Archivo por días: octubre 14, 2015

¿El Imperio o la humanidad?

¿Es el final de un Imperio?
Introducción de Tom Engelhardt
En 2005 me encontré con Howard Zinn para hacerle una entrevista que fue publicada por TomDispatch. Esta es la descripción que de él hice en ese momento:
“Es alto y delgado; tiene una mata de pelo blanco. Tripulante de aviones bombarderos durante la gran guerra contra el fascismo y desde entonces veterano activista estadounidense contra las guerras de Estados Unidos, su libro más conocido es A People’s History of the United States (La otra Historia de Estados Unidos); es un experto en las inesperadas voces de la resistencia que se han hecho oír en toda nuestra historia.
A sus 83 años (a pesar de que parece 10 años más joven), es también un veterano de este accidentado siglo; aun así no hay nada de atrasado en echar una mirada a su persona. Su voz es tranquila; claramente se toma a sí mismo con una pizca de sal y en ocasiones se ríe burlonamente de sus propios comentarios.
De tanto en tanto, cuando un pensamiento le gusta y su cara se ilumina con una sonrisa auténtica, parece decididamente joven.”
Así es como lo vi entonces y así es como lo veo a casi cinco años de su muerte; me dan ganas de exclamar “¡Qué tipo este!”. ¿Puede alguien dudar que él nos (incluyo aquí a muchos estudiantes de secundaria y universitarios) haya cambiado la forma de pensar acerca de nuestro mundo estadounidense?
Por eso, en este extraño momento de la historia, cuando casi cada acción imperial que realiza Estados Unidos sale mal (véase Afganistán, Siria, Iraq y Yemen) y aun así continúa siendo la única superpotencia, parece pertinente ofrecer este “lo mejor de” TomDispatch, una mirada retrospectiva de cómo llegó Zinn a darse cuenta de que el nuestro era un Imperio. Para llegar al umbral del imperio (donde, por supuesto siempre estuvo), él hizo un viaje –una odisea– muy suyo.
* * *
Lo que el aula no me enseñó sobre el Imperio estadounidense
Con un ejército de ocupación guerreando en Iraq y Afganistán, con bases militares y empresas intimidando en cada rincón del planeta, ya casi nadie cuestiona la existencia de un Imperio estadounidense. Por cierto, quienes lo negaban fervientemente se han pasado al abrazo más jactancioso y desvergonzado de la idea.
Sin embargo, la idea misma de que Estados Unidos era un Imperio no se me ocurrió hasta que terminé mi trabajo como bombardero en la Octava Fuerza Aérea británica durante la Segunda Guerra Mundial y regresé a casa. Incluso mientras empezaba a tener dudas sobre la pureza de la “Buena Guerra”, incluso después de haberme horrorizado por Hiroshima y Nagasaki, incluso después de haber bombardeado yo mismo ciudades europeas, todavía no había relacionado todo aquello en el contexto de un “Imperio” estadounidense.
Yo tenía conciencia, como todo el mundo, del Imperio británico y de las otras potencias imperiales europeas, pero Estados Unidos no era visto de la misma manera. Cuando, después de la guerra, me acogí a la Ley de Derechos del Veterano y fui a la universidad donde cursé Historia de Estados Unidos, me acostumbré a encontrar un capítulo en los textos de historia que se llamaba “La era del Imperialismo”. Se refería invariablemente a la guerra de 1898 librada entre España y Estados Unidos y la subsiguiente conquista de las islas Filipinas. Daba la impresión de que el Imperialismo estadounidense había durado unos pocos años. No había un punto de vista global sobre la expansión de Estados Unidos que pudiera llevar a la idea de un imperio de ámbito mundial ni de un periodo “imperial”.
Recuerdo el mapa en el aula (titulado “Expansión hacia el oeste”) que mostraba la marcha a través del continente como si fuese un fenómeno natural, casi biológico. Aquella enorme adquisición de tierra llamada “La compra de Louisiana”, que insinuaba la adquisición de un territorio que era cualquier cosa menos desocupado. Era una insensatez: ese territorio, por entonces ocupado por cientos de tribus indias que debían ser aniquiladas o expulsadas –lo que ahora llamamos “limpieza étnica”– para que los blancos pudieran colonizar la tierra y más tarde los ferrocarriles pudiesen cruzarla en uno y otro sentido presagiando así la “civilización” y sus brutales procedimientos.
Ni las discusiones sobre la “democracia jacksoniana” en las clases de historia ni el libro tan popular de Arthur Schlesinger hijo, The Age of Jackson, me dijeron algo sobre el “Sendero de las lágrimas”, la letal marcha forzada de “las cinco tribus civilizadas” en dirección al oeste desde Georgia y Alabama atravesando Mississippi, que dejó 4.000 muertos tras ella. Ningún texto sobre la Guerra Civil mencionaba la masacre de Sand Creek, en la que se asesinó a centenares de pobladores indígenas, justo cuando la administración Lincoln proclamaba la “emancipación” de los negros.
El mapa del aula también mostraba una porción del territorio del sur que estaba rotulada como “Cesión mexicana”. Se trataba de un práctico eufemismo para referirse a la agresión bélica contra México en 1846, en la que Estados Unidos se apoderó de la mitad del territorio de ese país: California y el gran Suroeste. La expresión “Destino manifiesto”, utilizada por aquellos tiempos, naturalmente pronto se convirtió en algo de ámbito universal. En 1898, en vísperas de la guerra España-Estados Unidos, Washington Post vislumbraba más allá de Cuba; “Nos enfrentamos a un extraño destino. El sabor del Imperio está en la boca del pueblo como lo está el sabor de la sangre en la jungla”.
La violenta marcha a través del continente, e incluso la invasión de Cuba, parecían estar en el interior de la esfera de los intereses naturales de Estados Unidos. Después de todo, ¿acaso la Doctrina Monroe no había declarado en 1823 que el hemisferio occidental estaba bajo nuestra protección? Sin embargo, con apenas alguna pausa después de Cuba, fue la invasión de las Filipinas, casi en el otro lado del mundo. En ese momento, la palabra “imperialismo” parecía la más adecuada para las acciones de Estados Unidos. Ciertamente, esa larga y cruel guerra –tratada veloz y superficialmente en los libros de historia– propició la Liga Anti-Imperialista, en la que tanto William James como Mark Twain fueron figuras prominentes. Pero tampoco fue esto algo que yo aprendiera en la universidad.
La “Única Superpotencia” sale a la luz
No obstante, leyendo fuera del aula empecé a encajar las piezas de la historia en un mosaico más amplio. Lo que en la década que precedió a la Primera Guerra Mundial al principio pareció algo así como una política exterior completamente pasiva ahora ese momento aparecía como una sucesión de intervenciones violentas: el expolio de la Zona del Canal de Panamá a Colombia, el bombardeo de la costa de México, el despacho de la infantería de marina a casi todos los países de Centroamérica, el envío de ejércitos de ocupación a Haití y la República Dominicana. Como el muy condecorado general Smedley Butler, que participó en muchas de esas intervenciones, escribió más tarde: “Fui un mandadero de Wall Street”.
En el mismo momento en que yo estaba aprendiendo esta historia –los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial– Estados Unidos se estaba convirtiendo no ya solo en otra potencia imperial más sino en la principal superpotencia del mundo. Resuelta a retener y ampliar su monopolio del arma nuclear, se estaba adueñando de remotas islas en el Pacífico, obligando a sus habitantes a que las abandonaran y haciendo de esas islas un letal patio de juegos para nuevos ensayos atómicos.
En sus memorias, No Place to Hide, el doctor David Bradley, que controló los niveles de radiación en esas pruebas, hizo una descripción de lo que habían dejado atrás los equipos de encargados de los ensayos cuando regresaron a casa: “Radiactividad, contaminación, una isla de Bikini destruida y la mirada triste de los pacientes exiliados”. Después de unos años, a los ensayos en el Pacífico les siguieron más pruebas en los desiertos de Utah y Nevada; en total, más de un millar de ensayos.
Cuando en 1950 empezó la guerra de Corea, yo todavía estaba estudiando historia como graduado en la Universidad de Columbia. Nada de lo que ocurría en clase me preparaba para entender la política estadounidense en Asia. Pero leía el semanario I.F. Stone’s Weekly. Stone era uno de los pocos periodistas que cuestionaba la justificación oficial del envío de un ejército a Corea. Entonces, a mí me parecía claro que no era la invasión de Corea del Sur por parte de Corea del Norte lo que provocaba la intervención de Estados Unidos, sino el deseo que este país tenía de establecer un solido punto de apoyo en el continente asiático, sobre todo desde que los comunistas se habían hecho con el poder en China.
Años más tarde, mientras la intervención encubierta en Vietnam crecía hasta convertirse en una enorme y brutal operación bélica, los designios imperiales de Estados Unidos se hicieron más claros para mí. En 1967, escribí un librito llamado Vietnam: The Logic of Whithdrawal. Para entonces, yo ya estaba muy involucrado en el movimiento contra la guerra.
Cuando leí las 100 páginas de los Papeles del Pentágono*, que Daniel Ellsberg me había encomendado, me sobresalté al conocer los memorandos secretos del Consejo Nacional de Seguridad. En su explicación de los intereses estadounidenses en el Sureste Asiático, los papeles hablaban con claridad meridiana sobre los objetivos de Estados Unidos: “estaño, caucho, petróleo”.
Ciertamente, ni la deserción de soldados en la guerra con México, ni los motines contra la conscripción obligatoria durante la Guerra de Secesión, ni los grupos antiimperialistas en el cambio de siglo, ni la vigorosa oposición a la Primera Guerra Mundial; ningún movimiento contra la guerra en la historia de Estados Unidos alcanzó la magnitud del de la guerra de Vietnam. Al menos una parte de esa oposición se basaba en la comprensión de que estaba en juego algo más que Vietnam, de que la atroz guerra librada en un pequeño país formaba parte de un plan imperial mucho mayor.
Varias intervenciones militares que siguieron a la derrota en Vietnam parecieron reflejar la desesperada necesidad de la superpotencia aún reinante de establecer una dominación de ámbito planetario; incluso después de la caída de su poderoso rival, la Unión Soviética.
De ahí la invasión de la isla de Granada en 1982, el bombardeo y asalto de Panamá en 1989, la primera guerra del Golfo en 1991. ¿Fue acaso la toma de Kuwait por parte de Saddam Hussein lo que motivó al abatido George Bush padre o antes bien utilizó él este el acontecimiento como una oportunidad para llevar con firmeza el poder militar estadounidense hacia la codiciada región petrolera de Oriente Medio? Dada la historia de Estados Unidos y su obsesión por el crudo de Oriente Medio mostrada ya en 1945 por Franklin Roosevelt con su tratado con el rey de Arabia Saudí, Abdul Aziz, y en 1953 con el derrocamiento del gobierno democrático de Mossadeq en Irán por parte la CIA, no resulta muy difícil responder a esta pregunta.
Justificación del Imperio
Los despiadados atentados del 11 de septiembre (como lo admitió la Comisión oficial del 11-S) fueron la consecuencia del feroz odio originado por la expansión estadounidense en Oriente Medio y el resto del mundo. Según el libro The Sorrows of Empire, de Chalmers Johnson, incluso antes del acontecimiento el departamento de Defensa reconoció la existencia de 700 bases militares de Estados Unidos fuera de su territorio.
Desde entonces, con el inicio de la “guerra contra el terrorismo”, se instalaron o ampliaron muchas más bases: en Kyrgyzstán, Afganistán, el desierto de Qatar, el golfo de Omán, el Cuerno de África y en cualquier otro sitio del mundo donde un gobierno complaciente pudiese ser sobornado o coaccionado.
Cuando yo bombardeaba en Alemania, Hungría, Checoslovaquia y Francia durante la Segunda Guerra Mundial, la justificación moral era tan sencilla y clara que estaba más allá de toda discusión: estábamos salvando al mundo del mal del fascismo. Por lo tanto, me quedé estupefacto cuando oí a un artillero de otra tripulación –él y yo teníamos en común que leíamos libros– que decía que él consideraba que aquello era “una guerra imperialista”. Ambos lados, decía, estaban motivados por la ambición de controlar y conquistar. Discutimos bastante pero no llegamos a resolver la cuestión. Irónica y desgraciadamente, poco tiempo después de nuestra discusión el avión de mi camarada fue derribado y él murió en la misión.
En las guerras, siempre hay una diferencia entre la motivación de los soldados y la de los líderes políticos que los envían al combate. Mi motivación, como la de muchos otros, era ingenua respecto de la ambición imperial. Yo estaba ayudando a derrotar al fascismo y a crear un mundo más decente, libre de agresiones, militarismo y racismo.
La motivación del establishment de Estados Unidos, según lo entendía el artillero del que hablo, era de naturaleza diferente. Fue descrita a principios de 1941 por Henry Luce, un multimillonario que era propietario de las revistas Time, Life y Fortune, como la llegada del “Siglo de Estados Unidos”. El tiempo había llegado, decía, para que Estados Unidos “ejerza en el mundo la totalidad del impacto de nuestra influencia, para los propósitos que consideremos adecuados y por los medios que consideremos adecuados”.
Es imposible pedir una declaración de designio imperial más sincera y rotunda. En los últimos años, de ella se han hecho eco los intelectuales al servicio de la administración Bush, pero asegurándonos que esta “influencia” es benevolente, que los “propósitos” –ya sea en la formulación de Luce o en las más recientes– son nobles, que se trata de un “imperialismo iluminado”. Tal como dijo George Bush en su segundo discurso de toma de posesión: “El llamamiento de nuestro tiempo es la extensión de la libertad en todo el mundo”. The New York Times escribió que ese discurso era “sorprendente por su idealismo”.
El Imperio estadounidense siempre ha sido un proyecto bipartidista: demócratas y republicanos se han turnado ampliándolo, ensalzándolo, justificándolo. En 1914 –al año en que EE.UU. bombardeó México–, el presidente Woodrow Wilson les dijo a los graduados de la academia naval que Estados Unidos utilizaba “su armada y su ejército… como instrumentos de civilización, no de agresión”. Y en 2002, Bill Clinton les dijo a los graduados de West Point: “Los valores que habéis aprendido aquí podrán extenderse por todo el país y por todo el mundo”.
Para el pueblo de Estados Unidos, y por cierto para los pueblos de todo el mundo, más pronto que tarde estas proclamas revelan su falsedad. La retórica, a menudo convincente en un primer momento, se convierte pronto en algo abrumador por los horrores que ya no pueden seguir escondiéndose: los cadáveres ensangrentados de Iraq, los miembros desgarrados de los soldados estadounidenses, los millones de familias expulsadas de sus hogar, tanto en Oriente Medio como en el Delta del Mississippi.
¿No han empezado a perder asidero en nuestra mente esas justificaciones imperiales incrustadas en nuestra cultura, que agreden nuestro sentido común –que la guerra es necesaria para la seguridad, que su expansión es fundamental para la civilización–? ¿Habremos llegado acaso a ese punto en la historia en el que estemos preparados a abrazar una nueva manera de vivir en el mundo, en la que la cuestión no sea ampliar nuestro poder militar sino nuestra humanidad?
Nota: *. “Los Pentagon Papers (los Papeles del Pentágono), titulados oficialmente United States – Vietnam Relations, 1945–1967: A Study Prepared by the Department of Defense (Relaciones Estados Unidos – Vietnam, 1945-1967: Un estudio elaborado por el Departamento de Defensa), es el nombre popular de un documento secreto que contiene la historia de la implicación de Estados Unidos en Vietnam entre 1945 y 1967. Los Pentagon Papers empezaron a publicarse en la primera página de The New York Times en 1971” (extraído de Wikipedia por el traductor).
Howard Zinn (1922–2010) fue historiador, autor de obras de teatro y activista. Escribió A People’s History of the United States (en castellano, La otra historia de los Estados Unidos.Editorial Hiru. Hondarribia, Guipúzcoa, 2005) y A People’s History of American Empire (presentado en formato cómic), junto con Mike Konopacki y Paul Buhle. Enseñó en el Instituto Spelman, un instituto universitario para mujeres negras de Atlanta, donde se convirtió en un activo integrante del movimiento por los derechos civiles.
Después de ser expulsado del Spelman por su apoyo a las reivindicaciones de los estudiantes, Zinn fue profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Boston. Ha escrito muchos libros, entre ellos una autobiografía: You Can’t Be Neutral on a Moving Train (en castellano, Nadie es neutral en un tren en marcha. Editorial Hiru, Hondarribia, Guipuzcoa, 2001). Recibió el premio de literatura de no ficción de la Fundación Lannan y el premio Eugene V. Debs por sus escritos y su activismo político.

El Ojo que Todo lo Ve: Orígenes sagrados de un símbolo secuestrado

El Ojo que Todo lo Ve: Orígenes sagrados de un símbolo secuestrado


¿Es el ojo que todo lo ve un símbolo de la omnisciencia divina o la siniestra influencia? Hoy en día simboliza el control y la dominación por una sombría élite, pero su uso original era bastante diferente. Este artículo rastrea su uso y significado desde las épocas antiguas, cuando era un símbolo de la divina providencia, poderosamente representando la verdad espiritual y el despertar.

La humanidad está perdiendo su preciosa simbología

El ojo que todo lo ve es un poderoso símbolo esotérico que es ampliamente mal interpretado y mal utilizada hoy en día; pocos saben lo que originalmente representaba. Originalmente era un símbolo de un mayor poder espiritual o Dios, un atento vigilante de la humanidad o una parte espiritual despertado dentro. Pero en estos días tiene muchas diferentes asociaciones.

Hoy el ojo que todo lo ve es más probable que sea visto como un símbolo «Illuminati» de control y vigilancia por parte de las élites que en gran medida dirigen el espectáculo sobre este planeta en este momento. Esto se debe a que, con el tiempo, las fuerzas siniestras oscuras se han apoderado de los símbolos esotéricos que durante miles de años se utilizaban para transmitir positivos mensajes de ayuda, elevación espiritual y principios. El ojo que todo lo ve es un excelente ejemplo de cómo los símbolos espirituales han sido secuestrados y trastrocados. En realidad no ha habido mucho esfuerzo para entender el significado original del símbolo o reclamar por el significado espiritual que se transmitió primero.

La naturaleza universal del simbolismo

El simbolismo durante mucho tiempo ha sido utilizado por la humanidad para comunicar ideas que mejor se cristalizaron en una forma compacta. Como dice el dicho muy conocido, una imagen vale más que mil palabras! Los símbolos esotéricos están vivos hoy como lo fueron en el pasado antiguo, pero hay mucha confusión en torno a su uso, la historia, la intención y el significado.

En la vida corriente utilizamos símbolos para mostrar a simple vista información importante, como las señales de tráfico y de carretera entre muchos otros símbolos que son hoy en día muy extendido y común. Algunos otros ejemplos son los logotipos corporativos y la certificación del estado.

El simbolismo también se utiliza especialmente en la comunicación de las ideas no físicas, espirituales, fenómenos, y procesos.

El ojo que todo lo ve es uno de los símbolos más poderosos y ampliamente utilizados – y abusado. A continuación se rastreará su uso desde el principio de los tiempos hasta el siglo 18 (antes de que la Masonería del siglo 18 en adelante lo secuestrara y abusara de el), y se mostrara lo que el símbolo originalmente representaba.

El uso del Ojo que Todo lo Ve en las culturas antiguas

India

Tal vez nos encontramos con el precursor de lo que eventualmente se conoció como el ojo que todo lo ve en el Rig Veda, un texto sánscrito que se cree fue escrito hace más de 3.000 años y uno de los textos más antiguos conocidos. En ella hay muchas referencias al sol y a otras deidades como siendo un ojo en el cielo, como un ojo que revela la creación, o un ojo que nunca se cierra.

Uno puede comparar esto como un símbolo de un alto nivel de conciencia despierta que los seres espirituales avanzados tienen y que una persona común puede potencialmente alcanzar.

El dios hindú Shiva tiene tres ojos. El tercer ojo o chakra de la frente se conoce como el ojo de Shiva, poseedor de todo el conocimiento, que cuando se abre destruye todo lo que ve. Por lo tanto, es un símbolo del conocimiento que destruye el mal y la ignorancia.

Representación de Shiva con su Tercer Ojo

De nuevo, esto se puede comparar a un despertar de la parte más espiritual de una persona que ve la verdad de las cosas y puede luego eliminar dentro de la psique de una persona aquello que es opuesto y bloquea la conciencia divina a que se manifieste más. De esta manera se trata de una «destrucción creativa» del mal para transformarla en una conciencia superior.

Incluso en los tiempos modernos, el ojo de Shiva se utiliza en la joyería para dar protección contra el mal a su portador y para ganar sabiduría y comprensión desde el mundo, desde acontecimientos de la vida y desde si mismo, para la transformación positiva.

Nepal

El ojo que todo lo ve de Buda

En el budismo, ha Buda se le conoce como el Ojo del Mundo. Es típico que los templos en Nepal muestren un gráfico de los «Ojos de Buda» como se muestra arriba – nota que incluye una marca para el «tercer ojo» también. Los ojos también son conocidos como los ojos de la sabiduría y la compasión.

Estatuas de Buda suelen mostrar un punto en la mitad de la frente para representar el tercer ojo.

Antiguo Egipto

El Ojo de Osiris

El jeroglífico para ‘Osiris’ contiene un ojo

Es interesante saber que el jeroglífico egipcio para su dios Osiris contiene un ojo como se muestra arriba. Así como con el hinduismo y el budismo nos encontramos con una deidad espiritual que está representado en la antigüedad como un ojo.

Ojo de Horus

En el antiguo Egipto, el ojo que todo lo ve se conoce como el ojo de Horus o el Ojo de Ra y también formó parte de la simbología de Wad-jet. En diversos mitos ellos eran símbolos de protección, sanidad y restauración. El ojo izquierdo de Horus se decía que era la luna y su ojo derecho el sol.

El ojo que todo lo ve es una parte importante de la espiritualidad. / Imagen: Hajor

Horus era un dios sol con cabeza de halcón y se podría decir que el ojo de Horus fue diseñado como un ojo de un halcón Lanner con su marca debajo del ojo.

¿Podría el Ojo de Horus representar partes del cerebro utilizadas para manifestar la conciencia?

También es muy interesante observar que el dibujo del ojo de Horus mucho coincide con la sección transversal del cerebro medio, donde el tálamo, la glándula pineal y pituitaria se encuentra. La glándula pineal se dice a menudo que es el «tercer ojo» y un centro de espiritualidad y de discernimiento espiritual, que se puede desarrollar en una persona.

Ver también: Los secretos ocultos detrás del cono de pino en el arte y la arquitectura

Es como si el ojo de Horus fuera una representación del tálamo como el globo ocular con el cuerpo calloso de las cejas arriba y el bulbo raquídeo (tallo cerebral) y el hipotálamo siendo las dos marcas de abajo. Si esto es lo que estaban dibujando, incluso llamándolo el Ojo de Horus, ¿esto sugiere que consideraban el cerebro medio como el foco de la conciencia o incluso de la conciencia divina o «la conciencia de Horus»? Horus es un dios sol y simbólico del cristo universal y una fuerza espiritual que una persona debidamente preparada puede unirse.

Oriente Medio/Asia – Hamsa

En el Medio Oriente el ojo que todo lo ve se ha conocido en la forma de un símbolo de una mano con un ojo llamada como Hamsa, Khamsa o Hamesh.

Un Hamsa judío

Es el símbolo de un ojo en la palma de una mano, normalmente la mano derecha. De nuevo, es un símbolo de protección contra el mal de ojo (la mala suerte provocada por los celos de los demás) y el peligro en general y puede verse como un amuleto de la buena suerte en ese sentido.

También se conoce como la mano de Fátima en el Islam y la mano de Miriam en el judaísmo. En la India se conoce como la mano Humsa. Los Jainistas también tienen una forma de la Hamsa en su simbolismo con la palabra ahimsa (que significa no violencia) dentro una rueda en vez de donde estaría el ojo. La Hamsa se ha utilizado durante miles de años y todavía está en uso hoy en día como amuletos, talismanes o adornos de pared. Parece tener sus orígenes en la antigua Mesopotamia con la mano de Ishtar siendo un símbolo de la protección divina a pesar de que no contenía el ojo en la palma.

Una representación más cristiana con temas de la Hamsa es una obra de arte llamada «El Mundo Divino» de Kahlil Gibran, un prominente libanés católico maronita del siglo 20 que fue un poeta, pintor, escritor, filósofo, teólogo.

Detalle de ‘El Mundo Divino’ por Kahil Gibran

En Grecia y Turquía tienen algo similar a la Hamsa que ellos llaman «Nazar». Es sólo un ojo sin la mano pero se utiliza de la misma manera y tiene el mismo significado que la Hamsa, es decir, para alejar el mal de ojo, en forma de amuletos o adornos colgantes usualmente hechas de vidrio azul.

Un Nazar / Imagen: Alborz Fallah

Del mismo modo, en el budismo existe el amuleto «Ojo de Buda» para alejar el mal de ojo.

El símbolo de un ojo en una mano también aparece en las culturas azteca y maya, y en obras de arte nativo americano, aunque los arqueólogos no están seguros que significado tenían para estas culturas.

Abajo esta un ejemplo de los nativos americanos referido como «El Disco de Cascabel», que fue descubierto por un agricultor en Moundville – Alabama, EE.UU. en el 1800. Algunos arqueólogos creen que su simbolismo pudo haber representado un portal a las dimensiones espirituales. Es la obra de arte decorada más elaborada que se encuentra en Moundville dando lugar a la creencia de que era de mucha importancia para sus creadores. Otras obras que se encuentran allí también contienen el símbolo de la mano y el ojo.

El enigmático disco cascabel /Imagen: Dennis Vesper

Antiguo Ecuador

También está el sorprendente descubrimiento de 1984 en La Maná, en el centro de Ecuador, de un antiguo artefacto conocido como la Pirámide Negra que se encontraba entre 300 artefactos de origen desconocido.

No se sabe de que cultura provino y los numerosos objetos encontrados son desconcertantes y aparentemente fuera de lugar en esta parte del mundo, como por ejemplo un objeto diseñado como una Cobra Real del sudeste de Asia. Las cobras no existen en América del Sur.

La llamada Pirámide Negra está hecha de piedra negra con un ojo en el ápice. La piedra que tiene incrustaciones de oro forman 13 niveles de «ladrillos» y un ojo en la parte superior. Estas incrustaciones brillan cuando están bajo la luz negra. En general se ve como una representación de la gran pirámide de Giza (a 12022 km. de distancia) y también increíblemente parecido al símbolo de la pirámide con el ojo que se utiliza en el gran sello y en el billete de 1 dolar de EE.UU..

También es interesante observar el artefacto cobra que tiene otra similitud con el antiguo Egipto, donde la cobra elevada se asocia con el Ojo de Horus/Ra y Wad-jet en sus aspectos de protección con eso siendo llevado en la frente de los faraones en el entrecejo justo donde se encuentra el tercer ojo. Esto simboliza la elevación de las energías de una persona a una vibración más elevada que lleva internamente al despertar de las facultades psíquicas tal como estos latentes en el tercer ojo.

Pirámide Negra Illuminati con la Cobra Real

No se sabe cuán antiguos son estos objetos ya que datarlos no ha sido posible pero se piensa que son anteriores a las culturas antiguas conocidas de la región. También hay un lenguaje de tipo pre-sánscrito (lo que es muy antiguo) grabado en algunos de los objetos, incluido la parte inferior de la pirámide negra, donde también hay marcas que aparecen trazar las estrellas de la constelación de Orión, el cual las pirámides de Giza también traza. Las 4 marcas en pre-sánscrito se cree que al traducirlos dicen «el hijo del creador viene».

Dado el cuidado que se tomo para crear este objeto pareciera haber sido un símbolo importante para sus creadores, aunque no está claro cómo lo interpretaron.

Antigua Grecia

En los Himnos de Orfeo, el himno Para el Sol lo describe indistintamente así;

Como un «ojo eterno con amplia inspección»;
Y la compara con ser el «Padre de las edades»;
Y como «Immortal Jove, toda búsqueda, produciendo luz»;
Entonces después como el «Gran ojo de la Naturaleza y el cielo estrellado»;
Seguido del «defensor fiel, y el ojo del bien»

Aquí vemos en un texto antiguo del mundo occidental una similar representación del sol, como la presentada en el antiguo texto del Este, el Rig Veda, como un ojo del creador y un ojo que todo lo ve que nunca se cierra, siempre vigilando y protegiendo el bien.

El Cristianismo

«La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz.» (Jesús en Mateo 6:22)

«Los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a su clamor,» (Salmos 34:15)

«Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos.» (Proverbios 15: 3)

¿Muestra la tumba de Talpiot un ojo que todo lo ve?

Un posible primer uso conocido del símbolo del ojo que todo lo ve en el judeo-cristianismo es la llamada «tumba de Jesús» del primero siglo d.C. descubierto en 1980, que utiliza un símbolo similar en la entrada de la tumba. Independientemente de quien es la tumba, ¿podría ser un primer uso conocido o los inicios del símbolo del ojo en la pirámide en la tradición judeo-cristiana?

En el cristianismo, el ojo que todo lo ve o «El Ojo de la Providencia» o «El Ojo de Dios» se ha utilizado como un símbolo por lo menos desde el siglo 16, como se ve en el siguiente cuadro de abajo que representa una escena de Lucas 24: 13-32 donde después de su resurrección Jesús tiene la cena con dos discípulos.

Pintura cristiana del siglo sexto – fecha 1525, por el artista italiano Pontormo (estudiante de Da Vinci), llamado la Cena en Emaús – representa a Lucas 24: 13-32

El ojo esta el interior de un triángulo, y rodeado de rayos de luz, con el triángulo representando la Santísima Trinidad y el entero símbolo significando la omnipresencia de Dios y el ojo que todo lo ve observando la creación.

Algunos afirman que el ojo en el símbolo del triángulo se añadió a la pintura poco después delConcilio de Trento 1545- 1563, para cumplir con sus cánones y decretos, pero incluso si eso es así aun colocaría su uso en el siglo 16.

En Alsacia, Francia, el fresco pintado sobre el altar de la iglesia de la abadía de Saint-Jean-Baptiste (1763) muestra un gran ejemplo del símbolo del ojo en la pirámide, con los rayos de la gloria atravesando las nubes.

Un ojo que todo lo ve en la Iglesia Saint-Jean-Baptiste / Imagen: Ralph Hammann

Otro ejemplo se encuentra en la catedral de Aquisgrán en Alemania. El edificio fue construido a finales del siglo octavo bajo el emperador Carlomagno y luego ampliado en la Edad Media, con otros diversos cambios y actualizaciones en el camino. Al parecer, el símbolo del ojo que todo lo ve se colocó en la catedral en 1766 para marcar las renovaciones efectuadas ese año.

Catedral de Aachen que con el ojo que todo lo ve / Imagen: Trexer

Ten en cuenta que estos dos primeros ejemplos son anteriores a la fundación de los Illuminati de Baviera (1776), aunque la masonería ya existía en Inglaterra y Europa en ese momento. Tal vez fue una influencia masónica que vio estos símbolos utilizados en estas catedrales, sin embargo, no fue hasta 1797 que se considera que los Masones comenzaron a utilizar el símbolo del ojo en la pirámide.

El símbolo del ojo en la pirámide también ocupa un lugar destacado en la fachada frontal de la Iglesia Hartegbrugkerk en Leiden, Países Bajos, construido en 1835-1836. Las palabras latinas «Hic Domus Dei est et Porta Coeli» se traduce como «Esta es la casa de Dios y la puerta al cielo.»

Otro ojo que todo lo ve en lo alto de la Iglesia Hartegbrugkerk, Holanda / Imagen: Robbiedoes

Estos son sólo algunos ejemplos cristianos de muchos que aparecen en Europa.

En conclusión

Como hemos visto, a lo largo de la historia ha habido una fuerte tradición a través del tiempo, los continentes y las culturas en la utilización del simbolismo del ojo para representar generalmente una fuerza benevolente creadora vigilante, que ayuda y protege a la humanidad y representa una parte espiritual que se encuentra dentro de uno.

http://conspiraciones1040.blogspot.com/

Taylor Camp: un lugar donde la libertad era posible (FOTOS)

2.-Kailio-Point-Haena

La Arcadia fue una unidad periférica en Grecia que con el tiempo se deformó hasta emplearse para designar un lugar imaginario perfecto. La Arcadia fue creada y descrita por artistas y poetas del Renacimiento y el Romanticismo como un lugar donde reinaba la paz, la libertad, la felicidad y la sencillez en comunión con la naturaleza. Esta idea de un lugar ideal, llámese Arcadia o Utopía, tiene la ventaja (así como la desventaja) de estar limitada a nuestra imaginación. Sin embargo, hubo un tiempo, donde algunas personas violentadas por su entorno, crearon un espacio ideal donde pudo reinar, aunque fuera por cierto tiempo, la libertad, la felicidad y la sencillez.

Taylor Camp, dice el fotógrafo John Wehrheim, no era una comuna, y no había reglas. Situado en el borde de la carretera a lo largo de la playa de la antigua isla de Kauai, el pequeño pueblo fue el hogar de inquietas almas anhelando escapar de los disturbios de su generación, de los traumas de la guerra de Vietnam, de los asesinatos de Kennedy y Martin Luther King.

Los jóvenes de todo el país huyeron a Taylor Camp, donde erigieron y vivieron en casas de árbol improvisadas con bambú y hojalata, cabalgando sobre las olas, tirándose desnudos en la arena, fumando hierba, pescando sus alimentos, criando a sus hijos. Animales libres viviendo libremente, sin necesidad de pagar por habitar libremente un pedazo de tierra en el planeta. Evidentemente, ese tipo de libertad atenta contra toda la construcción de este sistema.

Wehrheim llegó a Kauai en 1971 a la edad de veintitrés años, llevaba solamente una mochila, una tabla de surf y una pipa. Él y un antiguo alumno fueron invitados a permanecer en la propiedad de Howard Taylor, quien en ese momento era el dueño del terreno en el que el campamento se levantó.

Después, los primeros trece campistas hippies que se establecieron en la isla fueron encarcelados bajo las leyes estatales de vagancia, Howard los rescató y les ofreció la tierra que se encontraba al otro lado de la bahía de su casa. Para 1969, el campo fue oficialmente Taylor Camp.

Este lugar cada vez mayor y llegó a albergar casi un centenar de hombres, mujeres, y niños, a los que con frecuencia visitaba Wehrheim para dormir fuera de sus casas y realizar este registro fotográfico.

La primera vez que se aventuró en el campo, el fotógrafo fue recibido con un grado sospechoso. Fue hasta que se encontró con una casa elevada a 75 pies de altura, conocida simplemente como “La Casa Grande”, que el rostro de Debi verde surgió de las copas de los árboles.

Ella le dio la bienvenida al redil, presentándole a su hermana Teri y permitiéndole realizar sus retratos.

4.-The-School-Teachers-House

La gente venía a Taylor Camp en busca de una existencia apartada de la violencia que dominó los principales medios de comunicación y la vida cotidiana de las personas. Había niños, universitarios, veteranos de guerra. En ese lugar, las personas se encontrarban con la paz y la solidaridad que los había eludido en sus hogares anteriores. Encontraron amigos, amantes, hermanos y hermanas.

Mientras que algunos se habían hecho de empleos estables, otros encontraron trabajo con la gente del lugar, quienes generalmente resentían la migración hippie en masa, aunque también valoraban que los campistas estuvieran dispuestos a trabajar por pequeñas cantidades de dinero en efectivo. Los niños montaban el autobús a la escuela local, y tenían una partera y un médico que acaba de volver de la guerra. Los alimentos crecieron de forma natural a su alrededor, y muchos fueron apoyados también con proyectos locales de bienestar y cupones de alimentos.

10.-Minka-and-Alpin-in-their-Room

Taylor Camp estuvo en pie durante ocho años, hasta que en 1977 el gobierno condenó la aldea para dar paso a un parque estatal. A medida que el gobierno estatal comenzó a acercarse, la comunidad solicitó la ayuda del abogado de Legal Aid Max Graham y su ayudante JoAnn Yukimura, que llegaría a ser tanto la esposa de Wehrheim así como la primera mujer alcalde estadounidense de origen japonés del país.

Aunque los desalojos se retrasaron unos pocos años, la mayoría de los campistas fueron finalmente persuadidos de abandonar el campamento por su propia voluntad, de trasladarse a diferentes partes de la isla y del país. Los pocos que se quedaron fueron robados y golpeados por alborotadores locales hasta que fueron acarreados por las autoridades y hasta el último vestigio del campamento fue quemado. Una madre y su bebé fueron de los pocos que se mantuvo hasta el final.

John Wehrheim dejó el registro de esta arcadia, que pasó a ser el referente “real” de un ideal utópico, erigiéndose dentro de nuestra memoria como un lugar posible fuera de la imaginación. Un lugar que siempre podremos volver a crear.

Johnny-and-Marie-looking-up

Paolo-Sharon-and-Roberto (1)

Bobo-making-lunch

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12.-Johnny-and-Marie-at-home

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La estela de Nora

Estela de Nora dispuesta en el Museo Arqueológico Nacional de Cagliari

Se admite en general que la estela inscrita de Nora constituye el hallazgo fenicio más antiguo de Occidente. Dicha estela, hallada en 1.773 cerca de Pula, la antigua Nora, contiene uno de los epígrafes fenicios más estudiados y debatidos de cuantos han ido apareciendo en el Mediterráneo occidental. Desde la publicación de la inscripción de esta estela en 1.835 junto a otros epígrafes del mismo área, han sido la referencia para establecer una cronología alta para las primeras fundaciones coloniales en la isla de Cerdeña. Atendiendo a criterios puramente epigráficos, se ha datado casi unánimemente a finales del siglo IX ANE. La grafía cuenta con paralelos directos en inscripciones chipriotas y fenicias de los años 830-825 ANE pero, también es cierto, y raras veces es mencionado, que sus paralelos en Oriente definen un marco cronológico mucho más amplio, que se prolonga, incluso, hasta finales del siglo VIII ANE. En otras palabras, la cronología atribuible a la estela de Nora abarca desde el 830 al 730 ANE; y ello, sin considerar la posibilidad de arcaísmos en las formas gráficas de los epígrafes de Occidente.

La inscripción, incisa en esta estela de carácter monumental, parece conmemorar la edificación de un templo (lbt) dedicado al dios Pmy en la isla de Cerdeña (b šrdn). Probablemente evoca la llegada de un grupo de fenicios a Nora, ya que se solían conmemorar, como ocurre igualmente en Gadir, Lixus o Útica, mediante la construcción de un templo. La divinidad, en este caso Pumay, sanciona la elección y apropiación de un territorio rico en plomo argentífero y hierro. Todo ello conformaba un conjunto monumental con el que sus constructores pretendían trasladar un mensaje a los navegantes llegados a las costas sardas; como ocurría con Melqart en Gadir.

La cronología atribuida a la estela de Nora confirmaría, por último, la cita de Pausanias (10:17, 5) en la que menciona que la población de Nora era la ciudad más antigua de Cerdeña.

Respecto al dios Pumay, se desconoce el significado que pudiera tener su presencia en la isla pues se trata de una divinidad habitualmente relacionada con Chipre y, en particular, con Kition, dónde se ha constatado su inclusión en la nomenclatura de los reyes de estirpe fenicia del siglo IV ANE, como Pumaijaton o Pumjaton. Así mismo, el famoso regente de Tiro, Pygmalión, puede deber su nombre, acaso, de la asimilación de dos deidades: Pumai y Elyon. De alguna forma, este rey de Tiro aparece relacionado con alguna de las fundaciones fenicias de Occidente. Una vez más, en el origen de las colonias de Occidente se mezclan personajes históricos, divinidades, héroes y mitos. En el caso de Cartago, un dios-rey (Pumai-Pygmalión) es responsable de su fundación hacia el año 814-813 ANE y su hermana Elissa pasó a personificar la isla de Chipre, llamada así en los textos orientales (Alashiya); en el santuario de Melqart en Gadir, existía el “olivo sagrado de Pygmalión”, que daba frutos en forma de esmeraldas.

De modo que, pese a que el dios Pumay surgiera en el entorno chipriota, en periodos inmediatamente posteriores estuvo directa o indirectamente vinculado a la colonización fenicia de Occidente.

Relieve de nave de guerra fenicia del Palacio de Sennacherib, Nínive

Volviendo a nuestra estela, se debe señalar que en Nora no se constatan indicios de poblamiento fenicio antes del siglo VII ANE; por lo que cabría preguntarse si una inscripción en una estela aislada constituye un argumento riguroso y sólido a favor de apoyar la presencia fenicia en Cerdeña durante el siglo IX ANE.

Transcripción

  1. BT RŠ Š (Tarshish)
  2. NGR Š H’
  3. BŠRDN Š
  4. LM H’ ŠL
  5. M SB’M
  6. LKTNBN (Milkaton)
  7. Š BN NGR
  8. LPNY

Como el estado de su traducción no es completo ni definitivo, no hemos querido dejar constancia literal de ninguna, salvo las partes coincidentes. Simplemente decir que hay dos teorías predominantes; una, la que ya hemos mencionado y que cuya finalidad estaría relacionada con el culto a una divinidad y, la otra, en la que algunos investigadores lo consideran la conmemoración de una expedición de tipo militar encabezada por un individuo oriental cuyo nombre era Milkaton.

http://www.orientalia.com.es/la-estela-de-nora/

 

El Arca de la Alianza pronto será revelada al mundo

La revelación del milenio

El Arca de la Alianza, según la Biblia, es la caja que guardaba las Tablas de la Ley de Moiséscon los Diez Mandamientos, y constituye, sin la menor duda, el objeto sagrado más codiciado de cuantos han sido buscados por el hombre en distintos lugares de la tierra, desde África a Oriente Medio.

Rodeada de misterios, todavía hoy es uno de los tesoros más míticos del Antiguo Testamento. Durante siglos, el Arca ha encendido la imaginación de fanáticos, místicos, aventureros, arqueólogos y escritores. Su búsqueda por la historia ha sido incesante, los propios masones o los templarios estuvieron cerca de encontrarla , pero hasta ahora pocos son los elegidos que han podido verla.

Parece ser, que el Arca se encuentra en Etiopía y que la humanidad está a punto de asistir a su Revelación:  EL Patriarca copto ortodoxo de Etiopía, Abuna Paulos, acaba de pronunciarse al respecto de la reliquia y ha asegurado en una rueda de prensa, en el Hotel Aldrovandi en Roma, que “ha visto” el Arca de la Alianza y que su estado de conservación es “bueno”. Paulos cree que ha llegado el momento de la verdad,  afirma que no puede decir donde se encuentra el Arca, pero sí asegurar que la ha visto y que es como está descrita en la Biblia.

 

Según la tradición copta ortodoxa etíope, el Arca de la Alianza, se encuentra custodiada en la catedral de Tsion Maryam, en el reino de Axum, en Etiopía, después de que fuera robada de Jerusalén por el hijo del rey Salomón-el vástago Emperador Menelik I-,y llevada a Axum, considerada como la Jerusalén de Etiopía. En Axum ha sido custodiada durante siglos y hasta hoy, por monjes ortodoxos de la ciudad…

Paulos subrayó que ha invitado al papa Benedicto XVI a visitar Etiopía y la ciudad santa de Axum donde se va a construir un importante museo, aunque todavía está por decidir si será el lugar para guardar la verdadera Arca de la Alianza.

¿Será el Papa el siguiente en ver el Arca, antes de que el mundo asista a su revelación?

Y una última cuestión; Si verdaderamente la reliquia ha estado todo este tiempo en Etiopía,

¿cómo el mundo no se ha percatado antes  de ello? La respuesta habrá que buscarla una vez más en la leyenda.

Cómo llega el Arca desde Israel a Etiopía

Hace 3000 años el Arca fue traída a Jerusalén y adorada como el más sagrado de los objetos sagrados, para las gentes de entonces, el Arca significaba  la personificación de la presencia de Dios en la Tierra. Sin embargo, en algún momento de ese remoto pasado, el Arca desapareció, esto dió origen a una búsqueda que ha inspirado a creyentes y cazadores de fortunas durante milenios.

La Biblia narra que en tiempos deSalomón y Saba, nació Menelik I,su hijo vástago y  primer rey de Etiopía.

Años más tarde Menelik fue enviado a casa de su padre en Jerusalén para recibir educación, a pesar de los esfuerzos de Salomón para que se quedara, Menelik regresó a Etiopía con el primer hijo del sumo sacerdote. La tradición cuenta que se llevaron consigo el Arca y la colocaron en un templo en la isla de Elefantina cerca del río Nilo, donde permaneció por 800 años.

¿Pero qué sucedió luego de esos 800 años? Etiopía fue convertida al Cristianismo y el rey cristiano llegó con sus ejércitos, llevó el Arca a Axum y la colocó en la Iglesia de Santa María de Sion donde esta desde entonces.

Curiosamente, el Arca es el punto central del culto y la adoración cristiana en Etiopía, cada una de las 20.000 iglesias de Etiopía contiene un réplica del Arca de la Alianza.

El misterio del Arca de la Alianza será revelado

Ha comenzado, pues, la cuenta atrás para que finalmente sea revelado el misterio de la sagrada Arca de la Alianza. En más de 200 referencias el Antiguo Testamento se describe con detalle los sorprendentes poderes legendarios del Arca, capaz, entre otros, de liberar ráfagas de luz divina y cuyos rayos pueden incinerar a cualquiera.

Según la tradición judía, en ella se encuentran las tablas de la Ley, es decir, los Diez Mandamientos y entre sus materiales podemos encontrar la madera de acacia. Construida porMoisés, por fuera está decorada de oro y estuvo en posesión del pueblo judío hace mucho tiempo: les acompañó en sus vicisitudes, en sus batallas y sus luchas contra los filisteos y se mantuvo en diversos lugares hasta que el Rey David pensó colocarla en la fortaleza enJerusalén.

Pero fue Salomón, hijo y sucesor de David, el que puso finalmente el Arca en el Templo de Jerusalén, que él mismo había construido. Esta historia se entrelaza con otros acontecimientos históricos y religiosos. De hecho, el Arca desapareció en el 586 aC, con la conquista de Jerusalén por parte de los babilonios y la consiguiente destrucción del Templo de Jerusalén.

Durante el reinado de Salomón, Jerusalén pasó a ser el centro de la vida política y religiosa en la tierra santa. En pleno corazón de Jerusalén se erigía el templo construído por Salomón para alvergar el Arca de la Alianza, el Arca permaneció en el templo hasta algo después del año 900 a.C. cuando, misteriosamente, desapareció.

Desde entonces no se hizo gran mención de ella en la Biblia. Inexplicablemente el Arca desapareció y durante más de 2000 años de búsqueda y exploración se han tejido decenas de leyendas y teorías en torno al Arca Perdida.

La búsqueda del Arca por los templarios

Hace casi 1000 años, las cruzadas cristianas recuperaron el control de Jerusalén de manos de los musulmanes que habían gobernado la ciudad desde el séptimo siglo. En el 1119 de nuestra era, un grupo conformado por nueve nobles franceses, que se hacían llamar los los caballeros pobres de Cristo y del templo de Salomón, llegaron a Jerusalén. Se establecieron en la cima del monte, donde una vez estuvo el templo de Salomón.

Los caballeros sostenían que su misión en tierra santa era mantener libres de bandidos el camino a Jerusalén.

Sin embargo, nunca salieron de la montaña-templo y, en cambio, comenzaron a cavar. Trabajando desde afuera de la mezquita comenzaron a excavar la caverna natural que yacía debajo de la piedra sagrada. La caverna, según la tradición islámica, se conocía como el “pozo de las almas“, un pasaje que llevaba a las entrañas de la tierra y que conducía a un tesoro custodiado por demonios;

En realidad lo que los caballeros buscaban era el Arca de la Alianza. Pero nunca la encontraron.

En épocas más recientes, los arquéologos israelíes descubrieron la salida al tunel que cavaron los caballeros de la montaña-templo. El túnel se extiende por debajo de la montaña, pero debido a restricciones impuestas por el gobierno musulmán, nunca ha sido explorado.

En 1989 un periodista británico hizo una declaración que sacudió al mundo. La legendaria Arca Perdida no se encontraba perdida en realidad sino a salvo, escondida en una iglesia de Etiopía a donde había sido trasladada secretamente hace más de 1000 años.

Ahora volvemos a tener noticias de la existencia del Arca en Etiopía.

Conclusión

De confirmarse la autenticidad de la reliquia podríamos esperarnos cualquier tipo de respuesta por parte de las distintas comunidades religiosas que han tenido relación con el Arca sagrada en el pasado. Tal vez, habría que valorar los pros y contras de contar la verdad, puede que sea preferible que permanezca el misterio en torno al Arca de la Alianza y sus enigmas sigan sin ser desvelados.

 

http://blogs.lainformacion.com/strambotic

Descubierto un Manuscrito de Hechizos egipcios con 4.000 años de antigüedad

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Efectivamente, un manuscrito de cuero que cuenta con 4.000 años de antigüedad ha sido minuciosamente reconstruido en el museo del Cairo después de ser encontrado en sus depósitos.

Con 2,5 metros de longitud, Muestra en color a seres sobrenaturales con textos a ambos lados, sus versos tratan sobre misteriosos conjuros y hechizos, al parecer, el manuscrito estaba fragmentado y olvidado en lo más profundo del museo del Cairo hasta que el egiptólogo Dr. Wael Sherbiny lo encontró.

Al parecer, lleva en el museo desde antes de la segunda guerra mundial y según Sherbiny, fue comprado al instituto francés de egiptología oriental para posteriormente ser donado al museo.

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Fragmento correspondiente al libro de los muertos

Sherbiny, comenzó a estudiar todos los fragmentos de ese enorme rompecabezas hasta poder completar su reconstrucción.

El Rollo corresponde a un periodo comprendido entre el año 2.000 y 2.300 antes de Cristo y contiene numerosos textos religiosos así como un segmento llamado “El libro de los dos caminos” del que se debe conocer algún fragmento encontrado en ciertos ataúdes, asimismo, incorpora multitud de hechizos que se debían formular en primera persona, preparados para ser recitados por algún sacerdote o mago.

Lo curioso es que al parecer, el llamado “Libro de los dos caminos” habla de una misteriosa estructura arquitectónica muy elaborada e intrínseca con un acceso restringido protegido por múltiples puertas e imponentes guardianes, estos últimos dotados de poderes sobrenaturales.

El documento, alberga el conocimiento necesario sobre magia para poder superar el acceso a semejante estructura vigilada.

Como vemos, la antigua magia estaba muy desarrollada en el remoto pasado de la humanidad, asimismo, estaba reservada a una casta de personajes con un gran conocimiento secreto que los hacia especialmente poderosos, quizás… en la actualidad siga siendo lo mismo.

http://www.mundodesconocido.es/descubierto-un-manuscrito-de-hechizos-egipcios-con-4-000-anos-de-antiguedad.html