabajos convergentes del doctor J. L. Hough, de la Universidad de Illinois, por medio del sondeo, y del doctor W. D. Hurry, de los laboratorios de geofísica del Instituto Carnegie, por el método del radiocarbono, empezaron a delimitar el problema: el período de glaciación actual de los polos empezó entre 6.000 y 15.000 años atrás. Este margen de incertidumbre ha sido posteriormente muy reducido.

Los especialistas (y en particular Claude Lorius, jefe glaciólogo de las expediciones polares francesas) fijan el comienzo del período glacial entre 9.000 y 10.000 años atrás. Además, están de acuerdo en que acaba de empezar un período de desglaciación. Parece, pues, posible que, hace unos diez milenios, Groenlandia y la Antártida tuviesen la configuración que se observa en los mapas de Piri Reis. Su relieve se manifestaba libremente; una parte de las tierras actualmente cubiertas por el hielo o sumergidas era, entonces, aún visible.

En vista de esto, parece que se podría concluir diciendo que los conocimientos que sirvieron para el trazado de estos mapas datan de unos 10.000 años atrás.

Después de todo lo que acabamos de decir, esta conclusión es inevitable; pero contradice todas las teorías clásicas actuales sobre la historia de la civilización y debe ser considerada con gran cautela. ¿Qué dicen los manuales de Prehistoria? Hace diez mil años, reinaba (si podemos expresarnos así) el hombre de Cro-Magnon, al cual se atribuyen las pinturas de Lascaux, pero que no conocía el trabajo de los metales, ni el cultivo de la tierra, ni la domesticación de los animales.

Ahora bien, Arlington H. Mallery, el gran especialista, dice de los mapas de Piri Reis:

«En la época en que se confeccionó el mapa, no era solamente preciso que hubiese exploradores, sino también técnicos en hidrografía particularmente competentes y organizados, pues no se puede dibujar el mapa del continente o territorios tan extensos como la Antártida, Groenlandia o América, como por lo visto se dibujó hace algunos milenios, si no se es más que un simple individuo o incluso un pequeño grupo de exploradores. Se necesitan técnicos experimentados, conocedores de la astronomía, así como de los métodos necesarios para el trazado de mapas.»

Arlington H. Mallery va aún más lejos. Dice:

«No comprendemos cómo pudieron confeccionarse esos mapas sin la ayuda de la aviación. Además, las longitudes son absolutamente exactas, cosa que nosotros mismos sólo sabemos hacer desde hace apenas dos siglos.»

Habría que proceder, pues, a una «revisión desgarradora» de nuestros conceptos referentes a la historia de la Humanidad. ¿Qué conjeturas podemos hacer sobre una civilización desarrollada que habría existido hace unos diez mil años?

Por su parte, Arlington H. Mallery, especialista de la América precolombina, y que tiene, en este campo, notables descubrimientos en su haber, andaba en busca de una gran civilización desaparecida, que habría existido en el continente americano. Pudo presentar un cúmulo de elementos, algunos de los cuales son desconcertantes, sobre todo unos altos hornos para tratar el hierro -sobre cuya fecha están en desacuerdo los especialistas- y unas piedras provistas de inscripciones.

Este descubrimiento fue hecho en Pensilvania, al este de Harrisburg, en la casa de los hermanos Strong. Los especialistas consultados por Mallery, -Sir W. M. Petrie, Sir Arthur J. Evans y J. L. Myres- descubrieron en tales inscripciones ciertas semejanzas, tal vez fenicias, tal vez cretenses. Sea como fuere, las inscripciones parecían corresponder a una fase anterior a las primeras escrituras mediterráneas, dado que la alfabetización había empezado en ellas, pero la escritura, que ya no es realmente silábica, contiene aún 170 signos. Actualmente, no ha sido todavía descifrada.

Arlington H. Mallery opina que es la escritura de una antigua civilización americana, anterior, naturalmente, a las civilizaciones precolombinas conocidas (inca, maya, o azteca). Se puede conjeturar que éstas conservaron algunos vestigios: así se explicarían la misteriosa fortaleza de Tiahuanaco, cuya fecha ha sido imposible fijar; ciertas particularidades de la astronomía maya, que parece referirse a un estado del cielo anterior en muchos milenios al que conocemos; las extrañas leyendas referentes a antiguos civilizadores; etcétera.

Pero, aun admitiendo que semejante civilización existiese hace diez mil años en el continente americano, aún habría que explicar cómo sus conocimientos geográficos pudieron llegar a Europa.

Y, ya que hemos franqueado ahora el muro de la razón, podemos dar libre curso a la fantasía:

¿Y si esta civilización avanzada hubiese existido, no solamente en América, sino en toda la Tierra?

¿Habría tenido esta civilización un origen extraterrestre?

En lo que atañe a los mapas de Piri Reis, nos resulta muy difícil hacer intervenir a los venusianos o a seres de otros planetas: porque, si, como es de suponer, disponían de los cohetes más perfeccionados, ¿qué necesidad tenían de levantar un mapa detallado, no de los continentes -cosa que aún habría podido explicarse-, sino de las orillas y las costas? Esto no impide, desde luego, que se pueda estudiar este problema; pero los mapas de Piri Reis son obra exclusiva de marinos terrestres.

Entonces, ¿serían habitantes de la Atlántida o de Gondwana?

Pero el desplazamiento de los continentes tiene una historia que se remonta mucho más allá de diez milenios y de la época que nos interesa; estos continentes, si existieron, habían desaparecido o se habían hecho pedazos mucho tiempo antes.

Podríamos suponer, pues, que una rama de la raza humana, coexistente con otras menos desarrolladas, hubiese alcanzado, hace ocho o diez mil años, un grado de civilización considerable, y que tuviese un conocimiento muy completo de su planeta; y que hubiese sido destruida, inopinadamente, por un cataclismo. Charles H. Hapgood se muestra rotundo en sus conclusiones.

Sólo hace un siglo que se empezó a hacer retroceder los límites de la Historia y se encontraron vestigios materiales de civilizaciones hasta entonces consideradas como míticas (Troya, Creta), o incluso desconocidas (Sumer, los hititas, el valle del Indo). El profesor americano declara que hay que continuar las investigaciones, y que éstas habrán de conducir forzosamente al descubrimiento de la avanzada civilización que existió hace diez mil años.

Naturalmente, le dejamos la responsabilidad de estas afirmaciones, apoyadas, repitámoslo una vez más, por una concienzuda experimentación científica. El gran descubrimiento arqueológico del siglo está aún por hacerse…

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Conspiraciones Ocultas

Aida. EL FENÓMENO JOTTS O EFECTO DOPLER, OBJETOS QUE DESAPARECEN Y LUEGO APARECEN EN OTRO LUGAR

El fenómeno Jotts o Efecto Dopler. Muchos dirán que eso debe ser problemas de la memoria o de concentración, personas con algún trastorno de la memoria o simplemente despistados. Pues el fenómeno Jotts que es un acrónimo de la frase inglesa: Just One of Those Things. Mary Rose Barrington, que ha reunido y clasificado numerosos tipos de jotts , explica que el más frecuente es aquel en el que se producen desplazamientos de objetos que pueden ser atribuidos a una especie de “teletransportación”. La investigadora relata una de sus propias experiencias.

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Técnicamente hablando, la teletransportación es la reconstrucción de una copia exacta de un objeto original. Pero, según el principio de incertidumbre, el simple acto de observar un objeto lo perturba e impide que sea una réplica perfecta: se produce lo que los científicos cuánticos llaman “colapso”. En 1993, la ciencia demostró que la teletransportación perfecta es posible en principio, pero solo si se destruye el original. Sin embargo, todo esto ha cambiado hace pocos años. En 1997, un equipo de científicos de Austria y Dinamarca logró teletransportar con éxito fotones sin destruir los originales. Otro gran paso se produjo en 1998, cuando un grupo de físicos del Instituto Tecnológico de California (CIT) realizó la primera teletransportación cuántica con un alto grado de fidelidad. El equipo del CIT teletransportó luz condensada a un metro de distancia. Más adelante, en junio del 2002, científicos australianos teletransportaron con éxito un rayo láser.

La mayoría de ocasiones no hacemos caso o simplemente pensamos que es un descuido por nuestra parte, pero todos los casos no tienen una explicación tan sencilla.

 Teoría

El fenómeno Jotts o Efecto Dopler

Descuido: Este factor es la causa más mundana, en la mayoría de los casos en que los objetos desaparecen y reaparecen. Como hemos comentado anteriormente la mayoría de veces que no encontramos un objeto pensamos que ha sido un descuido por nuestra parte. Pero esta teoría se desmorona en el momento que nosotros somos conscientes de donde hemos dejado el objeto y al recogerlo este ya no está, ¡el objeto ha desaparecido!, a menos que estemos experimentando una ceguera temporal con respecto a este objeto, entonces habría que considerar otras posibilidades.

Póltergeist: desapariciones del más allá: Una de las culpas mas nombradas en el fenómeno de objetos que aparecen y desaparecen es el Póltergeist. Un Poltergeist se define generalmente como un espíritu travieso y ruidoso. La actividad del Poltergeist incluye a menudo inexplicables ruidos, música, olores y el movimiento de los objetos. Si el objeto además de desaparecer le sumamos los olores o los ruidos inexplicables entonces lo podemos asociar al fenómeno poltergeist. También cabe la posibilidad de que seres mitológicos como pueden ser los duendes estén jugando con nosotros ya que en algunos casos se han reportado risas en el momento que se estaba buscando los objetos.

El fenómeno Jotts o Efecto Dopler

Invisibilidad temporal: No hay ninguna hipótesis científica que diga que un objeto se vuelve invisible y después de un tiempo se vuelva visible. Sin embargo, eso es el efecto percibido por algunos investigadores. Esta invisibilidad temporal es de algún modo posible, según algunos investigadores, la entrada en un espiral espacio-tiempo crearía un tipo de magnetismo en ciertos objetos cuya energía generaría un campo capaz de crear dicha invisibilidad. Recordemos que el gobierno de los Estados Unidos ya estuvo trabajando con la invisibilidad de objetos en el Experimento Filadelfia.

Cambio dimensional: La existencia de otras dimensiones es la teoría preferida por los investigadores de este tipo de fenómeno. A veces se refieren como “otros planos de existencia”, estas dimensiones son a veces consideradas como lugares donde pueden residir espíritus, otras formas de vida o incluso nuestro yo en una vida paralela. Posiblemente estos objetos concuerden en espacio-tiempo con esas dimensiones y por ciertos instantes o permanentemente el objeto circule a través de ese campo. Según Jorge Manríque, investigador paranormal, esta teoría seria una de las mas fiables, ya que explicaría la aparición de objetos de otros tiempos en la actualidad.

Testimonio

El fenómeno Jotts o Efecto Dopler“Estaba en el sofá, debajo de mi sentí de repente algún tipo de objeto que me molestaba. Al cogerlo me di cuenta que se trataba de una moneda de plata de Isabel II del siglo pasado. No comprendo que hacia ahí. Juro que nunca vi esa moneda antes y en mi casa no tengo ninguna colección de monedas, apareció de la nada”

¿Tuviste la experiencia de perder algo que luego ha reaparecido misteriosamente en otro lugar inusual sin que pueda explicar cómo se trasladó hasta allí?

No se preocupe, no es ningún tipo de demencia ni trastorno de la memoria. Lo que pasa es que ”Usted ha sido jottleado, tal y como reza un anuncio aparecido en la publicación británica The Paranormal Review que busca testimonios de personas que hayan tenido experiencias de este tipo que, no por cotidianas, dejan de parecer paranormales.

Las Diferentes clases de Jotts

La Parapsicóloga Mary Rose Barrington ha creado una clasificación de los jotts

Paseador: Cuando un objeto desaparece de un lugar conocido y luego aparece en otro sitio inusual sin que se pueda explicar cómo llegó allí.

Retornador: Es una variante del anterior. Un objeto desaparece de un lugar conocido y luego a veces minutos, y en ocasiones años después  reaparece misteriosamente en el mismo lugar.

Volador: Un Objeto desaparece de un lugar conocido y nunca reaparece. El jott volador puede ser la etapa 1 de un jott paseador con un periodo de desaparación excepcionálmente largo.

Aparecido: Un objeto conocido para el observador que está en un lugar no habitual regresa a su emplazamiento normal. Parece ser la etapa 2 de un jott paseador.

Sin duda un tema interesante e intrigante a la vez, al pensar en una realidad invisible que está latente y presente en cada día de nuestros días.

planetamisterio

Aida. OVNI grabado por Cámara GoPro en Colombia

Le compartimos a Ud. estimado lector un interesante videograbado en Colombia. Se trata de un video tipo TimeLapse, donde las imágenes se conforman por unasucesión de tomas fotográficas a alta velocidad. Las imágenes obtenidas en la localidad dePopayán y subidas a la red éste 8 de Abril (2015) muestran como un objeto luminoso atraviesa elcuadro completo de la toma. Atención a latrayectoria de vuelo. ¿Ud. que dice?
Observa el Video:

Últimos Avistamientos de Ovnis

Aida. Lo malo del pensamiento es cuando te identificas con él.

 

Es necesario hacer silencios en la mente y en las emociones para contemplar y experimentar directamente la vida.



Entender es intelectualizar, teorizar; comprender es experimentar la Unidad.
Has de distinguir muy bien lo que significa comprender para no confundirte creyendo que estás comprendiendo cuando solamente entiendes cosas. Entender cosas es descifrar símbolos: descifras símbolos del lenguaje o descifras símbolos matemáticos, símbolos técnicos u otros. Entonces entiendes. También hay a quien le interesa descifrar símbolos religiosos. Entonces entiende de eso, de descifrar símbolos. Pero eso no es comprensión; comprender es integrar cada una y todas las cosas en una totalidad.

Consuelo Martín nos ayuda a comprender los planos y caminos que pueden conducirnos a experimentar la Unidad.

¿Qué tienen en común la filosofía y la meditación?

Meditación es un término que se aplica a muchas prácticas mentales diferentes, algunas muy superficiales. La meditación a la que acostumbro a llamar “contemplación”, para evitar esa ambigüedad, consiste en profundizar en la mente y en el corazón.
La dirección ha de ser clara: hacia lo Real, más allá de las apariencias. Si no se hace una investigación filosófica sobre esa diferencia, no es posible tomar la dirección correcta. Por eso, ambas cosas, investigación y contemplación, han de ir juntas. En los dos casos se ha de traspasar la zona del pensamiento mecánico.



¿Qué tiene de malo el pensamiento?

No es malo ni bueno, simplemente es un instrumento psicofísico mecánico, no creativo, que, habitual e inconscientemente, se identifica con la propia identidad. En esa identificación está el problema.

El pensamiento nos puede ofrecer soluciones en los conflictos, tranquilidad, felicidad incluso ¿O no es así?

La visión de la Verdad es lo único que ofrece eso. Por no haber observado el funcionamiento de la mente se puede confundir una intuición o visión verdadera con el pensamiento que la formula.

¿Qué nos aporta el silencio (la meditación, la contemplación) que no puede aportarnos el pensamiento?

Es necesario hacer silencio en los pensamientos y en las emociones que ocasionan para poder observar el funcionamiento de la mente. Al hacerlo, y no antes, se descubre que la realidad no es lo que parecía mientras estábamos identificados con los pensamientos, es decir, con las sensaciones interpretadas, con teorías o doctrinas acumuladas en la memoria y luego repetidas de mente en mente.

¿Qué significa que en el silencio están todas las respuestas?

El silencio da entrada a una visión directa de la Realidad. Desde él se percibe ya la brisa de algo verdadero; y se descubre allí también algo de la plenitud del Ser a distintos niveles de percepción.

¿De dónde surge la paz mental, la felicidad?

La paz y felicidad que anhelamos están en lo profundo de nosotros mismos y únicamente desde allí la recibe la persona. Creemos que la persona la obtiene desde fuera y la buscamos inútilmente en experiencias exteriores. Ese es un error de graves consecuencias. Nos falta lucidez.

¿En qué consiste vivir con lucidez?

Atravesadas las zonas condicionadas por creencias y emociones de todas clases, la Luz de la conciencia que eres se manifiesta en un vivir sereno, armonioso y creativo. La claridad de la conciencia ilumina nuestra vida. Esto quiere decir que lo que vivimos es siempre expresión del lugar interno de la conciencia en que nos encontramos.

¿Cómo me puede ayudar la contemplación a vivir con lucidez?

Contemplar es profundizar más y más en la conciencia. Al hacerlo, veo todo más claro y, por consiguiente, me muevo de manera más inteligente y armoniosa. Al hacerlo, lo descubriré. Pensar sobre ello, mantenerlo en la memoria como una teoría más, no servirá de nada.

¿De qué hablamos cuando hablamos de contemplación?

Nos estamos refiriendo aquí a una nueva manera de colocar la mente mirando hacia el origen de la Luz. Esto no es un ejercicio que se aprende por repetición y se hace para conseguir algo ajeno al meditar mismo, pues el mismo deseo de conseguir algo obstaculiza esa colocación mental. La contemplación se realiza por amor a la Verdad, a la Libertad, a la Belleza o al Amor mismo.

Dada nuestra cultura occidental, con tendencia a la actividad y hasta a la hiperactividad, ¿resulta factible o puede resultar contraproducente forzarnos a la quietud de la contemplación?

No puede tratarse de forzar nada en la contemplación. Sin la verdadera vocación por contemplar no tiene sentido intentarlo pues la intención sería falsa y los resultados engañosos. Antes de contemplar, o meditar, ha de darse en la persona un “des-engaño” por buscar la felicidad y realización en lo externo, en las apariencias. Y aquí, volvemos a la necesidad de la reflexión e investigación filosófica vivencial.

¿Qué le aporta la contemplación a nuestra vida?

No se medita para conseguir mejores cosas o situaciones en la vida. Se hace, en realidad, cuando hay un anhelo intenso por descubrir la vida verdadera. Si ese anhelo está tapado con evasiones, no se emprenderá un camino contemplativo hasta haberlo puesto al descubierto. Intentarlo por mera curiosidad no llevará a ninguna parte. Las vicisitudes de la vida pueden parecer que van abriendo paso a esa sincera necesidad, pero no sucede así necesariamente.

¿Qué le aporta la belleza a nuestra vida? ¿Dónde buscarla?

Si lo que anhelamos es la Belleza verdadera hemos de ir a buscarla donde se encuentra, en el origen de nuestro anhelo. Eso requiere silencio de emociones y deseos. Contemplar la Belleza traerá belleza a nuestra vida.

¿Qué le aporta el silencio a nuestra vida? ¿Cómo conseguir situaciones de silencio?

El silencio está siempre detrás del ruido de los pensamientos y emociones, detrás de la distracción con las sensaciones y actividades. El silencio está siempre ahí. Habría que hacer una parada del aturdimiento y volvernos a nuestro interior. ¿Cómo conseguir el silencio? Mejor tendríamos que preguntarnos como conseguimos ahogar con nuestras distracciones la bella melodía del silencio. En contacto con la naturaleza es más fácil percibir esa bella melodía.

En un reportaje, en una revista dominical, se contaba que en algunos retiros de aislamiento y silencio un importante porcentaje de gente “huye” el segundo día, ¿por qué? ¿Qué transmite el silencio que puede producir esta sensación de pánico y huída hacia la actividad y el ruido?

Si eso es así, tal como dices -pues nunca lo he comprobado en mi trabajo-, debe haber un error en la oferta y en la demanda de esos “retiros”. La comprensión y el desengaño de lo falso tienen que ir, repito, a la par de la meditación y el silencio. Forzar disciplinas o ejercicios sin la comprensión necesaria no tiene sentido.

¿Cómo nos conduce el silencio al autoconocimiento y la paz mental?

El silencio no es utilizable para nada. Aquello que es nuevo y creativo en cada instante no se puede manipular. La paz y el autoconocimiento brotan de la mirada serena de una mente silenciosa. Sin embargo, la actitud de querer conseguir algo impide esa mirada límpida.

¿Qué le aporta el sufrimiento a nuestra vida? ¿Cómo utilizarlo para el crecimiento personal?

El sufrimiento, no el físico sino el psicológico, sobreviene por no comprender la vida. Y mientras no haya comprensión, el sufrimiento no aportará nada positivo. Si al sufrir comprendo que he tomado un camino equivocado en mi interior, entonces lo vivido es un aprender.

¿A qué se refiere cuado habla de la “unidad”, de que “no hay separación”? ¿Qué le aporta esa experiencia a nuestra vida?

Al hablar de la unidad hago referencia a la Conciencia única. Es el origen de todo, lo Real tras las apariencias sensoriales, emocionales y mentales que sí son múltiples. Al intuir la unidad a pesar de las experiencias psicofísicas de separación descubro el Amor, la Belleza y la Libertad incondicionados.

La investigación versus la obediencia.
Obedecer significa decir: “No investigo más”, me dejo llevar por otro, sigo algo sin haberlo visto”. Esto, es obvio, no puede ser el camino de la verdad. Vamos a ponernos en el extremo: ¿Y si obedecemos a una persona con sabiduría? El hecho de obedecer es funesto; ni tan siquiera a una persona sabia debemos obedecer. Podemos estar con ella o mirar desde donde ella mira. Pero no hay que seguir a ningún maestro o maestra cualificada de cualquier religión, ni tan siquiera a Buda o a una persona tan libre como Krishnamurti. No hay que seguir a nadie, porque obedecer es ya el obstáculo. De hecho, ninguna persona con sabiduría incitaría a nadie a que le obedeciese, y si alguien lo hace, es un síntoma claro de que no es sabio.

Sobre el amor.

Sin sabiduría no hay verdadero amor. Sin sabiduría, el amor que existe es el amor convencional, con apegos: amo lo mío, lo que me gusta, lo que me apoya, etc. O también el amor biológico, que me produce una satisfacción física. O el amor afectivo, con dependencias psicológicas. O el amor mental: mis ideas, mis opiniones, etc. Pero no el amor que viene de la comprensión de la unidad.

Comprender versus entender.

Has de distinguir muy bien lo que significa comprender para no confundirte creyendo que estás comprendiendo cuando solamente entiendes cosas. Entender cosas es descifrar símbolos: descifras símbolos del lenguaje o descifras símbolos matemáticos, símbolos técnicos u otros. Entonces entiendes. También hay a quien le interesa descifrar símbolos religiosos. Entonces entiende de eso, de descifrar símbolos. Pero eso no es comprensión; comprender es integrar cada una y todas las cosas en una totalidad.
Entender es intelectualizar, teorizar; comprender es experimentar la Unidad.

Comprender para amar.

No es posible comprender (experimentar) cuando estás entretenido con tus pensamientos y sus emociones: “¿Por qué  me pasa esto a mí?” “Qué haré en tal situación?” “Tengo que conseguir esto” “Tengo que convencer a esta persona para que haga esto otro”… De esa manera, con todas esas preocupaciones e inquietudes, no es posible comprender. Y si no comprendes no amas. Por tanto, no es posible el amor.

Otras frases de Consuelo Martín:

Hay sabiduría cuando podemos ver el paso del tiempo serenamente, cuando podemos verlo tal y como es.
El pensamiento, en sí mismo, no tiene por qué crear ninguna emoción. Eso sólo sucede cuando un pensamiento se convierte en creencia.
Cuando hablamos de silencio nos referimos al silencio de lo sensorial, de las emociones, del pensamiento. Sólo en ese silencio es posible despertar a lo real. Después de que hayamos despertado y aprendido a vivir en silencio, podremos vivir lo real despiertos, lúcidos, incluso con pensamientos y emociones.

De sus investigaciones sobre “ser consciente en la vida”.

  • He visto que todos los problemas que aparecen fuera, en mi vida, se ocasionan por los nudos psicológicos que llevo dentro; que si no deshago los nudos, no va a desaparecer el problema.
  • Qué hago queriendo cambiar la situación, a las personas, a mí misma?
  • Cómo me entretengo con el sueño cuando ya he visto que es sólo un sueño?
    Cómo es que no me dedico únicamente a estar más despierta? Es fuerte la hipnosis. He debido tomar una droga muy fuerte.
    Y la única salida de ello es contemplar y contemplar y contemplar.
    Y en este camino, la paciencia tiene que ser infinita.
  • No hay inteligencia cuando tomo en cuenta los pensamientos, cualesquiera que sean. En el pensar no está la Unidad.
  • Los deseos, cuando vienen del pensamiento, no hacen más que ofuscarnos más y más.
  • También cuando deseo se está manifestando la voluntad divina.
  • En qué consiste exactamente eso del deseo?
    Algo me falta y tengo que conseguirlo por encima de todo.
    Quizás eso que me falta no es lo que cero que me falta.
    Lo que me falta es ser lo que soy, saber lo que soy, que es pleno.
  • Cuando voy detrás de mis deseos (lo que creo que deseo) estoy añadiendo cosas ilusorias a un paisaje ilusorio.
    Si anhelo la plenitud, ¿no será que ya soy eso que anhelo? ¿No será que me he alejado de mi verdadero ser, de mi plenitud?
  • Los deseos pueden ser una pista de qué aspectos de mi verdadero ser está clamando ser reconocido.
    Si es el amor, la mayoría de mis deseos serán de tipo afectivo.
    Por qué no me quedo quieta (en vez de salir a buscar) y contemplo ese amor que está empujando?
    Lo tangible es lo más irreal: aparece y desaparece.
    Cuando contemplo el Amor soy el Amor.
  • Observa el deseo y quita el veneno del deseo, la compulsión, lo que te arrastra, la dependencia.
  • Nada deshace la ilusión excepto darme cuenta de ello.

La autora.

Consuelo Martín es doctora en Filosofía, especialista en filosofía vedanta advaita  (de la India) y directora de “Viveka”, revista de meditación. Dirige retiros y seminarios de meditación contemplativa. Es autora de “La vida como inspiración” (Obelisco), “La revolución del silencio” (Gaia) y “La libertad y el amor” (Obelisco), entre otros.

Los libros.

El arte de la contemplación.

La aventura de vivir con lucidez.
La contemplación no está separada de la vida; forma parte del vivir. De hecho, es la esencia misma de la vida.Y porque es la esencia de la vida, contemplar no requiere de ningún conocimiento misterioso ni adiestrarse en una enrevesada técnica. Somos ya conciencia contemplativa.

La revolución del silencio.
El pasaje a la no-dualidad

En la contemplación silenciosa se produce una investigación vivencial en la misma conciencia que investiga. La acción de la sabiduría en la conciencia de quien contempla es una verdadera revolución: la revolución del silencio.


Entrevista realizada por: Marié Morales.

Fuente: crecejoven

 

Aida. La misteriosa Esfera Betz: ¿Artefacto extraterrestre o dispositivo del juicio final?

La misteriosa Esfera Betz: ¿Artefacto extraterrestre o dispositivo del juicio final?

Desde tiempos inmemorables, muchas personas han descubierto misteriosos objetos que parecen ser evidencias de visitas de civilizaciones extraterrestres, viajeros del tiempo o civilizaciones perdidas como la Atlántida. Incluso en algunos casos parecen demostrar que algunos pueblos antiguos eran mucho más avanzados de lo que nos pensamos. Pero sea cual sea la respuesta no es difícil quedar atrapado ante el misterio y la intriga de estos desconcertantes y a menudo extraños objetos antiguos, la mayoría de los cuales simplementeno pueden ser explicados por la ciencia moderna.

Un ejemplo de esto tuvo lugar en 1974, cuando una extraña bola de metal se convirtió en el centro de interés de los principales medios de comunicación de los Estados Unidos. Conocida como la “Esfera Betz”, el objeto nunca pudo ser explicado por expertos, aunque se ofrecieron diversas teorías, incluyendo que se trataba de un artefacto de origen extraterrestre o incluso un arma apocalíptica.

El Descubrimiento

El 26 de mayo de 1974, Terry Mathew Betz, un estudiante de medicina de 21 años, encontró el extraño objeto después de que un incendio forestal destruyera una gran zona de un bosque cercano cerca de su casa en Jacksonville, Florida. La bola metálica de unos 20 centímetros de diámetro, estaba en perfecto estado y solo contaba con una sola marca, un triángulo alargado impreso en un lado. En un principio, la familia pensó que se trataba del resto de un satélite o un equipo militar caído, sin embargo, no había ningún cráter causado por el impacto o cualquier otro signo de daños en el alrededor. En lugar de ello, la familia simplemente se quedaron el “orbe metálico”como recuerdo, sin darle mayor importancia.

Fenómenos inexplicables

Sin embargo, la “Esfera Betz” comenzó a hacer cosas extrañas dos semanas después del descubrimiento. Un día Terry estaba tocando la guitarra en su habitación con la esfera cuando comenzó a vibrar y comenzó a emitir un extraño sonido palpitante en respuesta a ciertas notas. El perro de la familia también tenía un comportamiento extraño, como si el objeto estuviera emitiendo una especie de onda de alta frecuencia fuera del rango auditivo de los seres humanos.

Pero estos no fueron los únicos extraños sucesos relacionados con la bola metílica, los Betzes descubrieron que si empujaban el orbe por el suelo, cambiaba de dirección, y luego regresaba al punto inicial. También afirmaron escuchar una especie de sonido de baja frecuencia, como si hubiera “un motor en su interior”. De hecho, los Betzes estaban tan preocupados por el movimiento independiente de la esfera, que decidieron dejarla encerrada en una habitación por las noches.

La “Esfera de Betz” y los medios de comunicación

Frente a tantas preguntas inexplicables, los Betzes decidieron informar a los medios de comunicación en un intento de encontrar una explicación a algunas de las enigmáticas habilidades de la bola. Sus afirmaciones fueron corroboradas por un periodista del St. Petersburg Times (el actual Tampa Bay Times), Lon Enger. Aunque el periodista decía ser escéptico con la historia de los Betzes, Enger explicó lo siguiente:

“La Señora Betz me dijo que lo pusiera en el suelo y que le diera un empujón”, explicó Lon Enger. “Rodó un rato y se detuvo. ¿Y qué? Ella dijo que sólo tenía que esperar un minuto. Resultó que por sí mismo rodó hacia la derecha unos metros y se detuvo. Luego regresó de nuevo y giró a la izquierda a unos dos metros y medio, hizo un gran arco y volvió justo a mis pies.”

Misteriosa Esfera Betz

Después de esto, la Marina de los Estados Unidos y la NASA contactaron con la familia Betz para solicitar una investigación de la esfera. Los Betzes se negaron, ya que no estaban dispuestos a confiar a nadie. Pero no pasó mucho tiempo antes de que la historia diera otro giro inesperado. Los Betzes informaron de extrañas perturbaciones sobrenaturales, incluidos el extraño sonido de un órgano por la noche y portazos cuando todos estaban todos durmiendo. Frente a esto, finalmente entregaron el orbe a la Marina de los Estados Unidos.

La investigación

La familia entregó el orbe a la Estación Aérea Naval de Jacksonville, cuyos expertos realzaron pruebas de rayos X a la esfera. Inicialmente, los investigadores no consiguieron resultados concretos ya que sus equipos de rayos X eran incapaces de penetrar en la esfera.

“Nuestros primeros intentos de pruebas de rayos X no nos llevaron a ninguna parte”, dijo Chris Berninger, portavoz de la Marina de los Estados Unidos. “Vamos a utilizar una máquina más poderosa y realizaremos pruebas de espectrógrafo para determinar de qué metal está hecho… Ciertamente es muy extraño.”

Los científicos fueron capaces de determinar ciertas características, como que era de unos 20 centímetros de diámetro y pesaba unos 9 kilos. También dedujeron que el orbe estaba cubierto por una placa metálica de tres centímetros de espesor y que podía soportar una gran presión. Estaba hecha de acero inoxidable, más específicamente aleación ferrosa 431.

La misteriosa Esfera Betz

El equipo de la Marina utilizó eventualmente un potente equipo de rayos X para penetrar el orbe, y descubrieron otros dos objetos redondos dentro de la esfera que a su vez estaban rodeados por un “halo” hechos de un material de densidad inusual. Después de determinar que no era propiedad militar, el orbe fue devuelto a los Betzes. La Marina quería corta la esfera, sin embargo Gerri Betz, el padre de la familia, se negó. En última instancia Berninger concluyó:

“Yo no sé quién lo fabricó, pero creo que es terrestre”, dijo Berninger. “Sabemos que no es un explosivo y no es peligroso.”

¿Una gran bomba nuclear?

Los Betzes utilizaron la esfera durante algún tiempo como prueba de la existencia de vida extraterrestre. Según el The National Enquirer, otorgaría 50.000 dólares a toda persona que pudiera que proporcionar una prueba inequívoca de la existencia de ovnis. Está claro que no ganaron el premio.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo después de que el Dr. James Albert Harder, profesor de la Universidad de California, se involucrara en la investigación. Examinó la esfera y llegó a una dramática conclusión. Él Dr. Harder afirmó, basándose en sus estudios de rayos X, que las dos esferas internas estaban hechas de elementos más pesados ​​que cualquier cosa conocida por la ciencia. Si perforaran la esfera explotaría como una bomba atómica.

Esfera Betz artefacto extraterrestre

La versión oficial

A parte de la teoría extraterrestre y su potencial explosivo, también hay otras tantas explicaciones razonables. La teoría principal fue que la “Esfera Betz” en realidad era un rodamiento de una válvula bastante corriente. Aunque la esfera ha desaparecido desde entonces, Lottie Robinson, un residente de Florida, cuando vio una imagen de la esfera la reconoció como suya. Una fábrica de papel la identifico como un cojinete de una válvula usado en algunos de los tubos más grandes de su fábrica. ¿Pero cómo que la Marina de los Estados Unidos no reconoció que se trataba del rodamiento de la válvula de una fábrica?

Los más escépticos sugieren que el hecho de la Marina no reconociera la esfera como el rodamiento de una válvula podría ser debido a que estaba en una escala mayor que los utilizados en aviones militares y vehículos marinos. Además, simplemente se encargaron de determinar que no era de su propiedad y que no era peligroso.

Pero ¿cómo terminó cerca de la casa de los Betzes? Bueno, la versión oficial dice que un escultor con el nombre de James Durling-Jones se encontraba por el área de Jacksonville tres años antes para recoger algunos rodamientos de un amigo suyo y que había a robado del gran complejo industrial donde trabajaba. Afirmó que le entregó dos esferas, una de 20 centímetros y con un peso de unos 10 kilos (igual que la “Esfera Betz”), y la otra bola era de unos 25 centímetros de diámetro con un peso de 30 kilos. Cuando James pasó por la zona de Jacksonville, una de las esferas salio despedida de su autocaravana y se perdió.

Esfera Betz dispositivo juicio final

¿Y qué pasa con los fenómenos sobrenaturales?

Hay que recocer que la historia de James Durling-Jones es muy convincente, ¿pero qué pasa con todos los fenómenos sobrenaturales? La esfera provocaba inusuales fenómenos inexplicables que fueron presenciados por un recocido periodista. Además, que sepamos un rodamiento no tiene otras esferas en su interior y tampoco emiten sonidos como si hubiera un motor en su interior. Y no nos podemos olvidar del comportamiento del perro de la familia, que como hemos comentado en diversas ocasiones, tienen un sexto sentido que les permite detectar variaciones energéticas. Todo parece indicar que la enigmática esfera no era un simple rodamiento. Entonces, ¿podría ser un objeto procedente de otros mundos? ¿O se trataba de una gran bomba nuclear? Sea cual sea la respuesta, el misterio continuará para siempre

Mundo Esotérico y Paranormal

Aida. MIsterios del desierto. Y, no es Petra.

En medio de la gran, dorado desierto del norte de Arabia Saudita, un castillo se levanta de la arena, que emerge de una enorme piedra. Su fachada es de todas las líneas limpias y los ángulos rectos, en contraste con la superficie natural de la piedra, y la estructura es instantáneamente llamativo. Al verla, no puede dejar de preguntarse: ¿Quién lo construyó? ¿Por qué? ¿Cuánto tiempo ha estado aquí, mirando hacia el desierto vacío? La estructura es conocida como Qasr al-Farid, que significa «solitario castillo», y fue construido en el siglo I, durante el reino preislámica nabateo. Se encuentra ubicado en Almaden Saleh, también conocido como Al-Hiyr o Hegra, y es uno de más de un centenar de monumentos similares en la zona. Si usted recuerda la ciudad tallada de Petra en la actual Jordania, lo que debería. Petra fue la capital del reino nabateo. Mada’in Saleh fue la segunda ciudad más grande y fue un importante centro de comercio. Qasr al-Farid no es en realidad un castillo, sin embargo; es una tumba. Es sin terminar, y en su estado inacabado, que nos permite echar un vistazo a cómo los nabateos construyeron sus edificios de piedra maciza. Les gustaba usar piezas únicas de la piedra arenisca, tallado y de arriba hacia abajo. También pidieron prestado elementos decorativos de Egipto, helenístico, y estilos asirios. El tamaño de la tumba indica el estatus social de la persona. Qasr al-Farid es la más grande de las 131 tumbas en la zona. A pesar de haber enfrentado a los elementos de 1.900 años, Qasr al-Farid se encuentra en muy buen estado gracias al clima seco.

fuente/disclose.tv

Sabiens

Aida. VALERI SPIRIDONOV, SERA LA PRIMERA PERSONA EN EL MUNDO EN SOMETERSE A UN TRANSPLANTE DE CABEZA

El programador ruso Valeri Spiridónov, la primera persona en el mundo que se someterá a un trasplante de cabeza, explica cómo se atrevió a involucrarse en una operación semejante.

Valeri Spiridónov
Spiridónov, de 30 años, explicó a la cadena de televisión rusa Zvezdá que no tiene más salida que esta, ya que, de lo contrario, muy pronto podría encontrarse postrado en la misma situación que el científico Stephen Hawking.
«Tengo que hacerlo, porque no tengo muchas opciones. Mi decisión es definitiva, y no pienso cambiarla», sostiene.
«Este experimento es un gran avance   equivalente al vuelo de Gagarin. Objetivamente, no tengo los recursos materiales para pagarlo, pero estoy dispuesto a entregarme a la ciencia», señala.
Cuando tenía un año a Spiridonov le fue diagnosticado una pérdida muscular rara debido a la enfermedad de Werdnig-Hoffman, que afecta a las neuronasde la médula espinal y hace que la persona quede completamente inmovilizada. Su enfermedad progresa con cada día que pasa.
Según el científico italiano Sergio Canavero, autor de esta técnica quirúrgica, la clave de la operación pasa por la realización de un corte mínimamente traumático de la médula espinal practicado con un cuchillo extrafino en condiciones de hipotermia profunda para proteger las estructuras cerebrales.
Según el médico, eligieron a Valeri Spiridónov porque, en primer, lugar esta operación ha sido desarrollada especialmente para pacientes de este tipo.
La clave del éxito reside en la posibilidad teórica de fundir las prolongaciones nerviosas en una «cuerda» mediante el uso de fusógenos o selladores de membrana.
El proceso consiste en unir la parte de la espina dorsal en la cabeza separada con la parte de la espina dorsal que queda en el cuerpo receptor usando una sustancia química. Después los cirujanos suturan los músculos y conductos sanguíneos.

777 NOTICIAS DE LA CIENCIA

Aida. “Quiero ser maestra, quiero enseñar a muchos niños y niñas”

Son palabras de marcela quinillo, la protagonista de la campaña “Vidas que construyen futuro que Entreculturas acaba de lanzar y que muestra la fuerza transformadora de la cooperación a través de la vida de varias personas.

Marcela tiene 13 años y vive en Santa Lucía La Reforma, una pequeña población rural que se encuentra en Totonicapán, Guatemala. Vive con su madre y sus cuatro hermanos pequeños y cuentan con pocos recursos. Su madre tiene que salir a trabajar y es ella quien, antes de ir al colegio, da de comer a sus hermanos. “Me levanto a las 6 de la mañana, lavo el maíz, lo pongo al fuego y preparo la comida a mis hermanos para poder ir a la escuela después”.

A pesar del largo camino que tiene hasta su escuela, el centro Chiguán de Fe y Alegría, Marcela siempre tiene ganas de aprender. Es una oportunidad para cambiar su futuro y mejorar su situación y la de su familia.

Guatemala es uno de los países con mayor índice de pobreza de América Latina, y con una de las mayores brechas de desigualdad del continente. La zona rural y las zonas urbanas marginales son las más castigadas, y las que tienen los índices más bajos de acceso a la red sanitaria, de finalización de la escuela primaria, de esperanza de vida o de malnutrición. Los indicadores educativos son muy alarmantes, es el segundo país con mayor índice de analfabetismo de América Latina y el Caribe. Los residentes del área rural, las mujeres, los pobres extremos y los no ladinos presentan mayores niveles de analfabetismo, por lo que el mayor rezago ocurre entre estratos económicos más desfavorecidos donde tres de cada cinco personas adultas son analfabetas.

Desde Entreculturas apoyamos la red de Escuelas Multigrado de Fe y Alegría en Guatemala, donde se ofrece educación gratuita en los niveles de preprimaria y primaria, incluyendo programas de educación bilingüe intercultural y de “desayunos escolares” para frenar la desnutrición infantil y mejorar el rendimiento escolar de los niños y niñas de las zonas más empobrecidas del país. En el departamento de Totonicapán, situado en la región Sur-Occidental, donde se encuentra el municipio de Santa Lucía La Reforma, contamos con una red de 11 escuelas que atienden a más de 800 niños y niñas.

Y es que la cooperación transforma realidades, la cooperación son vidas e historias concretas como la de marcela o; la de abou maliense migrante en España; la de noelia y alba, de la Red Solidaria de Jóvenes de Badajoz; la de pedro, voluntario VOLPA durante 2 años en la frontera de Perú-Chile; la de lorena, coordinadora de la Red SJR Colegios en Colombia y la de ángela de Manta, Ecuador. Sus vidas construyen futuro, son los rostros, las historias de algunas de las muchas personas que están detrás de los proyectos y acciones que lleva a cabo Entreculturas. Ellas son el corazón de nuestro trabajo y el impulso que nos anima a seguir trabajando para que el derecho a una educación de calidad sea una realidad para todas las personas del mundo.

Y para que esta realidad se materialice necesitamos la ayuda y el compromiso de todos y todas, pero especialmente la de nuestras administraciones públicas. Debemos seguir reclamando una política pública de cooperación que apueste por la disminución de la pobreza, el ejercicio de los derechos humanos y la promoción de sociedades más justas y sostenibles. Sin embargo, pese a la demanda internacional e histórica de invertir un 0,7% del PIB en esta materia, España se ha situado muy por debajo de esta cifra, con un presupuesto mínimo en 2015 del 0,17%.

En lo que se refiere a la educación, el porcentaje de la Ayuda Oficial también se ha visto reducido de manera considerable. Específicamente la Educación Básica suponía en el año 2013 tan sólo un 0,91% de la AOD total, una cifra muy lejana al 8% que recomiendan sendas proposiciones no de ley aprobadas por el Congreso de los Diputados.

En Entreculturas estamos convencidos de que la educación es la herramienta más potente para combatir la pobreza y la desigualdad. Es fundamental para construir un mundo más justo, un futuro de esperanza. Por ello, llevamos a cabo proyectos educativos en 19 países de América Latina y Caribe, en 18 países de África y en 2 países de Asia. Este trabajo lo realizamos junto a nuestros socios en terreno, siendo los principales: Fe y Alegría (FyA) Internacional y el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS).

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Fuente: Noticia Positiva del Día

“Viaje al centro de la Tierra”, de Julio Verne, ¿fue algo más que una obra de ficción?

Viaje al centro de la Tierra es una novela de Julio Verne, publicada el 25 de noviembre de 1864, que trata de la expedición de un profesor de mineralogía, su sobrino y un guía al interior del globo. Guardado en el manuscrito original de la Heimskringla, de Snorri Sturluson, que ha encontrado en la tienda de un judío, el profesor alemán Otto Lidenbrock descubre un pergamino con un texto cifrado. El autor es un sabio islandés del siglo XVI que afirma haber llegado al centro de la Tierra: Arne Saknussemm. El profesor Imagen 3Lidenbrock pretende seguir los pasos del explorador Saknussemm y emprende una expedición acompañado por su escéptico sobrino Axel y el impasible guía islandés Hans. El grupo ingresa por un volcán hacia el interior del globo terráqueo, en donde vivirán innumerables peripecias, incluyendo el asombroso descubrimiento de un mar interior y un mundo mesozoico completo enterrado en las profundidades, así como la existencia de iluminación de carácter eléctrico. Según J.J. Benitez, en su obra “Yo, Julio Verne“, la mayoría de los estudiosos de la vida y obra de  Julio Verne aceptan que fue un iniciado; es decir, que estaba en posesión de verdades o enseñanzas ocultas. Y admiten igualmente que sus obras maestras están escritas en clave, así como que pudo pertenecer a una determinada escuela esotérica y que, incluso, varios de sus libros fueron «dirigidos» por los «sumos sacerdotes» de esa secreta hermandad. Pues bien, a pesar de este unánime reconocimiento, los especialistas han pasado por alto el más que probable significado cabalístico de su epitafio: “Hacia la inmortalidad y la eterna juventud“. Ésta, al parecer, era la sentencia esculpida en la tumba de Verne, en el cementerio de La Madeleine, en la ciudad francesa de Amiens, al norte de París. La tumba de Verne, en Amiens, es la síntesis simbólica y esotérica de un gran iniciado. La rama de palmera es lo más apropiado. No en vano, en griego, se denomina «phoenix» al inmortal pájaro que renace de sus propias cenizas. “Hay que saber morir para renacer“, en palabras de H. Lawrence. Y la palmera es también el árbol de la vida de los cabalistas, así como la asociación iniciática sufí. La estrella de seis puntas es la unión del fuego y el agua para la reconstrucción interior del «fuego celeste», que los cabalistas llaman «shamaim». En cuanto a la cruz inscrita en un círculo, alude a la «cuadratura del círculo»: el opus alquímico completo, acabado y realizado. La rama de olivo es la «paz del justo», una versión bíblica del laurel olímpico. La lápida pentagonal es pitagórica, mientras que los siete abetos son quizá el misterio más grande.

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La obra póstuma de Saint-Yves d´Alveydre,  titulada Mission de l´Inde, que fue publicada en 1910, contiene la descripción de un centro iniciático misterioso designado bajo el nombre de Agharta. Pero muchos lectores de dicho libro debieron suponer que eso no era más que un relato puramente imaginario, una suerte de ficción que no reposaba sobre nada real. En efecto, si se quiere tomar todo al pie de la letra, hay algunas inverosimilitudes que, al menos para aquellos que se atienen a las apariencias exteriores, podrían justificar una tal apreciación. Y sin duda Saint-Yves había tenido buenas razones para no hacer aparecer él mismo esta obra, escrita desde hacía bastante tiempo, y que verdaderamente no estaba puesta a punto. Por otra parte, hasta entonces, en Europa no se había hecho apenas mención del Agharta y de su jefe, el Brahmâtmâ, más que por el escritor Louis Jacolliot. Se cree que éste había oído hablar realmente de estas cosas en el curso de su estancia en la India, pero que después las había arreglado de una  manera eminentemente fantasiosa. Pero, en 1924, se produjo un hecho inesperado: el libro titulado “Bestias, Hombres, Dioses”, en el que Ferdinand Ossendowski cuenta las peripecias de un viaje accidentado que hizo en 1920 y 1921 a través de Asia central, encierra, sobre todo en su última parte, relatos casi idénticos a los de Saint-Yves. Y el ruido que se produjo alrededor de este libro proporciona una ocasión favorable para romper el silencio sobre esa cuestión del Agharta. Fernando Ossendowski, en su libro “Bestias, Hombres, Dioses”, explica una profecía desconocida para la gran mayoría de la gente, pero no por eso menos inquietante. Fue anunciada, tal como dice el texto, a finales del siglo XIX a los lamas de un monasterio budista en Asia. Y fue escrita por el autor del libro mencionado a comienzos del siglo XX, según consta en los registros editoriales. Al analizar esta profecía detalladamente podemos observar interesantes similitudes con acontecimientos sucedidos durante el siglo XX. El texto es el siguiente: “El hutuktu de Narabanchi me refirió lo siguiente, cuando tuve ocasión de visitarle en su monasterio al empezar el año 1921: -la vez que el rey del mundo apareció a los lamas de nuestro monasterio, favorecidos por Dios, hace treinta años, hizo una profecía relativa a los años venideros, que entre otras cosas, dice: …… Enseguida vendrán dieciocho años de guerra y cataclismos… Luego los pueblos de Agharta saldrán de sus cavernas subterráneas y aparecerán en la superficie de la tierra…“. Agartha, también conocida o denominada Agarthi, Agharta o Agharta, es, según la tradición oriental, un reino constituido por numerosas galerías subterráneas que conectan con decenas de ciudades intraterrestres habitadas por seres de un altísimo nivel de conocimiento, que custodian y preservan la evolución planetaria. Seguir leyendo “Viaje al centro de la Tierra”, de Julio Verne, ¿fue algo más que una obra de ficción?

Avión estrellado en los Alpes

Los humanos vivimos bajo dos grandes tipos de riesgos. Por un lado, los naturales. A veces olvidamos lo pequeños que somos. Por otro los riesgos técnicos/tecnológicos, falsas banderas, crimenes horrendos etc…

Y para que no olvidemos el último acaecido, aquí expongo este video que se acerca mucho a la lógica más lógica……..Imagen tomada de:  http://www.mundodesconocido.es/

 

CAOS, EL DIOS DE LOS COMIENZOS

Arquetipos. Episodio 13.

  1. En el principio

En el principio, todo era un inmenso y gran vacío. No existía vida, ni nada que se pueda describir. Sólo un interminable silencio, recorriéndose a sí mismo, sin extinguirse nunca. Nada de nada.

Sin embargo, para hablar con exactitud, no soy una absoluta “nada”. Incluso para mí, es difícil la comprensión de la eternidad y del infinito. Quizás pueda parecer muy racional y realista pero es más lógico pensar que todo ha tenido un principio, incluso, entre nosotros: los dioses.

Si hay “algo” o “alguien” preexistente, soy yo: mi nombre es Caos. Soy el principio primordial del cual surgieron todos los otros elementos: el agua, el fuego, la tierra y el aire. Soy el primer y más grande vacío. Para mí, la nada no existe y nunca existió. Siempre ha estado este gran hueco informe, impreciso, indeterminado, indefinido y amorfo. Sin embargo, el vacío es algo. No soy la nada.

Algunos llaman “nada” a este inmenso e inabarcable espacio ilimitado en donde se encuentra una materia movediza en estado inerte y totalmente desorganizada. Me confunden con la nada pero, en verdad, yo soy una mezcla inestable, variable y versátil. Seguir leyendo CAOS, EL DIOS DE LOS COMIENZOS