Extractos del libro «Viajando en el Tiempo» por Carlo Dorofatti
http://www.horuscentre.org/Ebooks.htm
CONCEPTOS FUNDAMENTALES
La Física Esotérica (Esoteric Physics) considera el tiempo como un reino natural.
El tiempo es secuencial solamente donde existe el espacio y donde hay formas, y su interacción dinámica. En este caso específico, estamos hablando acerca de nuestro plano material tridimensional. Fuera del mundo de las formas, el “flujo” del tiempo – como una secuencia cronológica – no tiene sentido, y existe en concordancia con diferentes dinámicas y significados.
El tiempo es el primer efecto de la reunión de leyes, desde donde nace el mundo de las formas. Dentro del tiempo, cada forma – desde su primera manifestación y percepción – determina el comienzo del flujo, donde causa y efecto hacen realidad el vínculo temporal entre un acontecimiento y otro, dentro de un plano preciso de existencia.
El universo de formas está compuesto por muchos planos de existencia, eco-mundos y realidades paralelas que existen también en dimensiones ultra-luminales.
La complejidad creada por esta visión de nuestro universo conduce nuestra visión y experimentación hacia diferentes flujos de tiempo, los cuales interactúan de muchas diferentes formas. Especialmente desde el punto de vista de la alquimia, el Tiempo es un parámetro a través del cual consideramos cada forma, que es apoyada por la “partícula de tiempo” en la cual participa.
Con el nacimiento de la Física Cuántica, la física moderna comienza a comprender la infinidad de relaciones entre las formas, espacio y tiempo, en donde las causas y efectos no siguen solamente una sola dirección o una secuencia concordando con nuestro sentido común.
El tiempo es la posibilidad dada a las formas para transformarse a sí mismas a lo largo del el eje del flujo temporal, instante por instante, acontecimiento por acontecimiento, hacia la dirección del desarrollo de la complejidad.
Por ello, solo desde un punto de vista teórico, los tiempos pasados están relacionados con sistemas menos complejos, y los tiempos futuros con sistemas más complejos, donde la estructura del universo está compuesta por masas progresivamente más pequeñas, pero capaces de manifestar una funcionalidad más amplia, y apoyar un nivel más alto de información/memoria, dentro de un contexto cada vez más evolucionado.
Dije “teóricamente” porque, debido a ciertas razones (relacionadas con la expresión de la “conciencia”), es posible que el tiempo (el plano de las formas) se desarrolle a sí mismo de manera no-linear, comparado con la dirección de la complejidad. En este caso, la secuencia de acontecimientos señala una intrincada “geografía”.
Básicamente, la física esotérica considera el tiempo desde dos diferentes puntos de vista: linear y simultánea.
Nuestra percepción está bastante acostumbrada al primer punto: es cuestión de considerar el tiempo solo en su función como un flujo, desde el pasado hasta el futuro. Estamos inmersos en un río-de-tiempo, y participamos en su constante flujo. Vemos lo que convencionalmente llamamos “historia”, a través de nuestra memoria personal, colectiva y convencional, así como nuestra percepción.
Debemos entender que los acontecimientos que van cayendo en la historia (esta es la relación entre las formas) no se organizan a sí mismos sobre el eje del flujo del espacio-tiempo de una manera uniforme, sino que son más intensos, según líneas energéticas especiales, donde la complejidad incrementa la probabilidad de manifestarse y desarrollarse a sí misma (líneas de sincronicidad).
Los acontecimientos se organizan a sí mismos dentro de secuencias temporales precisas que nosotros llamamos “paquetes de tiempo”.
Los paquetes de tiempo contienen acontecimientos (formas), y cada uno de ellos tiene una especie de “validez” de complejidad. Esta no es la complejidad de los acontecimientos sostenidos por el paquete, sino la posición angular del todo respecto al cono de la complejidad. Este parámetro tiende a ser repetitivo, y sigue una especie de ritmo, de acuerdo con las características del plano de existencia.
Solamente un consejo: no espere entender todo perfectamente POR AHORA, ¿si? Refresque el libro de introducción acerca de la Física Esotérica y… siga adelante.
De un paquete temporal a otro, la complejidad sigue diferentes flujos de evolución y crea un ritmo.
Podemos pensar en cada plano de existencia como una sinfonía, una música que tiene un ritmo preciso. Los paquetes del tiempo con el mismo valor se las arreglarán a lo largo del flujo del tiempo, según este ritmo en particular.
Use otros sentidos, y no solo su mente racional para visualizar y entender este mecanismo.
Los paquetes de tiempo en el pasado ya están bien definidos en su nivel de saturación de acontecimientos, y su estructura es “suave” debido a la presencia de un mesurable número de acontecimientos no-saturados y de eventos de los cuales nosotros podemos definir el nivel de saturación, por lo que pueden ser re-saturados a través de acciones a un nivel más alto de complejidad.
Esto crea también la posibilidad para que la masa sea manejada durante operaciones de saltos de tiempo físico. Por esta razón, como lo vamos a explicar más adelante, viajar al remoto pasado es más fácil que viajar cerca de nuestro presente, donde la estructura de los acontecimientos no está todavía completamente definida, y por esta razón, es menos manejable (a menos que se invierta una gran cantidad de energía).
Cada paquete de tiempo dura alrededor de 66-70 años. Esta duración tiende a disminuir lentamente con el crecimiento de la complejidad.
La segunda concepción del tiempo está basada en un punto de observación fuera-de-tiempo (fuera del mundo material de formas y fuera del tiempo mismo). Desde esta posición podemos observar todo el río, desde la fuente hasta la desembocadura, e incluso todos los demás ríos posibles.
El pasado y el futuro no existen ya: solo el presente. Cada acontecimiento está presente y todos los acontecimientos son simultáneos. Están allí afuera, definiendo una especie de geografía temporal. Todo el universo, todas las posibilidades de manifestación de las formas y todos los acontecimientos están presentes en lo que llamamos “el mar del tiempo”.
En este mar, cada evento es sostenido por una fracción temporal indistinguible, y causa y efecto no tienen significado en absoluto, a menos que consideremos una secuencia determinada (mundo, plano de existencia) el cual obtiene su propia dirección en relación con la percepción y su geometría (posición en el panorama general) en relación con la dirección general de la complejidad universal.
Esta visión del tiempo nos conduce al concepto de “geografía temporal”: el universo no es un territorio espacial, sino más bien un ambiente temporal.
Dentro del eterno presente, cada objeto no es nada sino virtual e imaginable, en cualquier clase de su posible manifestación, dentro de las dimensiones materiales.
Es un mundo pre-cuántico. Este es el “mundo de las ideas”, el papel del tiempo en el cual todas las leyes que crean el universo entrelazan sus relaciones y firman aquel “acuerdo” (armisticio universal) del cual todas las posibles dimensiones, mundos y planos de existencia nacen y se manifiestan. Las “ideas” se volverán “números” y finalmente formas, desarrollándose a sí mismas a través de campos y radios de leyes, algunas, incluso, muy diferentes, pero siempre coherentes, con el acuerdo constituido (el armisticio primitivo de leyes universales).
Si usted quiere entender mejor estas dinámicas de creación, entonces por favor lea el libro electrónico que se refiere a las Físicas Esotéricas (Esoteric Physics). Cada posible mundo es simultáneo y coexiste con todos los otros, pero se distingue a sí mismo por su particular campo de sub-leyes locales.
Continuamente “presente” está el punto de encuentro de las leyes universales en esa versión particular, la cual es adecuada para el mundo preciso que estamos considerando.
Por favor, siempre recuerde que cada aspecto de la realidad está definido y literalmente “toma forma” de acuerdo con la naturaleza del observador (por supuesto que hay muchos niveles de observadores que se sintonizan a sí mismos a un nivel diferente de la realidad.)
De hecho, el punto central de la investigación científica es el investigador mismo. El ser humano es el centro, el espejo, el reflejo y la única medida posible de su realidad. Este es el punto de comienzo: la objetividad no existe y la moderna física cuántica puede diariamente verificar y confirmar esto.
El ser humano es un instrumento único de percepción existente: todos los otros instrumentos nos proporcionan información, la cual es siempre procesada, interpretada y evaluada por el ser humano quien, a su vez, les da un significado más o menos complejo y completo.
Nuestra percepción mantiene los acontecimientos y formas dentro de la existencia y extrae de ellos un valor espiritual holístico. Este valor agregado apoya – más o menos – nuestra realidad como una posible expresión del Ser Absoluto.
El viaje en el tiempo consiste en la posibilidad de moverse a lo largo de la “historia”, respetando leyes precisas con relación a la dinámica de la complejidad, y saltando en contra del tiempo, dentro de los ritmos de las posibles secuencias temporales, y deslizándose más allá de las alas teatrales de la realidad, para poder modificar acontecimientos y efectos.