Archivo por días: enero 24, 2015

La expropiación de la vida y la esperanza

Carmensa y su hija Matilde esperaban en la sala adjunta a la oficina del jefe de urbanismo. La notificación de expropiación para montar un gran centro comercial  de una multinacional francesa les había llegado hacía dos semanas. La anciana propietaria de la vieja casita canaria del siglo XVII, en la vega agrícola de Tamaraceite, sufrió una subida de tensión cuando llegó el notificador municipal, tuvo que ser ingresada en el Hospital Doctor Negrín, no imaginaba que aquel ayuntamiento, ahora gobernado por el PP, le fuera a quitar la casa de sus antepasados, donde pasó toda su infancia y juventud, toda su vida.

Habían recurrido gracias al abogado de la PAH, pero no había salida, incluso fueron al despacho del constructor y promotor de la obra, un personaje sin escrúpulos nacido en Gran Canaria, pero vecino de Tenerife. El gordo y sudoroso pocero semi analfabeto las recibió después de esperarlo casi cinco horas, tenía una gran foto del general Franco presidiendo su despacho, junto con otros portarretratos sobre la mesa con el alcalde Las Palmas de Gran Canaria, con el rey de España en una lujosa recepción, además de una con el ministro de industria y energía, un canario traidor a su pueblo, promotor de la extracción de petróleo en los valiosos mares de aquel archipiélago desafortunado, repleto de miseria, desempleo y hambre infantil.

El especulador casi no les dio tiempo a hablar: “¿Qué coño quieren? Ya saben que la legalidad me ampara y que esta obra es de interés general”. Las dos mujeres con lagrimas en los ojos le rogaron que nos les quitara su casa, que no tenían donde ir, pero el corrupto solo esbozó una sonrisa: “Es lo que hay señoras, primero lo primero”.

Matilde solo alcanzó a decirle, mientras las desalojaban dos gorilas enchaquetados y con gafas negras: “¡Maldito hijo de puta! ¡Ladrón! ¡Asesino!”, para en unos pocos segundos verse solas y abrazadas en las calles de Santa Cruz, tristes, desesperadas, abocadas a un futuro negro sin dinero, sin casa, sin esperanza, de camino para el ferri de Armas que las llevaría de vuelta a Gran Canaria.

La secretaria del jefe de urbanismo les dijo que ya podían pasar, aquel hombre con acento peninsular, que en todo momento las trató con amabilidad, pero sin darles ninguna esperanza de solución, insistiendo en que el inminente desalojo y la pérdida de su vivienda sería a precio de catastro, que buscaran otro lugar donde vivir, que quitaran los animales cuanto antes, ya que las excavadoras demolerían la casa en menos de diez días.

Carmensa le habló de sus cabras, de los conejos, de la hurona de su nieto, de los cuatro perros podencos, que no tenían donde llevarlos. La abogada de la concejalía, una joven muy bien vestida, presente en la mesa de reunión, les comentó algo sobre el Albergue de Animales de Bañaderos, que llamaran allí que seguro se los llevarían ipso facto.

Las dos mujeres abrumadas salieron hacia la estación de guaguas de San Telmo, no había más que hablar, tenían que atravesar la calle Tomás Morales repleta de estudiantes. Carmensa le dijo que se sentía un poco mareada, que pararan a tomarse una infusión en un viejo bar cerquita de la Plaza del Obelisco. Allí se sentaron destrozadas y fue cuando la anciana muy emocionada, llorando sin llorar, le desveló los nombres de los falangistas que habían asesinado a su padre, a su tío Carmelo Afonso, la noche que se los llevaron de aquella misma casa a punto de ser derruida, cuando vinieron junto al guardia municipal Pernía, el joven Santo, Eufemiano, Penichet, Leacock y varios más, todos vestidos de azul, de algunos no recordaba el nombre, solo la inmensa rabia y el odio en sus ojos, cuando de madrugada sacaron a los dos campesinos anarquistas a patadas y puñetazos. Matilde la miraba alucinada, nunca le había contado con tanto detalle lo que sucedió aquel 29 de agosto de 1.936. La pobre vieja solo tenía siete años, pero todo estaba grabado en su mente, aquel terror inmenso, los hombres armados, los golpes e insultos: “Rojos de mierda, vamos directos pa la sima volcánica de Los Giles”.

La hija de Carmensa no entendía porque justo aquel día había decidido contarle todo aquello, pero la anciana, ante el vasito de tila y la pastilla de la tensión, la miró fijamente: “Sabes mi niña, son los mismos, los mismos que mataron a tu padre, a tu tío Carmelo, ahora nos roban nuestra casa, lo poco que tenemos, como ya hicieron cuando la guerra, lo que ahora querida son constructores, políticos de la derecha, jueces, abogados, que lo único que han hecho es cambiarse el uniforme azul por corbatas de colores, trajes caros, cochazos de lujo, pero son los mismos, los mismos criminales mi hija”.

Las dos se quedaron un rato calladas mirándose, en sus ojos navegaron miles de recuerdos, los momentos felices, aquellas tardes de asadero, vino de la tierra, guitarras y timples, isas y folías rodeadas de perros juguetones, chiquillos, vecinos y familiares. La casa ahora iba a desaparecer, como un universo que estalla, un espacio de amor para el olvido, unos recuerdos tiroteados desde fusiles traidores, un pelotón de fusilamiento, una brigada del amanecer elegida en unas corruptas elecciones, una banda organizada de caciques, militares sediciosos y sanguinarios requetés disfrazados de demócratas de toda la vida, que se adueñaban de nuevo de sus vidas, de aquella felicidad ahora encadenada a los intereses de la mafia política, la misma oligarquía asesina que había llenado de dolor y sangre sus vidas, venía de nuevo a reclamar lo que siempre creyeron que les pertenecía.

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Soldados franquistas encañonan a dos transeúntes en Sevilla el 18 de julio de 1936. / EFE

El compromiso de la creatividad y el pacto entre el hombre y el cosmos

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Estos sonidos negros son el misterio, las raíces que se clavan en el limo que todos conocemos, que todos ignoramos, pero de donde nos llega lo que es sustancial en el arte. Sonidos negros dijo el hombre popular de España y coincidió con Goethe, que hace la definición del duende al hablar de Paganini, diciendo: “Poder misterioso que todos sienten y que ningún filósofo explica”.

Federico García Lorca, “Teoría y juego del duende”

Hay algo sagrado en la palabra, en el compromiso que se hace con alguien, especialmente con uno mismo, tomando como testigo a los invisibles, a la ecología de almas que nos rodea.

Hace una semana me debatía entre iniciar un proyecto o no, con cierta dejadez, acechado por los fantasmas tibios de la procrastinación. Pensando más que actuando, razonando más que imaginando. Cavilando: vacilando. Hasta que salí a caminar y en un claro donde podía recibir un poco de sol invernal, entre las ramas desnudas de un árbol, abrí una antología para leer al azar un texto:

Hasta que uno se compromete

Hasta que uno se compromete hay titubeos, la posibilidad de retraerse, siempre ineficacia… En lo que concierne a los actos de la iniciativa (y creación), hay una verdad elemental, cuya ignorancia mata innumerables ideas y espléndidos planes: que en el momento en el que uno se compromete, entonces la providencia se mueve también. Todo tipo de cosas ocurren para ayudarnos que de otra forma no habrían ocurrido. Toda una corriente de sucesos fluye de esa decisión, poniendo a nuestro favor las más diversas situaciones, encuentros imprevistos y asistencia material, que ningún hombre habría soñado acudirían a su favor.

Cualquier cosa que puedas hacer,

o soñar que puedes,  iníciala,

el atrevimiento tiene genio,

poder y magia.

Este texto, escrito por Goethe, leído en inglés en la antología de poesía de Robert Bly y James Hillman, me embargó con una sensación de lo sagrado; se leía como si  fuera un texto revelado o un ominoso dictamen del I Ching. Goethe, creo, ve aquí con lo que se conoce como el ojo del corazón (el corazón, que es el órgano de la imaginación en las tradiciones místicas; la imaginación como aquello que conecta a nuestro mundo con el mundo del espíritu, la divina interfaz). En el momento en el que uno se compromete, entonces la providencia también se mueve, ese es el antiguo pacto entre el hombre y el cielo; la identidad, la resonancia, la correspondencia entre el microcosmos y el macrocosmos.

Hay una cierta magia en empezar algo, como si el amanecer fuera el momento consentido de los dioses –esa hora luminosa y virginal donde la imaginación todavía no se ha peleado con la realidad y vuela como las palomas– y cualquiera que se enfila con sinceridad a comenzar algo, recibe la bendición y la privanza de las fuerzas creativas.

García Lorca escribiendo sobre el duende, ese genio gitano que posee a los artistas, dice que el duende huele a saliva de niño. Tal vez porque la saliva del niño conserva intacta su potencia seminal. El niño al hablar, si no ha sido desencantado por el spleen del mundo de los adultos, decreta realidades y abre puertas en el aire. El niño cuando habla escupe y crecen flores de su baba en la tierra. El niño que, como decía Wordsworth, llega a este mundo “seguido de una nube de gloria”. El niño, Eros, que seduce a Psique (el alma) con su belleza y su ligereza fecunda.

¿De dónde viene la creatividad?

Fludd_treeHay un antiguo debate sobre si la creatividad o la genialidad son facultades propias de un individuo o en realidad son bendiciones de los dioses o más bien los ligamentos entre el hombre y el cosmos (el anima mundi), que permiten la transmisión de la información y el flujo creativo (más que algo que uno posee, algo que lo posee a uno). En la Antigua Grecia, en Platón pero también en el más terrenal Aristóteles, se aceptaba la noción de que la posesión era algo frecuente y deseable. La manía, la locura que viene de las ninfas o de Pan, era más estimada que la mesura (Sofrosine). El poema de Goethe parece sugerir, en este mismo sentido, que aquello singular y verdaderamente extraordinario del acto creativo no surge sólo del hombre sino de su relación con el cosmos, de su compromiso con el mundo superior. El hombre solamente excita a la naturaleza para que esta pueda desatar su fuerza con él. Se llama al viento y a la lluvia que fertilizan a la tierra. El hombre es el vehículo del que se sirve el ánima para aparecer y manifestarse.

García Lorca escribe que los pueblos tienen distintos agentes numinosos, el temperamento alemán es asistido por las musas; los italianos tienen ángel; los españoles, duende. Algunas formas de creación, podemos conjeturar, son más telúricas (como la de Picasso y Lorca), surgen como temblores y trepan el cuerpo, de la tierra y el ombligo a la garganta; otras son de orden celestial (como probablemente la de Goethe, las musas que son estrellas también) y descienden con su armonía matemática. Es como si el cuerpo y el carácter mismo –ahora más fogoso, más dulce o más altivo, según– dispusieran la atracción de un cierto espíritu (el cariz de una mecha), que introduce (y traduce) lo eterno al tiempo. En esta visión, el ángel no es sólo el mensajero, sino el mensaje mismo, logos encarnado.

James Hillman escribe en su libro The Soul’s Code: ”El genio le pertenece a todos. Ninguna persona es un genio o puede ser un genio, porque el genio o daimon o ángel es una escolta invisible  no-humana, no la persona con la que el genio vive”. Esta es la idea expresada por el mito de Er, que relata Platón en la República, de que nacemos con un daimon, una especie de espíritu guardián que nos cuida y vigila y que nos incita a cumplir un destino. En la actualidad nos cuesta creer en esta forma de providencia –una compañía del alma–; nos es más fácil creer que nacemos completamente solos y vulnerables, todo lo que hacemos es el resultado de nuestro propio desarrollo, nuestro propio heroísmo o fracaso (o el de nuestros padres y sus taras). Pero curiosamente muchas de las personas que más vinculamos con la noción de genialidad, creían que la fuente de su conocimiento no surgía de ellos, sino que de alguna manera estaba en el mundo.

 Consideremos la siguiente frase de Nikola Tesla:

Mi cerebro es sólo un receptor. En el universo hay un núcleo del que obtenemos conocimiento, fuerza, inspiración. No he penetrado en los secretos de este núcleo, pero sé que existe.

Como Nikola Tesla, Albert Einstein reconocía que el conocimiento tenía una forma superior: “Tengo suficiente parte de artista en mí para servirme de mi imaginación. La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado. La imaginación circunda al mundo”, escribió Einstein. Aquí vemos que Einstein le da a la imaginación su significado antiguo y más profundo. En la tradición platónica y en el misticismo islámico y hebreo, la imaginación es una facultad de percepción del alma con la que accedemos a las imágenes, que son las formas superiores con las que se ha concebido el mundo. Hoy pensamos en la imaginación de manera bastante alicaída, como algo que es mera elucubración, engaño y fantasía, pero antes se creía que la imaginación era un conducto que permitía al ser humano reconectar con los mundos sutiles, con el cielo y el inframundo, con los sueños y las visiones místicas.

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En la imaginación comienza la responsabilidad 

El otro asunto a considerar en esto es que con el poder que se despierta como compañía de la intención creativa, proporcionalmente, se genera una responsabilidad. El compromiso es siempre mutuo. El cosmos –o la psique externa— responde al llamado profundo y abre su cofre de oro para entregarte sus herramientas, enviando el viento favorable (el aire que es el espíritu) y sincronizando el tiempo para que fructifique el esfuerzo. No alinearse con este flujo, no sólo sería defraudar a la matriz mágica de la naturaleza, sería traicionarte a ti mismo. Herir gravemente tu voluntad –esa voluntad que Aleister Crowley llamaba “la estrella”, la estrella oculta, la estrella interna–, el alma como posibilidad de articulación consciente, unida en transparencia al deseo. Iniciar vagamente proyectos, decir que vamos a hacer algo y no hacerlo es la forma en la que nuestra palabra pierde poder. La palabra que, en su contexto religioso original, si decía, hacía. La palabra que es la característica esencial que hace al hombre participar en lo divino, el Logos, el poder que le dio Dios a Adán sobre la creación: nombrar. La palabra con la que puedes ver en la oscuridad o hacer que las cosas cambien, reaccionen, se muevan. La poiesis misma.

Al decir algo y no hacerlo, al repetirnos que vamos a hacer algo o queremos hacer algo y no cumplirlo, creamos un diálogo esteril entre las diferentes personas de nuestro ser, en el que la voz vacilante del yo no es escuchada por el alma, ya que sabe que sus palabras, sin compromiso, no tienen ningún peso y no ejercen ninguna seducción habiendo demostrado su impotencia (nuestro Eros se vuelve un viejo saturnino que no excita a Psique). Esta es la fragmentación básica de la psique –la psique que según Heráclito es inabarcable y según Hillman es del tamaño del planeta entero. Cuando nuestra psique no nos escucha porque le hablamos sin realmente creer en ella, perdemos todo su poder, el poder de hacer que el mundo se ponga en marcha a nuestro favor, como la providencia de la que habla Goethe que se destapa y se derrama por todas partes cuando manifestamos una intención de inicio y compromiso.

Visto de otra forma, al comprometerse no hay marcha atrás: las fuerzas creativas han sido liberadas y pueden acompañarnos y favorecernos, pero también pueden meternos en aprietos. No hay forma de deshacer lo que decidimos (ya hemos invitado a cenar a los genios y demonios): si les damos la espalda haciendo como si no existiera nuestro compromiso y no existiera aquello que se decidió, la destrucción se esparce a nuestro alrededor, ya sea en una franca tormenta, o en una sinuosa y enredada infertilidad, yermo, desaguisado aparentemente inexplicable. Rápidamente Venus se convierte en Kali o Hécate.

Esta reflexión inspirada por un poema de Goethe es a fin de cuentas una ars poetica, una carta credencial. Los dioses no nos han abandonado, solamente nuestras teorías de percepción han cambiado y ya no admiten su aparición… Ver el mundo y creer que está vivo, que todo respira y responde a nuestras intenciones profundas, que todo tiene alma y que el cielo y la tierra también transpiran y perciben a través de ti. Crear tal vez sólo sea, como creía Jung, dejar que la creación, que los mitos primigenios, se repitan a través de nosotros.

Twitter del autor: @alepholo

http://pijamasurf.com/2015/01/el-compromiso-de-la-creatividad-y-el-pacto-entre-el-hombre-y-el-cosmos/

SINCRONICIDAD Y LA INTERCONECTIVIDAD DE NUESTRAS VIDAS

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Por el Dr. Eduardo Rafael Zancolli – Autor del Best Seller «El Misterio de las Coincidencias»

Introducción a la Sincronicidad

Todos los mortales que habitamos este mundo nos enfrentamos a un mismo misterio. En algún momento, o tal vez muy frecuentemente, nos hemos planteado quiénes somos y cuál es el significado de nuestras vidas.

Las respuestas a dicho planteamiento son muy variadas de acuerdo a las fuentes que hayamos tomado para contestarlas.

En la antigüedad eran los profetas quienes, escuchando la voz de Dios», trasmitían algunos secretos sobre la creación al resto de los seres. Desde el siglo XVII en adelante ha sido del dominio de los científicos descubrir cómo está constituido y cómo funciona el universo. Ellos han hecho ingentes esfuerzos por contestar a grandes interrogantes: cómo fue creada la materia por primera vez, cómo comenzó la vida, y últimamente qué es la conciencia, dónde se asienta y cómo interactúa con la naturaleza. Por lo tanto la ciencia ha sido el vehículo más aceptado, relegando así a los antiguos profetas, para encontrar las explicaciones a nuestros eternos cuestionamientos de tipo existencial.

A través de ese vehículo, la ciencia, se ha logrado penetrar a la estructura interna del átomo; describir las fuerzas interactuantes dentro del núcleo; describir también un verdadero «zoológico» de partículas subatómicas (cerca del centenar); desentrañar uno de los mayores misterios de la vida, la composición del código genético; identificar los misteriosos agujeros negros; registrar la formación de galaxias, estrellas y planetas; descubrir los mecanismos fisiológicos del cuerpo humano; y hasta obtener registros del supuesto comienzo de todo, el Big Bang (todo esto entre tantos otros descubrimientos).

Pero más allá de todo ello, también disfrutamos de cosas que tienen resonancia en un centro emisor‑receptor diferente, nuestro mundo interior. El sabor de la literatura, la música, la pintura, la escultura, la arquitectura, las experiencias contemplativas y místicas, e incluso para algunos, el deleite de sus propias vidas, son patrimonio de las vivencias exclusivas de nuestro mundo interior. También se incluyen aquí nuestras pasiones, el amor, e incluso la imaginación y la ficción.

De este breve análisis surge con gran claridad la existencia de una aparente brecha infranqueable entre nuestro mundo interno (lleno de pasiones, sensaciones, deseos e intuiciones), y el mundo físico externo “real» que nos rodea (ese que a toda causa física le sigue un efecto proporcional).

¿Cómo unificarlos? ¿Cómo sentir la unidad entre lo que es aceptado como absolutamente «real» y tantas otras vivencias interiores que son reales para nosotros y que, tal vez, ni siquiera nos animemos a contarlas a otras personas en muchas ocasiones? ¿Cuán real es lo que viven…ciarnos en nuestro mundo interior?

Si nos basamos en nuestra educación, basada en el paradigma reinante, esos dos mundos parecen demasiado distantes entre sí. E incluso, a veces, pueden estar en franca contradicción.

A pesar de todo ello, y a pesar de que lo que vivimos algunos podrían considerarlo dentro del reino de lo «irreal’, nadie nos podrá doblegamos para desistir de su licitud, o ir en contra de nuestras experiencias interiores. Pero, ¿por qué es así? En el fondo, nuestras vidas no son más que caminos evolutivos que se basan en la continua búsqueda de significado, y una vez que le encontrarnos significado a algo eso es «real» para nosotros. Desde niños vivimos relacionándonos con el mundo a partir de encontrarle significado a las cosas. Las preguntas son inevitables: ¿Qué es eso? ¿Para qué sirve eso? Todo, desde un tenedor, un destornillador, o un puntero láser, o cualquier otra cosa con la que nos hayamos relacionado, ha pasado por ese mecanismo de interpretación en busca de significado en nuestra conciencia.

La pregunta que surge es si en nuestra vida diaria tenemos algún elemento que nos esté mostrando la unión entre esos dos mundos. Algo que nos permita profundizar en los mecanismos del funcionamiento de la naturaleza (esos que están «ocultos», o que no pueden ser descifrados solamente por nuestros cinco sentidos externos), para llegar a comprender desde un plano más profundo cuál es nuestro rol participativo en el universo.

Y la respuesta es Sí, existe algo que todos vivenciamos en común y que nos permite comenzar a vislumbrar esa conexión. Me estoy refiriendo a las coincidencias, pero no a las simples coincidencias, sino a aquellas que contienen la información con significado trascendental para nuestras vidas. Se deben diferenciar de aquellas otras simples coincidencias, por azar puro, que no traen respuestas ni producen cambios en nuestros caminos (como por ejemplo, que en dos partidos de fútbol se hagan goles en el mismo instante). Todos nosotros hemos tenido en nuestras vidas ese tipo de coincidencias con significado que han cambiado nuestros rumbos, e incluso nuestros valores y perspectivas sobre la vida.

Para comprender con un ejemplo lo que es una sincronicidad, podemos mencionar lo que James Redfleld, autor de la conocida La Novena Revelación, relata que encontró entre los escritos de Abraham Lincoln. Sucedió en su juventud. En aquella época, Lincoln sentía que debía ser algo diferente a un granjero o trabajador manual, como era el común denominador en los miembros de su comunidad de Illinois. Un día se encontró con un vendedor ambulante que estaba atravesando una época difícil y que le ofreció, a cambio de un dólar, un viejo barril de objetos diversos, la mayoría sin valor. Lincoln podía haberse quitado de encima a aquel vendedor arruinado, pero en cambio le dio el dinero y guardó los objetos. Más tarde, cuando vació el barril, Lincoln halló entre los botes y los utensilios viejos una colección de libros de derecho, gracias a los cuales estudió hasta ser abogado y a partir de ahí prosiguió su célebre destino.

A ese tipo de coincidencias con significado, esas que «encajan» con nuestra historia personal, Carl Gustav Jung las ha dado en llamar «sincronicidad». El nombre elegido tal vez no haya sido el más afortunado, ya que puede inducir a confusión entre sincronicidad y sincronía. Esta última palabra implica el concepto de algo que sucede en el mismo tiempo. En las sincronicidades, en cambio, los eventos interconectados suelen suceder espaciados en el tiempo. Incluso, los eventos pueden interconectarse después de pasados muchos años. Lo único que conecta los eventos dentro de una misma sincronicidad es que están dentro del mismo «guión», están conectados por el mismo significado, y «encajan» con nuestra historia personal.

Vistas las sincronicidades desde el punto de vista estrictamente científico, lo que se plantea en este escurridizo asunto es en qué medida este tipo de sucesos pueden ocurrir exclusivamente por azar, basándose en el cálculo de probabilidades. En otras palabras, ¿cuál es el delicado límite entre el azar y una sincronicidad? Las investigaciones demuestran que la estadística no contiene la clave a estos fenómenos tan frecuentes.

Les relataré otra sincronicidad, una comentada por Nicholas Green sobre algo que le sucedió al actor Anthony Hopkins. Ella nos muestra con claridad cuan alejadas pueden estar las sincronicidades de un evento que ocurra simplemente por azar probabilístico. Hace años se le propuso, a Anthony Hopkins, un papel en una película que estaba basada en el libro de George Feifer, The Girl from Petrovka. Como buen profesional se empeñó en leer el libro, pero en todas las librerías de Londres lo tenían agotado. Un buen día se sentó en el Metro y, en el asiento contiguo, descubrió un ejemplar de The Girl from Petrovka. Ese libro contenía una gran cantidad de notas personales escritas en los márgenes. Dos años más tarde, cuando comenzó el rodaje de la película, tuvo la oportunidad de conocer a Feifer, ‑el autor del libro. Conversando ambos, Feifer inexplicablemente sacó el tema de la pérdida de su copia del libro dos años antes. Fue entonces cuando Hopkins quedó totalmente deslumbrado por la operatoria de la sincronicidad (y pudo devolverle el libro a su dueño).

David Peat, un físico filósofo de la ciencia, señala con tremendo acierto que se puede construir un puente entre los mundos interior y exterior a partir de la sincronicidad. Nos da un punto de partida (para comenzar la construcción de un puente que conecta mente y materia, física y psiquis), ya que nos provee de una visión que va más allá de nuestras nociones de causalidad en los patrones de funcionamiento de la naturaleza. Una danza subyacente, perteneciente a un orden más profundo, que interconecta todas las cosas, incluidos nosotros mismos.

Y de esa forma de ver las cosas que nos suceden (de reconocer un orden más profundo, con propósito, ocupándose individualmente de cada uno de nosotros), es que depende que podamos cambiar el paradigma reinante por uno más coherente.

«El mundo que hemos creado es producto de nuestra forma de pensar” dijo Einstein. «Es una locura pensar que el mundo pueda cambiar sin que cambien nuestros modelos mentales.»

¿Existe esta danza subyacente en algún plano ya descubierto por la ciencia en el que las cosas funcionen basadas en esa interconectividad? La respuesta es Sí. Pero vayamos lentamente, y comencemos teniendo una noción de cómo era la interpretación de esas coincidencias, las que han estado presentes en las vidas de todos los seres humanos que nos precedieron en tiempos pasados.

Visiones de la Antigüedad

Según los que han analizado el tema desde distintos ángulos, se puede ver una clara diferencia en Occidente y en Oriente en las interpretaciones que tenían sobre las coincidencias con significado. Veamos primero, someramente, a Occidente.

Los relatos de Homero del 800 A.C., refiriéndose a la relación entre los mortales y los dioses del Olimpo en épocas alrededor del 1200 A.C., mostraban una interrelación muy particular. Lo que hoy llamamos sincronicidad, en aquel entonces era atribuido a la intervención directa de los dioses en las vidas de los mortales, montando los escenarios y situaciones particulares que les sucederían (como podría ser hacerle caer la espada de la mano en el medio de una batalla, o que a su carruaje se le saliese una rueda en el momento crucial). En muchas de ellas se puede ver, incluso, el capricho de dichos dioses en sus intervenciones. En nuestro tiempo, una película muestra una relación similar entre el protagonista y el Director del estudio de televisión quien, sin darle a conocer la verdadera situación, arreglaba las situaciones para que tuviesen lógica dentro del guión. Me estoy refiriendo a The Truman Show. Muchos otros intelectuales de nuestro tiempo siguen teniendo visiones similares sobre las coincidencias. Carmen Posadas, Premio Planeta de literatura, escribió en boca de uno de los personajes en Pequeñas Infamias: «Las casualidades son bromas que los dioses gastan a los mortales».

En aquellas épocas de Grecia y Roma, le atribuían incluso a un dios particular esa capacidad de crear ese tipo de situaciones, Hermes en Grecia y Mercurio en Roma. Hace tiempo leí un libro dedicado enteramente a ello: Hermes, the trickster.

En Grecia se relacionaba las sincronicidades con la adivinación. La adivinación era un factor muy tenido en cuenta para tratar de anticiparse a conocer «el guión» de lo que le iba a tocar enfrentar. Cuentan que una mujer embarazada, oriunda de la isla de Samos, viajó a consultar al oráculo de Delfos sobre el futuro del porvenir del hijo por nacer. En aquel sitio tan particular, bañado continuamente por gases sulfurosos, las pitonisas (adivinadoras) le anticiparon que el hijo que daría a luz contribuiría al conocimiento de la humanidad y sería recordado por los siglos de los siglos. De ahí el nombre que le pusieron al recién nacido, Pitágoras. «Pita» por las pitonisas, y «ágoras» por el augurio (el augurio de las pitonisas). Hoy, este mismo tipo de augurio es buscado por una increíble cantidad de personas que recurren a sus cartas natales, numerólogos, tarotistas y adivinadores en general. Incluso en The Matrix, la película que está revolucionando al cine, recurre a ese mismo tipo de semejanza cuando lo llevan a Neo al oráculo para que le diga si él es el elegido.

A pesar del advenimiento de las religiones monoteístas, Occidente no eliminó la consideración de las coincidencias con significado en las vidas de los mortales. La diferencia era que a partir de entonces fueron atribuidas a la voluntad de Dios, y esas eran sus señales. Así podemos ver a lo largo de la historia que la coronación de reyes, el advenimiento de guerras o epidemias, o el nacimiento de grandes seres eran siempre acompañados por una variedad de portentos naturales. La simple observación del tapiz de Bayeux, ese que retrata la conquista Normanda de Inglaterra en el 1066, nos muestra un cometa en el cielo. Tal vez simplemente remedando la estrella de Belén. Se debe remarcar que ya no eran los profetas «escuchando» la voz de Dios, sino que ahora todos los mortales recibían sus señales a través de dichos fenómenos.

Más tarde en la evolución, después del Renacimiento, con el advenimiento de la ciencia, ese tipo de portentos quedó absolutamente limitado al patrimonio de la vivencia interior. Bajo el lema: «Todo lo que no se ve, o que no puede ser demostrado, no es real», los seres humanos dejaron en manos de una nueva deidad (ahora científica: las probabilidades y el azar) el dominio de las coincidencias con significado. Muchos incluso habrán temido comentarlas para que no los catalogasen rayando con la locura. Se perdió la licitud de la interpretación personal sobre ese tipo de vivencias. El nuevo paradigma las atribuía a la casualidad. Bajo ningún punto de vista se las podía considerar causales, ya que no eran medibles ni demostrables.

A diferencia de Occidente, Oriente les dio otra interpretación desde la antigüedad. Ya en los milenarios Vedas se pueden encontrar sus referencias. Dice Deepak Chopra que, de acuerdo a tradición Védica, hay sólo dos síntomas que permiten definir a una persona que se encuentra en su camino a la iluminación. Primero, la sensación de que las preocupaciones están desapareciendo. No se siente abatido por la vida. Las cosas pueden ir mal, pero eso ya no le molesta más. En segundo término, en cada área de su vida, comienza a notar un gran número de eventos sincronísticos. Las coincidencias con significado, parecen ocurrir con mayor frecuencia cada vez (como recibiendo mayor cantidad de «mensajes» viniendo de un plano inmanifiesto).

También en China la interpretación de las coincidencias con significado fue vista de una manera distinta a la de Occidente. Los chinos se basaban en tres aspectos: 1) el concepto sobre el tiempo (viéndolo circular en lugar de lineal); 2) trataban de interpretar los sucesos dentro de un patrón de eventos que suceden juntos en el tiempo (y no como eventos aislados); y 3) interpretando los números a partir desde un punto de vista cualitativo, y no cuantitativo como nosotros.

Un breve cuento clarificará este último aspecto. En la antigua China un ejército había rechazado la ofensiva de otro mucho más poderoso. La encrucijada, para el ejército más débil, era si lo más apropiado era esperar o atacar. Eran 11 generales los que se sentaron para tomar la decisión. Ocho votaron por esperar y tres por atacar. Con nuestra visión de las cosas no dudaríamos que la decisión tomada fue la de esperar. Pero no fue así. ¡La votación demostraba el consenso para atacar! ¿Por qué? En China el número tres representa el concepto de unidad. ¡Y todos estuvieron de acuerdo en que la votación indicaba atacar!

Igual que en Occidente, en las culturas orientales también se le daba trascendencia a la manifestación de fenómenos de la naturaleza como augurio de situaciones especiales. Les daré un ejemplo entre los tantos que se pueden encontrar. Relata Sogyal Rimpoché que diez días antes de la muerte de un gran maestro en 1959, Jamyang Khyentse, un sismo había hecho temblar la tierra, y que, según los milenarios Sutras budistas, esa era una señal que anunciaba el fallecimiento inminente de un ser iluminado.

De todo lo expuesto se puede apreciar que tanto en Occidente como en Oriente, en la antigüedad, y a pesar de sus diferencias, las coincidencias con significado tenían real valor como señales en las vidas de los seres. De una forma o de otra, provenían de algún tipo de orden superior. No sólo participaban en ellas los seres humanos, sino que eran un todo con los fenómenos de la naturaleza. Dentro de ese contexto, la naturaleza entera era considerada un único y gigante organismo en el que cada persona tenía un lugar bien definido. Oriente ha mantenido en gran medida esa visión. Hoy en Occidente, con el paradigma reinante, impuesto a partir de la ciencia, hemos perdido esa posición, habiendo pasado a considerarnos meros espectadores de a naturaleza y su evolución, dentro del contexto numérico de la población en general.

El Paradigma Reinante

Con el nacimiento de la ciencia en Occidente, se produjo el choque de los descubrimientos objetivos con muchas visiones absolutamente contrarias. Estas últimas habían sido sostenidas, exclusivamente, por el dogma religioso. Para contrarrestar muchos conceptos casi irracionales sostenidos por el dogma (como por ej. que la tierra no podía ser redonda), la ciencia tuvo que imponerse, tal vez con excesiva rigidez, para lograr «separar las aguas» en lo referente al conocimiento de la naturaleza. Por ello, lo único que se aceptaba como absolutamente real era lo que había podido ser demostrado a través del método científico.

Desde Newton, el paradigma de su mecánica se convirtió en el modelo para todas las otras ciencias. Fue utilizado incluso para la interpretación de las propias vidas y para sentir que se podía atrapar al tiempo dentro de los relojes (¡lograron creer que lo habían encerrado en pequeñas cajitas!). Esa visión transformó la manera de cómo se veía al universo, pasando de un organismo viviente a algo muy parecido a una gran máquina.

Este sigue siendo hoy el paradigma reinante: seres que nacen con conciencia dentro de un «universo máquina”. Y lo que es peor, al no encontrar una clara ubicación de «encaje» dentro de la naturaleza, los seres han pasado a ser un simple número dentro de una población. Se ha ido creando un sistema de vida, a todo nivel, que no es coherente con el encaje y la confianza de ser parte de la naturaleza. Se ha perdido el significado y la búsqueda de propósito. Los resultados están a la vista: hambre, falta de agua potable, contaminación, destrucción de la capa de ozono, recursos económicos masivos destinados para las armas, delincuencia, guerras, terrorismo, destrucción, desprecio por la vida humana, etc., etc., etc.

Parece ser que es absolutamente necesario un cambio radical de paradigma. El cambio del color de las gafas con el que decodificamos nuestras vidas y la realidad. Ya no alcanza con pequeños cambios paulatinos.

Creo que un buen ejemplo, para darnos cuenta de cómo nuestras creencias pueden “crear» la realidad, lo podemos encontrar en lo que han llamado «El paradigma del espía». Durante «La Guerra Fría» enviaban, de ambos bandos, espías del otro lado de la «Cortina de hierro». Para que tuvieran éxito, y que no fuesen descubiertos, era fundamental entrenarlos, minuciosamente, en el idioma, en los vocablos y modismos, en la cultura, en los pensamientos y creencias, en la ideología, etc.. En otras palabras, debían «hacer carne» al otro paradigma, y lograr pensar igual que el rival. El problema surgía una vez que lo lograban. Veían que al tiempo, los espías estaban tan consustanciados con el paradigma rival que terminaban creyéndolo como su verdad. Esa fue la causa por la cual tantos espías cambiaron de bando y se convirtieron en «dobles espías».

De este ejemplo surge claramente que podemos cambiar el paradigma para tratar de construir un mundo mejor. Pero ello depende de lo que se enseñe y de las creencias que logren imperar. Es por esto que tantos seres mencionan que comprender el funcionamiento profundo de la sincronicidad, donde todo está interconectado en una danza originada en un orden superior con propósito, es un paso importante para cambiar el contenido de las creencias de nuestro paradigma. Tendremos una conciencia más clara sobre nuestra responsabilidad por el sólo hecho de participar de la vida, como «cocreadores» de la realidad dentro de un universo participativo. Podremos sentir que hemos recobrado nuestro «encaje» y confianza dentro de la naturaleza.

Cambios a principios del siglo XX

A principios del siglo XX, los científicos comenzaron a elaborar ingeniosas teorías que derrumbaron las murallas del conocimiento previo, ese que se basaba en la causalidad (determinismo). A partir de 1900, con el quantum de Planck, nació la física cuántica. Poco tiempo después, en 1905 y 1916, Einstein desarrolló la teoría de la relatividad. Para 1927 el paradigma del universo como maquina ya había sido derribado. El mundo, de donde todo se formaba, ya era probabilístico, tanto partícula como onda, la energía y la materia ya eran intercambiables, y la incertidumbre se mostraba con todo su esplendor en el funcionamiento de la naturaleza.

Y aquí la gran paradoja. El resto de las ciencias, tal vez debido a que la física no pudo contar en palabras sencillas sus descubrimientos, o por falta de una filosofía que acompañase a los nuevos fenómenos, no incorporaron estos conceptos. Mucho menos nosotros, el resto de los mortales comunes. Esos conocimientos quedaron como patrimonio casi exclusivo de algunos pocos científicos, pero la mayoría de ellos entendían el «para qué», pero no el «cómo» ni el «por qué». Hasta nuestros días, dichos conocimientos aún no han pasado a los programas de enseñazas básicas y universitarias (incluso en carreras como medicina y filosofía).

Los hallazgos de la física cuántica, dando origen a principios como el de complementan edad y el de incertidumbre, no fueron decodificados para que, enseñándolos, perteneciesen a nuestro armamentario para decodificar la realidad que nos toca vivir. Se sumaron a esos nuevos conceptos teorías en otros campos de la ciencia, como por ejemplo los campos y la resonancia mórfica de la biología. Ellos tampoco nos son enseñados en la actualidad.

Lo comentado es otra de las grandes razones por la que se cree que es trascendente comprender el funcionamiento de la sincronicidad. Al analizarla se le ha encontrado gran similitud con el funcionamiento del mundo cuántico. Tal vez, «El Propósito» nos quiere demostrar que la sincronicidad pertenece al dominio del alma, siendo esta última un estado cuántico y funcionando bajo las leyes de ese reino. A lo mejor también nos quiere hacer comprender que la conciencia no es un mero epifenómeno del cerebro y sus moléculas.

LA SINCRONICIDAD

En 1952, el psicólogo Carl Gustav Jung describió a la sincronicidad como coincidencias con significado para la persona que la vive. La mayoría de los autores que posteriormente han analizado el tema de la sincronicidad, creen que las sincronicidades son mensajes provenientes desde un plano inmanifiesto, de un plano de inteligencia infinita que conoce a la vida como un todo. Lo hacen irrumpiendo súbitamente en vida superficial viniendo de un plano más profundo. Deepak Chopra lo lleva al punto de decir que «se trata del Todo hablándole a sus partes».

Todos expresan que en los momentos de sincronicidad, podemos percibir cuan interconectada está la vida en algo como si fuera una enorme red o tapiz de la vida toda.

Algunos descartan dichos eventos por parecerles meras coincidencias, pero la mayoría de los que tuvieron ese tipo de vivencia perciben intuitivamente que tiene que haber algo más allá de su comprensión. Las sincronicidades se manifiestan en nuestras vidas irrumpiendo como los «comodines» del mazo de cartas y, como ellos, rehusándose a jugar por las reglas por nosotros conocidas. Su particular funcionamiento, asociado al significado que habitualmente nos proporciona alguna respuesta importante, nos deja la sensación de que tal vez estemos ignorando alguna clave vital de las «verdaderas reglas de juego».

Uno de los aspectos más importantes, cuando una sincronicidad está operando, es que se detecta un fluir diferente al habitual, más armónico y sin resistencia, como si unas manos ocultas nos estuviesen ayudando. Algunos lo describen como una gravedad especial, como si nosotros fuésemos los atractores de ese campo tan especial. Como si hubiésemos activado la gravedad personal. Tiempo más tarde nos damos cuenta que ese alineamiento responde a un nivel de causalidad mucho más sutil del que conocemos. Vemos que se trataba, ni más ni menos, lo que precisamente necesitábamos aprender en ese momento. Como si estuviese en funcionamiento «La Causalidad de la Casualidad».

A medida que creamos las condiciones que favorecen la aparición de sincronicidades observamos que cada vez atraemos más y más eventos de ese tipo. Peter Senge lo compara a lo que sucede‑ con algo muy natural: «el agua fluye ladera abajo atraída por la ley de la gravedad». Y al igual que la ley de la gravedad, que nadie sabe bien cómo funciona, las sincronicidades comienzan a ocurrir fluida y frecuentemente, sin más, pero también desconociendo su operatoria.

El último de los puntos, en el que casi todos los autores coinciden, es que las sincronicidades son favorecidas por una actitud de atención intuitiva e intención. Esta es la que permite que la naturaleza lleve su curso. Habitualmente se detecta una sincronicidad al romperse el programa que nos hemos trazado racionalmente (fuera de la programación y de la rutina). Por eso pienso que es importante dejar parte de nuestro tiempo sin programación conciente.

El mundo es un lugar de significado, un lugar donde somos buscadores del «verdadero propósito», y la sincronicidad, según la describe Kammerer: «Es el cordón umbilical que conecta pensamiento, sentimiento, ciencia y arte, con el útero del universo que les dio a luz».

LAS 7 LEYES DE LA SINCRONICIDAD

Como lo relato en El Misterio de las Coincidencias, volviendo en tren de Machu Picchu, en 1998, súbitamente, y en el medio de una conversación sobre otro tema, se presentó en el plano de mi conciencia lo que a continuación transcribiré.

Introducción

La sincronicidad aparenta ser la fuerza de la naturaleza que responde a la atracción del alma para ayudamos a conectar “los dos mundos»: el mundo de la materia y el mundo del espíritu, como también ayudarnos en nuestro camino evolutivo.

Dentro de esta fuerza de atracción podríamos describir “7 Leyes de la Sincronicidad” * para hablar de su aparente funcionamiento.

*Se utiliza el término Ley, en el sentido científico, como: descripción de las «reglas de funcionamiento dentro del comportamiento general».

Las 7 Leyes de la Sincronicidad:

Primera «Ley»: La Causa

La sincronicidad es causada por la activación de la «gravedad individual del alma», consciente o inconscientemente.

Esta gravedad se activa cuando existe un dilema trascendente para la evolución del individuo que no puede ser contestado, con los conocimientos disponibles, por su lógica racional.

¿Cómo podría activarse? Se han descrito distintas partículas subatómicas para referirse a diferentes fuerzas y funciones. El «gravitón» es descrito como el que actúa para producir los efectos de la Ley de Gravedad.

Analógicamente, si tuviésemos que describir una partícula que nace de la fuerza generada por la activación del alma, la podríamos denominar “Almatrón».

Esta activación del alma genera una enorme cantidad de energía que dará lugar a la formación de una sincronicidad (tal vez a través de la emisión de estos «almatrones mensajeros» que desencadenan la posterior respuesta).

Segunda «Ley»: La Condición

La manifestación de una «coincidencia con significado», como respuesta a un dilema profundo del alma, no tendría sentido si no estuviéramos suficientemente «despiertos» para damos cuenta de su existencia.

El estado más adecuado para poder identificarla es el de un «alerta ‑intuitivo».

Encontramos en ese estado facilita la percepción de las señales que se presentarán para mostramos un nuevo camino.

Es importante dejarse llevar por esas pistas y no ponerles trabas. Debemos dejarnos llevar por el «flujo» y estar abiertos a lo desconocido (incertidumbre).

Los obstáculos habituales son a través de la mente lógico‑racional; a nuestra interpretación de los hechos a partir del tiempo Iineal, ese que creemos tener atrapados en nuestros relojes; y al temor de vivir algo que luego tendremos temor de contar a los demás por «el qué dirán», como habitualmente nos sucede a todos con alguna experiencia mística.

Debemos, además, encontramos (o colocamos) en una posición de desapego del resultado.

Tercera «Ley»: La «Agencia» Organizadora de las Sincronicidades

Habiendo activado la energía del alma y colocados en un estado de alerta‑intuitivo sin estar esperando un resultado, desde un plano superior a nuestra comprensión (y tal vez activado por nuestra emisión de almatrones), «algo» parece comenzar a organizar el evento que se materializará, casi mágicamente, dentro del «mundo real de los sentidos y la materia».

Parecería que la sincronicidad ha sido producida por una “agencia organizadora de eventos», tal como lo haría una agencia de turismo al programar un viaje a la medida de nuestros requerimientos.

Para dar otra imagen de la «agencia», podríamos compararla a un director de cine, o a un novelista, organizando las escenas que vendrán a continuación y en las cuales se desenvolverá la trama general.

Lo que parecería estar ocurriendo es que se activa un campo específico en el cual participan otros seres como también elementos de la naturaleza, todos dentro de un campo único por el tiempo que dure la sincronicidad.

Cuarta «Ley»: La Manifestación

Activada la energía del alma y aumentada la gravedad personal, con una actitud de alerta‑intuitiva, y organizado ya el evento por la «agencia», llega entonces el momento de la manifestación de una «coincidencia con significado».

Durante su manifestación se puede percibir un armónico fluir de la naturaleza, algo sin resistencia y absolutamente inusual para el tipo de percepciones habituales de nuestra vida diaria. Se palpa algo como proveniente de otro plano más elevado.

Ella, produciéndonos una tremenda movilización emocional, nos traerá las pistas que necesitaremos luego decodificar para comprender la respuesta a lo que fue requerido por el alma.

Si bloquearnos el flujo en el medio de una sincronicidad, intentando «medirla» («interpretarla) con nuestra mente lógico‑racional, la misma cesa. Lo mismo sucede en física cuántica con las mediciones de los fotones. Impedimos que termine de desarrollar su patrón. Lo ideal es dejar fluir su corriente disfrutando con sorpresa y asombro. Ya habrá tiempo, cuando finalice su manifestación, para tratar de encontrar su significado.

Quinta «Ley»: El Significado

La sincronicidad contiene la respuesta para un particular dilema del alma. Es la persona que la vivencia, y nadie más que ella misma, quien puede “descifrar su significado».

El significado, contenido en la coincidencia, contesta algo que sería casi imposible de ser respondido de otra manera que fuese hecho de una manera más efectiva y real.

Este tipo de respuesta tiene la ventaja, sobre un conocimiento puramente abstracto e intelectual, que proviene de la vivencia de una experiencia.

El evento y su significado parecen estar «conectados a una especie de red o campo» que lo diseña «a medida», conociendo, sin dudas, el propósito de nuestra alma individual. Si profundizamos, podremos percibir claramente que, detrás de todo, existe un propósito para nuestro camino (el diseño de nuestro guión).

Sexta «Ley»: Los Efectos sobre el Alma y su Destino

Se podría decir que, a través de la sincronicidad, la «agencia» intenta reencauzarnos dentro de nuestro verdadero destino individual. Un destino que la mayoría de las veces desconocemos.

Todo en la naturaleza, incluso nuestras propias vidas, aparenta evolucionar a través de saltos, al igual que los saltos cuánticos de los electrones y las partículas subatómicas (la única manera que tienen para cambiar de órbita).

La respuesta con significado produce un salto cuántico en esa consciencia individual, lo que permite un reencuentro temporario con el sendero individual prefijado.

A partir de este reencuentro el individuo realiza una reorganización, muchas veces reestructurando los valores para su vida.

Permanecerá con mínimos cambios hasta el próximo salto evolutivo, casi en un estado estacionario.

Séptima «Ley»: El Propósito de la Fuerza

Si la evolución tiene propósito, como aparenta y se la describe, debe utilizar también algún medio para lograr su objetivo, para lograr el avance necesario en la evolución de la conciencia humana.

Uno de los medios que utiliza para lograr su cometido con nosotros parece ser la sincronicidad: una forma de comunicación creativa que conecta a los seres, directamente, con el propósito del espíritu de la naturaleza.

El objetivo inmediato de la fuerza de la sincronicidad es manifestarse a muchas personas con el fin de ser comprendida y cambiar rápidamente el paradigma (el «color de los anteojos») con el que decodificarnos la realidad.

Su objetivo es despertamos para que alineemos nuestros destinos en la misma dirección que el de la evolución del universo. Hemos nacido de la naturaleza (no somos otra que sus propios átomos organizados para albergar a la conciencia) y nadar contra su corriente sólo produce sufrimiento y enfermedad.

Hemos llegado a un punto de no‑retomo, y peligroso si no es bien utilizado: aquí en la Tierra somos co‑creadores junto con las fuerzas de la naturaleza, y hoy ya hemos obtenido el conocimiento y el poder para ejercerlo.

Dos mecanismos de activación

Tiempo más tarde comprendí que esta fuerza se manifiesta en la mayoría de los casos «irrumpiendo bruscamente» en la vida de las personas (incluso muchas veces a través de tragedias). ¿Por qué? Parecería que a veces es la única manera de lograr «despertamos». Como aún no reconocemos los mecanismos conscientes para facilitar su aparición, debe hacerlo de esa manera ya que es la única manera para lograr la activación de nuestra alma, el replanteo de los valores que manejamos y, al salir de la rutina que nos tiene adormilados, podemos reconocer esos signos o pistas que la sincronicidad nos muestra para que hagamos un cambio de rumbo. No tengo dudas de que en ella podemos sentir la vívida presencia de Dios, o de quien ustedes consideren como el Creador.

Conclusión

Resumiendo, la sincronicidad parece ser la manera en que el «intento del espíritu» (el de la totalidad) parece manifestarse en forma casi de milagro en el mundo de la materia y los sentidos (ese mundo que los humanos consideramos «el real»).
Se trata de una fuerza que desea con intento ayudamos a unir los «dos mundos» que vemos separados (vistos desde la mente y los sentidos): el mundo del espíritu con el mundo de la materia.

La sincronicidad tiene efecto indiscutible sobre el alma.

¿Pero qué papel juega el alma? Me parece que el alma es aquello que se encuentra en el medio de esos dos mundos aún inconexos. Me parece que el alma es el instrumento que conseguirá el acople, ese que logrará dotar de inteligencia a toda la materia, el que logrará espiritualizar la materia.

¿Quiere esta fuerza demostramos su poder creador, o quiere que nos convenzamos de nuestro propio poder creador?

Aparentemente sí. Y lo hace utilizando otro tiempo, un tiempo distinto del que tenemos atrapado en nuestros relojes: un tiempo (con diferente longitud de onda) en el que se confunden pasado, presente y futuro. Ese parece ser el «tiempo del alma» al que podríamos dar el nombre de «Almacronicidad».

Epílogo

Para finalizar, he seleccionado algo que leí sobre el fenómeno en un libro, que también me llegó a través de una sincronicidad, y cuyo origen está basado en la inspiración de las tradiciones místicas. Les mencionaré un extracto de El Buscador de Mano Corradini:

Durante tu viaje pueden presentarse casualidades,

hechos sin aparente relación entre sí,

que traen mensajes significativos para tu andar.

Estas coincidencias son un reflejo de los procesos de tu alma,

manifestaciones visibles de cambios invisibles,

cuyas raíces están en los movimientos profundos de tu ser.

Las casualidades más importantes ocurren en ti cuando se mueven ciertas fuerzas interiores.

Si observas bien, verás que dan en paralelo con períodos especiales de tu vida de buscador.

Amores, fuertes fracasos, victorias,

cantos y desencantos, y hasta cambios de camino.

Estos sucesos están ligados entre sí con una rítmica perfecta.

Como si bajo la superficie de las circunstancias

existieran melodías ocultas,

marcando los pasos de tu danza cotidiana.

Al principio no los percibes, o los llamas coincidencias.

Lo verás cuando dejes de pensar en los hechos y las cosas,

para comprender lo que relaciona las cosas y une los hechos entre sí.

En la vía nada sucede porque sí,

todo instante tiene un orden y una razón de ser.

Y en tanto descubres el significado profundo de cada cosa,

cambia le lectura del mundo.

De modo que un día se abren las aguas en tu interior.

Entonces verás que serás tú quien se presente a las oportunidades,

y no al revés.

Te llegarán informaciones inesperada e intuiciones.

Si dejas actuar esa fluidez,

ella se adelantará a tu paso abriéndote puertas insólitas.

No caminará por ti, pero liberará tu camino de obstáculos inútiles.

Entonces no habrá más coincidencias sino sincronicidades.

Entonces comprenderás que nada es casual,

que cada parte del mundo es parte de un sistema mayor.

Los viajeros que aprenden a leer esta armonía

tienen la clave para dirigir sus pasos en la dirección correcta.

http://www.fundacionpea.org/zancolli1a.html

«Los Guardianes del Tiempo»


Los Queros dicen que las puertas entre los mundos se están abriendo otra vez, se forman agujeros en el tiempo que podemos atravesar para explorar nuestras capacidades y recobrar nuestra naturaleza luminosa.
Nicolás Pauccar Calcina, nace el 6 de diciembre de 1981 en la Comunidad Campesina de Marcachea de la Nación Q’eros considerada como la última Ayllu Inka.
Nicolás viene de una larga tradición de sacerdotes andinos llamados Paqos y recibe la enseñanza del linaje de sus ancestros. Se desempeña como Hampeq y Pampamisayuc permitiéndole ser Guía Espiritual y Sanador Físico y Emocional. Igualmente desarrolla actividades como Guía Oficial de Turismo y como Conferencista Internacional en temas de cultura Ancestral.
Nicolás es Director de AYNIGLOBAL, una organización sin fines de lucro, que tiene por objetivo crear proyectos que busquen un equilibrio entre el hombre y la naturaleza, la toma de conciencia global y la preservación de la cultura y sabiduría ancestral.

pacalnick@hotmail.com
www.tupropiocamino.wordpress.com

David Topí: «La Creación de las Especies».

Un cuento para entender el nacimiento de una raza – inspirada en los escritos de Robert Morningsky y de otras cosas que me han contado por ahí arriba.

primera parte
images

En aquel remoto y lejano monasterio, donde una vez el anciano monje le explicó al joven discípulo la historia sobre los Jardineros de la Tierra, los estudios seguían su curso y la vía de comprensión de los misterios de la Creación constituían la motivación para avanzar por el camino de crecimiento personal que todos los neófitos se habían marcado con su ingreso en el lugar. Hoy iban a escuchar una historia largamente esperada, que les iba a llevar en volandas por los orígenes del nacimiento de las especies que habitaban ésta y otras galaxias.

“Ha sucedido en tantos mundos- dijo el anciano monje – en tantas y tantas formas a lo largo de nuestro universo, que nadie podrá decirte nunca cuántas especies diferentes existen ahí arriba, en el firmamento. Los elementos que proporcionan la vida, la crean y la dotan de conciencia, se mueven de un sitio a otro, sembrándola de mil formas distintas… ésa es la maravilla de la creación, en la que existen muchas, pero muchas formas de vida diferentes, cada una con sus propias características y peculiaridades. Cuando miréis hacia el cielo, no penséis que toda la vida es como la conocemos nosotros, pues cada célula, cada núcleo, que apareció en cada uno de esos mundos, dio lugar a diferentes razas y especies, y cada raza ha evolucionado por un camino diferente…

Recordad esto, jóvenes estudiantes, la hormiga que sube por el tronco de ese árbol donde os apoyáis no puede reconoceros como el ser humano que está a su lado mirándola. El ser humano se encuentra fuera de la realidad de la hormiga, y representa una forma de vida inconcebible para ella. Sus sentidos no son capaces de registrar la forma completa de lo que significa un ser humano. De la misma forma, los sentidos de la humanidad no son capaces de registrar y percibir la mayoría de formas de vida que existen más allá de nuestra comprensión, pues incluso los mejores instrumentos de nuestra ciencia no son más que extensiones de nuestros sentidos físicos. Para la hormiga, somos tan grandes, tan incomprensibles, que no puede imaginar que somos también una forma de vida como ella, así como para el ser humano existen formas de vida que cumplen la misma regla que nosotros respecto a la hormiga.

En nuestra galaxia, existen prácticamente tantas formas de vida como estrellas en ella, y la cosa más curiosa, quizás, es que la forma humanoide tal y como la conocemos es bastante común, quizás no para todas las especies que la habitan, pero desde luego no es la excepción. Sin embargo, la forma humanoide representa sólo una configuración, pues os hablo de tener unas extremidades que nos permitan andar, unas que nos permitan asir cosas, un tronco y una cabeza, y esta forma ha evolucionado así desde muchos caminos diferentes, pues hay especies así que nacieron del desarrollo de lo que llamamos insectos, otros nacieron de aquello que relacionaríamos con peces, otros de especies homínidas y otros que evolucionaron desde una base reptoide o sauria.

– Maestro, por favor, explícanos el desarrollo de esas especies…¿cómo llegaron a ser seres conscientes?…

– Eso haremos, pues precisamente varias de estas razas son la causa de que estemos nosotros aquí, y son la razón de la forma de vida que tenemos en este planeta. Quizás esto os haga sentir incómodos, pero recordad lo siguiente: lo importante cuando uno busca comprender las cosas es que no puede esconderse de los hechos, la verdad no se camufla en como nos gustaría que fueran o hubiesen sido los eventos, sino en aceptar lo que fue como fue. Sigamos ahora…

Hace mucho mucho tiempo, en un nuevo mundo, todavía en formación y cubierto con una niebla verde, en algún sitio cerca de la superficie de los recién creados océanos, pequeñas y diminutas criaturas nacían a la vida, y se convertían en las primeras formas de vida de ese planeta verde. Estas pequeñas criaturas vivían justo entre las aguas profundas y frías, y el mundo demasiado soleado y brillante de las aguas de la superficie. Con cada generación, las larvas se acercaban un poco más a ésta, y poco a poco fueron también acercándose a tierra firme. Muchas de estas formas primitivas nunca sobrevivieron a los cambios que el planeta sufría, pero otras muchas fueron adaptándose y enfrentándose a las condiciones de la vida en la tierra, fuera del agua. Aprendieron a nutrirse de las plantas y la vegetación, y se fueron haciendo más fuertes y grandes, se multiplicaron y se hicieron enormes en número, tanto que muchas empezaron a combatir por los pocos recursos que había en las cercanías y también empezaron a nutrirse unas de otras. El instinto de supervivencia hizo que sólo las más fuertes sobrevivieran en cada generación. A medida que los milenios pasaban, algunas desarrollaron pequeñas patas y extremidades, sus pieles se hicieron más duras, y los músculos que les permitían desplazarse crecieron y evolucionaron, aún no siendo nada más que pequeños insectos. Desarrollaron órganos pulmonares para dotarse de mayor capacidad respiratoria, y así la primera camada de especies reptantes nació en el nubloso planeta verde.

La vida en este lugar no era demasiado placida para estas pequeñas criaturas, era una lucha constante por sobrevivir y que durante millones de años las pequeñas especies luchaban entre ellas por los recursos, para obtenerlos o para no ser el recurso de otros. Algunas desarrollaron pequeñas alas, para poder defenderse de otras especies o alcanzar comida situada en lugares más altos, y de nuevo, milenio tras milenio las pequeñas criaturas reptantes fueron cada vez más fuertes, agiles y mortales. Poco a poco, fue lo que conocemos como libélulas, aunque quizás en otro orden de magnitud y tamaño, la especie que en ese mundo empezó a dominar a las demás en el planeta verde, aunque podríamos decir que tenía una apariencia semejante a un cruce entre abeja y libélula, y se le llamaba “kheb”.

El kheb, fue evolucionando, creciendo en su instinto predador, conformando una forma de vida basada sólo en la supervivencia, el ataque y la defensa de las otras especies de insectos y animales que habían florecido en el mismo planeta, y cuyos mecanismos de defensa también habían evolucionado, lo cual llevó a los khebs, por sus orígenes acuáticos, a mantener su mecanismo de reproducción mediante huevos ocultos en aguas poco profundas y tranquilas. Cuando un kheb nacía, su esqueleto parecía como un pequeño escorpión, con una especie de cola que los hacia aptos para poder defenderse de presuntos depredadores aún en su más tierna infancia. Sin embargo, debido al instinto predador de la raza, los khebs luchaban entre ellos mismos nada más nacer por los recursos y el territorio, y la especie crecía cada vez siendo más violenta en comportamiento respecto a las otras formas de vida animal del entorno.

La adaptación al medio era el único modo de salir adelante, y el kheb aprendió a hacer algo que ninguna otra especie del planeta verde sabía hacer hasta entonces. Aprendió a mutar dos veces en su vida para convertirse en un espécimen adulto, dos cambios completos de cuerpo, dos mutaciones. La primera ocurría nada más los pequeños kheb-escorpiones alcanzaban la edad madura, en la que entonces, se anclaban a un árbol o a una roca y dejaban que su piel exterior se endureciera y se convirtiera en una potente y robusta coraza, protegiendo sus órganos interiores, que también empezaron a cambiar poco a poco. El kheb, tras esta mutación, ya no tenía pinta de escorpión, sino más bien se parecía a una mantis. Empezando a parecerse poco a poco cada vez más al saurio en el que un día se convertiría, el kheb fue desarrollando sus habilidades predatorias con mayor eficacia…

Un escalofrió recorrió la espalda de los alumnos…pues acababan de darse cuenta que este kheb era el ancestro de algunas de las razas de la que ellos tanto habían oído hablar…

segunda parte

Reptil

El anciano monje siguió con su explicación:

“… ésta era sólo la primera transformación del kheb. En la segunda mutación, una vez expulsada su caparazón exterior, este híbrido libélula-abeja emergía con largas piernas, garras y una cola que estaba mucho más desarrollada. Salía también con un conjunto doble de alas y un hocico que le servía para múltiples propósitos. En esta nueva forma, el kheb era mucho más efectivo volando y acosando a sus presas, y, en su forma final, el kheb era un temible reptoide-insecto con una gran fuerza y un terrible instinto predador. Así fue, gracias a esto, que conseguiría eventualmente dominar todo el planeta verde y conquistarlo plenamente por encima de todas las otras especies animales desarrolladas en paralelo hasta ese momento.

Cuando otro animal veía aproximarse al kheb volando, la imagen le recordaba a la de un mosquito con armadura. Tenían esqueletos externos hecho de duro hueso que protegían todos sus órganos internos, las cuatro alas les permitían maniobrar de forma fácil y rápida, y las garras y el hocico eran usados como armas letales. Al llegar a la edad adulta, las hembras estaban lo suficientemente desarrolladas para concebir y proporcionar descendencia a la raza. Para que esto pudiera ser posible, sus órganos internos habían cambiado mucho más que el sistema de los machos adultos, y cuando, tiempo atrás, las hembras podían nutrirse sólo con el néctar de las plantas, ahora necesitaban nutrirse de los componentes esenciales provenientes de los fluidos corporales de sus víctimas, las otras especies animales del planeta. Para escoger pareja, una vez las hembras estaban listas para procrear, emprendían el vuelo hacia el cielo, lo más alto posible, de forma que sólo aquellos machos con la suficiente fuerza y potencia para volar igual de alto que ellas podrían fecundarlas, asegurando así que la camada que nacería tendría la vitalidad y la fuerza de los miembros más fuertes de la especie. Además, capaces de ser impregnadas por varios machos, las hembras permanecían volando hasta que contenían semilla suficiente para luego descender y poner sus huevos en lugares estratégicos y protegidos, donde los cuidaban…. Y el ciclo empezaba otra vez de nuevo. Así era el modo de vida de los ancestros de las actuales razas reptoides de gran parte de la galaxia.

Durante otros billones de años de desarrollo, el kheb creció en tamaño y las primeras señales de configuración antropomórfica humanoide empezaron a aparecer en él. Las extremidades empezaron a parecerse a algo así como brazos y piernas, el tórax empezó a tomar forma de pecho y torso plano, y la cabeza insectoide empezó a redondearse y aparecer ligeramente más como humanoide, una pinta algo así como una gárgola de nuestros días, si pudiéramos verlas…

Puesto que el alimento necesario no sólo existía en el aire, sino que muchas de sus presas ya eran especies animales que sólo vivían en la superficie terrestre, el kheb tuvo que adaptarse y aprender a cazar en tierra, un problema para sus largas alas, que no eran compatibles con la espesura de los bosques. Así que aprendieron a recoger las alas en la espalda, y a hacer más flexibles sus garras, patas y colmillos, además de desarrollar la cola para poder adaptar el equilibrio del cuerpo masivo que ahora el kheb tenía, y lo había convertido en un depredador mucho más potente y temible por el resto de especies del planeta verde.

Su sangre, debido a la línea reptoide que había seguido su evolución, era fría, y su configuración humanoide se iba desarrollando poco a poco, tomando la forma erguida y el desarrollo de todas las extremidades, sin perder las alas ni la cola con ello. Pero como las escamas no mantenían el calor por mucho tiempo, igual que nuestros conocidos reptiles terrestres, tenían que tomar el sol regularmente para mantenerse calientes, haciendo de su hogar las zonas más cálidas del planeta para su mejor supervivencia.

Y a pesar de que los khebs machos eran terribles, no eran nada comparado con las hembras, que se mantuvieron con un tamaño algo menor y, aunque tenían una protección más reducida en cuanto a escamas y cortezas exteriores cubriendo sus órganos, no eran ni un ápice menos peligroso. Además, a lo largo de otros billones de años, algo le pasó a las hembras que no le pasó a los machos, y es que sus cuerpos empezaron a segregar ciertas hormonas, necesarias para la cría de sus criaturas, pero que producían un líquido que era tremendamente venenoso y acídico para otras criaturas. Las hembras kheb podían proteger sus nidos de forma natural a través del veneno que escupían y que nacía naturalmente de sus glándulas internas.

Y es que como veis, queridos alumnos, en esta especie, y en muchas otras, son las hembras las que poseen las armas más terribles y devastadoras, nacidas del instinto y necesidad de mantener a la especie viva y a la descendencia protegida.

Ahora bien, y para ahorraros otros cuantos millones de millones de años de evolución más, os diré que el tiempo convirtió a los khebs más y más en formas humanoides con facciones reptoide, con las alas y la cola como elementos distintivos, pero con las extremidades, torso y cabeza con forma reconocible para todos nosotros. Así, podríamos decir que nacieron los “khebs de las cavernas”, si me permitís un paralelismo con la historia del ser humano y a partir de aquí empieza otra historia bien distinta…”

tercera parte

rep
La historia del origen de una de las especies conocidas de la galaxia más temidas estaba siendo apasionante para los jóvenes discípulos del anciano monje, al que esperaban expectantes para poder seguir escuchando la narración…
“…a medida que los khebs prehistóricos evolucionaban, tal y como pasa en múltiples mundos, empezaron a formar sociedades primitivas que, con el tiempo terminaron formando civilizaciones. Evolucionaron desde un hábitat de nidos, cuevas y agujeros, hasta grandes y sofisticadas ciudades. Desde la vida como especie animal hasta la vida con conciencia como raza inteligente, con sus propias formas organizativas, artísticas, sociales, económicas, culturales, etc. El primigenio kheb híbrido reptoide-libélula-abeja se había convertido en una especie reptoide-humanoide, y se había vuelto “civilizado”… siempre usando un punto de comparación y términos humanos, que podáis entender… algunas sub-especies perdieron parte de las escamas, todo el poco pelo que la especie había desarrollado, y reforzaron otras características que los hacían más imponentes a la vista de sus adversarios. Al igual que ocurre en la mayoría de planetas de nuestra galaxia, las diferentes sub-razas de una misma especie entran siempre en conflicto, por territorio, recursos y materiales, y así sucedió también con los khebs. Entre ellos, las batallas siempre se dirimían entre ejércitos de reptoides cuyo éxito o fracaso dependía de su habilidad para maniobrar en vuelo y escapar o atacar a sus adversarios.
Las guerras entre clanes y sub-especies fueron miles y devastadoras. Imperios y reinos nacían y caían y, poco a poco, una de las sub-razas fue ganando la batalla al resto. Eran conocidos como los “Nekh”, los “guerreros negros”, por el color oscuro de su piel. Al igual que en muchos otros sitios, finalmente los Nekh se impusieron y dominaron al resto de sus congéneres bajo un mismo rey y un mismo reino.
… el anciano monje hizo una pausa a ver si todos los alumnos seguían atentos…
Es importante saber que, cuando estamos aprendiendo algo sobre la historia de las razas reptoides, en el nido de un insecto-reptoide, son las hembras las que hacen todo el trabajo y, por ello, como en el mundo de las abejas del cual también tienen algo, es la Reina alrededor de la cual se rige la vida del grupo. Evidentemente, la función de la hembra es proteger el nido de invasores y enemigos, así que a medida que la especie evolucionaba desde un primitivo insecto, a un animal, a un ser reptoide consciente, los mismos roles y funciones se mantuvieron siempre y fueron traspasados hacia sus etapas como raza desarrollada y civilizada. En las batallas y conquistas fuera del “hogar”, los machos reptoide luchaban y controlaban las cosas, pero, en “casa”, en el día a día de la gestión de la especie, eran las hembras las que tenían todo el poder.
Por instinto de expansión, eventualmente los Nekhs empezaron a extenderse por otros territorios del mismo planeta verde, conquistando nuevos lugares e instalando reyes y gobernadores, que bien podían ser machos reptoides, mientras que en la colonia-ciudad-imperio central siempre hubiera una reina en el poder. Con el tiempo, todos los lugares conquistados estuvieron bajo dominio reptoide pero jamás se alteró la regla. El campo base, el centro de poder de la raza caía siempre sobre una hembra, y todos los lugares conquistados fuera del mismo caían siempre bajo el control de un macho.
La vida avanzaba rápidamente bajo el manto de los reyes Nekh. La ciencia y la tecnología avanzó eones y grados de forma vertiginosa. El desarrollo de una ciencia de conquista y guerra dio paso a una capacidad inigualable para la conquista de más territorios y lugares, y, de forma parecida a como ha ido sucediendo aquí en nuestro propio planeta, la Tierra, cuando las tecnologías de guerra ya quedaban obsoletas, se transformaban en herramientas y conocimientos para el uso civil de la población. La población reptoide del planeta verde conseguía así avanzar en todos los ámbitos de la sociedad a ritmos agigantados.
Con esto en marcha, no es mucho suponer que llegó el momento en el que tuvieron la capacidad de salir de su propio planeta para explorar satélites y planetas cercanos, establecer pequeñas bases, minar sus recursos. Generaciones después, todos los satélites estaban colonizados, algunos militarizados, y servían como puente de salto para exploración de planetas algo más lejanos. Nuevas colonias se fueron estableciendo y, poco a poco, más y más mundos empezaron a ser ocupados por razas reptoides, creciendo en número, poder y recursos.
Cuando las primeras expediciones de los Nekh empezaron a salir de su propio sistema solar y encontrar otras razas que habían evolucionado de forma parecida, pero desde diferentes orígenes, vieron asombrados que pocas de esas razas tenían la tecnología, ciencia, y decisión firme que ellos poseían, por lo que la conquista de esos planetas era cosa sencilla. A medida que más y más mundos iban cayendo bajo el mando de los reyes Nekh, estos iban estableciendo gobiernos títeres como administradores, bajo el mando de uno o varios de los propios delegados Nekh para ese planeta. Cuando la conquista era abierta y clara, las razas nativas eran sometidas al pago de tributos, de recursos, y a la puesta en marcha de estructuras de control y dominación.
Por otro lado, cuando las razas con las que entraban en contacto se defendían, e incluso les vencían, los Nekh se veían obligados a retirarse, viendo que no sólo ellos habían desarrollado la fuerza o la tecnología necesarias para la guerra, sino que en otros mundos, otras especies, habían hecho lo mismo a un nivel igual o superior. En algunos casos, incluso las hembras reptoides se involucraban en estas batallas cuando los mundos a conquistar no eran lo suficientemente fáciles para que sólo los reptoides macho pudieran hacerlo. El poderoso veneno que escupían, y que se había vuelto más y más potente, era el arma más temida por todos aquellos que tenían que enfrentarse cuerpo a cuerpo con los ejércitos Nekh. Así y todo, no siempre ganaban.
Y como en toda historia que se precie, siempre hay intrigas en palacio, que con el tiempo, las luchas internas y las peleas por la sucesión en el poder de tan vasto imperio, llevaron a la rebelión de todas las hembras en posiciones de poder para dominar todos los mundos conquistados, y para destronar del mismo a todos los reyes y gobernadores macho de sus propias especies, creando un enorme imperio reptoide, dominado por una única reina, y el reino de los Nekhs pasó a llamarse la dinastía de los Nekh-t, invencible y poderosa…”

cuarta parte

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Muchos días habían pasado desde que el anciano monje empezara a recontar la historia de los khebs convertidos en Nekh y luego en Nekh-T. Los nombres sólo eran eso, nombres, tal y como la tradición de los mismos Nekh la recogía, y como había llegado de mundo en mundo a través de las historias oídas por los conquistados, a veces de los mismos conquistadores. En este aspecto, el idioma y la comunicación jugaban un papel muy importante, pues no pocas características del idioma reptoide habían terminado en el vocabulario de una o más de las razas y mundos sometidos, abierta o subversivamente.

…”a medida que la raza reptoide evolucionaba- continúo el maestro – y debido a una construcción peculiar en sus bocas, existía siempre un prolongado siseo cada vez que hablaban. Si pronunciaban, por ejemplo, la palabra “semilla”, el sonido que salía era ssssss-emilla… si el siseo se encontraba al final de la palabra, esta se hacía mucho más larga, por ejemplo, si hablaban de sus alas… sonaba como “ala-ssssssss”. Con el paso de decenas de generaciones, el siseo fue el rasgo más distintivo de sus lenguajes, y en consecuencia, en otros mundos, los Nekh empezaron a ser conocidos como los SSS o los SSS-A. Así, aunque en sus propios planetas ellos a sí mismos seguían siendo descendientes de los Nekh, a lo largo y ancho de la galaxia, todos los descendientes de las razas reptoides originales fueron ya conocidos como los “SSS”.

La reina, ya no era la reina Nekh sino la reina SSS, y para poder ser reconocida cuando en conversaciones se referían a ella, empezaron a doblar el nombre de la especie y a crear varias combinaciones que se expandieron por los diferentes mundos conquistados. La reina “madre”, era pues la reina SSS-SSS, la reina SSS-A-SSS, SS-A-SS o incluso la reina SSA-SSA.

Otras particularidades de su lenguaje era el uso de sufijos. El término “UR” significaba el “primero y original”, que usado en una frase implicaba una referencia al mayor, primero o más noble de un grupo. El sufijo “I”, cuando lo usaban con uno de su especie, se refería al “compañero que estaba al lado”, y en plural se decía “IM”, y significaba los que están a su lado, los que lo apoyan. Por otro lado, el sufijo “US” significaba “aquel que es seguidor de…”

Todo esto empezó a dar un tipo de lenguaje creado por aquellos que habían sido conquistados, y por los propios descendientes de los Nekh primigenios que habían ya nacido, crecido y vivido siempre fuera del planeta verde, el hogar base.

Así, la reina empezó a ser llamada SSS-UR, SSA-UR o simplemente SSA-R, el “zar” del imperio reptoide. Pero como para mostrar su poder siempre doblaban el título, la reina se hacía llamar la SSA-SSA-R… que os sonará algo así como “la Cesar”… Los asistentes reales de la corte se hacían llamar los SS-SS-IM, ya que eran los encargados de proteger a su alteza, sonando algo así como “Assass-im”, guerreros fieros que se mantenían al lado constante de la reina y ejecutaban cada orden dada por ella sin vacilar. Y así con muchos otros términos que terminaron colándose en la raíz etimológica de miles de vocablos en centenares de mundos y colonias reptoides.

El tema del lenguaje no era cosa de poca importancia, pues también las hembras tenían una característica especial al respecto, y era que, cuando escupían, emitían un sonido final que sonaba como una doble “T”. Para distinguir cuando alguien se refería a un reptoide hembra de uno macho, empezaron a hablar de SSS-TT para las primeras, y SSS simplemente los segundos. A lo largo de generaciones, las hembras prácticamente fueron designadas sólo por el sonido “TT” y se olvidó la raíz original del siseo para ellas, pero se siguió con la costumbre de doblar el nombre para aquellas posiciones reales, así que la reina hembra reptoide, una vez más, fue conocida esta vez como TT-TT, y en varios mundos la llamaban TT-I-TT, TTA-TT, o TTA-TTA. Cuando querían hablar del poder supremo de la especie, el titulo no era otro que TT-TT-UR. Cuando además añadían otro sufijo como “-AN” que significaba “el más alto entre…”, y para echar más confusión al lenguaje, empezó a aparecer el título de TT-AN (titán), como aquel que designaba al cargo más alto entre la realeza de la corte suprema reptoide entre las hembras.

La cosa se ponía complicada, pensaban los pequeños novicios mientras trataban de retener el significado de todo este léxico… algo que el anciano monje pareció adivinar, pues les dijo:

…no es necesario que os preocupéis por todo esto, simplemente quería introduciros en algunas de las idiosincrasias del lenguaje Nekh pues su expansión por toda la galaxia tuvo repercusiones también en nuestro planeta cuando varios de sus sub-especies llegaron aquí hace mucho tiempo. Lo interesante es conocer cómo funciona su sociedad y su estructura, pues eso nos ayuda a comprender mucho de lo que pasa en los mundos que conquistan. Sigamos.

Veréis. En los inicios del imperio reptoide, la reina que ostentaba el trono tenía dos papeles separados, uno como la suprema reinante del vasto imperio sobre el que gobernaba (algo así como lo que hace hoy aquella que dirige hoy en día la Commonwealth), y otro como la única que podía tener descendencia real y asegurar la existencia de príncipes y princesas reales para el futuro. Tras la rebelión de las hembras, evidentemente lo único que se deseaba era tener descendencia femenina para perpetuar el poder de madre a hija. ¿Os acordáis que os dije que los ancestros de los Nekh eran los kheb, algo así como insectos-reptoide voladores, parecidos a un cruce entre libélulas y abejas? Por si no lo sabíais, en nuestro planeta, la reina de una colonia de abejas sólo se aparea una vez en su vida. Porta el semen de un macho en un pliego especial de su cuerpo y desde ese pliego puede fertilizar todos los huevos que pondrá a partir de ese momento.

Pues cuando la raza reptoide evolucionó con el tiempo, las hembras mantuvieron la habilidad de hacer lo mismo. Podían guardar el semen de diferentes machos y a partir de ahí fertilizar los huevos sin tener que aparearse de nuevo. La característica más importante de esto, es que todo huevo puesto por una hembra fertilizado desde el pliego del cuerpo de la reptoide daba lugar a una hembra reptoide, y sólo nacían machos de aquellos huevos que no habían sido fertilizados. Así, los machos nacidos de la reina, sus hijos, desde cierto punto de vista, no tenían padre, pues el huevo del cual nacieron no había sido fertilizado por la reina. Esto sucede también en nuestras colonias de abejas hoy en día en nuestro planeta, los zánganos provienen de huevos sin fertilizar, un proceso que se conoce como partenogénesis. Por lo tanto, las descendientes directas de la reina reptoide no tienen padre. De hecho, esa reina se podría haber apareado una sola vez siendo muy joven y no volver a hacerlo jamás. Los habitantes de otros mundos nunca hubieron conocido consorte real alguno, y sin embargo hubieran visto a la reina dar a luz una o varias veces.

…los alumnos estaban mudos de asombro…

quinta y última parte

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La expansión del imperio Nekh-t, así como el de otras facciones, sub-especies y sub-razas reptoide que se habían ido desarrollando con diferentes nombres y pequeñas características que las iban diferenciando según su origen, linaje o territorio, seguía incrementándose a niveles inimaginables, llegando a tener colonias, puestos de observación, y centenares, sino miles, de mundos bajo su control. El nivel evolutivo de la especie como tal también avanzaba, lo hacían sus conocimientos, sus necesidades energéticas, de recursos, sus capacidades de control y, por otro lado, lo que menos decaía, era su fiero instinto predador, su afán de conquista y sumisión, de subyugación de todos aquellos de los que se consideraban dueños, y una polarización de un extremo servicio sólo a los intereses de la raza.

El hecho de llegar a tener un nivel evolutivo mucho mayor que el de muchas de las especies que conquistaban, o manipulaban, los hacían “invisibles” en términos energéticos, vibracionales y frecuenciales, por lo que no podían ser descubiertos fácilmente, si estos no disminuían conscientemente su nivel para poder interactuar con ciertas realidades mucho más densas y “sólidas” que en la que ellos existían. El concepto del tiempo y del espacio eran también muy diferentes, pues un solo día en la vida de uno de ellos equivalía a años o décadas en la existencia de los habitantes de muchos de aquellos mundos a los que llegaban y conquistaban, no siendo posible la gestión directa, por estar en rangos, percepciones y formas de existencia muy dispares, de ahí que siempre, o bien se instalaban coordinadores, gestores y gobiernos nativos bajo su mando, o bien se introducían en la población local al mismo rango y nivel que ellos, perdiendo parte de sus capacidades por ello, o manipulándolos a través de múltiples estructuras y formas de gestión creadas y perfeccionadas durante milenios por los mismos científicos que mantenían a la reina madre de la raza y la colonia origen, vida tras vida, en perfecto estado, moviendo su conciencia de vehículo receptor a vehículo receptor y asegurando así una continuidad en el poder jamás vista por ninguna otra especie.

El comercio, la guerra, la tecnología, el intercambio y expansión del imperio siguieron creciendo, y un día llegaron a uno de los cuadrantes de la galaxia que no habían explorado demasiado. En ese cuadrante, un nuevo sistema solar estaba en pleno crecimiento, y un lugar en ese sistema solar parecía prometedor…

Para hacer el resto de la historia corta, así fue como, milenios de millones después de que el primer kheb hubiera llegado a ser un nekh, llegaron a un planeta azul, un planeta que sería conocido como la Tierra, donde entonces, empezó otra historia muy diferente…

– ¿la historia de los jardineros de la Tierra, maestro? – preguntó un joven monje de improviso.

– Si, querido alumno, la historia de los jardineros de la Tierra, pues ahora ya conocéis el origen de aquellos que llegaron, y ya conocéis lo que pasó luego…aunque creo que es recomendable que volváis a revisar lo que vino a continuación y os expliqué en su día…así que os dejo ir por hoy, y confío que en esto haya sumado una pieza más al rompecabezas de vuestra comprensión.

La clase se desbandó. Todos los pequeños novicios volvieron a sus habitaciones y buscaron ávidos la historia en sus cuadernos que suponía a continuación de lo que acababan de oír y que empezaba así…

…Hace eones de tiempo, en el centro de nuestra galaxia, los maestros arquitectos, grandes creadores de vida que vivían junto al Logos se recreaban formando estrellas, soles y sistemas planetarios por doquier en los cuatro confines de la Vía Láctea. Varios de esos arquitectos planetarios, después de lanzar una estrella por aquí, un sistema por allá, se percataron de que en uno de los sistemas solares ya creados había hueco para otro pequeño planeta, y como estaban con el tono creativo subido, guiñáronse el ojo unos a otros y dijéronse: “creemos un lugar que sirva para ser disfrutado por todas las razas y seres que existen en nuestra galaxia, creemos un pequeño paraíso ahí donde las condiciones son óptimas para ello”.

Dicho y hecho, ese pequeño paraíso fue formado primero a nivel energético, los moldes de los diferentes cuerpos etéricos que iban a componerlo fueron creándose, primero desde el plano más sutil hasta los planos más densos, donde finalmente la materia empezó a condensarse y a formar una perfecta y compacta masa sólida…

Mientras tanto, el anciano monje se dirigió a su cuarto a descansar. Cerró los ojos y se quedó en estado meditativo mientras reflexionaba sobre lo que acaba de explicarles a los alumnos. De repente, notó una presencia detrás y sin abrir los ojos, supo que tenía visita.

– No nos gusta que hables sobre nuestro origen…

– ¿Por qué no iba a hacerlo? Es sólo un cuento…

– Os creéis muy listos, pero nosotros llegamos aquí hace mucho tiempo y somos los dueños y propietarios de todo esto, incluso del cuerpo que ocupas.

– Es posible que así fuera, pero ahora ya no es así. Ha llegado la hora de que la humanidad empiece a comprender mejor a los jugadores que se hayan involucrados en este juego, porque eso es lo que es, espero que no lo hayas olvidado.

– Mi punto de vista es muy diferente- dijo el visitante – sólo sois recursos para nosotros. Sólo sois como la hormiga que sube por el tronco de árbol, que con tanta exactitud le has contado a tus alumnos, y nosotros estamos fuera, controlando todo vuestro entorno, y no sabéis ni que existimos, no podéis comprender lo que somos y nunca llegareis a hacerlo.

– Así fue durante milenios, tienes razón. Pero escúchame esto que te digo, las hormigas están despertándose y son capaces de ver más allá de su hormiguero y su trabajo laborioso diario impuesto por todos vosotros. Empiezan a veros, empiezan a preguntarse quiénes sois y qué hacéis aquí, y ya nada podéis hacer para evitarlo. Vuestra furia e ira os ciega, vuestro instinto de supervivencia y conquista no os dejan ver que sólo sois unos jugadores como nosotros en este tablero de juego. Cumplís un papel y ese papel llega a su final.

– No cumplimos ningún papel, viejo monje, somos vuestros creadores y vuestros amos…

– Cumplís un papel evolutivo, vuestra malla de control, vuestra presencia, vuestra misma existencia en este planeta tiene una razón de ser para todos nosotros, pues sois un catalizador, un detonante, una motivación para crecer, avanzar, superarnos como seres humanos. Somos una raza sin parangón en la galaxia gracias a vosotros y a otros, y somos una parte eterna de la Fuente que dirige un vehículo físico que tiene un potencial ilimitado, somos grandes, eternos, y eso, como no lo podéis ver ni entender, es vuestra perdición…

– No vamos a dejar que desmontéis lo que tanto tiempo nos costó montar, no tenéis ni idea de nuestro poder.

– No, vosotros no tenéis ni idea del nuestro. Tu creador, la fuente de donde tú mismo vienes, es quien pone las reglas, y las reglas son que toda polaridad ayuda a crecer a la otra haciendo de catalizador para ello a través de pruebas, lecciones y obstáculos. Todo lo que habéis hecho en este planeta, a aquellos que lo han sabido ver como una oportunidad de crecimiento, ha sido parte de la mejor experiencia evolutiva que se puede encontrar en muchos años luz a la redonda..

– No tiene sentido hablar contigo, no entiendo porque no me tienes miedo, pero no me importa, pues aún sigues enganchado a la malla de control que creamos, aún sigues programado y controlado sin que lo sepas…

– Jajaja…. creo que no te has dado cuenta de algo- el anciano movió la cabeza para mostrársela al visitante – mira en mi nuca, echa un vistazo a la esfera mental, la negra, la que creasteis e insertasteis en nosotros… la que tiene toda la conexión con vuestra “matrix” … la que contiene los programas de control… mira de cerca…

– ¡aaaaaah! ¡está revertida y desconectada, no tiene nuestros programas! ¿cómo es posible? ¿no estás bajo nuestro sistema de control?

– No, ya me he desconectado y ya no tenéis ningún poder. Y ahora, buscaremos la forma de enseñar a hacer lo mismo al resto de seres humanos que estén listos para ello.

David Topí

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Bob Dean y Clifford Stone: El ocaso de la Red de los Viejos.

Éste es un video-entrevista a modo «guerrillero» dirigido por Project Camelot Productions que se le realiza a Bob Dean y a Clifford Stone, el cual se lleva a cabo durante un período de 2 días en el Congreso OVNI del 2012. El retirado Sargento Mayor de Comando, Robert O. Dean y el retirado Sargento Clifford Stone no se habían visto en mucho tiempo. Son viejos amigos y a ambos se les ha dado acceso especial al mundo secreto de la interacción militar con con extraterrestres de diversas razas. En esta entrevista se juntan en un mismo lugar y en un mismo momento para compartir historias de guerra y recordar sus encuentros.
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Subtitulado por Fabiocomplejo
http://projectcamelot.org
http://projectcamelot.tv

Hallan cadáveres con uniforme de la OTAN en el aeropuerto de Donetsk

Durante el examen de las ruinas del aeropuerto se ha encontrado un gran número de armas de fuego de origen estadounidense, según señaló en rueda de prensa el subcomandante de un cuerpo de autodefensas de Donetsk Eduard Basurin. Entre el armamento hallado mencionó fusiles de asalto M16-A5 y granadas.

También había algo de «literatura en lenguas europeas, en concreto de corte religioso», precisó a TASS.

Basurin agregó que «los cadáveres vestidos con uniforme dela OTAN, a juzgar por las prendas personales halladas junto a ellos, pertenecen a ciudadanos extranjeros mercenarios de empresas militares privadas que actúan como grupos subversivos ucranianos».

«Precisamente el uso de los servicios de estos mercenarios permitía a individuos como [el portavoz del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa Andréi] Lysenko hablar de falta de pérdidas entre los efectivos delEjército de Ucrania durante mucho tiempo mientras se llevaban a cabo combates alrededor del aeropuerto», aseguró el jefe miliciano.

Donetsk estima las pérdidas de Ucrania en los alrededores del aeropuerto a lo largo de todo el conflicto en un total de 597 muertos. Cerca de 1.500 soldados han resultado heridos. Además, 49 carros de combate y 47 vehículos blindados de la Infantería han sido destruidos.

http://actualidad.rt.com/actualidad/164231-uniforme-otan-aeropuerto-donetsk-milicias

Japón anuncia una «revolución de robots» en 2015

El primer ministro nipón, Shinzo Abe, anunció este viernes que Japón comenzará una revolución robótica en 2015.

«Este año debe dar comienzo una nueva época, una revolución de robots», dijo en una sesión del Parlamento. Abe llamó a aunar los esfuerzos de instituciones estatales y privadas para poner estos planes en práctica.

El Gobierno planea integrar robots en varios sectores, en particular, en la agricultura, la medicina y la construcción. Se prevé invertir casi 20.000 millones de dólares en el proyecto que el Gobierno planea ejecutar hasta 2020, cuando Tokio acogerá los Juegos Olímpicos. La integración de los robots se debe ante todo al envejecimiento acelerado de la población y el descenso de la población activa.

http://mundo.sputniknews.com/tecnologia/20150123/1033593246.html

‘Tres soles’ alumbran el cielo de Mongolia

El fenómeno, conocido como ‘parhelio’, fue visible endiferentes áreas de Mongolia el domingo pasado y mostraba al sol acompañado por dos reflexiones, una a cada lado, informa el periódico ‘The Independent‘.

El parhelio ocurre cuando la luz del sol a baja altura pasa a través de fragmentos de cristales de hielo en la atmósfera terrestre, causando que la luz se refracte.

El parhelio también es conocido como ‘sun dog‘ (perro del sol) porque sigue a su reflejo como un perro sigue a su dueño.

En general, los casos de salida de ‘tres soles‘ son característicos de las zonas frías del planeta donde la temperatura baja hasta los 30 grados bajo cero y más. Otra condición necesaria es la presencia de cristales de vapor en el aire.

http://www.lagranepoca.com/34862-tres-soles-alumbran-cielo-mongolia

“Golpe de Estado en España a las libertades, y rescate financiero”.

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El gobierno efímero y en decadencia corrupta del PP con mayoría en el Congreso, da un autogolpe de estado con dos leyes aprobadas ayer y hoy, que vulneran todas las libertades de Asociación y Reunión aprobada ayer en el Congreso de los Diputados y reflejada en el B.O.E. , criminalizando libertades de pensamiento ideológico que tachan de reaccionarias sin ningún tipo de especificación política o ideológica; a la que hay que añadir la nueva ley del Código Penal aprobada hoy y que también refleja el B.O.E.

Pensábamos en un atentado yihadista pero se han superado, han dado un golpe de estado a las libertades y puesto en marcha el preludio norteamericano de la Act Patriot y FEMA. Ley marcial.

Primero intentaron tanto PP como Psoe, CiU y PNV -los partidos masones-, intentar cambiar la Constitución. El objetivo era la escisión del Estado que ahora son autonomías, en Confederaciones. Vista la animadversión popular respecto al tema en un asunto que requeriría un plebiscito exclusivo al respecto para poder decidir el pueblo, abandonaron la tentativa, que únicamente hubiera agraciado un símil de independencia para Cataluña y País Vasco.

Visto lo visto han ido a garrote y cambiado la ley que es como modificar la Constitución a golpe de represión de un estado autárquico.

El nuevo código penal entrará en vigor en 6 meses en julio, antes de las elecciones generales.
El colofón ha sido que hoy ha sido aprobado el nuevo código penal, con establecimiento de penas de cárcel permanente para quien atente contra jefes de estado nacionales o extranjeros. Incide en persecución de la desobediencia civil y en la alteración del orden público. Así como racismo y xenofobia, y la aplicación de la cadena perpetua, propia de totalitarismos y erradicada en la Constitución Española durante al menos 40 años. Adjuntado del ADN de cualquier persona con antecedentes en su Identidad.

Con el nuevo Código Penal un menor de 14 años podrá casarse (según Código Civil) pero no podrá tener relaciones sexuales consentidas hasta los 16. Ley retrógrada y rozando la pederastia que permite a adolescentes casarse con adultos o entre menores de 18 años como hasta ahora prescribía la ley. Pero es una alfombra para la nueva introducción del islam en España que ya viene como asignatura obligatoria.

Cada vez que quiera tener una relación sexual con su marido, una chica de 15 años tendrá que pedir permiso al juez.

El control de la libertad en internet se implementa con medidas de control denunciadas por los propios ciudadanos, medida similar a la que proponía en su día el Psoe y Leire Pajín, con el sistema de denuncias anónimas con aquel incumplimiento de la ley antitabaco. Al más puro sistema de la Stasi de Alemania Oriental del famoso muro de la vergüenza.

Facebook añadirá una opción a sus servicios que permitirá que los usuarios indiquen que una noticia cualquiera es un engaño o es falsa.

Todo esto llega de tapadillo en medio de un rescate a la banca privada y al estado.

LOS 200.000 MILLONES DE EUROS ESPERADOS ANUNCIADOS, SE HAN CONVERTIDO EN 1.440.000 BILLONES DE EUROS EMITIDOS MENSUALMENTE DURANTE DOS AÑOS HASTA FINAL DEL 2016, QUE PAGA LA GENTE PARA LOS BANCOS A LOS QUE VAN DIRIGIDOS Y QUE YA CONTROLAN LOS ROTHSCHILD DESDE EL BCE.
LA PEOR NOTICIA PARA UNA RECESION SIN PRECEDENTES, DINERO QUE DESAPARECERA DEL CONTRIBUYENTE PARA IR A LA BANCA CON NOMBRE DE ESTIMULOS, EN REALIDAD EXPOLIO.

Una recesión que en dos años nos puede poner como hoy anuncian en Argentina a una inflación histórica sin crédito.
Lo público será para pagarles intereses y comprar más deuda, y en lo privado a la banca y empresas sicav participadas a su vez por las sociedades sionistas de la Reserva Federal. Un plan de terror.
Grecia y Chipre quedan fuera con lo cual se puede considerar en términos reales que no adquirirán más deuda -cosa buena para ellos-, pero se paralizará su actividad ya que solo tendrán negociación de devolución de deuda permanente y calificación negativa de las agencias de rating que impiden cualquier crédito y les forzará al venta a saldo de bines raíces y territoriales del país, sena Museos, edificios públicos, islas o ciudades enteras-, que solo atraerán a especuladores y fondos buitre de los mismos que como Goldman Sach que controlan la FED y el BCE les concedieron, y que arrastrará a los mercados europeos y el euro al menos un 10% del pib europeo. Esa liquidez a los bancos les permitirá pujar por los bienes griegos y chipriotas a la baja y poseer literalmente ambos países.
Un dinero que no existe emitido electrónicamente como en Washingtony su Reserva Federal sin control ni auditorías, que no vamos a ver, y que sin embargo tendremos que pagar durante varias generaciones. Un dinero que fabrica Rothschild, que va a bancos de Rothschild (todos los europeos desde noviembre), y a las empresas que participan sus socios y sus propias sociedades Edmond de Rothschild.

Un golpe que se acompaña con el chantaje de Cataluña y la complicidad del gobierno del PP en favorecer a pesar de su deuda y su calificación crediticia negativa de las agencias de rating a bono basura. Mientras la deuda española es golpeada con un 315% del PIB. Y de una pulverización de todos los derechos laboralesperdidos desde la segunda república y el gobierno de Franco hasta la entrada del gobierno del PP. Un gobierno que como refleja la prensa se burla de los españoles blindando la corrupción, librándose de los testigos implicados molestos, y de losdebates políticos por su mayoría en el Congreso.

Cuando se desahucia a un bebé de mes y medio es que no hay democracia

Un estado que es capaz de desalojar de su vivienda a una familia con tres niños, uno de ellos un bebé de apenas mes y medio, demuestra el talante vergonzoso de sus gobernantes, los niveles extremos de degradación en cada estamento de un país destruido, en manos de personajes sin escrúpulos, capaces de todo para enriquecer a la usura, a una banca tramposa, que ni siquiera respeta a los seres más frágiles y desprotegidos, a un niño que dormido en su cunita escuchó los golpes de los siniestros antidisturbios del régimen, la policía política del PP, que destrozó la puerta en plena madrugada, ante los ojos atónitos de una familia estafada, reprimida, vejada, pisoteada en sus derechos constitucionales más elementales.

La vergüenza de la marca España desahucia niños recién nacidos, personas enfermas de gravedad, discapacitadas, empobrecidas y arrasadas por una banda política ocupada en seguir forrándose de millones, ajenos al empobrecimiento generalizado de gran parte de la ciudadanía, a las cifras espectaculares de desempleo, de suicidios, de hambre infantil, de familias enteras sin ingresos, inscritas en los comedores sociales de Cáritas, en los bancos de alimentos para no morir de inanición.

Una inmensa rabia, la impotencia que sentimos al ver la brutalidad policial rompiendo la puerta de esta familia en Madrid, una tristeza compartida por las millones de personas que han visto en todo el mundo el estilo fascista de un gobierno, de una fuerza política heredera directa de la dictadura de Franco, de un régimen, de una monarquía sin vergüenza, entregada a la noche loca del enriquecimiento generalizado, siempre a costa del sufrimiento y el dolor de todo un pueblo, de la privatización premeditada de los servicios sociales, de la sanidad, de la educación, de las suprimidas ayudas a la dependencia con cientos de miles de personas asesinadas, víctimas de unas políticas diseñadas para destruir la democracia y la libertad.

http://viajandoentrelatormenta.blogspot.com.es/

http://www.diario-octubre.com/2015/01/23/cuando-se-desahucia-a-un-bebe-de-mes-y-medio-es-que-no-hay-democracia/