Las cenizas adivinatorias zulúes
A finales del siglo XIX, D. Leslie penetró en territorio zulú en busca de sus cazadores kafari. Siguió determinadas pistas que le habían facilitado algunos informantes, pero al alcanzar el lugar del posible encuentro no había nadie. Decepcionado y frustrado, uno de sus criados le aconsejó consultar a un vidente a lo que Leslie accedió. El hechicero zulú conocía el secreto arte de “abrir las puertas de la distancia” y para ello prendió ocho fuegos pequeños, tantos como los cazadores que buscaba el explorador. La ceremonia comenzó arrojando a las llamas dos objetos: unas raíces que desprendían desagradable olor y una piedra por cada hoguera. Después, el oficiante tomó una medicina que le indujo un trance muy violento y convulsivo durante diez minutos.
A continuación, empezó la verdadera adivinación, según refirió Leslie en su obra Among the Zulú and Amatongos, publicada en 1875: “Dio la impresión de despertarse, se dirigió a uno de los fuegos, removió las cenizas, miró con atención el guijarro, describió fielmente al hombre y dijo: ‘Este hombre murió de fiebre y tu fusil se ha perdido’. Luego, se situó ante el segundo fuego: ‘Este hombre (correctamente descrito) ha matado cuatro elefantes’ y pasó a describir sus colmillos. Fue luego ante el tercer fuego: ‘Este hombre (tras describirlo también) ha sido muerto por un elefante, pero tu fusil volverá a casa’, y así con el resto, con descripciones minuciosas y correctas de los hombres y con la indicación de su éxito o su fracaso”. Precisa Leslie en su estudio que también le comunicó el hechicero dónde estaban los supervivientes y que regresarían al cabo de tres meses aunque no por el itinerario esperado. Remata la exposición el etnógrafo diciendo: “Estas informaciones, de las que tomé diligente nota, más tarde, para mi gran estupor, se revelaron exactas en todos sus detalles. Que este hombre hubiera podido obtener esa información de los cazadores por vía normal era poco probable: se encontraban diseminados por una región a unas doscientas millas de nosotros”.
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