Archivo por días: noviembre 7, 2016

El hombre que perdió a 27 familiares en un ataque aéreo en Yemen

http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-37883196

Abdullah al-IbbiImage copyrightAYMAN AL-IBBI
Image captionAbdullah al-Ibbi perdió tres generaciones de su familia en un ataque áereo ocurrido en 2015.

Habían transcurrido sólo dos meses del inicio de la guerra en Yemen cuando el hogar de Abdullah al-Ibbi se estremeció con todo su horror.

Era de noche y estaba cenando con sus dos esposas, sus hijos y sus nietos cuando comenzó un ataque aéreo en la ciudad de Saada, donde reside.

El resultado fue devastador para al-Ibbi: 27 miembros de su familia murieron debido al impacto de las bombas.

Él logró sobrevivir. Y se enteró de la dimensión de la tragedia familiar un mes y medio después, cuando despertó en la cama de un hospital.

«Si no temiera a Dios, me habría suicidado en ese momento. Hubiera saltado por una de las ventanas del hospital, pero Dios me dio paciencia», explicó.

Casa destruidaImage copyrightGETTY IMAGES
Image captionLos ataques aéreos adelantados por la coalición liderada por Arabia Saudita ha dejado a miles de personas sin hogar en Yemen.

La localidad de Saada, donde vivía al-Ibbi y su familia, es un bastión del grupo rebelde chiita hutí, que se convirtió en el principal objetivo de los bombardeos de la coalición que lidera Arabia Saudita en apoyo al presidente en el exilio Abdrabbuh Mansour Hadi.

«Las bombas cayeron a la medianoche», recuerda al-Ibbi.

Los grupos de rescate trabajaron hasta la madrugada para recuperar los cuerpos sin vida de la familia de al-Ibbi: 17 de los muertos eran niños.

Entre ellos su nieta más pequeña, que tenía un mes.

Tres de sus hijos mayores lograron sobrevivir.

De izquierda a derecha; Iman, Ibrahim, Mona, Yaaqoub, Zakariya; Ishaaq, IsmailImage copyrightAYMAN AL-IBBI
Image captionAlgunos de los niños que murieron en el ataque: Iman, Ibrahim, Mona, Yaaqoub, Zakariya, Ishaaq e Ismail.
Un niño de dos años mira a la cámaraImage copyrightAYMAN AL-IBBI
Image captionEl hijo menor de al-Ibbi era Ismail, que tenía apenas dos años cuando ocurrió el bombardeo.

Desde que la guerra comenzó en Yemen, en enero de 2015, los civiles son los que han tenido que pagar el precio más alto: 4.000 muertos, la mayoría de ellos a causa de los bombardeos de Arabia Saudita, señaló la ONU.

Sobreviviendo a la memoria

Ahora al-Ibbi pasa la mayor parte del tiempo solo, en un cuarto de una mezquita donde vive. Siempre está a la espera de la visita de sus hijos, quienes viven en otras zonas de la ciudad.

Las noches para él son difíciles: el impacto de las bombas que cayeron esa noche le dejaron serias lesiones en el cráneo, la columna vertebral y la quijada, para la necesidad de un tratamiento que no está disponible en Saada.

Pero no es sólo el dolor físico lo que lo mantiene despierto.

Casa en destrozos.Image copyrightAYMAN AL-IBBI
Image captionLa casa que construyó al-Ibbi en la ciudad de Saada quedó totalmente destruida.

Se la pasa en vela escapando de las memorias de la vida que tenía.

«Algunas veces logro dormir una o dos horas, pero me despierto hasta que amanece. Recuerdo a mis niños y mi casa», dijo.

«Era una vida humilde, pero tranquila. Éramos felices y perdí todo en un instante», agregó.

Un joven de 13 años frente a un espejo.Image copyrightAYMAN AL-IBBI
Image captionOtra de las víctimas fatales del ataque fue su hijo Yusuf de 13 años

Cuando se mudó a Saada, un par de décadas atrás, abrió dos barberías en las que después también trabajarían sus hijos.

«Luché y trabajé mucho durante años para construir nuestra casa ladrillo a ladrillo«, recordó.

Esperanza

El ataque en el que perdió a toda su familia ocurrió hace 18 meses. Sin embargo, a pesar de las entrevistas y las visitas de representantes de distintas organizaciones, aún no ha recibido ningún tipo de ayuda.

Hombre sostiene a una niña.Image copyrightAYMAN AL-IBBI
Image captionYunus, uno de los hijos que sobrevivió al ataque, con su hija Duaa.

Ahora lo acosan las deudas que tuvo que contraer para pagar las cuentas médicas del tratamiento de su hijo Yunus.

Yunus pasó seis meses en el hospital después de sufrir graves heridas y la pérdida de un ojo.

«Quiero devolverles a mis hijos sus vidas. Quiero verlos establecidos en un hogar», anotó

Ayman y su hijo IsmailImage copyrightAYMAN AL-IBBI
Image captionAyman le puso el nombre de Ismail a su bebé recién nacido en homenaje a su hermano de dos años que murió en el ataque.

Al-Ibbi extraña a sus hijos muertos -Ismail, Ibrahim, Ishaaq y Yaaqoub- pero acaba de recibir buenas noticias: el nacimiento de su primer nieto desde aquel hecho trágico.

Su hijo, Ayman, bautizó al bebé con el nombre de Ismail, el hijo menor de al-Ibbi, quien tenía dos años cuando murió en el ataque.

«Me sentí que volví un poco a la vida. Siento como si Dios nos hubiera compensado por lo que hemos perdido», anotó.

Y sueña con que a Ismail no le toque pasar por lo que él ha vivido en la guerra.

«No quiero que viva la humillación de la guerra. Espero para él un mejor futuro«. agregó.

El ‘Diablo’ Satanás y el Satanismo

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¡Acabemos con el mito una vez para siempre!

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Quiero dejar algo bien claro para que no haya malentendidos. Enki no es el Satanás bíblico y no reconoce el Satanismo moderno como lo suyo. El Enkismo no tiene nada que ver con ningún tipo de religión satánica y Enki se niega a llevar el apelativo ‘Satanás’. Enki no es el diablo en el sentido judeocristiano de la palabra y nunca lo ha sido. Nuestro dios es tampoco el supuesto ángel caído ‘Lucifer’ de la mitología cristiana. Enki no es ningún ángel; Enki es un gran dios poderoso que creó a la humanidad y fundó la civilización mesopotámica muchos milenios antes de la invención de las mentiras de la maldecida Biblia judeocristiana. Voy a hablar bien claro para que mis queridos lectores entiendan la situación una vez para siempre. El diablo de los Cristianos, ya sea Lucifer o ya sea Satanás, no existe y nunca ha existido. El personaje diabólico del Nuevo Testamento no es ninguna entidad real sino solamente un arquetipo ficticio inventado por los fanáticos y paranoicos fundadores del Cristianismo apocalíptico en el primer siglo AEC. El Satanás bíblico es nada más que una forma pensadaimaginaria de los apóstoles cripto-sionistas engañosos ingeniada con el fin de confundir a los pueblos gentiles y atraparlos en el juego cruel de su malvado dios Yahvé (El/Saturno/Anu). En fin, el diablo cristiano sólo existe en las mentes retorcidas de los inquisidores homicidas de la Iglesia depravada y en las imaginaciones enfermizas de los Evangélicos enajenados y trastornados.

Aunque las varias sectas satánicas actuales digan oponerse a las religiones abrahámicas y rebelarse contra el tirano Yahvé, ningunas de ellas pertenecen a Enki y de todas maneras son nada más que un engaño del mismo Anu-Yahvé. ¡Así es! Anu y su camarilla depravada son ilusionistas crueles que se infiltran en ambos bandos y juegan ambos papeles para mantener al mundo entero bajo su control. Los Anuistas son marionetistas degenerados que crean filosofías y corrientes opuestas y luego hacen que peleen entre sí con el fin de asegurar que las masas ingenuas sigan distraídas y permanezcan sometidas a su voluntad maligna. Las iglesias satánicas y las hermandades esotéricas del camino de la mano izquierda actuales no son ninguna excepción. Los grupos del Satanismo moderno tanto secular como espiritual como la bien conocida Iglesia de Satanás laveyana, el Templo de Set y el ministerio de Alegría de Satán entre otros son organizaciones siniestras creadas por los lacayos de la élite iluminista (judeo-sionista) como una distracción para los gentiles irreligiosos que han rechazado la religión cristiana, el primer Caballo de Troya de los conspiradores. De hecho, el fundador de la Iglesia de Satanás y escritor de la Biblia Satánica, el famoso Anton LaVey cuyo nombre sigue siendo reverenciado en los círculos satánicos, era un ocultista judío estrechamente vinculado a los élites del gobierno de su tiempo. Cabe decir que el apellido de su abuelo paterno era Levy, un nombre muy típico de familias judías en Europa. Del mismo modo, el líder del Templo de Set que lo fundó supuestamente después de una cisma con la Iglesia de Satanás, el lugarteniente del ejército estadounidense Michael Aquino, también era un agente de la élite y estuvo vinculado al proyecto MK Ultra de la CIA. El ministerio de Alegría de Satán también es una organización corrupta cuyos líderes apoyan una ideología neonazi. Ningunas de estas sectas tienen que ver con Enki y todas son nada más que instrumentos del engañoso sistema anuista.

Como ya he dicho, la figura demoníaca Satanás de la secta cristiana es nada más que un arquetipo apocalíptico, un personaje ficticio y una forma pensada irreal de la religión del Nuevo Testamento. El diablo es de hecho un invento tardío de la herejía cristiana y nunca existió en la teología del Judaísmo bíblico. ¡El demonio auténtico es nadie más que Anu/El/Yahvé/Saturno, el malévolo dios del Antiguo Testamento!

Sabemos que la estrategia principal de Anu y su camarilla retorcida es la engañosa ‘inversión acusatoria’. Los secuaces de Anu inventan caricaturas calumniosas de sus enemigos y les transfieren todos sus propios crímenes depravados y todas sus propias características degeneradas con el fin de mostrar a sus rivales como los malos y presentarse a sí mismos como los buenos. La creación del Satanás neotestamentario fue un caso muy típico de este fenómeno. En el primer siglo, alrededor del tiempo de la fundación de la secta cristiana, Anu-Yahvé se dio cuenta de que su propia maldad era mucho peor que la de incluso los hombres más perversos y entendió que ningún gentil sano de la mente aceptaría la religión sanguinaria y depravada del Antiguo Testamento. Así que él y sus esbirros decidieron cambiar de estrategia. Ellos presentarían al propio diablo Anu-Yahvé como un dios paternal y bondadoso e inventarían un arquetipo del mal, el Satanás bíblico, al cual todas las fechorías de Yahvé serían transferidas. Por consiguiente, el Yahvé del Nuevo Testamento sería un padre bueno, justo y universal dispuesto a perdonar a sus ‘hijos perdidos’ y el arquetipo satánico que más tarde llegaría a ser asociado a la Serpiente del Edén (Apocalipsis 12:9) sería un ángel rebelde y un engañador decidido a usurpar el trono del cielo y apoderarse de la creación de su supuesto creador. En fin, con la creación del personaje ficticio bíblico Satanás, Anu-Yahvé se absolvería de la culpa de toda la maldad cometida en su nombre y le culparía a la Serpiente misteriosa por todos sus propios actos bárbaros.

Los Enkistas no reconocemos la historia inventada de la Biblia de Anu-Yahvé y tampoco creemos en el Satanás del Nuevo Testamento. Entendemos que el tema satánico de la secta cristiana es solamente una estrategia propagandista de los judeoanuistas y una herramienta del engaño. Nosotros creemos sólo en Enki cuyos actos de benevolencia hacia la humanidad están documentados en textos mesopotámicos que son más antiguos que la Biblia por milenios. Mantenemos también que el único adversario del género humano es nadie más que el impostor del Antiguo Testamento cuyo plan ha sido hacerse pasar como el dios creador. La verdad es que todas las religiones organizadas, ya sean sectas abrahámicas o ya sean hermandades satánicas u otras sociedades ocultas del llamado camino de la mano izquierda, son de hecho programas de control mental del mismo dios malévolo. Todas pertenecen a Anu/Yahvé/El/Saturno. En fin, el culto de los Illuminati no es satánico en el sentido cristiano de la palabra sino satúrnico y por ende jehovítico. Los élites son iniciados del culto secreto de Yahvé y hombres del Sionismo judío mientras las sectas satánicas actuales son nada más que sus marionetas. El Judaísmo satúrnico es la auténtica fuerza motora de la conspiración.


Satanás: El Diablo Inventado

La tradición cristiana mantiene que el mundo cayó en un estado de caos y fue abrumado por el mal porque un ángel rebelde y narcisista llamado Lucifer y luego renombrado como Satanás se opuso a la autoridad del supuesto dios creador Yahvé, intentó usurpar el trono del cielo y le incitó al hombre a que se rebelara contra el plan de ‘dios’ en el Huerto del Edén. Según el mismo sistema teológico, el mismo ángel demoníaco se adueñó de la tierra tras la supuesta ‘Caída del Hombre’ y por consiguiente todo el mal que existe en el mundo se puede atribuir a su rebelión injusta contra el orden divino. Los creyentes engañadizos piensan que Satanás bajó a la tierra con la intención de hacerla su reino y la misma Biblia griega reconoce que él sigue siendo el príncipe de este mundo actualmente, pero según la escatología cristiana el diablo y sus huestes de ángeles caídos serán derrotados por los ángeles de Yahvé en la batalla apocalíptica final y todos aquellos que se rebelaron contra la autoridad del mismo serán castigados en el lago de fuego infernal y serán destruidos para siempre. Todo esto parece muy bonito frente a los ojos miopes de los Cristianos ingenuos; sin embargo, hay un problema bien grave: nada de lo que las iglesias cristianas enseñan acerca del personaje de Satanás tiene fundamento en la Biblia hebrea (Antiguo Testamento) e incluso contradice lo que enseñan las escrituras judías más antiguas en las cuales el Cristianismo supuestamente está basado.

Esto podría resultar una gran sorpresa para mucha gente acostumbrada a la cosmovisión cristiana, pero la verdad es que en el Judaísmo, la religión del Antiguo Testamento, no existe ningún concepto de un diablo opuesto a la autoridad de su dios. Dicho de otra manera, los Judíos no creen en el diablo, pues la noción de un anti-dios rebelde y contrario a Yahvé no se encuentra en ninguna parte de sus escrituras religiosas. Los Judíos religiosos no reconocen la existencia del Satanás del Nuevo Testamento. Ellos saben que el diablo de los Cristianos es nada más que un invento tardío de una secta herética que se atrevió a tergiversar los versículos de la Biblia hebrea para apoyar sus doctrinas radicales. La judería ortodoxa sabía que todos los pasajes veterotestamentarios que los herejes cristianos citaban para sustentar su creencia en un diablo fueron sacados de su contexto engañosamente y malinterpretados. En fin, los mismos Judíos, los propios creadores de la Biblia hebrea, nunca creyeron en ningún diablo y aún menos en el personaje satánico de los Cristianos y por lo tanto ellos siempre han visto el Satanás de la teología eclesiástica gentil como un invento del Cristianismo extranjero.

Desde el nacimiento del Judaísmo pos-exílico los Judíos siempre han sido monoteístas a ultranza y no creen que sea posible que un mero ángel se rebele contra Yahvé, el creador omnipotente e inalcanzable según la teología judía ortodoxa. Los Judíos saben que la propia Biblia revela claramente que todo lo que existe en el mundo viene de Yahvé, un dios que crea tanto el bien como el mal (Isaías 45:7; Lamentaciones 3:38), y por lo tanto los rabinos reconocen que ningún tipo de diablo es necesario para explicar el origen del mal. Según las escrituras hebreas el mismo dios de Israel creó el mal y el sufrimiento, así que cualquier teología que enseñe que la aparición del mal se atribuye a una entidad demoníaca ajena a Yahvé es contraria a las enseñanzas de la Biblia (Antiguo Testamento) y es irracional para la mente judía. De hecho, el propio Génesis explica claramente que el mismo Yahvé maldijo la creación e introdujo muchas fuentes del sufrimiento al mundo para castigar al hombre (Génesis 3:15-19). En Génesis leemos que eso lo hizo Yahvé, no la Serpiente. En fin, la doctrina cristiana de que el mal se debe a un diablo que supuestamente se rebeló contra el trono de Yahvé está en contradicción con el contenido del Torá y por lo tanto queda refutada. Tengamos en cuenta que el Antiguo Testamento forma la base de las religiones abrahámicas y la validez teológica de las enseñanzas posteriores depende de que éstas estén en armonía con el contenido de la Biblia judía más antigua.

Los Cristianos afirman que Satanás es un ángel caído que se rebeló contra el trono celestial de Yahvé en un tiempo primordial antes de la supuesta ‘Caída del Hombre’ en el Edén. Las iglesias suelen interpretar la supuesta traición del diablo como una gran rebelión pre-adámica en el reino del cielo. Sin embargo, esta creencia no sólo carece de sustentación en la Biblia hebrea sino que también la contradice plenamente.

Primero, el Satanás desafiante de los Cristianos no aparece en los textos del Antiguo Testamento y en la gran mayoría de los casos el término hebreo śāṭān del cual posteriormente se derivaría el nombre del personaje mitológico cristiano Satanás no aparece como un nombre personal sino como un sustantivo general cuyo significado puede ser ‘adversario’ (1 Reyes 5:18; 11:14; 11:23; 11:25) 0 ‘acusador’ (Salmo 109:6). Si algún traductor bíblico insiste en traducirlo como un nombre personal en dichos contextos por motivos teológicos entonces no está siendo completamente honesto, pues está sacando el término fuera de su contexto original.

Segundo, el Satanás personal que aparece en el Libro de Job como el adversario del hombre justo Job no es de ninguna manera el mismo Satanás rebelde del dogma cristiano sino un ángel acusador subordinado al orden celestial cuyo trabajo es probar la lealtad de los fieles. En otras palabras, en el Libro de Job el ángel Satanás se presenta como un empleado de Yahvé y no podría estar más lejos de la fantasía cristiana de un arcángel renegado cuya meta es usurpar el trono de su creador. El Satanás del Libro de Job jamás podría ser el mismo Satanás de la teología neotestamentaria. Según la tradición cristiana, en el tiempo de Job el diablo Satanás ya se habría rebelado contra Yahvé hace unos milenios en una lejana época pre-adámica; sin embargo, la realidad es que en la Biblia encontramos a Satanás como un ángel acusador y un miembro de los Bene ha Elohim o ‘hijos de los dioses’ que está trabajando para Yahvé y probando la fe de un hombre posdiluviano. En fin, queda claro que el verdadero Satanás del Antiguo Testamento no es ningún archirebelde demoníaco como los Cristianos enseñan, sino más bien un siervo angélico del dios de Israel.

Los Cristianos citan el capítulo 14 del Libro de Isaías para sustentar su creencia de que Lucifer es un ángel rebelde que pretendió usurpar el trono del cielo.

!Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.‘ (Isaías 14:12-14)

Sin embargo, la verdad es que estos versículos no tienen nada que ver con ningún supuesto diablo rebelde y aún menos con Lucifer. En primer lugar Lucifer era un dios romano del lucero del alba cuyo teónimo latino significa ‘Portador de Luz’ y que no tuvo ninguna relación con los personajes de la angelología judía. La frase en el texto original no es Lucifer en el sentido satánico de la palabra sino hêlêl ben šāḥarcuyo significado en Hebreo es ‘lucero, hijo de la mañana’. Lo más probable es que sea una referencia al planeta Venus, la estrella matutina. Además, cabe decir que en el caso de Isaías 14 el sujeto de la rebelión no es ninguna entidad celestial como el supuesto diablo cristiano sino nadie más que el difunto rey de Babilonia. Al principio del mismo capítulo el profeta recibe un orden de pronunciar cierto proverbio hebreo contra el monarca babilonio y empieza a burlarse de su caída (Isaías 14:4). Luego el autor relata unos ejemplos de su opresión contra los pueblos extranjeros (Isaías 14:6; 14:8; 14:10), lo acusa de ser un rey soberbio y arrogante (Isaías 14:11) y termina por regocijarse de su muerte y su descenso al Seol o inframundo (Isaías 14:9; 14:15-20). Lo cierto es que el escarnio contra el lucero en este texto se refiere sólo al monarca caído del reino de Babilonia.

Sabiendo esto, los Cristianos intentan justificar su doctrina del Satanás usurpador por afirmar que Isaías 14 es una revelación polivalente que tiene dos niveles de interpretación pudiéndose aplicar tanto al rey babilonio como al ángel caído Lucifer/Satanás, pero eso no es lo que dice el texto y los Cristianos simplemente están distorsionando el contenido con sus propias ideas preconcebidas para la justificación de su propia teología. Los Judíos, en cambio, saben que la interpretación cristiana no está fundamentada en el texto y están conscientes de que los Cristianos sólo están tergiversando sus escrituras religiosas. Por lo tanto, los Judíos no pueden tomar las doctrinas cristianas en serio. En fin, ellos saben que no hay ningún Lucifer angélico rebelde en la Biblia hebrea y entienden que el personaje satánico es nada más que un invento cristiano.


El Único Diablo es Anu-Yahvé

En el Nuevo Testamento el altanero Nazareno dijo que el diablo ha sido homicida desde el principio y sólo habla mentiras (Juan 8:44). Los Cristianos interpretan el mismo versículo como un repudio contra Satanás, pero la realidad es que la acusación resulta ser mucho más aplicable al propio dios de Israel. La Biblia hebrea no deja lugar a dudas en cuanto a la malevolencia y la crueldad de Yahvé. Cualquier persona honesta que estudie el contenido de la Biblia de manera objetiva se dará cuenta de que los actos del dios bíblico son propios de una entidad demoníaca. La creencia de que Yahvé es un padre benévolo y un gran dios de amor es nada más que una fantasía ridícula del sacerdocio católico y de los pastores evangélicos y es evidente que el mismo dios judeocristiano es mucho más demoníaco que cualquier demonio extranjero.

La misma Biblia explica que Yahvé, el dios de los Judíos, es un hombre de guerra y un belicista xenofóbico y despiadado (Éxodo 15:3; Deuteronomio 20:11-17; Salmo 2:1-12), un asesino de inocentes y un carnicero de los indefensos (Deuteronomio 2:33-34; 7:16; 13:15; Josué 6:21; 1 Samuel 15:2-3; Ezequiel 9:5-7; Isaías 13:15-18), un invasor cruel que favorece el saqueo de los pueblos extranjeros y el cautiverio de sus muchachas virginales (Números 31:17-18) y un infanticida malvado (Éxodo 12:29; Salmos 135:8; 137:9). Además, el mismo tirano divino es una entidad sanguinaria que se deleita con el sacrificio de criaturas vivientes (Levítico 1:5-9; Números 18:17-19) e incluso incita a sus fieles a que inmolen a sus propios hijos y niños pequeños en holocausto (Éxodo 13:2; 13:12-15; Jueces 11:29-31; Ezequiel 20:25-26). El holocausto era un tipo de sacrificio en el cual la víctima era quemada por completo como una ofrenda a Yahvé. Todas estas características de la deidad bíblica son propias de su precursor pre-israelita el dios semítico El (Kronos/Saturno) cuyo culto exigía el sacrificio humano ritual y la inmolación de los infantes por holocausto. En fin, muy lejos del supuesto padre amoroso del dogma cristiano, el dios de la Biblia hebrea es un auténtico demonio sediento de sangre y su culto satúrnico practicado por los iniciados judíos es la verdadera religión demoníaca.

Anu-Yahvé es el único diablo real. Él es el malvado dios de este mundo que reina sobre la humanidad a través de sus programas de control mental como las religiones y las filosofías mundiales. Cuando inventaron la nueva teología cristiana en los primeros siglos de la Era Común, los Anuistas aprovecharon para demonizar más el símbolo de Enki y presentar nuestro libertador divino como un adversario engañoso. La Serpiente del Edén nunca había sido asociada al diablo antes de la época de la secta cristiana. De hecho, el simbolismo ofidio era normalmente asociado al conocimiento y a la sabiduría y hasta Moisés abrazó el símbolo de la Serpiente según la tradición bíblica.

Sabemos que la Serpiente del Edén que le otorgó a Adán la ciencia del cielo y hizo que el hombre despertara y llegara a ser como uno de los dioses era una representación posterior de nuestro gran dios sumerio Enki, la Gran Serpiente del santuario de Eridú en el Edín, que le reveló a Adapa el designio del cielo y de la tierra en contra de la voluntad del rey misántropo Anu según los textos sumerios antiguos. La literatura mesopotámica deja claro que Enki es el verdadero libertador y benefactor de la raza humana y la Biblia hebrea es nada más que una pobre copia y refundición de los relatos originales de la religión sumeria.

Volviendo al tema, Anu decidió inventar el concepto del diablo en su nuevo programa de control mental que llegaría a ser conocido como el Cristianismo y le transfirió a su personaje ficticio Satanás, el temido adversario universal, todas sus propias características diabólicas. Luego lo asociaría a la Serpiente libertadora y calumniaría el personaje simbólico y arquetípico de Enki convirtiéndolo en una entidad demoníaca y presentándolo como el padre de todo el mal. Así Anu echaría la culpa de sus propias maldades cometidas en la historia de la humanidad, enlodaría la reputación de sus rivales y haría que los humanos temieran y odiaran a su propio padre ancestral y libertador benévolo. En fin, este tipo de inversión acusatoria es el modus operandi típico de los Anuistas.


El Ocultismo Satánico Moderno: Una Cortina de Humo que esconde la Verdad sobre la Élite

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En las últimas décadas del siglo 20 se popularizó el rumor de que el orden de los Illuminati es una sociedad ocultista satánica y su Nuevo Orden Mundial será un gobierno global basado en la filosofía luciferina. Actualmente muchos teóricos de conspiración como Texe Marrs y Henry Makow entre otros afirman que los iniciados de las hermandades iluministas ocultas trabajan para el Satanás bíblico, tienen un pacto con él y buscan derrocar la cristiandad con el fin de establecer una teocracia satánica oscura. Para ese tipo de teóricos, el Nuevo Orden Mundial está en plena rebelión contra el reino de Yahvé y su supuesto hijo unigénito Jesucristo. Además, los Cristianos delirantes dibujan un panorama ilusorio en el cual los Evangélicos fieles a la ‘palabra de dios’ son la luz de la sociedad, los paladines de la justicia, los defensores de la verdad y los auténticos libertadores de la humanidad, involucrados en una lucha encarnizada contra el orden oscuro de los agentes de Satanás en la linde de la era apocalíptica. Sin embargo, ellos están totalmente enceguecidos y se han caído en la trampa del verdadero engañador de las naciones.

Los iniciados del orden de los Illuminati no son creyentes satánicos aliados con el diablo cristiano. Ellos saben que el Satanás bíblico es un mero invento de la religión cristiana. La verdad es que los Illuminati son en su mayoría Judíos sionistas, practicantes de la Kabalá e iniciados de una secta judía oscura que rinde culto a su antiguo dios ancestral el mismísimo El-Saturno (Yahvé/Anu) sanguinario del Antiguo Testamento. Los iniciados de las sociedades ocultas de la élite no son Satánicos sino más bien seguidores de un culto satúrnico maléfico. ¡Su dios es Yahvé y punto! Ellos no creen en los inventos heréticos del Cristianismo y ven el mito neotestamentario del diablo Satanás como un cuento de hadas cristiano. Los élites del Sionismo son el verdadero Pueblo Elegido de El-Yahvé y los auténticos herederos del pacto jehovítico. Ellos son los hijos de la promesa y su Nuevo Orden Mundial es el cumplimiento de las supuestas profecías del dios bíblico. Tengamos en cuenta que la Biblia hebrea es de hecho un elaborado anteproyecto para la dominación mundial judía. Las supuestas Sagradas Escrituras del Antiguo Testamento son nada más que el cianotipo para el Sionismo belicista. Los Illuminati tienen un pacto eterno con su dios de siempre El-Yahvé, pues él les prometió que les entregaría el poder sobre el mundo entero. En fin, las sociedades secretas de la élite como la Francmasonería y el Club Bohemio son organizaciones satúrnicas y en realidad no tienen nada que ver con el Satanismo.

La verdad es que las sectas satánicas modernas son nada más que instituciones populares creadas por la élite para las masas plebeyas. En ese sentido son básicamente iguales que las iglesias cristianas en cuanto a su función. La imagen popular del Satanismo de los Illuminati es solamente una intrincada cortina de humo que sirve para ocultar la verdadera identidad de la élite conspiratoria: el Judaísmo satúrnico.

Los secuaces de Anu-Yahvé son ilusionistas crueles. Aquí vemos la misma inversión acusatoria de siempre. Primero ellos inventan una caricatura distorsionada de sus enemigos y luego le transfieren todas sus propias características negativas y le echan la culpa de todos sus propios pecados. En este caso los Judíos sionistas dedicados a su culto satúrnico clandestino ingenian un arquetipo del mal universal, el ficticio diablo cristiano. Luego lo asocian a su rival la Gran Serpiente del Edén cuya verdadera identidad es el benévolo Enki, el portador de la ciencia iluminadora y el benefactor de la humanidad, y lo convierten en el adversario del hombre de modo engañoso. Una vez hecha la asociación ilusoria, los Anuistas les echan la culpa de sus propios crímenes y utilizan a su personaje arquetípico como un chivo expiatorio. Actualmente los mismos Judíos se han infiltrado en los gobiernos mundiales y están controlando el mundo a través de sus redes de sociedades conspiratorias ocultas, pero a pesar de eso ellos promueven la mentira de que el supuesto enemigo de su dios es el culpable y que la conspiración no tiene nada que ver con su religión. Los Sionistas ocultan su verdadera identidad por disfrazarse como sus enemigos y otros grupos distractores creados por ellos mismos y luego acusan a sus rivales de sus propios actos de maldad.

Los ilusionistas despiadados del Nuevo Orden Mundial muchas veces adoptan los símbolos y las filosofías de sus adversarios con el fin de crear una asociación falsa y ensuciar sus nombres. A pesar de que los Illuminati actuales sean los iniciados del antiguo culto satúrnico-jehovítico de la Palestina antigua y adoren al dios hebreo del Antiguo Testamento, ellos han adoptado ciertos símbolos religiosos y esotéricos de otras culturas como los grandes reinos de Egipto y Babilonia. Los sinvergüenzas judeoanuistas se apropian del simbolismo de sus rivales y sus enemigos, lo corrompen y nos hacen creer que siempre han sido símbolos suyos. Por ejemplo, los Illuminati se han adueñado de la pirámide egipcia y el Ojo de Horus, han corrompido su significado original y los han convertido en sus propias imágenes esotéricas. Siempre se apropian de los íconos de las grandes corrientes espirituales de las naciones gentiles como la egipcia, los muestran como artefactos ‘paganos’ y ‘satánicos’ y luego se presentan a sí mismos engañosamente como representantes de dichas culturas antiguas. Recordemos que las regiones de Egipto y Babilonia eran suntuosas civilizaciones del gran dios Marduk y por ende de Enki. Así que es muy comprensible por qué los miserables Sionistas jehovíticos quieren calumniarlos tanto.

En realidad, los Illuminati y su nefando Nuevo Orden Mundial no tienen nada que ver con el Satanismo ni con ninguna cultura gentil antigua. Ellos son Judíos del Culto de Yahvé, el auténtico enemigo de la humanidad, y muchas veces se hacen pasar por ‘Satánicos’ y seguidores de los antiguos cultos ‘paganos’ para ofuscar la situación y ocultar su verdadera identidad judía. El grado de su engaño no conoce fronteras y es casi incomprensible para la mente gentil.


Satya VS Satán
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Enki-Prometeo-Satya: Portador de Luz, Padre Benévolo del Hombre
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El Satán judeocristiano cornudo y de piel roja: El producto de una imaginación retorcida, Caricatura calumniosa, Personaje neotestamentario ficticio cuyos hechos se asemejan mucho a los del ‘dios’ del ‘Antiguo Testamento’ El-Yahvé
¿Por qué eligió Anu el nombre Satanás para su diablo ficticio?

La respuesta es que lo hizo como parte de su solapada campaña de desprestigio contra su mayor enemigo Enki, la antigua Serpiente que se opuso a su política de oscurantismo y le entregó a Adapa/Adán el conocimiento divino en el santuario del Edín/Edén. Su motivo es la misma inversión acusatoria de siempre.

A pesar de que ya hubieran aparecido en la literatura hebrea decenas de dioses extranjeros cuyos nombres habían sido denigrados y demonizados por los redactores bíblicos como por ejemplo el dios semítico Baal (Enlil) cuyo nombre fue convertido en el insultante Belcebú, Anu decidió nombrarlo Satán, pues este sustantivo hebreo que significa ‘adversario’ se asemeja a la palabra antigua Satya a nivel fonológico. Satya es un epíteto para el dios benévolo Enki en la lengua sánscrita y también será el nombre de su era de luz Satya Yuga.

En Sánscrito, Satya significa ‘verdad eterna’. La raíz primitiva sat- tiene por significado ‘lo verdadero’ y aparece en muchos términos espirituales que tienen que ver con el crecimiento y la iluminación. La gran civilización de la India tiene una historia muy antigua e incluso fue contemporánea con la civilización sumeria. La cultura índica más antigua descendía de la leyendaria civilización atlante antediluviana y por lo tanto estuvo vinculada a nuestros dioses. La prueba de un vínculo entre la civilización sumeria y la antigua espiritualidad hindú yace en el hecho de que existan varias semejanzas entre la mitología mesopotámica y la religión índica. Un ejemplo muy breve sería la identidad asombrosa del salvador de la humanidad en los relatos diluvianos respectivos. Como ya sabemos muy bien, en la versión sumeria del relato Enki, el señor de las aguas representado por el símbolo del pez, salva a Ziusudra del linaje de Adapa de la devastación del diluvio. Del mismo modo, en la versión índica del diluvio es Matsia, un avatar pisciano cuyo nombre significa ‘pez’, el que es el salvador de Manu, cuyo nombre vienes de manas (mente) y significa ‘hombre sapiente’ asemejándose al significado del nombre de Adapa en la literatura mesopotámica. La explicación más lógica por las similitudes entre las mitologías de ambas culturas es que hubo contacto entre las dos y existió una corriente espiritual primordial común entre ambas regiones. En fin, Enki es Satya en su contexto índico; él es la verdad eterna.

Sin embargo, el engañoso Anu enlodó el título Satya de Enki y lo reemplazó por el sustantivo semítico Satán asociándole a Satya al ‘adversario’. En fin, el vengativo Anu hizo este juego de palabras para mostrar su desprecio por Enki y burlarse de él. Los Anuistas pretendieron presentar al portador de la verdad como un enemigo del hombre y convertirlo en un demonio temido y odiado. El apelativo Satán o Satanás es un insulto para Enki y por lo tanto él se niega a reconocerlo como un epíteto suyo. Enki es Satya, el auténtico creador y benefactor de la raza humana; él no tiene nada que ver con el personaje demoníaco ficticio inventado por sus enemigos como una calumniosa caricatura de su arquetipo.

Sucede lo mismo como el nombre Lucifer. La asociación falsa de este apelativo con el supuesto diablo rebelde Satanás fue algo intencionado por Anu. Él quiso mostrar el arquetipo benefactor e iluminador de Enki/Prometeo como una especie de demonio y asociarlo al mal. El invento del diablo cristiano fue una manera de que los Anuistas calumniara a su rival y lo demonizara delante de los ojos de los hombres. Enki sí es un lucifer en su sentido original de ‘portador de luz’, pues él nos otorgó la luz de la ciencia divina que nos iluminó los ojos y nos hizo despertar; pero no es de ninguna manera Lucifer en el sentido de un ángel caído en el contexto de la Biblia mentirosa. Enki no es un ángel y aún menos un demonio; Enki es un dios. Enki es uno de los seres divinos más poderosos. Enki no es Lucifer el ángel caído de la tradición cristiana; Enki es Prometeo, el titán benévolo de corazón noble que se opuso a la tiranía de los demás titanes y le entregó al hombre el fuego de los dioses. Enki es el gran dios sumerio que no toleró la misantropía de Anu y le reveló a Adapa el designio del cielo y de la tierra y le enseñó el conocimiento celestial de los Me. Enki es la Serpiente noble que se negó a dejar a los humanos a la merced del malévolo Yahvé y le enseñó a Adán la ciencia que lo hizo igual que los dioses. Enki no es ningún adversario o ángel caído; Enki es el verdadero padre creador del hombre y nuestro auténtico libertador. Enki es un gran héroe y benefactor amoroso según todos los textos más antiguos. ¡No es ningún Satanás demoníaco inventado milenios después y despreciado en un libro tan mentiroso que ni siquiera vale las hojas en las que está escrito!

Aquí la inversión acusatoria de Anu-Yahvé es tan evidente. En el Nuevo Testamento ese sinvergüenza tiránico le culpa a la Serpiente del Edén, la representación simbólica de Enki, de todos sus propios crímenes.

Primero, a pesar de que él mismo sea el verdadero oponente de la humanidad que pretendiera que no consiguiéramos el conocimiento de los dioses, Anu le presenta a Enki como el enemigo y le pone un epíteto que significa ‘adversario’.

Segundo, aunque Anu sea un violento usurpador que venciera a Alalu por el trono del cielo según varias mitologías (Anu > Alalu; Kronos > Urano; El-Yahvé > Elyon), él le acusa a la Serpiente enkiana de haber sido un usurpador convirtiéndolo en el soberbio arcángel Lucifer que dijo subir hasta lo alto del cielo y colocar su trono por encima del Altísimo.

Tercero, a pesar de que Anu-Yahvé fuera un tirano genocida y un ilusionista engañoso desde el inicio, su malvada forma pensada Jesús el Nazareno dice en el Evangelio de Juan que el diablo, obviamente la Serpiente, fue un asesino y mentiroso desde el principio.

Cuatro, sin importar el hecho de que él mismo sea el malvado dios de este mundo, su religión belicista el Judaísmo sea nada más que un anteproyecto para la dominación mundial judía y sus secuaces sionistas estén detrás de las conspiraciones contra los gobiernos del mundo, Anu-Yahvé le acusa a la Serpiente, ahora hecha el demonio, de ser el príncipe oscuro de este mundo y estar conspirando contra el reino del cielo.

¡Algunos seguidores de Anu-Yahvé incluso acusan a la Serpiente de ser el señor de los Illuminati! Anu siempre tergiversa la verdad y les echa a sus enemigos la culpa de sus propias fechorías. Así es su modus operandi de siempre.

Reflexiones

El diablo bíblico Satanás y el ángel caído Lucifer de la angelología cristiana no son entidades reales sino más bien un arquetipo ficticio inventado por el pueblo de Anu al comienzo de la Era Cristiana. La verdad es que el concepto del diablo no existió en el Judaísmo y los Judíos nunca han creído en su existencia. Ellos saben que los teólogos cristianos han malinterpretado o tergiversado el contenido de las escrituras de la Biblia hebrea para justificar su doctrina herética. En fin, el diablo es un invento tardío del Cristianismo y la creencia de que Satanás cayó y se rebeló contra Yahvé no tiene ningún fundamento en las escrituras judías. Los Judíos siempre han entendido que Yahvé crea tanto el bien como el mal, así que la doctrina de un personaje diabólico es innecesario e irracional en el Judaísmo bíblico.

El arquetipo del anti-dios Satanás o Lucifer es nada más que una forma pensada ingeniada por los Anuistas y diseñada de modo que se asemeje a la figura rebelde de Enki. Anu le transfirió a su personaje demoníaco ficticio todas sus propias características depravadas y todos sus propios actos malvados y luego lo asoció a la Serpiente del Edén, la representación alegórica de nuestro gran benefactor y libertador Enki. Los Anuistas utilizaron su modus operandi de siempre; recurrieron a la solapada táctica de la inversión acusatoria. Anu-Yahvé, el verdadero enemigo de la humanidad, se presentó a sí mismo como el bueno y mostró engañosamente a la Serpiente enkiana como el malo convirtiéndolo en una especie de demonio. Los Anuistas son ilusionistas crueles.

El malvado Anu-Yahvé, el dios del Antiguo Testamento, aún siendo él mismo un usurpador violento, un oponente malévolo del hombre y un conspirador contra la humanidad, le acusó a la Serpiente, nuestro Enki, de ser un ángel caído decidido a usurpar el trono del cielo, desvirtuó su nombre antiguo Satya cuyo significado es ‘verdad eterna’ reemplazándolo por Satán, un apelativo semítico que significa ‘adversario’; e incluso lo asoció falsamente a las sociedades ocultas que conspiran para apoderarse del mundo. Todas las acusaciones de Anu son totalmente falsas. Anu-Yahvé, el dios del Judaísmo, es el verdadero diablo, el auténtico adversario de la raza humana y el único dios de los iniciados del orden de los Illuminati. El supuesto ‘Satanismo’ de la élite es nada más que una cortina de humo de los conspiradores que sirve para ocultar su verdadera identidad: Judíos sionistas y adeptos del oscuro culto satúrnico-jehovítico. El dios hebreo, cuya identidad original es El-Saturno y Anu, es el dios de los Illuminati y el máximo conspirador contra la humanidad. Su religión judía expuesta en la Biblia hebrea es nada más que un anteproyecto para el Sionismo: la dominación mundial judía.

Enki no es el diablo Satanás y el Enkismo no tiene nada que ver con el Satanismo moderno. Éstos son nada más que inventos engañosos de Anu. La Biblia judeocristiana es solamente una pseudo-historia falsificada por los enemigos de la humanidad con el fin de engañarnos y someternos a su dominio. Las acusaciones contra la Serpiente del Edén en el Nuevo Testamento son totalmente falsas. Los textos mesopotámicos antiquísimos, todos más vetustos que la Biblia por milenios, relatan que Enki, la Gran Serpiente del santuario de Eridú en el Edín y el dueño del Árbol del Conocimiento, es el verdadero padre creador de la raza humana, un dios benévolo que iluminó al hombre con la ciencia del cielo y un defensor de la humanidad que nos salvó de los intentos de genocidio del malévolo rey del cielo Anu. Enki no es el ángel caído Lucifer; Enki es Prometeo, el gran titán divino que le entregó al hombre, su propia creación, el fuego de los dioses. Enki no es el adversario; Enki es el benévolo Ushumgal (Gran Serpiente) que liberó a la humanidad a través de la ciencia divina en el santuario de Eridú. Enki no es el engañador del mundo; Enki es Satya, el dueño de la verdad eterna. En fin, Enki es nuestro gran dios y Anu (El/Yahvé/Kronos/Saturno) es el verdadero diablo.

¡Gloria a Enki-Prometeo!

¡Muerte al ilusionista cruel Anu-El-Yahvé!

¿Es la realidad una trampa artificial?…Video

/mysteryplanet.com.ar

«WestWorld» es un libro del autor Michael Crichton que recientemente se ha convertido en serie de televisión. La idea que el autor quiso plasmar en su obra trata la creación de robots muy parecidos al ser humano, colocarlos en un parque temático del viejo oeste y simular la vida de aquella época. Los robots ignoran que son creaciones artificiales y con el tiempo empiezan a percibir los ecos de sus creadores haciéndose preguntas sobre si la realidad es una creación artificial por entidades superiores. En este videoprograma, el investigador Iván Martínez analiza este interesantísimo punto que presenta la serie mencionada.

Facebook bloquea polémico plan de seguros que ofrece descuentos según los posts de los usuarios

http://elcomercio.pe/redes-sociales/facebook/facebook-bloquea-polemico-plan-seguros-que-cobra-posts-noticia-1943861

Conductora jovenImage copyrightTHINKSTOCK
Image captionEl plan contemplaba ofrecer descuentos según la fiabilidad del conductor, evaluada a través de los posts en Facebook.

¿Una intromisión en la vida privada?

La red social Facebook bloqueó el plan piloto de una aseguradora para utilizar los perfiles en la red social de conductores jóvenes para establecer el coste de su póliza.

La aseguradora británica Admiral quería el permiso de los conductores para acceder a los posts y «me gusta» en Facebook y a partir de ellos juzgar cuán seguros son al volante.

El esquema piloto iba a probarse por primera vez y era voluntario, ofreciendo descuentos en el coste total de la póliza (nunca aumentos) que podrían alcanzar los US$430 al año.

Pero el plan no recibió la aprobación de Facebook, por lo que su lanzamiento fue retrasado en el último momento el martes, tras lo cual este miércoles fue retirado, explicó el periodista de la BBC Kevin Peachey.

La compañía quería utilizar análisis por computadora basados en algoritmos que evaluarían rasgos de la personalidad del individuo.

Los individuos identificados como meticulosos y organizados obtendrían un mejor resultado.

Por ejemplo, un post que invita a los amigos a encontrarse a una hora y en un lugar específico sugeriría una persona más organizada y con un riesgo menor al volante.

FacebookImage copyrightAFP
Image captionFacebook no quiere que la aseguradora use los posts para evaluar a los conductores.

Escribir con frases cortas y concisas o utilizar listas también serían indicadores de estos rasgos positivos.

Por el contrario, pruebas de que el usuario de Facebook es arrogante, como la utilización de signos de exclamación o el uso frecuente de «siempre» y «nunca», en lugar de «quizás», jugarían en contra de los descuentos, según contó el diario The Guardian.

«Funcionalidad reducida»

El plan piloto estaba orientado a jóvenes conductores, especialmente a aquellos entre 17 y 21 años, y debía funcionar a través de una app.

Según el plan, la cuota se ofrecía teniendo en cuenta el tipo de auto, el lugar de residencia del solicitante, su edad y el uso que se le iba a dar al vehículo.

Tras esta primera evaluación, el test de personalidad podía llevar a un descuento de entre el 5% y el 15%, explicó Admiral.

Espejo de coche
Image captionEl esquema estaba orientado a jóvenes conductores.

«Proteger la privacidad de la gente en Facebook es de la mayor importancia para nosotros. Tenemos guías claras para evitar que información obtenida en Facebook se utilice en decisiones sobre idoneidad», le dijo a la BBC un portavoz de Facebook.

La aseguradora, por su parte, declaró que la app se lanzará con «una funcionalidad reducida».

Los conductores podrán ingresar a la app vía Facebook y responder a preguntas de la aseguradora que puedan generar descuentos, pero no en base a su perfil en la red social.

«Tras conversaciones con Facebook, el producto se lanzará con una funcionalidad reducida, permitiendo a los conductores primerizos que ingresen a través de la red social y compartan alguna información que les asegure una cuota más rápida, simple y reducida», declaró Admiral.

La compañía insistió en que no tiene acceso a los datos de Facebook de clientes actuales y que no almacena datos de redes sociales para determinar precios.

«Solo están siendo honestos»

Open Rights Group, un grupo de derechos digitales, dijo que la decisión de Facebook debe ser bien recibida porque el plan de la aseguradora era «intrusivo»e «inapropiado».

FacebookImage copyrightPA
Image captionLos grupos de derechos digitales dieron la bienvenida a la decisión de Facebook.

«Las redes sociales no quieren que te sientas inhibido. Lo que debería ser relevante para las compañías financieras es la información financiera», declaró Jim Killock, director ejecutivo de Open Rights Group.

Pero Louise Haigh, responsable de economía digital del Partido Laborista, dijo: «Otras aseguradoras usarán datos de redes sociales para determinar las primas, sin duda, y para promocionar su seguro. Admiral está siendo honesta, simplemente».

El misterio de por qué sigue activo el volcán más mortífero de Estados Unidos

http://www.launiondigital.com.ar/noticias/179334-misterio-por-sigue-activo-volcan-mas-mortifero-estados-unidos

El volcán, que forma parte de la cordillera de las Cascadas y se encuentra en el suroeste del Estado de Washington, en Estados Unidos, es el más mortífero en la historia del país.

Cascadia, la falla que «amenaza con provocar un gran terremoto y tsunami en EE.UU.»
San Andrés: el peligro real de una de las fallas más temidas del mundo
La erupción del 18 de mayo de 1980 dejó 57 fallecidos, miles de animales muertos y cientos de millones de dólares en daños materiales.
Fue tan potente que las cenizas llegaron a depositarse en 11 estados.
El Monte Santa Helena es el volcán más activo del llamado Arco volcánico de Cascadia, una alineación de volcanes en la zona occidental de Norteamérica que va desde el norte de California a la provincia canadiense de Columbia Británica.
Pero investigadores en Estados Unidos constataron que el corazón del Monte Santa Helena está relativamente frío.
El volcán está «robando» su calor de otra parte. Y la gran pregunta es de dónde obtiene el magma caliente que expulsa en sus erupciones.
El enigma de la ubicación
«Este fenómeno jamás había sido constatado en ninguno de los volcanes activos del arco», dijo el geólogo Steven Hansen, de la Universidad de Nuevo México, en un estudio divulgado en la publicación Nature Communications.
Y al misterio del interior frío se agrega a la rareza de la ubicación del Monte Santa Helena.
El Arco de Cascadia, donde se encuentra, está sobre una región geológicamente activa, en la que la placa tectónica Juan de Fuca se subduce bajo la parte norte del borde occidental de la placa Norteamericana.
Las montañas del Arco están alineadas, pero por alguna razón, el Monte Santa Helena está 50 km al oeste del resto de los volcanes.
Roca fría
Para intentar comprender qué sucede en el Monte Santa Helena, Hansen y su equipo colocaron miles de sensores alrededor de la montaña para medir movimientos del terreno.
Y perforaron 23 huecos en el volcán, que llenaron con explosivos para provocar miniterremotos.
Esto les permitió monitorear exactamente cómo se desplazan las ondas sísmicas desde la estructura interior de la montaña y comprender qué sucede a unos 40 km de profundidad.
En lugar de magma caliente bajo el Monte Santa Helena, los geólogos hallaron una roca llamada serpentinita, demasiado fría para ser la fuente de calor del volcán.
El misterio del magma
¿De donde obtiene el Monte Santa Helena su combustible?

Los investigadores creen que la fuente más probable de magma se encuentra al este del volcán, cerca del resto del Arco volcánico, donde las temperaturas de magma son superiores a los 800 grados centígrados.
Pero no han logrado aún resolver el enigma de por qué el magma se desplaza 50 km hacia el oeste para ser expulsado en el Monte Santa Helena.
Hansen y sus colegas continuarán monitoreando el volcán como parte del Proyecto Imaging Magma Under St Helens.
Por ahora, el Monte Santa Helena sigue siendo un misterio.
«El Monte Santa Helena es muy inusual», dijo Hansen al sitio Gizmodo.
«Nos está diciendo algo sobre como se comporta el sistema del arco volcánico, pero aún no sabemos bien qué es»

El extraordinario mapa que muestra al mundo como realmente es

http://www.lanacion.com.ar/1952719-el-extraordinario-mapa-que-muestra-al-mundo-como-realmente-es

El mapa de Mercator, muestra a la Antártida y a Groenlandia en forma distorsionada y desproporcionaMapa creado por Hajime Narukawa

El mapa del planeta que todos usamos en la escuela y aparece en los Atlas… no es correcto.

Y es que ese mapa, conocido como el mapa de Mercator, muestra a la Antártida y a Groenlandia en forma distorsionada y desproporcionada.

Un artista y arquitecto japonés desarrolló una representación que sí refleja fielmente las proporciones reales entre regiones y países.

Y para crearlo se inspiró en origami, la milenaria técnica japonesa de plegado de papel.

El mapa se llama AutaGraph y su autor, Hajime Narukawa, ganó con él uno de los galardones más prestigiosos de diseño en Japón, el Gran Premio de Diseño o Good Design Award, concedido por el Instituto Japonés de Promoción del Diseño.

Tradicional y problemático

El mapa tradicional de Mercator fue presentado por primera vez por el geógrafo y cartógrafo flamenco Gerardus Mercator en 1569. Mercator fue también quien comenzó a usar el término «atlas» para describir una colección de mapas.

Mapa tradicional de MercatorImage copyrightWIKI COMMONS
Image captionEl tradicional mapa de Mercator muestra a Groenlandia tan grande como África.

El sistema de proyección ideado por Mercator respeta las formas de los continentes pero no los tamaños.

Sus mapas ganaron popularidad y fueron utilizados para cartas náuticas ya que permitían trazar rutas como líneas rectas, a diferencia de otras proyecciones más precisas.

Pero las distancias entre meridianos y entre paralelos están distorsionada.

Y los países y regiones cercanas a los polos tienen un tamaño mucho mayor que el real.

Groenlandia, por ejemplo, se ve casi tan grande como África, aunque el continente africano tiene 14 veces más masa terrestre.

La técnica de origami

¿Cómo creó Hajime Narukawa su mapa de origami?

Técnia de origami usada para transferir el globo esférico a un planoImage copyrightAUTAGRAPH
Image captionEl mapa fue creado con técnicas de origami. Narukawa dividió el globo esférico en 96 triángulos, que luego fueron transferidos a tetraedros.

El arquitecto dividió el globo esférico en 96 triángulos, que luego fueron transferidos a tetraedros, es decir, a poliedros con cuatro caras. Los poliedros son cuerpos geométricos con caras planas y volumen finito.

Con esta técnica de varios pasos, Narukawa logró desplegar la información de la esfera terrestre en un rectángulo manteniendo las proporciones.

Mapa creado por Hajime NarukawaImage copyrightAUTAGRAPH
Image caption«AuthaGraph representa fielmente los océanos y los continentes incluyendo la Antártida y provee una perspectiva precisa y avanzada de nuestro planeta», afirma la organización que premió a Narukawa.

Representación fiel

El mapa puede no ser el más conveniente para la navegación y parecer extraño a primera vista, con un cambio en la orientación de Asia y América del Norte.

Narukawa, arrodillado en primera fia.Image copyrightGENTILEZA NARUKAWA LAB
Image captionNarukawa (arrodillado en la primera fila a la izquierda) con alumnos de su laboratorio en la universidad de Keio, en Tokio.

Pero resuelve el espinoso problema de proyectar un planeta esférico a un mapa plano.

«Este método original transfiera la superficie esférica a una rectangular manteniendo las proporciones de las áreas», señaló la organización que concede el Gran Premio de Diseño.

«AuthaGraph representa fielmente los océanos y los continentes incluyendo la Antártida y provee una perspectiva precisa y avanzada de nuestro planeta».

Los organizadores del premio señalan, sin embargo, que podría ser aún más detallado, y aseguran que un próximo paso sería «aumentar el número de subdivisiones» para afinar aún más la precisión.