http://carlosagaton.blogspot.com.es/2016/06/los-paises-de-la-ue-haran-la-vida.html
Fuente: http://carlosagaton.blogspot.com.es/2016/06/los-paises-de-la-ue-haran-la-vida.html
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En 2012, Karen King, profesora de Historia eclesiástica de la Universidad de Harvard, presentó durante el X Congreso Internacional de estudios Cópticos, un documento polémico. Un supuesto papiro en el que podía leerse la frase: «…Y Jesús les dijo: es mi esposa…». según la investigadora, el documento le había llegado por vía de un donante anónimo, que se lo había hecho llegar creyendo que podía ser una prueba acerca del hipotético matrimonio de Cristo.
La profesora King ha defendido desde entonces la autenticidad de dicho documento, afirmando que la gramática empleada, y la tinta y el material utilizados, así o confirmaban. Para ella, el papiro podría haber formado parte de algún evangelio apócrifo. Pero esa postura se ha venido ahora abajo y, cuatro años después, Karen King, reconoce que lo más probable es que el pergamino de marras sea un fraude.
¿El motivo? Una investigación realizada por el diario The Atlantic, que revela que la persona que le hizo llegar el papiro era un tal Walter Fritz, un ciudadano de Florida, aficionado a la egiptología, y dedicado a negocios tan variopintos, como la venta de piezas de coches usados, y las webs pornográficas, y amante de la ufología y el ocultismo.
Según el señalado diario, el mismo día que la profesora King recibió el papiro, Fritz ya había registrado un dominio de internet llamado gospelofjesus (evangelio de Jesús), además de aportar otras muchas pistas que indican que el personaje trataba de hacer negocio.
Curiosamente, en 2014, Roger Bagnell, director del Instituto para los Estudios del Mundo Antiguo de la Universidad de Harvard confirmó la supuesta autenticidad del documento, fechándolo en el siglo IV de nuestra era. Pero también hay que decir que su opinión no fue compartida por la mayoría del mundo académico. De hecho, numerosos investigadores aseguraban que el copto con el que se había escrito el texto estaba repleto de errores gramaticales, y que la tinta era moderna. En definitiva, negaban todos los argumentos que King había esgrimido a favor de su autenticidad.
Ahora, la profesora se ha rendido y ha admitido que, muy probablemente, ha sido una marioneta en este fraude histórico religioso.
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Disco de Baian Kara Ula, seres que se perdieron en la Tierra, leyendas sobre hombres espaciales, la existencia de una raza de reyes divinos o un batallón de soldados celestiales son algunos de los elementos que apuntan a la presencia de Ovnis en tierras de la antigua China.
“Los extraterrestres visitaron nuestro país durante la Pre-Historia y fueron descubiertas imágenes de esos extraterrestres sobre el continente chino”. Esta declaración es del arqueólogo Wang Renxiang, de la Academia China de Ciencias Sociales, un científico que trabaja para el gobierno de la República Popular de China. Varias de esas señales son cascos pintados en personajes de pinturas en cavernas del interior de Mongolia. En la provincia de Zheziang, por ejemplo, fue descubierta una pieza de cerámica de un hombre pre-histórico, datada aproximadamente del 4.000 a.C., con un casco en su cabeza. Máscaras del 2.500 a.C. representan extrañas figuras de anteojos, una figura así ,tal vez, no fuese novedad en el África negra. El descubrimiento más impresionante fue realizado por la expedición Tchi Pu Tei en sepulcros localizados cerca de la frontera entre el Tíbet y China, en el año 1938. Los sepulcros estaban enterrados en serie, siendo que los esqueletos poseían un cuerpo pequeño y una cabeza relativamente grande. En la pared fueron pintados individuos de cráneo grande, dibujos del Sol, de la Luna y de las estrellas.
Leyendas chinas sobre hombres del espacio no faltan. El ufólogo Shi Bo, autor de “Ovnis en la China”, cita el siguiente párrafo del Feng-Shen-Yen-i, un libro milenario: “Nocha, montado en su rueda de fuego y de viento, venció a Chag-Kuoi-Fung después de haber invocado en su auxilio legiones de dragones de plata voladores”. El historiador W. Raymond Drake reveló algunos documentos chinos que guardan relación con tradiciones conocidas hace mucho tiempo en el Occidente. A su entender: “China fue gobernada durante 18 mil años por una raza de reyes divinos”, según el manuscrito ‘Tchi’.El clásico ‘Huainatzu’, en el capítulo 8, describe una edad idílica, cuando los hombres y los animales vivían en paz y en la belleza de un Jardín del Edén, con cuerpo y alma unidos en un entendimiento cósmico. El clima era benigno, no había calamidades naturales, los planetas no se desviaban de sus cursos, se desconocían las ofensas y los crímenes, la Tierra y la Humanidad prosperaban. Los espíritus descendían por medio de los hombres y les enseñaban la sabiduría divina. Más tarde, los hombres caerían en desgracia y llenaron el mundo de miedo. Entonces, la humanidad se degeneró en la lujuria y en las perversiones. El Shan-hai-ching, en su libro 17, menciona a los perversos Miao, descritos como seres humanos alados que vivían en el extremo Noroeste del mundo y que, alrededor del año 2400 a.C., perdieron el poder de volar, después de discutir con el ‘Señor de lo Alto’ fueron exiliados. L
a leyenda llamada Cuatro Reyes de Oro en el Cielo describe armas muy extrañas. Esta guerra habría ocurrido en los siglos VII y XI a.C., involucrando ‘cuatro gigantes del cielo’ y conduciendo 100 mil soldados celestiales. O-li Ch’ing, el hermano más viejo, medía siete metros y tenía una barba hecha de hilos de cobre. Usaba un magnífico anillo de jade y portaba una lanza. Cuando este ser celestial blandía su arma mágica, llamada Nube Azul, provocaba un viento negro que producía millares de lanzas que atravesaban los cuerpos de los hombres y los reducía a polvo. El viento es seguido por una rueda de fuego que llenó el aire con decenas de millares de flameante serpientes doradas. Del llano, se eleva un humo espeso que ciega y quema a los hombres, de los cuales ninguno es capaz de escapar. ¿Qué sería el Guarda-Lluvia del Caos, cargado por Mo-li Hung, capaz de hacer que los cielos y la Tierra se cubran de densas tinieblas? ¿Y la “guitarra de cuatro cuerdas” de Mo-li Hai, que, cuando era tocada, afectaba “de manera sobrenatural la tierra, el agua, el fuego o los vientos? Cuando ella era ejecutada, todo el mundo escuchaba y los campos de los enemigos se prendían fuego. Drake termina por concluir que “los textos de la antigua China hablan de flameantes dragones alados simbolizando naves espaciales que surcaban los cielos y se sumergían en los mares, aterrorizando a los campesinos, haciendo fenecer los campos, raptando gente o desembarcando extraños divinos. Como se admite que los Ovnis hacen hoy”.
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La figura de la portada de la revista que acompaña a este texto tiene un valor incalculable para la evolución humana. Además de algunas réplicas de pésima calidad para los estándares actuales y de menos de una docena de originales recuperados al finalizar la segunda guerra mundial, lo único que se conserva de los centenares de restos humanos del Pleistoceno Medio de los yacimientos de Zhoukoudian son las descripciones de Franz Weidenreich y los magníficos dibujos y algunas fotos que acompañan a sus textos.
Franz Weidenreich (1873-1948) se formó en su Alemania natal, donde se encontraba una de las escuelas de anatomía más importantes de aquella época. Sus conocimientos de anatomía humana le llevaron a estudiar los pocos fósiles de homininos recuperados en África y Eurasia. Su aportación más relevante en el ámbito de la paleoantropología fue precisamente el estudio de los increíbles hallazgos en los yacimientos de Zhoukoudian en la colina del Hueso de Dragón, situados a unos 40 kilómetros de los barrios periféricos de Pekín. Weidenreich llegó a la capital de China en 1934 para sustituir al canadiense Davison Black en la dirección honorífica de la excavaciones y el laboratorio donde se llevaban a cabo las investigaciones de los materiales. Weidenreich no tardó en ponerse manos a la obra de dar a conocer los hallazgos que se producían de manera continua en los yacimientos.
Fruto de su esfuerzo, el Servicio Geológico Nacional de China publicó un enorme trabajo de la descripción y comparación de buena parte de los fósiles originales. La revista Paleontología Sínica recogió en 1937 ese trabajo, cuya portada del estudio de los dientes del “Sinanthropus pekinensis” reproducimos en este post. Al finalizar la segunda guerra mundial la paleoantropología de China, como otros ámbitos culturales, se quedó a oscuras para el mundo occidental. Después de la misteriosa pérdida de los fósiles y los útiles líticos recuperados en Zhoukoudian durante la segunda guerra mundial cuando eran trasladados a los Estados Unidos, solo quedaron las descripciones y los magníficos dibujos encargados por Franz Weidenreich. Las copias que se realizaron en los años 1930 eran de escayola. Estas copias volvieron a copiarse una y otra vez para enriquecer las colecciones de los centros de investigación y los muesos, perdiendo fidelidad y calidad después de cada proceso. Resulta frustrante intentar conocer detalles anatómicos importantes de los fósiles de Zhoukoudian a partir de esas réplicas. Las descripciones de Weidenreich son entonces fundamentales para descifrar lo que intentamos comprender delante de una de esas réplicas de escayola.
Franz Weidenreich será siempre recordado como el padre de la teoría multirregional sobre el origen de nuestra especie. Pero también será la referencia obligada para todos los que estudiamos fósiles de China o de cualquier otro lugar de África y Eurasia. Hoy en día, cuando el valor del trabajo de los científicos se mide sobre todo en función de las veces que es citado por sus colegas, no deja de ser curioso el peso del trabajo por Franz Weidenreich en el ranking mundial, 68 años después de su fallecimiento.
José María Bermúdez de Castro.
.http://www.ancient-origins.es/
“El largo y estrecho cráneo junto con la figura aún más estrecha del rostro del individuo objeto de estudio podrían ser considerados como características propias de la idiosincrasia de esta calavera, y no un rasgo típico de los orientales en general o los coreanos en particular,” comentan los autores del estudio. Y añaden a continuación: “Según un análisis cefalométrico, el índice cefálico (IC) del individuo era de 73,5, lo que sugiere una característica dolicocefálica (cráneo alargado). Este rasgo, al compararlo con grupos demográficos similares de la región, es poco habitual.”
“El cráneo objeto de este estudio no presentaba las variaciones de forma habituales en los cráneos deformados,” aclara Woo a Live Science a través de un correo electrónico.
http://carlosagaton.blogspot.com.es/2016/06/el-opus-dei-llega-al-gabinete-de.html