Archivo por meses: marzo 2014

Hijos en subterráneo del divorcio

skilsmisse_kortUn manto acuífero es agua subterránea que se aloja bajo la superficie de la tierra. El volumen del agua que se alberga debajo es mucho más importante que la masa de agua retenida en lagos o circulante, aunque menor al de los glaciares. Normalmente se piensa que el agua subterránea circula por cavidades y galerías, pero no es sólo así, se puede encontrar en sedimentos, poros y grietas de la tierra que contienen el agua como si fueran esponjas.

Las emociones de los niños cuando sus padres se separan pueden ser percibidas como aguas subterráneas que sólo se hacen evidentes cuando hay lágrimas o conflictos exteriorizados. Pero, igual que los mantos acuíferos, éstas suelen ser profundas y no siempre están a la vista.

Con su película Manto Acuífero, el guionista y director Michael Rowe proyecta con total naturalidad el desconcierto, la confusión y el dolor de Carolina, una niña de 7 años que tras el divorcio de sus padres es alejada de su papá, sin que su madre le permita tener comunicación alguna con él.

La mayoría de las separaciones y divorcios se dan en contextos agresivos y de disputa por los bienes materiales. En esa dinámica, los hijos y sus necesidades se pueden invisibilizar o, lo que es peor, se pueden convertir en la moneda de negociación con la que los padres buscan conseguir sus objetivos.

Carolina es una niña suave, que no hace demasiadas preguntas, se refugia en el jardín explorando entre las plantas y levantando bichos de colección. Extraña a su papá todo el tiempo, lo recuerda con rituales cotidianos, lo imagina, lo dibuja, lo busca tras la ventana. Su madre apenas nota su nostalgia, está ocupada viendo cómo fastidia al exesposo e intentando reconstruir su vida con una nueva pareja.

En México, la salud psicológica de los niños está permanentemente expuesta durante y después de un divorcio, porque la ley no tiene suficientes elementos para protegerlos y las instituciones responsables de su seguridad no están capacitadas para resguardarlos de las condiciones adversas ocasionadas por sus padres. Carecen del acompañamiento del Estado.

De acuerdo con las cifras del INEGI 2011, la tasa de divorcios en México se disparó 75% y el número de matrimonios disminuyó casi 20% entre el 2000 y el 2011. El incremento no es malo o bueno. Quienes entendemos el divorcio como un derecho a la disolución de una relación por acuerdo de ambas partes no calificaríamos la posibilidad como negativa en sí misma, sino incluso como una oportunidad para que los hijos crezcan lejos de discusiones cotidianas entre sus padres. Pero hay pocos datos sobre el impacto que ocasionan las negociaciones de la separación que involucran a menores. Lo realmente importante es tener cifras y elementos sobre los hijos que son botín de los desencuentros.

En muchos casos los menores tienen que presentarse al menos una vez a la semana al juzgado de lo familiar y presenciar los pleitos entre los padres o testificar a favor de uno y en contra del otro. Colocarlos en estas condiciones vulnera aún más su estabilidad emocional. De modo que no es sólo un asunto privado en el que los padres debamos estar alertas constantemente de las reacciones evidentes o no de los pequeños, sino que deben existir políticas públicas ex profeso, con la intención de limitar lo más posible el abuso emocional de los menores.

Recorrer los días en que Carolina experimenta su duelo y presenciar su adaptación a una rutina desconocida nos muestra, como lo dice el propio Michael Rowe, cómo los niños no están exentos de los conflictos internos. Su trabajo cuidadosísimo manifiesta el mundo interior de una niña que sufre, como cualquier adulto. Nuestros mantos acuíferos pueden estar ocultos, pero no por eso el agua deja de correr en las profundidades subterráneas.

Twitter de la autora: @maiteazuela

http://pijamasurf.com/2014/03/hijos-en-subterraneo-del-divorcio/

domi ¿Tenian las Meninas las meninges mínimas?

Sin duda se trata de una pregunta realmente extendida en el mundillo de la Historia, concretamente en el de la Historia Infusa, rama que, afortunadamente, dominamos a la perfección.

Por todos es conocido que las Meninas descienden por línea paterna de la noble y a la vez encabronada tribu de los pigmeos velazquiensis. Este acervo genético ha dotado a sus descendientes de pequeños cuerpos humanoides, grandes cabezas y faldas de ancho vuelo, así como de un perrito faldero que acompaña sin descanso en sus comitivas.

Son típicas, a su vez, las escenas campechanas en las que la familia de velazquiensis comparten habitáculo durante horas, acompañadas en ocasiones por indivíduos de otras especies, como nobiles regios o pintoris erectus.

Tras esta breve introducción y abordando el fondo de la cuestión que nos ocupa, cabe destacar que la creencia de que las meninges de las velazquiensis son mínimas está basada en una falsa base por altura partido por dos.

Puede observarse a simple vista, que el cráneo de estos indivíduos es, en proporción, desproporcionado y enorme en enormeza y/o enormidad (que de las tres formas se puede decir). Este hecho fisiológico, unido a los tremendos dolores de cabeza que sufrían las velazquiensis, constatados tras el estudio de fósiles hallados en la ciudad de Toledo, Michigan, nos demuestra de forma empírica que el tamaño de las meninges en esta familia de homínido no era precísamente mínimo.

Podemos, por tanto, y sin miedo a equivocarnos, extraer la conclusión de que Las Meninas tenían las meninges máximas.

Para cualquier duda, pregunta, sugerencia, amenaza o regalo, pueden utilizar los comentarios.

http://historiasdelahistoria.com/2011/09/07/loh-%C2%BFtenian-las-meninas-las-meninges-minimas

domi Nietzsche… “Malentendidos, imposturas”

Fuente: “Nietzsche, un siglo después: Filosofía y política para el nuevo milenio” (Ensayo de Hernán Montecinos, III capítulo, Editorial Universidad de Santiago, año 2002)

«La llamada relación de Nietzsche con
el Nacionalsocialismo es un cuento lamentable.
Lamentable, por la bajeza de la gesticulación,
por la mezquindad de los espíritus y por
la absoluta falta de nivel de toda aquella ostentación
».

(“Malentendidos de una vida filosófica”, Richard Wisser)

 

PREPARANDO EL ESCENARIO

Erich Fromm, en su oportunidad, refiriéndose a la doctrina de Carlos Marx, señalaba: “una de las ironías peculiares de la historia intelectual es el que no haya límites para el mal entendimiento de las teorías aún en una época donde hay acceso ilimitado a las fuentes» (“Marx y su concepto del hombre”). Ahora bien, si este juicio lo hiciéramos recaer hoy, sobre todo lo que se ha dicho respecto del pensamiento y obra de Nietzsche, sin duda, tal juicio adquiriría una mayor significación aún.

Lo dicho, porque la crítica filosófica se ha acostumbrado a atribuirle a sus ideas determinados supuestos, lo que llevó en su momento a Erich Podach a decir: «Nietzsche, en su vida y obra, ha sido la figura más falseada y desenfocada de la historia de la filosofía contemporánea» y, más aún -agregaría yo-, de toda la historia filosófica hasta ahora conocida. No obstante, este hecho no tendría por qué haber sorprendido al filósofo, puesto que más de una vez, el mismo anunció que sus ideas no iban a ser comprendidas bien del todo:

« ¿Nos hemos quejado alguna vez de que nos comprendan mal, de que nos ignoren, de que nos confundan con otros, de que nos calumnien, de que nos escuchen o de que apenas lo hagan? ¡Eso es precisamente lo que nos ha tocado en suerte -y lo que nos seguirá tocando mucho tiempo aún!…» (371, GC.).

En efecto, numerosos intérpretes se han encargado de postular y difundir, respecto de su pensamiento y obra, interpretaciones equívocas en tal o cual sentido, dejándose seducir por la atracción que produce su particular estilo literario, fundamentalmente, por los efectos que produce tal o cual aforismo. De ello, Nietzsche siempre tuvo conciencia, lo que queda testimoniado por las advertencias reiteradas que hace a sus lectores respecto del tema:

«Los peores lectores son aquellos que proceden como soldados saqueadores: extraen de su lectura algunas cosas que pueden serles útiles; ensucian y confunden lo restante y lo ultrajan todo» (Cit. por Richard Wisser. “Nietzsche actual e Inactual”, Vol. 2).

Así, de acuerdo al sabor que haya dejado tal o cual idea, o tal o cual aforismo, Nietzsche será utilizado como una especie de carta al gusto para las más dispares interpretaciones, las más de las veces a favor de todo aquello que él expresamente combatió. Por las investigaciones iniciadas por Karl Schlechta, mayormente documentadas después por Colli y Montinari, hemos llegado a saber, por ejemplo, que su hermana Elizabeth, estando aún él en vida, mediante falsificaciones en sus escritos, dio inicio a las innumerables leyendas que se han tejido en torno a su persona y su pensamiento. De otra parte, el libro“Mi hermana y yo”, atribuido a su autoría, ha resultado ser un plagio literario, y “La Voluntad de Poder”, con influencia notable en las investigaciones posteriores, ha resultado ser bro que el filósofo nunca llegó a escribir. Todo esto, sin perjuicio de los acomodos y adulteraciones de que fue objeto, en su primera edición, su último libro “Ecce Horno “.

Sin embargo, de todos los malos manejos que se han hecho sobre su pensamiento y obra, la mayor, y más conocida de todas, ha sido aquella creencia generalizada de que habría sido el inspirador filosófico del nacionalsocialismo alemán. Un supuesto atribuido a partir de las manipulaciones que los nazis hicieron de sus ideas con el fin de proveerse de un fundamento filosófico que diera credibilidad a su nefasta doctrina. Sacando de contexto unos aforismos, los propósitos político-ideológicos promovidos por los nazis lograron ser finalmente socializados al interior del inconsciente de la opinión pública. No obstante, para que esto pudiera ser posible, tuvo que llevarse a cabo toda una trama cuyos antecedentes originarios se remontan a hechos sucedidos 50 años antes del advenimiento del régimen nazi. Entre éstos, cabe mencionar dos hechos significativos: por un lado, la fundación por Bernhard Förster, en Paraguay, de la colonia “Nueva Alemania” (1887), y por otro, la fundación por parte de Elizabeth Nietzsche, del “Archivo Nietzsche” en Weimar (1893).

Encontrándose comprometido en este trabajo la desmitificación de ciertas creencias socializadas en la opinión pública, será de interés dar a conocer entretelones de estos hechos que derivaron posteriormente a desarrollar toda una trama para atribuir supuestos al filósofo favorables al nacionalsocialismo alemán y que, por cierto, éste nunca jamás se planteó como horizonte ni político ni ideológico.

BERNHARD FÖRSTER

«…Un amigo nuestro, el Dr. B. Förster estuvo recientemente aquí: está lleno de un entusiasmo sin límite hacia las aspiraciones wagnerianas. Disfrutamos enormemente ora en comparación, ora en auto negación heroica, cristianismo, heroísmo, vegetarismo, cuestiones arias, colonias en el sur, etc. ¡Me resulta tan agradable todo esto, y me siento tan feliz con todas estas concepciones!…» (Elizabeth Nietzsche a Peter Gast. Hamburgo, 07.01.83).

¿Quién era Bernhard Förster y qué importancia tuvo para lo que habría de ser la mayor impostura del pensamiento de Nietzsche? El que llegaría a ser el marido de la hermana del filósofo ejercía desde el año 1870 como profesor en la escuela de Bellas Artes y en un instituto de Berlín. Obligado a abandonar su puesto docente a causa de sus actividades antisemitas, viajó al Paraguay para estar de regreso en Alemania en la primavera del año 1885. De vuelta fundó una cooperativa de colonización y se dedicó a reclutar emigrantes para regresar al Paraguay y establecer allí una empresa colonizadora.

Es en el año 1876 cuando Elizabeth conoce a Bernhard en Bayreuth, quedando desde un principio influenciada por las ideas germánicas y antisemitas de éste. Y aunque ya abrazaba dichas ideas, fue el fuerte carácter de Bernhard lo que la influyó para que sus posiciones en tal sentido se radicalizaran. Estableciéndose una mutua atracción entre ambos, pronto el romance no se hizo esperar, comprometiéndose el uno al otro el año 1883. En un comienzo, el que iría a ser su cuñado no le resultó del todo antipático a Nietzsche, pues veía en las ideas de éste una visión específicamente alemana, en la cual él mismo se había encontrado comprometido en su juventud. Sin embargo, a poco andar, su distanciamiento de él empezó a hacerse cada vez más notorio, fundamentalmente, por la radical posición antisemita de éste, cuestión que a esas alturas a Nietzsche le llegaba a resultar insoportable.

En efecto, a pesar de no serle desconocido el antisemitismo, aún más, encontrándose familiarizado con tal postura por sus estrechas relaciones con el círculo de Wagner, sin embargo, dicha cercanía no había dejado de ser superficial, en cuanto vinculación dentro de un ámbito puramente intelectual. Con Förster, en cambio, se encontró involuntariamente empujado a una proximidad con la rama práctico-política del antisemitismo, lo que le permitió comprender en su verdadera dimensión los alcances que comportaba tal postura. Se tienen antecedentes de que Förster, siendo wagneriano, habría sido, probablemente, el primero que, en determinadas conferencias, habría hecho referencias hacia Nietzsche como simpatizante antisemita; a lo menos, así se lo cuenta el propio filósofo a Overbeck en marzo de 1882. Nietzsche, al parecer, a partir de ese hecho empieza a tomarle distancia a su cuñado precisamente, por esa licencia que se había tomado de comprometerlo con algo a lo que él ya había empezado a despreciar.

Förster, además de wagneriano era un naturista fanático, que luchó denodadamente en contra de la vivisección y en favor del vegetarianismo. Sin embargo, en su trabajo ideológico y político es donde pone toda su energía, haciendo del nacionalismo alemán y el antisemitismo fuente de todas sus actividades y preocupaciones. Como antisemita lo vemos participando activamente en el grupo de los “Siete alemanes” por cuya iniciativa en Abril de 1881 se le hizo entrega a Bismarck de una solicitud con 267.000 firmas pidiendo la eliminación de los judíos de los cargos públicos y de los sistemas de enseñanza. Con el mismo grupo fundó el “Partido del pueblo alemán“, el cual, explotando la reciente desilusión provocada por la crisis económica en Alemania incentivó el nacionalismo y antisemitismo a través de todo el territorio: «Solamente unidos todos -decía- podremos derrotar la plaga judía».

Para sus propósitos político-ideológicos, el círculo de Wagner resultó a Förster un lugar muy apropiado; siendo Wagner una personalidad cultural influyente en Alemania, no habría de pasar mucho tiempo para que Förster quedara encandilado con la magia que brotaba de sus palabras. Y mientras Bernhard se entusiasmaba con Wagner, Elizabeth, veía en su mujer, Cósima, el símbolo de lo que la mujer alemana podía realizar. Pero, para lo que al caso importa, Förster quedó influenciado por un escrito de Wagner del año 1880, titulado “Religión y arte“. Un escrito en que el músico reivindica la necesidad del establecimiento de una colonia puramente alemana en Sudamérica, en la que ciertamente los judíos se encontrarían proscritos. Tal idea sería el origen de lo que más tarde Förster haría en Paraguay fundando la colonia “Nueva Alemania “. Por cierto, no una colonia cualquiera, en cuanto sus propósitos estaban bien definidos: una colonia que sirviera como Estado de reserva cuando la Alemania del viejo mundo cayera alguna vez en manos de los rusos, los judíos o los romanos.

Alentando esta empresa, Elizabeth dirá: «Encuentro a Fritz cada vez menos comprensivo. Querría que compartiese las ideas de Förster, sus ideales que harán a los hombres mejores y más felices si son promocionados y llevados a la práctica. Algún día Förster será elogiado como un gran alemán benefactor de su pueblo». No obstante, a esas alturas, Nietzsche dejaba oír sus lamentaciones: «Ese maldito antisemitismo es la causa de una profunda brecha entre mi hermana y yo». Efectivamente, un abismo insondable se había abierto entre ambos hermanos y, tanto fue así, que el día que ésta se casó con Bernhard (22.05.85), Nietzsche se negó a asistir a la boda; sus diferencias eran ya insalvables:

«Es doloroso para mí oír la voz de mi hermana. Soy la víctima de su despiadado deseo de venganza. No hay ninguna posibilidad de reconciliación con esa gansa vengativa y antisemita».

Por eso, cuando Förster y Elizabeth partieron en su aventura colonizadora a Paraguay, Nietzsche pareció respirar aliviado, como sacándose un gran peso de encima.

LA NUEVA ALEMANIA

Nos encontramos en el momento en que los planes colonizadores de Bernhard y Elizabeth están en pleno apogeo. Por medio de una difundida propaganda empiezan a reclutar seguidores para su empresa; como principal requisito se exigía que sus participantes fueran de raza aria de cuya pureza no pudieran existir dudas. Al cabo de un año lograron reclutar a un grupo de pioneros pobres. El día de la partida (15.02.87), una gran multitud se apostó en los muelles del puerto de “Hamburgo”; Nietzsche se negó a estar presente el día de la despedida, no obstante, se daba cuenta de que, a pesar de sus diferencias con su hermana, la extrañaría.

«He perdido a mi hermana, estamos irremisiblemente separados, las ideas de mi cuñado por las que está dispuesta a vivir y a morir son mucho más extrañas para mí que el mismo Paraguay».

A bordo del vapor “Uruguay “, el viaje duró más de un mes en un agotador y caluroso viaje. En las “Bayreuther Blatter”, el 02.05.87, se registra un artículo de Förster relatando impresiones sobre las vicisitudes del viaje: «Hemos hecho nuestra entrada solemne en la nueva región». Sin embargo, pese al entusiasmo de Förster, al llegar al lugar elegido, los colonos enmudecieron ante el paisaje inhóspito y desolador que se les presentaba a su vista; sin embargo, era ya demasiado tarde para arrepentirse y regresar.

A los lugareños sólo se les permitió el acceso como sirvientes y trabajadores, quedándoles prohibido establecerse en el campamento y en sus alrededores más inmediatos. Desde un principio, Elizabeth y Bernhard mostraron predilección por toda clase de parafernalia; así lo demuestran crónicas y cartas de la época. Nietzsche, por ejemplo, por cartas de su hermana se entera de que en la ceremonia de inauguración «se habían hecho disparos al aire con armas de fuego, que había habido caballos adornados, que la gente se alineaba a las puertas de sus casas para regalarles flores y cigarros y que le pedían a Elizabeth que bendijera a sus hijos. Se pronunciaron discursos, se recitaron poemas y hubo una procesión que pasó bajo un arco triunfal. A todo esto siguió un desayuno de festejo» (Cit. por Lesley Chamberlain. “Nietzsche en Turín»). En sus notas, Elizabeth escribirá: «Finalmente, puse pie en el suelo de la “Nueva Alemania “, con un discurso de bienvenida un colono alzó su copa y gritó: larga vida a la madre de la colonia, lo que alegró mi corazón».

Desde el momento de su llegada, el matrimonio Förster se asignó privilegios, tanto en lo referente a su alimentación como a la misma residencia que se mandaron a construir. Elizabeth, mostrándose soberbia y altanera, siempre presumió de la gran cantidad de sirvientes y trabajadores que se encontraban a su disposición. Pese a la pesada carga de trabajo, se hacía tiempo para escribir notas tras notas: «Qué oportunidad estamos ofreciendo a los trabajadores alemanes que malgastan sus vidas en pobreza, enfermedades y desesperanza en muchas partes de la vieja Patria. Qué idílico cuadro hemos creado, nada es extranjero aquí, todo es casero y alemán».

A los pocos meses, los colonos empezaron a darse cuenta de lo serio de su situación; contrajeron enfermedades incurables y la nube de insectos de la selva era una constante amenaza a su salud y a sus propias vidas. El suelo arcilloso y seco, imposible de arar, obligaba a los colonos a vivir de una dieta de yuca, lo único cultivable en clima tan duro. Muy pronto el ánimo empezó a declinar. Förster había elegido una posición tan alejada de la civilización que el establecimiento de la colonia se hacía prácticamente inviable; al borde de la hambruna, y cada vez más desesperados por el aislamiento, los colonos empiezan a mostrar su descontento, sobre todo, volviéndose en contra de Elizabeth, quien los trataba con aire superior de ama. Esta, sin parecer darse cuenta de lo serio de la situación, seguía escribiendo una intensa propaganda: «Cuando limpiamos los bosques con el sudor de nuestra frente, preparando el fértil suelo para su cultivo, sentimos en nuestros corazones que es precisamente este tipo de trabajo el que nos hace los herederos espirituales de Ricardo Wagner».

Pese a los esfuerzos de los esposos Förster, los problemas se van haciendo cada vez más insoportables, agravado todo ello por la fuerte deuda contraída por Bernhard para el financiamiento de su empresa colonizadora. Presionado económicamente deja los asuntos coloniales en manos de Elizabeth para regresar a Alemania en una desesperada búsqueda de dinero. Pero ya todo esfuerzo parecía inútil para salvar a la colonia de un desastre; muchos empiezan a desesperarse, lo que obliga a los esposos Förster a poner mano de hierro para que no cundiera la indisciplina. En una situación insostenible, algunos colonos lograron abandonar la colonia, pero, a la vez, otros nuevos lograron ser reclutados. Uno que regresó a Alemania escribió un libro detallando las barbaridades y abusos de la pareja, revelaciones que empujaron a Förster a una fuerte depresión. Un día, abandonando inesperadamente la colonia, se fue a ahogar sus penas al hotel “Del Lago“,cerca de Asunción; la camarera del hotel encontraría su cadáver en su habitación: se había envenenado con una mezcla de estricnina y morfina (03 .06.89).

La noticia de la muerte de Förster fue un segundo gran golpe para Elizabeth que acababa de recibir noticias relacionadas con la pérdida de lucidez de su hermano. Junto a una explosión de energía creativa, el cerebro de Nietzsche había colapsado. Esta nueva situación le vino muy a propósito para desembarazarse de la colonia en el momento de su mayor crisis. Al llegar a la estación de Naumburg, ante sus ojos un patético espectáculo: Nietzsche junto a su madre saludaba a su hermana sin reconocerla.

Atrás había quedado la colonia, la que hasta hoy ha cambiado muy poco. La “Nueva Alemania“, inviolada por la civilización moderna, tiene muy poco contacto con el mundo exterior. Sus calles aún mantienen el nombre de la mujer que la cofundó. La gente que hoy ahí permanece sigue viviendo la misma vida que la de los campesinos alemanes del siglo XIX, y no saben nada de la moderna Alemania. En una zona escogida por su aislamiento, rodeada de una espesa selva y rápidos ríos, la colonia se encuentra sellada para el mundo, fosilizada en el tiempo. Los pocos alemanes que quedan allí se encuentran todos emparentados; para ellos, la lucha no es sólo por la supervivencia, sino también para conservar su identidad racial y cultural. La historia de la “Nueva Alemania” se ha transmitido de generación en generación. Su racismo se ha desplazado desde los judíos, con los que no han tenido contacto desde hace más de cien años, hasta los paraguayos que viven cerca del lugar. El primer proyecto de Elizabeth había concluido, una nueva etapa estaba por comenzar:

«Ahora debo decir adiós a los asuntos coloniales, otra gran tarea vital reclama mi tiempo y mi energía, el cuidado de mi único y querido hermano, al filósofo Nietzsche, la protección de sus obras, y la descripción de su vida y de su pensamiento».

EL ARCHIVO NIETZSCHE

El año 1893, ya sin lucidez el filósofo, su hermana Elizabeth decide que sólo ella podía administrar sus ideas y escritos, para cuyo propósito funda el “Archivo Nietzsche “. Pretendiendo inmortalizarlo de acuerdo a sus propias ideas llegará a decir: «Tengo el deber de defender, de enmendar las faltas y de representar los hechos y experiencias de la vida de mi hermano con la más escrupulosa exactitud, puesto que nadie estuvo tan cerca de él como yo».

Gracias a su perseverancia, poco a poco, logra hacer que sus libros se empiecen a vender y que su nombre sea reconocido, no sólo en Alemania, sino también en el resto de Europa. Como nunca antes, hizo que las ediciones de la obra de su hermano empezaran a conocer el éxito y, como sacerdotisa principal del culto a Nietzsche, su propia fama también empezó a crecer, la que se acrecentó más aún después del fallecimiento de su hermano (1900).

Años más tarde, durante el transcurso de la “1° Guerra Mundial” la fama de Nietzsche era innegable; como vivo testimonio han quedado las imágenes de los jóvenes wandervogel, los que antes de partir a batalla guardan en sus mochilas el libro “Así hablaba Zaratustra“. Durante la guerra, Elizabeth reavivará sus ideas nacionalistas de antaño, comprometida en una exhortación a la nación alemana para que participara en la guerra: «Es un gran reto para los alemanes el levantarse y luchar. En cada alemán hay un luchador sin importar a qué partido pertenezca y este guerrero interior surge cada vez que la patria se siente amenazada». No habiendo considerado la posibilidad de la derrota, cuando ésta se produjo mostró una gran contrariedad: «No pude soportarlo, nuestras tropas en el frente eran invencibles, pero nuestros estúpidos guardias tontos e infantiles, han apuñalado a nuestros valientes soldados por la espalda. Alemania ofrece un espectáculo deplorable. Cada día quisiera morir».

Después de la derrota, los esfuerzos publicitarios de Elizabeth no cesaron, encontrando gran receptividad en importantes figuras políticas que anunciaban ya el advenimiento del nuevo régimen nazi. Y no sólo logró la difusión masiva de los libros de su hermano, sino también, ella misma logró ocupar un puesto destacado en el campo de las letras con sus propios escritos; el año 1923, logra ser nominada, por tercera vez, al Premio Nóbel de Literatura convirtiéndose, de este modo, en la principal letrada de Alemania.

La reivindicación del nombre de su hermano tuvo tal éxito que logró, incluso, que su nombre y fama traspasara las fronteras alemanas, atrayendo la atención del mismísimo Benito Mussolini, a quien Elizabeth consideraba como el Nuevo César de Italia: «Ya no puedo privarme de expresar mi admiración por Mussolini. El no sólo es el gobernante preeminente de Europa, sino del mundo entero. Mi hermano habría sentido gran orgullo de admirar a este hombre maravilloso, un hombre alegre, poderoso y triunfador que le ofrece al hombre la esperanza de la salvación».

Con regularidad supo mantenerse en contacto con el dictador italiano llegando, en febrero de 1932, a montar en Weimar una obra escrita por éste. Impedido Mussolini de asistir, sin embargo, como contrapartida, esa noche logró conocer al hombre que ejercería una gran influencia sobre su vida y sobre la reputación de su hermano: Hitler entraba a su palco privado obsequiándole un enorme ramo de rosas. Cuando Hitler asumió al año siguiente el poder, Elizabeth se encontraba llena de júbilo: «Estamos ebrios de entusiasmo por tener a la cabeza del gobierno a un hombre tan maravilloso, a una persona fenomenal, a nuestro Canciller Adolfo Hitler. Al fin hemos encontrado a esa Alemania que durante siglos nuestros poetas han descrito anhelosamente en sus poemas y a la cual todos hemos estado esperando». Pocos meses después, en un nuevo encuentro con Hitler, dirá: «Fue en el Teatro, en una representación de Tristán e Isolda, en honor al aniversario de la muerte de Wagner, que tuve la gran fortuna de mantener una conversación personal con nuestro maravilloso Canciller». 

Hitler, dándose cuenta del valor propagandístico que el Archivo podía brindarle, comienza a visitarlo asiduamente, lo que hace caer a Elizabeth en un gran entusiasmo: “Si mi hermano lo hubiera conocido su más grande deseo se hubiera hecho realidad. El cambiará a Alemania por completo, pero debemos de ser pacientes. Lo que más me agrada de Hitler es su simplicidad y naturalidad. El no quiere nada para sí mismo, sino todo para Alemania. Lo admiro profundamente».

Para los nazis, las ideas de Nietzsche les vienen muy a propósito para el esquema de su programa; Hitler y Goebbels se encontraban empeñados por sacar a luz todo lo que consideraban lo mejor de la cultura alemana y destruir todo aquello que consideraban decadente. Los libros de los autores considerados decadentes fueron incinerados salvándose los libros de Nietzsche de caer en las llamas; por el contrario, fueron colocados junto a las biblias del nazismo. Así, los escritos de Nietzsche, quien había sido el más mordaz exponente contra el antisemitismo, fueron utilizados para respaldar los decretos más abominables en contra de los judíos. Elizabeth llegará a decir: «El lazo que une a Nietzsche con el nacionalsocialismo es el heroísmo que existe en su alma».

A esas alturas, Elizabeth se daba el lujo de contar con dos patrocinadores importantes: Hitler y Mussolini; cuando éstos se reunieron en Venecia, el 14 de junio de 1934, creyó oportuno enviarles el siguiente telegrama: «El espíritu de Nietzsche envuelve este encuentro entre los dos gobernantes más importantes de Europa». Ambos dictadores agradecieron sus elogiosas palabras reconociendo que habían sentido la presencia espiritual del filósofo, confesando su veneración por Nietzsche y el respeto hacia ella como custodio de su filosofía.

A los 88 años, Elizabeth ya era tema frecuente de conversación entre los dos líderes. Hitler, abriendo una vez más espacio en su agenda la visita en el Archivo. De este encuentro, un observador dejó sus impresiones: «Así como en pasados tiempos una abnegada madre le hubiera dado la bienvenida a su hijo, bajo la sagrada llama de una sacerdotisa vigilante, nadie que lo haya presenciado olvidará nunca cómo el hombre a quien el mundo entero ve con el más agudo interés, saluda a la dama mientras ambos permanecían de pie bajo la radiante luz del sol». Elizabeth, para congraciarse con Hitler; obsequia al Führer el bastón de Nietzsche y una copia antisemítica que Förster le había presentado a Bismarck 50 años atrás.

Para 1935 su salud empeoraba. Tras la operación de uno de sus ojos, le escribió al Führer contándole que había releído su libro “Mi lucha” durante su convalecencia: «Esas poderosas y profundas percepciones y consideraciones sobre la nueva creación del carácter alemán se apoderaron de mí. Le aconsejaría a cualquier inválido sumergirse en este maravilloso libro y encontrar la fuerza y el valor para luchar contra las adversidades del destino».

Sin embargo, Elizabeth consideraba que había una persona que no había recibido aún el reconocimiento por sus servicios a la patria; decide influir en el Führer para reparar tamaña injusticia; Förster estaba a punto de ser elevado a una posición importante dentro de la mítica historiografía nazi. Hitler, en reconocimiento de que medio siglo atrás ella y su esposo habían puesto en práctica las ideas del racismo ario, envía emisarios al cementerio de la selva paraguaya donde éste había sido enterrado en 1889. Elizabeth lograba así el reconocimiento hacia su esposo por el trabajo de toda su vida a favor del nacionalismo y antisemitismo.

Al fallecer Elizabeth (09.11.35), Hitler tomó su lugar al pie del ataúd. Uno de sus lugartenientes leyó el discurso ceremonial: «Usted, mi Führer, nos ha infundido un gran respeto y admiración por esta gran mujer alemana, a quien la eterna providencia se ha llevado para reunirla con su incomparable hermano, el buscador de la verdad, el profeta de la lucha, el heroico y eminente Friedrich Nietzsche. La Alemania socialista nacional protegerá con eterno agradecimiento, el importante legado intelectual del gran filósofo Friedrich Nietzsche. El y su hermana han pasado a la inmortalidad».

La inmensa sombra de Elizabeth y la representación fraudulenta de la filosofía de su hermano, llegaron a engañar a los más reputados intelectuales de la época, los que no pudieron dejar de sustraerse a las imposturas y malinterpretaciones hechos sobre su vida y obra por Elizabeth. La influencia de las malinterpretaciones de ésta y las del Archivo Nietzsche fueron de tal alcance y magnitud, que llegaron a afectar hasta los mismos procesos judiciales de Núremberg; tal fue así, que el fiscal francés durante el juicio en su condena llegará a exclamar: «Si es cierto que las razas superiores deben exterminar a la gente subordinada y decadente, entonces, qué métodos de exterminación usaran para intimidarlos; esto era la moralidad de la inmoralidad, el resultado de la más pura enseñanza de Nietzsche».

SUPUESTOS POLÍTICOS

Fue Alfred Baumler quien, el año 1931, descubriendo la filosofía de Nietzsche, concluye desde allí interpretaciones que sirvieran a los fundamentos teóricos de la doctrina nazi. Las dificultades que representaban los juicios anti alemanes del filósofo fueron eliminados bajo el fundamento de que: «Nietzsche lucha contra el Reich, no porque sea alemán, sino porque es alemán y cristiano. Piensa en una forma más audaz y ambiciosa de ser alemán: Alemania debe volver a dominar a Europa». Así, por voluntad de Baumler, Nietzsche ya no pertenecerá más al Occidente, pasando a ser el Sigfrido del Norte Germánico, el espíritu nórdico y pertenecerá al espíritu de la Gran Guerra: «La creadora de una Europa que sea algo más que una colonia romana, sólo puede ser la Alemania nórdica, la Alemania de Holderlin y Nietzsche».

A su vez, Alfred Rosenberg, a cargo de la educación e instrucción intelectual del partido nazi, sin encontrarse del todo convencido de los ajustes de las ideas de Nietzsche con el espíritu alemán, no tendrá reparos en eclipsar sutilmente a Nietzsche en su libro “El mito del siglo XX”, mencionándolo con marcada hostilidad, en los siguientes términos: «Bajo la bandera de Nietzsche se alinean los rojos estandartes y los predicadores nómadas del marxismo. En su nombre tuvo lugar la contaminación de razas, con la intervención de todos los sirios y negros». Sin embargo, a pesar de sus aprehensiones, pudieron más las necesidades políticas del régimen, terminando por acomodar la ideología nazi de modo que ésta apareciera impregnada de una atmósfera nietzscheana.

No obstante, para ajustar las ideas del filósofo a los requerimientos del régimen nazi, necesariamente tenía que existir una gran dosis de ignorancia respecto del significado de sus ideas, lo que queda al descubierto en el momento de revelarse los verdaderos entretelones que originaron tan burda trama. En efecto, Carl August Emge -quien había sido director del Archivo- pone al descubierto esta impostura diciendo que ni a Hitler ni a Rosenberg jamás nunca se les había ocurrido formularle la menor pregunta sobre Nietzsche, expresando al respecto el siguiente juicio: “Estos frutos tan ridículos no son los frutos por los que se puede conocer a Nietzsche». Y no deja de tener razón, si se considera que Hitler en su libro (“Mi lucha”) no menciona ni una sola vez a Nietzsche.

A Benito Mussolini también le cabe cierta responsabilidad en lo que respecta a los supuestos de que fue objeto el pensamiento de Nietzsche, al confesar que sus ideas habían sido influenciadas por éste. Efectivamente, Mussolini se encuentra con la obra del filósofo en 1908, en Suiza, con ocasión de su exilio. Sintiéndose incomodado en la estructura del partido socialista, demasiado burocratizado y poco abierto para pensar, ve en la obra del filósofo la posibilidad de desesquematizar su pensamiento; lo atraía el poderoso lenguaje de Nietzsche, cuando en “Así hablaba Zaratustra “, hace referencia a un “Superhombre “, un hombre que pasa por encima de las instituciones para lograr sus fines. Sin embargo, a diferencia de Hitler, hay que reconocer en Mussolini, que estuvo siempre atento a los problemas filosóficos e intelectuales, los que seguía y estudiaba con gran interés. Imbuido en este espíritu, ve en Nietzsche un pensamiento liberador que se aviene muy bien con su carácter por su resistencia a los planteos esquemáticos y puramente intelectualistas que se encontraban en boga. Para él, la figura del“Superhombre “, fuerte, libre y crítico, transformador de un mundo lleno de tediosa inmovilidad, es lo que permite hacer de la política contingente y corrupta un acto de la “Gran Política “: «No se sorprendan si de cuando en cuando introduzco intersticios literarios en el tratamiento tan árido de esta materia para aligerarles el deber como escuchas, pues porque yo, como discípulo de Federico Nietzsche, polaco-germánico, he aprendido de él que en las cosas difíciles es necesario proceder con paso cauto pero ligero» (discurso en la Cámara de Diputados, 1934).

En este mismo sentido, evocando episodios de la primera guerra mundial, llegará a referir la siguiente relación: «…entonces elegí el mar Mediterráneo y a Nietzsche como mi gran aliado». Y rubricará: «Alemania ha regalado al mundo a los dos más grandes espíritus del siglo: Goethe y Nietzsche». Incluso, llega a elaborar un escrito dedicado al pensamiento del filósofo, bajo el título “La filosofía de la fuerza“.

Hitler, en cambio, a diferencia de Mussolini, desconocía el pensamiento filosófico de Nietzsche eludiendo referirse a él, a menos que fuera para valerse de ciertas frases sueltas que, tomadas fuera de contexto, pudieran ser usadas para propósitos de la ideología nazi. Por las investigaciones hasta ahora conocidas, todo parece indicar que Hitler no conoció la obra de Nietzsche e, incluso, que ni siquiera leyó una palabra de sus libros.

Por fortuna, una vez derrotado el régimen nazi, el armado de este fraude se viene estrepitosamente abajo. Y no podía ser de otro modo, del momento que sabemos que Nietzsche fue enemigo declarado del Estado y de los modernos movimientos de masas; paradójicamente, el fascismo hizo del Estado objeto de su adoración, y de los movimiento de masas el centro de su fuerza.

IMPOSTURAS LITERARIAS

En julio de 1945, cuando el “Ejército Rojo” se hizo cargo de la ciudad de Weimar, ésta se encontraba convertida en un centro de propaganda nazi, cuyo centro lo ocupaba el“Archivo Nietzsche“. Desde 1947, el Archivo pasa a formar parte de los lugares de conmemoración e investigación de la literatura clásica alemana. No obstante, es sólo a partir del año 1954, cuando éste fue reabierto para la investigación de todos sus documentos; desde entonces, se empieza a contar la historia de cómo se habían modificados los escritos de Nietzsche para confundirlo con los propósitos del régimen nazi. El genio que estaba detrás de ello, había sido nada menos que su hermana.

En efecto, el primer objetivo de Elizabeth, estando en vida aún su hermano, era tener acceso a sus escritos para manejarlos a su voluntad y arbitrio. Nietzsche, incapaz de sostener a esas alturas un pensamiento lúcido, se dejó llevar por los deseos de su hermana. Pero, siendo muchas sus diferencias, los propósitos de Elizabeth requerían de un gran esfuerzo, sobre todo, ante el hecho de que sus ideas sobre temas fundamentales, eran aborrecidas por el filósofo (cristianismo, moral, nacionalismo, antisemitismo, etc.). De las diferencias entre ambos, existe bastante documentación que así lo corrobora:

«Mi hermana ha descargado con toda su energía la hostilidad de su naturaleza en contra mía… Se ha desligado formalmente de mí, por el asco que le produce mi filosofía y porque yo amo el mal mientras que ella ama el bien… » (EN a Paul Rée, posiblemente el 15.09.82).

«…Querer a mi hermano, admirar su obra constituía el deber de mi vida y su centro; cierto que el amor ha quedado pero ya no puedo hacer nada por él: he perdido la fe en los efectos positivos de su filosofía…» (Elizabeth a Peter Gast, Naumburg, 07.01.83).

«Personas como ella tienen que ser irreconocibles adversarios de mi manera de pensar y de mi filosofía. Así lo quiere la naturaleza eterna de las cosas…» (F.N. a su madre, Niza, febrero de 1884).

«»¡Cielos! mi antisemitismo fue hasta ahora un pensamiento tan benigno y pacífico que todos mis amigos sentirán un asombro profundo al saber que éste ha podido ser la causa de nuestra separación. .»(Elizabeth a Peter Gast, Naumburg, 26.04.84).

Al tenor de estas notas se evidencia que la separación entre ambos, no fue sólo por el antisemitismo que ésta profesaba, sino, más bien por las profundas diferencias de opinión que ésta tenía respecto del pensamiento filosófico de su hermano. Decidida a borrar esta imagen se afana por aparentar una comunión de ideas con las de su hermano, para cuyo efecto recurre a ardides no muy santos, entre otros, adulterando cartas elogiosas que él había escrito a otras personas; con simples borrones y raspaduras parecía fácil opacar sus diferencias. Mas, Elizabeth ignoraba que algunos destinatarios conservaban algunas copias facilitando así, más tarde, el descubrimiento de sus falsificaciones. Afanada en este mismo propósito, en una popular biografía sobre su hermano, introdujo inexactitudes para demostrar la intimidad de su relación con éste: «Nunca en nuestras vidas nos dijimos una sola palabra ruda». Pero, es el caso que, primero, en la biografía que publicó, y luego, en las cartas seleccionadas, sólo dio a conocer lo que de alguna manera respondía a la leyenda creada por ella. Incluso, el año 1889, su madre, que podía como nadie leer la ilegible caligrafía de su hijo, descifra las modificaciones introducidas a un fragmento de los “Ditirambos a Dionisos”; en dicha modificación, la calma se convierte en voluntad y la soledad pasa a ser un ring de boxeo, en el que el culto enfermizo a la voluntad se reduce en palabrería altisonante (Cit. por Richard Wisser. “Malentendidos de una vida filosófica”).

Así y todo, la mayor impostura literaria conocida es la publicación, bajo las órdenes de Elizabeth, de un libro hasta entonces no conocido, bajo el título «La voluntad de poder». Este libro se tuvo como la obra fundamental del filósofo sirviendo de guía para los investigadores de la época. Pero, contrariando la costumbre de entonces, Karl Schlechta ya no considera dicha obra en la suya, al contrario, nos entrega la prueba según la cual la obra citada no ha existido nunca. La colección de aforismos publicados a instancias de la hermana, no contiene nada de lo que el lector de las obras publicadas por el propio Nietzsche no conozca o pudiera haber ya conocido. En efecto, Nietzsche anunció reiteradas veces su intención de publicar una obra que incluyera la totalidad de su pensamiento filosófico. Pero es el caso que, en su momento, desistió de tal proyecto. Tal es así, que parte de las notas acumuladas para dicha obra, fueron incorporadas en el “Ocaso de los ídolos”, en “El Anticristo” y otros textos. Sólo a Schlechta le tocó la suerte de acabar con la leyenda de la obra fundamental del filósofo, señalando al respecto: «Quien se decida por la hermana de Nietzsche se decide en contra de Nietzsche». La voluntad de poder, no sólo debe su origen a un malentendido, sino a la completa ignorancia de la señora Förster con respecto a la obra y a la filosofía de su hermano. Encontraba la falta de una obra capital y sistemática; la necesitaba, y como no la encontró, la inventó».

Con el libro “Ecce Homo” pasó algo similar. Siendo un libro que efectivamente escribió Nietzsche, su publicación posterior, 20 años después de haber sido escrito (1908), tuvo que pasar por no pocas desventuras. En efecto, Elizabeth, teniendo conocimiento de la existencia de este libro, lo rescató de manos del editor por mediación de Peter Gast. Sin embargo, éste, al leerlo, antes de entregárselo, le recomendó que destruyera el original por lo insolente de su contenido. Elizabeth, no haciendo caso de la recomendación, lo mandó a publicar con las debidas correcciones, eliminándole todo aquello que resultara molesto, en especial, los insultos contra ella y su madre. Y en lo que al caso importa, el título original que ella tenía en su poder, no incluía el título 3 denominado “Por qué soy tan sabio“, ello porque Nietzsche había enviado un nuevo original a su editor, y el que éste entregó, incluía el título que había sido tachado por el filósofo. Así, Elizabeth no tenía en su poder el total del original, y si pensamos que lo que tenía fue acondicionado a sus exigencias, tenemos otro dato de falsificación literaria. Sólo a partir de 1969, se tiene una edición del original tal cual lo escribió el filósofo. Ello, debido a que la reapertura del Archivo permitió hacer una edición de las obras completas de la obra de Nietzsche de acuerdo a las auténticas notas originales dejadas por éste. Una reconstitución que debemos a los esfuerzos de dos investigadores de excepción: G. Colli y M. Montanari.

Sin embargo, el engaño literario no se detiene ahí, porque el libro “Mi hermana y yo“, atribuido a su autoría, no figura en ninguna de las ediciones completas y en ninguna bibliografía que se precie de ser seria. Sin duda, un plagio, porque nadie ha podido ver el original para poder avalarlo; y si bien no hay pruebas, existen antecedentes de que el autor del plagio habría sido un tal George Plotkin, un falsificador profesional; a lo menos, así lo asegura el prestigioso profesor de la Universidad de Princeton, Walter Kaufmann, quien habría conocido a Plotkin y escuchado de su propia boca la confesión de éste antes de morir.

Por cierto, Nietzsche habría quedado asombrado sobre la forma en que sus ideas han sido mal usadas. Convertido en herramienta para uno de los movimientos masivos más abominables de la historia, con la reapertura del “Archivo Nietzsche” tal trama ha quedado al descubierto; sólo desde entonces el filósofo ha podido quedar libre para hablar por sí mismo:

«… Os conmino a que os perdáis y a que os encontréis a vosotros mismos: porque sólo cuando todos me hayáis negado, regresaré a vosotros…» (Prólogo. EH).

http://blogdenotasnietzsche.wordpress.com/2012/02/24/nietzsche-malentendidos-imposturas/#more-983

 

domi Tsar, la mayor bomba lanzada por el hombre

Son mundialmente conocidas las bombas de Hiroshima y Nagasaki,posiblemente las mayores demostraciones de lo que el poderío de las bombas atómicas pueden llegar a hacer. Sin embargo, muchas otras armas nucleares han sido usadas a lo largo de la historia. No con fines bélicos, pero sí a modo de prueba, el mundo ha presenciado ya la explosión de muchísimas armas nucleares. Hoy veremos una de esas pruebas, una bomba que fue capaz de dejar en ridículo a las detonadas en los territorios japoneses. La mayor explosión causada por el hombreLa bomba del Zar (o Tsar, como también se le conoce)

Esta bomba fue construida por la Unión Soviética, con el único objetivo de demostrar su enorme poderío militar frente a Estados Unidos en la Guerra Fría. Y sin duda lo logró: Hasta ahora, ninguna otra bomba ha igualado o superado el poder de la Tsar. Goza de una potencia que ronda los 50 megatones, aunque la mayoría de las fuentes históricas aseguran que llegó a los 57 megatones. Para entenderlo de forma más clara, esta explosión equivale a la de 57 millones de toneladas de TNT.

Pero eso no es todo. Según se cree, el diseño inicial de la bomba permitía una explosión de 100 megatones, que posteriormente se redujo casi a la mitad por distintos motivos (principalmente ecológicos, ya que esto suponía un golpe muy duro para el medio en el que se detonaba).

La bomba, que pesaba unas 27 toneladas y medía unos 8 metros de largo por 2 de ancho,fue desarrollada por un grupo de físicos soviéticos encabezados por Ígor Kurchátov (quien, paradójicamente, más tarde acabaría luchando contra el uso de la energía nuclear con fines bélicos)

Como podemos ver en la imagen de la izquierda, la bomba fue capaz de superar a todas las anteriormente detonadas. El pequeño punto rosa que hay en medio es la famosa Fat Man, la bomba detonada en Nagasaki. El círculo naranja representa a la mayor bomba lanzada por Estados Unidos, la Castle Bravo. Sin embargo, pierden todo su poder frente a la Tsar, representada en este caso con el círculo rojo (o lo que es lo mismo, toda la esfera)

Tras una larga época desarrollándola, la bomba del Zar fue detonada el 30 de octubre de 1961en el archipiélago de Nueva Zembla, en el Océano Ártico. El encargado de llevar esta peligrosísima arma fue el piloto Andrei E. Durnotvsev, que se elevó a unos 10.500 metros de altura con su bombardero Tupolev Tu-95. A las 11 y media de ese día, se lanzó la bomba. Tres minutos después, a unos 4000 metros de altura, se consiguió la mayor explosión lograda por el hombre.

Las medidas de protección en este experimento fueron bastante cuidadas. Al piloto lo protegieron con todos los medios posibles: Lo equiparon con unas gafas especiales, le dierontiempo suficiente como para colocar su avión a una distancia segura y, además, repintaron toda la nave con una pintura especial reflectante para que la onda térmica no le afectase. Pero ante todo se tuvo bastante cuidado en reducir todo lo posible las consecuencias ecológicas (dentro de lo que cabe esperar en unas pruebas de este tipo, el experimento fue más “limpio” de lo normal): Se modificó técnicamente la bomba para que la mayor parte de la energía producida proviniera de un proceso de fusión en vez de uno de fisión y se consiguió que no hubiera ninguna lluvia radiactiva posterior.

Si en vez de esta versión “suavizada” se hubiese usado la versión contaminante y potente que se habría liberado en una guerra, miles de kilómetros habrían quedado mutilados por una continua contaminación nuclear. La lluvia nuclear habría azotado a toda Europa Oriental,desde Rusia hasta Hungría o Polonia. Según se cree, esta explosión habría supuesto el 25% de toda la radiactividad emitida en el mundo desde las primeras bombas atómicas. Fue una suerte que los encargados del proyecto decidieran hacerla menos contaminante.

¿Pero cómo fue la explosión? ¿Qué se sintió cuando este artefacto explotó?

Bueno, en primer lugar, la zona más cercana a la bomba aumentó su temperatura en millones de grados. El cegador destello que desprendió tuvo tal intensidad que pudo verse a 1000 km de distancia y la onda de choque pudo romper cristales a más de 900km de la explosión. De hecho, esta onda de choque tuvo la suficiente fuerza como para girar alrededor de la Tierra tres veces (no es ninguna aproximación, sino que unas máquinas distribuidas alrededor de todo el planeta se dedicaron a seguir la onda de choque y comprobar su trayectoria).

La característica nube con forma de hongo llegó a alcanzar una altura de 64.000 metros y la onda térmica llegó a “abrasar” totalmente a todo lo que estuviera en un radio de 100 km respecto a la explosión (cualquier persona en ese radio moriría quemada automáticamente). Con esta bomba, los soviéticos habían dejado claro su poder.

Y es que en realidad ese era su objetivo. Estudios posteriores demuestran que un arma de este tipo sería poco eficaz en una guerra real. Por ejemplo, el enorme tamaño y peso del arma no permitirían su inclusión en un misil balístico internacional. La única medida de transportarla sería usando un bombardero, el cual iría demasiado lento por culpa del lastre y supondría un blanco fácil para el enemigo. Además, como en una guerra se usaría la versión potente de esta arma, el bombardero no habría podido escapar de la explosión. Sería una misión suicida.

Además, entre las desventajas de usarla en combate, encontramos un gran gasto inútil de energía, ya que gran parte de ésta se escaparía hacia el espacio y se malgastaría inútilmente. A pesar de todo ello, esta bomba fue una demostración de lo que el hombre puede hacer y nos mostró el punto al que puede llegar la energía nuclear usada con malos fines.

http://elbustodepalas.blogspot.com.es/2010/09/tsar-la-mayor-bomba-lanzada-por-el.html

domi HACER EL BIEN

Haz lo que sea necesario en la vida, pero no olvides mantenerte distante. Deja que suceda en la periferia; el centro se mantiene desvinculado. 
 
Uno ha de hacer cosas, de modo que uno no deja de hacerlas, pero no debería sentirse perturbado por ellas. No es más que una actuación, una representación. En cuanto entiendes esto, puedes estar en cualquier parte, en cualquier clase de trabajo y mantener la ecuanimidad; puedes mantenerte absolutamente no contaminado. 
 
El problema es que a lo largo de los siglos al hombre se le ha enseñado a hacer el bien, no el mal, a hacer esto, no aquello. El hombre ha recibido mandamientos, cosas que se pueden hacer y cosas que no. Yo no te doy ningún mandamiento. No me preocupa lo que haces, mi única preocupación es con tu ser. Si estas en silencio, feliz, centrado, haz lo que haya que hacer y no habrá problema. 
 
Si no estas centrado, integrado en tu interior; si no te hallas en un estado de meditación, entonces ni siquiera hacer el bien ayudará. Por esa causa ves que tantas personas que no dejan de hacer el bien únicamente lo hacen porque buscan obtener un prestigio con ello. Hacen daño, su resultado último es el daño. El énfasis ha de estar no en hacer, sino en ser, y esto es un fenómeno totalmente diferente. No importa que sean abogados, médicos, ingenieros, prostitutas o políticos; no importa lo que haces. Lo único que importa es saber si estas centrados en tu ser. Eso cambiará muchas cosas.
 

“LA LEY DE HIERRO DE LA OLIGARQUÍA” – PARTIDOS POLÍTICOS EN DEMOCRACIA QUE NO SON ORGANIZACIONES DEMOCRÁTICAS

A principios del S. XX el sociólogo alemán Robert Michels formuló la llamada “Ley de hierro de la oligarquía” para explicar la contradicción de por qué los partidos políticos, que son las principales instituciones de la democracia, no son organizaciones democráticas. Un siglo después, esta ley sigue tan vigente como entonces a la hora de describir su funcionamiento y organización.

 Robert-Michels

Robert Michels investigó a principios del S. XX la contradicción entre la lucha por la democracia que en ese momento realizaban los partidos socialistas y la ausencia de democracia en su funcionamiento interno. Esta investigación se hizo extensible a todos los partidos y demás organizaciones políticas, y los resultados quedaron plasmados en su obra “Los partidos políticos” (publicado en castellano por Amorrortu editores, en dos volúmenes).

La conclusión de Michels fue demoledora: Ningún partido u organización es democrática porque “la organización implica la tendencia a la oligarquía. En toda organización, ya sea un partido político, de gremio profesional u otra asociación de ese tipo, se manifiesta la tendencia aristocrática con toda claridad”. ¿Por qué? Para explicarlo Michels formuló la que denominaría “Ley de hierro de la oligarquía”: “La organización es la que da origen al dominio de los elegidos sobre los electores, de los mandatarios sobre los mandantes, de los delegados sobre los delegadores. Quien dice organización, dice oligarquía”.

La necesidad de la organización

En un sistema democrático parlamentario es necesario organizarse para poder participar en la toma de decisiones. Los partidos son las organizaciones a través de las cuales se efectúa la representación de los ciudadanos en la toma de decisiones. A medida que históricamente cada vez más personas iban adquiriendo el derecho al voto y por lo tanto a ser representados, y como consecuencia de que las sociedades van transformándose, los propios partidos tienen la tendencia a ampliarse y a fortalecer su burocratización, ya que están abocados a enfrentarse a los problemas derivados de la cada vez mayor complejidad social, y más cuando aspiran a gobernar, o ya gobiernan, el Estado en el que se manifiestan estas complejidades.

En este sentido, Michels explicó que “a medida que se desarrolla una organización, no sólo se hacen más difíciles y más complicadas las tareas de la administración, sino que además aumentan y se especializan las obligaciones hasta un grado tal que ya no es posible abarcarlas de una sola mirada”. Es decir, a medida que van creciendo como organizaciones, el trabajo en los partidos se va complicando y con ello su organización.

Como las organizaciones políticas están formadas por personas, estos cambios les afectan sobre todo a ellas, y más en concreto a aquellas que están más implicadas como son los líderes y trabajadores del partido, que pasan a especializarse en sus funciones y a trabajar a tiempo completo. Es decir, “cuanto más sólida se hace la estructura en el curso de la evolución de un partido político moderno, tanto más se marca la tendencia a reemplazar al líder de emergencia por un líder profesional. Toda organización partidaria que ha alcanzado un grado considerable de complicación necesita que haya cierto número de personas que dediquen toda su actividad al trabajo del partido”.

Por lo tanto, como afirmaba Michels en su investigación, “en un principio los líderes surgen espontáneamente, sus funciones son accesorias y gratuitas. Muy pronto, sin embargo, se convierten en líderes profesionales, y en esta segunda etapa del desarrollo son estables e inamovibles”.

Se consolida así el liderazgo profesional de los partidos porque, explicaba Michels, “es innegable que la tendencia oligárquica y burocrática de la organización partidaria es una necesidad técnica y práctica. (…) Por razones técnicas y administrativas, no menos que por razones tácticas, una organización fuerte necesita un liderazgo igualmente fuerte”. Y este liderazgo podía llegar a ser enorme en el caso de los partidos que mueven millones de votos, ya que, “como regla general, cabe enunciar que el aumento de poder de los líderes es directamente proporcional a la magnitud de la organización”.

El líder se independiza

Michels señalaba pues que el liderazgo profesional y oligárquico sustituye al de la primera etapa, que era más accesible para la gente corriente y estaba controlado por la masa de afiliados. Ese acceso directo al líder cambia con la profesionalización, ya que según Michels, “los líderes que al principio no eran más que órganos ejecutivos de la voluntad colectiva, se emancipan al poco tiempo de la masa y se hacen independientes de su control”. ¿Cómo?

La clave está en el conocimiento que los líderes profesionales y burócratas van adquiriendo a medida que desempeñan su trabajo, unas habilidades que escapan de la comprensión y competencia de la masa de los afiliados y votantes de los partidos. Así, “este conocimiento de expertos que el líder adquiere en cuestiones inaccesibles, o casi inaccesibles para la masa, le da seguridad en su posición”. Sin embargo, este proceso tiene consecuencias porque “la democracia acaba por transformarse en una aristocracia por la imposibilidad de la masa de adquirir las competencias necesarias y su dependencia de un liderazgo”.

Ciertamente, con la profesionalización se consigue mayor eficacia en la gestión de los partidos, pero al precio de sacrificar la participación y el control por la mayoría ya que, en palabras del autor, “el advenimiento del liderazgo profesional señala el principio del fin para la democracia” (…) porque “es obvio que el control democrático sufre de este modo una disminución progresiva, y se ve reducido finalmente a un mínimo infinitesimal”.

¿Cómo se justifica esto en un partido que defiende la democracia? Según Michels porque “la democracia es incompatible en todo con la rapidez estratégica, y las fuerzas de la democracia no se prestan para los rápidos despliegues de una campaña. Por eso es que los partidos políticos, aunque sean democráticos, muestran tanta hostilidad al referéndum y a todas las otras medidas para la salvaguarda de la verdadera democracia”.

La democracia aplasta a la democracia

Michels afirmaba que en los partidos “el poder de los líderes elegidos sobre las masas electoras es casi ilimitado”. Por lo tanto, una vez llegado a este punto se alcanza una contradicción fundamental: los partidos son fundamentales para el funcionamiento y la construcción de la democracia, pero al mismo tiempo “la estructura oligárquica de la construcción (de la democracia) aplasta el principio democrático básico”. Es decir, “lo que es (una oligarquía evidentemente no democrática) aplasta a lo que debe ser (una democracia)”. El medio se convierte en un fin y los partidos democráticos dejan de serlo para servir mejor a la democracia.

Los partidos políticos necesitan la democracia para poder existir, necesitan elecciones, parlamentos, leyes, etc., pero al mismo tiempo destruyen la democracia interna en el camino para conseguirlo, aunque no la democracia en sí. Es decir, el hecho que no haya democracia interna en los partidos no impide que estos compitan entre sí de manera pacífica para alcanzar el poder. Michels explicaba que “toda organización partidaria representa un poder oligárquico fundado sobre una base democrática”. Pero a la vez “la aparición de oligarquías dentro de diversas especies de democracia es consecuencia de una necesidad orgánica y por eso afecta a todas las organizaciones”.

Así pues, el sistema democrático es fundamental para los partidos, es lo que les permite existir y competir entre ellos. Sin embargo, para poder llegar a ser organizaciones en una democracia dejan de ser democráticos y se convierten necesariamente en oligarquías porque, como se preguntaba Michels, “¿qué es en realidad el moderno partido político?”, a lo que respondía: “Es la organización metódica de masas electorales”. Es decir, los partidos son máquinas electorales creadas con el fin de ganar elecciones, y para ganarlas, necesitan sacrificar su democracia interna.

Sin embargo, y este es uno de los puntos más controvertidos de la teoría de Michels, es que a la mayoría de los miembros de la masa del partido y del electorado esta circunstancia de falta de democracia interna no les preocupa demasiado. Según Michels, “no hay exageración al afirmar que, entre los ciudadanos que gozan de derechos políticos, el número de los que tienen un interés vital por las cuestiones públicas es insignificante”.

No existiría, según el autor, una verdadera demanda de participación en la toma de decisiones excepto por parte de aquella minoría que siente realmente un interés personal en ello, porque “únicamente el egoísmo puede incitar a la gente a interesarse en los asuntos públicos”.

La consecuencia de esta falta de interés por parte de la mayoría frente a unos pocos que sí se siente atraídos, provocaría “un proceso de selección espontánea, en virtud del cual se segregan de la masa organizada cierto número de miembros que participan con más diligencia que otros en la tarea de la organización”, y que pasarían a formar parte, tarde o temprano, del liderazgo organizado y de la élite.

 Una democracia de élites

La consecuencia del sacrificio de la democracia interna y de la supuesta falta de interés por parte de los electores y militantes, es que los partidos, que son la espina dorsal de la democracia, están dominados por élites que funcionan de manera no democrática dentro de las organizaciones, pero que necesitan a la democracia para legitimarse en su poder interno y para aspirar al poder más allá de esas organizaciones. Es decir, la democracia está controlada por un grupo de personas que funcionan de manera no democrática.

Surge entonces la siguiente pregunta: ¿Puede ser democrático un sistema en el que sus principales instituciones no lo son? Como explicaba Michels, “podemos resumir el argumento diciendo que en la vida partidaria moderna la aristocracia se complace en presentarse con apariencia democrática, en tanto que la sustancia de la democracia se impregna de elementos aristocráticos. Por un aparte tenemos una aristocracia con forma democrática, y por otra parte, una democracia con contenido aristocrático”.

Al estar dominados por elementos oligárquicos, los partidos presentan a las elecciones unos candidatos que son las élites de estos partidos: la “aristocracia con forma democrática”. Los ciudadanos tienen la oportunidad de elegir entre diferentes oligarcas de los diferentes partidos para dirigir la democracia, lo que sería la “democracia con contenido aristocrático”, o lo que Gaetano Mosca llamó “clase política”. Los ciudadanos corrientes no tienen acceso al ejercicio real de su soberanía, y por lo tanto a participar realmente en la democracia, si no es formando parte de esta clase.

http://ssociologos.com/2014/03/24/la-ley-de-hierro-de-la-oligarquia-partidos-politicos-en-democracia-que-no-son-organizaciones-democraticas/

La siguiente cuestión entonces es si se trata de una clase cerrada, de acceso restringido. Michels explicaba que sus miembros pueden surgir de la ciudadanía ordinaria, lo que es más cierto en los partidos de amplia base popular, pero al alcanzar el puesto de liderazgo en los partidos, estas personas dejan de pertenecer a su grupo de origen y se elevan por encima de la ciudadanía. Michels lo explicaba así: “Todo poder sigue así un ciclo natural: procede del pueblo y termina levantándose por encima del pueblo”.

Se produce así, según Michels, un proceso de “circulación de élites” que ya estudiaron los autores italianos Gaetano Mosca y Vilfredo Pareto, según el cual en un sistema democrático las élites en el poder político se verán refrescadas por la llegada de nuevas personas surgidas de los estratos inferiores, pero que al acceder al poder pasan a convertirse a su vez en élites dejando necesariamente de pertenecer a la ciudadanía corriente.

Es decir, la democracia sin élites sería imposible porque, en un sistema de partidos, los que llegan a la situación de poder tomar decisiones lo hacen porque han ascendido dentro de la organización y por ello han alcanzado el estatus de élite separándose de la base. “Los defectos de la democracia residirán en su incapacidad para liberarse de su escoria aristocrática”, escribía Michels.

En casos de crisis política, la lejanía de la llamada “clase política” con respecto a la masa de la ciudadanía produce rechazo en esta, lo que provoca el surgimiento de grupos que denuncian a la oligarquía de turno y a la democracia como imperfecta o incluso inexistente porque no se sienten representados. Esos grupos están integrados por una número relativamente pequeño de personas, que son las interesadas en política, y luchan de manera organizada por llegar al poder, adquiriendo a su vez rasgos oligárquicos, y cuando alcanzan el poder lo hacen generalmente mezclándose con la anterior oligarquía hasta confundirse con ella.

Es lo que ha ocurrido a lo largo de la historia: los burgueses revolucionarios de finales del S. XVIII a mediados del S. XIX acabaron por formar parte de la élite política mezclados con los antiguos aristócratas; los socialistas revolucionarios de finales del S.XIX acabaron fundiéndose con la burguesía en el S. XX; y los partidos que han surgido de la actual crisis de legitimidad del sistema democrático, como organizaciones oligárquicas que son, acabarán mezclándose con la actual “clase política” que hoy tanto rechazan.

Es como un tornillo que no deja de girar. Después llegarán otros grupos que denunciarán a los anteriores y le llamarán traidores a los ideales que inspiraron su revolución, aspirando a su vez a ocupar el poder, proceso en el que volverán a mezclarse en la élite con el grupo anterior. Y así sucesivamente. Como decía Michels, “es probable que este juego cruel continúe indefinidamente”.

Sorpresa mayúscula: Científicos hayan planeta enano en el Sistema Solar

El Sistema Solar tiene un nuevo miembro más lejano, un planeta enano, llamado 2012 VP113, que se ha localizado más allá del borde conocido del Sistema Solar, según revela el trabajo de Scott Sheppard, del Instituto Carnegie, en Washington, Estados Unidos, y Chadwick Trujillo, del Observatorio Gemini, en Hawai, Estados Unidos.

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Esta investigación, cuyas conclusiones publica este jueves ‘Nature’, indica la posible presencia de un enorme planeta, tal vez hasta diez veces el tamaño de la Tierra, que no se ve, pero, posiblemente, influye en la órbita de 2012 VP113, así como otros objetos de la Nube de Oort interior.

El Sistema Solar conocido se puede dividir en tres partes: planetas rocosos como la Tierra, que están cerca del Sol; planetas gaseosos gigantes, que se encuentran más lejos, y objetos helados del Cinturón de Kuiper, que se ubican más allá de la órbita de Neptuno. Más allá de esto, parece que hay una orilla del sistema solar donde se conocía sólo un objeto, Sedna, presente con la totalidad de su órbita.

Pero el recién descubierto 2012 VP113 tiene una órbita que se mantiene incluso después de la de Sedna, por lo que es el más lejano conocido en el Sistema Solar. “Este es un resultado extraordinario que redefine nuestra comprensión de nuestro Sistema Solar”, afirma la directora del Departamento de Magnetismo Terrestre de Carnegie, Linda Elkins-Tanton.

Sedna fue localizado más allá del borde del Cinturón de Kuiper en 2003 y no se sabía si era único, igual que se pensó de Plutón antes de que se descubriera el Cinturón de Kuiper. Con el hallazgo de 2012 VP113, ahora está claro que Sedna no es único y sea probablemente el segundo miembro conocido de la hipotética Nube de Oort interior, el probable origen de algunos cometas.

El punto de la órbita más cercano de 2012 VP113 al Sol está cerca de 80 veces la distancia de la Tierra al Sol, una medida conocida como una unidad astronómica o UA. Para contextualizar, existen planetas rocosos y asteroides a distancias que oscilan entre 0,39 y 4,2 UA; los gigantes de gas se encuentran a entre 5 y 30 UA y el Cinturón de Kuiper (compuesto de miles de objetos helados, incluyendo Plutón) oscila entre 30 y 50 unidades astronómicas.

Nuestro sistema solar tiene una clara orilla a 50 UA y sólo se sabía que Sedna sobrepasaba de manera significativa este límite exterior, a 76 UA con la totalidad de su órbita. “La búsqueda de este tipo de objetos distantes de la Nube Oort interior más allá de Sedna y 2012 VP113 debe continuar, ya que nos podrían decir mucho sobre cómo se formó y evolucionó nuestro Sistema Solar”, destaca Sheppard.

Sheppard y Trujillo utilizaron la nueva Cámara de Energía Oscura (DECam) en el telescopio de 4 metros NOAO en Chile para realizar este descubrimiento. DECam tiene el campo de visión más grande de cualquier telescopio de 4 metros o mayor, lo que supone una capacidad sin precedentes para buscar objetos débiles en grandes áreas del cielo. También usaron el telescopio de 6,5 metros Magellan del Observatorio Las Campanas de Carnegie para determinar la órbita de 2012 VP113 y obtener información detallada acerca de sus propiedades superficiales.

Los autores de este trabajo consideran que pueden existir alrededor de 900 objetos con órbitas como Sedna y 2012 VP113 con tamaños más grandes de 1.000 kilómetros y que la población total de la Nube de Oort interior es probablemente más grande que la del Cinturón de Kuiper y el cinturón principal de asteroides. “Algunos de estos objetos en la Nube de Oort interior podrían rivalizar en tamaño con Marte o incluso la Tierra. Esto se debe a que muchos de los objetos de la Nube de Oort interior están tan distantes que incluso los grandes serían demasiado débiles para detectarlos con la tecnología actual”, explica Sheppard.

Tanto Sedna como 2012 VP113 se encuentran cerca de su máxima aproximación al Sol, pero ambos tienen órbitas que están a cientos de UA. La similitud en las órbitas de Sedna, 2012 VP113 y algunos otros objetos cerca del borde del Cinturón de Kuiper sugiere que un cuerpo perturbador masivo desconocido puede guiar estos objetos a estas configuraciones orbitales similares. Sheppard y Trujillo sugieren que una Super Tierra o un objeto aún más grande a cientos de UA podría crear el efecto de ‘pastor’ que se ve en las órbitas de estos objetos, que están demasiado lejos para ser alterados significativamente por ninguno de los planetas conocidos.

Hay tres teorías que compiten sobre cómo se puede haber formado la Nube de Oort interior. Conforme se encuentren más objetos, será más fácil deducir cuál de estas teorías es probablemente la más precisa. Una teoría es que un planeta errante podría haber sido arrojado fuera de la región de planetas gigantes y haber perturbado objetos fuera del Cinturón de Kuiper hacia la Nube de Oort interior. Este planeta podría haber sido expulsado o estar todavía en el distante Sistema Solar hoy en día.

La segunda teoría es que un encuentro estelar cercano podría poner objetos en la región de la Nube de Oort interior. Y la tercera teoría sugiere que los objetos de la Nube de Oort interior son capturados por planetas extrasolares de otras estrellas que estaban cerca de nuestro Sol en su grupo de nacimiento.

La Nube de Oort exterior se distingue de la Nube de Oort interior porque en la segunda, que comienza a cerca de 1.500 UA, la gravedad de otras estrellas cercanas perturba las órbitas de los objetos, haciendo que los objetos de la Nube de Oort exterior tengan órbitas que cambian drásticamente con el tiempo. Muchos de los cometas que vemos son objetos que fueron perturbados de la Nube de Oort exterior. Los objetos de la Nube de Oort interior no están muy afectados por la gravedad de otras estrellas y, por lo tanto, tienen órbitas más estables y primordiales.

Europa Press.

http://agenciaeternity.wordpress.com/2014/03/27/sorpresa-mayuscula-cientificos-hayan-planeta-enano-en-el-sistema-solar/