Ada Colau
Ada Colau utilizó un decreto para mejorar el sueldo de varios de sus gerentes, que iban a ver menguadas ostensiblemente sus retribuciones por la política de austeridad salarial que Barcelona en Comú (BComú) implantó tras su llegada al Gobierno municipal, informa la edición catalana de El Mundo.
El 27 de julio de 2015, la alcaldesa de Barcelona firmó una orden por la que concedía «complementos personales» a «personal de alta dirección» que ya estaba en plantilla para «garantizar el mantenimiento de las retribuciones que venían percibiendo».
En el documento, se mejora el sueldo de siete gerentes en cantidades que alcanzan hasta los 20.000 euros anuales. Así, sueldos que iban a ser recortados hasta los 80.000 euros volvieron a superar los 90.000 e incluso los 100.000.
El caso más llamativo es el de la gerente del Instituto Municipal de Deportes, Marta Clari. En un primer decreto que establecía las «retribuciones anuales para los puestos de alta dirección» el salario de la gerente de Deportes quedaba fijado en 80.000 euros. Pero Colau utilizó ese segundo decreto para añadir a la nómina de Clari 20.451 euros, de manera que su salario final ha acabado siendo de 100.451 euros, más que el de la propia alcaldesa, que asciende a 100.000 euros, aunque Colau se ha comprometido a donar unos 60.000 a fines sociales para cumplir con el código ético de BComú.
Clari empezó a trabajar en el Ayuntamiento de Barcelona en 1990 y el pasado mandato fue gerente de Cultura para el Gobierno de CiU.
Similar es el caso del gerente del Instituto Municipal de Hacienda, Antoni Rodríguez. La retribución inicial fijada para el cargo fue de 80.000 euros, pero el segundo decreto de Colau corrigió la cifra al alza y concedió a Rodríguez, que lleva al frente de la Hacienda municipal desde 1999, un «complemento personal» de 12.096 euros, con lo que su salario acabó alcanzando 92.096 euros.
También vieron mejorada su retribución el gerente del Instituto Municipal de Mercados, Jordi Torrades, que cobra 93.793 euros gracias a un complemento de 8.793 y, en menor medida, el de Urbanismo, Jordi Campillo, que ingresa 96.413 euros gracias a un plus de 1.413 o el del distrito de Sant Martí, Josep Garcia, que, con un complemento de 1.630 euros, recibe 81.630.
Pese a ser firmado el 27 de julio de 2015, el decreto que permite estas mejoras salariales permaneció oculto y no fue remitido a los grupos municipales hasta el pleno del pasado 1 de abril. Su contenido sólo se detalló en un documento adjunto al orden del día.
Excepciones al código ético de BComú
Colau conquistó la Alcaldía de Barcelona prometiendo ser fiel al código ético de su partido, que fija el establecimiento de «un sueldo máximo de 2.200 euros mensuales» para todos sus «cargos electos, gerenciales y de libre designación». Sin embargo, la alcaldesa comprobó rápidamente que resultaba imposible mantener a los altos cargos de responsabilidad con esas retribuciones y eximió a los gerentes de cumplir las reglas de BComú. Aun así, impuso un recorte global de sus retribuciones del 36% lo que, aseguró, supondrá un ahorro anual de 470.000 euros al Ayuntamiento.
Según ese recorte el salario más alto sería el del gerente jefe, Jordi Martí, con 97.000 euros de sueldo, mientras que sus gerentes subordinados nunca superarían los 95.000.
Colau también tuvo que admitir excepciones a estas normas para mantener a gerentes que ya formaban parte del organigrama. Entre ellos, dos de los beneficiados por su decreto del 27 de julio de 2015, pues Marta Clari, con sus 100.451 euros, no sólo ha superado el sueldo del gerente jefe, sino el de la propia Colau. Y Jordi Campillo, con 96.413, rebasa el del resto de gerentes rasos.
Además de los gerentes premiados por el decreto por Colau, existen otros altos cargos vinculados a empresas del Ayuntamiento que también conservan retribuciones superiores a los 100.000 euros. Sirvan como ejemplo, el director general de Barcelona Servicios Municipales (B:SM), Ignasi Armengol, que continúa en el mismo cargo que ocupaba con CiU con un salario de 168.201 euros; el director general de Barcelona de Infraestructuras Municipales (BIMSA) desde 2004, Ángel Sánchez, que cobra 120.262 euros o el director general de Cementerios de Barcelona desde 2006, Jordi Valmaña, que recibe 108.864 euros.
Según la alcaldesa ha afirmado en una serie de tuits, el polémico decreto no se puede considerar “secreto” porque está publicado en la web de transparencia del Ayuntamiento de Barcelona. Colau asegura asimismo que entra en la normalidad que no se diera traslado de su aprobación al resto de grupos municipales hasta el plenario del mes de abril, nueve meses después de que firmara la orden que aumentaba las retribuciones de sus gerentes
Ada Colau mejoró con un decreto secreto el sueldo de sus gerentes