Alicia Beatriz Montes Ferrer.- Querido lector, un año más tenemos que presenciar cómo los escaparates se llenan de adornos de Halloween. Puedo entender que para ellos es un negocio, los que venden disfraces, accesorios o chucherías, aprovechan la ocasión, los demás, se dejan llevar. Adornan sus tiendas porque toca, al igual que harán cuando llegue navidad, aunque el sentido de esa fiesta ni les interese mucho.
Y un año más tengo que soportar cómo dos semanas antes, en los centros escolares, los docentes se pasan largos ratos ideando qué disfraces ponerse o qué manualidades hacer con los alumnos, para celebrar a lo grande la fiesta de Halloween. Seguir leyendo Halloween: satanismo inducido a los menores/El origen oculto de Halloween, el ritual prohibido de los druidas celtas que Roma reprimió por su brutalidad