Traducción al español por el equipo de Sott.net
Discurso de Sarkozy en Toulouse, 19 de Marzo de 2012. Un ‘líder fuerte ante una crisis’ ¿Pero quién está detrás de la crisis?
[Nota del autor] Ya que esta es una historia en desarrollo, las actualizaciones serán publicadas al final de este artículo:
El intento de relección para el 2012 del presidente francés, Sarkozy, ha flaqueado casi desde que fue ‘elegido’ en 2007. Visto por la mayoría del público francés como un moderno imitador barato de Napoleón, algunos estaban perplejos por su vitoria en la carrera presidencial de 2007, dado que un año antes de las elecciones, las encuestas lo colocaban como el segundo definitivo, y entre ese periodo de tiempo y la elección, no hizo nada para justificar el supuesto incremento de su popularidad, con su extravagante acercamiento a la propaganda electoral, volteando los estómagos de muchos franceses. Además, pocos meses después de su ‘victoria’ en mayo de 2007, la popularidad de Sarkozy se había desplomado a cerca del 30 por ciento, debido a la reacción del público sobre sus reformas económicas de austeridad, sobre las cuales había prometido hacer algo al respecto en su campaña, imagínese. ¿Cómo explicar un cambio tan repentino poco después de su victoria? Y justo el día de las elecciones, de algún modo, el hijo pequeño de un inmigrante húngaro y su ‘princesa de París‘, recibieron el regalo de vivir 5 años en el Palacio Eliseo.
¿Elecciones manipuladas?
Actualmente es de dominio público (o debería ser) que los resultados de las elecciones, incluso en las ‘más grandes democracias’ del mundo, pueden ser manipuladas por medio de máquinas de votación electrónica. Dichas máquinas fueron introducidas por el mismo Sarkozy (como Ministro del Interior) en 2004, alrededor del 4 por ciento del electorado francés levantó algunas cejas, y ofrecieron una explicación plausible para la inesperada victoria de Sarkozy, especialmente debido a que el conteo oficial era de 53.06% para Sarkozy y de 46.94% para Royal, es decir, dentro del 4% de ‘cambio’. También me pareció bastante extraño que la opinión y los sondeos de salida fueran tan precisos (algunos meses antes de la elección) en su predicción de que Sarkozy ganaría con el 53% y Royal con el 47%.
Desde 2007, «Sarkozy el norteamericano» había evocado un poco más que repugnancia por parte de la mayoría de los franceses. En 2007, cuando se volvió claro que él planeó hacer un buen trabajo con las promesas electorales para destruir lentamente el sistema francés de bienestar social, mientras daba alivios tributarios a las corporaciones y a los ricos, millones de trabajadores del sector público tomaron las calles en protesta.
Millones de trabajadores del sector público y privado se manifestaron de nuevo en septiembre y octubre de 2010 en contra del aumento en la edad de retiro de 60 a 62 años. En ambas ocasiones, Sarkozy rompió la tradición (y los principios democráticos) arrogantemente, al desestimar las protestas como insignificantes e impulsó sus políticas elitistas. Además, Sarkozy ha estado implicado en varios escándalos financieros y criminales. A un nivel personal, el engreimiento del presidente, su frecuente inhabilidad para controlar su ira y su falta de humildad, son vistas como poco apropiadas para un supuesto hombre de estado, y repetidamente ha provocado el desprecio de la mayoría de los ciudadanos franceses. Consecuentemente, sus oportunidades de una reelección legítima en mayo de este año son escasas sino es que inexistentes.
Incluso alguien como Sarkozy, puede llegar a notar los ratings de aprobación extremadamente bajos, y hace algunas semanas él mismo parecía estar prediciendo su derrota («preferiría ser un monje Carmelita antes de seguir en la política si llego a perder»). Aunque es poco probable que Sarkozy termine en un monasterio, indudablemente le gustaría desaparecer del mapa si es echado del Eliseo en mayo. Ya que, como presidente, Sarkozy es inmune a los procesos judiciales. Como el viejo y simple Sarkozy, no lo es, y hay muchas personas (como Jacques Chirac y Dominique de Villepin solo por nombrar un par) que estarían más que contentos al facilitar las investigaciones sobre los negocios extremadamente dudosos y tratos políticos de más de 20 años de antigüedad. De hecho, esto es precisamente lo que Manuel Valls, el director de campaña del candidato del Partido Socialista, Francois Hollande, ha declarado – que Sarkozy está horrorizado con la idea de perder la elección, ya que perdería su inmunidad.
Pero como todos deberían saber ahora, pocos o ningún presidente o Primer Ministro occidental es elegido por medio de la opinión pública genuina, incluso personas como Sarkozy se permiten ese engaño. En realidad, las elecciones están a punto de dar un giro, y ese giro está siendo facilitado por grupos adinerados de presión (lobbies), organizaciones e individuos que tienen un interés personal en ver prevalecer a un tipo de candidato en particular.
Pocos negarán que en el transcurso de la última década, muchas de las más importantes ‘democracias’ occidentales, han implementado normas sociales y políticas que se asemejan a las de un estado policial, esto es, un estado en donde el gobierno ejerce un control rígido y represivo sobre la vida social, económica y política de la población. La base lógica para/y la aceptación (de la población) de la mayoría de estos mecanismos de control social, es el mítico ‘Al-Qaeda’ y la así llamada ‘guerra contra el terrorismo’, que, para aquellos que siguen el autoritarismo, es un ‘mal necesario’, pero para aquellos con una mente propia, un fraude literal para justificar la agresión y el saqueo imperial, y obligar a la población a aceptarla. Se requiere un tipo particular de presidente o Primer Ministro para actuar como el rostro público o representante de tales políticas. Deben ser autoritarios que puedan representar de manera convincente la rutina del ‘hombre fuerte ante una crisis’ (principalmente porque creen sus propias mentiras). Y por supuesto, se deben fabricar las crisis.
Sarkozy es ese tipo de hombre, pero después de cinco años de los ya muy gastados fanfarroneos y la ‘guerra contra el terrorismo’, los franceses están más que ansiosos de descrubir como luce en la túnica de monje Carmelita. Por otro lado, el probable rival de Sarkozy, el socialista Francoise Hollande, que aunque va adelante en las encuestas, no es el tipo de persona que puede seguir adelante convincentemente con las políticas del estado policial e imperiales, favorecidas por aquellos ‘intereses personales’. El primer problema es que es socialista. El segundo problema es que tiene que hacer campaña sobre políticas que más o menos son opuestas a las de Sarkozy, y en Francia, tendría que haber procedido con al menos algunas de ellas para permanecer verosímil y evitar protestas generalizadas. Algunas de las 60 propuestas electorales de Hollande, incluye incrementar los impuestos de las grandes corporaciones, de los bancos y los ricos, creando 60,000 trabajos de enseñanza, regresar la edad de retiro a 60 años, crear trabajos subsidiados en áreas de alto desempleo para los jóvenes y retirar las tropas de Afganistán en 2012.
Y todas estas representan un problema para los portavoces, y selectores psicopáticos de presidentes y Primer Ministros, que desean ver a Sarkozy relegido para que puedan continuar la marcha hacia el fascismo global.
Como se hizo notar anteriormente, la ‘victoria’ de Sarkozy podría, teóricamente, lograrse por medio del voto electrónico, pero eso solo inclinaría el voto por un máximo de 4%, muy poco para asegurar plausiblemente una victoria, dados sus terribles ratings de aprobación a largo plazo y el hecho de que Hollande ja sido colocado consistentemente con ventaja (al menos 60%-40%). Así que, ¿cuál es la solución? Debido a la ausencia de la posibilidad de manipular un gran porcentaje de los votos electrónicamente, un poco de ingeniería social es la siguiente mejor apuesta. ¿Pero como alentar a un gran número de franceses a reconsiderar su desprecio por Sarkozy, y que eviten correr a el por ‘protección?
La crisis
El cajero automático donde dos soldados paracaidistas franceses de North African descendieron y fueron ejecutados por un asesino profesional
Hace una semana aproximadamente, el 11 de marzo, un soldado francés fuera de servicio recibió un disparo mortal de un asesino desconocido que portaba un casco en un suburbio de Tuolouse. El perpetrador escapó en una motocicleta Yamaha T-Max.
Después, el 15 de marzo, el mismo asesino le disparó a dos soldados dejándolos muertos e hirió a un tercero fuera de sus barracones en Montauban (30 minutos al norte de Toulouse). De nuevo, escapó en una motocicleta.
El 19 de marzo, el mismo asesino llegó a una escuela primaria y secundaria judía en Toulouse a las 8 am y mató a un maestro Rabí, a sus dos hijos y a una niña de cuatro años, la hija del director de la escuela. Todos sufrieron un disparo a quemarropa en la cabeza. La niña pequeña con una pistola de mano calibre .45. De nuevo escape en una motocicleta. Los servicios de seguridad franceses relacionaron definitivamente los tiroteos y concluyeron que la misma persona era responsable de los tres.
El asesino escogió esos objetivos para maximizar el escándalo. Los testigos del tiroteo a plena luz de día en Montauban, lo vieron recargar su arma tranquilamente y disparar a uno de los soldados desarmados a quemarropa mientras trataba de escabullirse. Claramente, el asesino tuvo entrenamiento profesional. Coincidentemente, (o no), el ataque al colegio judío sucedió nueva años después del comienzo de la invasión de EEUU a Irak.
Fotografía de una grabación CCTV del asesino de la motocicleta
Después, en la mañana del 21 de Marzo, la policía francesa rodeó un departamento en un tranquilo suburbio de Toulouse donde creían se encontraba que el asesino, identificado como Mohammed Merah, de 24 años y de origen argelino. Después de varias horas de negociaciones ‘esporádicas’, y un breve tiroteo en donde supuestamente dos oficiales resultaron heridos, el asesino presuntamente arrojó el arma calibre .45 por la ventana de su departamento (para facilitar su identificación como el asesino, por supuesto) y declaró que se «rendiría después de almorzar». De acuerdo con fuentes oficiales, afirmó lealtad a (sorpresa) a ‘Al-Qaeda’ y que buscaba vengarse de los crímenes del ejército francés en Afganistán y del asesinato de niños palestinos. Puede ver a donde se dirige esto. Cualquier persona indignada por el asesinato diario de hombres, mujeres y niños afganos y palestinos, es un radical violento en potencia con intenciones asesinas. No será tolerada la disidencia entre la población en general en contra de los belicistas imperiales.
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