Archivo por días: septiembre 9, 2010

DÉCIMO PRIMERA CONCLUSIÓN 3ª parte


En la 2º parte nos quedamos en los focos post Diluvio. Egipto, Sumeria, La India y Civilizaciones Precolombinas.

En los post publicados posteriormente, se ha afianzado la idea de que los Nefilim tuvieron que competir con al menos otra civilización Los atlantes. A estos los situábamos en Sudamérica y vimos como después de  rechazar los ataques Nefilim, fueron finalmente eliminados.


En el post de La cultura de Caral, vemos como aparecen restos de una civilización que levanta pirámides hacía el 5.000 a. C. antes incluso que la civilización Sumeria.  3.800 a. C. que si seguimos la tesis de Zecharia Sitchin, debería haber sido la primera. Los Nefilim se establecen en la zona de Sumeria donde tienen su base principal. Luego se expanden por Egipto y por la India.

En las tablillas de Babilonia descritas por Sitchin no se habla de América del Sur.

Entonces:

1ª Si los Nefilim crean al hombre, ¿Por qué había hombres en Sudamérica?, si los ponen ellos ¿Por qué? si en Sudamérica no había según las tablillas centros Nefilim

2º ¿Por qué se han encontrado restos de homínidos en Sudamérica? antrotopitecus brasilienses, con características muy similares a los homo erectus de África con una antigüedad de unos 100.000 años.

3º Si los Atlantes no son compatibles con los humanos ¿De dónde vienen los dioses que se mezclan con los humanos en Sudamérica? Antes del diluvio en la época de Viracocha.

Todas estas preguntas sin respuestas se unen a las alternativas ya descritas en la 1º parte de esta decimo 1º conclusión, cuando se hablaba de Egipto y de : Los Nefilim, Los Atlantes, o El misterio de Orión.

Así pues, tenemos más dudas sobre la teoría de que los Nefilim realmente, crearan al hombre. Lo que sí es innegable es que pudieron hacer variaciones genéticas sobre un hombre ya existente. No se conoce la razón y origen de las diferentes razas humanas en la tierra. Puede que deriven de estos cruces y manipulaciones.

Si esto fuera así el creador del ser humano, no serían los Nefilim, estos se habrían limitado a alterar solamente alguno de los rasgos genéticos. Los Pleyadianos tendrían razón.

Otra posibilidad estaría en que otras culturas extraterrestres, Orión…  hubieran estado en La Tierra cuando llegaron los Nefilim. Según los Pleyadianos, La Tierra era una gran biblioteca Cósmica a donde venían los seres del universo. Los Nefilim cortaron este status.

La séptima etapa.-  2.000 a C. hasta 0 .Es la época de Las Religiones y El origen del pueblo de Israel.

Hemos visto en los post anteriores como Jehová o Yahve  son un claro exponente de lo que debe ser un anti dios. En esos post que se limitan a analizar  La Biblia y lo que en ella misma se indica sobre estos personajes.

Parece claro, que El Antiguo Testamento y la aparición de las Religiones supone la etapa de los diferentes señores Nefilim, capaces de rivalizar entre si y que utilizan a la raza humana para sus fines de conquista o poder.

Estos fines de conquista mundial, como vimos JEHOVÁ Y LA CONSPIRACIÓN podrían haber seguido el objetivo de dominación mundial, Pueblo Judio-Iluminatti-en una lucha con otras facciones o señores Nefilim que intentan lo mismo.

Veamos algunos capítulos del libro:


SERPIENTES y DRAGONES VOLADORES de R. A. Boulay

Capítulo 4
EL ANTIGUO TESTAMENTO COMIENZA EN SUMERIA

«El más difícil y el más obscuro de los libros sagrados, Génesis, contiene tantos secretos
como palabras, y cada palabra encubre varias otras.»
San Jeremías

LOS ANUNNAKIS REFLEJADOS EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS

¿Hay evidencia en la literatura religiosa occidental que corrobora las actividades de los Anunnakis como los encontrados en numerosos mitos, poemas, e himnos de Mesopotamia? Estas fuentes sumerias se ocupan de los mismos acontecimientos, la creación del hombre, su subsecuente modificación en el Hombre Moderno u Homo Sapiens, la existencia de Dioses reyes, la llegada del diluvio, y muchos de los acontecimientos subsecuentes registrados en la historia.

Existe un extenso cuerpo de la literatura religiosa además del Libro del Génesis que se ocupa del período antes del Diluvio. Fuentes como Los tres libros de Enoc, El Libro del Jubileo, Las enseñanzas gnósticas, Los pergaminos del Mar Muerto, El Haggadah o la tradición oral de los judíos, las escrituras rabínicas, los trabajos de Josefo (Josephus), y muchos otros trabajos pseudoepígrafos.

Muchos de los cuales no son comprensibles, en estas escrituras religiosas antiguas se explica en parte la gran biblioteca Sumeria, babilonia y otras inscripciones cuneiformes disponibles. Será demostrado que Las Escrituras y en la literatura sumeria, respetando un contexto histórico, y desnudando su verborrea espiritual y mitológica, se ayudan y se aumentan notablemente el uno al otro. Pero está claro que Sumeria fue la fuente principal de los acontecimientos y las historias del Antiguo Testamento y de otras escrituras religiosas occidentales.

A pesar que los apologistas bíblicos han intentado evitar o nublar las cuestiones del origen del Antiguo Testamento, los hechos históricos claramente demuestran que sus antecedentes están en el valle de Mesopotamia.

La cultura sumeria, puede ser remontada, desde hace tiempo, como el principio del Cuarto Milenio AC; fue la fuente de todos los mitos de las civilizaciones del Medio Este que siguieron, tal como acadios, babilonios y asirios que heredaron mucho de la cultura sumeria. Esta cultura fue transferida posteriormente al oeste a las tierras de Palestina, Siria, Líbano, y Anatolia.

La lengua de los sumerios fue reemplazada por el acadio, y la lengua semita. Los Sumerios no son semitas y sus orígenes son desconocidos. Parecen no tener ninguna afinidad con todos y haber aparecido repentinamente en la tierra como caídos del cielo. Los acadios y sumerios se mezclaron luego y formaron una fusión de ambos idiomas. De este Sumerio-Acadio la sociedad desarrolló el semita y a la larga el hebreo o judío. Los hebreos no inventaron su lengua o formas literarias; su cultura fue heredada de culturas mesopotámicas y cananitas más antiguas

Debería ser notado ampliamente que cuando vivieron aquellas famosas figuras bíblicas de Noé y Abraham, no había cosa tal como la existencia del hebreo. Los judíos y árabes tradicionalmente demandan la descendencia de Abraham quien no era ni judío ni árabe sino un residente de la ciudad de Ur en Mesopotamia.

La referencia más antigua del Antiguo Testamento dicho para demostrar la alegada ascendencia hebrea de Abraham es un error perpetuado por mala traducción o interpretación. En su afán por probar la antigüedad hebrea, los traductores han referido incorrectamente a Abraham como es en Génesis 14.

El contexto en el cual esta referencia aparece es la invasión de los reyes del este a Canán y la reacción de Abraham cuando su sobrino Lot es tomado prisionero. El texto dice:

«Los invasores se apoderaron de todas las posesiones y de toda la comida de Sodoma y Gomorra, y se marcharon, tomando con ellos a Lot, el hijo del hermano de Abraham, junto con sus posesiones; él había estado viviendo en Sodoma. Un fugitivo trajo las noticias a Abraham el hebreo que acampaba en los terebintos de Mambre el Amorito, pariente de Eshkol y Aner, siendo éstos aliados de Abraham.»

Evidentemente, Abraham (Abram) era un extranjero en la tierra en ese entonces; él acababa de emigrar de la ciudad de Ur en Mesopotamia. Evidentemente ambos, él y Lot, eran visitantes o viajeros. La traducción de la palabra «ibri» como «hebreo» no tiene ningún soporte lingüístico. La raíz «Br» significa «pasar o cruzar por». Por lo tanto, «ibri» que aparece en el texto del Génesis significaría que estaba de paso o era un visitante. En realidad, las noticias fueron llevadas a Abraham que los invasores habían capturado a su sobrino, su amigo y su compañero de viaje.

El semita «ibri» está relacionado obviamente con el acadio «ibru» de donde derivó probablemente. En la versión acadia del Poema de Gilgamesh, su amigo Enkidu, con quien Gilgamesh comparte sus aventuras, es referido como «ibru». El Diccionario Asirio de Chicago lo define como una relación entre personas del mismo código de comportamiento y la obligación de ayuda mutua. Esta definición se adecua perfectamente a la situación de Abraham y Lot.

Las subsecuentes actividades de Abraham en Canán no dejan ninguna duda que él fue un extranjero y un visitante. Por ejemplo, después de su batalla con el ejército invasor, tuvo que reportarse a Melquisedec, rey de Salem, donde pagó un diezmo del diez por ciento de todo el botín recuperado.

[Comentario: Este Melquisedec, rey de Salem, es el hombre de quien formó más adelante la Orden de Melquisedec; y su nombre tiene probablemente cierta clase de significación oculta en el seudónimo del «profeta» John Grace, más popularmente conocido como Drunvalo Melchizedek. RS]

Más adelante, cuando Abraham estaba eventualmente establecido en Canán cerca de Gerar, el rey filisteo que también controlaba las tierras alrededor de Gerar y de Beersheba (ciudad del sur de Israel). Abraham tenía una última confrontación en Beersheba con Abimelec, que dejó claro que él estaba al mando de las tierras, sosteniendo su demanda con las tropas lideradas por el General Ficol.

Abraham luego tuvo que comprar un plano de las tierras para enterrar a su esposa Sara; pagó 400 siclos de plata por éstas tierras, una cantidad de dinero extremadamente grande para un pedazo pequeño de tierra que sólo tenía una cueva. Mientras esta suma era anormalmente alta, Abraham como extranjero no estaba en posición de objetar.

Estas actividades de Abraham no eran las acciones de un natural o un nativo de la zona, y Abraham vivió entre los cananitas con su longanimidad. Era una costumbre, si no la ley de la tierra, que un extraño o extranjero no podía ser dueño de sus propias tierras. Esta es probablemente la causa del elevado precio que Abraham tuvo que pagar.

LAS LEYENDAS PRESTADAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

La parte más vieja de la Biblia, Génesis capítulos del 1 al 6, se ocupan del período antediluviano, no fueron escritas en su actual forma mucho antes del 800 AC. Por otra parte, la mayoría de las historias y leyendas sumerias fueron compuestas y publicadas cerca del 2,500 AC. Las versiones de las tablillas cuneiformes divulgaron acontecimientos que ocurrieron antes del diluvio así como actividades que ocurrieron después

[Comentario: Si como presumo, el planeta Nibiru estuvo «estacionado» sobre nuestro eje Polar Norte cerca de 1590-690 AC. de la época del éxodo y del Cataclismo Santorini a la época de la campaña genocida de Sargón y la serie de «grandes terremotos», según las teorías del Dr. Immanuel Velikovsky, incluyendo el segmento entero de la historia antigua que fue duplicado debido a la confusión contemporánea total y reinterpretada solamente en este siglo en el libro «La Era del Caos», entonces esta parte del Génesis fue escrita mientras los Nibiruanos estaban en esta proximidad para dictar a sus semi dioses escribas. RS]

La singularidad de los acontecimientos del Antiguo Testamento viene bajo escrutinio crítico puesto que no hay nada aquí que no se puede encontrar en los mitos y la literatura antigua de Mesopotamia y las tierras de Canán. Si las actividades de Abraham datan cerca del 2,100 AC; y sus antecedentes están en Mesopotamia, entonces todos los eventos del Antiguo Testamento que ocurrieron antes de Abraham y del diluvio deben haber tenido su origen entre la gente indígena.

Lo que no se percibe a menudo es que los judíos tenían a su disposición un extenso almacén de creación y de mitos totalmente desconocidos para nosotros, de quienes selectivamente prestaron. Por ejemplo, sabemos que el Edén de la Biblia estaba situado en el río Delta en la región de Mesopotamia, y que la historia de la creación de Adán es un cuento sumerio. La historia del Arca de Noé y del Diluvio vino de cuentos sumerios. De hecho, la historia del diluvio no fue limitada al Medio Oriente sino fue conocida universalmente.

Existe también en Ugarítico paralela a la Biblia hebrea. La historia de Daniel fue tomada de un poema del norte de Canán fechada cerca del 1,500 AC. El Poema Ugarita de Keret trata de la captura de la novia del rey Keret por un rey distante. Más adelante se convirtió en Helena de Troya. Pero más importante, es la fuente de las historias del Génesis del 12 y 20 donde Abraham tuvo que rescatar dos veces a su esposa Sara de las manos de otros reyes.

[Nota del Traductor.- Ugarítico: Lengua semita al norte de Canán.]

La historia de Job viene de un poema babilónico sobre un virtuoso hombre llamado Tabu-utul-belio que fue severamente afligido y atormentado por los dioses por alguna razón inexplicable.

La historia de Jonás tiene muchos orígenes y al parecer fue universal, porque Hércules fue tragado por una ballena exactamente en el mismo lugar, Joppa. Las leyendas persas dicen de su héroe Jamahyd fue devorado por un monstruo del mar que más adelante lo vomitó con seguridad sobre la orilla. Un cuento similar aparece en la India en el clásico épico Samedev Bhatta en donde Saktedeva fue tragado por un pez y mas tarde escapó.

La historia de Sansón es tan extraña y foránea para el conocimiento hebreo para indicar que fue prestada del total de toda la mitología cananita; de hecho, su nombre deriva de Shamash, dios cananita del sol que gobernó el Líbano.

[Comentario: Como sabemos, Shamash es igual al Príncipe Utu del planeta Nibiru, el mismo «dios» como para los griegos el Dios Sol Apolo. El Príncipe Utu estaba a cargo del Aeropuerto espacial de Sinaí y sus satélites en el aeropuerto de Baalbek, Líbano, bajo el mando de la Princesa Real Inanna, comandante de la flota espacial Niburiana, hermana y amante secreta del Príncipe Utu. RS]

Existen muchos paralelos que no están en cuestión del préstamo contemporáneo de los hebreos. ¿Cómo entonces esta influencia penetró en la Biblia tan completamente?

Alguna vez durante el Segundo Milenio AC, la escritura, la lengua, y la literatura babilónica impregnaron las tierras al oeste de Mesopotamia. El babilónico se había hecho la lengua diplomática del Medio Oriente de modo que la correspondencia entre los príncipes de Siria, Fenicia, y Palestina con sus jefes supremos egipcios fue realizada en Babilonia.

Por lo tanto, para aprender la escritura y la lengua de los babilonios, es necesario que esta gente estudie su literatura y para este propósito necesitaron de textos. Entre las tablillas descubiertas en Tell-el-Amarna en Egipto estaban las copias, en forma de ejercicios de escuela, de las historias babilónicas de Ereshkigal, reina del inframundo, y de la historia de Adapa, el mortal que fue engañado a rehusar la comida y el agua de la inmortalidad.

Así que no es tan ilógico asumir que muchas de las tradiciones sumerias y babilónicas, tales como las historias de la creación y del diluvio, también fueron conocidos por los hebreos, o por lo menos por sus líderes.

Cuando, Abraham dejó Ur en el valle de Mesopotamia trajo probablemente estas tradiciones sumerias con él. Su Padre Taré era un alto sacerdote en el gobierno de Ur y habría tenido ciertamente un íntimo conocimiento de la cultura sumeria.

Es por lo tanto un manifiesto que los cuentos sumerios de dioses del cielo y de la tierra, la creación del hombre y el diluvio fueron la fuente de la cual las naciones del mundo antiguo dibujaron su conocimiento y creencia.

LOS NUMEROSOS DIOSES DEL ANTIGUO TESTAMENTO

Es generalmente acordado que dos tradiciones maquillan los libros del Antiguo Testamento,

  • el más viejo o tradición Elohista el cual se refiere a la deidad en términos genéricos
  • la tradición sacerdotal donde la deidad se llama Yahvé, a menudo llamado Jehová, un tanto erróneo, debido a una mala interpretación griega de la traducción del septuagésimo

Las dos principales corrientes entrelazan a través del Antiguo Testamento y a veces existen juntas o de lado a lado como por ejemplo, en Génesis donde hay dos versiones de la creación.

La deidad se llama «El» (Elohim en plural) en unos momentos y «Yahvé» en otros. Los eruditos bíblicos convienen que el uso corriente de Yahvé parece ser un anacronismo y pudo haber sido insertado en épocas primeras.

«Elohim» en hebreo es gramaticalmente una forma plural y se traduce como «dios» algunas veces pero también como «dioses» o «seres divinos» en otras veces, principalmente porque el texto es muchas veces ambiguo. Generalmente, el nombre para la deidad es «El» que parece ser el término genérico para la deidad en el occidente semita así como el hebreo bíblico. Al parecer fue prestado del panteón de gente indígena de las tierras de Canán. ¿Quién entonces era este El que fue la deidad suprema de los cananitas?

[Comentario: Este «El» se convirtió más adelante en el «Alá» islámico. RS]

Como dios gobernante del panteón occidental semita, la mayor deidad sumeria Enlil fue transcrita silábicamente como «ilulu,» entonces se convirtió en «ili» en Acadio o Semita, y más adelante en «El» en hebreo. De este modo El se convirtió en el nombre para Enlil, el ser supremo en Palestina y transportado hacia el Antiguo Testamento.

Mientras que el resto del mundo creía en muchos dioses, los recopiladores y los redactores del Antiguo Testamento trataban de proclamar la fe en un único dios. A pesar de estos intentos monoteístas, sin embargo, quedan muchos ejemplos donde la narrativa bíblica cae en forma plural de El o Elohim. En Génesis, por ejemplo, cuando la noción de crear a Adán es traída, las palabras usadas están todas en plural: » y Elohim (plural) dijo: Déjenme crear al hombre a nuestra imagen y luego a nuestra semejanza».

[Comentario: Una cosa, que todos parecen olvidar cuando hablan de las tradiciones monoteístas de los judíos, cristianos y musulmanes es esa entera filosofía originada por los hebreos como rebelión contra las tradiciones politeístas de los Griegos. Los antiguos hebreos hicieron todo para distanciarse de las tradiciones griegas. Esto fue tanto una cuestión sociopolítica o cultural como religiosa. También, en el libro El Hombre Estelar de John Baines se indica que la tradición monoteísta hebraica se originó en el tiempo de Moisés cuando la idea de un solo dios tuvo que ser inventada por los sacerdotes hebreos para cubrir el grave error que Moisés había hecho cuando negociaba con los Arcontes del Destino. RS]

Luego, en el jardín del Edén, cuando la serpiente está tentando a Eva, el dice:

«Tu no vas a morir. No, los dioses (Elohim) sabrán que en el momento que lo comas tus ojos serán abiertos y serás igual a los dioses (Elohim) distinguiendo el bien del mal».

Otra vez más adelante, después de la caída, la deidad expresa:

«ahora que el hombre se ha convertido como nosotros (plural) el discierne lo bueno de lo malo».

En otros casos, la deidad hablaba a menudo de los otros miembros del personal celestial. Incluso después del diluvio, cuando el hombre intentaba erigir o construir la Torre de Babel, la deidad comentó:

«Bajemos, entonces,  y confundamos su lengua».

Por lo tanto, a pesar de los intentos de los primeros redactores de proclamar una política monoteísta la evidencia del Panteón no ha sido borrada totalmente de los textos del Antiguo Testamento.

EL PROBLEMA DEL USO COMÚN DE YAHVE

Según el Libro del Exodo la denominación de Yahvé no se usó hasta la época de Moisés, porque la deidad le dijo a Moisés:

«Soy Yahvé, me aparecí a Abraham, a Isaac, y a Jacob como El Shaddai, pero no me hice conocido a ellos por mi nombre Yahvé.»

Los eruditos están de acuerdo que el nombre Yahvé fue una adición posterior de los sacerdotes escribas. El tetragrama YHWH o Yahvé se convirtió en el nombre distintivo personal para el dios de Israel y se utiliza con frecuencia a través del Antiguo Testamento para representar a la deidad.

El origen de Yahvé es desconocido; y mientras muchas explicaciones se han propuesto para su significado, el más lógico parece ser que el nombre divino es una forma del verbo «ser o estar» o de HWH, que significa «el que es». Esto está manifestado en Exodo 3 donde Moisés pregunta al Señor su verdadero nombre de modo que él pueda informar a las tribus Israel que desean saber cómo llamar a su dios:

«Dios le dijo a Moisés: Soy quién soy, y él dijo: dile esto al pueblo de Israel: «yo soy», es quien te ha enviado.»

Este verso ha dado a eruditos toda clase de problemas, y es una anotación al final de la página en muchas de las traducciones de la Biblia con la advertencia que también puede significar «soy lo que soy» o «seré lo que seré.» Su ambigüedad es probablemente debida al hecho que es un epíteto litúrgico. Significa exactamente lo que dice: «soy el único que es o que existe».

En épocas antiguas, los nombres divinos fueron mantenidos para tener energía intrínseca en sí mismos y ciertas denominaciones podían utilizarse solamente por el sacerdocio. En el panteón sumerio y babilónico solamente se utilizan los nombres descriptivos. Los verdaderos nombres de los dioses no son conocidos.

Yahvé o «el que es» es probablemente una tentativa de los sacerdotes Hebreos de sustituir un nombre inofensivo para el de una deidad, de tal modo desactivando cualquier posible consecuencia dañina. Esto también se encuentra en la tradición rabínica donde el nombre Yahvé contiene ciertos poderes o energías, y en épocas antiguas solamente se permitió a algunos sacerdotes pronunciar el nombre.

EL SHADDAI, EL TEMIBLE Y TERRIBLE DIOS

Como hemos visto, dirigiéndose a Moisés, la deidad le informó que había aparecido a sus antepasados como El Shaddai. Este nombre del El Shaddai solo aparece en el Génesis menos de seis veces y se considera el título descriptivo para el dios de los hebreos. De la raíz hebrea «shadad» del cuál se cree deriva, significa «subyugar» «tratar con violencia» o «devastar» Estos significados dan a la deidad un carácter temible, devastador o destructor. Es en parte por esta razón que conocen al dios de los hebreos como un dios inflexible y vengativo.

Shaddai también puede ser conectado lingüísticamente con la palabra asiria «shadu» o montaña. En actualidad, ambos de estos significados se pueden aplicar al dios hebreo El Shaddai, porque él no es ningún otro que el Dios del relámpago y del trueno de los hititas, (antiguo pueblo que habitaba en Asia Menor) una versión occidental del dios sumerio Ishkur y del semita Adad. Él era el dios de la montaña de Anatolia y es representado a menudo con rayos en su mano.

Después del diluvio, cuando los Anunnakis descendieron para reconstruir las ciudades de Mesopotamia, las tierras conocidas como «la fértil medialuna» fueron divididas entre los niños de Enlil. A Nannar/Sin le fue dado la autoridad general sobre toda Mesopotamia y las tierras occidentales, a excepción de Anatolia que fue le asignado a Ishkur/Adad y el Líbano que fue asignado a Utu/Shamash.

La diosa Inanna/Ishtar movió su base de operaciones al Líbano y gobernó allí con Shamash. El panteón del Levant (región del Mediterráneo oriental) consistió en tres deidades importantes después del diluvio: Adad, Shamash, e Ishtar. De Anatolia, la tierra de los hititas, Adad amplió su influencia hasta el sur de Jerusalén. Esto se ilustra en Ezequiel 16 donde los orígenes de Jerusalén se encuentran en la declaración «que su padre era un Amorita, y su madre un hitita.»

LOS DIOSES MENORES: LOS NEFILIM Y LOS ÁNGELES

El Antiguo Testamento sugiere no solamente hubieron muchas deidades sino que estos dioses menores parecen haber descendido a la tierra para interferir en los asuntos del hombre. Esto es explícito en Génesis 6 que indica:

«Ahora que el hombre comenzó a multiplicarse en la tierra y que sus hijas nacieron, los seres divinos (Elohim) vieron cuan hermosas eran las hijas de los hombres y tomaron como esposas a las que mas les gustaron. . . Fue entonces que los Nefilim (gigantes) aparecieron en la tierra, porque después que los seres divinos se unieron con las hijas del hombre de ellos nacieron sus hijos.»

[Comentario: En las interpretaciones etíopes de las Escrituras, estos «Nefilim» se cree son como «Gente del Cielo». RS]

El término bíblico para estas deidades menores parece haber sido Nefilim. ¿La descendencia de los Nefilim se refleja en la literatura de Mesopotamia? ¿Podrían ser los Anunnakis que también descendieron en el período antediluviano? Veremos que éstos eran diferentes nombres para un mismo grupo de gente.

El término «Nefilim» ha dado a teólogos y traductores problemas por siglos, tanto así que hoy la política es dejar el término intacto en traducciones modernas. «Nefilim» se deriva del hebreo NFL, literalmente «Los caídos» o mejor aun «Los que cayeron». Se ha interpretado para significar «ángeles caídos» en el sentido de aquellos que fueron echados abajo, o los ángeles malvados, aunque el texto no justifica esta conclusión.

El célebre comentarista bíblico judío del Siglo XIX Malbim, afirma que en épocas antiguas los gobernantes de los países en el Medio Oriente eran los hijos de las deidades que llegaron a la tierra de los cielos. Él mantiene que ellos eran los hijos de las deidades paganas y se llamaban a sí mismos Nefilim.

El Génesis afirma que bajaron a la tierra en dos grupos: «Fue entonces que los Nefilim aparecieron en la tierra, así como más adelante». La descendencia de los dos grupos separados de Nefilim o «ángeles» bajó al monte Harmon al norte de Palestina, está descrito en el Libro de Jubileo. Un grupo descendió en los días de Jared en el Décimo Jubileo; más adelante en el Vigésimo quinto Jubileo, durante los días de Noé, otro grupo vino a la tierra. Puesto que los años de un jubileo son 50 años regulares, esta fuente afirma que descendieron a la tierra cerca de 750 años separadamente.

En el Enuma Elish, la historia babilónica de la creación, hay un grupo de Anunnakis que también descendió para poblar la tierra. Estos seres divinos también desposaron a las hijas del hombre.

Los así llamados ángeles del Antiguo Testamento se han convertido en un término general para describir deidades menores que han sido absolutamente activos en los asuntos del hombre. En la Biblia hebrea la palabra «malakh» es usada a menudo; sin embargo, otros términos tales como «bene elohim» o hijos del dios se traducen a menudo como ángeles. Se ha utilizado como un término para cubrir a cualquiera de éstas deidades menores que entraban en contacto con la humanidad.

Estos mensajeros iban a todas partes muy fácilmente con alguna clase de dispositivo de vuelo; por lo tanto, la representación de ángeles con las alas, es un símbolo de su capacidad de volar. Ésta fue la única manera que los ancestros conocían para transmitir este hecho. El incidente de la destrucción de Sodoma y Gomorra ilustra la capacidad de estos ángeles de volar a voluntad.

Pues los acontecimientos revelan en Génesis 18 y 19, varios ángeles habían informado a Abraham que venía la destrucción de las ciudades. La traducción tradicional indica que cuando ellos decidieron visitar Sodoma, «Partieron de allá y miraron hacia Sodoma». El distinguido erudito bíblico E. A. Speiser en su trabajo Génesis sugiere que esta traducción es errónea y que podría ser puesto más exactamente como «ellos miraron hacia abajo por encima de la cara de Sodoma». Esta lectura, ciertamente, da un significado totalmente diferente al incidente.

Luego, los ángeles llevaron a Lot y su familia a un lugar seguro fuera de la ciudad, los textos tradicionales declaran: «lo condujo con seguridad fuera de la ciudad.» Una vez más Speiser sugiere que una traducción alterna de «los trajeron y los depositaron fuera de la ciudad»

Así, el texto revisado deja absolutamente claro que los ángeles primero reconocieron las ciudades por aire; entonces viendo la necesidad de rescatar a los parientes de Abraham, los llevaron con alguna clase de nave y los depositaron en un lugar seguro fuera de la ciudad.

CARAL, UNA CIVILIZACIÓN INCÓGNITA Por: Carlos E. Casero

Civilización y cerámica

Una de las primeras señales que los arqueólogos identifican a la hora de establecer el grado de civilización de una antigua cultura y que apareja en el más literal de los sentidos la expresión de “progreso”, es la presencia de restos de cerámica entre los antiguos yacimientos. La ausencia de ésta, es un claro indicador de que el asentamiento en estudio, es una sociedad primitiva y con un nivel de complejidad  muy escaso. La cerámica, que proviene del griego “keramos” (arcilla), nació oficialmente entre el paleolítico y el neolítico, y vino a significar la introducción de importantes cambios en la vida y la organización social de las primeras sociedades humanas. El almacenamiento de grano durante más tiempo, la cocción de alimentos que cambiaron los hábitos alimentarios y la facilidad para la expresividad artística a la cual la arcilla se prestaba, transformaron en parte la organización social que dieron muchas de las condiciones para el gran desarrollo que se dio posteriormente en el neolítico.

La Ciudad Sagrada de Caral se encuentra en el distrito de Supe, provincia de Barranca, departamento de Lima. El tiempo estimado de viaje desde Lima es de entre tres horas y media a cuatro horas.  Fue levantada en la margen izquierda del río Supe sobre una gran terraza que está a 350 metros sobre el nivel del mar, ocupando un área de alrededor de 66 hectáreas. El valle de Supe es una estrecha quebrada fértil que en éste lugar tiene un ancho máximo de 1.5 kilómetros y alberga a lo largo de su recorrido un gran número de otros puntos de interés arqueológico contemporáneos con Caral,  como son el caso de Era de Pando, Lurinhuasi, Miraya, Allpacoto, Aspero, Chupacigarro, entre otros.

Este fue el caso de antiguas civilizaciones como la “sumeria” en Mesopotámia, iniciada en torno al año 3.500  a. de C., la egipcia a orillas del Río Nilo sobre el año 3.150 a. de C.,  la del Valle del Indo en el 2.500 a. de C., la “xia” en China en el 2.100 a. de C., o la “olmeca” en Mesoamérica, sobre el 1.500 a. de C. En todas ellas, la aparición de la cerámica aún en su estado más arcaico, en la cual aún no se conocían los hornos y el fuego se hacía a ras del suelo, catapultó  el progreso y el desarrollo de las mismas. ¿Pudo entonces existir una antigua civilización que alcanzase altos niveles de sofisticación y desarrollo que no hiciera uso de cerámica alguna?

Hasta mediados de los años 90, esta pregunta tenía fácil respuesta,… ¡no!

Sin embargo,  y a pesar de muchas reticencias iniciales, el viejo dogma establecido por la arqueología se vino abajo en 1.994 cuando los miembros del PEACS (Proyecto Especial Arqueológico Caral – Supe), dirigidos por la Dra. peruana Ruth Shady, demostraron con dataciones basadas en el carbono 14, que en tiempos tan remotos como hace 5.000 años, existía una civilización capaz de construir pirámides, realizar complejos cálculos astronómicos o componer delicadas piezas musicales, en un lugar que se encuentra en el Valle del Supe, al Norte de Lima, la capital del Perú.

Dos de las monumentales edificaciones de Caral, la Pirámide de la Huanca  y la Pirámide de la Galería , situadas en el Sector Alto de la Ciudad Sagrada.

Una cultura de más de 5.000 años

El principal de los emplazamientos de esta nueva civilización, denominado Caral, ha dado nombre a la civilización en si, La Civilización Caral o Caral-Supe, y parece ser que fue la capital política y religiosa del resto de áreas arqueológicas descubiertas, núcleos poblacionales más pequeños que incluía cerca de 30 asentamientos humanos, como Aspero, Allpacoto, Miraya, Kotosh y La Galgada entre otros, que compartían el mismo sistema administrativo y religioso, constituyendo una prospera red de intercambio comercial.

La ciudad de Caral, ocupa una extensión por ahora descubierta de unas 66 hectáreas en la margen izquierda del río, sobre una meseta arcillosa de color rojizo casi desierta a 350 metros sobre el nivel del mar, sin rastros de vegetación, sobre la cual destaca las fantasmales figuras de antiquísimas construcciones piramidales. Situada a 182 Km. al norte de la ciudad de Lima y muy próxima a la carretera Panamericana, fue descubierta por buscadores de oro en 1.905, un oro por cierto que jamás encontraron, razón por la que rápidamente paso al más completo de los olvidos. Posteriormente fotografiada desde el aire en los años 40, jamás se sospecho que albergase tantas sorpresas ocultas bajo su superficie abrasa por el Sol.

La Pirámide Mayor

A excepción del polémico origen de la civilización en Tiahuanaco, oficialmente se creía que, la Civilización de Chavin (entre los años 900 y 200 a. de C.) fue la cultura más antigua de todo el subcontinente americano, la cual se extendió por gran parte de los Andes Centrales, y que sí dominó el arte de la construcción de piezas de cerámica. Los primeros pasos que los arqueólogos dan a la hora de determinar la antigüedad de un yacimiento arqueológico es a través de las muestras de desarrollo y adelantos técnicos, para lo cual fijan especialmente la atención en su escritura, lenguaje, arquitectura, refinamiento social, empleo y tipo de metales, cerámica, etc. En el caso de Caral, los investigadores chocaron frontalmente desde el primer momento con un auténtico enigma, la localización de un enclave en el cual se podían encontrar magníficas edificaciones de gran complejidad técnica, que exigían una previa planificación, pruebas de conocimientos matemáticos, astronómicos o musicales, pero, ni un solo fragmento de cerámica. Para determinar la datación de Caral fue necesario realizar pruebas de radiocarbono (carbono 14) en algunos restos de fibra (materializados en Estados Unidos, al no existir laboratorios especializados en Perú) procedentes  de las bolsas de junco trenzado usadas para transportar materiales durante la construcción de la ciudad, que databan al menos de 2.627 años antes de Cristo. El hecho de que el junco sea una planta de carácter anual, con una duración perfectamente limitada, ha permitido a los investigadores que las pruebas de radiocarbono hayan sido muy exactas, despejando por completo las dudas a los arqueólogos que inicialmente se mostraron más escépticos.

Se estableció por tanto que la Civilización Caral, se había adelantado en 1.500 años a las de Mesoamérica, con los “olmecas”  como primer representante, y en más de 3.000 años a la Civilización Maya, contemporánea en su fase final de la llegada de los conquistadores españoles a las tierras del Nuevo Mundo. Las mismas dataciones determinaron  que Caral, así como el resto de núcleos dependientes, disfrutó de una existencia de primer orden de 1.200 años hasta que se extinguió su presencia.

Distintas instantáneas del yacimiento arqueológico de Caral.

La construcción de enormes edificios con forma de pirámide distinguió especialmente a los moradores de Caral de las demás culturas que habitaron en aquellos tiempos los Andes. Plataformas de piedra de más de 600 metros en las que caben dos estadios de fútbol, muros de hasta 20 metros de elevación, pirámides de más de 150 metros de planta por 20 metros de altura  y construcciones de cinco plantas que son los mayores edificios encontrados en el Valle de Supe, eran el símbolo y el centro de poder de la clase dirigente, tanto política como religiosa, donde se realizaban las ceremonias que garantizaban el orden establecido en fechas señaladas por un calendario ceremonial muy estrechamente relacionado con la naturaleza.

La zona central de Caral albergaba las estructuras monumentales principales, entre las que destacaban las pirámides  y dos plazas circulares bajo el nivel principal del suelo. Más hacia el exterior, aparecían las residencias de la elite, los funcionarios, los artesanos y sirvientes, concluyendo el perímetro exterior  con la presencia de talleres, espacios de congregación pública y áreas de servicio. Se calcula que la ciudad tenía una capacidad para al menos unas 3.500 personas.

Lo que hasta el momento no se ha logrado, ha sido localizar la necrópolis de la ciudad, una circunstancia que sería de gran importancia dada la cantidad de datos arqueológicos que aportaría, aunque sí se han localizado esqueletos aislados de varias personas, de no más de 1,50 metros de altura, que se cree fueron muertos en accidentes y no producto de enterramientos rituales. Del mismo modo, se han localizado siete niños recién nacidos con claras señales de haber sido sacrificados, algunos de ellos bajo los cimientos de edificaciones importantes que podrían poner de manifiesto el inicio de tradiciones muy posteriores en el tiempo, en las que en distintos pueblos andinos aún se entierra un ser vivo como tributo a la Pachamama antes de levantar una obra.

Todo parece indicar que los habitantes de Caral dieron suma importancia al uso de la música, sobre todo en sus ceremonias religiosas. En la imagen, una de las numerosas flautas localizadas en el área del anfiteatro.

La actividad de sus habitantes era principalmente comercial, y también como centro de peregrinaje religioso, al haberse detectado gran cantidad de altares y fogones construidos para ofrendas. En sus ceremonias utilizaron el fuego y la música, dándose la circunstancia de que,  uno de los hallazgos más importantes fue un conjunto de 37 cornetas hechas con huesos de llamas y venados, y otras 32 flautas traversas elaboradas con huesos de pelícanos y cóndores. Aún desconociendo los metales y que no poseían grano de ningún tipo, desarrollaron conocimientos científicos que aplicaron a la agricultura, la construcción de canales de riego y terrazas agrícolas, así como la confección textil, pesca y el desarrollo de medicina natural para tratar distintas dolencias. Predijeron el tiempo, realizaron observaciones astronómicas, y basaron su economía en el comercio de algodón y productos marinos que intercambiaban con otras poblaciones menores de la selva y los andes centrales.
Si bien no se ha encontrado prueba alguna de la presencia de escritura, se cree ahora que fueron los primeros en utilizar los “quipus”, del quechua khipu (nudo), un sistema nemotécnico mediante cuerdas de lana o algodón de uno o varios colores y nudos que posteriormente desarrollaron distintos pueblos en los Andes, popularizándolo especialmente los incas, quienes lo usaron principalmente como un sistema contable para todos los funcionarios del imperio inca, pero que según algunos expertos, podría haber sido utilizado también como una forma de escritura.

Parece ser que la religión fue el principal nexo de unión de Caral con el resto de los núcleos urbanos que constituían su área de influencia. Sin embargo, no se conoce prácticamente nada sobre su organización política, aunque se sospecha que Caral fue la sede principal de una comunidad formada por distintos linajes, cuyos lideres de forma asamblearia, tomaban todo tipo de decisiones. No existen evidencias de que fueran un pueblo guerrero, al no aparecer armas o fortificaciones, ni tampoco muy dado a las expresiones artísticas manuales (pintura, escultura, etc.) aunque si que hicieron especial hincapié en el arte de la música.
¿Qué pueblos más arcaicos dieron origen a la Civilización de Caral? ¿Cuánto tiempo de desarrollo, planificación y conocimiento previo se necesitó para poder construir pirámides de gran complejidad técnica hace 5.000 años? ¿Cómo fueron capaces de realizar un increíble y moderno entramado de canales de irrigación en uno de los parajes más áridos del mundo, sin tan siquiera disponer de herramientas de metal?

La Ciudad Sagrada de Caral, recientemente declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, sigue sorprendiendo al mundo. Recientemente se descubrió en el sitio arqueológico de Vichama  (la ciudad agropesquera que forma parte de la civilización más antigua de América) una pirámide cuya pared refleja la figura de unas manos cruzadas agarrando un cuchillo, semejante a la que existe en el templo de Kotosh, en la región Huanuco, otro enclave de la Civilización Caral.

Considerada la civilización de Caral precursora de la inca, se cree que sus dioses fueron los mismos a los que éstos adoraron. La veneración de determinadas montañas jugó un papel central en la cosmología y religión de las sociedades andinas tradicionales, donde la importancia de los dioses que habitaban las montañas, conocidos generalmente en distintas regiones de Perú como apus, wamanis o awkillu, fue del todo determinante. Fueron dioses como Viracocha, Inti, Mama Quilla, Pacha Mama o Pachacamac quienes según la tradición descendieron desde las alturas y establecieron sus moradas en los más elevados picos de los Andes, y desde donde dirigieron como educadores y maestros de la humanidad, la labor de enseñanza a los hombres de, entre otras cosas, la agricultura, la medicina, la astronomía, etc, o le regalaron directamente bienes tan preciados como el maíz.

Quipu con más de 4.500 años de antigüedad. Según la opinión de diferentes investigadores los quipus fueron un sistema  equivalente a la escritura, pues es posible lograr más de 8 millones de combinaciones gracias a la multitud de colores en las cuerdas,  la distancia entre ellas,  las posiciones de los nudos y el tipo de los nudos posibles. Hay algunos pueblos andinos que mencionan tener «escritos» en los quipus de su localidad, que ya ni los más viejos del lugar apenas pueden descifrar.

El fin de una civilización

Al igual que las contemporáneas de Mesopotamia y Egipto, la Civilización de Caral también concluyó después de un largo periodo de esplendor. Después de levantar pirámides al mismo tiempo que Zoser, faraón de la II Dinastía, ordenaba a Imhotep erigir la primera pirámide del Antiguo Egipto (Pirámide Escalonada de Sakkara), en algún momento en torno al año 1.800 a. de C., mientras que el mítico Hammurabi ascendía al  trono de Babilonia, la fuerza de la naturaleza borró prácticamente hasta el presente las huellas de la más antigua civilización americana conocida por la ciencia. Al menos esa es a hipótesis más manejada a la hora de explicar la desaparición de Caral y el resto de poblaciones satélites.
La acción de uno o varios terremotos, seguidos de un cambio brusco climático achacado a los efectos del fenómeno “El Niño”, determinaron el destino de Caral después de poco más de 1.200 años de existencia.  La destrucción de los canales de riego y el consiguiente efecto sobre los campos de algodón, el principal producto de intercambio comercial, más una prolongada sequía con bajadas de temperatura y fuertes vientos que arrasaron los campos, unido todo  ello también con la desaparición de la pesca del litoral central del Perú por el cambio de temperatura de sus aguas, terminó por dispersar a los pocos supervivientes de la catástrofe.

Ruth Martha Shady Solís, antropóloga y educadora peruana, nacida en el Callao el 29 de diciembre de 1.946. En 1994 inició la investigación sobre los orígenes de la Civilización de Caral en el Valle de Supe. Desde el año 2.003 es Jefa del Proyecto Especial Arqueológico Caral – Supe/INC, y es Presidenta del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios – ICOMOS Perú.

Mudos testigos durante siglos de un pasado desconocido, las pirámides y el resto de edificaciones y áreas arqueológicas de Caral, están arrojando mucha información sobre la forma de vida y las costumbres de esta civilización andina de más de 5.000 años de antigüedad. Mucho es el trabajo que queda por realizar y muchos son los interrogantes que aún quedan por responder a todos los enigmas que sobre los orígenes y la propia existencia de Caral se han planteado desde su descubrimiento.
De momento y gracias al tesón de investigadores como la Dra. peruana Ruth Shady y el resto de miembros del PEACS, se ha derribado un dogma más de los que habitualmente los sectores más conservadores de la arqueología nos tiene acostumbrados.

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=3so01a2zcjg]