El Banco Nacional de Suiza no piensa seguir el cambio de ciclo monetario que ha emprendido medio mundo. En su reunión de tipos de este pasado jueves, la institución decidió mantener el tipo de referencia en el -0,75% y declaró que «el banco mantiene su política monetaria expansiva con el objetivo de estabilizar los precios y apoyar la actividad económica». Además, el gobernador del banco ha asegurado que tiene la munición lista por si fuera necesario intervenir en el mercado de divisas para evitar que el franco suizo se aprecie. Parece que el país alpino aún no se fía de los precios y teme volver a ver de cerca la deflación.
Las cosas en Suiza quedan claras pese a quien le pese. El Banco Nacional de Suiza no quiere correr riesgos con el tipo de cambio del franco suizo. El gobernador de la entidad, Thomas Jordan, ha asegurado que no permitirá que la divisa suiza se aprecie demasiado.
Una amenaza que suena un tanto extraña en un contexto en el que el franco acumula una importante caída frente al euro en los últimos meses y viendo que el BCE ha comenzado a cambiar su discurso mientras que el instituto monetario suizo sigue apostando por una política ultraexpansiva. El franco suizo cae alrededor de un 0,20% frente al euro. En el mercado de divisas se cambia un franco por 0,85 euros.
No obstante, hay que tener en cuenta que este tipo de medidas pueden ayudar al BNS a que los precios encuentren la senda del crecimiento. La inflación subyacente (sin alimentos frescos ni energía) crece sólo un 0,5% interanual, mientras que la inflación general lo hace en un 0,8%, aún lejos de la Eurozona y más aún de EEUU.
Como destaca Julien Maceaux, economista senior de ING, «el BNS sigue siendo muy cauteloso a la hora de cantar victoria sobre la deflación, existe cierta ansiedad por demostrar que volver al objetivo de inflación del 2% a medio plazo sigue siendo posible. Vemos la posibilidad de que un tipo de cambio más débil genere un crecimiento y una inflación mayores para 2019».
El franco sigue «caro»
El franco suizo ha sufrido una caída récord frente al euro el año pasado, sin embargo, el BNS ha reiterado que la divisa suiza está «altamente valorada» y que la situación en los mercados de divisas es «todavía frágil». Dadas esas preocupaciones, mantuvo la amenaza de intervenir si fuera necesario y dejó los tipos de interés sin cambios en mínimos histórico.
El franco suizo se cotiza en 1,17 francos por euro. Eso se compara con los 1,07 de hace un año y deja a la moneda muy cerca del nivel de 1,20 que el banco central estableció como suelo para mantener su divisa prácticamente anclada a la cotización del euro.
«La situación en el mercado de divisas sigue siendo frágil y las condiciones monetarias pueden cambiar rápidamente», destaca el banco central en un comunicado publicado el jueves. Las actuales herramientas de políticas «por lo tanto, siguen siendo esenciales».
A contracorriente
La decisión del BNS de no realizar cambios contrasta con las posturas de muchos otros bancos centrales. La Reserva Federal de Estados Unidos podría elevar las tasas de interés nuevamente la próxima semana y el Banco Central Europeo recientemente cambió su orientación de política, quedando modestamente más cerca de abandonar el estímulo. El Banco Central de Noruega dejó entrever que podría subir los tipos de interés algo más rápido de lo esperado después de recudir su objetivo de inflación al 2%, tras 17 años estableciendo su punto de mira en el 2,5%..
Estos movimientos hacia la normalización de las políticas se producen en medio de un repunte del crecimiento global, que el BNS también reconoce para su país al indicar que el crecimiento Suiza estará «por encima del potencial» en los próximos meses.
Para la economía suiza, el banco espera un crecimiento de alrededor del 2% en 2018. La economía registró un sólido rendimiento en el último trimestre del año pasado, impulsado por un sector industrial que se ha beneficiado de una moneda más débil.
Pero las presiones de precios siguen siendo bajas, con una inflación que promediará solo un 0,6% este año y un 0,9% en 2019, ligeramente más débil que la estimación anterior. Economistas encuestados por Bloomberg no prevén movimientos en la tasa de depósito hasta entrado el próximo año.
«El BNS esperará al primer movimiento del BCE, que se producirá probablemente en el segundo trimestre de 2019, para no arriesgarse a que los diferenciales en los tipos de interés se estrechen», explica Karsten Junius, economista jefe de Bank J. Safra Sarasin en Zúrich.
https://www.periodicoelnuevomundo.com/2018/03/el-banco-nacional-de-suiza-no-piensa.html