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Voy a comenzar este articulo con una frase de George Mann, profesor adjunto de bioquímica en la Facultad de Medicina de la Univesidad de Vanderbilt, un científico reputado que había participado en el estudio cardiológico de Framingham ( que luego citaremos por su importancia ),
» La idea sobre el colesterol y las enfermedades cardíacas es el mayor fraude de la historia de la medicina « dijo tras un «consenso» multitudinario, más propio de la presentación de una película. En la cual unos compañeros suyos alardeaban ante la prensa que bajar los niveles de colesterol reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, » Han manipulado las pruebas en su favor» -añadió.
George Mann.
Esta historia es más propia de una película de gansters, llena de tramas conspiratorias, intereses políticos y sobre todo dinero, mucho dinero. La historia está llena de ellas y me hace desconfiar cada vez más del ser humano y toda la codicia que hay dentro de él, capaz de cualquier cosa por llenarse los bolsillos a costa de la salud de los demás.
La verdad es una historia que se puede alargar en exceso, voy a intentar ser lo más breve posible ( para no aburriros, ya que mi intención es que leáis el artículo ). Empecemos por lo más básico.
¿QUÉ ES EL COLESTEROL?
El colesterol es un tipo de sustancia cerosa: es un esterol, es decir, que es un tipo de grasa y componente importante de las membranas de las células del organismo. Lo fabrica el propio organismo, en su gran mayoría, a través del hígado y el resto lo absorbemos a través de la dieta. Cuanto más colesterol ingerimos menos fabricamos. Aunque tener niveles altos de colesterol está marcado también por nuestra genética, sobre todo en lo que HDL respecta.
El colesterol es esencial para el organismo, sin él no se podría fabricar hormonas sexuales, como la testosterona y estrógenos, ni las sales biliares fundamentales para la digestión de las grasas, ni se podría fabricar vitamina D. Añadir que gran parte del colesterol se encuentra en el cerebro y forma parte de la mielina, que compone las uniones entre las neuronas y son imprescindibles para la transmisión de los impulsos nerviosos.
El colesterol es transportado por unas partículas llamadas lipoproteínas, las más comunes las de alta densidad ( HDL ) y baja densidad ( LDL ), esto ya te irá sonando. Desde hace décadas se ha considerado al HDL como el bueno de la película y el LDL como el malo y es así aunque hay que hacer ciertas aclaraciones. Siempre se ha dicho que niveles altos de LDL eran un signo evidente de que en un futuro tenías todas las papeletas para sufrir una enfermedad cardíaca, pero hay numerosos estudios que demuestran que esto no es así ni por asomo y nos han estado engañando durante muchos años.
En un principio se tenía en cuenta el colesterol total para diagnosticar futuros problemas de salud, con el paso del tiempo la medicina avanzó y en los análisis empezaron a distinguir entre HDL y LDL, siendo este último el principal causante de las enfermedades cardíacas.
Hoy en día se ha podido comprobar que dentro de las LDL hay dos clases, las LDL-a y LDL-b, y no es tanto la cantidad total de LDL si no la cantidad que tengas de una u otra para determinar dichas afecciones. Como describen Jonny Bowden y Stephen Sinatra, nutricionista y cardiólogo respectivamente,» las primeras son inofensivas, son como bolitas de algodón, pero las segundas son como perdigones», por lo tanto lo que realmente importa es la cantidad de LDL-a que tengamos, no es importante si tenemos niveles altos de LDL totales y es necesario saber con exactitud cuál es el patrón dominante de LDL. Igualmente pasa con el HDL, no todo el HDL es bueno. Se pueden diferenciar las HDL-2 Y HDL-3, las primeras nos protegen de la inflamación y estas últimas son pequeñas, densas y provocan inflamación.
Todo y qué decirlo, los nuevos análisis más completos y avanzados sólo se realizan por médico privado.
¿POR QUÉ LO FABRICAMOS?
Como ya hemos dicho en multitud de ocasiones hay una cosa que no podemos negar ni evitar y es que nuestro diseño evolutivo, creado durante millones de años, no ha variado en demasía. Vamos, que somos genéticamente muy parecidos a aquellos hombres que corrían tras los Mamuts e incluso a aquella especie de…monitos de ojos saltones, los cuales, gracias a estos les permitieron obtener sus primeras raciones de proteínas, derivadas de los insectos que cazaban.
El colesterol no se encuentra en el reino vegetal, así que nuestros ancestros que se alimentaban en un principio única y exclusivamente de raíces, hojas y frutas, desarrollaron la capacidad de fabricar su propio colesterol, el cual no ingerían a través de la dieta. Por lo tanto, debido a esta herencia genética tenemos la capacidad de fabricar colesterol a partir de las grasas y lo que es más peligroso, de los azúcares que con tanta felicidad ingerimos a todas horas ( pero esto dará que hablar en otro artículo ).(1)
LA PARANOIA DEL COLESTEROL
Parece ser, que fue en los años cincuenta, cuando comenzó la colesterofobia, gracias a un informe de un bioquímico llamado Ancel Keys. Éste publicó un estudio que se llamaba El estudio de los siete países, trataba básicamente de un informe que relacionaba las grasas consumidas en la dieta de la población de un número determinado de países con la tasa de ataques cardíacos que estos sufrían. El informe en un principio constaba de 22 países y Keys escogió los 7 que más le beneficiaban para dar validez a su teoría.
Este estudio resultó ser un fraude, ya que numerosos países que tenían un alto consumo de grasas también tenían indices muy bajos de ataques cardíacos. Lo que demuestra que las grasas no eran las responsables. Pero la teoría tenía sentido y su campaña contra las grasas dio resultado. Esto no pasó desapercibido para muchos científicos que le recriminaban que había países que, a pesar de consumir la misma cantidad de grasas, tenían índices de enfermedades cardíacas mucho más bajos. Fue Jhon Yudkin, médico inglés, quién hizo un más exhaustivo análisis de todas las pruebas, ya que tuvo en cuenta otros factores como los diferentes tipos de grasas, proteínas y carbohidratos y llegó a la conclusión que el azúcar era el factor dietético desencadenante de las enfermedades cardíacas.
A pesar del claro fraude, años más tarde la comisión McGovern utilizaría estas recomendaciones para cambiar la política nutricional de los Estados Unidos, respaldados por la USDA. Estos acallaron las voces discrepantes filtrando unos informes a la prensa diciendo que el presidente de la Academia Nacional de Nutrición y Ciencias de la Alimentación, Philip Handler, que era una poderosa influencia en contra, tenía intereses económicos con la industria alimentaria.
Poco después de que apareciera esta obsesión por las grasas y el colesterol, comenzó una escalada alarmante, hasta hoy día y va en aumento, de problemas de diabetes y de obesidad las cuales se han convertido en pandemias a nivel mundial. ¿Te parece casualidad?, realmente no. Las empresas alimentarias se apresuraron a fabricar productos bajos en grasas y cambiaron éstas por carbohidratos procesados, aceites vegetales y grasas trans, que son mucho más perjudiciales para el corazón. Evita los productos que en la etiqueta dice : «Bajo en grasas», estarás cambiando grasas por cucharadas de azúcares.
EL ESTUDIO DE FRAMINGHAN Y OTROS DATOS
Los defensores de la teoría del colesterol nombran este estudio con frecuencia. Éste se realizó en 1948 y estuvo siguiendo las enfermedades cardíacas de más de 5.000 residentes de Framingham, Masachussetts. Fue un estudio de larga duración y después de 16 años los investigadores afirmaron haber encontrado una relación directa entre el colesterol y las enfermedades cardíacas.
Pero había un detalle importante y es que tanto los que habían desarrollado enfermedades cardíacas como los que no, tenían los mismos niveles de colesterol. De hecho, según el estudio, incluso varones con niveles bajos de colesterol ( 150mg/dl ) sufrían enfermedades cardiovasculares.
30 años después de iniciado el proyecto la conclusión fue que los varones de 48 años, con niveles de colesterol altos, vivían lo mismo e incluso más que los que los tenían bajos y que los niveles de colesterol, sólo habían sido relevantes en los pacientes que ya habían sufrido ataques cardíacos.(2)
El estudio de Lyon sobre dieta y corazón (3) reveló que cambios dietéticos y de estilo de vida lograban reducir las muertes por enfermedad cardiovascular hasta en un 76%, sin importar los niveles de colesterol. Este estudio de realizó teniendo en cuenta las grasas omega 6 y omega 3, poniendo de manifiesto que disminuyendo las primeras los resultados , como ya hemos mencionado, eran sobresalientes.
Otro estudio llamado el estudio de la salud de las enfermeras (4) reveló que el 82% de enfermedades coronarias se debían a cinco factores y ninguno de ellos tenía que ver con los niveles de colesterol.
En 1992 se realizó un estudio analizando la sangre de sujetos centenarios, para intentar descubrir cuál era el secreto, si lo había, para su longevidad. Descubrieron 3 puntos en común: niveles bajos de trigliceridos, niveles altos de HDL y niveles bajos de insulina en ayunas (5). Los triglicéridos y la insulina en ayunas caen al reducir o eliminar azucares y carbohidratos de la dieta. Tener los triglicéridos elevados es un síntoma más preocupante que tener altos niveles de colesterol, ya que es un factor a tener en cuenta para pensar que se tiene un patrón LDL del tipo b ( LDL-b ).
Hay muchos estudios y están a la mano de cualquiera, sólo hay que querer saber. Uno de los que más podría haberme impactado ( si desconociera el tema de la nutrición ) es un estudio en los que se quería demostrar la relación entre el consumo de huevos, el auténtico diablo en este tema y los niveles altos de colesterol (6). El resultado fue que no encontraron efecto del consumo de huevos en el riesgo de enfermedad cardíaca coronaria. Es posible que el efecto adverso de los huevos en el colesterol LDL se compensa por su efecto favorable sobre el colesterol HDL .
Pero si reduces la ingesta de grasas saturadas es posible que te desciendan algo los niveles de colesterol, pero en realidad te descenderán los niveles de LDL del patrón a, justamente el que interesa tener más alto.(7)
Cuando sigues una dieta rica en grasas y baja en hidratos, se reducen las LDL-b y aumentan las LDL-a.
Las autoridades sanitarias TIENEN EN SUS MANOS la salud de millones de personas y deberían de replantearse seriamente lo que están haciendo. Hay muchos intereses en juego por parte de unos y por otros ( muchos médicos ), un total desconocimiento de lo que pasa fuera de sus consultas, quizás muchos no tengan estudios de nutrición y siguen las recomendaciones del Ministerio correspondiente. Es lo que me ocurrió a mí, tras hacerme un analisis y ver que tenía los niveles por encima de 230mg/dl, el médico sacó un taco que tenía con la pirámide nutricional y unas recomendaciones standard, os podéis imaginar dónde acabaron en tal que salí de la consulta, en fin…
Los verdaderos culpables de que los niveles altos de colesterol causen enfermedades cardíacas son la oxidación, la inflamación, el azúcar y el estress, las dos primeras grandes culpables del daño arterial.
Las lipoproteínas LDL se dañan por los radicales libres ( inducidos por el estress) y el azúcar en el torrente sanguíneo, que se pega a las proteínas, produciendo daños y formando unas moléculas toxicas llamadas productos de glicación avanzada o PGA, que también daña las LDL, esos son los verdaderos culpables, ya que la ingesta de colesterol no es igual a unos niveles altos en sangre, excepto en algunas personas y lo que es más importante su reducción en la dieta prácticamente no tiene una repercusión demasiado importante en el resultado final.
El colesterol es esencial para la vida, el hecho de comer grasas saturadas hace que se eleven los niveles de HDL y LDL-a (recordemos que era el bueno de » los malos «) y según estudios no hay ninguna prueba que demuestre que las grasas saturadas influyen en las enfermedades coronarias (8), subir el colesterol lo suben, ahí les doy la razón, pero el «colesterol bueno». Ahora bien, el problema de las grasas que comemos en la actualidad sería el desequilibrio entre grasasOmega 3 y 6 debido a la alimentación de nuestros animales y que viven confinados en jaulas en vez de corretear libres.
Nuestros antepasados tenían una alimentación en la que había un equilibrio entre omega 3 y omega 6 en una proporción de 1:1 ó 1:2, en una dieta ancestral mucho más acorde con nuestra genética, porque los ácidos grasos omega 3 tienen propiedades antiinflamatorias, lo contrario que el omega 6. Este desequilibrio nos causa una cantidad de problemas brutales.
Hoy en día nuestra dieta está bastante desequilibrada hacia los omega 6, en una proporción que puede llegar hasta 1:50. Los alimentos ricos en omega 3 es necesario que provengan del pescado, ya que los de origen vegetal no tienen una disponibilidad inmediata y el cuerpo los utiliza para realizar otras funciones, como puedes leer en este enlace, omega 3 y 6. Nuestra genética está diseñada para que haya un equilibrio entre señales antiinflamatorias e inflamatorias por lo que debemos tener cuidado con hincharnos a comer carne alimentada con grano, debemos comer carnes alimentadas al pasto y pescado salvaje en la medida que nos sea posible, si no tampoco podemos excedernos con las carnes «confinadas». Aunque hoy en día en internet hay ganaderos que venden carnes criadas en libertad.
Me despido con una frase del Bioquímico Barry Sears: «La alimentación es la mejor medicina«.
REFERENCIAS
(1), Boyd Eaton,S. Evolution and choresterol. World review nuntrition diet. 100:46-54,2009.
(2), M. Madjid et al., «Thermal Detection of Vulnerable Plaque», American Journal of Cardiology 90, nº10 ( 2002),pp.351-374.
(3) M. de Lorgeril et al., » Mediterranean Diet, Traditional Risk Factors, andthe Rate Of Cardiovascular Complications after Myocardial Infarction: Final Report of the Lyon Diet Heart Study», Circulation 99,nº6 (1999),pp.779-785.
(4), Channing Laboratory, «History», The Nurses´ Health Study,www.channing.harvard.edu/nhs/?page_id=70.
(5) «Too much Insulin a Bad Thing for the health?», Science Daily,19 Aprl 2010,www.sciencedaily.com/releases/2010/04/100419233109.htm
(6), Dietary cholesterol from eggs increases the ratio of total cholesterol to high-density lipoprotein cholesterol in humans: a meta-analysis Am J Clin Nutr May 2001 73: 885-891
(7), D.M.Dreon et al,. «Change in Dietary Saturated Fat Intake Is Correlated with Change in Mass of Large Low-density Liprotein Particles in Men», American Journal of Clinical Nutrition 67,nº5 ( 1998),pp.828-836.
(8), Meta-analysis of prospective cohort studies evaluating the association of saturated fat with cardiovascular disease.
OTROS
– Jonny Bowden y Stephen Sinatra, The great cholesterol Myth- Why Lowering your Cholesterol won´t Prevent heart Disease ( 2012).