Por Nicholas Wade, 19 de marzo de 2015
Jennifer A. Doudna es la inventora de una nueva técnica de edición del Genoma Humano, de la Universidad de California, Berkeley. La Dra. Doudna es la autora principal de un artículo en el que se solicita una moratoria mundial sobre el uso del nuevo método, para dar tiempo a científicos, expertos en ética y al público para comprender las repercusiones relacionadas con este avance.
Un grupo de biólogos solicitaron ayer jueves una moratoria mundial sobre el uso de una nueva técnica de edición del genoma, que permite la alteración del ADN humano de modo que dicha alteración pueda ser hereditaria.
Los biólogos temen que la nueva técnica, eficaz y fácil de usar, sea utilizada por algunos médicos antes de que se realicen pruebas sobre su seguridad. También desean que la gente entienda las cuestiones éticas relacionadas con esta técnica, que podría ser utilizada para curar enfermedades genéticas, pero también para mejorar ciertas características, como la inteligencia o la belleza. Este último camino es el que los especialistas en Ética entienden que no debería tomarse nunca.
“Se podría ejercer un control sobre la herencia humana con el empleo de esta técnica, y esta es la razón por la que estamos llamando la atención sobre este asunto”,
dijo David Baltimore, ex Presidente del Instituto de Tecnología de Californiay miembro del grupo cuyo artículo ha sido publicado en la revista Science:
Los especialistas en Ética, durante décadas, han estado preocupados por los peligros de la alteración de la línea germinal humana, lo que significa la realización de cambios en el esperma humano, los óvulos o embriones, que perduran durante la vida del individuo y pueden ser transmitidos a las generaciones futuras. Hasta ahora, estas preocupaciones han sido meramente teóricas. Pero una nueva técnica inventada en 2012 ya permite que sea posible la edición del genoma con mayor precisión y más fácilmente. La técnica ya se ha utilizado para editar el genoma de ratones, ratas y monos, y pocos dudan de que puede funcionar igualmente en las personas.
La técnica permite reparar o mejorar cualquier gen humano.
“Plantea la más fundamental de las cuestiones: cómo se va a desarrollar la humanidad en el futuro y si vamos a dar este paso que permitiría la modificación de nuestra línea germinal, en el sentido de controlar nuestro destino genético, lo que plantea un enorme peligro para la humanidad”,
dijo George Q. Daley, un experto en células madre del Hospital Infantil de Boston y miembro del grupo.
Los biólogos que publican el artículo en Science continúan con la investigación de laboratorio, y muy pocos creen que la nueva técnica esté todavía lista para su uso clínico. Cualquier uso que pudiera darse está muy regulado tanto en Estados Unidos como en Europa. Los científicos estadounidenses, por ejemplo, tendrían que presentar un plan para el tratamiento de enfermedades genéticas en la línea germinal humana ante la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
Los autores del artículo, sin embargo, están preocupados por lo que pudiera ocurrir en aquellos países donde existe una menor regulación. Instan a que los
“científicos deben eviten el realizar ningún tipo de intento, en los países con jurisdicciones más laxas, de modificación de la línea germinal para su aplicación clínica en los seres humanos… hasta que todas las consecuencias sean discutidas entre las organizaciones científicas y gubernamentales”.
Aunque esta moratoria no tendría validez legal y parece poco probable que ejerza una influencia a nivel mundial, hay un precedente. En 1975, a científicos de todo el mundo se les pidió que se abstuviesen de utilizar un método para la manipulación de genes, la técnica del ADN recombinante, hasta que se hubiera regulado el proceso.
“Nos preguntamos en ese momento si alguien estaba dispuesto a realizar ciertos experimentos, pero parece ser que nadie los hizo, al menos que yo sepa. Así que reafirmamos una autoridad moral, y eso es lo que esperamos que se haga”,
dijo el Dr. Baltimore, miembro del grupo de 1975.
La técnica del ADN recombinante fue la primera de una serie de mejoras en la manipulación del material genético. El principal problema ha sido el de la exactitud, la edición del ADN en el lugar que se desea, ya que cualquier cambio fuera de objetivo previsto podría ser letal. Dos recientes métodos, conocidos como los Dedos de Zinc y efectores TAL, estuvieron muy cerca de edición genoma en el lugar exacto, pero ambos eran muy difíciles de usar. El nuevo enfoque de edición del genoma fue inventado por Jennifer A. Doudna, de la Universidad de California, Berkeley, y Emmanuelle Charpentier, de la Universidad de Umea, Suecia.
Su método, conocido por el acrónimo CRISPR-Cas9, es un mecanismo de defensa adaptativa utilizado por Archea y bacterias para degradar material genético extraño. En estos organismos, el material genético extraño de un bacteriófago es integrado en el loci CRISPR. Este nuevo material, también conocido como espaciador, genera un fragmento de secuencia especifica que será utilizado como resistencia contra futuras infecciones del bacteriófago. La Dra. Doudna es la autora principal del artículo aparecido en Science solicitando el control de esta técnica y fue la organizadora de la reunión en la que se redactó el comunicado.
Aunque muy eficiente, la técnica de vez en cuando corta el genoma por los lugares no deseados. Esta cuestión de la mala focalización podría ser tolerada en un entorno clínico y es lo que el grupo de la Dra. Doudna quiere que se investigue con anterioridad a cualquier edición del genoma humano.
Los científicos también dicen que la sustitución de un gen defectuoso por uno normal puede parecer algo inofensivo, pero tal vez no sea así.
“Nos preocupa el hecho de que se puedan realizar cambio sin que se tenga conocimiento de lo que significan esos cambios en términos del genoma en general. Personalmente creo que no sabemos lo suficiente, y quizás así sea durante mucho tiempo, como para sentirnos cómodos sobre las consecuencias de modificar la herencia, incluso de un solo individuo”,
dijo el Dr. Baltimore
Muchos especialistas en Ética han aceptado la idea de la terapia génica, pero con cambios que mueran con el paciente, no la de alterar la línea germinal humana y que estos cambios se extiendan a las generaciones futuras. El Parlamento británico aprobó en febrero la transferencia de mitocondrias, pequeños orgánulos celulares que contienen ADN, a los óvulos humanos cuyas propias mitocondrias fueran defectuosas. Pero esta técnica es de menor alcance, porque no hay una edición de los genes.
Hay dos grandes escuelas de pensamiento sobre la modificación de la línea germinal humana, dijo R. Alta Charo , una especialista en Bioética de la Universidad de Wisconsin y miembro del grupo de Doudna. Una es pragmática y busca un equilibrio entre beneficio y riesgo. La otra “establece límites inherentes a lo que el hombre debe alterar de la naturaleza”, dijo. La doctrinas cristianas hablan de jugar a ser dioses, mientras que el judaísmo y el Islam suponen que “la humanidad mejora el mundo”. Ella se describe como pragmática cuando dice: “Me gustaría que se regulasen estas cosas en lugar de rechazar esta tecnología desde el principio”.
Otros científicos están de acuerdo con el mensaje del grupo de Doudna. “Está muy claro que se tratará de realizar la edición de genes en los seres humanos. Este documento solicita una moratoria a cualquier aplicación clínica, y creo que es lo que hay que hacer”, dijo Rudolf Jaenisch, Biólogo de células madre en el Instituo Whitehead de Cambridge, Mass., y que no pertenece al grupo de Doudna.
La semana pasada, en la revista Nature, Edward Lanphier y otros científicos que participan en el desarrollo de la técnica de Dedos de Zinc para la edición del genoma, también solicitaron una moratoria en la modificación de la línea germinal humana, diciendo que el uso de estas tecnologías es “peligrosa y éticamente inaceptable”.
La Sociedad Internacional para la Investigación con Células Madre, dijo también que apoyaba la propuesta de una moratoria.
El grupo de Doudna no solamente solicita un debate público, sino que también está trabajando para desarrollar un proceso más formal, como una reunión internacional convocada por la Academia Nacional de Ciencias, para establecer las pautas de utilizando de las tecnologías de edición del genoma humano.
“Necesitamos un acuerdo de principios sobre si queremos la mejora de los seres humanos de esta manera o no. Tiene que producirse este debate, porque ya se están preparando para aplicar estas técnicas”,
dijo el Dr. Jaenisch.
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