- Los hechos:La Tierra, al igual que todos los demás sistemas vivos, tiene un campo magnético y los científicos están descubriendo que estos campos nos conectan a todos, y en realidad llevan información de importancia biológica.
- Reflexionar sobre:Esta información sugiere que, no solo sus acciones pueden afectarse a usted y a las personas que lo rodean, sino también sus pensamientos, sentimientos y emociones. La forma en que se siente cambia la información codificada en su campo magnético.
La ciencia ha arrojado luz recientemente sobre el hecho de que lo que solíamos percibir como aura «humana» es en realidad real. Todos nuestros cuerpos emiten un campo electromagnético, y este hecho juega un papel muy importante más allá de lo que se conoce comúnmente cuando se trata de entender nuestra biología y la interconexión que compartimos con toda la vida.
Por ejemplo, ¿sabía que el corazón emite el mayor campo electromagnético de todos los órganos principales del cuerpo? Estos campos y la información codificada en ellos pueden cambiar según la forma en que nos sentimos, lo que pensamos y las diferentes emociones que asumimos. El corazón incluso envía señales al cerebro a través de un sistema de neuronas que tienen memoria a corto y largo plazo, y estas señales pueden afectar nuestras experiencias emocionales. La información emocional que se modula y codifica en estos campos cambia su naturaleza, y estos campos pueden afectar a quienes nos rodean. Como nos dice Rollin McCraty , Ph.D, y director de investigación en el Instituto HeartMath, «estamos fundamental y profundamente conectados entre nosotros y con el planeta mismo».
Los resultados de la investigación han demostrado que a medida que practicamos la coherencia del corazón e irradiamos amor y compasión, nuestro corazón genera una onda electromagnética coherente en el entorno de campo local que facilita la coherencia social, ya sea en el hogar, el lugar de trabajo, el aula o sentados alrededor de una mesa. A medida que más individuos irradian la coherencia del corazón, construye un campo energético que hace que sea más fácil para los demás conectarse con su corazón. Por lo tanto, en teoría, es posible que suficientes personas que construyen una coherencia individual y social contribuyan realmente a una coherencia global en desarrollo. (1)