Aceptarte a tí Primero para Aceptar la vida como es y tambien a los demás:
En estos momentos especiales de Energías que entran al planeta, es hora de que hay que aprender a aceptarse a uno mismo, y asi podremos aceptar a los demas, y aceptar lo que nos rodea, aunque no nos guste. El único que puede cambiar es uno mismo, aceptandose y aprendiendo si observa algun defecto o error, corregirlo inmediatamente.
Puede que algo no te guste, hay que aprender a aceptarlo, si las cosas no salen como tu quieres, hay que aceptarlas, tanto si dependen de ti como si no.
Aceptar algo no implica que te guste, pero puedes aceptar a esa persona o trabajo o actitudes tanto tuyas como de los demas, pero no estando de acuerdo.
Si puedes elegir estar con esa persona, o si no lo puedes remediar, si puedes alejarte y mantenerte al margen respetando, que si no te quieren o te aman, o no hay un buen ambiente de algun tipo, pues aprender a gestionar mejor tus sentimientos y emociones, aceptando lo que te rodea, sin poder cambiarlo..
ya que nadie tiene el poder de cambiar a los demas..pero si puedes cambiar tu, ser mas distante o si no hay un ambiente de integracion, mantenerte al margen.( suele ocurrir en el mundo laboral).
de esta manera desaparecerá la critica y los juicios de valor, aceptas que esa persona sea de este tipo, y tu decidiras si te gusta o no te gustan sus actitudes por amor hacia ti, acercarte mas a esa persona, o por amor, aprender a a lejarte de esa persona.
Respecto a los amigos o amigas, hay que aceptarlas como son, y si no te gustan cambia de amigos, si no hay afinidades y la amistad solo depende de ti, y no hay reciprocidad, es evidente que hay que aceptar esa situacion, y entender que la amistad desaparecerá.
Ejemplos: una pareja materialista, o manipuladora, o intolerante, o que no te ama, hay que aceptarla, y si no te interesa o no te gusta, ser honesto y dejarla, anteriormente darle la oportunidad diciendoselo que si no cambia de forma de ser, se romperá la relacion, hay que evitar sufrir constantemente en la vida (evitando chantajes emocionales de cualquier tipo).
Aceptación a uno mismo
A veces nos sentimos feos, malos, viejos, tontos, inseguros, sin valor… porque nos comparamos con otros y queremos tener la misma aceptación de otros. La necesidad de aceptación siempre será el motivo del sentimiento de rechazo y el origen de sentirnos mal.
La necesidad de aceptación provoca que hagamos muchas cosas inconscientes por buscar la aceptación, y cuando no lo logramos, es cuando nos sentimos mal por sentir el inevitable rechazo.
Cuando vivimos esperando la aceptación de los demás, viviremos actuando de forma que nos acepten, cada rechazo es un objetivo no logrado, es cuando «nos sentimos». Es cuando pensamos «no me quiere», «algo hice mal», «está enojado conmigo»… y todo se resume en: «no me aceptó». Somos felices cuando nos muestran una sonrisa, cuando nos saludan, cuando nos dicen «te quiero», cuando nos sentimos «aceptados», pero todo cambia cuando se siente un rechazo, aun cuando sea un rechazo imaginario. Muchas veces, hasta buscamos «donde está el rechazo» en algunas palabras que nos hayan dicho. Pensamos: «Me dijo, nos vemos después, no sé que quiso decir, talvez quiso decir que ya no nos veamos»…:buscamos donde estuvo el rechazo y terminamos encontrando una razón para seguir sintiendo un vacío interior.
Seguir buscando la aceptación en los demás es luchar contra una corriente imaginaria que nunca podremos dominar. Es buscar afuera algo que nos hace falta adentro de nosotros. ¿Por qué buscar la aceptación en los demás?
Dejar de buscar la aceptación en los demás es olvidarme si los demás me quieren o no me quieren, si los demás se enojan conmigo o están contentos, dejar de buscar la aceptación es ser lo suficientemente fuerte de olvidarme del cariño de los demás y darme el cariño a mi mismo. La necesidad de aceptación se deja a partir de cuando me acepto a mi mismo. Si me amo a mi mismo, ¿porqué buscar afuera quien me ame? Si me acepto, ¿porqué buscar afuera quien me acepte?
Si nos hacen un favor, no estamos comprometidos a responder de la misma manera, no tenemos porque pensar que ya “debemos” un favor. Los favores no se hacen para pagar una deuda, los favores se hacen porque nacen del corazón. El amor no se da para pagar un favor, el amor se da porque sale del corazón.
Deja de hacer favores, olvídate si debes favores a los demás, olvídate si necesitas ser aceptado por otros, olvídate de la culpa, el chantaje y de todo lo que te haga daño. Acéptate a ti mismo, date amor a ti mismo, quiérete, consiéntete, hazte cariñitos, y cuando estés lleno de amor, automáticamente darás amor. Ayudarás no para evitar el rechazo, sino como algo que sale de tu corazón.
Cuando logres amarte a ti mismo, cuando logres aceptarte tal como eres, cuando logres consentirte… ese día dejarás de buscar el amor allá afuera, porque ya lo tendrás adentro, y desde ese momento buscarás a quien darle amor sin esperar que te den amor, desde ese momento dejaras de sentirte rechazado, y desde ese momento comenzarás a ser libre.
Escrito por: Rafael Zárate Méndez
La Práctica de la Aceptación de sí Mismo:
La autoestima es imposible sin la aceptación de sí mismo. Este concepto tiene tres niveles de significación:
a) Aceptarse a sí mismo es estar de mi lado, -es estar para mí mismo- es una especie de egoísmo natural que es un derecho innato de todo ser humano orientado a la valoración y al compromiso consigo mismo. Algunas personas se rechazan a sí mismas en un nivel tan profundo que no podrán comenzar ninguna labor de crecimiento hasta abordar este problema. La aceptación de mí mismo es mi negativa a estar en una relación de confrontación conmigo mismo. Es no pelearme conmigo mismo.
b) Aceptarse a sí mismo es la disposición a experimentar plenamente mis pensamientos, sentimientos, emociones mis acciones, mis sueños, no como algo lejano, o algo distinto a mí, sino como parte de mí esencia, ya que permito que se expresen y no los reprimo. Vivir en toda su intensidad lo que estoy sintiendo, pensando, haciendo. Si pienso en ideas que me causan trastorno, estoy pensando en ellas; o un deseo inadecuado, lo estoy sintiendo, lo que es verdad, es verdad, no lo racionalizo, niego o intento descartarlo mediante explicaciones. Estoy sintiendo lo que estoy sintiendo y acepto la realidad de mi experiencia. Así pues, si me enfrento a un error que he cometido, al aceptar que es mi error soy libre de aprender de él y de hacer mejor las cosas en el futuro. Si me niego a aceptar que a menudo vivo, de manera no conciente, de forma irresponsable, pasivamente, cómo voy a aprender a vivir de manera conciente, más responsable, y de manera más activa.
c) La aceptación de sí mismo conlleva la idea de compasión, de ser amigo de mí mismo. Supongamos que he hecho algo que lamento, o de lo cual estoy avergonzado y por lo cual me reprocho, la aceptación de sí mismo, no niega la realidad, no afirma que sea en realidad correcto lo que está mal, sino que indaga el contexto en el que se llevó a cabo una acción. Quiere comprender el porqué. Quiere conocer por qué algo que está mal o es inadecuado se consideró deseable o adecuado o incluso necesario en su momento.
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