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Muchas personas no ven realizados sus deseos porque han desconectado la comunicación entre su alma y su mente. Si hay una desconexión entre tu alma y tu mente, nunca se manifestará lo que realmente deseas. Todo el mundo entiende que su alma tiene una misión o una especie de plan divino, y se relajan cuando les digo que la no alineación entre su alma y su mente puede ser el motivo por el que sus sueños no se manifiestan. La siguiente pregunta que me hacen es, ¿y cómo sé cuál es el deseo de mi alma? ¿cómo sé cuál es mi anhelo espiritual? Es muy fácil. El problema no está en lo que deseas, el problema está en que en tu subconsciente obstaculizas lo que deseas. Se nos ha dicho durante mucho tiempo que los deseos son malos, hasta pecaminosos, también se nos ha dicho que era difícil conseguirlos, y otra gran mentira durante siglos espléndidamente contada ha sido que, la felicidad plena no existe, y que si por un lado se cumple lo que deseas, por otro lado algo perderás.
Pues bien, yo te digo, que tus deseos no son mundanos, ni difíciles, ni egoístas. Tus deseos vienen directamente de tu parte espiritual, no nacen en ti, se manifiestan a través de ti, pero ni siquiera eres tú el que los pones en tu mente. Los deseos vienen del Todo, de la Fuente, del Éter y son impregnados en las personas que por su tipo de energía tienen el poder de manifestarlos en la vida física. Por eso siempre digo, que todo deseo lleva implícito su cumplimiento. No se ponen deseos en personas que no son capaces de llevarlos a cabo. El universo es muy ahorrativo, no le gusta derrochar energía, así que nunca pondría un deseo en quien no puede cumplirlo.
Tus deseos no son mundanos ni egoístas, nacen de tu espíritu
A partir de ahora mira tus deseos como bendiciones que vienen del mundo espiritual para ayudarte a ser más feliz en el mundo físico. Deja de criticarte o culpabilizarte por no haber sido capaz de manifestarlos. Cada día, cada hora, cada minuto, empiezas de cero.
Esta noche antes de dormirte, pídele mentalmente a tu doble cuántico que sujete tu deseo, que lo trate como a un bebé, que le de todo su cariño y protección, mientras tu duermes plácidamente. Dile que ame tu deseo, que lo acaricie, que lo respete, que busque el futuro donde ese deseo se cumple de forma satisfactoria y benévola para ti y para la Creación entera. Confía plenamente en tu doble cuántico, tu doble cuántico eres tú mismo sin las ataduras mentales, sin límites impuestos, sin miedos, sin culpas y con la posibilidad de viajar en el tiempo y actualizar en tu presente el mejor de los futuros que ve cada noche.