Archivo por días: marzo 9, 2018

Quédate quieto y conócete a ti mismo y a Dios (los secretos de la filosofía contemplativa védica)

Un fenómeno único ocurrió hace unos 3 mil años en la India. En pocas palabras: el hombre empezó a observar detenidamente su propia conciencia. Dejó de mirar hacia afuera para conocer la realidad, y miró hacia adentro. Y de una manera rigurosa, incluso con un cierto ardor que sería definitivo en el pensamiento y en las prácticas religiosas del subcontinente indio: contapas. Nació aquí el poder de la concentración. Ya no como un accidente o un añadido de la tarea o el trabajo, sino como una especie de fuego que era dominado y puesto al servicio de un fin religioso, una tecnología divina. Era divina esta técnica puesto que, según los grandes poetas visionarios a quienes les debemos los Vedas -los rishis-, los mismos dioses se habían hecho divinos incorporando el tapas a sus actividades, la concentración ardiente de la conciencia en un solo punto, la austeridad, el ascetismo. Era la esencia o el resplandor que producía el sacrificio védico: el procedimiento con el que el mundo había sido creado y que, al ser imitado, conducía a los hombres al estado de los dioses. 2 mil años después, un místico alemán que podría haber sido uno de los renunciantes de los Upanishad -Meister Eckhart-, nos diría que lo sagrado no es qué se hace sino cómo se hace. Uno se vuelve divino o  se vuelve santo no por aquello que hace sino por la atención refinada con la que hace las cosas.

Este momento capital en la historia del pensamiento se hace patente con la redacción de losUpanishad, los textos que condensan en su esencia filosófica y esotérica los cuatro vedas tradicionales, de los cuales forman parte como anexos o addendums (son llamados «vedanta«: lo que loe sigue a los Vedas). Estaban estos textos ligados a la sabiduría iniciática que se impartía en el bosque a los renunciantes, los samnyasin, quienes habiendo puesto en orden su vida mundana, lo abandonaban todo en busca de la realidad última. La comparación no es del todo adecuada, pero podemos pensar que los Upanishad son como el nuevo testamento y losVedas son como el viejo testamento, si es que queremos hacer una comparación con el cristianismo. De cualquier manera, los Upansihad, que basan sus argumentos en la autoridad de los cuatros vedas, serán el fondo perpetuo sobre el cual se desarrollará todo el hinduismo y podemos afirmar que también el budismo, al menos en sus primeros siglos. El yoga, el tantra, el bhakti, ya están allí en sus primeros brotes o, al menos, en sus semillas. No se equivocó Schopenhauer, a mi juicio, cuando escribió -después de leer una traducción en latín vía el persa- que eran el pináculo de la sabiduría y el gran consuelo para la vida y la muerte humanas.

El profesor Dasgupta, en el primer tomo de su erudita historia de la filosofía de la India, escribe que el cambio que se observa con los Upanishad es inédito en la historia y sin una clara explicación -más allá de la revelación interna de los filósofos o videntes védicos. «En losUpanishad» escribe, «la posición cambia radicalmente, y el centro de interés ya no está en el creador externo sino en el sí mismo [Atman]». Dasgupta se confiesa un tanto perplejo:

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El género postmoderno o el triunfo del placer

Me sorprendió –es un decir- el nulo eco mediático del “I Congreso Internacional sobre Género, Sexo y Educación” celebrado en Madrid el 23 de Febrero. Como reconocieron los propios ponentes, era la primera vez que se podía escuchar en directo a un plantel tan selecto de figuras mundiales de la resistencia a la ideología de género. La izquierda cultural ha enarbolado últimamente el feminismo, el homosexualismo y el transgenerismo como una de sus banderas más visibles. Y ha extendido su intimidación a toda la sociedad: nadie que aprecie su pellejo civil-profesional está dispuesto a asumir el riesgo de ser estigmatizado como “homófobo” o “tránsfobo”.

Pero la izquierda cultural amalgama la causa feminista, la homosexualista y la transexualista sin reparar en las obvias contradicciones entre ellas. Entre los conferenciantes del congreso figuraba una feminista y militante histórica del movimiento homosexual, Miriam Ben-Shalom (expulsada del ejército norteamericano cuando reveló su lesbianismo). De ella partió uno de los ataques más contundentes contra la ideología de género. El transexualismo, explicó, es una amenaza para las mujeres, lesbianas incluidas. No sólo porque el dogma anticientífico de que “la identidad sexual está en el cerebro y los sentimientos, no en los cromosomas y los genitales” está ya abriendo las puertas de los “shelters”, residencias y prisiones femeninas a “hombres convertidos en mujeres”, algunos de los cuales ni siquiera han sido operados (“a las mujeres no nos apetece compartir las duchas con un ser con pene, por muy mujer que diga sentirse”, aseguró Ben-Shalom), sino también porque la ideología de género niega el sexo femenino, al minimizar la relevancia de la biología y sustituir la división de la humanidad en hombres y mujeres por un espectro borroso de múltiples “géneros”, “constructos culturales” e “identidades sentidas”.

La ideología de género, al negar la binariedad hombre-mujer, priva de sentido tanto al feminismo como a la homosexualidad

Pero el feminismo nació para defender a las mujeres, no para negar su existencia. Y una lesbiana, por otra parte, es una mujer a la que le gustan las mujeres. “Si yo hubiese nacido en esta época, los psicólogos me habrían explicado que no era una niña, sino un niño atrapado en el cuerpo equivocado, y me habrían orientado hacia la hormonación y la cirugía genital”. ¡Y hasta ahí podríamos llegar!: “Yo soy una mujer que ama a otras mujeres, no un hombre al que la naturaleza asignó por error un cuerpo femenino”. La ideología de género, al negar la binariedad hombre-mujer, priva de sentido tanto al feminismo como a la homosexualidad.

El género postmoderno o el triunfo del placer

El ponente Glenn Stanton ahondó en las contradicciones internas del progresismo feminista-homo-transexualista. De un lado, se enfatiza la libertad del sujeto para definir su propio género según su apetencia, sin ataduras biológicas. Sin embargo, cuando el decathlonistaWilliam Bruce (hoy Caitlyn) Jenner se hormonó y mutiló sus genitales, la prensa comentó que “ahora es por fin, plenamente, la mujer que siempre fue”.

Al parecer, en el cerebro y los sentimientos de Jenner había habitado siempre una identidad femenina rocosa, inmodificable. Pero, si es así, ¿dónde queda su libertad para definir o cambiar su género a capricho, escogiendo entre las 59 posibilidades que Facebook llegó a poner a disposición de sus usuarios cuando rellenaban su ficha de identificación? Según parece, Jenner no es prisionero de sus genitales y sus cromosomas XY… pero sí de una misteriosa “identidad sexual cerebral” que es fatal e inescapable (aunque, por supuesto, los neurólogos no han encontrado nunca el lóbulo que le pueda servir de soporte).

¿Confuso? En realidad, la regla para orientarse en el bosque de la postmodernidad sexual es muy sencilla: lo “clásico” (soy hombre porque tengo genitales masculinos y cromosomas XY; me gustan las mujeres porque soy hombre, etc.) es siempre cuestionable, contingente, modificable (que a los hombres les gusten las mujeres no es “lo natural”, sino pura “heteronormatividad” culturalmente aprendida; que uno tenga genitales y cromosomas masculinos no le convierte necesariamente en varón, pues siempre está a tiempo de extirpar los primeros y engañar con hormonas femeninas a los segundos). Lo “atípico”, en cambio, es siempre incuestionable, necesario, sagrado: el niño al que le gusta jugar con muñecas es categórica, irreparablemente “una niña atrapada en el cuerpo equivocado”; Bruce-Caitlyn Jenner es metafísica y eternamente “una mujer”; un homosexual lo es de manera innata e inmodificable.

La postmodernidad sexual bendice siempre el paso de “lo clásico” a “lo atípico”, pero descarta y hasta prohíbe legalmente el viaje inverso

O sea, la postmodernidad sexual bendice siempre el paso de “lo clásico” a “lo atípico”, pero descarta y hasta prohíbe legalmente el viaje inverso. Por ejemplo, pasar de la heterosexualidad a la homosexualidad merece aplauso: significa que uno se ha atrevido a seguir sus verdaderos deseos y ha escapado de la opresiva “heteronormatividad”. Pero que un homosexual intente pasar a la heterosexualidad es escandaloso e inadmisible. Por eso las leyes de derechos LGTB de varias regiones españolas amenazan ya con multas e inhabilitación a los psicoterapeutas que ofrezcan ayuda a los homosexuales deseosos de superar su atracción hacia el mismo sexo.

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Cómo nos manipulan cada vez que les da la gana (Por Yolanda Soria)

Por LA CAJA DE PANDORA

Cuando reivindicamos el día de la madre, del padre de la mujer, ¿sabemos porque lo hacemos? Sabes las diferencias entre feminismo, hembrismo y feminazismo? Sabes quien promueve estos movimientos y porqué? ¿Que intereses ocultos promueven estas ideas?

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Desaparecen miles de millones de euros de las cuentas congeladas del difunto Gaddafi

Por RT

Las autoridades judiciales belgas descubrieron la desaparición en el marco de una investigación de lavado de dinero.

Entre los años 2013 y 2017, de las cuentas del banco Euroclear en Bélgica han desaparecido más de 10.000 millones de euros que formaban parte de los activos de Libia congelados en virtud de una decisión adoptada por la ONU en 2011, informa la revista belga Le Vif.

Esos fondos, según explica la publicación, eran controlados por el entorno inmediato del derrocado líder libio Muammar Gaddafi. De ellos, para el 29 de noviembre de 2013 había 16.100 millones de euros en cuatro cuentas abiertas, de los bancos ING, BNP Paribas, KBC y Euroclear. La mayor cantidad del dinero se encontraba en el Euroclear.

Se sabe ahora que las autoridades judiciales belgas descubrieron la desaparición ya en el otoño pasado, cuando el juez de instrucción Michel Claise quiso confiscar los fondos en cuestión en el marco de una investigación de lavado de dinero. Resultó que de los 16.100 millones, en las cuentas quedaban solo 5.000 millones de euros.

El punto es que Bélgica nunca había dado permiso para la liberación de esas cuentas, declaró el Ministerio de Finanzas belga al medio. Según la revista, ahora surge la pregunta de si Bélgica controló bien el proceso inicial de congelación de esa fortuna.

¿Regresa el alma al universo después de fallecer?

Por Atraviesa lo desconocido

Un médico y uno de los mejores físicos teóricos de todos los tiempos se han unido para responder dos preguntas que siempre nos hemos hecho…

¿Qué es la conciencia? ¿A dónde se va después de la vida?

El resultado de esa propuesta agitó la comunidad científica, sin embargo, han pasado los años y parece que la fascinante propuesta apunta en la dirección correcta…

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¿Por qué hay cada vez más mujeres infieles y por qué muchas se quedan con sus parejas después de ser engañadas?

Mónica llevaba 5 años en pareja con Juan y 2 años viviendo con él cuando, una noche, ella no volvió a la casa. Estaba con otro hombre.

«No fue algo planificado. Pasó», cuenta sobre aquel romance. «Me di cuenta de que estaba enamorada de él (Juan), pero que no me daba lo que necesitaba «.

A los días ella terminaría confesándole el engaño a su pareja y durante un tiempo intentarían recomponer la relación. Pero finalmente se separaron.

Recién con la terapia Mónica logró aceptar que la relación con Juan le hacía daño porque él no la quería ni valoraba tal como ella lo hacía.

«Me estaba humillando al seguir con él», reconoce. Por eso, agrega, nunca se sintió culpable de haberlo engañado .

Aún así, ella no se llama Mónica y él no es Juan. La argentina de 37 años pidió a BBC Mundo el anonimato para contar un amorío que describe como «la única forma de sobrevivir» que encontró.

La infidelidad es «un tabú universal y aún así es universalmente practicado», afirma la psicoterapeuta Esther Perel en su libro The state of affairs: rethinking infidelity («La situación de los amoríos: repensando la infidelidad»).

Esther Perel dando una charla.

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Esther Perel es considerada una referente actual en temas de relaciones amorosas modernas y su último libro es un best seller.
 

No en vano, escribe, la infidelidad es el único pecado mencionado en dos mandamientos de la Biblia: uno que prohíbe hacerlo y otro que prohíbe siquiera pensarlo.

«La conversación actual sobre los romances tiende a ser divisoria, moralista y corta de vista», dice Perel en su libro, que se publicó en octubre y se convirtió en «unbest seller inmediato», según el diario estadounidense The New York Times.

La experta, considerada una referente actual en temas de relaciones amorosas modernas, asegura que esta « nube de culpa y secretismo» se cierne en particular sobre las mujeres , tanto cuando engañan como cuando son engañadas.

¿Qué es ser infiel?

«La definición de engaño varía de persona a persona», le dice a BBC Mundo la socióloga Alicia Walker, autora del libro The secret life of the cheating wife: power, pragmatism, and pleasure («La vida secreta de la esposa infiel: poder, pragmatismo y placer»), publicado en noviembre.

«Todos vamos por el mundo asumiendo que existe un concepto universal de lo que es engañar, pero la realidad es que dos personas pueden estar en la misma pareja y tener diferentes definiciones de lo que significa «, agrega.

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